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CONDUCTA SEXUAL: ASPECTOS PSICOBIOLÓGICOS

Elaborado por: William Guevara Ortega

I. ASPECTOS ANÁTOMO-FISIOLÓGICOS

1. Órganos sexuales masculinos


1. Testículos: formado por los túbulos seminíferos, aquí se forman los espermatozoides y producen
testosterona.
2. Epidídimo: sistema de tubos enrollados entre sí, por el que pasan lentamente los espermatozoides
mientras maduran.
3. Conducto deferente: conducto que lleva a los espermatozoides desde el epidídimo hasta la uretra,
sirviendo también de almacén. Su extremo superior se denomina ampolla, aquí se almacenan
espermatozoides adicionales antes de la Eyaculación.
4. Vesícula seminal: es una glándula tubular enrollada que secreta un líquido amarillento viscoso
llamado líquido seminal, se almacena en la ampolla.
5. Próstata: es una glándula que rodea a la uretra apenas sale del cuello de la vejiga. Secreta un tipo de
líquido que se vacía directamente a la uretra durante el coito, es el líquido prostático.
6. Pene: principal órgano genital externo, formado por tejido eréctil, que consiste en dos cuerpos
cavernosos y un cuerpo esponjoso, formados por miles de espacios cavernosos que contienen sangre.
Su extremo superior se denomina glande, formado por un extremo ensanchado del cuerpo esponjoso.
Es la parte más sensible del pene.

Acto sexual Masculino


Erección: la erección es causada por señales nerviosas parasimpáticas que llegan al pene desde la parte sacra
de la médula espinal por el plexo nervioso pélvico, dilatan las arterias que riegan el tejido eréctil., lo que
hace que entre una enorme cantidad de sangre en este tejido bajo presión elevada y lo hinche, haciendo que
el pene se dilate, aumente de tamaño, extendiéndose hacia delante, esto es lo que se conoce corno erección.
La erección puede producirse por: a) estimulación psíquica y b) estimulación genital.
Lubricación: hay secreción de moco por dos glándulas bulbouretrales, ubicadas en el extremo proximal de
la uretra y múltiples glándulas uretrales, pequeñas situadas a lo largo de la uretra.
Emisión y Eyaculación: Constituyen el momento culminante del acto sexual masculino. Cuando la
excitación sexual se hace más intensa y perdura durante un tiempo determinado. Los centros reflejos
sexuales de la médula espinal envían un grupo totalmente nuevo de señales nerviosas hacia los órganos
genitales, pero esta vez por los nervios simpáticos de la porción lumbar. Estas señales producen contracción
del epidídimo, vaso deferente y ampolla para que se expulsen los espermatozoides hacia la porción prostática
de la uretra. A continuación las contracciones de las paredes de las vesículas seminales y de la próstata
permiten la expulsión de sus respectivos líquidos hacia la uretra prostática, lo que fuerza a los
espermatozoides hacia delante. Todos estos líquidos constituyen el semen, y todo lo ocurrido se denomina
emisión.
El llenado de la uretra interna genera señales a la médula sacra, la cual responde con señales que estimulan la
contracción rítmica ulterior de los órganos genitales internos, lo mismo que de los músculos isquiocavernoso
y bulbocavernoso, que comprimen las bases del tejido eréctil del pene, todos estás efectos juntos fuerzan al
semen por la uretra hacia el exterior, esta es la eyaculación. Al mismo tiempo, la contracción rítmica de los
músculos pélvicos (incluso los del tronco) produce movimientos de empuje de la pelvis y pene, ayudando a
expulsar el semen hacia la profundidad de los sacos vaginales y quizás hasta el cuello uterino.
Este periodo total de emisión y eyaculación se llama orgasmo. Al terminar, desaparece la excitación sexual
casi por completo durante un periodo de tiempo variable, y se interrumpe la erección.
La cantidad de semen que se eyacula es alrededor de 3.5 mL., conteniendo cada mL 120 millones de
espermatozoides. El líquido alcalino de la próstata neutraliza el liquido ácido del epidídimo y del conducto
vasodeferente; esto saca a los espermatozoides de su estado inactivo y estimula su motilidad.

