Plan de emergencia y contingencia

Contenido y Edición:
Corporación Ecológica y Cultural
Penca de Sábila
Carrera 50 Nº59-27 - Teléfono: (4) 2846868
corpenca@une.net.co / www.corpenca.org

ISBN: 978-958-58469-4-4

Elaboración de textos:
Elena Bedoya Santamaría

Corrección de textos:
Juan Carlos Márquez

Coordinación:
Lina Mondragón

Fotografías:
Archivo Corporación Ecológica y Cultural
Penca de Sábila

Diseño y Diagramación:
Carolina Jiménez Franco

Apoya:
Genève Tiers Monde

Medellín, 2017
Contenido

Presentación 5

La gestión del riesgo y el territorio 6

Conceptos generales 9

Normatividad relacionada con la gestión

del riesgo 11

Plan de gestión de emergencia y contingencia

de los acueductos comunitarios 13

¿Por qué es importante un plan de

emergencia y contingencia para los
acueductos comunitarios? 14

¿Cómo hacer un plan de emergencias y

contingencias? 15

Glosario 26

Referencias 30

Anexos 31
Presentación
Nuestras organizaciones comunitarias
que gestionan el agua son exigidas de
múltiples maneras por las instituciones
públicas. Hemos constatado en años
de trabajo y procesos de formación que
estas exigencias no están acompañadas
de procesos adecuados de información
y formación. El Plan de Emergencia
y Contingencia se suma al extenso
listado de requerimientos por parte
de la institucionalidad, no obstante,
debemos verlo como una oportunidad
para construir una mejor relación con
nuestro entorno y estar preparados
como comunidad en el momento que se
presenten emergencias.
A partir de las conversaciones que
hemos tenido con Gustavo Wilches
Chaux, ambientalista experto, y bajo la
guía de sus textos, nos hemos formado
en gestión del riesgo.
4
El Plan es una herramienta que nos
permite situarnos en nuestro territorio
como construcción socio-ecológica
y preguntarnos por esa ecuación
entre amenazas, vulnerabilidades
y riesgos, comprendiendo la
relación entre nuestras dinámicas
y las dinámicas del territorio,
las dinámicas complejas de esta
relación comunidades-ecosistema.
Esperamos que esta cartilla, en la
que Elena Bedoya recoge y organiza
los diseños realizados por el equipo
de trabajo de la Corporación, sea
otro aporte a la defensa de la gestión
comunitaria del agua y a nuestro
derecho a ser y permanecer en
nuestros territorios para, mediante
la autogestión, seguir garantizando
el acceso al agua como condición
básica de la dignidad de nuestras
comunidades.
Javier Márquez Valderrama.
La gestión del riesgo y
el territorio
La gestión del riesgo es aquel
ejercicio que integra en un proceso
la identificación, el análisis y la
cuantificación de los riesgos, como
también la intervención necesaria para
modificarlos, disminuirlos, eliminarlos
o mitigarlos, y así lograr abordar una
situación de emergencia o desastre.
El plan de emergencia y contingencia
busca restablecer el servicio, la
calidad, la cantidad y la continuidad del
servicio público de agua, alcantarillado
y aseo.
Para empezar a hablar de gestión del
riesgo debemos partir del territorio,
conocer qué es y cómo se compone.
Desde una concepción geográfica se
entiende que es un terreno o espacio
de superficie terrestre, también se
alude al territorio como elemento
físico del Estado, es decir, como los
diferentes poderes que se ejercen
sobre un espacio determinado,
para delimitarlo y diferenciarlo de
otros espacios. Sin embargo, esta
concepción de territorio se queda
corta con la realidad y las dinámicas
cotidianas que vivimos.
Gustavo Wilches Chaux, quien
ha dedicado su vida a la ecología
geográfica y humanista, destaca en el
documento “La construcción colectiva
de una cultura del agua” que el
territorio “es el resultado dinámico del
matrimonio insoluble entre la dinámica
de los ecosistemas y la dinámica
de las comunidades humanas”, y
resalta el agua como “un componente
esencial del territorio, sin el cual
resulta imposible tanto la existencia
de las comunidades como la de los
ecosistemas” (Wilches, 2008: 18). El
territorio es entonces la unión entre las
dinámicas ecosistémicas, formadas por
los seres vivos en el medio donde estos
se desarrollan, y los elementos no vivos
del ambiente (bióticos y no bióticos)
y las dinámicas de las comunidades
humanas (figura 1).
Figura 1. El territorio como resulta de las dinámicas de
los ecosistemas y las comunidades humanas.
La naturaleza o el ambiente tiene
sus dinámicas propias al igual que
las comunidades, por eso urge la
5
necesidad de relacionarse y cohabitar,
generar convergencias, teniendo en
cuenta la variabilidad climática como
“la característica esencial del clima
y del tiempo, de estar cambiando de
manera permanente” (Wilches, 2008:
7). Es normal que el clima cambie
según el tiempo, lo que nuestros
ancestros han tenido en cuenta
para establecer cuándo y cómo
producir siembras y recolecciones,
de acuerdo con las temporadas de
lluvias o sequía. Pero también hay que
considerar el cambio climático, como
“las alteraciones de la variabilidad
climática que son provocadas por el
incremento, por acción humana, de
las emisiones de Gases de Efecto
Invernadero (GEI) a la atmósfera y
que, como consecuencia, producen
el calentamiento general del planeta”
(Wilches, 2008: 7).
El agua desempeña un papel
fundamental, por una parte, es un
elemento esencial para la vida, tanto
de los seres humanos como de los
seres no humanos, de ella depende
la vida, la salud, la alimentación,
el oxígeno, el aire puro. El agua
hace parte del territorio y tiene sus
dinámicas propias que van desde las
microcuencas hasta las cuencas,
y que dependen de las condiciones
6
ambientales, de los periodos de
variabilidad climática y de la intervención
de la mano humana en ella.
El ciclo mismo del agua nos enseña la
reciprocidad. El agua hecha vapor va
a la atmósfera y se hace nube, el agua
se fija en el suelo y se hace páramo,
humedece la vegetación y a todos los
organismos vivos que compartimos
la biosfera, y transcurre por ríos
y quebradas, por lagos, lagunas y
ciénagas y se hace subterránea, va
al mar, en un incesante movimiento
que surte esa humedad necesaria
para cada ecosistema. Al no ser
en reciprocidad con el agua la
hemos vuelto escasa, la escasez
nos la inventamos socialmente por
la manera de habitar, producir y
vivir, pues la no reciprocidad con el
agua es el reflejo de la inequidad,
la injusticia social, la privatización
de los bienes comunes, el egoísmo,
el individualismo, el consumismo y
todos los valores que caracterizan la
sociedad humana actual y el modelo
hegemónico de producción y vida.
Ser recíprocos es comprendernos
en este ciclo y participar con la
inteligencia que el mismo nos
propone, es no creernos el centro
del universo sino parte de él; es
romper esta creencia antropocéntrica
fundada en el poder acumulado,
que conduce inexorablemente a la
destrucción de las condiciones de la
vida en el planeta (Márquez, 2008).
La gestión del riesgo es el conjunto
de tareas que lleva a cabo una
comunidad encaminadas a establecer
las acciones que se realizarán en
situaciones de desastre por medio
de un proceso donde se identifiquen,
analicen y cuantifiquen los riesgos para
intervenir en busca de su modificación,
disminución o eliminación; igualmente,
se debe preparar la comunidad para
responder ante los posibles daños que
genere un hecho de desastre. Conocer
el territorio y las dinámicas que en él
se reúnen llega a ser indispensable
para prevenir o mitigar los posibles
desastres que sucedan y así evitar
daños, lesiones o perjuicios.
Esta cartilla es un instrumento para
que las comunidades organizadas
que autogestionan el acceso al agua
y su suministro realicen su plan de
contingencia y emergencia.
7
Conceptos generales

