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TECNOLÓGICO NACIONAL DE MÉXICO.

INSTITUTO TECNOLÓGICO DE CAMPECHE.

Materia:

Pensamiento Arquitectónico Contemporáneo.

Grupo:

MQ-4

Movimiento Moderno En Mexico Años 1920 Y 1950

Integrantes:

 Che Trejo Arlette Guadalupe.

 García García Luis Efrén.

 Mijangos Lezama Guadalupe.

Asesor:

Arq. Valdivieso Hernández Armando.

Fecha De Entrega:

24/04/2017.
Introducción.

El siguiente trabajo consta de diferentes obras arquitectónicas destacadas


de las décadas de 1920 y 1950, en México.

Entre las majestuosas obras, se pueden apreciar grandes arquitectos como


Luis Barragán, Enrique Yañéz , etc

En estas se redacta y describe en qué consisten las diversas obras, asi


como también se enseña con fotos y sus conceptos.

El trabajo tiene como propósito el dar a conocer la arquitectura de los


años 1920 y 1950 del movimiento moderno en México.
1920

El remanso indispensable: Parque México

Sección del Teatro Lindbergh remodelado en 2014. Foto: Cortesía Alain Prieto

Concluido en 1927, el Parque General San Martín (su verdadero nombre),


fue designado por el propio Plutarco Elías Calles, quien recibió aquel año
una réplica del sable del libertador José de San Martín, por lo que
correspondió bautizando así al flamante espacio.

Fue José Luis Cuevas Pietrasanta, arquitecto decano muy conocido


también por su diseño urbano del fraccionamiento Lomas de Chapultepec,
quien trazó la forma de la colonia Hipódromo Condesa, dejando en su
centro el característico pulmón con un lago artificial (hoy casi seco), fuentes,
andadores, áreas verdes y, como principal prestación, su Teatro Coronel
Lindbergh, también denominado en correspondencia al aviador que visitó
México en diciembre de 1927. Este escenario al aire libre, hace poco
restaurado, está inscrito en un óvalo generado por dos corredores
apergolados que rodean la explanada interior.
La participación de los arquitectos Ricardo Noriega, Javier Stávoli, Víctor
Suárez y el escultor y pintor Roberto Montenegro, definieron una estructura
fotogénica con su alta columnata sobre el estrado, vestidores coronados
por cúpulas bizantinas, la fuente principal de 'los cántaros' (probablemente
creación de José María Fernández Urbina) y arcos de acceso lateral.

El parque, rodeado por la Avenida México, es decididamente fiel al Art


Decó, corriente estilística de rasgos muy geométricos que influyó en buena
cantidad de edificios aledaños.

Obedecen a esta estética también la torre del reloj, al sur del teatro, y los
letreros y farolas que complementan su urbanización, como lo hacen las
bancas de la siguiente arteria concéntrica: Ámsterdam.

En su extremo noroeste, la biblioteca Amalia González, levantada a finales


de los 1970, es la única estructura importante que contrasta con el 'sabor'
original y complementa las actividades culturales del Parque México.

A sus casi 90 años, y tras diferentes remodelaciones e intervenciones, el sitio


sigue ofreciendo esparcimiento para miles de personas que lo visitan a diario
entre enormes árboles y palmeras que apenas se levantaban en los primeros
años de paz.
Tradición muy oficial: Centro Escolar Benito Juárez

Fachada principal hacia calle Jalapa, colonia Roma. Foto: Cortesía Alain Prieto

Tocó a Carlos Obregón Santacilia proyectar un espacio escolar durante la


presidencia de Álvaro Obregón, quien confió a su secretario de Educación,
José Vasconcelos, la modernización del sistema de enseñanza que fue
planteada desde los programas de alfabetización hasta la reconcepción
arquitectónica de las aulas.

Aunque el arquitecto Santacilia (bisnieto del presidente Benito Juárez)


retomó elementos coloniales y los hizo evidentes, trató de dotar a su
mayúsculo encargo —el terreno abarca 1.5 hectáreas— con términos que
obedecieran a la 'revolución' vasconcelista.

Dice el libro Arquitectura mexicana: vivienda, escuela y hospitales de Xavier


Guzmán Urbiola, que "el regreso al pasado contenía una dosis de
modernidad. Toda la escuela se construyó con concreto y en esto era
innovadora […] Las instalaciones sanitarias también alardeaban su
modernidad. El costo del edificio fue de un millón de pesos".
Detalle de los elementos arquitectónicos. Tomada de: Historia de la Arquitectura Mexicana. Enrique X. de Anda A.

Al entregarse, en 1924, la primaria y alguna vez también secundaria, era


vecina del Estadio Nacional, lugar donde diferentes presidentes tomaron
protesta, como Pascual Ortiz Rubio, quien sólo estuvo en el cargo dos años.

Pero el escenario deportivo fue demolido posteriormente y en su lugar se


edificaría, a partir de los años 50, el Conjunto Urbano Presidente Juárez,
diseño de Mario Pani. En uno de los esquemas para construir esa unidad
habitacional, quedaba de manifiesto que se deseaba ocupar también el
predio de la escuela, lo que se descartó.

