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41. Libertad del hombre y ley de Dios llamadas a compenetrarse.

Heteronomía:
el hombre está obligado a someterse a las leyes de Dios. Teonomía participada…
el hombre acepta la ley pues acepta la verdad.

42. Ley natural: Sto. Tomás: se llama ley natural no por relación a la naturaleza
de las creaturas irracionales, sino porque la razón que la promulga es propia de
la naturaleza humana.

43. Ley eterna de Dios: San Agustín: “la razón o la voluntad de Dios que manda
conservar el orden natural y prohíbe perturbarlo”. Sto Tomas: “la razón de la
sabiduría divina que mueve a todas las cosas hacia su debido fin”. Sto Tomás: la
ley natural es la participación de la ley eterna en el hombre (somos providentes
sobre nosotros mismos y sobre los demás).

44. La ley natural es la misma ley eterna.

45. Ley nueva: ley de Dios en Jesucristo y en su Espíritu. Sto Tomás: ley del
espíritu en dos sentidos: 1) en cuanto que el E.S. nos dice lo que hemos de hacer
o no y nos inclina a actuar con rectitud. 2) en cuanto fe que actúa por la caridad,
inclina los afectos a actuar.

46. No definir la libertad por medio de sí misma. El hombre no sería nada más
que su libertad.

47. Objeciones del fisicismo y naturalismo contra la ley natural. Las leyes
morales son las leyes biológicas. Las inclinaciones naturales establecerían al
máximo una orientación general del comportamiento correcto…

48. Bienes “pre-morales”: las finalidades de las inclinaciones naturales se toman


como referencia para desarrollar indicaciones racionales sobre el orden de la
moralidad. Concepción reductiva de la naturaleza… Es necesario considera a la
persona como alma y cuerpo.

49. No se debe separar el acto moral de las dimensiones corpóreas de su


ejercicio.

50. La ley natural no es puramente biológica, ha de ser concebida como el orden


racional por el que el hombre es llamado por el Creador a dirigir y regular su
vida y sus actos, y a disponer del propio cuerpo. Ej. El deber de respetar la vida
humana no es por un instinto de conservación, sino por la dignidad de la persona
y pudiera ser lícito dar la propia vida. No hay división entre libertad y naturaleza.

51. La ley natural implica la universalidad (aunque el hombre debe esforzarse


por no opacar esta universalidad…) Esta universalidad no prescinde de la
singularidad de los seres humanos.

52. Estas leyes universales y permanentes corresponden a conocimienteos de la


razón práctica y se aplican en actos particulares mediante el juicio de la
conciencia. Los preceptos negativos obligan a todos siempre. Hay un límite
inferior, no superior..

53. La naturaleza humana trasciende las culturas. La formulación puede


adecuarse…

54. La relación entre libertad y ley de Dios tiene su base en la conciencia moral
(el corazón de la persona).

55. Decisiones, más que juicios. Fallo…

56. Algunos, partiendo de esto, han desordenado la conciencia, suponiendo que


se puede prescindir de algunos imperativos negativos de la misma en vistas de
una cierta creatividad. Sólo se entiende esta creatividad en la relación de libertad
y ley basada en la verdad.

57. La conciencia pone al hombre ante la ley, siendo ella “testigo”.

58. La conciencia es también testimonio de Dios mismo, invitando al hombre a la


obediencia.

59. El carácter propio de la conciencia es el de ser un juicio moral sobre el


hombre y sus actos. Es un juicio práctico sobre algo aquí y ahora.

60.

61.

62. La conciencia como juicio de un acto, no está exenta de la posibilidad de


error. Conciencia errónea: puede ser fruto de la ignorancia vencible o invencible
(culpable o no).

63. La conciencia recta muestra la verdad objetiva. La conciencia errónea la


subjetiva. Aunque si es por ignorancia invencible no culpable, no se imputa el
error a la persona, el acto no deja de ser malo.

64. Necesidad de formar la conciencia. Es necesario una cierta connaturalidad


entre el hombre y el verdadero bien, a través de las virtudes cardinales y
teologales.