Comunidad: Grupo de personas Esta amenaza puede ser natural,

que comparten intereses en común.
Comunidades organizadas: Se
entiende por comunidad organizada a
la asociación de derecho, sin ánimo
de lucro, integrada por personas
naturales y/o jurídicas, en la que sus
integrantes estén unidos por lazos
de vecindad y colaboración mutuos
en beneficio del desarrollo local y la
participación comunitaria (Colombia,
Ministerio de Comunicaciones, 2003).
Amenaza: Cualquier factor externo de Veamos en la figura 2 algunos ejemplos
riesgo capaz de producir un daño a una
comunidad en un tiempo determinado.
antrópica o mixta.
• Natural: peligro que proviene de
un evento físico de origen natural
de acuerdo con las dinámicas
ecosistémicas.
• Antrópica: este tipo de amenazas
son causadas o inducidas por la
actividad humana.
• Mixta: amenaza que se origina
cuando la actividad humana altera
la naturaleza e induce al ecosistema
a un riesgo.
de las amenazas que pueden ocurrir:

Figura 2. Ejemplos de posibles amenazas y sus causas.

8
Por ejemplo, la comunidad se puede
ver en riesgo porque en la parte alta
de la captación de la fuente estén
deforestando para cualquier tipo de
actividad productiva como ganadería,
agricultura, minería, sistemas
forestales, porcicultura, piscicultura,
turismo irresponsable, expansión
urbana o viviendas, asimismo, mal
manejo de residuos, aguas residuales,
entre otros, lo que puede bajar el
caudal o generar contaminación en la
fuente y afectar la calidad, cantidad o
continuidad del suministro de agua.
Vulnerabilidad: Factor interno de
riesgo de una comunidad expuesta
a una amenaza, en la medida en que
haga o deje de hacer algo. Se diferencia
de la amenaza porque la vulnerabilidad
proviene de la comunidad organizada
por fragilidad física, económica,
social o ambiental y predispone a la
comunidad a sufrir daños o pérdidas.
La causa se encuentra en la comunidad
y no depende de la naturaleza u
otros actores externos, por ello de la
comunidad depende que surja o no el
riesgo, porque puede evitarlo.
Algunas amenazas pueden radicar en
la ubicación de la infraestructura en una
zona de alto riesgo, el tiempo que tiene
de construcción frente a la resistencia de
los materiales, el cumplimiento o no de
las obligaciones, etc.
Riesgo: Es el resultado de la suma
entre la amenaza (como un factor
externo que puede ser producto
de la intervención humana, de
la naturaleza o de ambas) y la
vulnerabilidad de la comunidad que
puede darse a nivel social, organizativo
o técnico. Aquí se materializa ese evento
adverso (ver figura 3).
Figura 3. . Esquema de la(s) cuasa(s) del riesgo.
Emergencia: Alteración de las
condiciones y actividades normales
de la comunidad por la concreción
del riesgo, lo cual demanda una
respuesta inmediata por la misma
comunidad afectada.
Desastre: Eventos adversos de
mayor magnitud que las emergencias,
por lo que superan la capacidad de
respuesta de la comunidad afectada
y exigen el apoyo externo, ya sea de
otra región o jurisdicción o del nivel
gubernamental.
9
Normatividad relacionada con
la gestión del riesgo
Los acueductos comunitarios se
encuentran sometidos a todo el
ordenamiento jurídico: la Constitución,
las leyes, los decretos y las
resoluciones. La prestación del servicio
público de acueducto tiene una amplia
normatividad que impone múltiples
obligaciones, entre ellas crear un Plan
de emergencia y contingencia.
Antecedentes
La Constitución de 1991, en su
Artículo 365, autoriza la prestación
del servicio público por parte de las
comunidades organizadas, la Ley 142
de 1994 desarrolla cómo se deben
prestar los servicios públicos sin
diferenciar quien es el prestador, y
en su artículo 11 numeral 7 obliga
a las comunidades a colaborar
con las autoridades en casos de
emergencia y calamidad pública,
para impedir perjuicios graves a
los usuarios de servicios públicos.
El Decreto 3102 de 1997 establece
en el artículo 5 las obligaciones
de las entidades prestadoras del
servicio de acueducto, en su literal
i) se encuentra: “Elaborar un plan de
contingencia, en donde se definan las
alternativas de prestación del servicio
en situaciones de emergencia”.
10
La Resolución N.º 1096 de 17 de
noviembre de 2000, “Por la cual
se adopta el Reglamento Técnico
para el sector de Agua Potable y
Saneamiento Básico –RAS–”, define
en su artículo 201 qué es un plan de
contingencias frente a los sistemas
de agua potable y saneamiento:
ARTÍCULO 201. PLAN DE
CONTINGENCIAS. Todo plan de
contingencias se debe basar en los
potenciales escenarios de riesgo del
sistema, que deben obtenerse del
análisis de vulnerabilidad realizado
de acuerdo con las amenazas que
pueden afectarlo gravemente durante
su vida útil. El plan de contingencia
debe incluir procedimientos generales
de atención de emergencias y
procedimientos específicos para cada
escenario de riesgo identificado.
Por medio de la Ley 1523 de 2012 se
adopta la política nacional de gestión
de desastres y se establece el sistema
de gestión del Riesgo de Desastres.
El artículo 1 de esta ley define qué
se entiende por gestión del riesgo de
desastres (ver Glosario).
Figura 4. . Esquema de la gestión del riesgo.
En su artículo 42 obliga a los
prestadores de servicios públicos
a realizar un plan de emergencias
y contingencias expresado de esta
forma:
Un análisis específico de riesgo
que considere los posibles efectos
de eventos naturales sobre la
infraestructura expuesta y aquellos
que se deriven de los daños de la
misma en su área de influencia,
así como los que se deriven de su
operación. [Y que] Con base en este
análisis diseñarán e implementarán
las medidas de reducción del riesgo y
planes de emergencia y contingencia
que serán de su obligatorio
cumplimiento.
En el año 2014, a través de la
resolución número 0154, se adoptan
los lineamientos para la formulación
de los planes de emergencia y
contingencia para manejar los
desastres y emergencias asociados a
la prestación de los servicios públicos
de acueducto, alcantarillado y aseo.
11
Plan de gestión de emergencia y
contingencia de los acueductos
comunitarios
Este plan operacional de emergencia
es una herramienta de planificación
que contiene los procedimientos que
se llevarán a cabo para prevenir o dar
respuesta y mitigar los riesgos, en
caso de que se lleguen a materializar y
se entre en un estado de emergencia o
desastre. Los acueductos comunitarios
plasman en este documento el paso a
paso de las acciones que realizarán
para restablecer la normalidad tanto
del acceso como del suministro de
agua, y de esta forma minimizar los
impactos que traerá a la comunidad.
Este plan se debe realizar con
base en los conocimientos que las
comunidades organizadas tienen
de sus riesgos, por ello debe contar
con la participación de un grupo que
conozca la organización comunitaria
en sus aspectos sociales, ambientales,
técnicos, físicos y económicos. Entre
mayor sea el número de personas que
participen en su creación, mayor será
