Вы находитесь на странице: 1из 24

Biblioteca Plan Ceibal

DE LA AUTORA

Soy Sylvia Suanes, nací en el día que comensaba el in-


vierno de 1955. Lo primero que conocí fue Belvedere, un
barrio lleno de alegría y gente trabajadora. Estudié en la
escuela del Parque José Pedro Bellón y en el Liceo Fran-
cisco Bauzá.Diversifiqué mis actividades en tallado en
madera, flores de papel, cerámica, tápiz y pintura sobre
yeso. Actualmente resido en la ciudad de la Costa y tra-
bajo en el poder judicial. Mi tesoro más grande es mi hijo
Juan Pablo y hoy busco llegar a otros niños a través de un
cuento que inventé para él.

© Sylvia Suanes
Ilustraciones: Martín Rodríguez
Ediciones A.U.L.I - Asociación Uruguaya de Literatura Infantil-juvenil
Juan Bautista Alberdi 6257 - C.P. 11500 - Montevideo
Colección Palabrapuente
Coordinadora: Dra. Sylvia Puentes de Oyenard
ISBN 9974-552-69-9
Impreso el 2 de noviembre de 2004 en TRADINCO S.A.
Minas 1367 - Tel. 409 44 63 - Montevideo
Dep. Legal Nº 334.661 / 04
Edición amparada en el decreto 218/996 (Comisión del Papel)

2
Amistad sin fronteras • Sylvia Suanes
Biblioteca Plan Ceibal

Zulú decide viajar

Esta es la historia de Zulú, una niña de pelo muy rizado,


un poco gordita, y con muchas ganas de vivir. Nació en
Nairobi, Kenia, país situado al Este del continente africano.
Había cumplido 9 años, y esto la hacía sentir grande y con
poder de decisión.

Un día, en el colegio, la maestra mostró un globo terráqueo


y les enseñó las diferentes razas humanas que hay en el
mundo. Puso como ejemplo que son de piel negra y pelo
rizado, en Asia son de piel amarilla y ojos rasgados, en
Europa y América de piel blanca, y así continuó.

3
Amistad sin fronteras • Sylvia Suanes
Biblioteca Plan Ceibal

La imaginación de Zulú empezó a volar. Ya en su casa,


estaba pensativa, la idea de conocer niños diferentes daba
vueltas en su cabeza. Fue a su cuarto, tomó el globo
terráqueo, lo hizo girar y girar y de pronto lo paró. Ubicó
Europa y mirando país por país situó sus enormes ojos negros
en Alemania.

-¡Sí!, ¡sí! – exclamó Zulú- ese es el lugar, allí iré a conocer


a ese niño, sé que lo encontraré.
Contenta y muy alborotada, preparó su mochila y
emprendió su viaje. Llegó al aeropuerto, buscó un avión
que saliera rumbo a Munich, y subió feliz y esperanzada.

Europa

Después de un largo viaje, llegó a Munich. Al salir del


aeropuerto, miró a su alrededor y de pronto cruzó su mirada
con una niña rubia, de pelo lacio y ojos azules. Ambas se
miraron, como estudiándose, tal vez las diferencias físicas
entre sus razas las intrigara mucho. Zulú se acercó y le
preguntó: -¿Cómo te llamas?

-Dorothy ¿y tú?

-Yo, Zulú.

Tanto Zulú como Dorothy se sentían muy bien juntas,


como si se hubieran conocido de antes.

-¿Me dejas estirar un rulo? -preguntó Dorothy refiriéndose


al cabello de Zulú.

-Sí -contestó Zulú sin entender muy bien el porqué.

4
Amistad sin fronteras • Sylvia Suanes
Biblioteca Plan Ceibal

-Qué divertido es, lo estiro y vuelve a su lugar -comentaba


riendo Dorothy.

Zulú seguía sin entender la situación, pero no le molestaba.

-¿Viniste con alguien? -preguntó Dorothy, ya que la veía


sola, con la mochila por única compañía.