En contraste, a diferencia de muchos de los edificios del multifamiliar,


desaparecidos con los sismos de 1985, la primaria prosigue a la fecha su vida
académica, conservando en gran medida su aspecto original.

Como broche oficialista en la historia de esta propiedad, es de destacar que


fue decretada por el presidente Felipe Calderón en 2009 como Monumento
Artístico y remodelada integralmente al siguiente año, coincidiendo con el
centenario del inicio de la Revolución.
EDIFICIO GOANA

El inmueble se construyó entre 1922 y 1925, aunque la placa que tiene este
edificio registra el año 1924. La obra estuvo a cargo del arquitecto Ángel
Torres Torija, quien ya había erigido varias iglesias junto con su hermano
Manuel desde la época porfiriana.

La construcción es de estilo neo-colonial con acabados de cantera,


tezontle, azulejos, así como arcos y labrados. Además, se adornó con
mosaicos pintados en la parte exterior con la cara de varios virreyes y figuras
coloniales como Hernán Cortés y el mismo Bucareli.

En la parte interior, un pasillo divide los apartamentos que dan a la calle y


que únicamente son visibles para los residentes. En su interior hay otros
mosaicos pintados con el rostro de personajes históricos de la nación, entre
los que destacan Miguel Hidalgo, Josefa Ortiz de Domínguez e Ignacio
Allende.
También en la parte alta del edificio son visibles los escudos de algunas
ciudades del país como Monterrey, Guadalajara, Saltillo y Puebla.
En la parte superior del edificio se aprecian los escudos de las ciudades de
Monterrey, Guadalajara, Saltillo y Puebla
El Edificio Ermita

El Edificio Ermita diseñado por el arquitecto Juan Segura, se encuentra


ubicada en el cruce de las avenidas Jalisco y Revolución. En el terreno
donde hoy se encuentra el Edificio Ermita mide en total 1390m2, y estuvo
ocupado en algún momento por una capilla, propiedad de la familia Mier
y Pesado –de ahí viene el nombre del edificio.

La construcción de este edificio comienza en 1929 y se concluye en 1935. El


costo total de la obra fue de 712,579 pesos oro, lo que representaba una
inversión considerable, pero de acuerdo a lo relatado en el documental de
Felipe Morales, esta lujosa construcción recaudaría una renta mensual de
15,980 pesos oro.

La solución arquitectónica se ajusta perfectamente a los requerimientos de


la familia Mier y Pesado, pues en la planta baja se ubican los locales
comerciales, así como una sala de cine-teatro [que fue inaugurada en 1936
como el cine Hipódromo Condesa] que tiene capacidad para un poco más
de 2500 espectadores y los departamentos, a los que se accede ya sea por
el elevador o por las escaleras.

78 son los departamentos que conforman el edificio Ermita, pero de éstos,


66 tienen recibidor, una recámara, cocina y un baño con tina. Los otros 12
son un poco más amplios pues tienen sala y comedor, cocina, dos
recámaras, baño con tina y un cuarto de servicio con baño. Los
departamentos son Art-deco y los acabados en todos ellos son los mismos:
mosaico, madera, y duela.

La composición de las fachadas es sencilla y elegante, en ella el arquitecto


utilizó algunos acentos para enfatizar la verticalidad del edificio. El equilibrio
entre los claro oscuros son los que le otorgan plasticidad a la masa. El
carácter del edifico es muy claro y cada una de las zonas que lo conforman
pueden leerse de manera muy sencilla.

Podemos considerar a esta obra como una de las más sobresalientes de


comienzos del siglo XX, primero por el desempeño plástico, segundo por la
integración espacial y tercero por la solución constructiva que propuso el
arquitecto. La calidad de la obra es indiscutible, pero la originalidad es quizá
uno de los rasgos más importantes.

El proyecto fue innovador ya que en él se aplicaron materiales y tecnologías


de vanguardia, además de que la conformación del espacio y las plantas
resultaban excepcionales. Un punto muy importante que es necesario
mencionar es que esta obra propone una estética nueva y propia, lo que le
otorga independencia expresiva, pues a diferencia de las obras
desarrolladas por algunos de los arquitectos más importantes de la época
ésta se desarrolla fuera del funcionalismo y del movimiento nacionalista. Por
sus extraordinarias características, el Edificio Ermita es sin lugar a dudas una
lección de arquitectura.
Teatro Coronel Lindbergh, 1927

Proyecto: Leonardo Noriega, Víctor Suárez, Javier Stávoli, Roberto


Montenegro (figuras en relieve), José María Fernández Urbina (Fuente de los
cántaros)

El fraccionamiento Hipódromo Condesa, diseñado por el arquitecto José


Luis Cuevas Pietrasanta, constaba de dos parques y tres glorietas unidas por
camellones. La ciudad-jardín planificada bajo los estándares ingleses
prometía volverse un sitio ideal para vivir. A principios de la década de 1920,
el parque central, que no tenía un nombre, ya contaba con el trazo
perimetral; en su interior se plantearía un teatro al aire libre, un lago artificial,
fuentes, andadores y bancas. Cuando comenzó a tomar forma, Leonardo
Noriega y Javier Stávoli se decidieron por la monumentalidad.

