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HISTORIA DE LA CONSTRUCIÓN DEL I.E.S. RUIZ GIJÓN. Entre la espada y el hisopo1.

José Montaño Ortega


José Benito Seoane Cegarra.

INTRODUCCIÓN.
Desde 1937 hasta 1965 (año de la inauguración de la Sección Delegada de Utrera del Instituto
de Segunda Enseñanza de Osuna, hoy Instituto Ruiz Gijón), una localidad de la importancia de
Utrera careció de Instituto público de Bachillerato. El Instituto Ruiz Gijón vino a cubrir este vacío.
En las siguientes páginas haremos un breve recorrido desde la creación del primer centro de
Segunda Enseñanza en Utrera (durante la II República), su eliminación por los militares golpistas,
hasta llegar a la inauguración -muchas décadas más tarde- de un nuevo centro público para los
estudios de bachillerato elemental en Utrera. Intentaremos contextualizar este recorrido,
deteniéndonos especialmente en la década de los 60, donde condicionantes socio-económicos
dieron un cierto impulso a la paralizada y raquítica participación de la educación en los
presupuestos públicos, en la intervención del Estado en las construcciones escolares. Veremos el
proceloso proceso administrativo hasta la construcción de la Sección Delegada en Utrera, y su
posterior consolidación como Instituto de Enseñanza Media. Analizaremos el papel del Servicio
Militar de Construcciones, así como la intervención de las autoridades políticas, religiosas y
militares en su inauguración. Esperamos que nos acompañéis.

ANTECEDENTES: Hasta la raíz.


La creación del Instituto Elemental de Segunda Enseñanza Rodrigo Caro (1933-1937) permitió, por
primera vez en la historia de Utrera, ampliar las posibilidades de estudio de los jóvenes de la
localidad y su comarca, especialmente de las mujeres. Estas oportunidades fueron posibles gracias a
su política de becas y a su modelo de enseñanza laica y mixta. No fue un caso único en la provincia,
ni a escala nacional.
Su clausura, en octubre de 1937, cercenó estas posibilidades. Tras los cierres de los institutos
provinciales, la Segunda Enseñanza quedó, prácticamente, en manos de los centros religiosos, los
grandes beneficiarios del proceso. En el caso de Utrera, el Ministerio de Educación aprobó que los
Salesianos pudieran disponer del material, útiles y efectos del Instituto Rodrigo Caro. Igual destino
se le dio a la biblioteca. También se borró el recuerdo de su nombre para Instituto de Bachillerato.

1
Una versión más reducida de este artículo se publicó en el capítulo V del libro colectivo I.E.S. RUIZ GIJÓN. 50
años de historia. Utrera, 2015, pp. 239-254.
Según recoge el acta de 13 de diciembre de 1969, el deseo del entonces director del centro utrerano,
Pablo de las Heras, y de una parte de los profesores, de dar el nombre de “Rodrigo Caro” al nuevo
Instituto, no pudo llevarse a cabo ya que según sus palabras: “había quedado designado el Instituto
Ruiz Gijón y como a tal se había pedido al Ministerio su aprobación”.

CONTEXTO EDUCATIVO. La segunda enseñanza durante la dictadura franquista.


