ANALISIS PERSONAL DE LECTURAS

JESUS EN EL ROSTRO DE LOS NECESITADOS: (Harold Segura)

Siempre los cambios sociales ha despertado en líderes religiosos inquietos, la

necesidad de mostrar un evangelio diferente, una fe que se contextualice con lo
político, social y cultural, según Harold Segura fue la década de los 60 quien marcó
una señal visible a esa inquietud y como resultado de esa necesidad la iglesia
católica se apersona de una realidad fatídica a través del papa Juan XXIII haciendo
un esfuerzo por presentar una iglesia incluyente hacia los pobres, esta nueva
cosmovisión sirvió como apoyo a lo que se le llama la teología de la liberación, esta
aunque muy valedera en algunos aspectos, terminó enlodada por los extremistas
fatalistas, terminando también en plataforma o motivación para los grupos
izquierdistas que han tenido enlutado por más de 50 años a nuestra Colombia.

Es triste ver como un buen sentir o deseo de terminar con la pobreza y necesidad
de un pueblo termina siendo terrorismo y motivo de persecución y coacción para
otros. Hablando desde la realidad que se vive en Caquetá sorprende como un
grupo de guerrilleros citan en las montañas a grupos de pastores para hacer
advertencias amenazantes y escuchar hombres líderes de la revolución,
sacerdotes, ex pastores y hasta egresados de seminarios abanderados con la
teología de la liberación y escudándose en ella para violar cualquier cantidad de
derechos humanos.

Ante tal panorama sombrío, pudiera animarnos las anotaciones de este autor y
retomar el verdadero espíritu de la teología de la liberación enfocándola en una
verdadera espiritualidad, resaltar como lo dijo “Gustavo Gutiérrez, llamado padre de
la Teología de la Liberación, en su primera obra publicada en 1972 pensaba que no
era suficiente plantear una teología si esta no tenía el respaldo de una espiritualidad.
Reconocía él que “las categorías teológicas no son suficientes. Es necesaria una
actitud vital: global y sintética que informe la totalidad y el detalle de nuestra vida”.
Tal concepción nos reorienta a una verdadera fe, esa que muestra al Cristo
“encarnado” que se mezcla con toda una realidad y necesidad social y que busca
hombres y mujeres realmente “convertidos” que están dispuestos a cambiar sus
pensamientos egoístas e individualistas, dándose así mismos, cambiando y
sirviendo como agente de cambio a las estructuras de una sociedad pluralista e
incluyente.
CREER COMO JESUS: la Espiritualidad del Reino Elementos fundantes de nuestra
espiritualidad latinoamericana (José María VIGIL)

La realidad de violencia y de desigualdad social de la que ha estado sumergida

América Latina nos ha impulsado a tener un espíritu diferente para desarrollar una
verdadera espiritualidad esa que le llama el autor: “espiritualidad de reino” aquella
que nos convierte en verdaderos seguidores de Jesús, de ese Jesús apasionado
por su realidad, queriendo impactar en ella de manera positiva.

José Vigil nos muestra que el creer como Jesús implica soñar con un proyecto, con
una utopía, ahora, esta forma de creer ciertamente nos impulsa a algo más, a algo
mayor o mejor, que nos ayuda en la trascendencia e inmanencia de la vida; pero
también tiene su connotación de peligro ya que el no ver ese sueño realidad es lo
que puede llevar a pensamientos y espiritualidades mal enfocadas que terminan
sacando lo humano del proyecto y convertirse en un beneficio personal.

El creer como Jesús implica mostrar y llevar misericordia, la bondad, la tolerancia,

la justicia a los menos favorecidos; esto convierte a Jesús no en una religión sino
en un realismo practico, convierte a las iglesias no en pequeños reinos aislados de
una realidad sino en centros de entrenamiento donde se conoce y se aprende a
dimensionar las necesidades en los diferentes órdenes de la sociedad tanto, social,
político y cultural, midiendo a un mundo de caos con la medida del reino.

Lic. Nohemy Isabel Castaño Nieto