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ACEITE DE ALGODON
Normas de control de
Descripción Valores nutricionales
calidad
GRASAS Y ACEITES
En base a su origen, las grasas se clasifican en animales, vegetales y mezclas. Dentro de las grasas
de origen animal hay grasas poliinsaturadas (origen marino), grasas insaturadas (grasa de aves),
moderadamente insaturadas (manteca porcino), saturadas (sebo vacuno) y mezclas de todas las
anteriores. Dentro de las grasas vegetales, tenemos unos aceites más insaturados (girasol, maíz o soja)
que otros (oliva, palma o coco). Un tercer grupo de lípidos de interés creciente es el formado por mezclas
de grasas y subproductos industriales cuya materia prima original es la grasa. En este grupo tenemos las
oleínas, las lecitinas, las grasas de freiduría, los subproductos industriales y los destilados procedentes de
la industria del glicerol y de los ácidos grasos.
Para valorar una grasa han de tenerse en cuenta al menos cuatro criterios: 1) calidad química
intrínseca (grado de humedad, impurezas, insaponificables, peróxidos, fracción no eluible, polímeros de
ácidos grasos, sustancias extrañas, tóxicos, etc), 2) composición y valor nutricional (contenido en energía
bruta, porcentaje de triglicéridos, composición y riqueza en ácidos grasos esenciales, etc), 3) especie
destino y 4) precio ofertado. La digestibilidad de una grasa depende fundamentalmente de su capacidad
de solubilización y de formación de micelas en intestino.
El valor energético de una grasa varía en función de numerosos factores (tipo y edad del animal,
características de la dieta, etc). De aquí que haya gran variabilidad entre autores a la hora de asignar un
valor energético a una grasa químicamente bien definida.
En monogástricos, los factores que determinan el valor energético son: 1) el contenido en energía
bruta, 2) el porcentaje de triglicéridos vs ácidos grasos libres, 3) el grado de insaturación de los ácidos
grasos y 4) la longitud de la cadena de los mismos.
En rumiantes la situación es distinta ya que la grasa suplementaria afecta a los microorganismos del
rumen. El rumen cumple funciones tales como 1) absorber directamente los ácidos grasos de l4 C o
menos, 2) hidrolizar los triglicéridos y 3) hidrogenar y saturar los ácidos grasos liberados. Por tanto las
diferencias en digestibilidad intestinal son mínimas entre triglicéridos y ácidos grasos alimentarios, así
como entre ácidos grasos insaturados y saturados. Los ácidos grasos de cadena corta (C<14) y los de
cadena muy larga (C>20) tienen una digestibilidad más baja. Además, los ácidos grasos poliinsaturados
de cadena C³20 son más tóxicos para los microorganismos ruminales. Los valores energéticos asignados
para rumiantes en las tablas correspondientes han sido estimados en base a estos criterios y para niveles
de inclusión inferiores al 3% en las grasas saturadas y al 1% en las poliinsaturadas. Estos valores son
ligeramente superiores a los datos franceses (INRA, 2002) pero aún resultan bajos en comparación con
los datos américanos (NRC, 2001) y holandeses (CVB, 2002).
Las oleínas de soja son un subproducto del refinado del aceite. Durante el proceso se separan los
triglicéridos de los ácidos grasos libres, que son los responsables de la acidez, mediante la adición de
NaOH. A continuación se separan ambas fases por centrifugación y decantación. Las pastas sódicas
resultantes se neutralizan con ácido sulfúrico, originándose las llamadas oleínas aciduladas (acidulated
soapstocks). Estas oleínas se lavan con agua abundante para arrastrar el exceso de sulfúrico, y se secan
por decantación dando lugar a las oleínas comerciales.
En monogástricos, las oleínas tienen menor digestibilidad y por tanto menor valor energético que los
aceites de los cuales proceden. En estas especies, los monoglicéridos resultantes de la digestión
enzimática de los triglicéridos son más polares y por ello favorecen la formación de micelas más que los
ácidos grasos libres. En rumiantes, la disponibilidad del aceite (libre o contenido en la semilla) y la
insaturación de la cadena modifican el funcionamiento del rumen, influyendo de esta forma sobre la
digestibilidad de la ración. Es difícil en estos casos separar ambos efectos: digestibilidad del aceite per se
y efecto indirecto de la grasa sobre la utilización del resto de la dieta.