El Art Decó también los orillaría a una propuesta expresiva con altos
elementos de concreto armado. El proyecto, ubicado en una zona con
fondo lacustre, conserva sus torres desde hace 86 años, pese a varios sismos
y su esbeltez, pero en contraste han sido dañadas por el graffiti y la falta de
mantenimiento. Dos semicírculos apergolados convergen y encierran la
explanada de amplias proporciones. Sobre el estrado, una columnata
coronada por pérgolas voladas se alza. Al otro extremo, la 'Fuente de los
cántaros' es el portal principal para ingresar al teatro.

El parque, aunque conocido popularmente como 'México' por la avenida


que lo circunda, en realidad se llama 'General San Martín', por el libertador
sudamericano. Un réplica de la espada del héroe le fue entregada en 1927
al entonces presidente de México Plutarco Elías Calles, por ello, se decretó
llamar así al recién concluido pulmón verde. Algo similar ocurrió con el
escenario descrito. Ese año, Calles recibió en la Ciudad de México al
legendario aviador estadunidense Charles Lindbergh, y tanto él como
Álvaro Obregón incluso volaron breves minutos con el joven piloto. De este
encuentro se decide el bautizo al novedoso espacio como 'Teatro Coronel
Lindbergh', nombre que hasta hoy lleva inscrito.
Inspección de Policía y Bomberos del DF, 1928

Proyecto: Vicente Mendiola

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El hoy Museo de Arte Popular (MAP), inició su existencia como uno de los
más atrevidos diseños Decó de finales de los 20, en la esquina norponiente
de Revillagigedo e Independencia, frente al actual Teatro Metropolitan, en
el Centro Histórico capitalino. Su volumetría robusta es a la vez suavizada por
la armoniosa relación de sus elementos. En especial, su minarete o torrecilla
en esquina resulta de gran atractivo desde su arranque con motivos
prehispánicos en piedra (una representación doble de Tláloc, dios del agua
y la lluvia), su escalera con oquedades y su remate final, que se ha
convertido en el emblema de su actual inquilino.

Una descripción de la estructura puede encontrarse en el libro Historia de la


arquitectura mexicana de Enrique X. de Anda: "es uno de los ejemplos más
notables del periodo, dueño de una calidad excepcional de diseño de
fachada en la que se integran los más importantes recursos estéticos propios
del estilo".

Por dentro, el patio central es techado por un ligero domo traslúcido


añadido en la adecuación que lo transformó en recinto cultural en 2007, a
cargo de Teodoro González de León.

Esta ex - estación de Policía y Bomberos, que aún conserva los tres arcos por
donde los carros de bombas acudían a los siniestros, aparece brevemente
en la película 'El bombero atómico', protagonizada por Cantinflas, en 1950.
Su artífice, el arquitecto Vicente Mendiola, es más conocido por sus diseños
de la Fuente de Petróleos y de la Diana Cazadora.
Frontón México, 1929

Proyecto: Joaquín Capilla

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Homónimo del clavadista y multimedallista olímpico mexicano (quien por


cierto estudió arquitectura y abandonó la carrera), el arquitecto Capilla
crearía un cuerpo para el Jai alai (fiesta alegre, en lengua euskera o
vascuence). El edificio, largo y de mediana altura es uno de los primeros
escenarios techados para eventos deportivos del siglo XX en el país. Sus
características ventanas alargadas y su color amarillo contrasta en volumen,
proporción y colorido con el Monumento a la Revolución, que no existía
cuando el recinto deportivo abrió. También basado en el Decó, con
macizos prominentes y pocos vanos, exhibe motivos indigenistas en cantera.

A principio de los años 90 del siglo pasado revivió y convocó a los mejores
pelotaris del deporte vasco. Azules y rojos cada noche disputaban sus
encuentros ante la concurrencia. Un espectáculo que nunca fue masivo y
que corresponde a gustos más añejos, fue llevado incluso a un público más
extenso a través de la televisión por cable. Parecía entonces que no dejaría
de escucharse el eco del golpe de la pelota y que las cestas permanecerían
más tiempo, pero muy poco después, en 1996, el Frontón cerró
indefinidamente por conflictos laborales que derivaron en una huelga y un
deterioro en su interior.

Tras diversos intentos de rescate que ya han abarcado 17 años y la


intervención del gobierno capitalino, se ha dejado entrever desde abril que
a fines de este 2013 se reabrirá y podrá incluir un hotel boutique entre otras
adiciones.
Departamento de Salubridad e Higiene, 1925
Proyecto: Carlos Obregón Santacilia | Motivos escultóricos: Manuel
Centurión, Hans Pilling | Vitrales y murales: Diego Rivera

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La Secretaría de Salud federal cumple 87 años en esta misma ubicación,


cuestión que no tiene precedentes en el gobierno nacional como sede de
ministerio. Aunque modificado por las necesidades en su interior, aún exhibe
con la concepción original del arquitecto Carlos Obregón Santacilia (1896-
1961). Emplazado en forma de ‘V’ o compás, agrupa en sus dos alas las
áreas operativas. Sus fachadas de cantera exhiben una ventanería
generosa que conserva todavía la herrería original.