Fue durante el periodo de la guerra civil y el primer franquismo, cuando se delinearon los
principios educativos del Nuevo Estado, al tiempo que se desmontaba la obra educativa de la
Segunda República. Se procedió implacablemente: depuración del profesorado y de las bibliotecas,
supresión de la coeducación y el laicismo, obligatoriedad de la religión y cierre de la mayoría de los
institutos creados durante la República. Se impuso el nacional catolicismo, es decir, la unión entre
catolicismo y patria (la esencia de España es la religión católica). Reflejo de esta política fue el
abandono de grandes parcelas de la educación a favor de la Iglesia. En la Enseñanza Media, a
mediados de los años 40, los centros privados representaban el 70% del total. Por otra parte, los
presupuestos dedicados a Educación fueron francamente irrisorios. Situación que afectó de forma
especial a los hijos de las clases populares. Para cerrar más este círculo, la Ley Reguladora de los
estudios de Bachillerato de 1938 concebía estos estudios como un instrumento para la formación de
las elites dirigentes del país.
Habría que esperar a 1953 para que se aprobara una ley de construcciones escolares y a 1956
para que se lanzara el primer plan quinquenal de construcción de escuelas públicas. Fue durante la
etapa del desarrollismo tecnocrático de la dictadura, superado ya el aislamiento internacional y la
autarquía económica, cuando se impulsaría una nueva política educativa al servicio de la nueva
política económica, diseñada por un nuevo equipo dirigente de tecnócratas procedentes del
influyente grupo integrista cristiano del Opus Dei. El Plan de estabilización de 1959 significó el
punto de partida de la industrialización y el desarrollismo de los años 60 en España. La
industrialización requería técnicos, directivos y administradores de empresas, funcionarios y una
mano de obra para las nuevas instalaciones industriales, con una mayor cualificación que la
requerida en la economía más cerrada y primitiva del periodo autárquico anterior. Por lo tanto había
que adaptar el sistema de enseñanza a las nuevas necesidades económicas. Pero al hilo de los
cambios económicos, la sociedad española iba a sufrir una serie de transformaciones que en el plano
educativo se concretaron en un fuerte incremento de la demanda educativa, prácticamente en todos
los niveles. El enfrentamiento de esta nueva demanda con las viejas estructuras antidemocráticas y
elitistas en la sociedad y en la enseñanza provocó un creciente descontento estudiantil, que se
expresó en revueltas, huelgas, asambleas y manifestaciones en rechazo de las estructuras
representativas impuestas a través del Sindicato Español Universitario. En febrero de 1956, las
protestas estudiantiles – que provocaron la sustitución del ministro Ruiz-Giménez- condujeron al
cierre de la universidad por dos semanas y la declaración del estado de excepción por tres meses.
De 1956 a 1965 la protesta estudiantil se fue radicalizando hasta acabar con el sindicalismo oficial y
desafiar abiertamente al régimen.
En este conflictivo contexto, en julio de 1962, accedió al Ministerio de Educación y Ciencia,
(nuevo nombre del ministerio), Lora Tamayo, miembro del Opus Dei y antiguo presidente de la
Comisión Depuradora del Magisterio sevillano. Fue ministro de Educación Nacional de 1962 a
1968, periodo caracterizado por un fuerte ascenso del movimiento estudiantil. En 1965, cuando se
inaugura el Instituto “Ruiz Gijón”, se celebraron asambleas libres de estudiantes en las
universidades de Madrid y Barcelona, aparecieron propuestas de constitución de sindicatos
democráticos de estudiantes, y se hundió definitivamente el SEU, el sindicato oficial del régimen 2.
El mismo año que Lora Tamayo ocupa el Ministerio (1962), un Informe del Banco Mundial, aun
reconociendo los esfuerzos realizados por el gobierno en la enseñanza primaria desde 1956 (la
construcción de 15.000 aulas nuevas), calculaba “que a finales de 1962 existirán todavía 180.000
niños entre 6 y 11 años sin acomodo y otros 220.000 deficientemente escolarizados”. Sobre el
estado de los centros escolares concluía que “muchas escuelas tienen una desastrosa carencia de
libros y material de enseñanza: ha de destinarse mucho dinero a estos propósitos”. En 1960 según
estadísticas internacionales el porcentaje de analfabetos en España era del 18,77%. Otro informe de
la OCDE señalaba las desigualdades sociales generadas por el sistema educativo español3.
Frente a esta situación, Lora Tamayo tomó una serie de iniciativas que se centraron en la
enseñanza primaria y secundaria. Desde el curso 1963-1964 se pusieron en marcha campañas de
alfabetización (que se darían por terminadas en 1973). En 1964 se elevó la escolaridad obligatoria
hasta los 14 años (aunque ello no fuera realidad hasta finales de la década de los 70) y un año
después se inició un programa de construcciones escolares. En 1965, por fin, una nueva ley de

2
E. González Calleja, “Rebelión en las aulas: un siglo de movilizaciones estudiantiles en España (1865-1968)”, Ayer ,
59/2005 (3): 21-49. La huelga de 1965 supuso el cierre de algunas facultades y la separación del servicio de algo más
de sesenta profesores, así como la expulsión, acompañada en ocasiones de la cárcel o el exilio, de un buen número de