-No, vine sola -respondió Zulú muy animada. Quise


conocer a alguien de raza diferente a la mía y decidí venir a
tu país.

-Me parece bárbaro, entonces te invito a venir a casa,


podrás quedarte conmigo y además me interesa mucho la
historia de conocer niños de otros países -dijo muy
entusiasmada.

5
Amistad sin fronteras • Sylvia Suanes
Biblioteca Plan Ceibal

Llegaron a casa de Dorothy, quien le presentó a sus papás


y ellos también le ofrecieron quedarse allí.

Al día siguiente las dos amigas se pusieron en marcha para


ir de recorrida por la ciudad y alrededores. Visitaron parques,
barrios con casas enormes, pero a Zulú lo que más le llamó la
atención fue el Museo de Cera.

-Dorothy, esto es maravilloso, parece que estuvieran vivos.


¡Guau! -y sus ojos se agrandaban cada vez más.

-La verdad es que está bueno el Museo y las copias de las


personas como el Papa Juan Pablo II y su vestimenta, todo
de cera. Parece muy difícil de hacer, ¿verdad Zulú? -le
comentaba Dorothy.

-Sí, les debe llevar mucho tiempo hacerlo.


Zulú no salía de su asombro, por allí estaban también las
réplicas de los Beatles, los Reyes de España, Picasso y otros
famosos.

-¿Te gusta mi país, Zulú? -le preguntaba Dorothy, contenta


porque veía que su amiga estaba disfrutando.

-Sí, es muy lindo, me encantaría que tú conocieras el mío.

-Sí, a mí también me daría placer conocerlo -dijo muy


animada. Y así sin más, llegaron a casa de Dorothy,
prepararon sus mochilas y volaron rumbo a Kenia.

6
Amistad sin fronteras • Sylvia Suanes
Biblioteca Plan Ceibal

África

Como a Zulú le llamó la atención la gente blanca en


Munich, a Dorothy le sorprendió la gente negra de Nairobi,
sobre todo la vestimenta, los turbantes, sus costumbres.
Marcharon a casa de Zulú y al llegar, los padres de ella,
recibieron con agrado a Dorothy, ofreciéndole comida y un
baño tibio que la descansaría.

-Ven, te mostraré mi cuarto -le dijo a Dorothy super


contenta con su nueva amiga.

-Sí, vamos, con permiso señora -se disculpó muy correcta.

7
Amistad sin fronteras • Sylvia Suanes
Biblioteca Plan Ceibal

Cenaron y se fueron a dormir, ya que estaban muy


cansadas por el viaje. Al día siguiente, un día de hermoso
sol radiante, emprendieron la recorrida. Fueron al Parque
Nacional de Nairobi, donde los animales viven sueltos. Este
parque se puede recorrer en jeep, cosa que hicieron. En un
momento determinado el jeep paró para que pudieran sacar
fotos y disfrutar del paisaje, cuando de pronto Dorothy mira
hacia atrás y ve que, pegadito al jeep, se asoma un león y
les ruge.

-¡AUXILIOOOOOOO!!!!!!!! –gritaba desesperada.

-Tranquila niña, no hace daño, de lo contrario no haríamos


el paseo para turistas – dijo el guía.
Al rato, cuando se tranquilizó, comentó:

-Esto es maravilloso, divertidísimo, me encanta -Dorothy


se reía sin cesar manifestando su alegría.

-Qué bueno, Dorothy, me alegra que te guste mi país.


También Zulú la llevó a ver tribus de aborígenes, sus
chozas, cómo viven, de qué viven, en fin, sus costumbres.
Todo era nuevo para Dorothy.
Luego de un largo día, llegaron a casa de Zulú comieron,
se bañaron y en el dormitorio, ambas niñas recordaban el
hermoso día que habían pasado, y sus experiencias, cuando
de pronto Dorothy mirando el globo terráqueo de Zulú y
con cara de picardía expresó:

-Zulú, me gustaría que esta experiencia que estamos


teniendo, la pudiera tener otro chico de otro país, ¿qué te
parece?
Sí, genial -afirmó Zulú ya pronta para partir-. Tengo una

8
Amistad sin fronteras • Sylvia Suanes
Biblioteca Plan Ceibal

idea. Y tomó el globo terráqueo y mostrándoselo a Dorothy


dijo decidida:

-Elijamos un país de América del Sur.