la capacidad de análisis y la respuesta
que se tendrá, por ello la importancia
de que sea la comunidad, por medio
de los asociados/as de la asamblea
general, la junta administradora y los/
as trabajadores de la organización,
la que se reúna para elaborar un
12
documento final. El grupo que se
conforme para la creación del plan
es indispensable para que tanto la
planificación como los procedimientos
que se vayan a llevar a cabo concuerden
con la realidad territorial, ambiental,
operacional y económica y, sobre todo,
con la capacidad de la organización
para atender los riesgos.
Es importante anotar que es la
comunidad quien mejor conoce su
organización, infraestructura y sus
dinámicas comunitarias, junto con las
dinámicas ecosistémicas del territorio,
e identifica con qué medios cuenta
para atender calamidades. Por ello
recomendamos evitar al máximo
crear y entregar a las autoridades
un documento que no se ajuste
tanto a los riesgos reales como a
los procedimientos que se tomarán
efectivamente si las amenazas y las
vulnerabilidades se materializan en
el riesgo. Asimismo, recomendamos
evitar delegar esta tarea a un autor
externo que no conozca la organización,
su infraestructura y sus capacidades.
¿Por qué es importante un plan de
emergencia y contingencia para
los acueductos comunitarios?
El objetivo principal de este plan es
prevenir y mitigar los riesgos, como
también tener un plan de acción en
caso de que sobrevenga un evento
calamitoso para evitar una afectación
a las comunidades y reestablecer el
acceso, suministro o distribución del
agua a los asociados en el menor
tiempo posible.
Este documento es un requisito
ante las autoridades que vigilan y
controlan la actividad que desarrollan
los acueductos comunitarios, por
ello es importante anexarlo junto
a los documentos necesarios que
se entregan a la Superintendencia
de Servicios Públicos y a las
gobernaciones que lo soliciten1. Este
plan, además, deberá ser tenido en
cuenta por las entidades territoriales
en la formulación y adopción de sus
propios planes.
Si bien la elaboración del Plan de
emergencia es una imposición, se
debe tomar como un proceso que les
permite a las comunidades conocer el
territorio compuesto de sus dinámicas
ecosistémicas y humanas, y reconocer
1. Por ejemplo, la Secretaria de Salud y Protección Social de Antioquia envió una circular en diciembre de 2015 ante
la variabilidad climática El Niño 2015-2016, en la que solicitaba el plan de emergencia y contingencia para asegurar la
cantidad, continuidad y calidad del agua.
que la naturaleza de la cual hacemos
parte tiene diferentes ciclos y que
de acuerdo con ellos se presentan
periodos de variabilidad climática. Una
vez identifiquemos estas condiciones
podremos establecer cómo actuar
y qué acciones llevar a cabo para
evitar que dichos periodos afecten
nuestras actividades cotidianas y
nuestro abastecimiento de agua. Así
lograremos prevenir amenazas, contar
con un plan para resistirlas en caso de
que ocurran y evitar impactos negativos
sobre la salud pública por falta de
agua apta; y es además un medio para
realizar una labor de concertación con
el municipio prioritariamente.
El proceso que se requiere para realizar
este plan fortalece las capacidades
preventivas y de mitigación frente a
los imprevistos, y nos permite tener
un plan previo ante un evento adverso
para garantizar la continuidad de la
prestación del servicio.
Pero también es un medio de defensa
y de responsabilidad extracontractual
del Estado ante cualquier evento de
desastre, en donde la organización
13
comunitaria evidencia que implementó
todas las acciones a su alcance para
advertir el riesgo, como el llamado a las
entidades municipales, departamentales
y nacionales encargadas, incluyendo
a las corporaciones autónomas
ambientales para que cumplan con sus
obligaciones de sancionar a cualquier
persona, individual o jurídica, que vulnere
los derechos fundamentales y derechos
colectivos. Por ejemplo, cuando en el
¿Cómo hacer un plan de
emergencias y contingencias?
En esta cartilla se proponen unos
pasos y se dan ejemplos de cómo se
pueden llevar a cabo. Sin embargo,
cada comunidad debe elegir la manera
más adecuada para desarrollar el
plan, teniendo en cuenta los conceptos
básicos y la importancia de que sea
la comunidad quien lo construya, con
base en las capacidades reales de la
organización, sin obligarse a realizar
acciones que no puedan cumplir. El
Plan de emergencias y contingencias
consta de tres etapas:
1. Creación del Plan: Esta etapa
tiene dos componentes: análisis y
realización del plan. El análisis debe
14
territorio se presenten captaciones
ilegales, minería ilegal, el incumplimiento
de los planes ambientales a los que se
sujetan las concesiones o permisos,
que no cuenten con un plan de riesgo
o no hayan tenido en cuenta el plan
del acueducto para formular y adoptar
planes municipales, departamentales
y/o nacionales, o generar inversiones
públicas para prevenir o mitigar
emergencias o desastres, entre otras.
ser participativo y contener elementos
reales que puedan llegar a afectar
el sistema. La segunda etapa es la
realización del plan, y consiste en
plasmar en un documento los análisis
que nos ha dado el primer componente
de esta etapa.
2. Ejecución del Plan: La ejecución se
llevará a cabo cuando efectivamente
se haya dado una situación de
emergencia por la ocurrencia de los
riesgos identificados previamente, en
esta etapa seguiremos el protocolo o
el paso a paso que hemos establecido.
3. Seguimiento: Esta etapa se da
posterior a la ocurrencia del riesgo, y
consiste en hacer una evaluación del
protocolo, las acciones realizadas y
el papel de cada interviniente.
CREACIÓN DEL PLAN
Análisis
1. Conformar un grupo de la
comunidad: La construcción del
plan debe ser participativa, por
eso este grupo debe contar con
personas de diferentes conocimientos
y capacidades, y no solo la junta
administradora. Se debe invitar a
participar a los vecinos y vecinas que
llevan más tiempo en la comunidad,
los y las jóvenes, a quienes viven
cerca de la bocatoma y quienes
viven más abajo. Entre mayor sea la
participación de la comunidad, mayor
será la garantía de elaborar un buen
plan anticipando los riesgos posibles.
2. Hacer memoria: Recordar las
emergencias que se han vivido en el
territorio, al igual que las implicaciones
que traen las temporadas de lluvias y
las temporadas de sequías. Analizar
si en estas temporadas se afecta
el acceso y suministro de agua y de
qué forma. Esto es, recordar y tener
presentes las dinámicas ecosistémicas
del lugar que habitamos.
3. Realizar una cartografía social: La
cartografía social es un instrumento
para reconocer el territorio:
El conocimiento se construye a
través de la elaboración colectiva
de diferentes mapas, en un
espacio en el cual la comunicación
se convierte en un factor clave
para la transmisión de las ideas,
propuestas, saberes y experiencias
de quienes participan en dicha