alumnos.
3
El informe de la OCDE explicitaba que tomando como indicador el curso 1962-1963, la tasa de escolaridad que en
niños de 5 a 11 años era del 75% pasaba a menos del 10% en el grupo de edad de 15 a 19 años. La conclusión que
extraía era doble, por una parte el casi total abandono del sistema a partir de los 14 años y por otra que “el criterio
principal de selección es desde luego, las posibilidades económicas de las familias”.
educación primaria renunciaría al principio de subsidiariedad estatal. Para el Magisterio estableció
la exigencia del Título de Bachillerato para el ingreso a las Escuelas Normales y el acceso por el
expediente académico. En cuanto a las enseñanzas medias el esfuerzo se dirigió a la creación de
nuevos institutos de Bachillerato, completados con la apertura de las llamadas secciones delegadas
y filiales.
Así, a partir de 1957 comenzaron a aparecer nuevos centros públicos: secciones delegadas
-prolongación de los institutos-, colegios libres -fruto de la colaboración entre ayuntamientos y
estado- y secciones filiales -fruto de la colaboración entre iniciativas privadas y el estado- 4. Todos
ellos orientan su labor académica al desarrollo del bachillerato elemental y se concentran
geográficamente en los suburbios de las grandes ciudades y en el medio rural. “Es el despegue del
modelo tecnocrático, el empujón del estado en su intervención en la segunda enseñanza y los inicios
del distanciamiento Iglesia-Estado”5.
Pero fue durante el cuatrienio del Plan de Desarrollo Económico y Social (1964-1967), y
previniendo “lo necesario en orden a una futura exigencia obligatoria de bachillerato elemental”,
cuando se produjo una importante extensión de la Enseñanza Media. Se estableció así un sistema de
enlace entre la educación primaria y secundaria, anteriormente separadas. Esta nueva ley motivó un
notable incremento de alumnos en enseñanza media, principalmente de población escolar
procedente de las zonas rurales. El incremento de alumnos se produjo sobre todo en los alumnos
libres, que en el curso 1964-1965, eran el 34,5% del total, y en los oficiales (que alcanzarán el
35,6% en 1970). Durante la década de los 60 se inicia, pues, el paso, todavía no finalizado, del
bachillerato de elite, para unos pocos, a la educación secundaria para todos. El alumnado que
cursaba el bachillerato en 1960 se había casi triplicado en 1968. La demanda creciente fue sobre
todo atendida desde el sector público – bien creando nuevos centros docentes, bien incrementando
el número de alumnos por aula y profesor – hasta el punto de que la matrícula oficial se equipararía
en 1970 a la de los colegios privados, así como mediante el establecimiento, en 1956, de los
estudios nocturnos en este nivel educativo, y en 1962 del bachillerato por radio y televisión.
Sin embargo, la ampliación de la escolaridad obligatoria, así como los fenómenos propios de
la evolución del país como el intenso crecimiento vegetativo y la inmigración interior, pusieron a
prueba los planes de Lora Tamayo y en evidencia la ya crónica incapacidad del sistema público
4
Los Colegios libres adoptados de Enseñanza Media pretendían acercar estos estudios al mundo rural (cabezas de
partido judicial o centro de una comarca). Los Ayuntamientos debían participar en este proceso, siendo las
Corporaciones Locales las entidades titulares de tales centros, asumiendo el Ministerio también una serie de
compromisos.
5
Leoncio Vega Gil, “Aproximación a la enseñanza secundaria en España”, disponible en
http://gredos.usal.es/jspui/bitstream/10366/79478/1/Aproximacion_a_la_ensenanza_secundaria_d.pdf
para satisfacer el aumento de la demanda escolar. Además, la enseñanza secundaria mantuvo “un
carácter elitista, tradicional y socialmente restrictivo”, lo que unido a las pruebas selectivas impedía
la democratización del acceso a los estudios universitarios: existía una reválida al terminar el
bachillerato elemental, al terminar el superior y una prueba de madurez para acceder a la
universidad (Ley de 26 de febrero de 1953, que suprimía el examen de Estado final del plan de
1938). Esto provocó un alto número de abandonos y fracasos. Paradójicamente, en estos momentos
se advertía de las dificultades del incremento de la “gran plétora estudiantil” en la enseñanza media,
cuando su generalización no había hecho más que comenzar. Asimismo, se daba un valor
profesional al bachillerato elemental, preservando el bachillerato superior – y a la universidad con
él- de la “plétora estudiantil”6.
Además, en ese mismo año de 1970 había todavía más de un millón de niños sin escolarizar
en la Enseñanza Primaria; en la Enseñanza Secundaria los institutos apenas llegaban a 200; en la
enseñanza universitaria seguíamos casi con las diez universidades que diseñó la “ley Moyano” más
de un siglo antes, en 1857; finalmente, el gasto púbico rondaba el 1% del producto interior bruto
(mientras que los países europeos de referencia sobrepasaban ampliamente el 5%). Ante esta
situación, y bajo el ministerio de Villar Palasí (1968-1973), se empezaron a poner las bases de la
reforma de mayor profundidad e importancia de todo el periodo franquista, la Ley General de
Educación de 1970.

