Ciencia y meditación

Cuando las personas que están acostumbradas al pensamiento continuo, al razonamiento

lógico, empiezan a estudiar el Zen, toman un paso en falso desde el principio. El Zen no
puede ser estudiado; tiene que ser vivido, tiene que ser embebido - embebido de un Maestro
vivo. (…) Moisés vivo, un Mahoma vivo, puede transmitir algo que no se puede decir,
puede mostrar algo que no se puede decir, puede crear un cierto ambiente a su alrededor
que puede desencadenar la iluminación en muchas personas, pero sin ninguna explicación,
sin ninguna prueba lógica. La iluminación es casi como un romance. Así como te
enamoras, no puedes racionalizarlo; está por debajo de la razón - de la misma manera caes
en la iluminación. Está por encima de la razón: caes por encima de las palabras. (…) Es una
historia hermosa. La iluminación está cayendo hacia arriba como el amor está cayendo
hacia abajo. Pero algo es similar en ambos; la caída - irrazonable, inexplicable,
inexpresable. Sólo aquellos a quienes les ha sucedido saben, e incluso cuando ha sucedido
no se puede explicar a nadie a quien no ha sucedido todavía.
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Lo insensato es algo por debajo de lo sensato. El zen es supra-sensato, no insensato; está
por encima de la sensatez. Es algo mucho más allá de los alcances de la razón. La lógica es
un juego muy ordinario; cualquiera que tenga un poco de inteligencia puede jugar el juego.
En el momento en que usted va más allá de la lógica, entonces entra en el mundo del Zen.
(…) La razón no sólo queda atrás, la razón se trasciende, se supera. Hay una diferencia, una
gran diferencia, una diferencia que marca la diferencia. (…) Así que la razón no se deja
atrás, la razón simplemente se trasciende.
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Ahora, eso es absolutamente estúpido; la mente no será libre. Cuando entras en el mundo
del Zen no hay mente. El Zen es equivalente a no-mente. No es libertad de mente, es
libertad de la mente, y hay mucha diferencia, una diferencia infranqueable. La mente no es
libre, estás libre de la mente. La mente ya no está allí, libre o no, la mente simplemente ha
cesado. (…) DHYANA significa simplemente un estado de no-mente, no concentración, no
contemplación, no meditación, de hecho - sino sólo un silencio, un silencio profundo donde
todos los pensamientos han desaparecido; donde no hay ondulación en el lago de la
conciencia; cuando la conciencia funciona como un espejo que refleja todo lo que es.
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La mente no puede alcanzar "las colinas ilimitadas de su propia alegría inherente"; la mente
no tiene capacidad inherente para la alegría. La mente es la causa de toda miseria; no sabe
nada de alegría.
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La mente es solamente una creación de la sociedad para ayudarte a realizar tus deberes
sociales eficientemente. La mente es una estrategia del establishment para manipularte,
esclavizarte, mantenerte lo más ininteligente posible, porque la persona inteligente es
peligrosa. En toda la Biblia no hay una sola declaración alabando a la inteligencia. (…) La
estrategia básica para la destrucción es crear una mente, imponerle una mente, de modo que
olvide sus cualidades más íntimas de alegría, olvides la inocencia que trajo desde las
fuentes de la existencia, de modo que se olvide de todo lo bello y se convierte en sólo un
engranaje en la rueda de la sociedad.
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Se dice que la filosofía es como un ciego buscando en una noche oscura, en un cuarto
oscuro, un gato negro que no está allí.
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El amor no es posible en absoluto, porque la filosofía significa lógica y la lógica no puede
ser amorosa. La lógica es el fundamento de la ciencia, pero no el fundamento de la vida. La
lógica es aplicable a las cosas muertas, a los objetos, porque el método básico de la lógica
es la disección. En el momento en que disecciones algo, lo matas, así que si quieres
encontrar la vida a través de la lógica nunca la encontrarás; el mismo método lo prohíbe.