El gris pétreo y el negro del hierro, también presente en sus portones, se


imponen pero sin peso visual que agobie, dándole jerarquía, presencia y
solemnidad. Su acceso en pan coupé u ochavado está hacia la calle de
Lieja, mirando ahora hacia la Torre Mayor. En este frontis y en sus dos largos
brazos, diferentes motivos científicos y biológicos, y la representación del
hombre y la mujer, adornan los altos muros y se complementan con los vanos
de las ventanas y accesos.

Es la integración de la escultura de rasgos neoindigenistas o nacionalistas lo


que le da textura y sentido al inmueble, sin necesidad de agregarle un
letrero o marquesina de identidad como se acostumbra actualmente. Hacia
el poniente, frente al paradero de Chapultepec, un singular puente
recubierto con lámina de cobre conecta secciones del edificio por sobre los
pasos vehiculares.

"El día 19 de marzo de 1991 la Comisión Nacional de Zonas


y Monumentos Artísticos emitió opinión favorable para declarar al edificio
que ocupa la Secretaría de Salud como un monumento artístico", cita la
página spps.gob.mx.
GRANJA SANITARIA E INSTITUTO DE HIGIENE

El edificio Sede de la Secretaría de Salud, originalmente diseñado para


alojar las oficinas del departamento de Salubridad e Higiene por el
Arquitecto Carlos Obregón Santacilia, fue construido en un terreno en forma
de trapecio irregular delimitado por las avenidas de Paseo de la Reforma y
Chapultepec, y por las calles de Lieja y José Vasconcelos; y fue el primer
inmueble que construyó en su totalidad el gobierno posrevolucionario
expresamente para la administración pública. Su construcción comenzó en
Octubre de 1925, siendo presidente Plutarco Elías Calles, y el edificio fue
inaugurado en Noviembre de 1929, por el entonces presidente Emilio Portes
Gil. Como se puede observar se ubicó en un lugar privilegiado a un lado de
la Puerta de los Leones del Bosque de Chapultepec, donde en esos años el
Castillo aún era la residencia oficial del Presidente de México y por lo tanto
el primer edificio frente al que pasaba, en su ruta diaria hacia el Palacio
Nacional, era el del Departamento de Salubridad e Higiene. El programa
arquitectónico del edificio supuso de origen principalmente oficinas,
aunque en aquella época se desarrollaban en el Departamento de
Salubridad e Higiene funciones de investigación en los laboratorios. Se
plantearon además espacios para servicios varios como atención al
público, aulas, imprenta y hasta una cárcel o zona de separos para
infractores por consumo de enervantes. El edificio se desarrolla en la periferia
del terreno semi-trapezoidal con tres niveles de altura para uso de oficina,
dejando en el centro un gran espacio abierto. Las fachadas con marcado
predominio del muro macizo presenta un ritmo regular de venos
rectangulares en planta baja y en arco de medio punto en segundo nivel,
generando pasillos abiertos en forma de pórticos perimetrales al espacio
central en los dos primeros pisos y circulaciones descubiertas en el tercer
nivel. Estos amplios pasillos conforman los accesos a las zonas de oficinas. La
estructura del inmueble es mixta de acero remachado y con entrepisos de
concreto armado y fachadas de cantera gris de “xaltocan” y rodapiés de
recinto negro que le imprimen un carácter de sobriedad y elegancia al
monumento. Las fachadas exteriores, de recia presencia, se resuelven con
entrecalles verticales que separan paños con tres órdenes de ventanería de
paramentos macizos verticales rompiendo con la linealidad de los
volúmenes. El esquema compositivo del edificio, de gran horizontalidad y
perceptiblemente asimétrico, consiste de tres grandes y masivos bloques de
construcción: uno principal con fachada de acceso al Paseo de Reforma y
dos plantas rectangulares paralelos a las calles de Lieja y José Vasconcelos,
unidos cada uno con el cuerpo principal por singulares puentes de acero
forrados de lámina de cobre amartillada que enmarcan majestuosamente
los accesos vehiculares de estas vialidades. Estos puentes de gran
originalidad constituyen una solución vanguardista que pretende fusionar el
espacio urbano con el espacio arquitectónico. El volumen principal con
fachada a Reforma se diseño con la intención de alojar la oficina de titular
de la dependencia en un símil con el cuerpo humano en el cual
correspondería a esta área el cerebro y a los otros dos bloques las
extremidades del organismo cuyas funciones serían las de brindar atención
médica a la sociedad. Un cuarto volumen cierra la composición hacia la
Avenida Chapultepec creando con los otros cuerpos un generoso espacio
libre ajardinado al centro. En la parte posterior y al eje central de la
composición se levanta la torre del depósito de agua que le imprime una
gran presencia y solidez al inmueble, además de que se constituye en un
reconocible hito urbano.
1950
AUDITORIO NACIONAL / HUGO ENRIQUE DÍAZ MORO – FERNANDO PEÑA/
1948-1951