LA CREACIÓN DEL INSTITUTO.


En 1964, nació en Utrera la Sección Delegada de Enseñanza Media, mixta, adscrita al
Instituto Nacional de Enseñanza Media “Rodríguez Marín” de Osuna por Decreto 293/1964, de 30
de enero (BOE nº 36 de 11 de febrero de 1964). En dicho decreto se establecían distintas secciones
Delegadas de Enseñanza Media en los Institutos de Enseñanza Media del Estado, un nuevo tipo de
centro de enseñanza media de bajo coste económico y al que podían acogerse los estudiantes que
deseaban seguir el Bachillerato Elemental, pero cuyo elevado número hacían insuficientes los
actuales institutos Nacionales de Enseñanza Media. En estas Secciones Delegadas se podía impartir
el Grado elemental con carácter oficial, y eran dependientes de un Instituto, del que dependían
económica y administrativamente.
Las Secciones Delegadas (1963) intentaban resolver “la multiplicación de establecimientos
de costo reducido en capitales y localidades de cierta importancia donde no era posible crear
6
A. Viñao, Frago, “Del bachillerato de élite a la educación secundaria para todos”, 2007, p. 476. en
http://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/30/71/12vinao.pdf
Institutos Nacionales”7. En 1965 una nueva Orden autorizaba los estudios nocturnos de Enseñanza
Media a Institutos y Secciones Delegadas, aprobándose en ese año -manteniendo la segregación por
género- 53 Secciones Delegadas para estudios nocturnos masculinos y 59 para femeninos 8. La
enseñanza secundaria no era gratuita, y los alumnos de las secciones filiales y de los Estudios
nocturnos también debían pagar, aunque sólo fuera el cincuenta por ciento, las tasas establecidas
por las inscripciones de matrícula de ingreso, de curso y de asignaturas sueltas, en su caso (incluida
la tasa complementaria por Formación del Espíritu Nacional, la asignatura de adoctrinamiento
ideológico del régimen). Por la inscripción para el examen de grado y por los demás conceptos, en
cambio, debían pagar las tasas generales (art. 41). El curriculum presentaba también alguna
diferencia según el género: las alumnas, por ejemplo, recibían enseñanza de tareas del hogar.
El 17 de abril de 1964, de acuerdo con la Resolución de la Subsecretaria de 11 de marzo, se
celebraron, en la sala de juntas de la misma, las subastas de varias obras, entre ellas la construcción
del edificio para Sección Delegada de Instituto Nacional de Enseñanza Media en Utrera (Sevilla),
con un presupuesto de contrata de 4.863.597,03 pesetas, y una fianza provisional de 97.271,94
pesetas. Una posterior Resolución de la Subsecretaría del Ministerio de Educación (BOE 7
septiembre 1964) hacía pública la adjudicación de las obras de construcción del edificio para
Sección Delegada tipo “B” de Instituto Nacional de Enseñanza Media, en Utrera (Sevilla). En el
expediente se menciona que la subasta convocada fue declarada desierta por no haber concurrido a
ella ningún licitador, por lo que se decide adjudicar estas obras directamente con sujeción a los
mismos precios y condiciones iniciales de la subasta. Para ello se acepta la propuesta del arquitecto
autor del proyecto, Francisco de P. Adell Ferré, de adjudicar directamente la realización de las obras
7
El 23 de marzo de 1963, en una entrevista, publicada en el diario ABC, al director general de Enseñanzas Medias,
Ángel González Álvarez, a la pregunta del periodista sobre el estado de abandono de Sevilla en relación con la
construcción de centros docentes, respondía que se trataba de un “círculo vicioso”: “Sevilla no ha mostrado, hasta
ahora, mucho interés por el problema de la Enseñanza Media, y el Estado tampoco se había planteado el problema de la
universalización de la citada enseñanza, también hasta ahora”. Tras reconocer la gravedad que el problema planteaba en
Sevilla y provincia, anunciaba la construcción de Institutos en Écija, Morón de la Frontera, Lora del Río, Utrera y
Alcalá de Guadaira. Respecto a Utrera señalaba que las obras de la Sección Delegada comenzarían en el acto y que el
Alcalde había ya ofrecido “catorce mil metros cuadrados de terreno para el Instituto y una sección delegada, así como
un colegio menor, si fuera factible”.
8
J. A. Lorenzo Vicente, La Enseñanza Media en la España Franquista, 1936-1975, Editorial Complutense, 2003. El
estado general de la enseñanza en Utrera no era muy alentador tampoco en la enseñanza primaria. El diario ABC recogía
en un artículo del 15 de enero de 1965 la visita del gobernador civil, José Utrera Molina, a los terrenos en los que se
construirían unos grupos escolares. Se pretendían levantar 5 grupos escolares, algunos sustituyendo a otros en mal
estado, para una población escolar en primaria de 6.000 niños. Por su parte, el Alcalde de Los Molares reclamaba siete
escuelas, que junto a las ocho existentes, atenderían a los 747 niños en edad escolar. Años más tarde, los grupos
escolares se convertirían en Colegios Nacionales (1968-1970). Vid. Ramón Navarro Sandalinas, La enseñanza primaria
durante el franquismo (1936-1975), PPU, Barcelona, 1990. En todo caso, y aun cuando el I Plan de Desarrollo se
hubiese aproximado a su objetivo, “lo cierto es que éste, ya desde que el plan se elaboró, quedaba lejos de la meta de la
escolarización total, siempre considerada, al parecer, inalcanzable”. Vid. E. Lazaro Flores, “Historia de las
construcciones escolares en España”, Revista de Educación, nº 240, 1975, pp. 114-126.
al Servicio Militar de Construcciones, tras autorización del Ministerio del Ejército (recibida con
fecha de 26 de junio), y según convenio entre el Ministerio y el Departamento9.
El diario ABC publicó en su número de 23 de septiembre de 1965 la noticia de la apertura, en
Utrera, de la Sección Delegada del Instituto de Segunda Enseñanza, al que se le había dado el
nombre de Alfredo Galera Paniagua, hasta hacía poco Capitán General de la II Región Militar.10.

EL SERVICIO MILITAR DE CONSTRUCCIONES.


La noticia anterior destacaba que el Instituto había sido construido por el Servicio Militar de
Construcciones (SMC), gracias al interés del citado militar. Este hecho que nos pareció insólito y
que constituye una excepción en la provincia de Sevilla, hace necesario una aproximación a un
organismo, dependiente del Ejército, que tiene su origen en la reconstrucción de las infraestructuras
destruidas por la guerra.
Su precedente fue el Servicio Militar de Puentes y Caminos de Cataluña (SMPCC), algunas
de cuyas características heredaría el SMC. El Servicio Militar de Puentes y Caminos de Cataluña
fue creado el 22 de marzo de 1937. Su labor principal fue la reparación de puentes y carreteras,
especialmente en Cataluña, y utilizó como mano de obra prisioneros de guerra, agrupados en
batallones de trabajadores, y de presos a los que se les ofrecía la reducción de la condena por el
trabajo. El empleo de prisioneros de guerra y presos que abarataba considerablemente los costes de
las obras, a las que el SMPCC también aportaba todo lo necesario para su ejecución, hicieron que su
intervención, fuera muy demandada por las administraciones del régimen franquista11.
Para el régimen franquista el éxito que había alcanzado el Servicio Militar de Puentes y
Caminos y la necesidad de emprender otras obras de interés nacional y militar hacían necesario
extender el campo de actuación del Servicio, “dotándole de una organización propia” y de la
“autonomía necesaria para la mayor eficacia en el desarrollo de su trabajo”. Nacía así el Servicio
Militar de Construcciones (Ley de 2 de marzo de 1943). Esta Ley estableció los rasgos más
característicos del SMC. Era concebido como un órgano de trabajo del Ministerio del Ejército para
las “obras que este realice por administración y tendrá como finalidad llevar a cabo aquellas que
sean de su competencia con arreglo a lo preceptuado por esta Ley”. Aunque dependía del Ministerio
del Ejército se le dotó de plena autonomía y personalidad jurídica para llevar a cabo sus fines.
Para ello, el SMC contaría con todos los bienes, útiles y demás medios del SMPCC y con los
9
Francisco Adell Ferré, arquitecto catalán que se especializó en construcciones escolares, fue asesor desde 1963 del
Ministerio de Educación y durante esos años construyó un gran número de Institutos por todo el Estado.
10
ABC Sevilla, 23 septiembre 1965, p. 61.
11
En Oriol Dueñas Iturbe, El Servicio Militar de Puentes y Caminos de Cataluña, 2014.
ingresos procedentes de las consignaciones presupuestarias de las obras que realizase. Pero también
estaba obligado a hacerse cargo de las obras que éste ya había iniciado. Característica importante
era que los trabajos serían realizados por destacamentos penales y obreros civiles. El Servicio
funcionaba prácticamente como una empresa, contaba con sus propias fábricas y talleres y con
escuelas de aprendices en Barcelona y Madrid. Entre 1943 y 1945 triplicó su número de
trabajadores pasando de 2000 a más de 6000 y regionalizó su organización en 8 zonas de trabajo.12
Además de las obras propias del Ministerio del Ejercito, las de interés nacional y la
construcción de viviendas militares, el SMC podía realizar las obras públicas a cargo de cualquier
Ministerio, cuando estas no hubieran podido ser ejecutadas por quedar desierta la subasta que
legalmente se hubiera anunciado para su construcción, así como los concursos llevados a cabo con
iguales formalidades legales, siempre que así lo solicitase del Ministerio del Ejército el Ministro a
cuyo Departamento afectase la obra a realizar. Progresivamente el SMC fue ampliando la
realización de proyectos para otros Ministerios, entre ellos el de Educación13.

LAS CONSTRUCCIONES ESCOLARES DEL SMC.


Especial relevancia para nuestro trabajo tiene las construcciones escolares que el SMC
realizó para el Ministerio de Educación Nacional (MEN), entre ellas la del Instituto de Utrera. Los
datos sobre las construcciones u obras escolares o relacionadas con la enseñanza ejecutadas por el
SMC quedan reflejados en el siguiente cuadro, que nos ha sido aportado por el propio Servicio.

Mº.Educació
NSTITUTO DE SEGUNDA ENSEÑANZA LÉRIDA AU n Lérida 2.987.979 1948
VIVIENDAS PARA
MAESTROS Y
DEPENDENCIAS
MUNICIPALES EN
ARANDA DE DUERO,
BURGOS V Mº.Educación Burgos 1950
INSTITUTO DE
ENSEÑANZA MEDIA
EN UTRERA AU Mº.Educación Sevilla 1965
INSTITUTO DE 2ª
ENSEÑANZA EN VILLA
CISNEROS (SAHARA
ESPAÑOL) AU Mº.Educación Marruecos 1967

12
. Para los primeros años del SMC: Gorostiza Langa, Santiago; Pérez Olivares García, Alejandro, Recompensando al
estamento militar. El Servicio Militar de Construcciones y su obra entre 1943 y 1950, comunicación presentada en el XI
congreso de historia contemporánea, Granada, septiembre, 2012.
13
El SMC también pretendió hacerse cargo de las obras que ejecutaba el Servicio de Colonias Penitenciarias
Militarizadas (SCPM), cuando, a finales de los años 50, con el fin del aislacionismo del régimen, se planteó la supresión
de este Servicio que explotaba el trabajo de los penados. El SMC llegó a tener 5.000 penados trabajando, y su primera
agrupación fue la de Sevilla. Esta agrupación trabajó para el Ministerio de Obras Públicas en la puesta en riego del río
Salado de Morón y en la construcción del pantano de Torre del Águila. Andalucía y Extremadura serán las regiones más
afectadas por esta política, dirigida hacia el desarrollo de la nueva figura de los "latifundios de regadío".
INSTITUTO NACIONAL
DE 2ª ENSEÑANZA EN
EL AAIÚN AU Mº.Educación Marruecos 1967
GRUPO ESCOLAR
“VIRGEN DE LA PAZ”
EN LA LAGUNA
(TENERIFE) AU Mº.Educación Canarias 1970
GRUPO ESCOLAR
NUESTRA SEÑORA
DEL CORO EN LA
LAGUNA (TENERIFE) AU Mº.Educación Canarias 1970
RESIDENCIA DE
ESTUDIANTES
NATIVOS EN
VILLACISNEROS R MºEducación Marruecos 3.395.561 1970
GRUPO ESCOLAR DE
VALLE DE GUERRA,
EN LA LAGUNA
(TENERIFE) AU Mº.Educación Canarias 1971
PLAN DE URGENCIA
DE BARCELONA.
( LOTE III )
MINISTERIO
EDUCACIÓN Y
CIENCIA AU Mº.Educación Barcelona 1972
GRUPOS ESCOLARES
TERMINO MUNICIPAL
DE LA LAGUNA,
TENERIFE AU MºEducación Canarias 60.837.533 1972

RESIDENCIA
DE
ESTUDIANTES
EN SANTIAGO
DE
COMPOSTELA. R Mº Educación Coruña 53.118.731 1972
CENTRO DE E.G.B. DE
8 UNIDADES EN
ESPARRAGUERA AU Mº.Educación Barcelona 1973
RESIDENCIA DE
ESTUDIANTES
NATIVOS
URBANIZACION,
VILLACISNEROS R MºEducación Marruecos 9.344.139 1973
16 COL. EGB EN BCN.
-MARTORELL,
MANRESA,
IGUALADA- AU Mº.Educación Barcelona 1974
16 COL. EGB EN BCN.
-SAN VICENT DELS
HORTS,SAN SADURNI
DE NOIA,SITGES- AU Mº.Educación Barcelona 1974
16 COL. EGB EN BCN.
-VILANOVA I
GELTRU,CAPELLADES,
MOLINS DEL REY, ETC AU Mº.Educación Barcelona 1974
16 COLEGIOS EGB EN
LA PROVINCIA DE
BARCELONA.
-ESPARRAGUERA,
PALLEJA,
GENERALIDADES- AU Mº.Educación Barcelona 1974