actividad. Es un acercamiento
al espacio geográfico, cultural,
histórico, económico, político y social
que habitan las organizaciones,
en el que cobra gran importancia
el intercambio de los diferentes
saberes para lograr construir un
conocimiento colectivo que integre
a la comunidad, permitiendo que se
genere una reflexión permanente
de manera individual y colectiva
sobre las diferentes situaciones
que se han vivido y se viven en los
territorios. (Arenas, 2016: 9)
Este mapa es una herramienta para
saber qué actores residen en el
territorio y cuáles son sus actividades
(Anexo 1: Taller Cartografía Social). Nos
permitirá reconocer las amenazas,
como factores externos de peligros, y
las alianzas que podemos tener en caso
de que se concreten los riesgos que
preveremos. Estas alianzas se deben
tener claras al momento de realizar
el plan, y si no es posible entonces
no se deben incluir en el mismo, pero
es bueno entablar acercamientos y
conversaciones.
15
4. Evaluar la infraestructura e
instalaciones: Debemos conocer dónde
están ubicadas todas las instalaciones
pertenecientes al acueducto y el
estado de las obras. Para ello haremos
un inventario que nos dé toda la
información posible: desde la bocatoma
hasta las conexiones domiciliarias,
como las plantas de tratamiento, los
desarenadores, los tubos, su diámetro,
material, el tiempo de instalación y de
vida útil, y si se cuenta con sitios de
atención al público. Luego de realizar
este inventario reconoceremos si es
necesario o no cambiar de lugar o de
materiales, al igual que el tiempo que
tenemos para hacer el cambio, por
otro lado, nos permite tener un valor
estimado de los costos que acarrean
y de qué manera el acueducto los
gestionará. Estos inventarios deben
contener una descripción detallada
de todos los componentes y de su
pertinencia.
Debemos recordar que las obras que
tenga el acueducto deben concordar con
las que se presentaron en la solicitud
de concesión, y si hay una modificación
o adición se debe presentar a la
Corporación Autónoma correspondiente.
En este punto es necesario realizar
preguntas respecto de las obras
16
e instalaciones: ¿se encuentran
en un lugar adecuado?, ¿están en
riesgo de cualquier desastre?, ¿son
obras seguras?, ¿necesitan algún
cambio?, ¿las afectan las diferentes
actividades agrícolas, pecuarias,
mineras, pesqueras, etc.?
5. Reconocer y capacitar al equipo
humano: En este ítem identificaremos a
los trabajadores, la junta administradora
y el número de asociados/as, al igual que
a las personas claves de la comunidad
para nuestra gestión comunitaria del
agua, junto con sus datos personales
y números de contacto. Este punto
es indispensable, ya que establece
quién o quiénes de la comunidad se
encargarán de coordinar ante un evento
de emergencia y cuándo, de acuerdo
con el riesgo, es necesario contactar
autoridades locales, departamentales
o nacionales. También nos ayuda a
actualizar nuestras bases de datos,
para mejorar la comunicación y lograr
que en caso de una emergencia
contemos con los medios necesarios
para hacer llegar la información a los
asociados/as.
6. Equipos: Inventariar los equipos
con que cuenta el acueducto, como
computadores, teléfonos, etc. También
los equipos que puedan llegar a
necesitarse, como vehículos de los
asociados/as que puedan ser utilizados
en caso de necesitar transportar
materiales, agua o personas.
7. Conocer los planes que existen
a nivel municipal, departamental y
nacional: Ellos nos darán una idea de
los posibles riesgos que afecten el
territorio y qué acciones han diseñado
previamente y reconocer lugares de
atención, proyectos para evitar los
riesgos y autoridades competentes
para, en caso de ser necesario, acudir
a ellas, etc.
La autoridad sanitaria departamental
o distrital y la autoridad ambiental
competente deben elaborar cada
año un mapa de riesgo de la calidad
del agua para consumo humano
de los sistemas de abastecimiento
y de distribución en la respectiva
jurisdicción. Este es un instrumento
importante para analizar, debemos
tener en cuenta que su elaboración
depende de la coordinación de
comités de vigilancia epidemiológica
departamentales, distritales
y municipales y las personas
prestadoras que suministran o
distribuyen agua para consumo
humano. En él se identifican factores
de riesgo y las características físicas,
químicas y microbiológicas de las
fuentes de agua que puedan afectar la
salud humana.
8. Identificar: Las amenazas y
las vulnerabilidades que posee el
acueducto para analizar los diversos
riesgos.
Realización del Plan
En este punto debemos formar un
documento escrito que reúna las
observaciones que se han dado en las
reuniones con la comunidad frente a
los riesgos que tiene el acueducto, y la
descripción de las actividades que se
realizarán para prevenir y mitigar los
daños que puedan darse de acuerdo
con los riesgos identificados.
1. Información de la organización:
Deberá contener:
• Nombre o razón social del acueducto.
• NIT.
• Dirección.
• Teléfono de la organización o de los
miembros de su junta administradora.
• Correo electrónico, si cuenta con él.
• Información del o de la
representante legal: nombre,
identificación, dirección, teléfonos
de contacto y correo electrónico si
cuenta con él.
17
2. Historia de la organización: En
este punto contaremos la historia de
nuestro acueducto comunitario: dónde
está ubicado, cómo accedían al agua
antes de existir el acueducto, qué
los llevó a crearlo, cómo nació, qué
hizo la comunidad para organizarse y
las actividades que tuvo que realizar
para gestionar el agua en comunidad
(mingas, convites, mano cruzada,
etc.). Este punto es importante para
clarificar que somos comunidades
organizadas que autogestionamos
el agua para garantizar los derechos
fundamentales de la comunidad, y
que realizamos esta actividad sin
ánimo lucrativo, basados en valores de
solidaridad y cooperación.
3. Alcance: Escribiremos una introducción,
un objetivo general y otros específicos,
Identificación del riesgo: transformación del terreno en un monocultivo genera disminución del caudal,
contaminación por agrotóxicos, alteración de la turbiedad por escorrentías, entre otros. Cuenca La Correa,
Municipio de Girardota
18
este aparte puede recogerse de esta
cartilla. Se recomienda que contenga
el marco legal: Ley 99 de 1993, Ley 142
de 1994, Decreto 1575, Decreto 3102 de
1997, Ley 1523 de 2012, Resolución 0154.
4. Inventario, descripción de riesgos
y requerimientos: Se debe realizar
un inventario con los resultados que
haya arrojado el análisis, y de aquello
que se necesite en caso de que se
materialice un evento de riesgo.
El diagnóstico es la descripción de
los componentes de sistema. Este
inventario debe contener la evaluación
y/o descripción de la infraestructura y
las instalaciones, el equipo humano,
los equipos con los cuales cuenta el
acueducto, los riesgos identificados
y los requerimientos o necesidades
para prevenir y mitigar el riesgo.
Ejemplo de inventario:

ANÁLISIS DE COMPONENTES DEL SISTEMA.

COMPONENTES DEL DIAGNÓSTICO ¿QUÉ NECESITAMOS PARA
SISTEMA DESCRIPTIVO Y EL PREVENIR O MITIGAR?
POSIBLE RIESGO Requerimientos
Fuente de Descripción de la Si necesitamos más caudal para
abastecimiento exposición, esto es, abastecer a todos los asociados, un
los hallazgos a los que ejemplo sería solicitar un aumento de
lleguemos. caudal en la concesión.
Georreferenciación en
grados, minutos y se- Si por la variabilidad climática sufrimos
gundos, coordenadas Por ejemplo:
periodos de sequía, buscaremos la
• Caudal insuficiente.
en latitud y longitud. forma de garantizar el suministro
• Deforestación en la de agua a la comunidad, sea con
microcuenca. racionamiento por sectores, convenios
con otras organizaciones afines, con
• Minería. carro-tanques de agua, etc.
Si diagnosticamos que la fuente
• Incumplimiento de
está deforestada y corre el riesgo
los retiros que se
de disminuir el caudal, pues nos
exigen por ley.
enfocaremos en cómo prevenir esa
• Captación de aguas disminución: reforestando la cuenca.
sin concesión. Si las aguas están contaminadas
por minería, podremos interponer
quejas a la Corporación Autónoma
Regional (CAR) correspondiente, si la
minería no cuenta con los permisos
necesarios podremos solicitar al
alcalde que decomise los materiales y
los instrumentos de extracción como la
maquinaria…
En el caso de los retiros, es necesario
solicitar a la CAR que los haga cumplir.

