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TEMA:
PRINCIPIOS GENERALES DEL RÉGIMEN
ECONÓMICO CONSTITUCIONAL
CICLO : VIII
TURNO : NOCHE
PUCALLPA-PERÚ
2018
ÍNDICE
I. INTRODUCCIÓN……………………………………………………………. 2
II. DESARROLLO DEL TEMA………………………………………………. 3
2.1. ANTECEDENTES: EVOLUCIÓN DE LOS SISTEMAS
POLÍTICOS……………………………………………………………………... 3
2.2. EN MATERIA ECONÓMICA………………………………………….. 4
2.3. PRINCIPIOS GENERALES DEL RÉGIMEN ECONÓMICO DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERÚ……………………………………. 8
III. DOCTRINAS……………………………………………………………. 21
3.1. GALBRAITH 1997, p. 98……………………………………………… 21
3.2. COSSIO DIAZ 1997, p. 229…………………………………………... 22
3.3. ERNESTO BLUME FORTINI, PROFESOR DE DERECHO
CONSTITUCIONAL UNIVERSIDAD DE LIMA. (2008)……………………. 24
IV. JURISPRUDENCIA……………………………………………………. 26
V. ANÁLISIS Y CRITICA…………………………………………………. 34
VI. BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………… 35
1
I. INTRODUCCIÓN
La orientación pragmática de las políticas económicas que predominan en
nuestros tiempos, ha conducido cierta forma, a generar inestabilidad en
materia económica, con lo cual evidentemente no hay necesidad de explicar
que sin principios un país se conduce a la deriva.
De ahí que resulta necesario comprender la trascendencia de los principios
generales del régimen económico de la Constitución Política del Perú, los
cuales constituyen criterios fundamentales que orientan e informan el
modelo económico del país. Siendo así, estos principios son: iniciativa
privada libre, libertad de trabajo, libertad de empresa, comercio e industria,
pluralismo económico, subsidiariedad del Estado, libre competencia, libertad
de contratar, igualdad jurídica de la inversión, libre tenencia y disposición de
moneda extranjera y defensa de los consumidores y usuarios.
No obstante, lo anterior, nuestro régimen es el de una Economía Social de
Mercado, dentro del cual la regla es la iniciativa privada libre y la excepción
la intervención del poder estatal. En efecto, la libre iniciativa privada implica
que toda persona natural o jurídica, tiene el derecho de iniciar y
posteriormente desarrollar, con autonomía plena, la actividad que prefiera
dentro de los límites que establece la ley, la cual sólo puede conservarse si
los gobiernos de turno se encuentran limitados en el ejercicio coactivo del
poder por principios generales a los que la Constitución ha sometido,
principios que constituyen los criterios informadores y orientadores del
modelo económico.
Dentro de este contexto, el objetivo del estudio consiste en explicarlas
normas constitucionales principio que han orientado en gran medida la
estabilidad y el crecimiento económico sostenido en el Perú durante las dos
últimas décadas.
2
II. DESARROLLO DEL TEMA
2.1. ANTECEDENTES: EVOLUCIÓN DE LOS SISTEMAS POLÍTICOS
Los sistemas políticos están conformados por los actores en el juego
político (fundamentalmente los partidos políticos, el Congreso de la
República y la sociedad civil) y los procesos de decisión que
interactúan dentro de un contexto histórico y cultural.
Es así que para Jesús Huerta se constata cómo el inicial movimiento
revolucionario (utópico y erróneo) de los liberales clásicos contra el
antiguo régimen cae en el pragmatismo de aceptar el Estado y abre
las puertas a los totalitarismos socialistas (comunismo y fascismo-
nazismo). La caída del socialismo real da entrada a la
socialdemocracia que hoy impera por doquier. La segunda etapa, aún
pendiente, de la fracasada revolución liberal consiste precisamente en
la evolución hacia el anarcocapitalismo. Una de las consecuencias del
fracaso de la revolución liberal fue la aparición del comunismo
libertario, unánimemente denostado y perseguido por el resto de
sistemas políticos (y en especial por los más de “izquierdas”)
precisamente por su carácter antiestatista.