2. Órganos sexuales femeninos


1. Vulva: formada por los labios mayores y menores, están constituidos de tejido muscular. Los labios
externos están cubiertos de pelos y en estado de reposos se pliegan para cubrir la entrada de la
vagina. El clítoris es el equivalente del pene en la mujer, de tejido contráctil, ubicado en la parte

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superior de la vulva.
2. Vagina: es una abertura tubular que comunica los genitales externos con el útero.
3. Útero: es un órgano muscular en el que se desarrolla y crece el feto.
4. Trompa de Falopio: son dos, ubicadas en las esquinas superiores del útero, comunicándolo con los
ovarios.
5. Ovario: contiene los folículos, y es allí donde madurarán los óvulos. Sus partes son:
a) Estroma ovárico: constituye el cuerpo principal del óvulo, dentro del estroma maduran los
óvulos y las células femeninas secretoras de hormonas.
b) Folículos ováricos: cada folículo contiene un óvulo, a través de etapas progresivas de
desarrollo maduran uno por cada período.
c) Cuerpo lúteo: los folículos que liberan un óvulo maduro se convierten en cuerpo lúteo.
Después de dos semanas de vida secretoria (progesterona), si no hay fecundación,
degenerará y quedará invadido por tejido fibroso.

Acto sexual femenino


Tumefacción de genitales externos: la tumefacción se debe a la vasodilatación generalizada con la
congestión subsecuente de la sangre. Esto incluye la tumefacción de la pared vaginal e incluso del útero.
Además, alrededor de la pared externa de la vagina se encuentra un anillo de tejido eréctil, que se ingurgita
con sangre, lo que ayuda a brindar una abertura firme pero distensible alrededor del conducto vaginal.
También se hincha el clítoris y entra en erección (lo mismo que el pene). Esta excitación se puede
desencadenar por estimulaciones psíquicas, genitales o ambas.
Lubricación vaginal: las mismas señales nerviosas parasimpáticas que producen la excitación, producen
también lubricación vaginal. Esta es resultado sobre todo de la trasudación de un líquido mucoide por el
epitelio de la mucosa vaginal.
Orgasmo femenino: los componentes de la respuesta orgásmica femenina son: 1) contracciones rítmicas de
la pared vaginal cerca de su abertura; 2) contracción rítmica del útero; 3) contracción de los músculos
pélvicos semejante a la contracción que se produce en el varón, aunque de menor intensidad, y 4) sensación
psíquica intensa, que tiende a superar otras sensaciones.

Ciclos femeninos
Cabe por tanto, hablar de dos ciclos que se producen simultáneamente:
1. El ciclo ovárico que consiste en la maduración de un folículo y expulsión de un ovocito
2. el ciclo menstrual (o ciclo endometrial) que consiste en la preparación de un lecho apto para recibir
al ovocito o, si este no esta fertilizado, en la eliminación del mismo.

Ciclo Ovárico
1. Cuando se inicia la menstruación la hipófisis anterior empieza a secretar HFE y HL, estas hormonas
hacen que crezcan varios folículos en los ovarios y que se secreten estrógenos en cantidades
importantes.
2. Los estrógenos producen inhibición de la secreción de la HFE y HL, disminuyendo su secreción casi a
cero alrededor del décimo día del ciclo. Inmediatamente la hipófisis anterior comienza a secretar HFE y
HL, produciéndose un desarrollo final violento de uno de los folículos ováricos, haciendo que se ovule
en 3 ó 4 días.
3. El proceso de ovulación produce a continuación la formación del cuerpo lúteo, éste secreta grandes
cantidades de progesterona, así como también se siguen secretando cantidades importantes de
estrógenos.
4. Los estrógenos y progesterona secretados por el cuerpo lúteo inhiben a la hipófisis anterior una vez más
(haciendo que disminuyan HFE y HL), en ausencia de estas hormonas el cuerpo lúteo entra en
involución con la consiguiente disminución de estrógenos y progesterona.
5. Esta última disminución hace que la hipófisis anterior comience a secretar HFE y HL, con lo que se
inicia el siguiente ciclo.