65. La libertad no es sólo la elección por esta o aquella acción particular, sino que
es también dentro de esa elección, desición sobre sí y disposición de la propia
vida a favor o en contra de la verdad.

68. Opción fundamental. Aunque sea buena, los actos particulares afectan
verdaderamente.
69. Algunos teólogos –mal- dicen que es necesario medir la gravedad del pecado
desde el grado de compromiso de la libertad de la persona que realiza un acto, y
no desde la materia de dicho acto.

70. No reducir el pecado mortal a un acto de opción fundamental. La orientación


fundamental puede ser radicalmente modificada por actos particulares.

71. Los actos humanos son actos morales porque expresan y deciden la bondad o
malicia del hombre mismo que realiza esos actos. Determinan la profunda
fisionomía espiritual del hombre que los realiza.

72. La moralidad de los actos está definida por la relación de la libertad del
hombre con el bien auténtico. Bien que es establecido por la ley eterna (que al
ser conocida por la razón es ley natural y al ser revelada, ley de Dios).

73. La vida moral posee un carácter teleológico: consiste en la ordenación de


liberada de los actos humanos a Dios, sumo bien y fin (telós) último del hombre.

74. Fuentes de la moralidad. Distintos puntos de vista.

75. Falsas soluciones. Agunos no consideran mucho el hecho que la voluntad está
implicada en las elecciones que realiza. Otros se inspiran en una concepción de
libertad que prescinde de su referencia objetiva a la verdad sobre el bien (la
voluntad libre no está moralmente sometida a obligaciones determinadas, ni
vinculada por sus elecciones, a pesar de no dejar de ser responsable de los
propios actos y sus consecuencias). Es el consecuencialismo o proporcionalismo
(pretende deducir los criterios a partir de los valores o bienes que se persiguen,
o de las consecuencias, o de la proporción entre efectos buenos y malos). El
sujeto que obra es responsable según un doble aspecto: 1) desde uno sobre el
orden moral (valores como el amor de Dios, la justicia, etc) 2) orden pre-moral
(ventajas e inconvenientes originados).

76.

77. Las consecuencias de un acto no cambian la especie moral, sólo modifican la


gravedad de una acción.

78. La moralidad del acto humano depende sobre todo y fundamentalmente del
objeto elegido racionalmente por la voluntad deliberada. El objeto es el fin
próximo de una elección deliberada que determina el acto del querer de la
persona que actúa. La razón por la que no basta la buena intención reside en que
depende de su objeto: si es o no “ordenable” a Dios.

79.

80. Existen objetos “no ordenables” a Dios: intrínsecamente malos. Todo lo que
se opone a la vida; todo lo que viola la integridad de la persona humana; todo lo
que ofende a la dignidad humana; las condiciones ignominiosas de trabajo.
Nunca es lícito hacer el mal para conseguir el bien.
81. Las intenciones o circunstancias pueden atenuar la malicia de un acto
intrínsecamente malo, pero no pueden suprimirla.

82. Es errónea la opinión que considera imposible cualificar moralmente como


mala según su especie la elección deliberada de algunos comportamientos o
actos determinados, prescindiendo de la intención por la cual la elección es
hecha o por la totalidad de las consecuencias previsibles de aquel acto para todas
las personas interesadas.

83.

84. La cuestión fundamental: relación entre verdad y libertad.

85. Cristo revela el significado auténtico de la libertad, lo vive plenamente en el


don total de sí y llama a los discípulos a tomar parte en su misma libertad.

86. La libertad del hombre es contingente. No tiene su origen en sí misma, sino


en la existencia en la que se encuentra y para la cual representa un límite y una
posibilidad. Pero la libertad necesita ser liberada: Cristo.

87. El reconocimiento honesto y abierto de la verdad es condición para auténtica


libertad. La libertad se realiza en el amor: don de uno mismo.

88.

89. La fe tiene un contenido moral: suscita y exige un compromiso coherente de


vida; comporta y perfecciona la acogida y la observancia de los mandamientos.

90. La confirmación de que las teorías teleológicas, consecuencialistas y


proporcionalistas no son válidas es el martirio cristiano.
PREGUNTAS

+ Cuerpo humano y sus comportamientos: tienen un significado moral

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