19
Captación – bocatoma
Georreferenciación en
grados, minutos y se-
gundos, coordenadas
en latitud y longitud
Aducción

Desarenador
Georreferenciación en
grados, minutos y se-
gundos, coordenadas
en latitud y longitud
Planta de tratamiento
Georreferenciación en
grados, minutos y se-
gundos, coordenadas
en latitud y longitud
Laboratorio de
análisis de agua y
calidad del agua
Redes de distribución
Georreferenciación en
grados, minutos y se-
gundos, coordenadas
en latitud y longitud
Conexiones
domiciliarias

Equipo humano

20
En muchas ocasiones, una de las
primeras acciones debe ser cortar
el servicio para evitar daños a la
salud pública de la comunidad, luego
notificar a la comunidad y seguir con el
paso a paso.
También se debe pensar que ante la
imposibilidad del acueducto de acceder
o distribuir el agua se debe buscar
cómo suplir esta necesidad, mediante
convenios con otras organizaciones de
acueductos comunitarios, tanques de
agua, etc.
5. Estimación y calificación del riesgo:
Examinaremos las probabilidades
de que el riesgo se materialice, y de
acuerdo con ello estableceremos un
orden de atención para una posible
mitigación.
Calificación:
• Alto riesgo: En cualquier momento
se puede dar el riesgo. Se necesita
urgentemente una intervención.
• Mediano riesgo: No es muy urgente,
pero a mediano plazo necesita una
intervención.
• Bajo riesgo: Las probabilidades de
que se dé el riesgo son pocas.
6. Protocolo: Estableceremos un plan
de acción para prevenir o mitigar los
riesgos identificados. Este plan debe
determinar y describir paso a paso las
acciones que realizará la comunidad
organizada para garantizar la menor
de las afectaciones a los componentes
del sistema y el menor daño posible a
la comunidad.

ANÁLISIS DEL RIESGO Y ESTIMACIÓN DE LA EMERGENCIA

Proceso de estimar la probabilidad de que ocurra un evento no deseado con una de-
terminada severidad o consecuencias en la seguridad, salud, medio ambiente y/o
bienestar público.
IDENTIFICACIÓN DE RIESGOS
RIESGO Y TIPO DE RIESGO Protocolo para prevenir o
CALIFICACIÓN (Natural, antrópico, mitigar
mixto) Explicaremos de qué modo lo hare-
mos, qué personal necesitamos, qué
requerimientos haremos tanto a la
organización como a las autoridades
públicas, entre otros.
21
Descripción del riesgo: En este espacio estableceremos
¿Qué causas lo gene- un paso a paso para llevar a cabo,
ran?, ¿qué impactos en caso de que se presente una
traerá? situación de emergencia.
1.
Calificación: A cada 2.
riesgo se le da una 3.
calificación de acuerdo 4.
con la urgencia que 5.
requiera para su inter- 6.
vención: 7.

Alto riesgo (rojo): La

intervención debe ser
inmediata.

Medio riesgo (amari-

llo): Se pueden esperar
unos meses.

Bajo riesgo (verde):

Está presente pero la
probabilidad de que
suceda es mínima.

Ejemplo: Antrópico Protocolo para prevenir o mitigar:

• Deforestación Reforestar. Para ello haremos un

Medio riesgo protocolo de cómo conseguiremos
los árboles, cómo los plantaremos,
cuántas personas necesitamos,
cuántas jornadas son necesarias
y cómo haremos seguimiento a su
crecimiento.

22
 En este punto es bueno integrar
a los demás actores de la cuen-
ca para ver cuál puede ser su
contribución. Uno de los puntos
del protocolo puede ser citarlos y
tener una reunión con ellos.

• Contaminación Antrópico 1. Plantaremos árboles nativos.

Alto riesgo 2. Se llamará a reunión extraordi-
naria para solicitar a la asamblea
que cada asociado/a done un
árbol y en una jornada se dedique
a plantarlo, si no debe pagar un
jornal.
3. Nos reuniremos con autorida-
des que puedan donar árboles,
así como con los demás actores
presentes en la cuenca.
4. En caso de que se necesite
personal, establecer cuántas
personas y la forma en que se
contratarán o si se realizará todo a
través de convites u otras activida-
des comunitarias.
5. Seguimiento y cuidado de los
árboles plantados.

Llamamientos a las entidades

públicas encargadas, como las
CAR, el Municipio por medio de su
alcalde cuando se trata de minería
ilegal (Ley 685 de 2001).

23
7. Priorización del riesgo: Haremos alto riesgo, luego el medio riesgo y de
una lista ordenando los riesgos de último el bajo riesgo, y pondremos si la
esta manera: La lista la encabeza el medida es preventiva o de mitigación.