-Pero en América del Sur hay muchos países. ¿Qué tal si


elegimos el más pequeño?

-Bien a ver... el más pequeño es Uruguay. Entonces


volemos allí.

-¡URUGUAY, ALLÁ VAMOS! -exclamó Dorothy.


Y a la mañana siguiente, después de desayunar, prepararon
sus mochilas y marcharon rumbo a su nuevo destino.

América

Llegaron a Montevideo. En las afueras del aeropuerto, ya


cuando las niñas se aprontaban para tomar un autobús que
las dejara en el centro, vieron a un niño rubio de piel blanca
y ojos marrones que las miraba con sorpresa por la diferencia
de razas, eran tan distintas que realmente llamaban la
atención.

-Dorothy, él es el niño que buscamos - dijo muy segura y


ya con ganas de hablarle.
-Sí, creo que sí -aseveró dulcemente. Se acercaron y le
preguntaron:
-¿Cómo te llamas?
-Juan Pablo, pero me dicen Juampi. ¿Y ustedes?
-Yo me llamo Zulú y soy de Kenia y ella se llama Dorothy
y es de Alemania.

9
Amistad sin fronteras • Sylvia Suanes
Biblioteca Plan Ceibal

-¿Vinieron solas? ¿Para dónde van? -preguntó asombrado


Juampi, pues vivían en continentes distintos.
Zulú le contó desde el principio toda la aventura, Juampi
abría unos ojos enormes, y las niñas lo invitaron a participar
de ella; sin pensarlo dijo que sí.

-Vengan a mi casa, se instalarán allí y planificaremos


salidas para que conozcan algo de mi país, lo más típico.
¿Les parece bien? –interrogó Juampi contento con sus
nuevas amigas.
Y así se fueron a El Pinar, un balneario del departamento
de Canelones que queda a 15 km. del Aeropuerto de
Carrasco. A poco de llegar y descansadas las niñas, Juampi
ya tenía planificado los paseos que harían días después.
Para esa noche, con la ayuda de su mamá, les preparó una
comida típica de Uruguay llamada asado, que es carne
vacuna cocida a las brasas, y que según las chicas estaba
riquísima.

-¿Juampi, qué es lo que toma tu mamá? -preguntó


interesada Dorothy.

-Se llama mate.


-¿Qué es? -preguntó Zulú intrigada.
-Ja, Ja, ¿no lo conocen? El mate es una bebida que se
toma en casi todo el país. En esto que se llama mate, se
pone yerba, que son yuyos molidos, se arrima para un
costado y en ese hoyito se pone agua tibia, una vez que el
agua desaparece, se introduce la bombilla y al costado de
ésta se echa agua caliente y se toma. ¿Quieren probar?
Zulú y Dorothy pensaron ¿por qué no?

10
Amistad sin fronteras • Sylvia Suanes
Biblioteca Plan Ceibal

-Es horrible ¡como pueden tomar algo así! -exclamó


frunciendo la cara.

-Es raro, creo que estoy mareada, debe ser el famoso mate
-comentó Dorothy.

-Ja, ja, ja, es imposible, esto no marea -dijo Juampi.


Al día siguiente tomaron un autobús que los llevó a Punta
del Este, el balneario más importante del Uruguay, con
playas muy limpias y enormes mansiones. Otro día fueron
al Cerro de Montevideo, desde donde se ve el Puerto, un
lugar muy pintoresco. Era Carnaval y pudieron asistir a las

11
Amistad sin fronteras • Sylvia Suanes
Biblioteca Plan Ceibal

llamadas, donde la raza negra y muchos blancos exteriorizan


su alegría con un desfile de comparsas. Aprendieron el
sonido de los diferentes tambores a los que llamaban piano,
repique, chico y bombo y después danzaron al compás del
candombe. Conocieron el zoológico donde Juampi les
mostró algo que para él es muy gracioso.