Ciclo Endometrial
1. Fase proliferativa: los estrógenos hacen que el endometrio aumente de espesor, además se
incrementan mucho la profundidad y la tortuosidad de las glándulas endometriales. Esta fase dura
casi once días después de terminada la menstruación.
2. Fase secretoria: Casi a la mitad del ciclo menstrual, el cuerpo lúteo empieza a secretar

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progesterona, que a continuación produce un engrosamiento ulterior del endometrio a la vez que
produce: a) más glándulas endometriales empiezan a secretar un líquido nutriente que puede
emplear el óvulo fecundado antes de implantarse; b) se depositan en las células endometriales
numerosas sustancias grasas y glucógeno; y c) se incrementa el caudal sanguíneo del endometrio.
Resumiendo con ello la función principal de la progesterona es poner a disposición del embrión
una cantidad suficientes de nutrientes para que se desarrolle, si se implanta en el endometrio.
3. Menstruación: si el óvulo se fecunda y empieza a dividirse, se libera una hormona especial llamada
gonadotropina coriónica, desde la masa de células embrionarias en desarrollo. Esta hormona
estimula al cuerpo lúteo cara que siga produciendo estrógenos y progesterona, se ha iniciado el
embarazo. Si por el contrario, no se produce fecundación, no aparece la hormona gonadotropina
coriónica, con lo que involuciona el cuerpo lúteo —disminuyendo la cantidad de estrógenos y
progesterona— la falta de estas hormonas hace que los vasos sanguíneos endometriales se vuelvan
espásticos, interrumpiéndose el flujo de sangre hacia las capas superficiales del endometrio.
Resultando que gran parte del tejido endometrial muera y se desprenda hacia la cavidad uterina. La
misma pared endometrial rezuma cantidades pequeñas de sangre (50 mL), juntos, tejido
endometrial descamado, sangre y exudados serosos abundantes provenientes de la superficie
uterina denudada, es lo que se llama menstruo, expulsándose gradualmente mediante contracciones
uterinas intermitentes en tres a cinco días. Este proceso se llama menstruación. Si las
contracciones ocurren con mucha fuerza e intensidad pueden producir dolor de tipo cólico.

Después de la menstruación empieza a crecer nuevo epitelio para cubrir la superficie de los hoyuelos
uterinos en el plazo de tres a cinco días. A continuación, bajo la influencia de la producción renovada de
estrógenos por los ovarios, se inicia de nuevo el ciclo endometrial.

II. RESPUESTA SEXUAL HUMANA


La respuesta sexual tanto masculina como femenina se compone de cinco elementos que se manifiestan de
distintas maneras según el sexo. Toda respuesta sexual humana consta de factores psicológicos y fisiológicos
y de la conjunción de ambos surge una de las manifestaciones más importantes y fundamentales de nuestra
vida, que puede ser fuente de placer y felicidad, así como también de angustia y enfermedad. La importancia
para los psicólogos del conocimiento de nuestra sexualidad es de primer orden y por lo tanto el conocimiento
sobre estos temas siempre resultará poco por lo que hay que seguir estudiando e investigando sobre el
mismo. Las fases de la respuesta sexual humana son:

El deseo sexual, que está influido por una serie de elementos, que pueden ser orgánicos, psicológicos,
cognitivos y ambientales. La motivación juega un rol nada despreciable, ya que no es simplemente la
necesidad de satisfacer una necesidad biológica, sino que debe existir una conexión con el otro, de sentirse
amado, seguro, acompañado, siendo estos una serie de elementos que llevan al individuo a sentir deseo
sexual por su pareja y la no presencia de este deseo debe entenderse bajo la óptica de que existen múltiples
elementos que lo condicionan. Hombre y mujer tienen diferentes formas de aparición, estímulos inductores,
duración, latencia y satisfacción del deseo.