A modo de sistematización, se representan en el siguiente
diagramalos diferentes sistemas políticos y la evolución natural de
unos a otros clasificados en función de su carácter más o menos
estatista y más o menos respetuoso con la propiedad privada.
Sistemas políticos
3
De los sistemas políticos que se observan en el diagrama anterior, los
liberales y los socialistas son los que de una u otra manera,
mantienen vigencia en la actualidad.
Siendo así, los liberales son partidarios de un Estado mínimo y se
encuentran a favor de la propiedad privada, Por lo que defienden la
primacía del individuo frente al Estado y la supresión de las trabas a la
actividad económica. Ellas sostienen también que los fenómenos
económicos están regidos por leyes naturales semejantes a las que
rigen el mundo físico y que el hombre no puede cambiar sino limitarse
a descubrirlas y acatarlas; que dichas leyes no son contrarias a la
libertad humana, pues son la expresión de las relaciones sociales y
tienden a establecer libremente la armonía entre los intereses
individuales, dando lugar al establecimiento de un orden natural. Por
último, defienden que el Estado no debe entorpecer el libre curso de
las leyes, pues debe limitarse simplemente a dejar libertad de acción,
interviniendo lo menos posible de acuerdo con el lema fisiocrático
“dejar hacer, dejar pasar”.
En cambio, los socialistas son más estatistas y defienden la abolición
de la propiedad privada o socialización de los medios de producción
para alcanzar una sociedad más justa, libre y solidaria.
Se caracterizan por la planificación centralizada de todas las
actividades económicas, el monopolio estatal del comercio exterior, el
control de cambios y la inexistencia de libertad económica. Ahora
bien, para Hayek la igualdad ante la ley conduce a la exigencia de
que todos los hombres tengan también la misma participación en la
confección de las leyes (…). A la democracia se opone el gobierno
autoritario; al liberalismo se opone el totalitarismo. Ninguno de los dos
sistemas excluye necesariamente al opuesto. Una democracia puede
muy bien esgrimir poderes totalitarios, y es concebible que un
gobierno autoritario actúe sobre la base de principios liberales.
4
por una persona o un grupo de personas a lo largo de la historia y que
sirven de fundamento a la teoría económica. En general, las doctrinas
económicas sirven de base para sustentar el modelo económico que
adopta un país.
Materia económica
5
campesinos, terratenientes, artesanos, comerciantes y el estado. Los
fisiócratas se opusieron a los controles gubernamentales.
6
economías están sujetas a grandes fluctuaciones que se deben, al
menos en parte, a los vuelcos entre optimismo y pesimismo que
afectan a los niveles globales de inversión de las empresas. Para
Keynes un vuelco hacia el pesimismo en la comunidad empresarial
induce a una abrupta caída en la inversión que, a su vez, puede
provocar un descenso global en la producción y un aumento en el
desempleo.
7
necesitan hacer dos cosas: 1) conseguir que el crédito fluya de nuevo
y 2) estimular el gasto.
9
participación del sector privado. Siendo así, la iniciativa privada
no puede ser obstaculizada dentro de la actividad económica,
siempre que actúe dentro del marco que establece el Derecho
y sea ejercida en una economía social de mercado.
10
ejercicio de estas libertades no debe ser lesivo a la moral, ni a
la salud, ni a la seguridad pública (artículo 59).
11
a los sectores que sufran cualquier desigualdad, sin considerar
limitación alguna.
12
las formas de organización económica del Estado, entre las
cuales destacan la comunitaria, la estatal, la privada y la
cooperativa.
13
de tipo de cambio fijo). La moneda extranjera es necesaria para
el comercio, ya que no existe una moneda única que sea
aceptada por todos los países.
14
sin perjuicio de las excepciones que por motivos justificados
establezca la ley, la que deberá ser, asimismo, de quórum
calificado.
15
es, productores y consumidores concurren al mercado en
igualdad de condiciones, de tal manera que los más eficientes
tienen la posibilidad de hacer mejores negocios. En definitiva,
la competencia disciplina a las empresas y protege a los
consumidores. A mayor competencia mayor bienestar.
16
las partes prever las diversas contingencias que podrían
afectar el cumplimiento.