El origen del Auditorio Nacional


tiene una nota curiosa: está
relacionado más con la equitación
que con la cultura. En 1948 el
equipo ecuestre nacional hizo un
brillante papel en los Juegos
Olímpicos en Londres; el general
Humberto Mariles, con su caballo
“Arete”, obtuvo la medalla de oro.
Entusiasmado por el triunfo, el
entonces presidente Miguel Alemán donó los terrenos aledaños al Campo
Marte para promover en ellos actividades ecuestres en un espacio techado.
El proyecto incluía caballerizas, habitaciones para los caballerangos, un
granero y un teatro principal. Los responsables fueron los arquitectos
Fernando Parra Hernández,
Fernando Beltrán Puga,
Fernando Peña Castellanos y
Óscar de Buen. La estructura de
hierro remachado que se
construyó fue erigida con la
misma técnica empleada en la
Torre Eiffel.
TORRE LATINOAMERICANA/AUGUSTO H.
ALVAREZ /1946-1956

La Torre Latinoamericana es un rascacielos


ubicado en la esquina que forman las
calles de Francisco I. Madero y Eje central
en el Centro Histórico de la Ciudad de
México.

Su ubicación céntrica, su altura


(181.33 metros, si se incluye la
antena, con 44 pisos) y su historia
la han convertido en uno de los
edificios más emblemáticos de la
Ciudad de México.

Fue el edificio más alto de la


ciudad de México desde su
construcción en 1956 hasta 1972,
obtuvo el record del rascacielos
más alto del mundo fuera de
Estados Unidos y por lo tanto de
América Latina. Además se inauguró como el primer y más grande edificio
con fachada de cristal y aluminio,
siendo también el único
rascacielos en todo el mundo en
estar en una zona sísmica lo cual
sirvió de ejemplo para la
cimentación y construcción de
futuros edificios en el mundo.

La Torre Latinoamericana quedó


finalizada a principios de 1956,
siendo inaugurada oficialmente el
30 de abril del mismo año, y es así
como la compañía se mudó a La
Torre, en los pisos 4º al 8º. El resto del espacio de oficinas en la torre se ofrecía
en alquiler. Al momento de su terminación La Torre Latinoamericana era el
edificio más alto de Latinoamérica. Su mirador público, ubicado en el piso
44 ofrece a la gente la mejor vista de la ciudad.

CONJUNTO CIUDAD UNIVERSITARIA/ MARIO PANO- ENRIQUE DEL


MORAL/1948-1952

El 5 de junio de 1950 se colocó formalmente la primera piedra del que sería


el primer edificio de Ciudad Universitaria -la Torre de Ciencias-, en una
ceremonia presidida por el rector Luis Garrido y el secretario de
Gobernación, Adolfo Ruiz Cortines. En el Programa General se buscó la
creación de una unidad física y pedagógica que permitiera una fácil
comunicación de las escuelas entre sí y, por lo tanto, la convivencia entre
estudiantes, profesores e investigadores. Asimismo, se introdujo la
centralización de las enseñanzas básicas, comunes a diferentes planteles
para evitar la multiplicidad de cátedras y espacios, así como para promover
el intercambio cultural y social entre los alumnos.

El proyecto fue dividido en varias zonas


fundamentales: escolar, habitaciones de
estudiantes, práctica de deportes, estadio de
exhibición y servicios comunes. Asimismo se tomó
en cuenta la conveniencia de incluir un museo de
arte con un doble fin: didáctico, para el
conocimiento del desarrollo de las artes -
particularmente en México-, y dinámico, para la
exhibición de exposiciones temporales. Se
determinó que el conjunto se proyectara para
alojar un máximo de 25 mil alumnos, ya que en esa
fecha la UNAM contaba con menos de 15 mil.

El anteproyecto arquitectónico originalmente


contemplaba dividir el campus universitario en tres
áreas: La primera, llamada Zona Escolar
(subdividida a su vez en otras secciones: Humanidades, Ciencias, Ciencias
Biológicas y Artes), construida alrededor de una explanada con jardines en
la cual se ubicarían los edificios administrativos.

La segunda zona estaría destinada a los campos deportivos de diversas


disciplinas.

Y, por último, la zona del Estadio Universitario, que en 1968 pasó a ser el
Estadio Olímpico Universitario.

Las tres áreas estaban organizadas como anillos dentro de una así llamada
supermanzana mayor. Durante las décadas de su existencia, la zona
urbanizada de C.U. ha ido creciendo para dar acomodo a una creciente
población estudiantil, administrativa
y visitante, originando la disposición y
construcción de anillos cada vez
mayores, organizando la
urbanización en circuitos
concéntricos. Debido a este
proceso, algunos de los edificios
originales no mantienen las funciones
que inicialmente les fueron
asignadas, ya que las Escuelas,
Facultades e Institutos que
albergaban se fueron relocalizando
a los circuitos exteriores, y sus
antiguos edificios fueron ocupados
por las Escuelas y Facultades que
siguieron en el centro del campus
universitario. Algunos ejemplos de
este proceso de cambio de uso
son: la Escuela de Veterinaria (hoy
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia) y la Facultad de Ciencias, así
como la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.