La excitación sexual, se puede desencadenar por un sinnúmero de mecanismos que estimulen cualquiera de
nuestros sentidos y van en directa relación con las experiencias vividas. Esto desencadena una respuesta
fisiológica tanto en el hombre como en la mujer. En el hombre se produce la señal más visible y que es la
erección del pene, y ésta se produce fundamentalmente por un cambio en la circulación arterial y venosa, en
respuesta a un estimulo. Otros cambios ha mencionar son: la contracción sostenida del dartos en el escroto,
que se traduce en el ascenso testicular, el aumento del ritmo cardiaco, de la presión arterial y del tono
neuromuscular en general.
En las mujeres, el elemento que se podría emular con la erección peneana es la lubricación vaginal, que es el
resultado directo del incremento de flujo sanguíneo a nivel pélvico, que producen una vasodilatación en las
paredes de la vagina y mayor lubricación vaginal. En los genitales externos se hinchan los labios mayores y
menores. En el clítoris se produce una erección progresiva. En relación a los cambios que se producen en las
mamas, sería el aumento de tamaño y erección de los pezones. También hay aumento del ritmo cardiaco, de
la presión arterial y del tono neuromuscular en general.

En la fase de meseta la característica para ambos sexos es la presencia de un nivel alto y sostenido de tensión

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sexual, el que además es de corta duración. En el hombre aumenta la rigidez peneana y se produce un
incremento en el tamaño del glande, los testículos alcanzan su ascenso máximo y se produce la eliminación
de un fluido preevaculatorio, el cual provendría de las glándulas de Cowper. Con el propósito de aumentar
los niveles de excitación se puede proceder a realizar contracciones de la musculatura pelviana, lo que por
añadidura acelerará el momento de la eyaculación.
En las mujeres, se produce lo que se conoce como plataforma orgásmica, lo que en definitiva es un aumento
de volumen del tercio exterior de la vagina, secundario a la vasodilatación de esa zona. Esto produce una
disminución del lumen vaginal y mayor contacto entre los genitales, lo que desmitifica el grosor del pene, ya
que el lumen se adaptada al grosor peneano. En relación a la lubricación vaginal esta aumenta, aunque si el
estimulo es demasiado prolongado, la lubricación podría disminuir en forma considerable e incluso
detenerse. El fondo vaginal aumenta su ancho y profundidad; además existen menos terminaciones
nerviosas, por lo que la profundidad de la penetración no aumenta la sensación placentera y además
desmitifica el hecho que un pene largo podría entregar mas placer sexual. Aumentan de volumen el clítoris y
los labios mayores y menores y glándulas mamarias.

Orgasmo: Si la estimulación sexual aumenta, se alcanzan niveles de tensión sexual elevados, los que llevan
al umbral del orgasmo, desencadenando posteriormente una serie de reflejos, que en su conjunto constituyen
las sensaciones orgásmicas, que se definen como una sensación placentera intensa, En el hombre, el
orgasmo se divide en dos etapas: la primera es la emisión de semen a nivel de la uretra prostática, entre el
esfínter estriado y liso; esto se produce por contracciones rítmicas cada 0.8 seg., de la glándula prostática y
vesículas seminales, lo que produce aumento de la presión de la uretra prostática, manifestándose la
sensación de eyaculación inminente, que no se puede detener, ya que los mecanismos reflejos ya fueron
desencadenados. Secundariamente se produce la eyaculación propiamente tal, que es la contracción rítmica
de la musculatura de la uretra bulbar, de la glándula prostática, vesículas seminales y de músculos de la base
del pene, además de una serie de sensaciones neurovegetativas que comprometen todo el cuerpo.
En las mujeres no existe una sensación que emule el punto de eyaculación inminente, lo que se ha
encontrado es un repentino estallido de calor y placer a nivel clitorídeo y de la plataforma orgásmica y que
luego se propaga por todo el cuerpo; además se desencadenan una serie de contracciones involuntarias de la
musculatura en distintas partes del cuerpo, pero con mayor intensidad. a nivel de la plataforma orgásmica y
del útero; incluso se ha descrito la pérdida de los sentidos por escasos segundos. Algunas mujeres, luego de
la primera sensación orgásmica, pueden repetirla en varias ocasiones, si los estímulos sexuales persisten, lo
que se conoce como multiorgásmos. La ausencia o presencia de este hecho no constituye una anormalidad.