17
contrato, no es una categoría normativa, una fuente formal del
derecho constitucional, como cualquiera de las enunciadas en
el inciso 4 del artículo 200 de la Constitución.
18
comercio exterior sin prohibiciones ni restricciones para-
arancelarias de ningún tipo, quedando, por lo tanto, sin efecto
las res, registros de importación, registros de cualquier
naturaleza y condicionamientos previos de cualquier naturaleza
que afecten la importación o exportación de bienes (artículo
12).
19
2.3.13. DEFENSA DE LOS CONSUMIDORES Y USUARIOS
20
III. DOCTRINAS
3.1. GALBRAITH 1997, p. 98.
En los tiempos presentes adquiere vigencia el pensamiento del
economista GALBRAITH, quien señalo cuatro factores que obligan a
la intervención y regulación pública, las mismas que viene a ser:
La protección del medio ambiente
La protección de los más vulnerables de los empleados por al
aparato productivo contra los efectos adversos de la maquina
económica.
La propensión de la economía a producir o vender bienes y
servicios deficientes o materialmente perjudiciales.
Las tendencias al interior del sistema económico que son
autodestructivas para su eficaz funcionamiento.
Así, en el derecho administrativo económico hay una variedad muy
diversa de formas de intervención del Estado en la economía: el
orden público económico es un título que legitima la intervención del
Estado mediante autorizaciones, inspecciones, sanciones e
intervenciones de empresas; la actividad administrativa de fomento
del desarrollo económico mediante subvenciones y construcción de
obras públicas; la actividad administrativa prestacional o de servicio
público; y la intervención directa mediante empresas públicas.
En el derecho público comparado no es la regla que exista una
sección de la
constitución relativa a una materia, como el régimen económico, que
corresponde más bien a las políticas de gobierno antes de que a la
estructura del Estado.
Regular el régimen económico de la sociedad y el gobierno debe
ser, en principio, competencia solo legislativa; hacerlo a nivel
constitucional puede reducir en extremo las opciones de política
económica y las alternativas de desarrollo. En el caso de la actual
constitución que limita la soberanía del Estado en asuntos tan
importantes como la exploración y explotación de los recursos
naturales o el tratamiento a la inversión nacional.
21
3.2. COSSIO DIAZ 1997, p. 229.
José Román Cossío, en su libro Derecho y Análisis Económico
explica que la transformación de las conductas a conductas
económicas se presenta porque en un contexto de escases de
recursos el sujeto agente económico actúa buscando maximizar su
utilidad, manteniendo estables sus preferencias, Entonces podemos
afirmar que el análisis económico del Derecho Constitucional no es
un análisis de tipo normativo o exegético, sino más bien un método
que analiza aquellas conductas humanas que se encuentran
interrelacionadas de algún modo con el derecho.
La aplicación de la teoría económica –más precisamente, de la
microeconomía- al derecho ha generado desde siempre un cierto
rechazo de parte de la comunidad jurídica, toda vez que la visión
economicista de la norma, a juicio de los doctos en leyes, reduce a
conceptos de eficiencia, relación costo-beneficio, utilidad e
incentivos cuestiones que trascienden en la sociedad y que no
necesariamente responden a una filosofía de racionalidad en la
elección entre cestas de mercado sino que se derivan de
concepciones morales, sociales y culturales arraigadas en la
población y a las cuales no se les puede eliminar con base en una
justificación económica.
Tal concepción ha sido aún más fuerte en el ámbito del derecho
constitucional, pues si bien esta rama de derecho estudia la
creación, modificación y aplicación de las normas que rigen toda la
vida política, jurídica y económica del Estado, el análisis obedece a
una concepción histórica determinada, en la que los valores
imperantes en la sociedad al momento de su estudio se constituyen
en el punto de partida, el cual se cree que es inmodificable, pues
constituye la soberanía del pueblo, que es en quien está depositado
el poder constituyente.
No obstante, de cara a la realidad, es claro que todas las personas,
al momento de tomar cualquier decisión, analizamos los pros y los
contras de aquélla, no sólo frente a la alternativa en sí, sino respecto
de sus repercusiones futuras; adoptamos las opciones que más nos
22
convengan, aunque sea sólo de manera inmediata y aun con el
riesgo de perjudicar a otros, todo con el fin de satisfacer nuestras
propias necesidades.
Esto, en términos microeconómicos, se conoce como la “relación
costo-beneficio”, cuyo fin último consiste en la “maximización de la
función de utilidad” de cada “agente económico” que se mueve en un
“mercado”, con miras a obtener la mejor opción posible partiendo de
los escasos recursos que se tienen, de manera que se opte por la
alternativa más “eficiente”. Es así como, aunque parezcan muy
distantes para los juristas, el derecho y la economía, por el contrario,
van muy de la mano. Todas las concepciones históricas de la
sociedad y del Estado han aparejado el análisis y replanteamiento
de los modelos económicos, especialmente si se tiene en cuenta
que el patrimonio público juega un papel trascendental para
cualquier conglomerado por la necesidad de satisfacción de ciertas
necesidades comunes que justifican la unión de las personas y la
existencia de regímenes de convivencia entre ellas.
A partir de la conciencia adquirida –especialmente por los
economistas– sobre la importancia de mejorar las políticas estatales
y crear cambios sustanciales en la concepción real del Estado, se
inicia el estudio del derecho constitucional desde la perspectiva
microeconómica y de su influencia en el funcionamiento de la
economía en los diferentes estados. A esto se le conoce, entonces,
como el “análisis económico del derecho constitucional”,
caracterizado principalmente por el estudio de las políticas públicas y
de las instituciones en el marco de un modelo de Estado
determinado, tanto desde la perspectiva positiva (de la explicación y
predicción de relaciones de causa y efecto de lo existente) como en
la normativa (del deber ser, más allá de la explicación y la
predicción, utilizando juicios de valor).
Así también, podemos señalar que el análisis económico del
Derecho se presenta como una metodología moderna que ofrece
criterios interdisciplinarios para comprender el derecho desde una
perspectiva nueva, relacionada estrechamente a la ciencia jurídica
23
con fenómenos sociales económicos propios de la actividad
empresarial de personas naturales o jurídicas.
3.3. ERNESTO BLUME FORTINI, PROFESOR DE DERECHO
CONSTITUCIONAL UNIVERSIDAD DE LIMA. (2008)
Siguiendo el excursus terminológico realizado por Domingo García
Belaunde como introducción a su ponencia "La Constitución
Económica peruana", presentada al simposio internacional sobre
"Modernas tendencias del Derecho Constitucional en España y
América Latina", organizado por la Universidad Externado de
Colombia con ocasión del primer centenario de su fundación y
llevado a cabo en la ciudad de Bogotá del 2 al 6 de noviembre de
1986, puede afirmarse que los conceptos de Constitución
Económica, Derecho Constitucional Económico y Derecho
Constitucional de la Economía son, dentro del desarrollo del
Derecho Constitucional, patrimonio exclusivo del presente siglo,
constituyendo el primero seguramente la matriz de la cual derivan
los segundos.
Sus primeros atisbos datan de la década de los veinte y aparecen en
la república alemana de Weimar, luego se detectan en la literatura
alemana, italiana y española, así como, aunque en menor grado, en
la latinoamericana, experimentando una suerte de resurgimiento a
partir de la década de los setenta.
En un inicio la expresión Constitución Económica y, por cierto, las
reflexiones conceptuales sobre la misma, aparecen utilizadas por los
economistas y también por los juristas, pero con el discurrir del
tiempo se va produciendo un curioso fenómeno, en cuya virtud los
economistas van dejando de lado su interés por el tema y éste va
convirtiéndose en punto de especial reflexión y desarrollo para los
constitucionalistas, al extremo que hoy en día resulta innegable que
la Constitución Económica ocupa un lugar preferente en el elenco de
instituciones importantes y de grandes proyecciones del Derecho
Constitucional contemporáneo.
Parece ser que quien lo introduce de lleno en la literatura
constitucional es el célebre, aunque siempre polémico, Carl Schmitt,
en 1931, en su libro "Hiiter der Verfassung", que fuera traducido al
24
español con el título "La Defensa de la Constitución". Schmitt no
define lo que entiende por Constitución Económica ni da mayores
alcances conceptuales al respecto, limitándose a advertir que con la
Constitución Económica se pretende dejar de lado la Constitución
Política, lo que llega a considerar aberrante y cuestiona duramente,
pues estima que en tal empeño existe el peligro de "crear dentro del
Estado una dirección plenamente económica, de tipo sindical o
soviética, que podría conducir al stalinismo o al fascismo
corporativo".