La proyección y ejecución de las vialidades en el plan maestro estuvo a


cargo de Juan Durán, Jesús Domínguez, Edmundo Rojas
González y Santiago Carro. El paisajismo estuvo bajo el mando de Alfonso
Cuevas Alemán.
TORRES SATÉLITE/ LUIS BARRAGÁN/ 1957-1958

En el marco del
ambicioso proyecto de Ciudad
Satélite, un fraccionamiento de
carácter residencial,
encomendado al arquitecto Mario
Pani al noreste de la ciudad de
México, Luis Barragán, el año 1958,
recibe de éste el encargo de
realizar alguna fuente que sirviera
de motivo distintivo de la entrada
por la principal vía de acceso a la
urbanización.

Para eso, este renombrado arquitecto mexicano proyectó junto al escultor


Mathias Goeritz cinco torres de concreto, de planta triangular y diferentes
colores y alturas (la más alta de 52 metros), con un carácter totalmente
escultórico y la función primordial de que se pudieran destacar aún
contemplados desde lo lejos y en movimiento.

Las cinco torres nacen verticales sobre una plaza ligeramente inclinada,
prolongándose hacia lo alto a medida que el espectador se acerca. De
esta manera se acentúa su verticalidad como agujas que se recortan en el
cielo, pero con el contraste de su estriado horizontal que, además de una
textura, le confieren cierta cualidad de fuerza en su percepción.
De este modo, en los primeros días de
marzo de 1958 las Torres de Satélite se
inauguraron como símbolo de la
naciente Ciudad Satélite, bajo el
gobierno de Adolfo Ruiz Cortines.
Recientemente, se ha propuesto que
sean declaradas Patrimonio Cultural de
la Humanidad ante la Unesco.

La obra es encarada como un


experimento: una conjunción
inseparable entre arquitectura y escultura. Barragán y Goeritz trabajan en
un proyecto conceptual con unos enormes volúmenes ciegos, un ejercicio
estético del paisaje contemplado (en movimiento) desde la carretera.

AUTODROMO DE LOS HERMANOS RODRÍGUEZ/ING. OSCAR FERNÁNDEZ


GÓMEZ DAZA/1959

El Autódromo Hermanos Rodríguez es un autódromo ubicado en el


macrocomplejo deportivo Ciudad Deportiva Magdalena Mixiuhca, en el
suroriente de la Ciudad de México, cerca del centro de la misma y a un par
de kilómetros del aeropuerto. Fue diseñado por el Ingeniero Oscar
Fernández Gómez Daza en 1955 como proyecto de tesis a falta de un
autódromo en la Ciudad de México. Fue construido en 1959 y es propiedad
del Gobierno de la Ciudad de México.

El circuito se caracteriza por tener una


superficie muy accidentada, debido
principalmente a que la Ciudad de
México está ubicada en una región
geológicamente activa. Además, el
autódromo esta a una elevación de
2.285 m (7.500 pies), por lo que los
motores sufren una considerable
pérdida de potencia y la respiración
puede resultar dificultosa para los pilotos.
El Autódromo dispone de un circuito oval de 1 milla (1.600 metros) de
extensión, gracias a las curvas planas que van desde la mitad de la recta
principal hasta el comienzo de la recta trasera. El óvalo se corre en sentido
antihorario, como es tradicional en los óvalos
norteamericanos, en comparación con el
trazado mixto, que se recorre en sentido
horario.

La configuración de óvalo de la Ciudad de


México es posiblemente el circuito más
peligroso de México, debido a la escasa
visibilidad en la salida de las curvas 2 y 4. Esto
es porque el estadio Foro Sol se encuentra
dentro de las curvas 1 y 2, y varios árboles se
encuentran en el interior curva 3 y 4.

PLAZA CONDESA/TEODORO GONZÁLES DE LEÓN – ABRAHAM


ZABLUDOVSKY/1952-1973

Con una capacidad de hasta 1,900 personas, este multiforo ofrece lo mejor
del entretenimiento nacional e internacional en una atmósfera totalmente
renovada e íntima.

Construído entre 1952 y 1973, El Plaza Condesa está ubicado en el corazón


de uno de los vecindarios con más personalidad de la ciudad: la Condesa;
y se encuentra rodeado de dos importantes parques (España y México) y
de una gran diversidad de restaurantes, librerías, galerías de arte y tiendas
especializadas.
El inmueble existente es un
recinto polivalente para eventos,
con una infraestructura de 6
niveles, 1 mezzanine y 1 sótano.
En su estado inicial el inmueble
cuenta con áreas de lobby de
acceso, bar, guardarropa,
cocina, bodegas, baños
públicos, foro, camerinos y
servicios de los mismos, en planta
baja; así como oficinas,
bodegas, baños públicos,
servicios y salas diversas en los
demás niveles.

Dentro del recinto también hay


varias vitrinas donde se
mostrarán diferentes
exposiciones de arte, un mural
llamado El Jaguar, hecho de
corcholatas, y varios artículos esparcidos por el recinto, hechos en su
totalidad de materiales reciclados.

