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Mira a tu alrededor

Miro alrededor de mi escritorio. Mi oficina esta en uno de esos edificios grises llenos de cubículos.
Frente a mí, varias pantallas de ordenadores. A unos metros sobre mi cabeza un reloj de pared,
cerca de la oficina del director. El teléfono está al alcance de mi mano izquierda, como me dijo el
fisioterapeuta. Y el mouse, que no se si es el quien mueve mi mano derecha o soy yo el que lo
muevo a él. Veo paredes, puertas, pasillos, letreros y señales que me dicen a donde y a donde no ir.
Cuando callar y cuando hablar.

¿Qué me dicen todos estos objetos? Todos hablan… Casi a gritos para los que saben escuchar. El
reloj me dice de cuando hacer cada cosa (o el tiempo que falta hasta que pueda respirar a mi propio
aire). Y Google me dice como es el mundo en noticias y anuncios, mientras Facebook me dice
quiénes son mis amigos en “likes”, o no…

Miro a mi alrededor en este lugar donde paso ocho horas al día (la tercera parte de mi vida) y apenas
veo algo vivo. Pero todo habla. Todo está allí para decirme como vivir la única vida que tengo. Es un
guion escrito por una mano gigantesca e invisible que controla la vida de millones. Donde vas y
cuando, si tu vida vale algo o nada, quien eres, que piensas. Todo ha sido escrito en los objetos con
los que interactúas a diario.

Si caminas por una ciudad es lo mismo. Observa cuantas señales, letreros, leyes de tránsito,
anuncios, demarcaciones de propiedad, símbolos de poder , uniformes… Todo dice algo acerca de lo
que puedes y no puedes hacer o decir, mientras otras voces te dicen que desear desde las vidrieras
de los negocios.

Mira a tu alrededor… ahora mismo… pregúntale a las cosas inanimadas que ves … ¿qué te dicen?
Incluso si ves una planta, ¿qué te dice? ¿Crees que solo existe para ser un adorno?

Te invito a un viaje en el tiempo. Imagina ahora. ¿Como lucia este mismo lugar hace mil años? ¿O
dos mil? Imagina todos los seres que vivían justo en este mismo lugar hace mil años… ¿Puedes
imaginarlos? ¿Los ves? ¿Aunque sea en tu mente?

¿Puedes ver las lianas trepando los arboles donde pájaros de interminable variedad anidan y
cantan? ¿Los escuchas? En este mismo lugar donde esas. ¿Puedes oler la humedad de la tierra
salvaje y prístina debajo de todo este asfalto, paredes, computadoras, todas estos hilos invisibles
que tiran de ti?

¿Sabes que esa tierra salvaje esta todavía ahí, justo ahí debajo de tus pies? Ahora mismo…

Lo mismo pasa dentro de ti

De la misma manera hemos construido la mente humana. Como una ciudad construida a base de
reglas, deseos y miedos creados artificialmente, oportunidades y limitaciones que te mueven como
un ratón en tu propio laberinto. Pero debajo de ese laberinto de tu mente hay una tierra salvaje,
antigua como el cielo encima de tu cabeza. Tus deseos secretos, tus sueños relegados a un segundo
plano, tu don para el mundo. Ahí debajo estas tú, creyéndote que eres ese laberinto.

Esta es mi invitación: RECUERDA QUIEN REALMENTE ERES.

Las verdades que te cuenta tu cuerpo.

Mira alrededor. Es posible que no veas nada vivo alrededor de ti. Solo cosas inanimadas que te dicen
como vivir la única vida que tienes. Pero hay algo más… Algo vivo que tiene un mensaje urgente para
ti. Mira…
¿Puedes ver tu cuerpo? Mira tu cuerpo ahora. ¿Qué te dice? No es un reloj que te dice cuando ir o
venir, porque otro lo decidió así. No te dice otra cosa que lo que tú misma quieres… ¿Te dice algo de
tus deseos? ¿Se queja con dolor del tiempo que pasas mirando pantallas que te hipnotizan y no te
dejan ver que te estas matando con cada minuto de inconciencia? De todas las cosas que ves, ¿quién
sabe mas de ti que tu propio cuerpo?

Mi cuerpo se ha convertido en un gran maestro. Me dice cosas de mi que no puedo leer en ningún
libro, que no veo en la televisión y que no me han ensenado en la escuela. Me advierte de la
superficialidad de una vida insana y me recuerda cada día cuan frágil es la vida. ¡Y yo que creí que a
verdad solo venia del alma! He aprendido que el cuerpo y el alma no son mas que dos caras de una
misma moneda.

Esta es mi invitación: ESCUCHA A TU CUERPO. Déjale enseñarte quién eres.

No creas la mentira que han construido para ti. El laberinto que tu misma has fabricado.

Practica: Esto es algo que puedes hacer cuando sientas que algo anda mal, una tristeza que no sabes
de donde viene, o aburrimiento, dolor, o simplemente te sientes atrapado en un trabajo que te
agobia y o que no eres libre. ENTRA EN CONTACTO CON TU CUERPO. ¿Qué te dice? Pregúntale,
háblale en voz alta. Si tus hombros están tensos, pregúntale: ¿Qué te pasa? ¿Por qué estas tenso?
¿Que estas tratando de decirme? O simplemente escucha la forma en que e mueves, la forma de tu
cuerpo, como cambia o a cambiado. ¿Qué te dice de tu vida? Y sobre todo escucha. No lo
compliques demasiado. El cuerpo habla con palabras simples y exactas.

También puedes hacerlo en la mañana cuando despiertas. Puedes pedirle que te mantenga al tanto
de todo lo que siente durante el día. Pídele que te ayude a notar lo que te gusta y lo que te molesta,
lo que te da salud y lo que te la quita, lo que te da energía y lo que no. Veras que el cuerpo tiene
respuestas que nadie nunca te podrá dar.

Como recuerdo de esta conversación, te dejo este escrito (¡no me atrevo a llamarlo poema!)

Oración matutina para un animal urbano

Respira el aliento de la tierra

Consagra la humedad de la mañana

al primer beso de tu día

Ruega sensual por el filo de la vida

Levántate montaña debajo de este asfalto

Recuerda los volcanes que te hicieron.

Semillas de gigantes vistieron tus faldas

y sostienen cada piedra de tus pasos

Ve al mar después del horizonte


Mira tus garras prístinas

el hambre de tu aullido.

Los dientes y la lluvia desnuda de tu cuerpo.

Savia de milenios impulsan tu salto

furia antes de arnés

es tu lugar es sagrado.

Tu selva te conoce

y te llama por tu nombre

Salta feliz, pegaso, tigre,

Y sobre todo se tú

Pues no tenemos otros

de tu mismo vuelo

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