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Asma Bronquial

El asma es una enfermedad crónica de las vías respiratorias que se caracteriza por episodios de
obstrucción generalizada y variable de las mismas. Estos episodios son reversibles de forma
espontánea o con tratamiento; responden a una hiperreactividad bronquial frente a diferentes
estímulos y clínicamente cursa con accesos de tos, disnea y sibilancias con períodos intercríticos
asintomáticos. Es fundamental reconocer el carácter de enfermedad crónica inflamatoria tanto por
parte de los enfermos como de los profesionales, para plantear un tratamiento y seguimiento
continuados y así mejorar la calidad de vida y reducir la mortalidad1. Este es un aspecto para
destacar en los programas de educación tanto del paciente como de su familia. En esta patología,
es necesario tener en cuenta que ocurre un deterioro progresivo de la función pulmonar del
paciente, aunque éste se encuentre asintomático. El deterioro es más acelerado si no se inicia la
terapéutica en forma temprana2,3. La inflamación de la vía aérea produce limitación del flujo del
aire por la bronco constricción aguda que se produce, además del edema de la pared de la vía
aérea, la formación crónica de taponamientos mucosos y por su acción sobre el remodelado de la
pared aérea. Gracias a estudios de lavados bronco alveolares, biopsias bronquiales y pruebas de
bronco provocación se pudo observar que el mecanismo fisiopatológico del asma crónica
persistente está determinado por la presencia en las vías aéreas de diversas células inflamatorias,
tales como eosinófilos, linfocitos T, basófilos, mastocitos, macrófagos y neutrófilos que al liberar
citoquinas y otros factores determinan los cambios histológicos y funcionales descriptos4. Para un
control adecuado del asma, las guías internacionales proponen pautas terapéuticas basadas en la
severidad de la enfermedad, que se estimará de acuerdo a la frecuencia de las crisis, los episodios
de despertar nocturno y los antecedentes de internaciones y consultas al servicio de emergencia
por asma1,5. La terapia farmacológica está orientada a dos aspectos fundamentales que hemos
citado previamente: la inflamación y la broncoconstricción. Por lo tanto, los medicamentos se
separan en controladores (mejoran la inflamación) y los aliviadores (mejoran la
broncoconstricción) (Tabla 1).

Cuidados enfermeros en el asma bronquial

Autores: Luna Aljama, José *; Luna Aljama, María Elena **

* DUE H.U. Reina Sofía de Córdoba

** DUE H.U. Reina Sofía de Córdoba

Se ha llevado a cabo una revisión bibliográfica en las siguientes bases de datos: Pubmed, Cuiden y
Medline, y en los siguientes metabuscadores: Google académico y The Cochrane Library. Para
nuestra búsqueda hemos utilizado los DeCs con las siguientes palabras claves: “asma bronquial”,
“síntomas”, “diagnóstico”, “cuidados de Enfermería”.

SÍNTOMAS

Durante las crisis asmáticas la mucosa bronquial que recubre los conductos respiratorios se inflama
y se produce un moco espeso que obstruye los conductos de las vías aéreas. Como consecuencia,
los músculos que rodean estos conductos se contraen y estrechan disminuyendo su diámetro,
impiden el paso del aire y complican la respiración. Las características básicas de la enfermedad
son las siguientes:
Inflamación: Aumenta la sensibilidad bronquial y la obstrucción. En ocasiones su origen es alérgico.
Produce un incremento de las secreciones y la contracción de la musculatura bronquial.
Aumento de la sensibilidad bronquial: Tras la exposición a diversos estímulos (humos, gases,
olores, aire frío o ejercicio), los bronquios de los asmáticos se contraen produciendo el
estrechamiento de la vía aérea.
Obstrucción bronquial: Es variable y reversible de manera espontánea o con tratamiento. Durante
las crisis el aire circula con dificultad produciendo pitidos y sensación de fatiga o ahogo. En el
momento en el que la crisis se resuelve el aire puede moverse normalmente por los bronquios y
desaparecen los síntomas.
DIAGNÓSTICO

– Clínica: signos y síntomas

Tos
Disnea
Sibilancias
Opresión o “tirantez” torácica.
– Exploración física: en toda historia clínica de un paciente asmático debería figurar:

Peso y talla: importantes para el cálculo de los valores teóricos del flujo espiratorio máximo (FEM)
y pruebas funcionales.
Auscultación pulmonar: de gran valor la presencia de sibilancias, pero que en otras muchas
ocasiones será normal.
Auscultación cardiaca: nos permitirá descartar otras patologías.
Exploración de piel y mucosas: importante la presencia de dermatitis.
Exploración de fosas nasales: descartar la presencia de poliposis nasal, rinitis.

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