El período de resolución consiste en que los cambios generados por la excitación sexual vuelven a su estado
previo. En el hombre la parte inicial de esta fase es el periodo refractario absoluto, que es muy corto en la
juventud y aumenta progresivamente con los años. También se ha encontrado que este tiende a alargarse con
el mayor número de eyaculaciones al día.

III. DESARROLLO DE LAS DIFERENCIAS SEXUALES

1. Hormonas y desarrollo sexual


Los seres humanos somos dimórficos, venimos en dos modelos estándar: masculino y femenino. La
diferenciación sexual comienza en el momento de la fertilización, con la producción de uno de dos tipos
diferentes de cigotos: XX o XY, determinando esto una línea femenina o masculina. Pero es bueno entender
que todos los seres estarnos programados genéticamente para desarrollar cuerpos femeninos, y los varones
desarrollan cuerpos masculinos porque su programa de desarrollo fundamental, femenino, resulta anulado.
A las seis semanas de gestación, el embrión ya ha desarrollado las gónadas primordiales, que presentan una
corteza, que tiene la posibilidad de desarrollarse en ovario; y un núcleo interno o médula, que tiene la
capacidad de transformarse en testículo. En esta época en los varones el cromosoma Y desencadenará la
síntesis del antígeno H-Y, que provoca el crecimiento de la médula gonadal. En ausencia de este antígeno
las células corticales de las gónadas primordiales se desarrollan automáticamente y formarán ovarios.
Presentan también dos juegos completos de conductos reproductores: El sistema de Wolf masculino, con
capacidad para desarrollarse y formar conductos reproductores masculinos, y el sistema de Müller
femenino, que presenta la capacidad de desarrollarse y convertirse en conductos femeninos.
A partir del tercer mes los testículos segregan testosterona y una sustancia inhibidora del conducto de Müller,
estimulando el desarrollo del sistema de Wolf y produciendo la degeneración del sistema de Müller y el

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descenso de los testículos hasta el escroto. Es importante aclara que es la testosterona y no los cromosomas
sexuales lo que dispara el desarrollo de los conductos de Wolf. En esta diferenciación no intervienen las
hormonas ováricas. Los ovarios están casi por completo inactivos durante el desarrollo fetal. El desarrollo
del sistema de Müller tendrá lugar en cualquier sexo no expuesto a testosterona durante el periodo fetal
crítico.
Todo feto desarrolla por separado precursores para las gónadas masculina (médula) y femenina (corteza) y
dos sistemas de conductos reproductores (Wolf y Müller). Pero los genitales masculino y femenino (órganos
reproductores externos) se desarrollan a partir del mismo precursor. En el transcurso del segundo mes de
gestación, el precursor bipotencial de los órganos reproductores externos consta de cuatro pares: glande,
pliegues uretrales, cuerpos laterales y abultamientos labioescrotales. El glande se transformará en la cabeza
del pene o el clítoris; los pliegues uretrales se cierran en el varón o se convienen en los labios menores; los
cuerpos laterales forman el tallo del pene o la caperuza del clítoris; y los abultamientos labioescrotales
forman el escroto o los labios mayores.

