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12 INIRODUCCIÓN AL PBOCESO CIVIL una historia comprometida con el origen, evolución y efectos de las
instituciones procesales le pueda brindar una pauta informativa esencial.
Tales criterios son: Nos parece una disyuntiva falsa, además de maniquea, afirmar que las
a) La historia de una institución, una época o una sociedad, suele instituciones procesales son buenas o malas porque son antiguas o
ser entendida como el registro más o menos detallado de los acont.c.- modernas. Las instituciones, en estricto, están desprovistas de Jpcitud.
cimientos sociales más importantes ocurridos al objeto o sujeto que es pTra soportarjuicios de valor fiustas, injustas, etc.), sin embargo, io que
materia delrecuento. Sin embargo, en el caso del derecho, y de manera sí podemos afirmar es que las instituciones pueden o no ser socialmente
concreta en el caso del proceso, la investigación sobre la base de un útiles. Y este sí es un tema trascendente- Contribuir a una elección
análisis histórico clásico puede convertirse en un esfuerzo estéril /, en adecuada de las instituciones procesales a los intereses d.e un d.eterminado
algunos casos, hasta contraproducente. sistemajurídico, es el propósito principal de esre capítulo.
Laraz6n es la siguiente: la concepción horizontal del devenir histó- c) Por otro lado, una historia del proceso debe brindar al operad.or
rico no concuerclu óo.r la idea de "progreso" o evolucióf que suele jurídico :er productor o consumidor- la oportunidad d.e cátejar el
producirse err las ciencias jurídicas. Lo que queremos decir es que el contexto -histórico-social en el que se creó, desarrolló o se difundié una
derecho con[emporáneo no es necesariamence una expresión mejorada determinada institución procesal, con aquel otro ámbito existente en el
del derecho que tlrvimos en el siglo XIX y este tampoco lo es respecto del momento actual, es decir en el que se quiere hacer efectiva dicha insti-
que tuvo su apogeo en el siglo anterior. El derecho no está somecido a tución.
una "ley histórica" qr'r" impone su "mejoramiento" con el transcnrso del Dejar de tomar en cuenta cualesquiera d.e las dos realidades, deter-
tiempo. minará apreciaciones incompletas cuando no desviadas de las exigencias
El derecho tiene ritmos propios de aprovecharniento de su pasado, dejusticia de la comunidad. En este sentido, el costo de no .o.riur.or-t
los qlle eu ningún caso se traducen en un proceso de modernización un análisisjurídico del contexto histórico-social en donde se originó Ia
constante. Al contrario, son muchos los casos en que un aporte nove- institución o en donde se va a aplicar esta resulta a veces dramático.
doso para el clerecho clel siglo XX por ejemplo, termina siendo simple d) Finalmente, resulta de significativa importancia lograr que un
y llanamente la reclrperación de una instittrción desarrollada por los enfoque retrospecrivo sea de urilidad para Jeparar lo de lo
juristas de la Alta Edad Media.
^ttiro hayan
histórico. Así, resulta insólito que algunas instituci,ones procesales
atravesado el tiempo y una diversidad de enclaves culturales, hasta
b) Ya en el ámbito concre[o ctel proceso, suelen aparecer pugnas
estacionarse en el presente, marcando las pautas de una d.eterminad.a
entre quienes, de un lado, consideran que las grandes líneas vectoriales
concepción dei proceso, sin que jamás se haya intentado
del pensamiento procesal debelr mantenerse por encima de cualquier
mente- un examen de su auténtica naturaleza jurídica. Estas -científica-
intento iunovador l', de o[ro, las nuevas generaciones cle procesalistas constnrc-
ciones sofísticas- alientan su permanencia a partir d.e su traclición y del
que.sr-reler-l proponer reformas trascendenles que valr más allá del sim-
que suele hacerse del pensamiento de Iosjuristas o de las escuelas
ple cambio cosmético, para lo cual atacan la base de sustentaciór-r de J<uso>
jurídicas que la sustentaron. El magister dixit @l maesrro lo dijo) suele
edificios teóricos qlre se defienden por siglos con el simple argtrmento resonar demasiado en los actuales estudios procesales, más ¿é lo razo-
de declarar "irrevisables" sus bases. nable.
Los propulsores de la tesis conservadora tienen tan arraigada-la L9 lu9 resulta sorprendente es que muchas veces ni siquiera se
idea del predominio o el privilegio de algunas categorías o instituciones tenga claridad en torno de lo que realmente significa o contiéne tal o
de antaño, que estas adquieren -scbre la base de su difusión e indiscu- cual instin¡ción. Se niega obstinadamente la ne..iidud de su análisis o in-
tibilidact- la calidad de rnitos. Estas categorías o instituciones pueden vestigación, afirmando Que se trata de una institución d.e antigua data y
no ser correspondientes con lo que la lrueva y distinta realidad exige cle por eso sólida y contundente, inclusive se suele construi.r teórías juri
una ltorma procesal en una sociedad v en Lln momento determinados: dicas Partiendo de su calidad de verdades incorruptibles, a conclicióir cle
sin embal-go, a veces l.r defensa cte la tr¿rdición eslamentablementc rnás mantenerlas intocables. Es decir, suantigüedadlas ionvierte en esenciales,
inteusa que cualquier propósito de cambio. Por ot¡'o lado, debe tanrbién desconociendo el efecto depredador q.re suere imprimir el tiempo a las
reconocerse que muchas propuestas innovadoras están más imbuidas propuestas jur'dicas que no son sensibles al cambio social. Cómo se
de entusiasmo por el cambio, que de sustenro científico. advierte, el sistema asegura su conservación alimentándose a sí mismo.
