La Configuración del Lamento y Lemarchand - El

Legado Infernal de Hellraiser

Siempre he sido un fan de la literatura del autor británico Clive Barker . Las cosas que escribe
producen generalmente cierto malestar y se imprimen en nuestra memoria por mucho tiempo.
Sus cuentos (sobre todo los de la serie Libros de Sangre ), novelas (como El Juego de Las
Maldiciones y Sacramento ) y sagas (las largas Trama de Maldad y Galilea ) le lanzaron
como uno de los máximos exponentes del género de terror en la actualidad.

Barker tiene un estilo muy diferente de Lovecraft . Su horror es más visceral, más crudo y
sorprendente, sobre todo en las descripciones detalladas. Sus historias incluyen monstruosidades
antiguas e indescriptibles, pero se da la misma atención a las manifestaciones sobrenaturales
tradicionales, como fantasmas, espíritus y apariciones. Sus villanos son impulsados por pasiones
reales, las mismas que impelen a sus héroes llenos de defectos y fallas de carácter .Mientras
Lovecraft trata un horror cósmico que trasciende la tierra y la humanidad misma, Barker se centra
en poner al hombre en el centro de una red de terror que le rodea y asfixia. El sexo, el sufrimiento
y el gozo son comunes en sus narraciones, y a menudo, estas cualidades se mezclan.

El horror contemporáneo de Barker habita en casas antiguas, barrios de clase media y grandes
centros urbanos industriales . Y cuando su horror se presenta lo hace en forma ruidosa y
sangrienta.

De sus creaciones, tal vez la más conocido sea "The Hellbound Heart", no por la novela en si,
sino por la saga de películas conocidas como Hellraiser inspirada por ella. No todas las películas de
la saga Hellraiser son buenas, de hecho, la serie se hundió hace tiempo, pero algunas escenas son
aún bastante llamativas y las primeras dos películas merecen ser vistas por los amantes del terror.
 Parte indeleble del universo
Hellraiser, la Configuración
del Lamento es una especie de
caja portal a otras
dimensiones. El tipo de
artefacto oculto
extremadamente peligroso que
fascina y atrae a la gente con
ganas de descubrir sus
secretos. La caja, como en la
mayoría de las películas de
Barker, lleva a acontecimientos
inesperados.

Yo era algo reacio a escribir un

post sobre Clive Barker. En
relación con el RPG, Cthulhu no
sería mi primera opción para
reflejar el terror de Barker;
KULT (un legendario RPG
sueco bastante duro) parece
más apropiado. Fear Itself,
de Pelgrane es también una
buena opción para este enfoque.

Mientras tanto, el Malleus Monstrorum , un libro de La Llamada de Cthulhu, utiliza

los cenobitas (demonios dimensionales contactados por la Caja) como un ejemplo de nuevas
criaturas para La Llamada de Cthulhu. Yo mismo puse un cubo en nuestro rol en vivo y escribí
una aventura con el artefacto y los cenobitas con el sugerente título " No Pain, No Gain ".

En consecuencia, descaradamente, lo que sigue es una versión de la mitología Hellraiser adaptada

al universo de Cthulhu . Vamos a empezar con ...

LA CONFIGURACIÓN DEL LAMENTO

…Se trataba solo de un objeto brillante con forma de cubo, pero de alguna manera la fascinaba
y atraía su mirada.

Julia hizo una tentativa de acercarse , pero Frank fue más rápido: " no la toques" y la contuvo
apartándola de su mano y tirando con fuerza para alejarla de su alcance.

"¿Qué es lo que haces?" -preguntó Julia aun fascinada por el brillo del objeto, sus detalles y
adornos intrincados la atraían de manera que ella no podía apartar los ojos de él.

"... Abre las puertas a otros lugares, otras experiencias." . Fue todo lo que acertó a decir, tan
sencillas y tan ciertas eran sus palabras

The Hellbound Heart - Clive Barker

Historia

La Configuración del Lamento fue supuestamente construida por el arquitecto y artesano

francés Phillip Lemarchand a mediados de 1749. También conocida como Configuración de
Lemarchand, Caja Milagrosa, Caja de Pandora y Artefacto Lemarchand, el objeto es muy conocido
en los círculos de estudio de lo oculto.

Consta de cinco partes distintas, que se ajustan perfectamente a través de engranajes internos y un
complejo mecanismo similar a la precisión de un reloj suizo. Cada pieza se construye
individualmente en bronce y se cubre con laca negra, su superficie interior es pulida como un
espejo. A continuación se añaden detalles de latón dorado en los bordes exteriores con floreos y
arabescos tallados a mano.