PRIORIZACIÓN DEL RIESGO

En este espacio haremos una lista que iniciará en lo más urgente y terminará en el riesgo bajo.
RIESGO TIPO DE MEDIDA
Prevención Mitigación
Alto riesgo
-
-
Medio riesgo
-
-
Bajo riesgo
-
-

EJECUCIÓN DEL PLAN y la hora, describir el daño y el lugar

El plan se ejecuta cuando deseemos
prevenir o una vez suceda la
emergencia que necesite nuestra
intervención, allí servirá el protocolo
y lo seguiremos paso a paso.
donde se encuentra, la forma como
se atendió la emergencia y si es
necesario hacerle seguimiento al
lugar afectado (Anexo del formato
que tiene la resolución 0154 de 2014
del Ministerio de Vivienda).

SEGUIMIENTO

Formato para evaluación de daños:

Deberá contener el evento, la fecha

24
Glosario
Agua potable o agua para consumo
humano: Es aquella que, por cumplir
las características físicas, químicas
y microbiológicas, en las condiciones
señaladas en el presente decreto y
demás normas que la reglamenten, es
apta para consumo humano. Se utiliza
en bebida directa, en la preparación
de alimentos o en la higiene personal
(Decreto 1575 de 2007).
Amenaza: Peligro latente de que
un evento físico de origen natural,
o causado, o inducido por la acción
humana de manera accidental, se
presente con una severidad suficiente
para causar pérdida de vidas, lesiones
u otros impactos en la salud, así
como también daños y pérdidas en los
bienes, la infraestructura, los medios
de sustento, la prestación de servicios
y los recursos ambientales (Ley 1523
de 2012).
Análisis y evaluación del riesgo:
Implica la consideración de las causas
y fuentes del riesgo, sus consecuencias
y la probabilidad de que dichas
consecuencias puedan ocurrir. Es el
modelo mediante el cual se relaciona
la amenaza y la vulnerabilidad de
los elementos expuestos, con el fin
de determinar los posibles efectos
sociales, económicos y ambientales y
sus probabilidades. Se estima el valor
de los daños y las pérdidas potenciales,
y se compara con criterios de seguridad
establecidos, con el propósito de definir
tipos de intervención y alcance de la
reducción del riesgo y preparación
para la respuesta y recuperación (Ley
1523 de 2012).
Calidad del agua: Es el resultado de
comparar las características físicas,
químicas y microbiológicas encontradas
en el agua, con el contenido de las
normas que regulan la materia (Decreto
1575 de 2007).
Conocimiento del riesgo: Es el proceso
de la gestión del riesgo compuesto
por la identificación de escenarios
de riesgo, el análisis y evaluación del
riesgo, el monitoreo y seguimiento
del riesgo y sus componentes y la
comunicación para promover una
mayor conciencia del mismo que
alimenta los procesos de reducción del
riesgo y de manejo de desastres (Ley
1523 de 2012).
Desastre: Es el resultado que se
desencadena de la manifestación
de uno o varios eventos naturales o
antropogénicos no intencionales que
al encontrar condiciones propicias de
vulnerabilidad en las personas, los
25
bienes, la infraestructura, los medios
de subsistencia, la prestación de
servicios o los recursos ambientales,
causa daños o pérdidas humanas,
materiales, económicas o ambientales,
generando una alteración intensa,
grave y extendida en las condiciones
normales de funcionamiento de la
sociedad, que exige del Estado y del
sistema nacional ejecutar acciones
de respuesta a la emergencia,
rehabilitación y reconstrucción (Ley
1523 de 2012).
Emergencia: Situación caracterizada
por la alteración o interrupción intensa
y grave de las condiciones normales
de funcionamiento u operación de una
comunidad, causada por un evento
adverso o por la inminencia del mismo,
que obliga a una reacción inmediata
y que requiere la respuesta de las
instituciones del Estado, los medios
de comunicación y de la comunidad en
general (Ley 1523 de 2012).
Exposición (elementos expuestos): Se
refiere a la presencia de personas, medios
de subsistencia, servicios ambientales,
recursos económicos y sociales, bienes
culturales e infraestructura que por su
localización pueden ser afectados por
la manifestación de una amenaza (Ley
1523 de 2012).
26
Gestión del riesgo: Es el proceso social
de planeación, ejecución, seguimiento
y evaluación de políticas y acciones
permanentes para el conocimiento
del riesgo y promoción de una mayor
conciencia del mismo, impedir o evitar
que se genere, reducirlo o controlarlo
cuando ya existe y para prepararse y
manejar las situaciones de desastre, así
como para la posterior recuperación,
entiéndase: rehabilitación y
reconstrucción. Estas acciones tienen
el propósito explícito de contribuir a
la seguridad, el bienestar y calidad de
vida de las personas y al desarrollo
sostenible (Ley 1523 de 2012).
Mapa de riesgo de calidad de agua
(mapa de riesgo): Instrumento que
define las acciones de inspección,
vigilancia y control del riesgo asociado
a las condiciones de calidad de las
cuencas abastecedoras de sistemas
de suministro de agua para consumo
humano, las características físicas,
químicas y microbiológicas del agua de
las fuentes superficiales o subterráneas
de una determinada región, que puedan
generar riesgos graves a la salud
humana si no son adecuadamente
tratadas, independientemente de si
provienen de una contaminación por
eventos naturales o antrópicos (Decreto
1575 de 2007).
Mitigación del riesgo: Medidas de
intervención prescriptiva o correctiva
dirigidas a reducir o disminuir los
daños y pérdidas que se puedan
presentar a través de reglamentos
de seguridad y proyectos de inversión
pública o privada cuyo objetivo es
reducir las condiciones de amenaza,
cuando sea posible, y la vulnerabilidad
existente (Ley 1523 de 2012).
Plan operacional de emergencia: Es el
conjunto de procesos y procedimientos
escritos que elaboran los prestadores
del servicio público de acueducto, para
atender en forma efectiva una situación
de emergencia (Decreto 1575 de 2007).
Planta de tratamiento o de potabilización:
Conjunto de obras, equipos y materiales
necesarios para efectuar los procesos
que permitan cumplir con las normas
de calidad del agua potable (Decreto
1575 de 2007).
Preparación: Es el conjunto de acciones
principalmente de coordinación,
sistemas de alerta, capacitación,
equipamiento, centros de reserva y
albergues y entrenamiento, con el
propósito de optimizar la ejecución
de los diferentes servicios básicos
de respuesta, como accesibilidad
y transporte, telecomunicaciones,
evaluación de daños y análisis de
necesidades, salud y saneamiento
básico, búsqueda y rescate, extinción
de incendios y manejo de materiales
peligrosos, albergues y alimentación,
servicios públicos, seguridad y
convivencia, aspectos financieros
y legales, información pública y el
manejo general de la respuesta, entre
otros (Ley 1523 de 2012).
Prevención de riesgo: Medidas y
acciones de intervención restrictiva
o prospectiva dispuestas con
anticipación con el fin de evitar que
se genere riesgo. Puede enfocarse
a evitar o neutralizar la amenaza o
la exposición y la vulnerabilidad ante
la misma en forma definitiva para
impedir que se genere nuevo riesgo.
Los instrumentos esenciales de la
prevención son aquellos previstos en
la planificación, la inversión pública y
el ordenamiento ambiental territorial,
que tienen como objetivo reglamentar
el uso y la ocupación del suelo de forma
segura y sostenible (Ley 1523 de 2012).
Reducción del riesgo: Es el
proceso de la gestión del riesgo,
está compuesto por la intervención
dirigida a modificar o disminuir las
condiciones de riesgo existentes,
entiéndase: mitigación del riesgo, y
27
a evitar nuevo riesgo en el territorio,
entiéndase: prevención del riesgo. Son
medidas de mitigación y prevención
que se adoptan con antelación para
reducir la amenaza, la exposición
y disminuir la vulnerabilidad de las
personas, los medios de subsistencia,
los bienes, la infraestructura y los
recursos ambientales, para evitar o
minimizar los daños y pérdidas en
caso de producirse los eventos físicos
peligrosos. La reducción del riesgo la
componen la intervención correctiva
del riesgo existente, la intervención
prospectiva de nuevo riesgo y la
protección financiera (Ley 1523 de
2012).
Respuesta: Ejecución de las
actividades necesarias para la atención
de la emergencia como accesibilidad
y transporte, telecomunicaciones,
evaluación de daños y análisis de
necesidades, salud y saneamiento
básico, búsqueda y rescate, extinción
de incendios y manejo de materiales
peligrosos, albergues y alimentación,
servicios públicos, seguridad y
convivencia, aspectos financieros
y legales, información pública y el
manejo general de la respuesta, entre
otros. La efectividad de la respuesta
depende de la calidad de preparación
(Ley 1523 de 2012).
28
Riesgo de desastres: Corresponde
a los daños o pérdidas potenciales
que pueden presentarse debido
a los eventos físicos peligrosos
de origen natural, socio-natural,
tecnológico, bio-sanitario o humano
no intencional, en un período
de tiempo específico y que son
determinados por la vulnerabilidad
de los elementos expuestos; por
consiguiente, el riesgo de desastres
se deriva de la combinación de la
amenaza y la vulnerabilidad (Ley
1523 de 2012).
Vulnerabilidad: Susceptibilidad o
fragilidad física, económica, social,
ambiental o institucional que tiene
una comunidad de ser afectada o
de sufrir efectos adversos en caso
de que un evento físico peligroso
se presente. Corresponde a la
predisposición a sufrir pérdidas o
daños de los seres humanos y sus
medios de subsistencia, así como
de sus sistemas físicos, sociales,
económicos y de apoyo que pueden
ser afectados por eventos físicos
peligrosos (Ley 1523 de 2012).
Referencias
Arenas, María Isabel (2016). Cartografía
social, el autodiagnóstico como
herramienta para conocernos y crecer
en autonomía. Cuadernillo N.º 6.
Corporación Penca de Sábila.
Chaux, Wilches (2008). La construcción
colectiva de una cultura del agua.
Colombia. Documento de trabajo.
Colombia, Ministerio de Comunicaciones
(2003). Decreto 1981 de 2003: "Por el cual
se reglamenta el Servicio Comunitario
de Radiodifusión Sonora y se dictan otras
disposiciones". Diario Oficial, N.º 45.252,
18 de Julio de 2003.
Márquez, Javier (2008). “Hacia una nueva
ética del agua”. En: Soluciones Agrarias,
9-10. Ediciones desde abajo.
29
Anexos
Anexo 1. Guía taller de Cartografía social
Objetivos del taller

