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Unidad didáctica 2
La entrevista diagnóstica a los padres y adultos significativos
Competencia/s
Objetivos específicos
Atendiendo a lo anterior, en este primer momento de la entrevista, además de recibir a los padres,
acompañarlos al despacho e invitarlos a tomar asiento, los objetivos que tiene que marcarse el profesional
son:
Promover un primer contacto que permita a los padres situarse en el escenario de la consulta.
Explicar a los padres cómo trabaja un psicólogo de orientación cognitivo-conductual; es decir, qué
harán en esa sesión y que se hará en las siguientes hasta conocer qué le pasa a su hijo y cuál es el tipo
de intervención que más le conviene.
Asegurarse de que se sientan cómodos y mostrarse cómodo con ellos.
Una vez comprobados los datos (nombre del niño, edad, hermanos, dirección, teléfonos...), el profesional
se ha ocupado de exponer el contenido que debe ocupar estos primeros minutos. Para comenzar, y así
continuar potenciando la tranquilidad y confianza de los padres, les ha dejado claro que todo lo que se
hable durante esa sesión y las siguientes es totalmente confidencial, les ha descrito qué harán durante esa
sesión y cuáles serán los pasos que se seguirán, a partir de ese momento y hasta conocer qué le pasa a su
hijo y cómo se le puede ayudar.
Asimismo, el Artículo 41.º indica lo siguiente: “Cuando la evaluación o intervención psicológica se produce
a petición del propio sujeto de quien el/la Psicólogo/a obtiene información, ésta sólo puede comunicarse a
terceras personas, con expresa autorización previa del interesado y dentro de los límites de esta
autorización.”
El profesional ha acompañado esta explicación, con miradas dirigidas a ambos padres, con gestos y un tono
de voz que denotan seguridad. A la vez, se ha mostrado atento a las expresiones de los padres para
asegurarse de que comprenden lo que explica y mostrarse receptivo a las posibles dudas que puedan
surgirles después de esta explicación. Hasta este momento, el profesional ha creado las condiciones
emocionales que van a permitir a los padres avanzar en las respuestas a sus preguntas de forma tranquila
y confiada. Ahora ya puede preguntarles respecto al motivo que les ha llevado a su consulta.
El diálogo siguiente reproduce algunas de las preguntas que se pueden utilizar para comenzar a concretar
las dificultades que motivan la consulta de los padres. Son preguntas abiertas que permiten a los padres
situarse en su punto de partida y, a partir de ahí exponer, sin tensión, lo que les preocupa y su vivencia al
respecto.
2.3. Habilidades de contenido y estilo diagnóstica durante la
entrevista
Una vez los padres ya han expuesto al profesional las inquietudes que han motivado su consulta, este debe
continuar con la entrevista diagnóstica, marcándose como objetivos:
Las habilidades de contenido y estilo que nos van a permitir alcanzar los objetivos descritos son:
En el apartado Historia del problema de la entrevista diagnóstica se recoge aquella información que
permite al profesional delimitar el problema motivo de consulta (frecuencia, intensidad, duración,
precipitantes y circunstancias en las que ocurre, consecuencias, actitudes ante el problema...), conocer cuál
es el impacto de la sintomatología actual en la vida cotidiana del niño y obtener una primera impresión
respecto a qué le pasa a ese niño/adolescente, por qué le pasa y cuánto hay que preocuparse.
Los criterios y aspectos a tener en cuenta para poder diferenciar lo normal de lo psicopatológico,
constituirán el guión en torno al cual indagaremos, en este punto de la entrevista diagnóstica, sobre la
presencia o no de una posible psicopatología.
En concreto, las áreas más significativas respecto a las cuales el profesional debe preguntar y profundizar en
este punto de la entrevista aparecen en la siguiente tabla:
Características de la conducta problema: qué pasa antes, qué pasa durante y qué pasa después.
Frecuencia, intensidad y duración de los síntomas, en el momento en el que aparecen, y evolución
de los mismos a lo largo del tiempo (duración, épocas de mejora/empeoramiento y factores
asociados).
Contextualización del problema (casa, escuela, otros entornos...).
Estrategias de afrontamiento ante el problema por parte de la familia, la escuela y el paciente,
incluidos tratamientos anteriores y la respuesta del paciente a los mismos.
Consecuencias del problema para el paciente en los diferentes entornos (familia, escuela y otros).
Atribuciones (explicaciones) que la familia, la escuela y propio paciente realizan sobre el
problema.
Acontecimientos vitales estresantes que pudieran explicar la aparición/mantenimiento del
problema motivo de consulta.
Causas orgánicas (enfermedades, consumo de tóxicos y/o fármacos, antecedentes familiares,
temperamento, etc.).
El profesional finalizará este punto recogiendo información sobre las expectativas que los padres tienen en
el proceso iniciado. A través de las respuestas a estas preguntas el psicólogo podrá corroborar el nivel de
comprensión de los padres respecto a lo que es la psicología y el proceso de evaluación e intervención
psicológico.
2.3.2. Historia personal y familiar
Las áreas más significativas respecto a las cuales el profesional debe preguntar y profundizar en este
punto de la entrevista aparecen en la siguiente tabla:
Historia familiar
Desarrollo psicológico (habla y lenguaje; visión y audición; talla y peso; motricidad, esfínteres,
alimentación, sueño, sexualidad, hábitos de autonomía...).
Desarrollo socio-emocional (regulación del afecto y las emociones).
Historial médico y de salud.
Durante la primera fase del proceso de escucha activa el profesional se predispone mental y físicamente
para prestar la atención necesaria durante la entrevista a su interlocutor. El dominio de los objetivos y
contenidos que se abordarán durante la entrevista le permitirán la confianza y la tranquilidad suficientes
para centrarse en el paciente y mostrarse lo más receptivo posible a lo que dice y a cómo lo dice. La
postura corporal y la mirada son los gestos que van a permitir al profesional de la psicología demostrar a
su interlocutor su interés por escucharle. Es por este motivo que, tanto al inicio como durante la entrevista,
conviene adoptar una posición corporal adelantada, con el tronco ligeramente avanzado hacia delante y
una mirada que interactúe con la de la persona que nos habla.
Una vez el paciente, el padre y/o la madre, inicia su exposición, es necesario que el profesional utilice una
serie de técnicas con el objetivo de estimularles a continuar explicando y demostrarles que les está
prestando atención, que le interesa lo que le dicen y que entiende lo que le explican. Los gestos de
escucha activa le permitirán promover estos objetivos durante la entrevista.
GESTOS DE ESCUCHA ACTIVA
Las preguntas también permitirán al terapeuta evidenciar que se está prestando atención, que le interesa
lo que le dicen y que entiende lo que le explican. Es por ello que debemos saber cuándo y cómo utilizarlas.
Preguntas abiertas
Las preguntas abiertas ofrecen al paciente la Deben formularse de forma clara y de una
oportunidad de hablar desde su propio marco en una.
de referencia, por ello podemos utilizarlas Deben evitar los juicios de valor y
durante todo el proceso de la entrevista suposiciones.
pero, especialmente, al inicio de la Deben evitar interrumpir el flujo de la
exploración de un nuevo apartado. información o el orden de ideas del paciente.
Preguntas cerradas
Este tipo de preguntas son apropiadas Deben formularse de forma clara y de una
cuando el entrevistador desea saber algo en una.
específico o cuando el paciente presenta Deben evitar tanto en su formulación como
resistencia a contestar o a hablar de un en su tono ser sugerentes.
determinado tema.
Conforme va avanzando el proceso de recogida de información y los padres se van sintiendo más cómodos
en su rol de informadores, conviene que el profesional muestre una actitud directiva que le permita seguir
marcando el ritmo de la entrevista. Es importante no dejarse llevar por los estados emocionales del
paciente, ni por las informaciones poco relevantes, para conseguir obtener la información necesaria en el
tiempo destinado a ello.
Resumen, parafraseo y silencios
Además de las técnicas ya descritas, a continuación se describen otras que, en este momento de la
entrevista, van a permitir al profesional promover la atención y la concentración en el paciente y, así,
dirigir su discurso hacia los temas sobre los que le interesa recoger información.
RESUMEN
EL SILENCIO
Otros aspectos que conviene tener en cuenta durante la recogida de información con los padres son:
La conveniencia de utilizar el nombre del paciente para captar la atención del mismo y personalizar la
entrevista.
La conveniencia de utilizar expresiones comprensibles para los padres y acompañar los tecnicismos
con descripciones de los mismos y/o ejemplos en los que los padres puedan ver a su hijo reflejado.
La conveniencia de adaptar nuestro tono de voz y la rapidez al hablar con el estado emocional del
paciente.
A continuación, les entregaremos los cuestionarios que tanto el padre como la madre tienen que contestar
por separado, o bien en el despacho del profesional, una vez finalizada la entrevista, o bien en casa. Les
explicaremos por qué los hemos seleccionado y cómo deben contestarlos.
Para finalizar, les recordaremos qué haremos en la próxima sesión, les ofreceremos la oportunidad de
plantearnos dudas a las que responderemos de forma clara y les acompañaremos hasta la puerta para
despedirles con un tono positivo.
Una vez finalizada la entrevista conviene que el profesional dedique unos minutos a registrar su
percepción sobre los padres y el desarrollo de la entrevista (nivel sociocultural, grado de angustia o
ansiedad, grado de acuerdo entre ellos...), así como las primeras impresiones en torno a la causa de los
síntomas motivo de consulta o el posible diagnóstico.
Una vez el experto dispone de la información recogida a través de la entrevista con los padres, debe valorar
la conveniencia de ampliarla o concretarla a través de otras personas significativas en la vida del niño,
como su tutor/a, su cuidador/a, familiares y/u otros adultos de referencia.
Con cualquiera de estas otras fuentes de información, las explicaciones y las habilidades de estilo que se
utilizarán serán exactamente las mismas que con los padres, variarán, eso sí, los temas respecto a los que
profundizar con ellas. Estos se centrarán, sobre todo, en la conducta problema o dificultades del
niño/adolescente.
Máster en Psicología Clínica Infantojuvenil