2. Desarrollo de las diferencias sexuales cerebrales


Los cerebros femenino y masculino son iguales pero no idénticos. Los cerebros masculinos tienden a ser
15% más grandes, con diferencias anatómicas sutiles en la anatomía del hipotálamo, del cuerpo calloso y de
la comisura anterior. La TEP ha puesto de manifiesto diferencias en la función cerebral: los hombres tienen
mayores niveles de actividad metabólica basal en diversas zonas del lóbulo temporal y del sistema límbico,
mientras que las mujeres la presentan en el gyrus cinguli. Pero el significado emocional de estas diferencias
cerebrales no está aclarado
Todas las hormonas gonadales derivan del colesterol, se les denomina esteroideas y son de composición
química muy similar por lo que constantemente se transforman de unas a otras. La testosterona se conviene
muy fácilmente en estradiol, este proceso se conoce como aromatización. Este proceso de aromatización se
ha convertido en el principal proceso de masculinización cerebral.
El cerebro se masculiniza por acción del estradiol que ha sido aromatizado a partir de la hormona
testosterona. Las pruebas de tal proceso provienen de los estudios de McEwen (1977) y Booth (1977), que
trabajaron con ratas:
1) La enzima necesaria para la aromatización esta presente en neonatos.
2) La inyección de estradiol en neonatos masculiniza el cerebro.
3) La dihidrotestosterona, un andrógeno que no puede ser aromatizado en estradiol, no ejerce ningún
efecto masculinizante sobre el cerebro.
4) Los agentes que bloquean la aromatización de la testosterona o que bloquean los receptores de
estrógenos interfieren con el efecto masculinizante de la testosterona en el cerebro.
Las ratas hembras no pueden masculinizadas por la presencia de una enzima, alfa fetoproteína, que está
presente en las ratas en el periodo prenatal y desactiva el estradiol circulante. En los animales machos ocurre
lo siguiente. La testosterona es inmune a la alfa fetoproteína, por lo que llega al cerebro, en donde entra a las
células para transformarse en estradiol sin verse afectada por la alfa fetoproteina. El estradiol no se
descompone en el cerebro porque la alfa fetoproteína no atraviesa la barrera hematoencefálica.
Los fetos femeninos están protegidos de los efectos masculinizantes de los estrógenos maternos por la
barrera placentaria, desgraciadamente, esta barrera no resulta tan eficaz contra los estrógenos sintéticos.
Como resultado, la descendencia femenina de madres expuestas a estrógenos sintéticos durante el embarazo
muestran múltiples características masculinas.

IV. EFECTOS DE LAS HORMONAS GONADALES SOBRE LOS ADULTOS


Comportamiento masculino, reproducción y testosterona
La Orquidectomización reduce el interés y el comportamiento sexual, pero el tipo y grado de tales pérdidas
son variables. Esta castración se realizaba en reos condenados por delitos sexuales. Las inyecciones de
testosterona hacen reversibles las pérdidas mencionadas.
El hecho de que la testosterona sea necesaria para el comportamiento sexual masculino lleva a dos
suposiciones: (1) que el nivel de la sexualidad masculina es función de la cantidad de testosterona en la
sangre, y (2) que el impulso sexual de un hombre puede aumentar si se aumentan sus niveles de testosterona.
Ambas suposiciones son incorrectas.
El impulso sexual y los niveles de testosterona no están correlacionados en hombres sanos, y las inyecciones
de testosterona no aumentan su impulso sexual.

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Comportamiento femenino, reproducción y hormonas gonadales
La estrecha relación entre el ciclo de liberación hormonal y el ciclo del estro (hembra fértil, receptiva,
proceptiva y atractiva) en la mayoría de los animales, sugiere que el comportamiento sexual femenino está
bajo control hormonal. Los efectos de la ovariectomía confirman esta conclusión.
En las mujeres ni la motivación sexual ni el comportamiento sexual están inextricablemente ligados a sus
ciclos menstruales, inclusive la ovariectomía tienen poco efecto sobre ambos comportamientos. La principal
consecuencia de la ovariectomía, además de la esterilidad., es un descenso de la lubricación vaginal.