• Ubicar geográficamente la comunidad organizada que gestiona el agua en el

territorio y sus relaciones con los actores presentes en él.
• Identificar las características socio-históricas y culturales de las comunidades
organizadas que gestionan el agua en el territorio.

TÉCNICAS

CARTOGRAFÍA SOCIAL

Objetivo: Identificar el sistema y las relaciones sociales de cada comunidad

organizada que gestiona el agua en su territorio.

Desarrollo: Los/as representantes de cada comunidad organizada que gestiona

el agua se reunirán y harán un dibujo del territorio, ubicando:
- Límites del territorio
- Fuente que abastece el acueducto (nombre)
- Dibujen la organización comunitaria
- Dibujen cómo gestionan el agua en su territorio
- Acueductos vecinos
- Actores con que se relacionan en el territorio

La intención es que en cada dibujo queden plasmados aquellos aspectos que

son importantes para todos/as los/as representantes de cada comunidad
organizada gestora del agua y se involucren en su elaboración. Seguidamente
cada participante hará la socialización de su cartografía social a todo el grupo
durante 5 minutos.

Reflexión:
- ¿Qué observan de todas las cartografías sociales?
- ¿Qué quiso expresar con la cartografía social cada acueducto comunitario?
- ¿Qué quedó fuera de la cartografía social?

30
Anexo 2. Circular Gobernación de Antioquia

31
32
33
Anexo 3. Formato para evaluación de daños, resolución 0154/2014.

34
35
Apoya: