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El documento presenta el caso de un cliente que quiere prestarle dinero de su herencia a un amigo para pagar una deuda. Como abogada, recomienda que el cliente haga firmar un pagaré o un documento certificado por escribano público para garantizar la devolución del dinero. Advierta al cliente que aunque su amigo firme esos documentos, si luego se declara insolvente no podrá cobrar la deuda. La mejor opción es que solo preste el dinero si confía plenamente en que su amigo se lo devolverá.
El documento presenta el caso de un cliente que quiere prestarle dinero de su herencia a un amigo para pagar una deuda. Como abogada, recomienda que el cliente haga firmar un pagaré o un documento certificado por escribano público para garantizar la devolución del dinero. Advierta al cliente que aunque su amigo firme esos documentos, si luego se declara insolvente no podrá cobrar la deuda. La mejor opción es que solo preste el dinero si confía plenamente en que su amigo se lo devolverá.
El documento presenta el caso de un cliente que quiere prestarle dinero de su herencia a un amigo para pagar una deuda. Como abogada, recomienda que el cliente haga firmar un pagaré o un documento certificado por escribano público para garantizar la devolución del dinero. Advierta al cliente que aunque su amigo firme esos documentos, si luego se declara insolvente no podrá cobrar la deuda. La mejor opción es que solo preste el dinero si confía plenamente en que su amigo se lo devolverá.
Grupo: Martina Lagos, Paula Copa, Marian Carbajo y Martina Ferrando
En primer lugar, mi asesoramiento como abogada sería que le entregue el dinero de la
herencia directamente a su amigo y que este mismo le abone a su acreedor dicha suma pecuniaria en forma directa e inmediata para poder solventar su deuda. Ahora bien, si mi cliente me informa que no es millonario y que por ende no puede darse el lujo de privarse para siempre del dinero que le entregó a su amigo, mi recomendación sería que le haga firmar un pagaré dejando constancia de que este mismo le va a devolver sin protesto el dinero en la fecha prevista en este documento. De no querer garantizarse la devolución del dinero por medio de un pagaré, le asesoraría que lo haga por medio de un documento certificado mediante un escribano público el cual establezca que su amigo le devolverá el dinero según el plazo indicado, fijándose además cuál serían los intereses punitorios en caso de recibir en legal tiempo y forma la suma en cuestión.- De todas formas, también tendría en cuenta la posibilidad de que el amigo de mi cliente se niegue a aceptar su ayuda. En este caso le diría a mi cliente que haga un contrato de novación de deuda directamente con el acreedor de su amigo para ofrecerle el dinero de la herencia y dejar sin efecto la deuda de este último. Como abogada no le asesoraría a mi cliente que opte por esta última opción dado que no se garantizaría que su amigo le devuelva el dinero , corriendo por ende con el riesgo de perder su dinero. Por otra parte, tenemos también que tener en cuenta que al margen de que su amigo firme un pagaré o un documento certificado mediante escribano público, si en un futuro este se llega a insolventar, no va a tener forma de cobrarse su deuda. En suma , mi asesoramiento sería que se concentre especialmente en la confianza que le merece su amigo. Si confía plenamente en que le va a devolver el dinero le recomendaría que se lo preste haciéndole firmar un pagaré o el mentado documento ante un escribano público, pero si no está completamente seguro le asesoraría que no entregue la plata de su herencia porque la podría llegar a perder para siempre. Si mi cliente me llega a preguntar qué pasa con el vínculo entre el acreedor original y mi amigo una vez que pague su deuda, mi respuesta sería que se anularía la obligación dado que una vez realizado el pago este mismo canceló la misma. Sin perjuicio de todo lo expuesto, en lo personal desaconsejaría prestar dinero a una persona ( al margen de que revista el carácter de amigo ), dado que en ciertas ocasiones confluyen factores externos que imposibilitan el cobro de nuestras acreencias.