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19 Es la obra de arte una isla imaginaria que flota rodeada de realidad por
20 todas partes. Para que se produzca es, pues, necesario que el cuerpo
21 estético quede aislado del contorno vital. De la tierra que pisamos a la
22 tierra pintada no podemos transitar paso a paso. Es más: la indecisión de
23 confines entre lo artístico y lo vital perturba nuestro goce estético. De aquí
24 que el cuadro sin marco, al confundir sus límites con los objetos útiles,
25 extraartísticos que le rodean, pierda garbo y sugestión. Hace falta que la
26 pared real concluya de pronto, radicalmente, y que súbitamente, sin
27 titubeo, nos encontremos en el territorio irreal del cuadro. Hace falta un
28 aislador. Esto es el marco.
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1 Meditación del Marco
2 José Ortega y Gasset (1921)
3 Análisis de texto
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Argumento
5 La pared donde cuelga la obra de Regoyos no tiene más de seis metros. El 1
6 cuadro desplaza una mínima parte de ella y, sin embargo, me presenta un
7 amplio trozo de la región bidasotarra¹: un río y un puente, un ferrocarril, un
8 pueblo y el curvo lomo de una larga montaña. ¿Cómo puede estar todo
9 esto en tan exiguo espacio? Evidentemente, está sin estar. El paisaje
10 pintado no me permite, ni humo el humo, ni campo la campiña. Todo en él
11 es mera metáfora, todo en él goza de una existencia meramente virtual. El
12 cuadro, como la poesía o como la música, como toda obra de arte, es una
13 abertura de irrealidad que se abre mágicamente en nuestro contorno real.
Argumento
14 2
15 Cuando miro esta gris pared doméstica, mi actitud es forzosamente de
16 utilitarismo vital. Cuando miro el cuadro, ingreso en un recinto imaginario
17 adopto una actitud de pura contemplación. Son, pues, pared y cuadro dos
18 mundos antagónicos y sin comunicación. De lo real a lo irreal, el espíritu da
19 un salto como de la vigilia al sueño.
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Tesis
21 Es la obra de arte una isla imaginaria que flota rodeada de realidad por
inductiva:
22 todas partes. Para que se produzca es, pues, necesario que el cuerpo el marco
23 estético quede aislado del contorno vital. De la tierra que pisamos a la separa la
la irrealidad
24 tierra pintada no podemos transitar paso a paso. Es más: la indecisión de realidad de la
25 confines entre lo artístico y lo vital perturba nuestro goce estético. De aquí irrealidad
26 que el cuadro sin marco, al confundir sus límites con los objetos útiles,
27 extraartísticos que le rodean, pierda garbo y sugestión. Hace falta que la
28 pared real concluya de pronto, radicalmente, y que súbitamente, sin
29 titubeo, nos encontremos en el territorio irreal del cuadro. Hace falta un
30 aislador. Esto es el marco.
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1 La novela policíaca
2 Pedro Laín Entralgo (1956)
3 Análisis de texto
4 Acabo de tocar una de las notas esenciales de la novela policíaca: su TESIS
5 carácter estrictamente intelectual. Quienes piensan que la novela policíaca deductiva
6 (la buena, se entiende) es solo un coto de emociones para espíritus
7 infantiles o adolescentes, incurre en gravísimo error. Es cierto que la Antítesis: idea
contraria a la tesis
8 novela policíaca parte de una emoción por sobresalto, y también que la
9 acción del “detective”, en cuanto resuelve por sí mismo una situación
10 embrollada y difícil, es tema que enciende ese gusto por la hazaña Síntesis: razón
fundamental que
11 esforzada y competida, latente siempre en el alma del adolescente […]. apoya la tesis
12 Pero todo lo demás es obra de inteligencia y tiene los caracteres de la obra
13 intelectual […]. El “detective”– a diferencia del héroe de aventuras que las Argumento: idea
14 va venciendo desde dentro de cada una– gobierna la acción policíaca con personal para
apoyar la tesis
15 inteligente ironía y “desde fuera” de ella. Más aún: tiene que gobernarla
16 “desde fuera”, por imperativo del carácter intelectual de su hazaña, como
Imágenes
17 el matemático hace sus cálculos “desde afuera” de ellos y el general dirige
18 la batalla lejos del cuerpo a cuerpo. Obsérvese que, cuando la resolución
19 del crimen policíaco no es todavía un problema rigorosamente intelectual,
Ejemplo 1:
20 como sucede en las hazañas de Sherlock Holmes, el detective se ve Detective que poco
21 obligado a “intervenir” directa y personalmente en la acción de la novela intelectualiza
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1 La novela policíaca
2 Pedro Laín Entralgo (1956)
3 Tesis deductiva
4 Acabo de tocar una de las notas esenciales de la novela policíaca: su
5 carácter estrictamente intelectual. Quienes piensan que la novela policíaca
6 (la buena, se entiende) es solo un coto de emociones para espíritus
7 infantiles o adolescentes, incurre en gravísimo error. Es cierto que la
8 novela policíaca parte de una emoción por sobresalto, y también que la
9 acción del “detective”, en cuanto resuelve por sí mismo una situación
10 embrollada y difícil, es tema que enciende ese gusto por la hazaña
11 esforzada y competida, latente siempre en el alma del adolescente […].
12 Pero todo lo demás es obra de inteligencia y tiene los caracteres de la obra
13 intelectual […]. El “detective”– a diferencia del héroe de aventuras que las
14 va venciendo desde dentro de cada una– gobierna la acción policíaca con
15 inteligente ironía y “desde fuera” de ella. Más aún: tiene que gobernarla
16 “desde fuera”, por imperativo del carácter intelectual de su hazaña, como
17 el matemático hace sus cálculos “desde afuera” de ellos y el general dirige
18 la batalla lejos del cuerpo a cuerpo. Obsérvese que, cuando la resolución
19 del crimen policíaco no es todavía un problema rigorosamente intelectual,
20 como sucede en las hazañas de Sherlock Holmes, el detective se ve
21 obligado a “intervenir” directa y personalmente en la acción de la novela
22 policíaca. Sherlock Holmes se cree muchas veces en la necesidad de
23 participar, disfrazado, en el suceso que el novelista relata. Esto no ocurrirá
24 jamás en las novelas de Hércules Poirot, siempre asépticamente apartado
25 de la acción novelesca, aunque desde su apartamiento la gobierna. Nero
26 Wolfe, que resuelve “casos” sin salir de su domicilio, representa la
27 caricaturización de la distancia intelectual entre el “detective” y el suceso
28 por el investigado.
40 Pasos del ensayo: tema, tesis, antítesis, síntesis, argumento, imágenes, ejemplos a partir del texto
41 asignado, reafirmación de su argumento, conclusión y bibliografía.
1 La pena de muerte
2 Manuel Funes Narváez (2010)
3 Tesis deductiva
4
5 La pena de muerte tiene que evolucionar, en esencia y en forma. Es una
6 práctica muy arcaica que se ha venido reproduciendo en todas las
7 sociedades sin tomar en cuenta el valor supremo del ser humano, la vida.
8 Está más asociada a la venganza, que a la práctica misma de la justicia. Tal
9 vez, para algunos, los antiabolicionistas, la mejor forma de penalizar a un
10 nocivo y perverso antisocial es con la pena capital, con el viejo argumento
11 de Santo Tomás, que si una manzana se llega a podrir hay que separarla de
12 las demás, por temor de contagiar al resto. Aplicar la “justicia” a las
13 personas encontradas “culpables” de delitos perversos, no tiene nada que
14 ver con quitarles el derecho legítimo de todo ser humano, aunque éste
15 haya cometido la peor de las atrocidades humanas. Y es que la pena de
16 muerte parece ser una práctica muy antigua. Ésta se remonta, en
17 occidente, a los primeros siglos de la cultura griega. Los mecanismos que se
18 han venido empleando son diversos, pero esencialmente, podemos
19 destacar, en primer orden, envenenamiento, lapidación, ahorcamiento,
20 degollamiento, fusilamiento, electrocución, la cámara de gas y por último,
21 como reinvención de la primera forma, la inyección letal. Aceptar la
22 evolución de la pena de muerte es eliminar su razón de ser, porque para
23 que la misma se desarrolle tiene que erradicar la omisión de la vida. Por
24 tanto la pena de muerte imposibilita el acto del arrepentimiento y la
25 conversión. Oportunidades existenciales y fundamentales para la
26 realización de toda persona, conformada en un grupo social determinado.
27 Un ejemplo de evolución del mencionado castigo, se encuentra en el libro
28 de génesis, en el relato metafórico del fratricidio de Caín (Gen 4,10-15),
29 donde Dios, penaliza el acto de Caín, pero no de muerte, sino que le
30 confiere la vida terrena y eterna, tocándole la conciencia, por el peso de su
31 culpa, para que éste se arrepienta y se transforme en una nueva persona.
32 A Caín, Dios lo hace deambular eternamente, como imagen, del errante
33 reflexivo que busca su arrepentimiento y su misericordia. Otra imagen que
34 releva que se puede transformar una condena de muerte en una sentencia
35 de mejor vida, aparece, en el Nuevo Testamento. Jesús evita la ejecución
36 de una mujer adúltera (Jn. 8, 4-11), la tradición judía penaba a las mujeres
37 adulteras a morir apedreadas. Jesús hace justicia, porque no encuentra
38 motivos de muerte en una persona cuyo delito no es más que un pecado.
39 Pecado que tenían todos los que deseaban ajusticiarla.
14 Error es creer, que al morir el nocivo se hace justicia. Más bien, lo que se
15 hace es venganza en los ojos de las víctimas. Porque con la pena de
16 muerte no hay posibilidades que el malhechor se transforme en un
17 bienhechor con posibilidades de reincorporarse a la sociedad. De este
18 modo, sabiendo este panorama, la justicia, para que sea verdaderamente
19 justa, tendrá que reinventar la pena de muerte, para que pueda
20 considerarse evolucionada, en esencia y forma, siempre en el marco del
21 respeto del valor supremo de toda persona, la vida.
22 Bibliografía
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1 La pena de muerte
2 Manuel Funes Narváez (2010) Tesis
3 Tesis deductiva deductiva
4
5 La pena de muerte tiene que ser abolida, en todo el mundo. Es una
6 práctica muy arcaica que se ha venido reproduciendo en todas las Antitesis
7 sociedades sin tomar en cuenta el valor supremo del ser humano, la vida.
8 Está más asociada a la venganza, que a la práctica misma de la justicia. Tal
9 vez, para algunos, los antiabolicionistas, la mejor forma de penalizar a un
10 nocivo y perverso antisocial es con la pena capital, con el viejo argumento
11 de Santo Tomás de Aquino, que si una manzana se llega a podrir, hay que Síntesis
12 separarla de las demás, por temor de contagiar al resto. Aplicar la
13 “justicia” a las personas encontradas “culpables” de delitos perversos, no
14 tiene nada que ver con quitarles el derecho legítimo de todo ser humano,
15 aunque éste haya cometido la peor de las atrocidades humanas. Y es que la
16 pena de muerte parece ser una práctica muy antigua. Esta se remonta, en
17 occidente, a los primeros siglos de la cultura griega. Los mecanismos que se
18 han venido empleando son diversos, pero esencialmente, podemos
19 destacar, en primer orden, envenenamiento, lapidación, ahorcamiento, Argumento
20 degollamiento, fusilamiento, electrocución, la cámara de gas y por último,
21 como reinvención de la primera forma, la inyección letal. Aceptar la
22 abolición de la pena de muerte es eliminar su razón de ser. Por tanto, la
23 pena de capital imposibilita el acto del arrepentimiento y la conversión.
24 Oportunidades existenciales y fundamentales para la realización de toda
1o. imagen
25 persona, conformada en un grupo social determinado. Un ejemplo de
26 abolición del mencionado castigo, se encuentra en el libro de génesis, en el
27 relato metafórico del fratricidio de Caín (Gen 4,10-15), donde Dios,
28 penaliza el acto de Caín, pero no de muerte, sino que le confiere la vida
29 terrena y eterna, tocándole la conciencia, por el peso de su culpa, para 2o. imagen
30 que éste se arrepienta y se transforme en una nueva persona. A Caín, Dios
31 lo hace deambular eternamente, como imagen, del errante reflexivo que
32 busca su arrepentimiento y su misericordia. Otra imagen que releva que se
33 puede transformar una condena de muerte en una sentencia de vida,
34 aparece en el Nuevo Testamento. Jesús evita la ejecución de una mujer
35 adúltera (Jn. 8, 4-11), la tradición judía penaba a las mujeres adulteras a
36 morir apedreadas. Jesús hace justicia, porque no encuentra motivos de
37 muerte en una persona cuyo delito no es más que un pecado. Pecado que
38 tenían todos los que deseaban ajusticiarla.
20 Referencias bibliográficas
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