El uso de esteroides anabolizantes es usado con fines competitivos y cosméticos, pero aún no se ha podido
demostrar experimentalmente tales efectos en los atletas. Son muchos los entrenadores que sostienen que no
se puede competir en la actualidad sin aporte de esteroides anabolizantes. En relación al sexo sus efectos
serían los siguientes: en hombres, presentan reducción de gonadotropinas, produciendo disminución de la
actividad testicular, pudiendo conducir a la atrofia testicular y esterilidad. También se puede producir
ginecomastia, debido a la aromatización de los esteroides en estrógenos. En las mujeres, provocan
amenorrea, esterilidad, hirsutismo, crecimiento del clítoris, desarrollo de un cuerpo de aspecto masculino,
calvicie, disminución del tamaño de los pechos y aumento de la aspereza y gravedad de la voz. Por
desgracia, muchos de los efectos en las mujeres son irreversibles.
Tanto hombres como mujeres pueden sufrir espasmos musculares, dolor muscular, sangre en la orina, acné,
inflamación debida a la retención de líquidos, hemorragias en la lengua, náuseas, vómitos y una variedad de
comportamientos psicóticos (depresión e ira). Los esteroides anabolizantes orales producen tumores
cancerosos del hígado.

V.ORIENTACIÓN SEXUAL
Se define a orientación sexual como la dirección de los sentimientos o conductas sexuales hacia individuos
del sexo opuesto o del mismo sexo o de alguna combinación de ambos. Los términos “heterosexual”,
“homosexual” y “bisexual” no proveen una descripción completa de la sexualidad.
Considerar una fundamentación biológica para explicar la orientación sexual no es lo mismo que afirmar que
la orientación sexual es innata o está genéticamente determinada.
A inicios del siglo XX, Havelock Ellis y Magnus Hirschfield comienzan un estudio objetivo de la orientación
sexual, concluyen que tanto la homosexualidad corno la heterosexualidad son aspectos igualmente normales
de la naturaleza humana. Aún más, propusieron que ambos aspectos se establecían por mecanismos
intrínsecos durante etapas tempranas del desarrollo del individuo. Estas aseveraciones se vieron opacadas por
las interpretaciones de Freud.
Fue por Freud que la homosexualidad fue vista como una enfermedad, esto fue un avance, comparado con
perversión, crimen o pecado. Pero la visión médica de la enfermedad implica tratamiento y cura, por lo que
miles de sujetos han sido expuestos al psicoanálisis, psicoterapias, terapia conductual, castración,
transplantes testiculares, tratamientos hormonales, terapias de choque eléctrico e incluso cirugías cerebrales.
Una vez adultos, los individuos heterosexuales y homosexuales difieren en otras características, además de
con quién desean tener relaciones sexuales. Algunas de estas diferencias sugieren la idea de que los cerebros
de los individuos homosexuales se desarrollan de manera atípica. Es de conocimiento general que los
hombres heterosexuales tienen mejor puntaje en pruebas de habilidad espacial y menor puntaje en pruebas
verbales, comparados con mujeres heterosexuales. Varios estudios revelan que los hombres homosexuales
tienden a mostrar los mismos promedios de resultados en las pruebas de orientación espacial que los de
mujeres heterosexuales, también presentan habilidades verbales cercanas a aquellas que muestran las
mujeres.
Respecto al uso de la mano izquierda sobre la derecha. Hombre y mujeres heterosexuales presentan uso
preferencial de la mano diestra, y si se tienen que emplear ambas manos, la izquierda desempeña la tarea más
simple. McCorrnick (1991) informa que los homosexuales hombre y mujeres son menos consistentemente
diestros. En esta población existe una alta incidencia de sujetos zurdos y una mayor de ambidiestros. La idea
de que los individuos homosexuales usen indistintamente las manos sugeriría que su funcionamiento cerebral
sería menos lateralizado. Lindsay (1987) encontró que las funciones cerebrales de los homosexuales se
encuentran distribuidas más simétricamente entre ambos hemisferios cerebrales, en comparación con los
individuos heterosexuales.
También en el área laboral existen diferencias, las homosexuales prefieren labores .que requieran trabajo
físico importante; los homosexuales prefieren trabajos que requieran actividad creativa como diseño,
actuación, danza, etc. Las presiones que reciben los homosexuales, comenzando desde su propia familia,

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hacen que no confíen en personas que sean figuras de autoridad, aunada a una inusual habilidad para
despertar simpatía en otros individuos.