-¿Se quieren reír un poco?, miren esto.


Y Juampi se paró frente a un ñandú y le dijo:

-¡Atento! -y éste estiró su cuello mirándolo realmente con


atención y le tiró un pop que el ñandú atrapó enseguida.
Los tres se reían mucho, tanta gracia les hizo, que juntos le
tiraban pop al ñandú y el pobre no sabía a cuál atender. Lo
pasaron muy entretenidos en el zoo.
Ya en casa de Juampi y antes de dormir, conversaron
mucho, recordaron las vivencias de esos días y de pronto,
los tres como por arte de magia miraron el globo terráqueo
y se miraron entre sí.

-¿Qué les parece si vamos en busca de otro niño? -preguntó


Zulú con cara de recibir la aprobación de Dorothy y Juampi.
-¡Dale! –apoyó Juampi
-Sí, qué bueno -agregó Dorothy.
-Creo que sería interesante conocer un niño japonés.

A las niñas les pareció buena idea ya que el propósito de


esta experiencia era conocer niños de diferentes razas, así
que de inmediato se pusieron en marcha. Prontas las
mochilas, al día siguiente emprendieron su viaje a Japón.

12
Amistad sin fronteras • Sylvia Suanes
Biblioteca Plan Ceibal

Asia

Este sí fue un viaje largo, con trasbordo en Estados Unidos.


Llegaron agotados. Llovía a cántaros, hasta ahora nunca
habían llegado a un país con lluvia, pero esto lo hacía diferente.
Les llamó mucho la atención la cantidad de gente que había
en el aeropuerto, el tránsito aéreo era impresionante.
Caminando entre la gente, Juampi les dijo a las niñas:

-¿Me esperan?, necesito ir al baño -Juampi tenía cara de


no aguanto más.

13
Amistad sin fronteras • Sylvia Suanes
Biblioteca Plan Ceibal

-Sí, te esperamos aquí afuera -contestó Zulú agarradita


de la mano de Dorothy.
Dentro del baño, Juampi, vio a un niño que se estaba
lavando las manos y le preguntó:

-¿Cómo te llamas?
-Me llamo Li ¿y vos?
-Yo me llamo Juampi y soy de Uruguay, ¿sabés dónde
queda? -le preguntó muy curioso y con la corazonada de
que era a él a quien estaban buscando.
-Creo que sí, en América del Sur, ¿verdad?

-Sí allí mismo.


-¿Estás de paseo Juampi? -le preguntó.
-Sí, con unas amigas que conocí por casualidad como
nosotros ahora, una de ellas se llama Zulú y es de Kenia y
la otra se llama Dorothy y es de Alemania, me están
esperando afuera ¿Querés que te las presente?

-Sí, claro.

Mientras tanto, las niñas estaban impacientes porque


Juampi no salía del baño, demoraba demasiado. Y ustedes
saben bien porqué. Tanto fue el entusiasmo que puso Juampi
al contarle, que Li quiso unirse al grupo.

-Zulú, Dorothy, él es Li.


-Hola -respondió Zulú.
-Hola, mucho gusto –agregó Dorothy.
-Si aceptan me gustaría mucho llevarlos a mi casa,
supongo que estarán muy cansados y, si quieren, mañana
los llevo a conocer Tokio -invitó Li.

14
Amistad sin fronteras • Sylvia Suanes
Biblioteca Plan Ceibal

Todos aceptaron con gusto. Y entre la multitud marcharon


a su casa.
Al llegar a casa Li dejó los zapatos afuera, los niños no
sabían por qué. Allí fue cuando el nuevo amigo, les dijo
que era costumbre dejar los zapatos afuera y ponerse otros
dentro de la casa. La mamá los recibió vestida con un
kimono, el traje típico de las mujeres japonesas, y les ofreció
hospedaje con mucha amabilidad. La casa estaba muy limpia
y prolija. Se acomodaron en el cuarto de Li y bajaron a cenar.
Alrededor de la mesa no había sillas, solo almohadones,
se miraron sin entender nada y esperaron a ver qué hacía Li
para ellos hacer lo mismo. La mamá trajo la comida y a
Juampi se le empezó a transformar la cara.