En tal contexto, la necesidad de elegir enfrenta aljurista a una se-
vera dis¡rntiva. Cc"¡nsideramos que optará correctarnente, siempre que
HISTORIA DEL PROCESO CIVIL 15
c1e él cabe distinguir dos fases: la de las tegis actiones que estuvo vigente
hasta el siglo II a. C. y la del procedimiento formulario, que la ubicamos llamado también sistema del ordo iudiciorum priuatoturn (orde-
Es
entre el siglo II a. C. hasta el siglo III d. C. namiento de los juicios privaclos). A continuación desarrollemos los
En conexión con lo desarrollado en el capítulo anterior, podemos rasgos peculiares de cada una de sus fases.
advertir que el procedimiento romano empieza con una significativa Las legis actiones
carga de justicia privada pura y simple, es decir, se trata de la regulación
de la acción directa. Este sistema de tutela de ios derechos subjetivos, es Laslegis actiones eran procedimieutos -en númer<, de cinco7- de
ejercida por el propio titular y tiene dos aspectos. Por un lado, la uen- solución dJconflictos para uso exclusivo de los ciudadanos romanos,
ganza, priaada ),, por otro, la deftnsa ltriuada de los derechos. tanto cuando estos se encontraban en Roma como también dentro dei
El primero ya fue descrito en el capítulo anterior. Pasaremos a perímetro de una milla de esta, es decir, se Presentó una forma de
describir el segundo aspecto, atendiendo además a su ligazón con el .o*p.t.ncia exclusiva por razónde la persona y del territorio. Por otro
desarrollo real del proceso romano. Su característica principal es que iadol adviértase que a iravés cle la legis acliones, se trató de conceder
constitlrye una marcha hacia lajusticia tutelada por el Estado, tendencia eficacia al derechb quiritario (de quirite, ciudadano de la antiguaRoma)'
que no descarta algunos rezagos dejusticia privada en su proceso cle La acrividad judicial solo podía desarrollarse en deterininados
consoliclación. Después de todo, la ley de Talión en su expresión ro- días, llamadoslzs¿oi. Su actuación estabaprohibida en aquellos dedicados
mana, es un avance respecto de la acción directa: es su atenuación. a las ceremonias sacras, Ilamados por ello días nefasfos. En esta [ase ei
Ya a fines de la República, el ejercicio de la violencia por parte del procedimiento consta de dos etapas: la in i,ure y la apud iud'icem o in
titular del derecho se reduce casi al mínimo. LaleyJulia de Vi Pública et iyclício. Cacla cual es dirigida por personas distintas: la prirnera por el
rv¡ el iud'ex fiuez). Sin
\rrr45rrJLr4Lr\r/ y
stratus (magistrado)
'|ILUg-LJL',IUU¿{J
mag$ la JLSqr¡u4
/ ra segunda Por embargo,
Priaata, dada durante la época de Augusto, castigó al acreedor con la
pérdida de su crédito si este ejercía vi'olencia contra el ieudor para deüemos dejar ónstancia que las dos eapas citadas, y qu! a continuación
cobrarse. Es también el caso del Decretr¿m diai Marc¿5 dado por Marco se desarrollán, se presentair también durante el procedimiento formu-
Aurelio, el mismo que contiene los antecedentes cle la prohibición al lario, en consecrr.n.iu,lo que se exprese sobre estas será aplicable también
pacto comisorio. a lo que ocurrió durante la vigencia de este. Según Dionisio de Halicarnaso
Como se advierte, al lento proceso de reducción, control y eventual .r,u, dot etapas fueron instáuradas porScRVIO TULIos. IHeruwG, por su la-
desaparición de la acción directa en el derecho romano, le sucedió el ti Cód.igo Ciail Pmtano d.e 1984. "Art. 920.-El poseedor puede repeler la fu.erza que
también lento pero firme proceso de reducción del ámbito de ejecución se emplee .o=r,r.o él y recobrar el bien, sin intervalo de tiempo, si fuere desposeído, Pero
de la tutela privada de los derechos. Bien sabemos ahora que esta es una .r, *bo, casos debe abstenerse de las vías de hecho nojustificadas por las circr-rustancias".
t Los procedimienros cle iegis actiones fueron cinco: tres cle-clarativos 1' cJos
i "Pues está el decreto clel divino iVfarco, en estos térlninos: óptima cosa es que, ejecutivos. Lts printeros buscaban cleclarar al titular de un det'eciro t', los se¡¡lrnclos,
si crees rener algunas demandas, las intentes con acciones. Como r\farciano hubiese tio.., efectivo el derecho reconocido a una de las Partes. Los declarativos eran: legrs
dicho: no he hecho violencia alguna, César dijo; :crees que solo hay violencia cuancio se actíona per so.cramsntum, per iudicis postulationem y lter condictionem. Los ejecutivos eran:
hiere a un hombre?. Hay tarnbién violencia cuando alguien, si estima que se le debe algo, hgis actiona ptr manu iniectionem y pn pignoris capionem'
lo exige sin intervención deljuez: por tanto, si se me demuescra que alguien posee o ha sEnAntichít--ronane,'fV,25. Citado porVrrontoSct,rt.ola,op. cit., pág' 116.
recibido temerariamente cosa alguna o dinero del deudor que este le debía, pero l1o
c¡pv;:Í::::=::::: dado y sin intervención del juez, por más que ese tal diga que dene
derecho sobre la cosa, quedará privado del derecho de crédito" (Exrracro deJur-lrNo que
es comPendiado por UletnNo en L. 13, quod metu.s caus4 4, 2, en Vrrro¡tlo Scnlo.¡,1, qp.
cít., pág.78).
HISTORIA OEL PROCESO CIVIL 19
laposicióndeSusclientes(lacausaeperoratio),luegoSeactuabanlos
listo par^ qtt se expidiera
medios prouutorios y todo quedaüa
INTROOUCCIÓN AL PROCESO CIVIL
sentenci;.
HayunadiscusióninconclusaentornodesilascondenasexPresadas
Para concluir el tema de la representación, resulta de la mayor
importancia precisar que esta no significó en el derecho romano lo que enlassentenciassiemPredebíanSerPecuniarias.Estosedebeauna En todo
Glvo que ha sido objeto Je divérsas interpretacionesr4'
citade
entendemos por eila ahora-La diferencia sustancial reside en que en el
nos parece que la senten.iñ poai" cumplii sobre el bien litigioso'
caso,
derecho romano Ia actuación del "representante" io ligaba directamente su- entrega, no había
a los el-cctos que resultaran del proceso y el "representado" qr-iedaba sin embargo, si ei venciclo no ..r*plí^..onen una estimación monetarla' 9y
la condena se iesolvía
de obligarlo. Por ello,
totalmente ajeno a estos13. Por cierto, se trata de una situación que las
necesidacles del intercambio comercial y la multiplicidad de las relaciones 7 .1-3. Descripción d'e un proceso d'urante Ia legis actiones
sociales fueron modificando. Ya en la Edad Media, el derecho canónico TómesenotadequeelcarácterSacrodelaslegisactionesestaba
había desarrollado una regla que empezó a orientar lo que es la ten- así que las soluciones que regularmente
ligaclo a su origen primitivo, tant; con formas de acción
dencia actual (Potest quis per alittm, quodpotestfacere pnse ipsum: Cabe hace¡ se daban a los co|flicto, .rtobu.t-L,ip-utttttadas
por medio de otro Io que uno puede hacer por sí misrno). de violen.lo *uriruia por los actos formales que las
directa, es decir,
7.1.2. La etapa apud in iudicem o in iudicio partes cumPlían __ r^ t^^i. nrt4 per mants inzechonem
. Lrna demostración de ello era la legis actio
Posteriormente, ya ante el juez, se realiza la segunda etapa (apuri d?i deudór)' Como se advierte
(acción de la,.,"ñiaprehensián física
in iudicem), consistente en que este actúalos medios probatorioi; entre procedimiento por el cual el acreedor
a partir cle su iri-ur., era el
ellos, escucha la versión de i,¡s testigos sobre lo actuado ante el magis derechó de cobrarse slr crédito
solicitaba al magistrado t. .orr.|ii"'u "l
trado, y luego procede a resolver. Estejuez (iudex) podía ser unipersonal Es importante precisar q": l1ÍÍ:
r-rsando ru p.rátüil;á;iJ.u¿ot.
o colegiado. Fijada la fecha para la audiencia, si alguna de las partes nc exped'itivá c""tto más libre estttt'lera
nus iniect¿o .ru *J, á"spiuaada y
iba, se le esperaba hasta el mediodía. Pasada dicha hora, se expedía u.r*ru., ., cecir,'en á á*t iro privador:'' co.la interven-
el acreedo'^ puro
sentencia en favor del otro. Si las partes iban, cada quien sintetizaba sr: concedida Pero coll garantías para
posiciór-r (la cauae conectio),y si era necesario ios abogados podían aclarar ción del Estado, lamanus iniect;iofue
el deudorili.
cle una situación de emergencia o de inminente peligro o cualquier otra causa análogl ,no.Entodaslasfórmulasquetienenunacondemnatioestaestáredactadacon
algún
Así, si nosotros reclamamos
,v desconociera [a existencia de representante con poder suñciente. términos q". i*;;;;;;;;r;*^".i¿;;;;";iaria.un esclavo, un vestido, el oro' [a plata' el
objeto corporal, .o*o por ejemplo
or ri-rrroo, slno
"2. Que cuando la parte contraria lo pida, el proctrrador preste garantía snficient, como se solíahacer antiguamente'
iudexno condenaal acclonado porlacosamisma
a criterio clelJuez de que su gestión será ratificada por el procurado, dentlo de tos cto:
meses siguientes cle comparecer este. queestimalacosa,locondenapot"'uotorpecuniario"(Irctih'ttas'IV'48)'
¡., 3.f,,rurr¿o era lajusticia privada el único medio
de que disponía el acreedor' er:a
"Si no se produce la ratiñcación, se declara concluido el proceso y se podr-; la manus
cualquiera pata qüt fuera aplicada
suficienre la existencia de una deuda su
condenal al procurador al pago de darios y perjuicios, así como a las costas y costos
y to, pt"ur"á, qr" .r n.r..aoi pádíu'.o.r."qer at deudor antes de.ejecutar ser
siernple qlre, a cricerio del juez, la intenención oficiosa haya sido nranifiestamenl( iniecrio, que tuviera que
que Por laprobabilidad
injustificada o temeraria. venganza.,o ,u üiuUln determinados'más a. tu oPinión pública' que' de otra
pagado. s., .,o esraba suj.ru -á, Ñ- ^-t el sacrificio de
"Se presume con carácter absoluto la ratificación de la procura.ción crrando ej ^..ior, -.-"-ltot
muy éxigente y.jamás haüría colérado
parce, debió cle ser a esre respecto públicamente" (VrNctNzo AIL\NC..F
interesado comparece por sí o debidamenté representado y no recfraza expresamehtr deuda no hubier";á;;"t"oáiáa
un ciudadano cuya
la acrtración del procurador. Es inválida la ratificación parcial o condicional. La ra¡i-
F:utz,op. cit.,pág.Z})' -¡^ r^
ficación tiene efectos retroactir.os a la fecha de comparecencia del procuraclor, sir, r{; (Cuando se encarga el Estado de la ügilancia
de la realización Por los partt-
--arizariÁ' nó
perjuicio clel derecho de terceros". pero la rodea de
derechos, sanciona tu it"iit'-'ciOñ ¿t to ntanus iniedia'
culares de sus
"' "(...) la representaciónjudicial no tenía el silnple efecto de procedirniento civi *útttP,t;;ilTr;';"
que tiene para nosotros la represenración por rnedio clel pr-ocu_rador en las litis, sino qtr corporal, anres cle
que er acreedor que ejercita la aprehensión
iba nriis lejos ;- prodrrcía cfectos de clerecho cir-il: pr-resro que la condemnatio se ¡rrocltrt:r á"St¡i111, y ptott*t1t t":-1,:]'ibunal una
conducir al deudór a sú casa f.
ff.u.
en favor o erl contra del representance, según fuera represenlante clei actor o cle ".ü*"fen conocimiánto ¿e codos eI tírulo sobre el
de poner
declaración solemne susceptible
demandado; o sea, que el representinte no sustituía al representacio en el simple cuanda de su crédiro'
ejercicio de los actosjudiciales del proceso, sino directarnente en la relaciónjurídica en que se aPoyl"' p""ntión y la
orden a las consecuencias de derecho civil del proceso mismo; laactio judicati, que era
el efp"^ i3 1.. ¡ent€ncia, debía darse, envirtud de estamánera de condenar o de absolver.
no aI representado sino al representante, contra el representante y no contra ei
representado" (Vnronro Scralo¡rt, op. cit., pág. 199).
