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HERPES ZOSTER – SÍNTOMAS Y TRATAMIENTO

El herpes zoster, popularmente conocido por los nombres culebrilla, culebrina o


culebrón, es una enfermedad infecciosa causada por un virus llamado Varicela-
Zoster, que es el mismo virus que causa la varicela.

En este artículo vamos a explicar lo que es herpes zoster, como él aparece, cuáles
son sus síntomas, cuál es su relación con la varicela y cuáles son las opciones de
tratamiento.

Herpes zóster y herpes simple (labial o genital), a pesar de tener nombres


similares y son causadas por un virus de la misma familia, son dos enfermedades
completamente diferentes.

¿CÓMO SURGE EL HERPES ZOSTER?

Cuando estamos expuestos al virus Varicela-Zoster por primera vez, lo que ocurre
generalmente durante la infancia, desarrollamos la varicela, que es una
enfermedad que se caracteriza por erupciones de color rojizo en todo el cuerpo
y fiebre. Después de una semana o dos con los síntomas, nuestro sistema
inmunológico puede controlar la infección en la piel, haciendo con que la
enfermedad sea curada.

El problema es que la cura de los síntomas no es necesariamente una cura del


virus. Durante la fase inicial de la varicela, el virus invade las terminaciones
nerviosas de la piel y migra hasta algunas cadenas de ganglios situados junto a la
médula espinal y al cerebro y así permanecen “ocultos” del sistema inmunológico
durante períodos que pueden durar décadas. El paciente, por lo tanto, se cura de
la varicela, pero queda infectado con el virus Varicela- Zoster por el resto de su
vida.

En general, esto no es un problema, porque cada vez que el virus intenta salir de
su escondrijo en los ganglios nerviosos, nuestro sistema inmunológico, que ya
tiene anticuerpos específicos contra el virus Varicela-Zóster, puede detenerlo. El
paciente mantiene el virus acorralado, no presentando ningún síntoma, no
pudendo pasarlo a otras personas.

Por lo tanto, si por un lado no podemos deshacernos del virus, por otro nuestro
sistema inmunitario es competente lo suficiente para impedir que el virus vuelva
a atacarnos.

SÍNTOMAS DEL HERPES ZOSTER


Sin embargo, nuestra batalla contra el virus Varicela-Zóster depende de un
sistema inmune fuerte. El virus puede estar décadas al acecho, esperando un
resbalón de anticuerpos para volver a multiplicarse. Esto significa que basta una
caída de nuestra inmunidad para el virus conseguir manifestarse otra vez. La
reactivación del Varicela- Zóster causa no provoca un nuevo cuadro de varicela,
sino una enfermedad diferente llamada herpes zóster.

COMPLICACIONES DEL HERPES ZOSTER

La neuralgia post-herpética es una complicación que se caracteriza por la


permanencia del dolor en el lugar afectado, inclusive después de un largo tiempo
de la resolución de la lesión. La infección desaparece, pero el dolor permanece.
En algunos casos, el dolor de la neuralgia post-herpética es tan intenso y
continuo, que puede llevar al paciente a la depresión y la discapacidad física.

Generalmente, el herpes zóster es autolimitado y acomete una pequeña región


del cuerpo, generalmente solamente un dermatomo. Si después de 7 a 10 días
todavía están apareciendo burbujas o si el cuadro está afectando a varios
dermatomos al mismo tiempo, se debe considerar la posibilidad de una
enfermedad debilitante del sistema inmunitario, como cáncer o SIDA. Estos son
los pacientes con mayor riesgo de complicaciones.

La reactivación del herpes zoster en la cara puede ser peligrosa, especialmente si


involucra el área de los ojos, que puede llevar a a pérdida de la visión. El síndrome
de Ramsey Hunt es una parálisis facial que ocurre por la implicación del nervio
facial por herpes zoster. También es común en este síndrome la ocurrencia de
laberintitis

TRANSMISIÓN DEL HERPES ZOSTER

El paciente con herpes zoster activo es contagioso solamente para personas que
nunca han tenido varicela, es decir, para aquellas que nunca han sido infectadas
con el virus Varicela-Zóster. Quien nunca ha tenido varicela, si entrar en contacto
con un paciente con herpes zoster, desarrollará varicela, y no culebrilla (herpes
zóster), porque la primera siempre es la forma inicial de contaminación por este
virus.

Nadie desarrolla herpes zoster sin antes haber tenido varicela. Si tienes herpes
zoster y crees que nunca has tenido varicela en la infancia, lo más probable es
que tu varicela ha sido blanda, ha pasado inadvertida o se confundió con algún
otro virus común. El hecho es que, para tener herpes zoster, necesitas tener el
virus Varicela-Zóster oculto en el sistema nervioso.
Personas que ya han tenido varicela a lo largo de la vida o que hayan sido
vacunadas contra el virus, pueden tener contacto con pacientes con herpes
zoster sin riesgo de desarrollar alguna enfermedad, ya que este es un grupo que
tiene anticuerpos contra el virus Varicela-Zóster.

FACTORES DE RIESGO PARA EL HERPES ZOSTER

Como ya se mencionó, para tener el herpes zoster es necesario ya haber tenido


varicela en algún momento de la vida. Hasta un 20% de los pacientes con
antecedentes de varicela en la infancia presentan al menos un episodio de herpes
zoster, que es generalmente después de 50 años. Entre los pacientes con más de
85 años esta tasa se eleva a más de un 50%.

El herpes zoster surge cuando hay una caída en las defensas inmunes. Entre los
factores de riesgo están:

 Personas con más de 50 años.


 Estrés físico o psicológico.
 Privación de sueño.
 Diabetes mellitus (lee: SÍNTOMAS DE LA DIABETES).
 Cáncer (lee: 14 SIGNOS Y SÍNTOMAS DEL CÁNCER).
 Quimioterapia.
 Enfermedades crónicas.
 Uso de fármacos inmunosupresores
 VIH/SIDA (Lee: SÍNTOMAS DEL VIH – SIDA)

TRATAMIENTO DEL HERPES ZOSTER

El herpes zoster, en la mayoría de los casos, desaparece espontáneamente


después de algunos días. Sin embargo, el tratamiento con antivirales como
Aciclovir, Valaciclovir o Famciclovir, está indicado para acelerar este proceso.
Estos antivirales son medicamentos que, si iniciados precozmente,
preferiblemente dentro de las primeras 72 horas de enfermedad, disminuyen la
severidad, la duración y los riesgos de complicaciones del herpes zoster.

En algunos pacientes el dolor del herpes zoster puede ser grave y se indica el uso
de analgésicos. Hay pacientes en que el dolor es tan intenso que se hace
necesario el uso de opiáceos (derivados de la morfina) para controlar el dolor.
Como el dolor es de origen neurológico, fármacos antidepresivos, como
Amitriptilina, Nortriptilina o anticonvulsivos, como la Gabapentina o Pregabalina,
también pueden ser utilizados para aliviar los síntomas, especialmente en casos
de neuralgia postherpética.
VACUNA CONTRA EL HERPES ZOSTER

En los últimos años, la vacunación de niños contra la varicela llegó a ser adoptada
en muchos países y se planteó la posibilidad de también ser eficaz contra el
herpes zóster.

Estudios recientes vienen mostrando que la vacuna es efectiva en la población de


más de 50 años y reduce en hasta el 70% el riesgo de un episodio de herpes
zoster. Además de ser eficaz en la prevención, los pacientes que inclusive
vacunados terminan desarrollando herpes zoster presentan una tasa de
complicaciones bien más baja que la población no inmunizada. Por lo tanto, como
además de prevenir y reducir la incidencia de complicaciones, se puede utilizar la
inmunización con la vacuna contra la varicela zoster en personas mayores de 50
años, incluso si ya han tenido varicela o herpes zóster en algún momento de su
vida.

Atención: la vacuna contra herpes zoster, como cualquier otra vacuna, sirve para
la prevención de enfermedades, no como tratamiento.

Zóster
La culebrilla (herpes zóster) es una erupción cutánea vesicante (ampollas) y dolorosa. Se
debe al virus varicella-zoster. Ese es el mismo virus que ocasiona la varicela.

Causas
Después de que usted contrae varicela, el virus permanece inactivo (latente) en ciertos
nervios del cuerpo. La culebrilla ocurre cuando el virus se reactiva en estos nervios
después de muchos años. Muchas personas padecieron casos tan leves de varicela que
no se percataron de que tuvieron la infección

La razón por la cual el virus de pronto se vuelve activo de nuevo no es clara. Con
frecuencia, solo se presenta un ataque.

La culebrilla se puede presentar en cualquier grupo de edad. Se tiene mayor


probabilidad de desarrollar la afección si:

 Tiene más de 60 años de edad.

 Le dio varicela antes de cumplir 1 año.

 Su sistema inmunitario está debilitado por medicamentos o enfermedad.

Si un adulto o un niño tiene contacto directo con la erupción por herpes zóster y no le
dio varicela en la niñez o no recibió la vacuna contra la varicela, puede presentar varicela
y no culebrilla.
Síntomas
El primer síntoma generalmente es un dolor en un solo lado, hormigueo o ardor. El dolor
y el ardor pueden ser intensos y generalmente se presentan antes de que aparezca
cualquier erupción.

En la mayoría de las personas, se forman parches en la piel, seguidos de pequeñas


ampollas.

 Las ampollas se rompen, formando pequeñas úlceras que comienzan a secarse y formar
costras, las cuales se caen en 2 a 3 semanas. La cicatrización es rara.

 La erupción generalmente involucra un área estrecha de la columna alrededor de la


parte frontal de la región ventral o el pecho.

 La erupción puede comprometer la cara, los ojos, la boca y los oídos.

Otros síntomas pueden incluir:

 Dolor abdominal

 Fiebre y escalofríos

 Sensación de malestar general

 Úlceras genitales

 Dolor de cabeza

 Dolor articular

 Inflamación de los ganglios linfáticos

Igualmente se puede presentar dolor, debilidad muscular y un sarpullido que


compromete diferentes partes de la cara si el zóster afecta a un nervio facial. Los
síntomas pueden incluir::

 Dificultad para mover algunos de los músculos en la cara

 Caída del párpado (ptosis)

 Hipoacusia

 Pérdida del movimiento del ojo

 Problemas en el sentido del gusto

 Problemas de visión
Pruebas y exámenes
El médico puede hacer el diagnóstico al examinar la piel y hacer preguntas acerca de la
historia clínica.

En muy pocas ocasiones se necesitan exámenes, pero estos pueden abarcar la toma de
una muestra de piel para ver si está infectada con el virus que causa el herpes zóster.

Los exámenes de sangre pueden mostrar un aumento en los glóbulos blancos y


anticuerpos contra el virus de la varicela, pero no pueden confirmar que la erupción se
deba al zóster.
Tratamiento
Su proveedor puede recetar un medicamento que combate el virus, llamado antiviral.
Este medicamento ayuda a disminuir el dolor, prevenir complicaciones y acortar el curso
de la enfermedad.

Los medicamentos son más efectivos cuando se inician dentro de las 72 horas después
de sentir por primera vez el dolor o el ardor. Es mejor empezar a tomarlos antes de que
aparezcan las ampollas. Por lo general, los medicamentos se suministran en forma de
pastillas. Es posible que algunas personas necesiten que se les administre el
medicamento por vía intravenosa (IV).

Los medicamentos antinflamatorios fuertes llamados corticosteroides, como la


prednisona, pueden emplearse para reducir la inflamación y el dolor. Estos fármacos no
funcionan en todas las personas.

Otros medicamentos pueden incluir:

 Antihistamínicos para reducir la picazón (tomados por vía oral o aplicados en la piel)

 Analgésicos

 Zostrix, una crema que contiene capsaicina (un extracto del chile picante) para reducir
el dolor

Siga las instrucciones de su proveedor sobre cómo cuidarse usted mismo en casa.
Otras medidas pueden incluir:

 Cuidar su piel aplicando compresas húmedas y frías para reducir el dolor, y tomar baños
calmantes

 Reposar en cama hasta que baje la fiebre

Permanezca alejado de otras personas mientras las lesiones estén supurando para evitar
infectar a quienes nunca han tenido varicela, especialmente las mujeres embarazadas.
Expectativas (pronóstico)
El herpes zóster normalmente desaparece en 2 o 3 semanas y rara vez reaparece. Si el
virus afecta los nervios que controlan el movimiento (los nervios motores), se puede
presentar debilidad o parálisis temporal o permanente.

Algunas veces, el dolor en el área donde ocurrió la culebrilla puede durar de meses a
años. Este dolor se denomina neuralgia posherpética.
Esta ocurre cuando los nervios han resultado dañados después de un brote de culebrilla.
El dolor va de leve a muy intenso. Es más probable que la neuralgia posherpética se
presente en gente de más de 60 años.

Posibles complicaciones
Las complicaciones pueden incluir:

 Otro ataque de culebrilla

 Infecciones cutáneas bacterianas

 Ceguera (si la culebrilla se presenta en los ojos)

 Sordera

 Infección, incluidas encefalitis o sepsis (infección de la sangre), en gente con el sistema


inmunitario debilitado

Síndrome de Ramsay Hunt si la culebrilla afecta los nervios en la cara o el oído


Cuándo contactar a un profesional médico
Consulte con su proveedor si tiene síntomas de culebrilla, particularmente si tiene un
sistema inmunitario debilitado o si los síntomas persisten o empeoran. La culebrilla que
afecta el ojo puede llevar a ceguera permanente si uno no recibe cuidados médicos
urgentes.

Prevención
Evite el contacto con sarpullidos y ampollas de gente con culebrilla o varicela si nunca
ha sufrido de varicela o no ha recibido la vacuna contra esta enfermedad.

Hay disponibilidad de una vacuna contra la culebrilla. Esta es diferente de la vacuna


contra la varicela. Los adultos mayores que reciben la vacuna contra el herpes zóster
tienen menos probabilidad de tener complicaciones por esta enfermedad.

¿Qué es el herpes zóster?


El herpes zóster es muy poco frecuente en los niños y adolescentes con sistemas
inmunitarios sanos. Pero, si has oído hablar sobre esta afección o conoces a alguien que
la ha padecido, es posible que te preguntes qué es.
El herpes zóster es una erupción en la piel provocada por una infección de origen viral
de los nervios que hay justo debajo de la piel. El virus que causa el herpes zóster es el
mismo que el que causa la varicela. La mayoría de los adolescentes desarrollan
episodios de herpes zóster leves; la erupción solo suele ser dolorosa cuando el virus
afecta a gente mayor.

El herpes zóster suele aparecer como una franja de piel irritada y con ampollas en un
lado del pecho o de la espalda. De todos modos, puede afectar a cualquier parte del
cuerpo, incluso a la cara y cerca de los ojos.

Puesto que el virus que causa el herpes zóster es el mismo que el que causa la varicela,
es muy contagioso. Es muy fácil contagiar el virus a otras personas que no sean inmunes
a la varicela (como quienes aún no la han contraído ni se han vacunado contra ella). La
diferencia es que, en el caso de que se infectarán con este virus, no contraerán el herpes
zóster, sino la varicela.

Los episodios de herpes zóster suelen desaparecer en un mes. Aunque suelen mejorar
solos, hay tratamientos que pueden ayudar a los afectados a curarse más deprisa y que
pueden reducir el riesgo de desarrollar otros problemas o complicaciones asociados al
herpes.

¿Cuál es su causa?
Tanto el herpes zóster como la varicela están provocados por el virus varicela-zóster.
Este virus está relacionado (aunque no sea el mismo) con el virus del herpes, que causa
el herpes labial y el herpes genital. De ahí su nombre.

Cuando una persona contrae la varicela, el virus permanece en el sistema nervioso de


esa persona durante el resto de su vida. Se mantiene en estado latente, o inactivo,
durante años. En mucha gente, nunca reaparece. Pero en otra gente, el virus se reactiva
y causa el herpes zóster. La gente puede tener brotes de herpes zóster más de una vez,
aunque es algo que no suele ocurrir.

Los médicos no saben con certeza por qué el herpes zóster se reactiva súbitamente
después de meses o años de estar inactivo. Se podría deber a que el sistema inmunitario
se vuelve más vulnerable a las infecciones a medida que la gente envejece. Este puede
ser el motivo de que el herpes zóster sea más frecuente en los adultos. También abunda
en la gente cuyo sistema inmunitario está debilitado debido a una enfermedad (como
el SIDA o el cáncer) o a la toma de ciertos medicamentos.
¿Cuáles son los signos del herpes zóster?

En muchos casos, lo primero que se nota es un cosquilleo, hormigueo, dolor o picazón


en el área donde luego aparecerá la erupción o sarpullido. Esto puede ocurrir pocos días
antes de que se desarrolle el sarpullido, de modo que la persona con herpes zóster
sentirá esas sensaciones sin tener ni idea de cuál es su causa.

Cuando aparece, la erupción se suele iniciar como grupos o franjas de granos en un lado
del cuerpo o del rostro. Los granos se convierten en ampollas llenas de pus que se abren
y se cubren de costras al cabo de 7 a 10 días. Cuando se forman costras sobre las
ampollas significa que el herpes se empieza a curar. Las costras suelen cicatrizar y se
suelen caer entre 2 y 4 semanas después de que aparezca el sarpullido.

Algunas personas con herpes zóster también pueden presentar fiebre, dolor de cabeza,
cansancio y dolor muscular generalizado. En contadas ocasiones, la persona puede tener
el dolor propio de un herpes zóster sin presentar sarpullido. Algunas personas (por lo
general, las más entradas en años) tienen síntomas más graves.

Complicaciones

La mayoría de los casos de herpes zóster se curan solos y no evolucionan a otros


problemas. Muy poco frecuentemente, el herpes zóster puede evolucionar a las
siguientes complicaciones:

 Dolor persistente. Las fibras nerviosas dañadas que hay justo debajo de la piel pueden
enviar mensajes equivocados al cerebro, generando un dolor que puede permanecer
durante un período de tiempo prolongado después de que desaparezca la erupción. Los
médicos lo denominan "neuralgia pos-herpética".
 Problemas en la vista. Si la persona tiene el herpes zóster cerca del ojo o dentro del ojo,
el herpes puede cursar con pérdida de visión. Si una persona empieza a mostrar signos
de erupción o ampollas dentro del área ocular, debe ir al médico de inmediato.
 Infecciones adicionales en la piel. El sarpullido del herpes zóster se puede infectar con
bacterias, desencadenando otras infecciones en la piel, como el impétigo o la celulitis,
que pueden requerir de tratamiento antibiótico.
 Problemas en el sistema nervioso. El herpes zóster en la cara puede afectar a nervios
que se conectan con el cerebro. Esto puede provocar problemas para mover una parte
de la cara, problemas auditivos y problemas de equilibrio. En casos excepcionales, el
herpes zóster puede provocar encefalitis(inflamación del cerebro).
¿Qué deberías hacer?

Si piensas que podrías tener un herpes zóster, llama a un médico. Si crees que podrías
tener un herpes zóster en la cara, ponte en contacto con un médico inmediatamente
para evitar que la infección se te extienda a los ojos. Las personas con sistemas
inmunitarios debilitados que contraigan un herpes zóster deben recibir atención médica
de inmediato para evitar posibles complicaciones.

Por lo general, el médico puede diagnosticar el herpes zóster solo con examinar la
erupción y las ampollas de la persona afectada. En contadas ocasiones, los médicos
toman una pequeña muestra del tejido infectado para que la analicen en un laboratorio.

¿Cómo se trata?

Los medicamentos antivirales pueden hacer que un episodio de herpes zóster se cure
más deprisa, así como reducir el riesgo de complicaciones. Pero no todos los pacientes
necesitan tomar medicamentos antivirales; tu médico te los recetaría si fueran
necesarios. Si necesitaras tomarlos, cuanto antes empezaras a tomarlos, más eficaces te
resultarían.

Los medicamentos antivirales no pueden eliminar completamente el virus del cuerpo,


lo que significa que no pueden impedir que se reactive el virus en el futuro.

Para aliviar el dolor que puede estar asociado al herpes zóster, los médicos o los
enfermeros pueden recetar cremas, espráis o parches para anestesiar la piel. También
existen medicamentos de venta libre o con receta médica para aliviar el dolor. Pero no
tomes aspirina. La aspirina hace más posible que los adolescentes contraigan una
enfermedad muy poco frecuente pero grave denominada "síndrome de Reye".

Si tienes un herpes zóster que te produce picor o comezón, es posible que tu médico te
recomiende lociones o medicamentos que contengan antihistamínicos.

Mantén la zona de la erupción limpia, lavándola con agua y jabón suave. Aplica
compresas frías y húmedas sobre las ampollas varias veces al día para aliviar el dolor y
el picor. Los baños en agua de avena suelen ser un gran alivio.

¿Se puede prevenir?


Es imposible prevenir el herpes zóster. La vacuna contra la varicela puede hacer que los
episodios de herpes zóster sean menos graves. Por lo tanto, si no has tenido varicela,
no es demasiado tarde para que le pidas a tu médico que te administre su vacuna.
Existe una vacuna contra el herpes zóster, pero los médicos solo la suelen administrar a
adultos mayores. Esto se debe en parte a que, cuanto mayor es una persona, más grave
puede ser su herpes zóster. Y, siendo adolescente, es muy poco probable que tu herpes
zóster sea grave.

Si contraes un herpes zóster, puedes evitar que el virus se propague manteniendo


cubierta en todo momento la zona del sarpullido y siguiendo tu tratamiento, en caso de
que fuera necesario.

Las personas con herpes zóster lo pueden contagiar a otras personas con gran facilidad.
Hasta que la erupción esté completamente curada, se deben mantener alejadas de los
bebés recién nacidos, las mujeres embarazadas, cualquier persona cuyo sistema
inmunitario esté debilitado y cualquier persona que no se haya vacunado contra la
varicela. Por lo tanto, los adolescentes afectados por un herpes zóster deben quedarse
en casa y dejar de asistir a su centro de estudios durante un tiempo. Todo dependerá de
la persona y de la situación. Tu médico te aconsejará.

El herpes zóster puede asustar, pero esto se debe a cómo puede afectar a una persona
mayor. La buena noticia es que la infección no suele afectar a los adolescentes. Y, si un
adolescente la desarrolla, lo más probable es que no sea grave.

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