-¿Disculpen, solo hay arroz? -preguntó Juampi con cara


de tengo hambre y esto no me gusta, pero creo que lo voy a
tener que comer.

-No, el arroz blanco es el primer plato, después hay uno


especial que hace mamá, pescado con salsa de mariscos, le
queda riquísimo, ya verás.

-Guácala, no tengo mucha opción -dijo resignado.


-¿Por qué Juampi?- le preguntó Li.
-Porque el arroz blanco no me gusta y el pescado tampoco.
-Pero, mirá, probálo y verás como te gusta, ¿sí? -le decía
Li tratando de convencerlo.

-Bueno, lo voy a probar.


Lo probó y aunque no lo puedan creer, le gustó y lo comió
todo. De noche en el cuarto de Li hablaron mucho de las
experiencias vividas, hasta que se quedaron dormidos.

15
Amistad sin fronteras • Sylvia Suanes
Biblioteca Plan Ceibal

-Oigan ¿qué hora es? -preguntó Dorothy medio dormida.


-Son las 8:15 -contestó Li.
-Hay que levantarse -dijo Zulú.

-Si quieren conocer lugares, ya lo creo porque aquí queda


todo cerca, pero somos muchos habitantes y los autobuses
van siempre llenos y se complica un poco subir a ellos.
-Vamos, Juampi, levantate que tenemos que salir- lo
zamarreaba Dorothy.

-Sí, ya voy, buen día amigos - dijo remoloneando- ya me


levanto.
Después de haber andado un rato pregunta Zulú muy
impresionada:

-¿Qué es eso?

-Verdad. Miren, es gigante -acotó Juampi.


-Es el volcán Fujiyama que tiene una altura de 3.776 metros,
pero no se preocupen que está dormido -comentó Li.
-¿Y dónde están sus ojos? -preguntó Dorothy muy ingenua.
Y entonces no pudieron contener la risa. Nadie esperaba
un comentario igual.

-Ay, Dorothy no lo habrás dicho en serio ¿no? Los


volcanes no tienen ojos, se dice que están dormidos cuando
no están en erupción.
Dorothy quedó con vergüenza porque sintió que había
dicho algo ridículo, pero pasó enseguida.
En la ciudad habían numerosos puestos de frutas, verduras,
flores y mariscos. Habían caminado mucho, les vino hambre
y comieron en un puestito de la calle, una comida rápida
típica del país.

16
Amistad sin fronteras • Sylvia Suanes
Biblioteca Plan Ceibal

Conocieron, además el puerto, el Parque Nacional y


también en Tokio como en Munich hay Museo de Cera al
que por supuesto visitaron.

-¿Qué les parece el Museo? -dijo Li muy orgulloso de lo


que mostraba.

-Es muy lindo, similar al de mi país – comentaba Dorothy.


-Y ese que está vestido con traje largo y una espada ¿quien
es? -preguntó Zulú.

-Es un samurai -contestó Li.


-¿Es un soldado? Preguntó Juampi
-Sí, algo así, se vestían así hace muchos años.
-Miren aquí también están los Reyes de España y los
Beatles, qué fabuloso, comentó contenta.

-Chicos, estamos cerca de Sydney ¿les gustaría conocerla?


tal vez encontremos otro chico – invitó Li.
-¡Sí! -contestaron todos juntos con alegría...

Oceanía

Fue un viaje similar al de Nairobi a Munich y al llegar los


esperaba un día hermoso y soleado, donde el calor se
atenuaba con una brisa fresca que les daba ánimos.
Parados en las afueras del aeropuerto, los chicos buscaban
al quinto integrante. Dorothy a lo lejos vio a una niña de
pelo marrón y ojos claros que también la miraba.

-Chicos, creo que la encontré -dijo muy contenta.