(…) Es como disecar a un bailarín - ¿crees que encontrarás algo como bailar dentro? (…)
Se puede cortar la garganta de un cantante, pero no se encuentra la canción - y siempre
había creído que la canción provenía de la garganta. La garganta es sólo un vehículo; la
canción viene del más allá. (…) El amor y la lógica nunca se encuentran, no pueden
encontrarse. La lógica significa el viaje hacia el exterior, el amor significa el viaje interior.
Lógica significa disección, amor significa encontrar la unidad orgánica. La lógica piensa en
términos de lo múltiple. (…) Sólo los amantes conocen la unidad, los pensadores no pueden
conocer la unidad. (…) Y en la unidad del todo se encuentra el amor y se encuentra la
sabiduría. La sabiduría es la sombra del amor; donde hay amor, hay sabiduría. Cuando el
amor está vivo hay baile, hay canto, hay belleza; esas son todas las cualidades de la
sabiduría. (…) El conocimiento no es sinónimo de sabiduría. El conocimiento es todo
prestado, basura; usted lo ha recolectado de otros. (…) La sabiduría es la explosión de su
propia conciencia. La sabiduría es intrínseca; no viene del exterior, explota dentro de ti y se
extiende hacia el mundo exterior. Es como la luz que irradia: usted la comparte, usted no la
acumula. El conocimiento tiene que ser suplicado, la sabiduría tiene que ser compartida.
Son dimensiones totalmente diferentes. La filosofía no puede darte amor o sabiduría, solo
puede seguir dándote esperanza.
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No teorizar, filosofar, sino callarse; no llegar a ser más conocedor, sino dejar caer todo
conocimiento, descartarlo, para que puedas estar vacío, completamente vacío.
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El conocimiento y la lógica crecen juntos. La sabiduría y el amor crecen juntos.

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El conocimiento es siempre ininteligente. (...) El conocimiento es mecánico, y ¿cómo puede
cualquier cosa mecánica ayudarte a ser sabio? El conocimiento no es otra cosa que
categorización.
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Los filósofos son buenos en categorizar las cosas, los científicos son buenos en categorizar
las cosas. Todo su esfuerzo es cómo categorizar, cómo poner todo en una categoría
particular - esto es esto, eso es eso - y seguir y seguir. No buscan la unidad orgánica de la
vida, no buscan el principio último de la vida que corre entre los árboles, las montañas, las
estrellas, los animales, los pájaros y los hombres. No buscan ese factor unificador. Ese
factor unificador es lo que las religiones han llamado la verdad, lo que Buda llamó
NIRVANA, lo que Jesús ha llamado el reino de Dios.
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Mis sannyasins tienen que salir de todas estas jaulas: las jaulas que la filosofía, la teología,
la ciencia y todo tipo de cosas han creado a su alrededor. Tienes que salir de todo, no
parcialmente, no gradualmente, no lentamente, no mañana, pero ahora, en este mismo
momento.
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La existencia es paradójica; si tratas de hacerla lógica nunca lo vas a lograr, nunca vas a
comprenderlo. (...) No se trata de una mente entrenada; se trata de un corazón inocente.