HISTORIA DEL PROCESO C¡VIL 23
persona re-
ba de la pretensión del demandantq un ejemplo: si una
clama a otra el pago de una deuda, la demanáada puede.aceptar
1a
24 INTROOUCCION AL PROCESO CIVIL
discrecionalidad
especial agregada asuiwisdictio,laquelepermitíaejercer
de otro' Con ello le
INTROOUCCION AL PROCESO CIVIL
para ordenar el reinicio del pro."ro o él comienlo
(sobre t'odo
i.r*riu al demandado, pot.¡..pplo, el uso.de unaexceptio
si era perenrona), cuundó .o.tJid"i"ba que
tal omisión podía determinar
Si el demand.ado admite la pretensión y la sátisface (confessu,s i'n lain integru'm
íure),o la admite pero no la satisfaie, no habrá p.o."ro. Este se clará solo la dación de uná'decisión injusn. Tam'bién podía usirse
restitutio cuando el declaruáo .orrtumaz acieditaba
que había tenido
cuando el demandado discuta la pretensión en su contra y fundament'e que la sentencia
su posición. En este último caso, si tiene hechos que alegar, podrá pedir causa legítima para ausentalse. conseguía coil ello
no era exactamente
sc incorporen a la fórmula medios de defensa que perriitan sustentar fues. revácada y el proceso volviera a iniciarse, aunque
Este era
su posición. Una vez precisad.a la pretensión y la defensa, se protede a.- el que había concluido sino otro con características esPeciales'
uno de los efectos de la resti,tutio in integrum' El otro era
la restitución
designar al juez. o,4 ,
de ias cosas a su estado Primitivo'
La prueba de los hechos corresponde al demandante; cuarldq'ei int e grurn r estitutio s e conc edía
E n s ín te s is, la r es titu, ti o in int e grum o in
demandado haya alegado excepciones, las deberá probar. El juez solo que lo solicitaba, quieu
cua11d.o se habíaproducido un daáo a la persona
sentenciasi adquiere convicción, por tanto, si los medios probat<lrios no Esta poclía ser' entre
ie dan certeza, puede negarse a hacerlo. Ei fallo debe necesariamente además acreditaLa la existencia de unajusta causa'
el dolo' el
adecuarse a los términosprevistos en la fórmula, inclusive bajo la hipó- otras, la minoría de edad (inferior a 25 años) del agraviado'
(ca'rbio de
tesis de que esté equivocada. Por otro lado, la doctrina mayoritaria miedo, el error, la ausencia justificada, la capitis diminutio
esrado que procluce una aféctación a ul] tercero) y la
alienatio iudici
asegura que el fallo condenatorio deberá siempre expresarse en una condiciones ma-
suma de d,i^rero. Unavez sentenciado, eljuez cleja de tener injerencia en mutand.i carisa (enajenación hecha Parz modificar las
el1 el que
el proceso. Es lo que se liama el desusimiento clel tribunal. teriales referidas aiproceso que está por iniciarse)' Al pro-ceso
rescin'dens y la acción
se obtien elarestitui¡o ¡n integyttm se liama iud,icium
Si bien el procedimiento formulario era de instancia única, se esta es
que se puede iniciar como consecuencia cie haber obtenido
podía atacar excepcic,nalmente 1a. sentencia. Así, se podía formular una de la in
llamada actio rescissoria. Aclviértase la calidad de antececlente
oposición alaactio iudicati (ejecución de la sentencia), pero si se perdía, institucién cle la
íntegrum re.stitutio o restitutio in integru"¿ respecto de la
se le condenaba al dema'ndado al doble de io que originalmente debía
nulidact de la cosajuzgada fraucluiénta, recógida en el Código
Procesal
pagar.
Civil clel Perú22.
También era factible deducir la i'n integrum restitutio o restitzttio in
La ejecución cle la sentencia tenía algunas particuiariclades' La
integntm, basada en el imperiu,mmixtum del preror2r. Esta era una calidad llacer en
selltencia collsentid: , I pagada d.entro de treinta días, hacía
el vencedor el clerecho a iniciár una especie de Proceso
ejecutivo contra
el derecho romano fue unsisl¿rn a Las clasificaciones de las acciones en ciriles
de acciones.
y pretorianas, personaies y reales, reipersecutorias, pehales v mi\tas, populares v 22"Artíctrlo 178. Nuticlatl cle casajuzgadafraud,ulenta-- Hasta denlro de seis
lrleses
privadas, son expresiones típicas de este apogeo de la acción. Incluso este es el momento
de ejecuracta o de haber adquirido tá .iti¿aá de.cosa
juzgada
:¡ ."1
f:tttt ejecutable'
histórico en el que aparecen las "acciones" mas representativas del desarrollo del la nulidad cle una sentencia
p.r"á" clemandar-se, a üavés cie proceso cle conocimiento,
derecho romano, tales como la reivindicatoria, la publiciana, la pauliana y la de dolo, pone fin al proceso, alegando
o del acuerdo de las partes homologado por eljuez que
para cicar a las mas conocidas. fraude, colursión o afectando
que el proceso .r-, q,rá se origina tra ii¿o seguiddcon dolo,
el juez'
Lo glave es que esta sitr¡ación perfectamenre explicable en la época clásica del el derecho a un debicto proi.so, cometido Por una, o Por ambas Partes, o Por
derecho romano, se repite dos mil años después en algunas legislaciones y uabajos o por este y aquellas.
doctrinales, en donde se insiste en considerar que la acción es Lrn efecto transitivo y ,,Puede demandar- la nulidad la parte o el tercero ajeno al proceso que se
diniimico de un derecho material, desconociendo su alltonomía científica. En otras a los principios
consideren d.irectatnente agraviadot pot la sentencia, de acuerdo
palabras, referirse a fines del siglo )L\ a acciones de arnparo, acciones petitorias u oras
exigidos en este título'
especies parecidas, es reiündicar un mito: el efecto novatorio de la litiscantestatio.
?r "La restitución "En esre proceso solo se pueden-conceder meciidas cautelares inscribibles'
por entero es una decisión adoptacla por el magistrado, con-
forme a los criterios determinaclos en el Edicto, después de haber tomaclo co¡rocimienrcr -. ,r-si la elecisión f¡ese anulada; se r-eporrdrán las cosas ¿rl estaclo cltte correspotrd:r'
fe y a título ol-leros(}'
de antecedentes esenciales cle cacltr cuestión, con el fln cle restablecer-la sitl¡acicin rlue
lo,s Sin ernbargo, la nrrlidacl no afectará a los terceros cle buena
exisriría si ral o cual acto contrario a la equidad no hubiera tenido lugar. Por ejenrplo. "si Ia demanda no fuera amparada, el demandante pagarií_ las costas y costos
de referencia
si un contrato era el resultado de la violencia empleada contra una de las partes doblados y una multa no menor di treinta ni mayor de cien unidades
conrayentes, el pretor se reservaba en el Edicto la facultad de considerar dicho contrato procesal".
como no concluido; an:ílogamente, si se había extinguido una deuda (como ocurría
conforme al derecho civil ) porque una de las partes había sido adoptada (más
exactamente, adrogada) porun tercero, el pretor, hacíarevivirlaobügaciónconsiderando
:::::::::..:; lo ociopcron operada" (Vrxcervzo Aru.wiro-Rutz, op. cit., pág. 107).
HISTORIA DEL PROCESO CIVIL 29
30 INTRODUCCIÓN AL PROCESO CIVIL Cerremos el obturador de nuestra lente para analizar únicamente
1o que ocurrió en la antigua España, por ser el antecedente directo del
receptum arbitri, cuando el árbitro aceptaba el encargo, para lo cu,;; derecho procesal que tuvimos y, por cierto, de las costumbres o prác-
regularmente exigra que las partes se comprometierar, á."ptur ia ejec"r- ticas comúnmen te generalizadas que hasta ahora afec tan nues tra actiü dad
cjón de io que resolviera el árbitro. Si no obed.ecían, el árbitro, bas;.,::- procesal.
dose en una commissa est estipulatio,le concedía al ganaclor una actio A comienzos del siglo V, España era una provincia romaria en
incerfi. donde regía el procedimiento extraordinario (extraordinaría cognitio),
El árbitro tramitaba el conflicto de acuerd.o con su criterio y con todas las características que ya fueron descritas y las variantes que
admitía como reglas de actuación solo las que las partes pudieran las costumbres y tradiciones de cada pueblo le fueron imponiendo. Es
haber en estos primeros años del siglo cuando se produce la invasión visigoda.
convenido. Si la decisión expedida por el árbitro no .ru'u.eptada
por el Esta invasión, contra lo que suele afirmarse con cierta ligereza -un mito
perdedor, el ganador tenÍa el derlcho de recurrir al procedimiento
otlcial para lograr su ejecución, al ser ritular de la stiputitio. Es en fecha más-, fue menos un acto sangriento y más un lento proceso de asimi-
pcsterior queJustiniano le dio al fallo arbirral la calidad de lación de la cultura de los pueblos invasores.
título c]e En el campo procesal se prod.uce un profundo enfrentamiento
ejecución, inclusive dispuso que el acuerdo de las parres conremplara
siempre una sanción por incumplimiento de Ia clecisión del árbitro. cultural. Al espíritu racional y abierto del derecho romano, se sobrepolte
un derecho forjado por hombres dotados de unagran espiritualidad, de
aspectos del arbiraje en Roma que permanecen inalterados
-Huy un gran sentido religioso y metafísico de la vida. Courun¡ utiliza una
en el derccho contemporáneo, tales .o*t la elección de árbitros
en escena del "Lohengrin" de lV¡.cxER para establecer la diferencia erlre
1írmelo.impar y el que la cecisión deje de rener eficacia, si se expide uno y otro derecho2l'.
fuera del plazo previsto sin que éste htibiera sido prorrogad.o.
Como se En cualquier caso, resulta definitiva la distinción entre uno y otro
advierte, Ia "actualizactón" de la función arbitral es solamente
eso, una proceso. El proceso romano, como ya fue expresado, cor-rcebía la
reclrperación de un medio cle solución de conflictos cle antigua
daia, actividad dejuzgar como una función estatal, pero reconocía el carácter
caracterizado por ser cornplementario con la fr,rnción
¡urisáiccior-ral privado de los derechos discutidos. En cambio, el germánico tnvo un
auténtica, es decir, la estatal, y finarmente dependiente cre
esta cuando perf r1básicamente comunitario: consideraba que los derechos en disputa
la decisión arbitfal definiriva no es cumplida voluntariamenre.
eran más públicos que privados, aunque la función judicial como tal
careciera de perfil estatal.
