Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
la Psicología Evolutiva
Sección a la que pertenece el artículo: Psicologia Evolutiva
El aspecto más característico y distintivo del hombre con relación al resto de las
especies es la posibilidad de adaptarse a exigencias diferentes, y esta capacidad de
adaptación es producto, fundamentalmente, del aprendizaje y, por tanto, de la cultura.
Lo que el hombre realiza en compañía de otros hombres y lo que aprende de los otros es
considerablemente mucho más que lo que son capaces de hacer otras especies.
Para entender al ser humano necesitamos conocer cómo han sido los procesos de
humanización desde la perspectiva filogenética y cómo son los procesos de
humanización que se producen desde el nacimiento hasta el ser adulto. Esta
Las ideas centrales que manejamos en este intento de aproximación a nuestro objeto de
estudio son cuatro: cambio conductual, proceso, dimensión temporal y ciclo vital.
Este interés por el cambio nos lleva no sólo a expresar las diferencias y similitudes de la
conducta en distintos modelos temporales, sino que lo propio de la psicología evolutiva
es la descripción y explicación del proceso mismo del cambio. En muchas ocasiones
tenemos que partir de los resultados o productos de las acciones de los sujetos para poder
inferir los procesos responsables de estas producciones. Otros estudios intentan seguir
directamente los procesos psicológicos en su manifestación temporal, como por ejemplo
los que utilizan los métodos de observación que permiten respetar la complejidad de las
interacciones que inciden sobre los procesos de interés.
El desarrollo es continuo, es decir, sucede con el paso de las horas, los días, las semanas,
los meses y los años. Sucede a lo largo de toda la vida. Los cambios se producen sobre lo
que hay anteriormente y el desarrollo es direccional, esto es, avanza hacia una
complejidad cada vez mayor. Este avance se realiza de una forma organizada, es
decir, las habilidades se van integrando paulatinamente, y se produce de forma holística,
lo que significa que los avances nunca están aislados, todos los logros en el desarrollo
son el resultado de la interacción de los diversos aspectos. Todo elemento del desarrollo,
sea físico, cognitivo o social, depende de todos los demás.
Uno de los aspectos determinantes del ser humano es precisamente el tener una infancia
prolongada, durante la cual se abren inmensas posibilidades de aprendizaje. El ser
humano tiene que aprenderlo casi todo, ya que nace con un repertorio de conductas muy
pequeño, y esta es una de nuestras grandes ventajas como especie, ya que nos permite
una mayor capacidad de adaptación a situaciones cambiantes.
Vamos a revisar a continuación algunas de las disciplinas que han tenido o tienen
influencia en la configuración de la psicología evolutiva y de sus métodos de estudio.
En las posiciones posteriores a Freud aparece una orientación evolutiva mucho más
clara. A partir de la formulación de las distintas instancias de la personalidad (ello, yo y
superyó) surge la corriente conocida como psicoanálisis del Yo. Uno de los aspectos más
interesantes que presenta Ana Freud, desde la perspectiva de la psicología evolutiva, es
la importancia que concede al estudio del desarrollo del niño en el curso de su evolución.
El desarrollo del yo supone una de las fuentes que explican el desarrollo del ser humano.
La etología surge y se desarrolla a partir de los inicios del s. XX. Alrededor de los años
30, con las teorías de Lorenz y Timbergen, adquiere una gran influencia en el campo de
la biología, pero no es hasta los años 70 cuando su influencia es relevante en el ámbito
de la psicología.
Una característica fundamental de este enfoque es el interés que presenta por estudiar la
conducta de los individuos en su medio bajo las condiciones naturales en las que éstas se
producen, y considerando siempre la perspectiva de su valor adaptativo para la
supervivencia del individuo y de la especie.
El enfoque ecológico plantea, de forma general, una postura crítica ante una psicología
que ignora el contexto en el estudio del desarrollo. “La psicología ecológica estudia la
conducta humana tal como se produce en sus contextos naturales, así como las relaciones
entre conducta y entorno, con objeto de producir descripciones detalladas que permitan
un análisis cuantitativo” (Álvarez y del Río, 1990).