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El conocimiento es muy útil - ¡la sabiduría es inútil! El conocimiento es necesario en el
mercado, en los negocios, en la política. En todas partes se necesita conocimiento - en
tecnología, en ciencia - en todas partes se necesita conocimiento. El conocimiento es muy
útil, utilitario; la sabiduría es absolutamente inútil, pero esa es su belleza. (…) El mundo
exterior es el mundo de la utilidad; el mundo interior es el mundo de la significación, no de
la utilidad. (...) El mundo interior es simplemente de lujo; no es una necesidad, es una
alegría. (…) ¿De qué sirve el amor? La pregunta es incontestable, por el mismo hecho del
uso de la palabra "sirve". El amor no es una mercancía; el mundo puede andar sin amor, ya
está andando sin él. (…) La vida se puede vivir con utilidad en tu propio estilo o se puede
vivir como un juego. Música, amor, flores, estrellas, poesía, pintura, baile, todos pertenecen
al mundo interior. No estoy en contra del conocimiento; cuando estés haciendo algo en el
mundo utiliza tu conocimiento. Allí es tonto el usar la sabiduría; allí es peligroso sentarse
en un coche y meditar. Allí, debes utilizar toda tu eficacia, todo tu conocimiento, todo tu
know-how; pero no debes limitarte a ello. No debes obsesionarte con eso, debes ser capaz
de ir hacia dentro. Cuando el trabajo haya terminado, debes poder cerrar las puertas al
mundo exterior y volver al interior. Luego bailar, cantar, meditar, amar, vivir. Uno debe ser

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flexible, líquido. (…) Y el mundo exterior es tan hermoso como el mundo interior - si
podemos tener ambos, ¿por qué elegir uno?
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Occidente ha vivido sólo a través del conocimiento, por lo tanto ha perdido la dimensión
interna, ha perdido la floración interior, ha perdido el contacto con su propio ser. El Oriente
ha hecho lo contrario: pensando que el conocimiento es inútil se ha vuelto no científico, no
utilitario, por lo que su mundo exterior se ha reducido. Es pobre, feo, no científico.
Occidente ha perdido contacto con su propia alma y el Este ha perdido contacto con su
propio cuerpo. Y el hombre es una danza de estos dos complementos; estos dos son socios
en la danza. Estos dos son como dos alas: no se puede volar al cielo con una sola ala, con
un ala que caerá. El Oeste ha caído, el Este ha caído; ambos han demostrado ser fallos
totales. Necesitamos un nuevo tipo de ser humano que tenga ambas alas: las alas del
conocimiento, la ciencia, la tecnología y las alas de la meditación, la iluminación, el amor,
la libertad.
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No hay una meta como tal, por lo tanto, no existe la pregunta de que exista un objetivo
final. (…) Para eso, el conocimiento no es necesario porque el conocimiento es una guía
para las metas, para los logros. Para eso, para esa vida inmediata sin meta, la inocencia es
necesaria, no el conocimiento. La inocencia, como un niño, lo que Dionisio llama una
"ignorancia luminosa" - exactamente eso es necesario; una ignorancia luminosa, un estado
iluminado de no saber. (…) La iluminación es el estado final del no saber; es ignorancia
luminosa, es infantil. (...) Comienza a recolectar flores silvestres, sin ninguna razón, sólo
por la pura alegría de la misma.
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La vida es una jerarquía de necesidades. En primer lugar, la necesidad física tiene que ser
atendida, la existencia material tiene que ser cuidada. La ciencia satisface una necesidad
básica. Si se olvida la ciencia, se perderá la religión. Entre la ciencia y la religión está el
mundo del arte. Estas son las tres dimensiones básicas de la vida. La ciencia tiene que
cuidar el material, lo fisiológico, lo biológico, las necesidades extrovertidas del hombre. La
religión tiene que cuidar de lo más íntimo: la interioridad, la subjetividad. Y entre los dos
está el mundo de la estética: el arte, la poesía, la música, la danza, el teatro, la literatura.
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Wilhelm Reich es un pensador, no un meditador, y a veces los pensadores que tantean en la
oscuridad pueden encontrar algunas cosas, pueden tropezar con algunas cosas. Pero tener
ojos es un fenómeno totalmente diferente. (…) No soy un pensador en absoluto; para mí
pensar es una actividad de muy baja calidad.
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Los intelectuales pueden traicionar muy fácilmente: son las personas más renegadas en el
mundo porque sus corazones no están en él, sólo su cabeza.
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El conocimiento no tiene la capacidad de disipar la ignorancia. El conocimiento es un
fenómeno falso; no es sabiduría en absoluto, es justamente lo contrario de la sabiduría. El
conocimiento es prestado, la sabiduría es el florecimiento de su ser más íntimo. Se puede
pedir prestada una flor de plástico, pero si quieres rosas reales, entonces tendrás que
hacerlas crecer en tu ser más íntimo. Ninguna universidad puede ofrecerla, ninguna
escritura puede ofrecerla, ninguna beca es capaz de hacerlo. (...) Ser conocedor es una cosa,
y saber es totalmente diferente. Un ciego puede ser conocedor de la luz, pero no sabe nada
de la luz, no la ha experimentado. (…) Es mejor ser ignorante y tener ojos que ser muy
conocedor de la luz y ser ciego. Pero las universidades existen específicamente para ese
propósito. (…) Las sociedades a través de los siglos han estado proveyendote de
conocimiento falso. Esa es la función misma de sus escuelas, colegios, universidades. (…)
Ellos continúan inflando tu ego cada vez más grande, ellos continúan dandote más y más
grados. (…) No es posible llegar a ser sabio a través de las universidades. La sabiduría
necesita un enfoque totalmente diferente, un enfoque diametralmente opuesto. El
conocimiento es de la mente, la sabiduría es un estado de no-mente. El conocimiento crea
la botella alrededor del ganso - una bella botella, muy bien pintada, pero es sólo una
botella. Y por dentro no puede haber un ganso real vivo. Dentro de una botella o puede
tener un ganso de peluche - eso es lo que sus eruditos son, tomates rellenos, patatas, pero
todo relleno, relleno de basura - o puede tener un ganso pintado dentro. Se verá hermosa
desde el exterior, pero en realidad usted está llevando sólo una botella. Y la botella se
vuelve más pesada, porque el conocimiento tiene su propia forma de acumularse - sigue
reproduciéndose a sí mismo. (…) Si sabes una cosa, eso te conducirá a otra cosa, porque
con cada pregunta que contestes diez nuevas preguntas surgen. Una vez más lo mismo
sucederá: diez preguntas respondidas y tienes un centenar de preguntas listas para tí. Sigue
extendiéndose. Se vuelve más grande y más grande y te pierdes en ella.
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Todavía no has salido de la ilusión del conocimiento, la ilusión de la mente. Sal de la
mente. (...) La mente es sólo tu idea; no es una realidad, es ficticio, es sólo una fantasía.
Está hecha de la misma materia de la que están hechos los sueños. Tú puedes simplemente
salir de ella. (…) Acepta el hecho de que todos esos años de adquirir conocimientos han
sido un puro despilfarro. ¡Sal de eso! (…) Los así llamados letrados, los eruditos, los
conocedores siguen viviendo en el mundo de sus propias ficciones. No tienen ninguna
preocupación por la realidad en absoluto - están desconectados de lo real. Y es lo real lo
que puede hacer de tu vida un gozo, una felicidad. (…) La función del Maestro es deshacer
lo que la sociedad te ha hecho. Es una anti-universidad, una anti-escuela, un anti-colegio,
porque no está aquí para impartirles conocimientos sino para impartir algo totalmente
diferente, algo de una dimensión diferente. (...) Tú puedes salirte de tus llamadas escrituras,
palabras, teorías, y puedes llegar a ser simplemente ordinario.

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La ciencia es una desmitificación de la existencia, por lo tanto es absolutamente imposible
sentir cualquier sentido de lo misterioso a través de la ciencia. (…) La ciencia tiene una
metodología definida y que la hace limitada; le da una demarcación, una definición. Y es
absolutamente necesario que se defina la ciencia, de lo contrario no habría ninguna
diferencia entre la ciencia y la meditación, entre la ciencia y la conciencia religiosa. La
ciencia significa ser definido, ser absolutamente definido, sobre los hechos. (...) El misterio
necesita una cierta imprecisión; el misterio necesita algo indefinido, sin nombre. La ciencia
es factual; el misterio no es factual, es existencial. Un hecho es sólo una parte de la
existencia, una parte muy pequeña, y la ciencia se ocupa de las partes porque es más fácil
tratar con las partes. Son más pequeñas, puedes analizarlas, no te abruman, las puedes
poseer en tus manos, puedes diseccionarlas, puedes etiquetarlas, puedes estar
absolutamente seguro de sus cualidades, cantidades y posibilidades, pero en ese mismo
proceso el misterio está siendo asesinado. (…) La dimensión de la mente es la dimensión de
la ciencia, y la dimensión de la meditación es la dimensión de lo milagroso, lo misterioso.