GRUPOS ESCOLARES
PREFABRICADOS EN
LA PROVINCIA DE
TENERIFE (SAN
BENITO, LA
VERDELLADA, TEJINA,
VALLE GUERRA Y LA
CUASTA) AU MºEducación Canarias 79.653.887 1974

CONSTRUCCIÓN DE 18
AULAS DE
EDUCACIÓN GENERAL
BÁSICA EN LA
PROVINCIA DE
GRANADA AU Mº.Educación Granada 17.500.000 1974
AMPLIACIÓN Y
REFORMA DE LA
UNIVERSIDAD
HISPANO-AMERICANA
DE LA RÁBIDA,
HUELVA. (Mº
EDUCACION Y C.). AU Mº Educación Huelva 50.361.033 1975
COLEGIO NACIONAL
VELAZQUEZ EN
CARRETERA HIDUM.
MELILLA. AU MºEducación Melilla 29.000.000 1976
PABELLÓN DEL AULAS
P/ LA FACULTAD
FILOSOFÍA Y CC. DE
LA EDUCACIÓN EN AV.
JUAN XXIII EN S. DE
COMPOSTELA AU Mº.Educación Coruña 1977
CENTROS ESCOLARES
DE EGB, BUP Y COU
CON 24 UD. CADA UNO
EN LA CUESTA,
TENERIFE AU MºEducación Canarias 98.456.606 1978
COLEGIO
PÚBLICO
“VALLE DE
GUERRA” EN
TENERIFE AU Canarias 1980
AU=AULAS R= RESIDENCIAS V=VIVIENDAS
FUENTE: ARCHIVO DEL SERVICIO MILITAR DE CONSTRUCCIONES

Nos encontramos con un total de 25 proyectos de construcción que abarcan los años
comprendidos entre 1948 y 1980. La mayor parte de ellos se concentran en la década de los años 70
(periodo de aplicación de la Ley de Villar Palasí) y más concretamente en el año 1974. De la época
de construcción del ahora Ruiz Gijón, década de los 60, solo aparecen tres proyectos, dos de ellos
en el entonces Sahara español. El mayor número de obras realizadas corresponden a los que hoy
denominamos centros de primaria y que en el cuadro aparecen bajo la denominación de grupos
escolares, colegio nacional, colegios, centros o aulas de EGB. El según lugar lo ocupan los
Institutos de Bachillerato con las nombres de Instituto de Enseñanza Media, Instituto de 2ª
Enseñanza, o Nacional de 2ª Enseñanza, y centros de BUP y COU. A continuación estarían los tres
proyectos de residencias para estudiantes en Villa Cisneros y La Coruña. Por último, dos obras
ejecutadas para la ampliación y reforma de la Universidad Hispano-Americana de la Rábida y para
la Universidad de La Coruña. Solo figura un proyecto para viviendas de maestros en Aranda de
Duero (Burgos). No obstante, no están especificados los proyectos que se englobarían bajo el
epígrafe “Plan de Urgencia de Barcelona (Lote III)”
Resulta muy interesante la distribución geográfica de las construcciones. La mayor
concentración de obras se dan, casi por igual, en Cataluña y Canarias, más concretamente en las
provincias de Barcelona y Tenerife, aunque el mayor número de unidades y colegios construidos
corresponda a la primera.
Si tenemos en cuenta que en Andalucía solo se llevaron a cabo tres proyectos -en Utrera
(Sevilla), Huelva y Granada-, esta circunstancia dota de una cierta originalidad al Instituto utrerano.
Su construcción, como ya hemos visto, parece que se ciñó a las condiciones estipuladas para las
obras que podía ejecutar el SMC si estaban a cargo de un Ministerio distinto al del Ejército. Esto
significó la no intervención de la iniciativa privada. Si damos crédito a lo publicado por el diario
ABC, el Servicio Militar de Construcciones se hizo cargo de las obras gracias a la gestión personal
del Teniente General Alfredo Galera Paniagua, lo cual supondría, en hipótesis, que su mediación
estaría dirigida más directamente hacia el Ejército, del cual dependía el SMC, que hacia el
Ministerio de Educación que era quien tenía que proponer el proyecto al Ministerio del Ejército.
La influencia del entonces Capitán General de la Segunda Región Militar se nos antoja
poderosa pero también se nos abren otros interrogantes para el hecho de que el Instituto fuera
construido por un organismo militar y no por una empresa civil: las dificultades del Ayuntamiento
para colaborar en las obras o la resistencia de determinados sectores de la sociedad que no verían
con buenos ojos la presencia de un centro público de Bachillerato en la localidad. La cuestión queda
por resolver a la espera de una investigación más en profundidad.