-¿Dónde? -preguntó Zulú.

17
Amistad sin fronteras • Sylvia Suanes
Biblioteca Plan Ceibal

-Allí, aquella de vaquero y camisa a cuadros, ¿la ven?


-Sí, la veo, acerquémonos -comentó convencida de que
la niña se uniría a ellos.
Y allí se acercaron los cuatro y Zulú que es la más decidida,
le preguntó:

-Hola, ¿cómo te llamas?


-Me llamo Cindy -dijo la niña- ¿y ustedes?
-Ella es Dorothy y es de Alemania, el es Juampi, de
Uruguay, él es Li de Japón y yo Zulú y soy de Kenia.
-¿Y cómo se conocieron, porque viven muy lejos unos de
otros? -preguntó intrigada.
-Es una larga historia ¿verdad chicos?, pero descuida, ya
te la contaremos.

-Y decime ¿dónde nos podemos alojar? -le preguntó Zulú.

-Quisiera que vinieran a casa, me caen bien y me gustaría


que mi familia los conociera.
Tomaron un tren y salieron del centro de la ciudad. Ella
vivía en las afueras de Sydney, al este, en un barrio tranquilo.
Cindy les presentó a sus padres, que en ese momento estaban
preparando unos sandwiches y por supuesto que cuando los
chicos los vieron, se tiraron de cabeza.
En el jardín de la casa los chicos contaron todas las
aventuras que habían vivido hasta ese momento, Cindy
estaba encantada y algunas no las podía creer.
-Bueno, planificaré salidas, mañana iremos a ver canguros,
¿quieren?-les preguntó excitadísima.

-Sí, claro -afirmó Dorothy.

-Me encantan los canguros -dijo Juampi feliz.

18
Amistad sin fronteras • Sylvia Suanes
Biblioteca Plan Ceibal

Al otro día tomaron un autobús rumbo al otro lado de la


ciudad y desde allí un tren. Empezaron a ver las primeras
praderas y ya se veían los famosos canguros saltando, se
apretaron contra la ventana del tren, se enloquecieron para
sacarles fotos.

-No se enloquezcan, en el lugar donde vamos hay un


montón de canguros y hasta podremos tocar alguno -dijo
Cindy con intención de calmarlos.

-Esto es maravilloso, miren cómo saltan junto al trenaseveró


Dorothy.

19
Amistad sin fronteras • Sylvia Suanes
Biblioteca Plan Ceibal

-Sí, es divertido -sonrió Zulú.


-Cindy, ¿puedo meterme en la bolsa del canguro?
-preguntó Dorothy inocentemente.
No pudieron contener la risa, hasta que Juampi le dijo
asombrado por su comentario:

-¿Es broma, verdad? No puedo creer que lo digas en serio.


-Otra vez, ya es la segunda tontería -dijo bajando la
cabeza.

-Dorothy eres muy inocente. ¿A ti te parece que en una


bolsa tan pequeña podríamos entrar uno de nosotros y
además crees que el canguro te dejaría? -la hizo reflexionar
Zulú.

-Sí, claro, lo siento -expresó con vergüenza.


Pasaron una de las tardes más pintorescas de los viajes
hechos hasta ahora.
Hicieron un paseo en barco que recorría la bahía de Sydney
con un guía que iba explicando lo que desde allí se ve. Una
de las cosas más importantes es el teatro La Ópera.
Fue un paseo muy bonito. Cerca de allí hay un parque
hermoso con muchos árboles y jardines con variedad de
flores increíbles. Decidieron sentarse a tomar un refresco y
comer algo, comentaban lo que habían vivido ese día, cuando
Li sintió un ruido.

-Oigan ¿qué ruido es ese? -Li sentía como que rascaban


en un árbol.

-Parece que viene de ese árbol -dijo Juampi.


-Sí, vamos a investigar -dijo Cindy decidida a encontrar
el origen del ruido.

20
Amistad sin fronteras • Sylvia Suanes
Biblioteca Plan Ceibal

Se acercaron, miraron hacia arriba y vieron un pequeño


monito, muy gracioso que tenía puesto un sombrero rojo y
un chaleco de muchos colores.
-Allí está, ¡qué lindo es! Ven monito, ven con nosotros,
no te haremos daño -le decía Dorothy muy tiernamente. El
monito fue ganando confianza y se acercó a ella dejándose
agarrar. A partir de ese momento se hizo partícipe de la
aventura.

-Le pondremos Coco -dijo Juampi muy seguro.


-Sí, es un lindo nombre.
-¿Qué, Coco? Creo que nos quiere enseñar algo -dijo
Juampi.

El monito señalaba una casa que se veía a lo lejos, al final


del parque. Tanta era su insistencia que los chicos lo
siguieron. La casa era muy pequeña. Al entrar no se veía
nada, sólo había una alfombra grande.
Coco señalaba la alfombra, como para que los niños
subieran a ella y así lo hicieron. Estaban todos sentados juntos
y de pronto aquello empezó a moverse como por encanto.

-Esto se mueve, tengo miedo -dijo Zulú con sus enormes


ojos más abiertos que nunca.

-Yo también tengo mucho miedo ¡SOCORRO! -gritó


Dorothy.

-No tengan miedo, ha de ser maravilloso, si es lo que


pienso que sea -dijo Juampi imaginándoselo.
-Creo que sí es lo que estás pensando -comentó Cindy
haciéndose cómplice.
-Entonces ¡¡¡QUE VUELE!!! -exclamó Li.

21
Amistad sin fronteras • Sylvia Suanes
Biblioteca Plan Ceibal

Y sin más la alfombra empezó a subir lentamente. La


expresión de todos fue una mezcla de susto, vértigo, alegría,
sorpresa, en fin, creo que habrían miles de adjetivos para
describirlo. No podían creer que estaban volando por los cielos
de Sydney. Se sentían protagonistas de un cuento mágico.
De pronto el monito Coco, sacó un papel y se lo dio a
Zulú.

-Oigan, Coco me dio esto- expresó asombrada.


-¿Y qué dice? léelo -le dijo Cindy.
-Sí, por favor -expresó Dorothy.

Y todos muy atentos esperaban que Zulú lo leyera.

El papelito decía:

Todo es posible, si así quieres que sea.

22
Amistad sin fronteras • Sylvia Suanes
Biblioteca Plan Ceibal

Epílogo

La imaginación es poderosa e infinita.


Gracias a ella podemos, soñar, reír, llorar, expresar nuestros
sentimientos junto a personajes de la ficción, y, como en este
cuento, viajar tocando los cinco continentes de la mano de cinco
niños que representan a los millones que hay en el mundo.
Dedicado a mi hijo Juan Pablo quien hace nueve años me
dio el título más importante de mi vida: “mamá”.

23
Amistad sin fronteras • Sylvia Suanes
Biblioteca Plan Ceibal

COLECCIÓN PALABRAPUENTE

Pétalos - María Teresa Cabrera

Entre tiza y borrador - Ana María Cordani

Ministerio en el Águila - Nair Ferreyra de Aparicio

El libro inclinado - Anabella Gonzáles Springber

Cuentos con viento - Frida Hecht

Palabrapuente - María Cristina Laluz

La ostra viajera - Sylvia Puentes de Oyenard

La historia de Desuellacaras - Sylvia Puentes de Oyenard

Poemas para jugar - Dinorah Rodríguez de Stapff

Solasol - Patricia Villarroel

Uruguay, mujeres y poesía - Sylvia Puentes de Oyenard

Cachito del Cardal - César Ángel Rico

Cuentos con noble futuromo - Estela Socías Muñoz

Nina Minina - Sylvia Silmonet

Los cuentos de Abuela Queta - Abuela Queta

La historia de Pelayo - Estela Socías Muñoz

Tente, el rey de los duendes - Daniel Packe Iglesias

Amistad sin fronteras - Sylvia Suanes

24
Amistad sin fronteras • Sylvia Suanes

Вам также может понравиться