Hace un par de años, OCESA inició el desarrollo de este nuevo inmueble


para el espectáculo, el arte y la cultura. Una gran cantidad de mejoras se
llevaron a cabo en el edifico bajo la visión creativa de Antonio Muñohierro,
en conjunto con ESRAWE Diseño, tales como: mejoras acústicas y de
iluminación, ampliación y modernización de camerinos, rampas e
instalaciones especiales para personas con capacidades distintas, nuevos
servicios, sanitarios y nuevas taquillas.

El ambiente distinguido, único y cosmopolita de esta sala de conciertos se


incrementa constantemente con la gran variedad de propuestas de su
cartelera.

El Plaza, un lugar que ha sido punto de referencia para varias generaciones.


EDIFICIO DEL SEGURO SOCIAL/ENRIQUE YAÑEZ/1950

En 1951, el arquitecto Enrique Yáñez contrató la elaboración de los murales


de David Alfaro Siqueiros, “Por una seguridad social completa y para todos
los mexicanos” (que este 2016 cumple 62 años), y Diego Rivera, “El pueblo
en demanda de salud”, uno para el vestíbulo principal y otro en el auditorio
del Centro Médico La Raza.

Asimismo, la historia registra que en 1950, cuando el arquitecto Carlos


Obregón Santacilia concluye la
construcción del edificio central del
IMSS en Paseo de la Reforma, una de
las primeras obras de fachada de
cristal que se generan en la Ciudad
de México y una obra maestra de la
arquitectura mexicana, invita a un
artista para que elabore un mural y
obras en relieve para la fachada: Jorge González Camarena realiza dos
relieves y un mural para el edificio.

En el IMSS es muy importante la aportación de los arquitectos, pues tuvieron


gran participación en incluir obra artística en las unidades del Instituto. Por
eso, tienen intervención grandes muralistas, grandes escultores y también
grandes arquitectos, algo que quizá no es tan popular.

En los años 60, el entonces Director General del IMSS, Benito Coquet,
promueve la participación de Federico Cantú y de Luis Ortiz Monasterio para
realizar muchas obras en la Unidad Cuauhtémoc, Unidad Independencia y
en el Centro Médico Nacional.

Y de nuevo otro arquitecto, Alejandro Prieto Posadas, a cargo del área de


Construcciones en el organismo, retoma la participación de estos artistas.
El caso de la Unidad
Independencia, diseñada y
proyectada por los arquitectos
Alejandro Prieto Posadas y José
María Gutiérrez Trujillo en
colaboración con el arquitecto
Pedro F. Miret y un equipo de 23
arquitectos e ingenieros, inició en
1959 y fue inaugurada en
septiembre de 1960, como parte de los festejos por el 150 Aniversario de la
Independencia de México y el 50 Aniversario de la Revolución Mexicana.

IGLESIA DE LA MILAGROSA/ FÉLIX CANDELA/1953-1955

En la iglesia Candela consideraba que era la única al 100% suya y en donde


pudo experimentar nuevas cubiertas ligeras en este templo. Candela
levanta sobre una planta tradicional de tres naves, con capillas laterales y
una capilla anexa, una estructura espectacular e innovadora que
recuerdan en una primera impresión las catedrales góticas que expresan un
sentido de ascensión por medio de su estructura.

Esta obra es una de las más representativas dentro del conjunto de edificios
que realizo Félix Candela; ésta se ubica dentro de las membranas poli
direccionales de hormigón. Este fue un laboratorio de exploración de
posibilidades espaciales que ofrecía la geometría tan usada por Candela
llamada “Hypar”.

Una vez más Félix Candela se asoció con otros dos arquitectos, Arturo Sanz
de la Calzada y Pedro Fernández Miret, para la realización de este proyecto
en los años 1953 y 1955. Se desarrolló en un solar que se encuentra en una
esquina de forma rectangular con el eje mayor norte-sur dentro de un barrio
residencial en la Ciudad de México, contando con una planta de 31 x 53
metros aproximadamente.En cuanto a la Ingeniería y construcción de la
obra, participó la empresa Cubiertas Ala. El diseño de los vitrales de la iglesia
estuvo a cargo de José Luis Benllure, reconocido arquitecto de la Cd. De
México.

El edificio cuenta con una nave de hypars de 20 metros de altura y otra de


8.50 mts donde se encuentran las capillas secundarias, así como el coro.
Para el acceso de la nave principal se puede hacer cerca del altar y
también existe un vestíbulo al que se accede en la fachada principal de la
nave; esta reparte las circulaciones de manera que se puede entrar a la
nave grande y a la pequeña.En la nave grande se llevan a cabo las
reuniones religiosas, donde se encuentran unas bancas de madera donde
los feligreses se localizan, al fondo de la nave se encuentra el altar, así como
una de las puertas que comunica con el exterior. En la nave pequeña se
pueden ver las capillas, también cuenta con los servicios principales de la
iglesia, así como el coro. Toda la planta se desplanta en un solo nivel salvo
el altar que cuenta con 2 escalones.