INAUGURACIÓN OFICIAL.
La inauguración oficial, un jueves 9 de diciembre de 1965, fue presidida por el gobernador
civil y jefe provincial del Movimiento, José Utrera Molina14. En el límite del pueblo fue recibido
por el alcalde, Alfredo Naranjo Batmale,y por las principales autoridades políticas, militares y
religiosas locales: por el diputado provincial Manuel Laguna Rodríguez (que representaba al
presidente de la Diputación), por el juez Carlos Morenilla, el arcipreste Francisco de P. Hernández,
el capitán de la Guardia Civil Enrique Rivera Izquierdo, el director de los Salesianos, Francisco
Rodríguez Regalado, y el delegado comarcal sindical Manuel Camino Cortés15.
En la crónica del diario ABC se indicaba que se venía ya dando clases hasta el cuarto curso
y que desde octubre estaba abierta la matrícula para el bachillerato nocturno. La Orden por la que se
establecían estudios nocturnos de bachillerato en la Sección Delegada de Utrera (dependiente del
Instituto Nacional de Enseñanza Media de Osuna) había aparecido unos días antes, el 29 de
noviembre de 1965. En ella se señalaba “la urgente necesidad de establecer nuevos estudios
nocturnos de bachillerato para trabajadores por la incesante demanda de puestos escolares en esta
rama de la enseñanza”, lo que aconsejaba extender el Plan de actuación dispuesto por la Orden
ministerial de 24 de julio de 1965 (BOE de 12 de agosto). Y en su virtud, a petición de las
autoridades competentes y teniendo en cuenta lo dispuesto en el Decreto 90/1963, regulador de los

14
En el diario ABC de Sevilla (2 dic 1965, p. 48), se anunciaba que “el próximo día 9, a las seis de la tarde, el
gobernador civil y jefe provincial del Movimiento, señor Utrera Molina, se trasladará a Utrera, donde presidirá la
inauguración de un instituto de Segunda Enseñanza, así como la biblioteca pública municipal «Rodrigo Caro»”.
15
ABC SEVILLA, viernes 10 de diciembre de 1965, p. 81.
estudios nocturnos de bachillerato, se crearon los mencionados estudios nocturnos en Utrera 16. En la
misma orden, y siguiendo la ideología segregadora de la enseñanza franquista, se ordenaba
establecer un grupo de alumnos y otro de alumnas de primer año, “que deberá funcionar por
separado”.
Ese 9 de diciembre, el gobernador civil se dirigió a la Sección Delegada donde fue recibido
por docentes, alumnado, Ayuntamiento en pleno y Consejo Local. El edificio, de nueva planta,
había costado seis millones de pesetas. Siguiendo el espíritu confesional de la época, el párroco de
Santa María de la Mesa y rector del Santuario de Consolación, Miguel Román Castellano, bendijo
las instalaciones. En el discurso inaugural del alcalde, Alfredo Naranjo Batmale, que recoge el
diario ABC, califica al nuevo Instituto como “obra maravillosa que hará cambiar, de una vea para
siempre, la faz de Utrera”. En su discurso se refleja una particular visión de la educación y de la
condición obrera: “No más valores ocultos, no más hombres que han de resignarse con su condición
de obreros, porque no pueden aspirar a lo que todo hombre tiene derecho: saber, cultivar su
inteligencia y elevarse a la categoría para la que Dios le creó”. Después de mencionar la
coincidencia con la inauguración oficial de la biblioteca municipal, y en un tono paternalista,
afirmaba: “Yo espero que el pueblo de Utrera sabrá comprender el alcance de estas obras y, por
tanto, aprenda a amarlas, a cuidarlas y a mimarlas». Tras 28 años largos años volvían a coincidir,
aunque no espacialmente, la inauguración de un centro público de bachillerato y la biblioteca
municipal. La anterior biblioteca había desaparecido, tras el comienzo de la Guerra Civil, con el
primer centro público de enseñanza secundaria de Utrera, el Instituto “Rodrigo Caro” (1933-1937),
cuya biblioteca funcionaba como biblioteca municipal17. Por último, el alcalde agradecía la ayuda
prestada al gobernador civil, al capitán general don Alfredo Galera Paniagua, al Servicio Militar de
Construcciones y a la Diputación Provincial.
Por su parte, el gobernador civil, Utrera Molina, agradecía los elogios recibidos y, tras
recorrer las instalaciones del Instituto, continuaría su recorrido por Utrera visitando la parroquia de
San José, donde, tras orar un rato y charlar con el párroco, le concedió una ayuda de cincuenta mil
pesetas. Luego visitó, en la Delegación Comarcal de Sindicatos, las diversas instalaciones de la
Obra Sindical de Educación y Descanso (talleres de costura, pintura, música, salas de recreo...),

16
En el artículo 21 del Decreto 90/1963 de 17 de enero (BOE del 26) se ampliaba la autorización de los Centros que
podían solicitar los estudios nocturnos de Bachillerato Elemental. En esta disposición se rebajaba la edad de ingreso en
los estudios nocturnos de quince a catorce años, aunque se mantenía la exigencia de tener contrato de trabajo o
aprendizaje.
17
La biblioteca municipal había sido ya incluida entre las obras inauguradas en la provincia con motivo del XXIX
aniversario del Alzamiento Nacional en Utrera. ABC Sevilla, 14-07-1965, p. 41
conversando con los “productores” presentes (en la terminología con la que el régimen franquista
denominaba a los trabajadores u obreros)18. Finalmente, tras visitar y asistir a la bendición de la
biblioteca municipal, el gobernador civil fue recibido en el Ayuntamiento con la clásica “copa de
vino español”.
En 1965 también se inauguraron en la provincia de Sevilla otros centros, como el Instituto
de Enseñanza Media de Écija, pero aquí la representación institucional fue más importante,
contando con la presencia del Ministro Lora Tamayo, el rector de la Universidad (en Utrera había
delegado su asistencia), el presidente de la diputación provincial y el gobernador civil, Utrera
Molina. También asistieron el director general de Enseñanza Media y el de Primaria. Además, en la
creación de este Instituto, según la crónica del diario ABC, contribuyeron los “padres de familia,
que supieron desprenderse de unas entregas a fondo perdido”19. Junto a la ausencia de esta iniciativa
privada, es curiosa también la débil representación institucional en la inauguración oficial en Utrera
frente a lo ocurrido en otras localidades de la provincia. Quizás se deba a la rivalidad con la
enseñanza privada, como también ocurrió en la localidad de Marchena, donde también se crea un
Instituto en 196520.
La creciente intervención estatal en la enseñanza había producido tensiones con la enseñanza
colegiada, mayoritariamente perteneciente a órdenes religiosas. Ésta había tenido un notable
crecimiento durante los años 50. Un dato es el descenso de alumnos oficiales hasta el 16,1% en el
curso 1955-1956, en favor sobre todo de la enseñanza colegiada, en especial la de las órdenes y
congregaciones religiosas21. En el caso de Utrera, los Salesianos también tuvieron un gran
crecimiento en los años 50. Pero este panorama característico del nacional-catolicismo pareció
cambiar en la década de los años 60, donde – en palabras de la Orden salesiana- “amplios sectores
del pueblo español, que se había mostrado después de la Guerra Civil activamente católicos, dejan
18
Vid. Manuel Ferraz Lorenzo, “Reglamentación, Constitución y Desarrollo de la Obra Sindical Falangista Educación
y Descanso”, pp. 218-236. La Delegación Nacional de la FET y de las JONS desarrollaría desde los años 50 la Obra
denominada de “Educación y Descanso”, “para hacer posible que los trabajadores tengan forma de llegar a disfrutar de
los bienes de la cultura, de la alegría y del deporte”, y hacerlos así participar en “el gran destino histórico de la Patria”.
A través de un sindicalismo jerárquico se pretendía fomentar la colaboración y confraternización de patronos y
“productores”, con intereses supuestamente comunes y nunca antagónicos o conflictivos.
19
ABC Sevilla, miércoles, 6 de octubre de 1965, p. 41. El Ministro había inaugurado simbólicamente todos los
Institutos de Enseñanza Media en Aranjuez hacía escasos días.
20
Vid. http://www.bibliotecaspublicas.es/marchena/imagenes/IX_7_Diaz_educacion.pdf. Ya durante el bienio de
derechas de la II República, el ministro de Obras Públicas, señor Cid, cuando acudió a la ciudad el 19 de enero de 1935,
sólo visito el salesiano Colegio del Carmen, ignorando la existencia de un Instituto público en Utrera. Hecho que
recogía así la revista Bachillerías: “Y puesto a dudar, hasta dudamos de que tan excelente Ministro sospechara ni por
asomo que en Utrera funcione un Instituto de 2ª Enseñanza, Centro docente del Estado, con unos 125 alumnos oficiales,
y que no es por cierto el Colegio del Carmen, que él visito personalmente, y que dirigen los respetables Padres
Salesianos...” Revista Bachillerías, nº1, 23 de febrero de 1935.
21
A. Viñao, 2007, p. 456.
de mostrarse como tales”, debido supuestamente a “la progresiva secularización y descristianización
de la población”, a la “paganización creciente de la sociedad moderna” 22. No obstante, en la crónica
de comienzo de curso mencionada arriba y publicada por el diario ABC, se indicaba la
complementariedad del nuevo Instituto público con la enseñanza religiosa ya establecida en Utrera,
dado el incremento de demanda educativa local: “Con este Instituto, ha dado pues un paso de
gigante en el camino de superación emprendido en nuestra patria. Porque si unimos al Instituto, la
prestigiosa casona salesiana del Carmen, en la que este año se han inscrito más alumnos que nunca,
los colegios del Sagrado Corazón y la Sagrada Familia, Utrera aportará un buen contingente de
alumnos a la Universidad”.
Décadas más tarde, dos personajes destacados de esta historia, el político falangista José
Utrera Molina y el general Galera Paniagua se volverían a encontrar juntos a comienzos de la
Transición, votando, con los sectores más inmovilistas del franquismo, en contra a Ley de Reforma
Política de 1976. Utrera Molina fue un destacado falangista que ocupó destacados puestos durante
la dictadura, y que en la actualidad (desde el 31 de octubre de 2014) está inmerso en la causa penal
contra los crímenes del franquismo abierta por la jueza argentina María de Servini23. Por otro lado,
el Teniente General Alfredo Galera Paniagua, que tomó parte activa en el golpe militar desde sus
inicios, ocuparía la capitanía general de la II Región Militar en Sevilla (1962-1965), y sería, desde
1957, procurador por designación directa del Jefe del Estado. En 1977, tras su rechazo a las
reformas políticas emprendidas tras la muerte del dictador, presentó su dimisión como procurador
en Cortes (donde llegó a ser presidente de la Comisión de Defensa Nacional).
Así, entre el yugo, las flechas, el hisopo y la espada se gestó la creación de nuestro Instituto.
Con el paso del tiempo, en 1969, la Sección Delegada de Utrera se transformó en Instituto Nacional
de Enseñanza Media, adoptando en 1970 la denominación de Instituto Nacional de Enseñanza
Media “Ruiz Gijón” . Y aquí comienza otra historia.

22
Página web de los Salesianos de Utrera: http://www.salesianos-utrera.com/contenido.asp?conte=849).

23
Utrera Molina ocupó, entre otros, el gobierno civil de Sevilla entre los años 1962-1969. En 1973 llegó a ocupar el
Ministerio de la Vivienda durante el gobierno del almirante Carrero Blanco. Tras el asesinato de este último, fue
nombrado Ministro Secretario General del Movimiento en el primer gobierno de Arias Navarro.

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