Aspectos genéticos
Varias investigaciones han demostrado que las diferencias en la orientación sexual tienen una base genética.
Dean Hamer (1993) mencionó haber encontrado un gen del cromosoma X que tenía una poderosa influencia
sobre la orientación sexual, inclusive los medios de comunicación lo bautizaron enseguida como el “gen
gay”, por estos tiempos estaba en boga la idea de demostrar que la homosexualidad era “biológica” y no
consecuencia de la presión cultural o la opción consciente. Una causa genética disminuiría el prejuicio contra
un estilo de vida que no era una “opción” deliberada, también haría que la homosexualidad apareciera como
menos amenazadora para los padres (ya que tales modelos no influirían en sus hijos, a menos que tuvieran tal
“inclinación”). Este gen está ligado a los extremos del cromosoma X (Xq28). El 75 % de los homosexuales
estudiados compartían la misma versión de este marcador.
Muy posiblemente esta secuencia sea sólo una de las varias causas biológicas que subyazcan a la preferencia
homosexual. Otros factores, incluidos los ambientales, podrían afectar la expresión de esta secuencia
genética.
Una de las hipótesis más interesantes relacionadas con la homosexualidad es el orden de nacimiento. Un
hombre con uno o más hermanos mayores tiene más probabilidades de ser homosexual que uno que no tenga
hermanos, que solo tenga hermanos menores o que tenga una o más hermanas mayores. Esto no tiene nada
de idea “freudiana”. Una pista importante que queda por explicar es que en las lesbianas no se da el efecto
del orden de nacimiento.
Sabemos que el antígeno H-Y (ver más arriba), es el que provoca la atrofia de los conductos de Müller
(femeninos) y masculiniza al feto; se denomina antígeno porque se sabe provoca una reacción inmunitaria de
la madre. Como consecuencia la reacción inmune es probablemente más intensa en los sucesivos embarazos
de varones. Blanchard y Klassen (1997), sostiene que una de las funciones de los antígenos H-Y es activar
otros genes en determinados tejidos, concretamente en el cerebro. Es importante no aceptar a rajatabla tales
resultados. Los seres humanos estamos muy lejos de las ratas y moscas, pero es posible que en cierto periodo
sensible, precoz y crucial faltara una hormona y esto afecte de forma permanente determinadas funciones,
incluida la orientación sexual.

Diferencias Cerebrales en los homosexuales


Diversos estudios (Gladue, 1994) encontraron que los varones homosexuales presentan una estructura
cerebral a medio camino entre las hembras y varones heterosexuales. LeVav (1994) encontró que el tercer
núcleo intersticial del hipotálamo anterior es más grande en los hombres heterosexuales que en las mujeres, y
más grande que el de los hombres homosexuales. Allen y Gorski (1991) han encontrado que la comisura
blanca anterior es mayor en hombres homosexuales que en heterosexuales.
Gunther Dörner (1988) encontró una respuesta diferencial a la inyección de estrógenos en los hombres
homosexuales. Normalmente hay una diferencia en la respuesta a la inyección de estrógenos, las mujeres
responden con la liberación de la hormona luteinizante, los hombres heterosexuales carecen de esta
respuesta. Dörner descubrió que los hombres homosexuales responden a la inyección de estrógenos con la
secreción de hormona luteinizante similar a la que ocurre en mujeres. Estas diferencias son atribuidas al
hecho de que los individuos homosexuales se encontraron expuestos a niveles extraordinariamente bajo de
andrógenos durante un periodo crítico de diferenciación sexual. Como resultado de esto, algunos circuitos
hipotalámicos mantuvieron su dirección de diferenciación femenina

VI. REFERENCIAS

1. DE LA FUENTE, R., ALVAREZ, F. Biología de la mente. Fondo de Cultura Económica. México DF.
1998.
2. GUYTON, A., Tratado de fisiología médica. Interamericana Mcgraw-Hill.MéxicoDF 1992
3. PINEL, J.P. Biospicología. Pearson educación, SA. Madrid , 2001
4. ROSENZWEIG, M., LEIMAN, A. Psicología fisiológica. McGraw-Hill / Interamericana de España.
Madrid 1992

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