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Violencia en el lenguaje

Se habla mucho de violencia entre nosotros estos días. El mismo hablar contra la violencia parece
generar violencia. Uno de los aterradores poderes de la violencia es que está destinada,
precisamente, a la tarea de destruir la imaginación, tarea en la que es inmensamente eficaz. Una
primera y muy extendida forma de violencia que sufre la lengua, en la que todos prácticamente
participamos, es el prejuicio que la define exclusivamente como un medio de comunicación. Si se la
considera así, como lo hace nuestra sociedad, se la violenta en el sentido de que se olvida que el
lenguaje, en particular, el lenguaje poético, no es sólo el medio, sino también el fin de la
comunicación. Cuando se mediatiza al lenguaje, cuando se lo considera sólo una mediación para
otra mediación -porque la comunicación se pone al servicio. Por lo que es importante conocer el
cambio que está sufriendo el lenguaje y porque es que se está dando dicho fenómeno.

Muchas veces las personas olvidan de que el lenguaje es ante todo un placer, un placer
sagrado; es una forma de expresar amor y conocimiento. El placer es la señal certera de su
realización, el lenguaje es una de las manifestaciones más evidentes y universales del
principio del placer. El lenguaje no sólo transmite información, sirve para hacer otras muchas
cosas: consolar, animar, persuadir; también intimidar, amenazar, insultar... En cada
comunicación verbal que se logra se da una relación misteriosa y fecunda. Las relaciones
existentes entre las palabras son a la vez espejo y modelo de nuestras propias relaciones con
el universo. Este carácter peculiar del lenguaje es lo que garantiza su poder, un poder que
prevalece sobre todas las operaciones intelectuales. En este sentido, es necesario recordar a
Martí: "La lengua no es el caballo del pensamiento, sino su jinete". Es decir, en la lengua hay
algo anterior y superior, en cierto modo, al pensamiento mismo. El lenguaje está antes y
después de las personas pero también está, felizmente, entre las personas. Es el tejido
relacional del cual otros dependen: un tejido fuerte y subsistente, y tan necesario a nuestras
vidas como la nutrición.
“La identidad es una construcción interminable, del mismo modo que el lenguaje es una
operación interminable y está continuamente en perpetua renovación. Bien propio e
inalienable, el lenguaje es también un referente necesario para plasmar y sostener, no sólo
la individualidad propia, sino la del grupo.” Ivonne Bordelois. Las palabras componen al
lenguaje, por lo que son muy importantes, porque partiendo de estas se hacen los
compromisos, los discursos políticos, los textos, los juramentos, las promesas; por lo que el
lenguaje es un foco de iluminación que no llegamos a apreciar correctamente, porque existen
tantas palabras para poder expresarnos pero la verdad que es que las personas se conforman
solo con conocer un pequeño grupo de palabras, que las usan continuamente, en lugar de
enriquecer la manera de como hablan utilizando otras palabra, es decir no es el número de
palabras que se emplean sino el nivel al que se llevan las palabras que se ocupan, eso es lo
que hace la capacidad del lenguaje Este problema ha venido creciendo gracias a la falta de valores
dentro de la sociedad y dentro de las familias ya que es en esta en donde se empieza a generar el
problema, debido a que dentro de estas se utiliza un lenguaje con violencia de forma común y en
algunos casos el uso de este lenguaje no es mal visto, al tal grado que niños y niñas utilizan por igual
un lenguaje violento.
El lenguaje se ha convertido en realidad corpórea con fuerza propia e intencionalidad agresiva. Ha
despojado a la palabra de su intimidad semántica para convertirla en una fórmula fija, vacía
transportando agresividad. Pero es el uso que le dan las personas al lenguaje lo que lo hace violento,
más no es que el lenguaje sea violento por sí solo, así que las personas se deben de dar cuenta del
uso que le dan a este y también es importante dar se cuenta de cómo es que el individuo se expresa,
de la misma forma ponerle un alto a este problema ya que son las personas la que lo generan y de
la misma forma se puede poner un alto a este problema y evitar que este se siga acrecentando.

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