Al decir de Francisco Femández Segado, siguiendo a Ignacio María
Lojendio, es Beckerath quien en 1932, en Alemania, en su trabajo
"Politische und Wirtschafstverfassung", realiza un rescatable
esfuerzo por definir la Constitución Económica, entendiéndola como
una manera de ordenar lo que hoy podríamos denominar el
fenómeno económico, en cuanto se expresa en los elementos
propiedad, contrato y trabajo, así como en la intervención del Estado
en la economía y en la regulación de lo que hace a la organización y
a la técnica de la producción y de la distribución.
En 1942 el economista Wilhelm Ropke, de la Escuela de Friburgo,
publica un trabajo sobre la crisis social de su tiempo, en el cual se
refiere a la Constitución Económica, con el fin de fundamentar su
posición neoliberal frente a los peligros que acarreaba el
comunismo. En tal sentido, desarrolla un símil o paralelismo con
implicancias e interrelaciones mutuas entre la Constitución Política y
la Constitución Económica, en cuya virtud, si se quiere garantizar un
mundo de libertad, tolerancia, respeto y contrapesos, la economía
debe darse en un marco que reúna tales características también,
porque, de lo contrario, un modelo económico que no responda a
estos principios a la larga acabará con ellos en el propio ámbito
político. Vale decir, que para Ropke la estructura económica y la
estructura política son como dos caras de una misma moneda y, es
más, la una condiciona a la otra. Por ello sostiene con énfasis que
"Constituye una ingenuidad casi indiscutible creer que un Estado
puede ser totalitario en el dominio económico, sin serlo
simultáneamente en el político y espiritual y al revés".
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IV.JURISPRUDENCIA
ASUNTO
Acción de inconstitucionalidad interpuesta por don Roberto Nesta Brero, en
representación de 5,728 ciudadanos, contra el artículo 4° del Decreto de
Urgencia N.° 140-2001.
ANTECEDENTES
Los recurrentes, con fecha 16 de julio de 2003, interponen acción de
inconstitucionalidad contra el artículo 4° del Decreto de Urgencia N.° 140-
2001, por considerar que vulnera el inciso 19) del artículo 118° de la
Constitución, así como los derechos fundamentales a la libre iniciativa
privada, a la libertad de empresa, a la libertad de contratación y a la
propiedad, consagrados en la Constitución Política vigente.
Alegan que la disposición fue expedida sin cumplir los supuestos
habilitantes previstos en el inciso 19) del artículo 118° de la Constitución,
dado que, en los días de su promulgación, no existía ninguna situación
extraordinaria o de excepcional gravedad en el país en el sector económico
o financiero; y que en el contenido de la norma no se hace alusión a ningún
evento o circunstancia extraordinaria.
26
Asimismo, refieren que el artículo 4° de la norma impugnada permite que
mediante decreto supremo se puedan fijar tarifas mínimas para la prestación
del servicio de transporte terrestre nacional e internacional de pasajeros y
carga, lo que supone una delegación de facultades prohibida por la
Constitución; que dicha delegación ha sido asumida por el Decreto Supremo
N.° 021-2003-MTC, publicado el 14 de mayo de 2003, que estableció precios
mínimos para el transporte; que, en virtud de ello, todos los contratos de
transporte sufrieron la intromisión del Estado, pues los precios de dicho
servicio ya no pudieron fijarse libremente de acuerdo a la oferta y la
demanda; y, finalmente, que los derechos constitucionales de contenido
económico son afectados si es el Estado quien, sin una motivación
razonable, impone las condiciones contractuales en variables tan
importantes como el precio o el valor de los bienes y servicios.