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La meditación te lleva lentamente a una especie de disolución donde el observador y lo
observado se convierten en uno. Ahora, eso no es posible en la ciencia. El observador tiene
que ser el observador y lo observado tiene que ser el observado y una distinción clara debe
ser mantenida continuamente. Ni siquiera por un solo momento debes olvidarte de ti
mismo, ni siquiera por un solo momento te debes interesar, disolver, abrumar, apasionar,
enamorar del objeto de tu investigación.
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Entre el mundo de la meditación y la mente hay un puente; ese puente se llama el corazón.
El corazón está exactamente entre los dos. Por lo tanto, el poeta vive en una tierra
crepuscular: algo de él puede ser científico y algo de él puede ser místico. Pero esa es la
ansiedad del poeta también, porque vive en dos dimensiones, diametralmente opuestas
entre sí. Por lo tanto, los poetas tienden a volverse locos, tienden a suicidarse; siempre se
les conoce como un poco locos, extravagantes. Algo en ellos sigue siendo loco por la
sencilla razón de que no están instalados en ninguna parte. No están ni en el mundo de los
hechos ni en el mundo de los existenciales; están en un limbo. El poeta puede tener un
cierto sabor de lo misterioso, pero eso también rara vez; viene y se va. El místico VIVE allí.
(…) Pero el místico vive en el mundo del misterio. Su enfoque es absolutamente
trascendental a la ciencia. No está ni en la mente ni en el corazón, sino en el más allá; ha
trascendido a ambos. Si realmente quieres la experiencia de lo misterioso entonces tendrás
que abrir una nueva puerta en tu ser. No digo que dejes de ser un científico, simplemente
estoy diciendo que la ciencia puede seguir siendo una actividad periférica para tí. Cuando
estés en el laboratorio se un científico, pero cuando salgas del laboratorio olvídate de la
ciencia.
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Cuando el científico mira la rosa, piensa en los colores, la química, la física, los átomos, los
electrones, los neutrones y lo que sea - excepto la belleza. La belleza no entra en su visión,
y eso es lo que es la rosa. (…) En el momento en que disecciones la rosa, desaparece la
belleza. (...) Pero es un sentimiento, no es un pensamiento.
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La mente se ha ido, y cuando la mente se ha ido el misterio entra.
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Sal de la mente.
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Para mí, la religión consiste en tres capas; la primera capa es la de la ciencia. Así como tu
cuerpo se compone de constituyentes materiales, atómicos, la religión consiste primero en
la parte más periférica de la ciencia. No estoy en contra de la ciencia - la ciencia es una
necesidad absoluta - pero es sólo un fenómeno periférico, el más superficial, el primer
círculo concéntrico alrededor de tu centro. Luego viene el segundo círculo concéntrico, que
es más profundo que la ciencia; que es de arte, estética. Y luego el tercero; que es la
meditación. Y si has entrado en estos tres círculos concéntricos, poco a poco vas a alcanzar
el cuarto. (…) La meditación te llevará a lo misterioso, pero todavía hay algo más que eso;
eso es inexpresable. (…) Tú puedes dejar que la ciencia sea uno de los aspectos de tu vida.
(...) Está perfectamente bien usar tu mente lógica, tu mente analítica - está perfectamente
bien, es beneficioso. El mundo necesita la tecnología, el mundo necesita la ciencia, y tú
puedes ser de inmenso servicio a la humanidad, pero eso es una cuestión totalmente
diferente.