Un caso especial es el constituido por los productos de palma. El aceite de palma crudo es el más
utilizado en el mercado seguido de los destilados y de la estearina de palma. en el proceso industrial, el
aceite de palma crudo puede ser refinado, blanqueado y deodorizado obteniéndose el aceite de palma
RBD (con menor pigmentación, de color más claro) y los destilados de palma (Palm fatty acid distillers)
que son fundamentalmente ácidos grasos libres (equivalente a las oleínas en el caso del resto de los
aceites). Asimismo, por razones comerciales, el aceite de palma RBD se fracciona en oleínas y estearina,
ambos formados por triglicéridos, y no por ácidos grasos libres. la diferencia entre oleínas y estearina de
aplam es el grado de insaturación o índice de yodo que es superior para las oleínas que para la estearina.
De hecho, las oleínas de palma van destinadas a la industria de alimentación humana y no tiene sentido,
por su alto coste, su utilización en piensos para animales. Por el contrario, la fracción estearina sí que se
utiliza en alimentación animal, por su coste más reducido, presentando el problema de su dificultad de
manejo, consecuencia de su mayor saturación.
Las oleínas de girasol contienen altos niveles de linoleico y por tanto, su valor energético es similar e
incluso superior al de las oleínas de soja. Las oleínas de colza son buenas fuentes energéticas debido a
su insaturación. Las oleínas de oliva abundan en el mercado nacional y se caracterizan por ser altas en
insaponificables (esqualeno, esteroles, pigmentos, etc) especialmente cuando se reciclan los residuos
deodorizados del aceite. Las oleínas de palma y coco son más saturadas y por tanto su valor energético
es inferior, especialmente en animales jóvenes. Las oleínas de algodón abundan en el mercado nacional y
se caracterizan por su color verdoso. Estas oleínas pueden utilizarse de forma restringida en dietas para
rumiantes pero debe evitarse su uso en monogástricos por su contenido en gosipol y ácidos
ciclopropenoides, que afectan la productividad y la calidad de los productos ganaderos.
Las oleínas exigen controles de calidad rigurosos a fin de evitar mezclas no deseadas con otras
fuentes lipídicas o la entrega de productos deficientemente procesados (exceso de humedad, impurezas,
material no eluible, insaponificables y acidez mineral). El contenido en materia no grasa de estos
productos aumenta cuando se reciclan dentro de las oleínas los residuos resultantes del proceso de
deodorización del aceite.
Las lecitinas o gomas proceden de la industria del refinado del aceite de soja y se caracterizan por
su alto contenido en fosfolípidos, colina, inositol, fósforo y vitamina E.
Valores nutricionales
C<14 - - - - - -
Características
Título 35 21 18 13 18 23
Normas Fedna
GRASAS Y ACEITES
Especificación Técnica Fecha: Julio de 2002
ACEITE DE ALGODON
de Materia Prima
A.-DEFINICIÓN
Método analítico (*) R.D. 2257/94 nº9, (**) ISO663: 2000, (***) R.D. 2257/94 nº 16.
Nuevo Producto
NEM** <3 AOAC 17th (2000)977.17
Proveedor
LINOLEICO 50,2 ±2
LINOLÉNICO <1
RELACION
0,40
SAT/INSAT.
Con respecto a esta materia prima, los riesgos por malas prácticas de fabricación, contaminación o
fraude se consideran probables por un incorrecto almacenamiento o por adición de aceites y grasas de
otras fuentes.
El perfil de esteroles permitirá determinar la presencia de grasas animales en el producto.
Se exigirá al transportista certificado de última carga.
En principio debería especificarse en los contratos de compra al menos el valor de Acidez Oleica, MIU,
Ac.
Linoleico, máximo de residuo de solventes, certificación de "Procedente de Semillas de Algodón", el
proceso de extracción así como el antioxidante utilizado. Declaración obligatoria (RD 56/2002): Humedad
cuando > 1%.
El aceite de semilla de algodón extraído se refina subsecuentemente para elaborar productos tales
como aceite de cocina, margarina y manteca. Durante el proceso de extracción, el contenido de
aceite de las hojuelas se reduce a menos del 0.6%. Las hojuelas desengrasadas se desolventizan, se
tuestan y se muelen para obtener harina.
Se han introducido expansores dentro del proceso con solventes, lo que ayuda dramáticamente a
reducir los niveles de gosipol libre (Calhoun et al., 1995a).