El cubo es en realidad un
rompecabezas increíblemente
intrincado. Sus extremos pueden
deslizarse suavemente
transformando los diseños de la
superficie en cientos de diferentes
configuraciones. La característica
más impresionante del cubo es que
puede ser utilizado para abrir
portales a otras realidades. En el
caso de la Configuración del
Lamento, abre una puerta a una
realidad que muchos consideran
como el mismo infierno. Existe la
creencia de que también puede
abrir un pasaje al paraíso, pero de
acuerdo con un pasaje bíblico
" Hay 999 puertas al infierno y
solo una que lleva al reino de los
cielos . "

Manipular la caja requiere un conocimiento extremo de enigmas y funcionamiento de

puzzles. Comprender el funcionamiento del mecanismo interno requiere concentración extrema y
muchos ocultistas dedican años a investigar antiguos tomos en busca de la forma correcta de
manipular el cubo. Algunos libros, como el extremadamente raro " Caenobium " explican detalles
acerca de ese proceso, pero lo que es necesario nadie lo sabe a ciencia cierta. Por si acaso, los más
cautos, evitan siquiera tocar el cubo. Se debe tener precaución, ya que cada movimiento de las
extremidades puede cambiar los diseños en la cara del dispositivo y provocar una reacción no
deseada.

La Configuración está estrechamente ligada a criaturas conocidas como cenobitas, siervos

demoníacos de Leviatán, Señor del Laberinto. Estas entidades oscuras habitan otra realidad y se
alimentan de las sensaciones, sobre todo el dolor y el sufrimiento impuesto a los demás. Ellos
mismos no conocen las emociones o sentimientos salvo el éxtasis experimentado por el
flagelamiento. Para muchos, la dimensión de los cenobitas es el infierno y cualquier persona
atrapada experimenta el suyo propio.

Los Cenobitas se manifiestan en nuestra realidad a través de los portales dimensionales. Su

propósito es llevar a la persona a su dimensión y someterlo a brutales instrumentos de tortura que
ejercen con habilidad. El horrible ritual tiene la intención de someter a la persona a una tortura
extrema que trascienda la definición de dolor en un éxtasis penetrante. Cuál es el propósito de este
martirio no se sabe, pero algunos especulan que el sufrimiento físico nutre el Leviatán, la fuerza
responsable de la existencia del infierno

Acerca de Phillip Lemarchand

Phillip Lemarchand vivió en la Francia prerrevolucionaria. Fue un arquitecto, artesano y diseñador

póstumamente nombrado como uno de los más prolíficos, aunque no está confirmado, asesinos de
su tiempo.

Lemarchand se dio a conocer primero por la

construcción de intrincadas cajas de música que
rápidamente se convirtieron en una moda en
Francia. Las cajas, conocidas como Piezas
Lemarchand, eran verdaderas obras de arte con
características, melodías y diseños únicos. Más tarde,
en 1749, el artesano comenzó a diseñar nuevas piezas
en forma de caja. Cubos, llamados Configuraciones,
artefactos delicados que se habían creado con gran
talento. Encontraron un público selecto entre los
nobles y burgueses ávidos de novedades.

En el apogeo de su carrera, Lemarchand fue uno de

los más prestigiosos artesanos de Francia y fue
contratado para construir las piezas que le dieron
fama y fortuna. Se dijo que habría trabajado para los
reyes de Francia en la creación de joyas únicas.
Alrededor de 1755, París fue plagada por
escandalosas e inexplicables desapariciones , que a
menudo envolvían a individuos ilustres, muchos de
los cuales, eran clientes de Lemarchand que habían
comprado sus piezas exclusivas.

Las sospechas cayeron sobre el artista, sobre todo después de la misteriosa desaparición de su
aprendiz, el hijo de un distinguido orfebre. Lemarchand fue acusado y encarcelado por las
autoridades, que le interrogaron. Los detalles de la investigación iniciada contra Lemarchand
desaparecieron durante el caos que siguió a la Revolución, pero se sabe que llegó a ser juzgado.

A pesar de una supuesta condena, Lemarchand logró escapar y según rumores se asentó en
España en torno a 1782. En 1797, cruzó el Canal de la Mancha refugiándose en Londres. En 1811,
finalmente, regresó a París, donde desapareció como tantas de sus presuntas víctimas.

Leyenda

El nombre Lemarchand se asocia con la muerte y el misterio. Las atrocidades atribuidas a

Lemarchand lo convierten en uno de los personajes más infames de la historia de Francia,
rivalizando con Gilles de Rais , este si un genocida comprobado. Curiosamente nunca fueron
presentadas pruebas contundentes que le uniesen a cualquier desaparición o asesinato. El vínculo
que tuvo con una gran cantidad de personas que simplemente desaparecieron sin dejar rastro lo
colocó como el principal sospechoso.
Las leyendas mencionan que el artesano disolvia los cuerpos de sus víctimas en barriles de ácido
en su estudio o que los quemaba en una gran hoguera . Para ayudarle en esta tarea sórdida
contaría con la ayuda de cómplices, criados, demonios y duendes que le servían fielmente. Las
conjeturas variaban ampliamente en el tiempo en el que Lemarchand que fue juzgado.

Su juicio fue un aconteciniento, pero a pesar de su notoriedad, poco en concreto se sabe sobre el
hombre. Casi toda la información existente se basa en rumores y especulaciones. La mayoría de sus
construcciones arquitectónicas (se supone que al menos 15 eran de París) fueron destruidas
durante la remodelación de la ciudad o posteriormente en la Segunda Guerra Mundial. Hay pocos
registros que documenten eventos en su vida privada, ni siquiera se sabe con seguridad si estaba
casado o tenía herederos. Igualmente sobre sus más famosas obras de arte, los datos son escasos y
dan poca información.

Era conocido que nació a mediados de 1717, estudió en la Académie Royale de pinture et
Escultura en París en las primeras décadas del siglo XVIII, fue un masón, y se trasladó a España
y luego a Inglaterra con el fin de deshacerse del estigma al asociarse sus obras con misteriosas
desapariciones. Es sabido que estaba interesado en temas esotéricos y era un entusiasta de lo
oculto. Los rumores en el momento del juicio insinuaban que tenía un pacto con el diablo y Lucifer
mismo le habría concedido su talento natural.

Sería esta última información sobre Phillip Lemarchand la razón de su infamia. ¿Fue su interés en
asuntos sobrenaturales el que provocó su fama como hombre dado a conductas extrañas y posible
asesino? El hecho es que las pocas notas sobre Lemarchand siempre vienen acompañadas de
comentarios condenatorios. Habría matado a un siervo que falló una tarea, habría castigado a una
mujer joven que no le dio sus encantos, habría asesinado a los comerciantes que se negaron a
negociar con él...

Pero ninguna de estas hazañas fue nunca probada. La mayoría de los datos sobre el artista se
perdieron cuando huyó de Francia después de su juicio. Su hogar y sus pertenencias fueron
destruidas y saqueadas por la población parisina. La mayoría de los registros de su vida también
terminaron destruidos por orden de nobles que temían ver sus nombres asociados a un posible
asesino.

El nombre de Lemarchand acabó pasando a la historia por sus presuntos actos de infamia, sin
embargo, después de la Revolución Francesa y los años del Terror, el impacto de estos rumores
palidecían ante atrocidades cotidianas muy reales.

El legado Lemarchand

se cree que el artesano construyó más de 270 cubos antes de desaparecer. Estas piezas cambiaban
de manos rápidamente, y aun hoy los coleccionistas las buscan ávidamente.
Lemarchand tenía la
venerable edad de 94 años
cuando regresó a París y se
alojó en L'Hotel D'Arnais,
en el Barrio Latino, un
edificio cuya planta él mismo
diseñó. Él nunca salió de su
habitación, recibía la comida
en la puerta y no se apartó de
la habitación en la que
permaneció tres
meses. Cuando el director del
hotel, finalmente, entró en la
habitación después de días
sin noticias de él, sólo
encontró unos pocos
muebles, y una de las
Configuraciones depositada en un charco de sangre. Tal vez fue un final apropiado, junto con el
misterio de los desaparecidos.

El nombre de Lemarchand sigue siendo citado por los entusiastas por su brillante labor como
artesano y arquitecto. Algunos edificios diseñados por él se mantienen en pie en el casco antiguo y
una lucha para reconocer el valor arquitectónico histórico de sus obras está en curso.

Lemarchand, con todo, será recordado por sus Configuraciones. Ocultistas reconocidos
como Austin Osman Spare , Eliaphas Levi , AE Waite y Aleister Crowley mencionaron en
algún momento de sus obras los cubos creados por Lemarchand como poderosos artefactos
dotados de poderes ocultos.

Muchas figuras de la historia han tenido contacto con las Configuraciones. Voltaire fue visto con
una de las piezas, así como Benjamin Franklin , que en su visita a París compró un cubo que
trató de llevar a América. Francis Dashwood , fundador del famoso club del fuego del
infierno, habría adquirido un cubo que fue usado en rituales en las catacumbas de
Edimburgo. El conde de St. Germain por un corto período de tiempo tuvo una configuración
que habría regalado a Catalina de Rusia justo antes de que asumiera el poder. El zar Nicolás
II habría comprado esa misma pieza justo antes de la revolución bolchevique, y Stalin fue su
último propietario. El director de cine Cecil B. DeMille se jactó de tener un cubo en su colección,
así como el dueño de Standard Oil, Nelson Rockefeller , quien donó su obra para el Museo
Smithsonian . El arquitecto del nazismo Albert Speer recorrió París en busca de piezas de
Lemarchand y después de la Segunda Guerra Mundial los rumores acerca de piezas apareciendo y
desapareciendo han circulado sin fin.

El interés de los coleccionistas de todo el mundo sigue siendo grande en relación con las piezas
únicas de Lemarchand .Tal vez, el interés suscitado por ellas está solo por debajo de las piezas del
diseñador Fabergé. Para hacerse una idea, una configuración construida en 1764 fue vendida en
una subasta en Tailandia que se celebró en 1998. El objeto fue adquirido por un coleccionista cuya
identidad no fue revelada por la cantidad de dos millones y medio de dólares.