El Procurador Público a cargo de los asuntos judiciales de la Presidencia del
Consejo de Ministros y apoderado especial del Poder Ejecutivo, contesta la
demanda manifestando que la norma impugnada es constitucional, pues en
todo momento precisa que las medidas adoptadas serán extraordinarias y
basadas en estudios técnicos; que el Decreto de Urgencia N.° 140-2001 no
ha vulnerado derechos fundamentales, y solamente los ha limitado; que, con
su expedición, el Estado afrontaba una emergencia económica motivada por
el bloqueo de carreteras y una huelga en el sector transporte, estableciendo
una barrera mínima obligatoria a partir de la cual se fija el precio del
transporte libremente, lo cual resulta razonable; y que la disposición
cuestionada no ha efectuado ninguna delegación normativa en los decretos
supremos, sino que éstos únicamente han reglamentado la norma.
FUNDAMENTOS
Delimitación del petitorio
Los recurrentes interponen la presente acción de inconstitucionalidad contra
el artículo 4° del Decreto de Urgencia N.° 140-2001, alegando que éste fue
expedido fuera de los supuestos establecidos en el inciso 19) del artículo
118° de la Constitución, dado que –según afirman- no existía ninguna
situación extraordinaria o excepcional en materia económica o financiera que
lo justifique.
27
Asimismo, refieren que la disposición cuestionada contraviene diversos
dispositivos constitucionales que consagran el modelo económico adoptado
por la Carta Fundamental, toda vez que “(...) no existe libre competencia, ni
libertad de empresa, y mucho menos economía de mercado, si es el Estado
quien impone las condiciones contractuales en aspectos tan importantes
como el precio o valor de los bienes y servicios (...)”.
Sostienen que no existe sustento ni justificación razonable para que el Poder
Ejecutivo desconozca las libertades y derechos constitucionales a la libertad
de empresa, a la libertad de contratación y a la propiedad.
Adicionalmente, señalan que la norma cuestionada está viciada de
inconstitucionalidad por permitir que un decreto supremo sea el instrumento
jurídico mediante el cual se decidan medidas extraordinarias.
La “Constitución económica”
El Tribunal Constitucional estima que, tal como aparece planteada la
cuestión controvertida, resulta pertinente analizar el modelo económico
consagrado por la Constitución, y, ante todo, destacar la importancia que
reviste la inclusión de un régimen económico en la Carta Fundamental.
No es ajeno a este Colegiado el hecho de que cierto sector de la doctrina y
de la propia comunidad económica cuestione la conveniencia de incluir en el
texto constitucional normas orientadas a establecer las pautas básicas sobre
las que debe fundarse el régimen económico de una sociedad.
Y aunque no se expone de manera categórica, no es difícil deducir que en
dichas críticas subyace el temor al supuesto riesgo de restar flexibilidad a un
régimen que, desde tal perspectiva, debe estar sometido al imperio del
mercado.
Al respecto, es necesario enfatizar que el verdadero riesgo sería que la
recomposición de las desigualdades sociales y económicas quede librada a
la supuesta eficiencia de un mercado que, por razones de distinta índole, se
instituye desde una indiscutible disparidad entre los distintos agentes y
operadores de la economía.
En efecto, así como el excesivo poder político del Estado ha sido siempre un
riesgo para la libertad humana, de la misma forma el poder privado
propiciado por una sociedad corporativa constituye una grave y peligrosa
amenaza para la regencia del principio de justicia.
28
Norberto Bobbio precisa que “(...) por debajo de la “no libertad”, como
sujeción al poder del príncipe, hay una “no libertad” más profunda [...] y más
difícilmente extirpable: la “no libertad” como sumisión al aparato productivo y
a las grandes organizaciones del consenso y del disenso que la sociedad
corporativa inevitablemente genera en su seno (...)”. (Citado por Pedro de
Vega en: Neoliberalismo y Estado.
En: Pensamiento Constitucional. Año. N.° IV. N.° 4, 1997, pág. 34). Por ello,
no sólo es saludable, sino imprescindible, consolidar al más alto nivel jurídico
y político las reglas macro que procuren una economía orientada hacia un
Estado social y democrático de derecho.
Constitución Política del Perú 1993. Título III. Del régimen económico
Constitución Política del Perú
Titulo III
29
Del régimen económico
Capitulo I
Principios generales
Artículo 58.- Economía Social de Mercado
La iniciativa privada es libre. Se ejerce en una economía social de mercado.
Bajo este régimen, el Estado orienta el desarrollo del país, y actúa
principalmente en las áreas de promoción de empleo, salud, educación,
seguridad, servicios públicos e infraestructura.
Artículo 59.- Rol Económico del Estado
El Estado estimula la creación de riqueza y garantiza la libertad de trabajo y
la libertad de empresa, comercio e industria. El ejercicio de estas libertades
no debe ser lesivo a la moral, ni a la salud, ni a la seguridad públicas. El
Estado brinda oportunidades de superación a los sectores que sufren
cualquier desigualdad; en tal sentido, promueve las pequeñas empresas en
todas sus modalidades.
CONCORDANCIAS:
D. S. Nº 007-2008-TR
D. S. Nº 008-2008-TR
30
El Estado facilita y vigila la libre competencia. Combate toda práctica que la
limite y el abuso de posiciones dominantes o monopólicas. Ninguna ley ni
concertación puede autorizar ni establecer monopolios.
La prensa, la radio, la televisión y los demás medios de expresión y
comunicación social; y, en general, las empresas, los bienes y servicios
relacionados con la libertad de expresión y de comunicación, no pueden ser
objeto de exclusividad, monopolio ni acaparamiento, directa ni
indirectamente, por parte del Estado ni de particulares.
31
Artículo 64.- Tenencia y disposición de moneda extranjera
El Estado garantiza la libre tenencia y disposición de moneda extranjera.
CAPITULO II
DEL AMBIENTE Y LOS RECURSOS NATURALES
CONCORDANCIAS:
Ley N° 28611 (Ley General del Ambiente)
D.S. Nº 015-2006-EM (Reglamento para la Protección Ambiental en las
Actividades de Hidrocarburos)
D.Leg. Nº 1090 (Decreto Legislativo que aprueba la Ley Forestal y de Fauna
Silvestre)
32
El Estado determina la política nacional del ambiente. Promueve el uso
sostenible de sus recursos naturales.
CONCORDANCIAS:
D.S.N° 085-2003-PCM
R. DEFENSORIAL N° 011-2005-DP
33
V. ANÁLISIS Y CRITICA
El estudio de la Constitución Económica, aunque tiene un lugar inicial en
nuestro país, nos obliga a hacernos ciertas preguntas, que, junto a los
fenómenos de integración económica internacional, nos obligan a trazar la
discusión sobre los principios que cimentan la Constitución Económica.
De esta manera, habrá que recurrir a algunas fuentes de las que se puede
desglosar algunos de estos principios, entre los cuales se tiene algunos que
fueron expuestos por la doctrina al poco tiempo de emitirse la Constitución
de 1993, y algunos otros que han aparecido en el transcurso del tiempo,
sobre todo a propósito de lo desarrollado en la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional.
Se propone, en este aspecto, que algunas fuentes serán el propio régimen
económico, la Economía Social de Mercado que aporta los principios de
subsidiariedad y solidaridad; la fórmula de Estado Social que involucra
adoptar los principios de dignidad e igualdad; los principio y derechos
fundamentales de contenido económico; el Derecho Internacional
Económico, del mismo que se desglosa el principio de desarrollo sostenible;
así como aquellos que están reconocidos autónomamente en la Constitución
como la libre competencia o la pluralidad económica.
34
VI.BIBLIOGRAFÍA
BALLVÉ, F. (2012). Los fundamentos de la Ciencia Económica.
España. Unión Editorial.
BASTIAT, F. (2014). La Ley. Publicada originalmente en 1850.
Impreso en Alemania.
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Tomo II. Universidad de Lima.
HAYEK, F. (2014). Los fundamentos de la libertad. Sexta edición
(edición original 1959). Guatemala. Unión Editorial S.A.
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España. Unión Editorial S.A.
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Editores SAC.
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original 1959). España. Unión Editorial S.A.
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desempeño económico en el Perú. En: Revista Quipukamayoc.
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Tribunal Constitucional. Tercera edición. Lima. Fondo Editorial PUCP.
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Tribunal Constitucional. Segunda edición. Lima. Fondo Editorial
PUCP.
35
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STIGLITZ, J. (2010). Caída libre. México. Santillana Ediciones
Generales.
36