10. Er- pRocESo s,N HrspaxrA, pRovrNCrA RoMANA El proceso romano está basado en la racionalidad de los partici-
pantes; el proceso germánico se sostiene en una concepción mítica de
Descrito el proceso en Roma, nos encontramos al final con su la función judicial. La prueba en el proceso romano es útil para per-
ex- suadir intelectivamente aljuez; en el proceso germánico lo es para acre-
presión procesal más avan zada, el proceso extraordinario. proclucida
Ia dicar que la divinidad nunca se equivoca, por eso la prueba del fuego o
expansión del Imperio Romano, se difunden también sus
claves cultu- del agua hirviente eran fórmulas basadas en la infalibilidad de los dioses.
rales. Es el caso,del derecho y, para nuestro tema, es lo
que ocurrió con No se olvide que a diferencia del proceso romano que es casuista y
el proceso. No debe olvid.arse, sin embargo, que la
difusián y, en alstr¡ros práctico, el proceso germánico tiende abuscar normas trascendentales,
casos,
.la imposición del d.erecho romano se hicieron en fueSlos que
también tenían sus propios métodos de solución de conflictos con una vocación acentuadamente mística.
yt sirtemas
normativos. ?5
"El primer acto de
"Lohengrin", el poema de Wagner, es L¡n proceso germinico
Por otro lado, Para que el análisis de nuestros antecedentes ralcomo:e puede desenvolver ft esta al¡ura. Elsa es acusaela de manl' a su herlnano; el
resulte acusador la denuncia ante el Rey, y el Rev ante el pueblo pide qtre comparezca un
correcto, es necesario adve¡tir que ese clerecho romano ambier-rtado
las costr,rmbies de los puebrosi'vacric{os, sufre
por defensor, Para que luche con el acusador y el duelo decida la cuipa o inocencia.
i lEsto, en términos modernos, asimilando el proceso civil al penal, se llamaría
transformación con la invasión de los pueblos""u "".ráf f;"n,;a"
germánicár, q,rie.r", deriarida, citación y emplazamiento, nombramiento de defensor de oficio, prueba y
aPortan también su propio derecho. Esta mezcli sentehcia? (Eou,rnoo J: Cotrrunn, Estudiost d¿ dnecho procaal civi|, t. I, Buenos Aires,
maravillosa cle dos
rr:i:ntes distintas del pénsamiento jurídico produce una síntesls Ediciones Depalma, 1979, pág 294)..
particular, atendiendo además al dere.lio qr.r" los pueblo,
q.r"
sufrieron Ia afectación tenían como propit, .o*b ya se "rr.op"o,
urrorá.
HISTORIA DEL PROCESO CIVIL 33
l-l
Esta es, por cierto, laversión pacíficay genérica de lo ocurrido, sin
INIRODUCCION AL PROCESO CIVIL
LI
embargo, debe advertirse que, con el acogimiento del derecho común
español, es imposible que pudiera haber existido un filtro que haya
Otras manifestaciones del derecho foral son las Leyes d.el r-,si:Io. impedido que el derecho germánico fuese también incorporado.
el Fuero Real y el Ordenamiento de Alcalá, esre último expedido clr-r e
rante el reinado de Alfonso XI. t. También es un dato importante que la Partida III haya sido un
ordenamiento promulgado porAlfcnso el Sabio para el futuro, es decir,
sin embargo, no sería completa esta visión sumaria de los ord.e ).
n¡mientos .procesales, si no se hace mención cie los jririsras que lo. :I no para su aplicación inmediata. Para esto, sancionó otro código
elaboraror" y que en consecuencia, representan el antecederrta d. lo. l: procesal, el Fuero Real de España. Es este el que se aplica durante el sigio
p ensador es ( MtmrER, WrN oscHErD, Wacu, Kr-uN, CnrovE¡¡oR, C eRNttrrrrr
XIIi.
Cnr-apr¡.xoner, etc.) que durante los siglos XIX v XX consolidarán l; Sin embargo, con el tiempo, las necesidades dejusticia del reino
autot-lomía científica de los estudios procesales. intentaron ser satisfechas através de un derecho mucho más sofisticado,
teórico, académico, romano, concre[amente el cual se hallaba contenido
en la Partida III. Pero la notoriedad alcanzada por esta, no deja de ser, en
14. L¡. P.q.nlo¡. III .l
nuestra opinión, un mito más. Su excelencia no puede ser técnica, por
7
ejemplo, si nos atenemos a sus 633 larguísimas normas, densas, llenas
En pleno siglo XIII, al rey Alfonso el sabio le correspondió san ?
de referencias casuísticas, que la convierten en una obra monlrmental,
cionar un ordenamiento jurídico de excepcional imporiancia: La pero no necesariamente práctica o útil.
Parxidas. Para nuestros objetivos, es trascendente la Partida III, proba
blenren¡e el documento procesal dc nrás profunda y exrendida inflLencir I
Así y todo, lo dicho no desconoce su excelencia en el uso del len-
sobre la actividad procesal en Latinoamérica. guaje de la época, lo que produjo un código que a pesar de su sentido
casuístico, f,ue capaz cle enhebrar una forma elevada de expresión. Esta
El orden procesal que se desarrolla en la partida rrt yano es má (
Nota deL Atúor: Adviértanse las ciiferencias de forma y de fondo entre uno v orr,
Irio se puede desconocer la importancia de la Partida III corno
ot'den:uniento. La precisión o la clensidacl en el lenguaje; rambién el sentido dejul;tici compendio del conocimiento procesal de la época, principalmente por
o la relación social vertical propia clel lvfeclioevo so.r áife.encias dignas de ser clesrac;lcla: su extraordinaria capacidad de irradiación; sin embargo, su majestuosi-
"Los primeros nombres dad debe ser apreciada solo desde la óptica de su riqueza teórica.
^ cle.*' procesalistas aparecen enclejuristas
ficar
que, con terminología moderna, cabe cal
torno a Ia obra legislativa de Aiionso X y su form¿.ciór
está basacla en la recepción del derecho común, tanto que o son italianos residen¡es er
Castilla o han escLrcliado en iralia. 15. Er pRocEso EN Los oRDENAMTENTos ESpANoLEs posrERroRES
Roclrigo de Palencia, muerto en 1254 y del que se conoce un Tractattu cte ¡ l,e P¿mo.r III
fo.s .
tionilst¿s.
