Hola.

Yo soy Blackie, el gato negro, un gato solitario al que le gusta andar

solito. Bueno, no siempre. Como muchos gatos, me gusta sentirme
libre y tener aventuras.

¿Te gustaría saber un poco más de mí?

Te cuento: mamá, papá y Panchito viven conmigo.

Ellos me llamaron “Blackie”. No es un nombre muy original,
pero así me pusieron, Blackie.
Cuando Panchito era pequeño me tenía un poco de miedo.
Un poquito nada más, porque yo también era muy chiquito.
Él fue quien me regaló un plato especial para tomar mi leche.
Todavía tengo el plato, que dice Blackie, y todavía me gusta
la leche. ¿A ti también te gusta la leche?

Otra cosa que me encanta comer es hígado.

Pero ¿sabes qué me gusta más? Pues las aceitunas.
¿Te gustan a ti?

Un día, papá llegó a la casa con un regalo. Creí que era para mí,
pero no, era para mamá. Se trataba de un tazón de madera de olivo.
Ella lo llama ensaladera y lo usa para poner las ensaladas.
Siempre huele a aceitunas y aceitunas y aceitunas. ¡Ahhhhhhh!

Cada vez que puedo me acurruco en la ensaladera...

Incluso he tratado de dormir ahí. Sin la ensalada,
por supuesto. Después huelo a aceitunas y trato
de no “lavarme” por días y días.
Por las noches, cuando mi familia duerme y estoy
solito, sin mis amigos, yo cuido de la casa.

Cuando Panchito está dormido, yo entro a su cuarto

para ver si todo está bien. Voy a contarte algo,
pero no lo repitas: nadie sabe que he aprendido
a abrir puertas. Ese es uno de mis secretos.

Una vez me encontré con papá mientras daba mis vueltas

recorriendo la casa. Él, cuando me vio abriendo la puerta del cuarto
de Panchito, me guiñó su ojo izquierdo y me dijo:
”Bien hecho, Blackie”.

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Recuerdo que cuando todavía era chiquito,
Panchito me regaló una linda canasta,
especial para dormir.
Todavía la tengo.
De vez en cuando duermo en ella.

Pero, para decirte la verdad, si veo que todo

está tranquilo en mi casa,
me paseo por los techos.

Me encanta andar solito viendo lo que ocurre

por el vecindario.
Miro las casas de los otros gatos para enterarme
de lo que está pasando allí.
Y, ¿sabes? Me he dado cuenta de que mi casa
es la mejor de todas.

Mi familia cree que duermo toda la noche

en mi querida canasta.
Pero es recién muy temprano en las mañanas
cuando me deslizo dentro de ella y me duermo.

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A veces me canso de estar solo y voy a visitar a mis amigos
gatos. Cuando estamos juntos nos gusta hacer cosas peligrosas.
Apostamos a quién puede saltar de los sitios más altos.
¿Sabes que nosotros siempre caemos parados en nuestras
cuatro patas?
Es un truco que tenemos.
Podemos dar vueltas en el aire, pero siempre caemos
de pie. No nos asustamos de nada. Además, sabemos
que tenemos siete vidas.

Nos encanta saltar de un techo a otro. A veces peleamos

un poco, pero después nos amistamos. También jugamos
a las escondidas. Incluso hacemos conciertos juntos.
Parece que a la gente le gusta porque nos tiran regalos,
como zapatos viejos, botellas de plástico
y esa clase de cosas.

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