Fachadas

Las fachadas se encuentran ligeramente retranqueadas para evitar que se


alinearan con las construcciones vecinas, creando así un atrio de acceso;
el lado oriental de la construcción se inicia con una nave secundaria que
precede a una capilla, y hacia el oeste se abre la iglesia con dos hileras de
cuatro columnas torsionadas. Existe una exaltación del presbiterio mediante
la elevación de la estructura y el cambio en la luz.

Estructura
Como se ha descrito, la iglesia se conforma
de “hypars” que se unen y dan como
resultado este espacio dedicado a la
religión. Las formas geométricas se posan en
el solar por medio de columnas o postes que
llevan una cimentación a base de zapatas
aisladas, así como zapatas corridas en la
parte del contorno del edificio desde donde
se desplantan muros de ladrillo rojo
recocido. Los muros de ladrillo se utilizaron
para apoyar los hypars en sus lados para
conformar la losa de azotea.Durante el
proceso de construcción, un momento
importante que daría pie a la continuación
del proyecto sería la descimbra de la
estructura. Tal circunstancia significaría momentos cruciales en las obras de
Candela, ya que aquí es cuando la estructura de hormigón se acomoda, se
articula y apoya por si sola dejando que su peso se asiente. Así Candela
confirmaba en esta iglesia la validez de su propuesta geométrica.

Antonio Tonda trabajo en esta obra como colaborador estructural de


Candela. Este se refirió a que existen 21 modelos distintos de hypars que
conforman la nave principal, fue tal la presión ejercida por las filas de hypar
en la parte lateral en forma vertical
que en la unión de las dos filas se tuvo
que aplicar una capa de peso
muerto. A pesar de eso el efecto
sigue siendo de elevación, teniendo
siempre la sensación de ingravidez.
La geometría de dobles curvaturas
había invertido el sentido de las
fuerzas sin poner en peligro la
estabilidad del construido.
CAPILLA DE LAS CAPUCHINAS/LUIS BARRAGÁN/ 1953-1960

El proyecto de ampliación de la Capilla y Convento


de las Capuchinas Sacramentarias, inaugurada el
año 1960, es obra del renombrado arquitecto
mexicano Luis Barragán, quien no solo accedió a
hacer el trabajo gratis, sino que también a financiar
parte de su construcción. La ejecución de la obra se
extendió por 7 años, dentro de los cuales este
arquitecto iba definiendo paso a paso la inmensa
cantidad de detalles que la componen.

Es característico de este
proyecto el expresivo carácter tectónico de los
materiales, un sublime manejo de la luz y un
estudiado pero sencillo tratamiento del espacio.
Desde el momento en que se ingresa a la capilla,
los detalles, los colores y los juegos de luces y
sombras sorprenden a quien visite esta obra. El
primer espacio de recepción es un pequeño patio
semi hundido, con muros blancos, dentro de los
cuales uno es el que lleva la cruz monumental
empotrada. Una pileta, en cuyas aguas flotan
flores blancas, da escala humana al espacio, y a su derecha se encuentra
una celosía amarilla, que se refleja en
esta agua sobre la piedra negra. Esta
grilla amarilla es acompañada de una
pausada escalera que conduce a
una capilla secundaria.
En el otro extremo de la pileta, se
encuentra el acceso a la capilla
principal, junto a una pequeña
escalera de piedra. En este espacio se
destaca una banca larga y muy simple que pareciera flotar perpendicular
a la pared. En el interior del espacio se utilizó un vidrio de color rosado, que
ilumina el ambiente y le da una tonalidad de luz especial. Hacia un lado, se
encuentran las áreas privadas del convento, dispuesto sobre un terreno
alargado, y hacia el otro se ingresa lateralmente a la capilla.

La luz, que atraviesa unos vidrios amarillos ubicados en una trama en el coro,
inunda al espacio de un color acaramelado, y presenta una capilla austera,
con paredes de texturas toscas y de colores ocres intensos. Los pisos son de
madera y en el altar se destaca el trabajo escultórico de los rectángulos
dorados diseñados por Mathías Goeritz.
MUSEO FRIDAH KAHLO/ / INAUGURADO EN 1958

Ubicada en la calle de Londres 247, en uno de


los barrios más bellos y antiguos de la Ciudad
de México, la Casa Azul fue convertida en
museo en 1958, cuatro años después de la
muerte de la pintora. Hoy es uno de los museos
más concurridos en la capital mexicana:
mensualmente recibe cerca de 25 mil
visitantes, 45% de ellos extranjeros.

La llamada Casa Azul Museo Frida Kahlo es el lugar donde los objetos
personales revelan el universo íntimo de la artista latinoamericana más
reconocida a nivel mundial. En esta casona se encuentran algunas obras
importantes de la artista: Viva la Vida (1954), Frida y la
cesárea (1931),Retrato de mi padre Wilhem Kahlo (1952), entre otras
Conclusión.

El trabajo anterior se encuentra basado en la búsqueda de información en


diversos libros, las imágenes se buscaron en internet basándose de las que
se encontraban en los libros.

Se mencionaron diversas obras las cuales se encontraban ubicadas entre los


años 1920 y 1950 del movimiento moderno en México.

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