Ugoli¡ro de Sesso, que clebió ser uno cle los primeros profesores de la Universidar Hay reformas procedimentales importantes en España en materia
de Palencia' y alrtor cle Tracratus de appelarioná, Tractatüs de recusatione iudicur:r .
procesal después de L9 Part'ida III. Lsí, anotamos la Ley de Toledo de
Tractatr¡s de testibus
Fet'nando )f artínez Zarnora, mLlerto hacia 1276 1, autor de \Iargarira de los pler.rt 'r'¿ "Lr exactitud,
me.ior quizá clinartros, el rigor con que se emplean las palabras v el
y Sulnrna Aufea de Orciine Irrdiciario. cuidadoso afiín con que está manejada la sinuxis, evinn interpretaciones torcidas y dan
.iacobo cle las Leyes, auror principal del¡Partkta III y rle Doctrinal, Floru de Dereti a las leyes una claridad que por desgta cia., carcc{n ü antnioia y pastniora a este cód,ígo
y. Los r¿oue tienpos de los plrytos. intnortal" (Puono Gó¡'rez nu t¡ Sew.,r, Prólogo a Las.Partidas, II, pág. )C(rV).
Infante, autor de un formulario ritulado Forma tibettand,i, acompañado de ur RDoJ. ao:u*., tutudios..., t.I, op. cit., pág.304.
tratado sobreD¿ como.se partm tos plqtos en d.iez tiempos, ya en el sigloXP'. (¡u.rN Mon¡re nt
Anoc,r Y orRos, Derechrt jurüdiccionail, Parte general, B'arcelonalJose lvla'ria Bosch Edi .:"ou
tor, S. A., 1994, págs. li y lZ).
HISTORIA OEL PROCESO CIVIT 39
1i-
Otro hito importante en este recuento Enjuiciamient¡
es la Ley de Lainformaciónquesetienesobrelafpo.caPreviaalTu*11:'-"suyL1
a. tod; duda que una organización
Civil de 1855. Su mayor virtud, nos parece, es haber tendido a la urrs es precariu*,. Si'láUffi "rtaf,..tu t"t sistema de soiución
ficación de la normatividad procesal existente antes de su dación. Aur socio-economlca como ét nyttu debió contar to"
que su sistemática lamentablemente tiene también múltiples confqi deconflictosenlacualiost'""t^yapy1|ebi"11::."*plirprobablemente
C on referllciá a li cultura
Mo che
siones37. una funció n similar a lajurisdiccionll. como
El último dato relevante de esta breve historia del proceso civ,l
:{
se ha descrito l^ ril^tii"ción de un proceso judicial, tomando
español es la Ley de Enjuiciamiento Civil de 1881, actualmente vigent,( fuentesuiconografía{o' . ,óTawantinsuyu
--:-^- no srg-
Lo exprerJAo sobre el período utt::tl:1,{
en Españayprobablemente el ordenamiento procesal de mayor influer,, que se tienen sobre la actividad
cia en los códigos sudamericanos de la primera mitad del siglo XX. S,i nifica necesariamente que los datos
j udicial en el Es taJo t.r.a d"Uutt
.onriá"táttt absolutamente confirmados'
trata de un ordenamiento casi totalmente desprovisto de los aportes d': con que ttllllp^9ie ia+irate"
Nótese q,r. ,rrrruiÁ""'" la información "
la, en aqtrel entonces, incipiente ciencia procesal. Nació atrasado par; cronistas' q"it5.T:::]:1*""'" ''
ria tiene como rt,"t"'o la obra de ios
su época y, sobre todo, revejido para el rol difusor que la historia le tení,
la ventaia de haber .r.tiro sobre hechoi qüe ocurrían ett su'
deparada. tuvieron
(
red.edor o, por iffi.i'o; d. ü;;
...i¡i¿o el dato bral retranqryliticro
sistema sustentado en funcionarios
Es muy importante precisar que casi todas las disposiciones cita por generu.lo..i rofr.. tá Uase de un
e*cl"sividad a tal fin' Sin embar-
das, que expresan la evolución del derecho procesal en España -salvr, llamados quipucama,yocs d"¿i.udotion
surglfa^de la obra de los cronistas
es
el caso de las Ordenanzas de Biibao-, están conectadas por una fuentt go, la veracidai J.táuto históriio de
común: el sometimiento a los principios doctrinales que orientan e más aparenre que reaiar. De hÁo,
ü información qué se obtiene
procedimiento ordinario, es decir, a la PartidaIII que, después de todo estas fuentes es regularmente
.o¡it^¿it[oria' además slele es tar plagada
es descendiente directa del solemnis ordo iudiciontm. Es curioso cómt de inexactitudes' .lerable
esta tendencia ha marcado la existencia de fórmulas procesales achata. Enelorigencteest'ainformacióninexacta,tieneconsl( a
das, rnorosas, sin vida. Y lo que es más, es esta precisamente la corri.entr
los cronistas a imputarles
iaÉtl.td.".;;;;l;;;t"tía de
inrporancio
los mismos defectos que se stlpo-
que hemos. recibido en Latinoamérica y, por cierto, es la que determinr los antiguos americanos exactameáte
la elaboración de procedimientos alambicados, dolorosamente exten tre teníatr los árabes, de q,-.i.,,., "^
.,o, años España reciérr se lrabía
sos e inexplicablemente persistentes hasta pasada la segunda mitad de en clera-
sResult^, pues, sino irnposible, por Io meno-s mlly.aventuraclo ocuparse
siglo XX. F.unÉN Guru-ÉN reflexiona con agudeza sobre este tema38.
:tt)
46 INTRODUCCIÓN AL PROCESO CIVII Por otro lado, había casos en los que la decisiónjudicial expedida
por la audiencia era recurrida y los autos debían enviarse a España Para
a sangre y fuego por el conquistador, conclujeron al expoliado a luchar ser resueltos por el Supremo Consejo de Indias50. Con lo descrito se
contra el sistema de la única manera que su marginación social, política puede advertir el lamentable ingreso que tuvo la actividadjudicial a la
y económica le permitió: litigando. escena histórica de esta parte de América. Otra conclusión que se
La organiza,ción del seruicio de jwticia en la Colonia. Para efectos desprende de lo relatado es que la actividad juclicial en la Colonia fue
judiciaics, el territorio conquistado por España fue dividido cn dcre elitista, en tanto su duración y costo solo podía ser soportado Por
distritos judiciaies, los que a sLr vez tenían como órgano nnclear a las litigantes solventes
audiencias, las que dependían del Supremo Consejo de Indias
-con
sede en España-, y a su vez estaban divididas en gobiernos o regimienros 18. El- pRocESo crul- EN EL P¡,nú Y EN LATINoAMÉ,RIcA
y alcaldías. Las audiencias, específicamente la de Lima, que era consi-
derada la más inrportante, cumplían diversas e importantes funciones, El horizonte teórico contenido en la Partida III irradió su influencia
desde asegurar los derechos de España en sus colonias hasta vigilar que durante todos los siglos que duró el dominio español en las tierras
los virreygs y demás autoridades ejercieran su autoridad sin ináurrir en conquistadas y luego colonizadas por España. Sea en su texto original
abusos. o después en SuS sucesivas reformas legislativas, tales como la
Dada la presencia de los virreyes en la conformación de los tribu- Recopilación,las Leyes de Indias o posteriormente las Reales Cédulas,
nales, y a fin de evitar que la función ejecutiva afectara el ejercicio cte la expedidas estas últimas para ser leyes en las colonias, se advierte que la
funciónjudicial, se establecieron reglas. Así, por ejemplo, apesar cle que Partida III constituye el documento procesal más influyente en estas
los virreYes eran los presidentes de las audiencias, su ausencia no impe- rierras hasta fines del siglo XJX, y en algunos casos de forma indirecta
día su funcionamiento. mediante las Leyes de Enjuiciamiento Civil españolas de 1855 y 1881
Tampoco tenían voto en asuntos de justicia, aunque sí debían -presuntamente modernas-, hasta el mismo siglo XX.
_
firtlar
las sentencias. Por otro lado, si a pesar de lo regulacio los virreyes
Solo años después de concluidos los movimientos independentistas,
se iniciaronlos intentos codificadores propios délas repúblicas nacientes.
cometían abusos, las audiencias podían requerirlos e inclusive dar
Esto significa que en casi todas las naciones sudamericanas el
clrenta al rev. -como
Perúi'r- continuaron rigiendo los ordenamientos españoles después de
En el caso de laAudiencia de Lima, esta se encontraba conformacla declarada la independencia.
por el r''irrey -en su calidad de gobernador, capitán general y lugarteniente En lo que respecta al proceso civil, el primer logro en el Perú debe
del rey- y por ocho oidores (cuatro alcald.es del crimen, dos fiscales, tin adjudicarse al general Andrés de Santa Cruz. El Congreso C onstitucio nal
algtracil mayor y Lln tenien[e del gran canciller). Su comperencia se
extendía clesde Paita hasta Chile. La Audiencia de Lima funcionó hasra 50 "Los curacas deJauja alcanzaron a enviar uno cle ellos a España para proseguir
sus pleitos, costumbre que fue seguida después por muchos curacas litigantes que, ante
1821, año en el qtte se creó una Cámara de Apelaciones en Trujillo, la
la tentirud y otras dificultades derivadas del universojudicial local, o ante la imposibilidad
que posteriormente fue trasladada a Lima, y se creó otra en el Cusco. de controlar las apelaciones a tan larga distancia de la metrópoli, optaban por viajar a
El servicio de justicia en la Colonia puecie ser calificaclo de instr- la península ibérica. Curaca hubo que alcanzó a residir en Sevilla siete años en busca de la
ficiente y socialmente ineficaz. Así, el procedimienro iniciado ante los nuevajusticia" (FnrNrLtN Pr-r.ss G. Y., ibídem, pág. 13).
r'r "Además de las Ordenanzas de Bilbao rigieron en América las Ordenarlzas
intendentes y corregidores
-funcionarios judiciales y políricos, a la Militares, las generales de la armada, la Ordenanza Naval y las Ordenanzas de Matrícula
vez- como instanciaprevia alas audiencias, era, además de lento, consi- de lVlar.
derablemente oneroso, a lo que se agregaba el hecho de que el expe- "L¡s Ordenanzas N{ilitares, cuya fecha es 1728, fueron-modificadas en 1788 y así
diente que conienía el proceso ciebía ser enviado a la sede de la rigieron con aheraciones de detalle hasta 1899. I as Ordenanzas generales de la Armada
audiencia,-no solo una vez conclúida la primera instancia si se producía dadas por Carlos fV en 1793 fueron derogadas por la Ordenanza Naval en 1802 que
rigieron con derogaciones parciales hasta principios del siglo actual. Las Ordenanzas de
apelación, sin<l tantas veces como incidentes se produjerán en sg
matrículas (referentes al arreglo y disciptina de los matriculados de qrarina, milicias
trámite. Es de imaginarse, por e.jemplo, el tiempo y coito q,-,é d.b. haber naráis y dem:ís individuos dl ese gr.*io¡ son también de 1802 y sú- dnr"ch t:
tenido enviar un expediente del cusco a Limá, por lo *irros hasta el 3 análoga" (once B*.s,toRE, op. cit., pág. 266).
de mayo de 1?8?, fecha en que por Real Cédula se creó la audiencia del
Cusco.
HISTORIA DEL PHOCESO CIVIL 49