Los primeros trabajos que se realizan teniendo al niño como objeto de estudio parten de
otras disciplinas, en primer lugar centradas en asuntos de corte practico como es el
pedagógico, interesado especialmente en la educación de los niños, y la medicina,
centrada en el funcionamiento del cuerpo y la salud. Finalmente, los intereses filosóficos
y científicos pretenden responder, al estudiar a los niños, a preguntas sobre el origen del
conocimiento o las emociones.
Racionalismo
Empirismo
Constructivismo
Así, en ultima instancia, el debate que se plantea no es ya si se da algo innato, sino cual
es su naturaleza: ¿constituyen simples programas a ejecutar (maduración), o es un
mecanismo que construye sus propios programas activa o interactivamente? De todos
modos, la distinción no siempre es fácil, partiendo de la base de que el constructivismo
combina racionalismo y asociacionismo en un continuo sin divisiones netas; de
manera que la etiqueta escogida para una determinada formulación podría ser un tema
de mero énfasis, cuando no de simple preferencia.
Individuo-sociedad
Cada persona pertenece a una generación especifica (tiempo generacional), está inmersa
en una determinada cultura (tiempo sociológico), y cada generación, en su conjunto,
está en deuda con un particular periodo histórico (tiempo histórico). Es un mito
pseudocientífico pretender estudiar al individuo aislado de todas estas influencias.
El individuo aislado es una ficción.
La influencia del mundo social en el desarrollo humano hace que se convierta, por si
mismo, en un dominio de conocimiento de enorme importancia para el niño. Tanto el
conocimiento social como el conocimiento moral son ejemplos de la actividad
constructiva desplegada por el niño y ejemplos de desarrollo a lo largo de toda su vida.
De modo que podemos contemplar el contexto social desde dos puntos de vista: por un
lado, como variable de importancia decisiva a la hora de explicar el desarrollo humano
y, por otro, como objeto de conocimiento que está sometido, al igual que cualquier otro
dominio, a un lento proceso de adquisición no exento de dificultades.
Aprendizaje-genes
Ahora bien, una cosa es la influencia de los genes en la explicación de las diferencias
individuales, y otra muy distinta la afirmación del carácter innato de las capacidades
psicológicas. Alguien puede afirmar que la capacidad lingüística, por ejemplo, es innata,
y no por ello aceptar que las diferencias individuales en la actuación lingüística sean de
procedencia innata. Habría dos tipos de innatismo:
b. Un innatismo del estado inicial, según el cual el niño está dotado innatamente con
un juego de representaciones de entradas particulares con una serie de reglas que
operan sobre esas representaciones. En este segundo caso las estructuras iniciales
serian revisables a partir de nuevos resultados.
¿Cómo lograr medidas de la interacción entre genes y medio? ¿Cómo se expresan los
genes en términos neurofisiológicos? Somos seres con una dimensión biológica y con
otra cultural, pero además de eso, todo, al tratarse de asuntos que afectan al hombre,
está impregnado de historia. Fuera de la comprensión histórica, el ser humano se nos
aparece como un mero conglomerado de mecanismos mas o menos biológicos o
culturales, sin entidad ni consistencia alguna. El desarrollo humano no puede ser
comprendido al margen de su dimensión histórica.
Afecto y cognición
Aunque el desarrollo desde el punto de vista subjetivo es una tarea global, desde el
punto de vista objetivo requiere parcelar y dividir las distintas dimensiones para poder
estudiarlas. Pero eso no debe hacernos olvidar que la segregación si bien es necesaria,
no deja de ser artificial.
Desarrollo-aprendizaje
Independientemente del modelo de desarrollo que elijamos, todos tienen en común una
misma orientación: no intentan tan solo proporcionar una visión de las representaciones
y reglas que constituyen nuestro conocimiento adulto del mundo, sino que se centran en
el proceso dinámico por el cual se transforman estas reglas y representaciones desde el
mismo momento del nacimiento. Hay tres rasgos distintivos de la especie humana que
la hacen diferente de todas las demás: