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Ludwig van Beethoven

«Beethoven» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Beethoven (desambiguación).

Ludwig van Beethoven

Retrato realizado por Joseph Karl Stieler en 1820.

Datos generales

Nacimiento 16 de diciembre de 1770


Bonn, Sacro Imperio Romano
Germánico

Muerte 26 de marzo de 1827 (56 años)


Viena, Imperio austríaco

Ocupación Compositor, director de orquesta

Información artística

Instrumento(s) Piano

Web
Ficha Ludwig van Beethoven en IMDb

Firma

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Ludwig van Beethovena (Bonn, 16 de diciembre de 1770b – Viena, 26 de marzo de1827)


fue un compositor, director de orquesta y pianista alemán. Su legado musicalabarca,
cronológicamente, desde el período clásico hasta inicios del romanticismo musical. Es uno
de los compositores más importantes de la historia de la música y su legado ha influido de
forma decisiva en la música posterior.
Considerado el último gran representante del clasicismo vienés (después de Christoph
Willibald Gluck, Joseph Haydn y Wolfgang Amadeus Mozart), Beethoven consiguió hacer
trascender la música del romanticismo, influyendo en diversidad de obras musicales
del siglo XIX. Su arte se expresó en numerosos géneros y aunque lassinfonías fueron la
fuente principal de su popularidad internacional, su impacto resultó ser principalmente
significativo en sus obras para piano y música de cámara.
Su producción incluye los géneros pianísticos (treinta y dos sonatas para piano),
decámara (dieciséis cuartetos de cuerda, siete tríos, diez sonatas para violín y
piano),vocal (lieder, dos misas y una ópera: Fidelio), concertante (cinco conciertos para
piano yorquesta, uno para violín y orquesta) y orquestal (nueve sinfonías, oberturas, etc.),
entre las que se encuentra el ciclo de las Nueve Sinfonías, incluyendo la Tercera Sinfonía,
también llamada en castellano Heroica,c en mi♭ mayor, la Quinta Sinfonía, en do menory
la Novena Sinfonía, en re menor (cuyo cuarto movimiento está basado en la Oda a la
Alegría, escrita por Friedrich von Schiller en 1785).

Índice
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 1 Biografía

o 1.1 Familia

o 1.2 Primeros años de vida

o 1.3 El primer viaje a Viena

o 1.4 De aprendiz a maestro

o 1.5 Éxito y sufrimiento

o 1.6 El incidente de Teplice

o 1.7 Problemas económicos

o 1.8 Últimos años en Viena

o 1.9 Fallecimiento

 2 Estudios sobre las causas de su muerte

 3 Personalidad

 4 Producción musical

o 4.1 Visión general


o 4.2 Los tres periodos

o 4.3 Obras

 4.3.1 Sinfonías

 4.3.1.1 Primera y segunda sinfonías

 4.3.1.2 Tercera y cuarta sinfonías

 4.3.1.3 Quinta y sexta sinfonías

 4.3.1.4 Séptima y octava sinfonías

 4.3.1.5 Novena sinfonía

 4.3.2 Oberturas

 4.3.3 Conciertos

 4.3.4 Sonatas para piano

 4.3.5 Sonatas para piano y violín

 4.3.6 Ópera y música vocal

 4.3.7 Cuartetos de cuerda

 4.3.7.1 Cuartetos del primer periodo

 4.3.7.2 Cuartetos del periodo intermedio

 4.3.7.3 Cuartetos tardíos

 5 Beethoven en la cultura popular

o 5.1 Filatelia y numismática

o 5.2 Cine, teatro y televisión

 6 Controversia sobre la denominada por Cooper Décima Sinfonía

 7 Véase también

 8 Notas y referencias

 9 Referencias

o 9.1 Bibliografía

 10 Enlaces externos

Biografía[editar]
Familia[editar]
La casa de Beethoven, ubicada en el 515 de la Bonngasse,Bonn.

Johann van Beethoven (1740–1792) y Maria Magdalena Keverich (1746–1787), padres de Ludwig.

La familia de Ludwig van Beethoven vivía bajo condiciones modestas. Su abuelo paterno,
llamado también Ludwig,d(Malinas, 1712 – 1773), era descendiente de una familia
decampesinos y granjeros originarios de Brabante, en la región de Flandes (Bélgica), que
se trasladaron a Bonn en el siglo XVIII. La partícula van de su nombre,e contrario a lo que
pudiera creerse, no posee orígenes nobles, mientras queBeethoven probablemente pudo
haberse derivado de Betuwe, una localidad de Lieja, aunque otra hipótesis apunta a que el
apellido proviene de Beeth, que quiere decir remolacha yHoven, que es el plural de Hof,
que significa granja. De esta forma, «Beethoven» vendría a significar «granjas de
remolachas».1
En marzo de 1733, su abuelo emigró a Bonn, en donde trabajó como director y maestro de
capilla de la orquesta del príncipe elector de Colonia. El 17 de septiembre de ese mismo
año, contrajo matrimonio con Maria Josepha Poll, cuyos testigos fueron el organista Gilles
van den Aeden y Johann Riechler. Tuvieron tres hijos: Maria Bernarda Ludovica (bautizada
el 28 de agosto de 1734, muerta el 17 de octubre de 1735), Marcus Josephus (bautizado el
25 de abril de 1736, muerto poco después en una fecha indeterminada) y Johann, de cuyo
nacimiento o bautismo no se conserva registro; se supone que nació a finales de 1739 o
comienzos de 1740. El tercero fue el único que sobrevivió a la infancia y fue el padre de
Beethoven. Johann fue músico y tenor de la corte electoral. El 12 de noviembre de 1767 se
casó en la iglesia de San Remigio en Bonn con Maria Magdalena Keverich (19 de
diciembre de 1746 -17 de julio de 1787), una joven viuda e hija de un cocinero de Tréveris.
Por ese motivo, el matrimonio de sus padres contó con la oposición de su abuelo, que por
aquel entonces ya era el prestigioso maestro de capilla de la corte y consideraba a la joven
de una clase social inferior a la de su hijo, lo cual no era cierto ya que en su familia había
concejales e incluso senadores.1
El matrimonio se trasladó al n.º 515 de la Bonngasse y dos años después, en 1769, nació
su primer hijo, bautizado como Ludwig Maria van Beethoven. Sin embargo, apenas seis
días después de su bautizo, el niño falleció. El 17 de diciembre de 1770, fue bautizado su
segundo hijo, Ludwig van Beethoven, en la iglesia de San Remigio de Bonn, con el nombre
de «Ludovicus van Beethoven» según se describe en el acta de bautismo. Su fecha de
nacimiento, generalmente aceptada como el 16 de diciembre de 1770, no cuenta con
documentación histórica que pueda respaldarla. Maria Magdalena tuvo aún cinco hijos
más, de los que sólo sobrevivieron dos: Kaspar Anton Karl van Beethoven, bautizado el 8
de abril de 1774, y Nikolaus Johann van Beethoven, bautizado el 2 de octubre de 1776.
Los biógrafos no tienen claras las fechas de nacimiento exactas de ninguno de los hijos de
Maria Magdalena Keverich.2
Primeros años de vida[editar]

Retrato de Beethoven cuando tenía trece años.

El archiduque Maximiliano Francisco de Austria (1756–1801),patrocinador financiero de Beethoven.

El padre de Beethoven estaba muy impresionado por el hecho de que Wolfgang Amadeus
Mozart diese conciertos a los siete años y quería que su hijo siguiera sus pasos. Con la
intención de hacer de Ludwig un nuevo niño prodigio, comenzó a
enseñarle piano, órgano y clarinete a temprana edad.3 Sin embargo, el estudio musical
coartó el desarrollo afectivo del joven, que apenas se relacionaba con otros niños. En
mitad de la noche, Ludwig era sacado de la cama y era obligado a tocar el piano para los
conocidos de Johann, a quienes quería impresionar; esto causaba que estuviera cansado
en la escuela. Ya era usual que dejara de asistir a clases y se quedara en casa para
practicar música.
El padre era alcohólico, lo que supuso que perdiera el puesto de director de la orquesta de
Bonn —puesto heredado del abuelo Ludwig—, y la madre estaba frecuentemente enferma.
Aunque la relación con Johann fuera más bien distante, Ludwig amaba mucho a su madre,
a la que denominaba su «mejor amiga».3
El 26 de marzo de 1778, cuando tenía siete años, Beethoven realizó su primera actuación
en público en Colonia. Su padre afirmó que la edad de Ludwig era de seis años, para
destacar, de esta manera, la precocidad de su hijo; por ello, siempre se creyó que
Beethoven era más joven de lo que era en realidad. Debido a que el talento musical y
pedagógico de su padre era limitado, Ludwig comenzó a recibir clases de otros profesores.
Sus avances fueron significativos, sobre todo en la interpretación del órgano y
la composición, guiado por músicos experimentados comoChristian Gottlob Neefe. Neefe
fue un profesor muy importante e influyente en su instrucción y supo valorar
inmediatamente el nivel excepcional de Ludwig. Además de transmitirle conocimientos
musicales, Neefe dio a conocer a Beethoven las obras de los pensadores más
importantes, tanto antiguos como contemporáneos.3
En 1782, cuando contaba con once años de edad, Beethoven publicó su primera
composición titulada Nueve variaciones sobre una Marcha de Ernst Christoph
Dressler (WoO 63). Un año después, Neefe escribió en la Revista de Música acerca de su
alumno: «Si continúa así, como ha comenzado, se convertirá seguramente en un segundo
Wolfgang Amadeus Mozart».4 En junio del siguiente año, Ludwig es contratado como
intérprete de viola en la orquesta de la corte del príncipe elector de Colonia Maximiliano
Francisco, por recomendación de Neefe. Este puesto le permitió frecuentar la música de
los viejos maestros de capilla, además de facilitarle la entrada en nuevos círculos sociales,
en los que se encontraban algunos de los que serían amigos suyos durante toda su vida,
como la familia Ries, los von Breuning (en cuya casa conoció a los clásicos y aprendió a
amar la poesía y la literatura) o el doctor Franz Gerhard Wegeler (con quien años más
tarde se volvería a encontrar enViena).3
El primer viaje a Viena[editar]
Véase también: Mozart y Beethoven

Beethoven encuentra una vía de escape de la presión familiar en 1787 cuando, con 17
años, marcha a la capital austriaca apoyado por su mecenas, el conde Ferdinand von
Waldstein, quien sufraga los gastos del viaje y, lo más importante, le convence de sus
posibilidades de éxito. Parece que durante este viaje a Viena tuvo lugar un fugaz
encuentro con Mozart. En relación a este encuentro, solo existen textos de discutible
autenticidad. De cualquier modo, la leyenda dice que Mozart habría dicho: «Recuerden su
nombre, este joven hará hablar al mundo».3
Al poco tiempo, su madre enfermó gravemente y su padre le pidió por carta que regresara
a Bonn inmediatamente. Murió finalmente detuberculosis el 17 de julio de 1787. Tras este
hecho, su padre entró en una depresión y su dependencia del alcohol se agravó, llegando
a ser detenido y encarcelado por este hecho. Tras esto, el joven Ludwig tuvo que
responsabilizarse de sus jóvenes hermanos y se vio obligado a mantenerlos, tocando
el violín en una orquesta y dando clases de piano durante cinco años, mientras que su
padre seguía preso. Su padre falleció finalmente el 18 de diciembre de 1792.3
De aprendiz a maestro[editar]
Franz Gerhard Wegeler (1765–1848), médico y amigo desde la infancia de Beethoven.

En 1792, el príncipe elector de Bonn volvió a financiarle un viaje a Viena, ciudad en la que
permaneció el resto de su vida componiendo, tratando de alcanzar un reconocimiento
social a su persona por medio del arte y sufriendo un mal particularmente terrible para él:
la sordera. Allí, Beethoven recibió clases de composición con Joseph Haydn,
de contrapunto con Johann Georg Albrechtsberger y Johann Baptist Schenk y de lírica
con Antonio Salieri.3
Durante este período tuvo varios duelos musicales con otros pianistas. El primero fue
en 1792, durante un viaje con la orquesta de la corte, en el cual tocó con Franz Sterkel,
ejecutando obras de dicho compositor. En 1800, tuvo lugar el famoso duelo (en el palacio
de Lobkowitz) en el queDaniel Steibelt lo retó a que tocasen juntos. En dicha ocasión,
Beethoven tomó partituras de una obra de este, modificándolas al mismo tiempo que las
iba tocando, con tanta gracia que Steibelt declaró que no volvería a Viena mientras
Beethoven viviera allí y abandonó la ciudad, radicándose en París.3
Con veinticuatro años publicó su primera obra importante: tres tríos
para piano, violín yviolonchelo (Opus 1) y el año siguiente, en 1795, realizó su primer
concierto público en Viena como compositor profesional, en el que interpretó sus propias
obras. Ese mismo año le propuso matrimonio a Magdalena Willman pero esta se negó.
Posteriormente, realizó una gira por Praga, Dresde, Leipzig, Berlín y Budapest.
En 1796 publicó tres sonatas para piano(Opus 2). La corte, la nobleza y la Iglesia vienesas
acogieron la música de Beethoven y se convirtieron en mecenas y protectoras del joven
músico. Eran frecuentes las disputas entre estos estamentos y el compositor, debido al
carácter fuerte e impulsivo del músico, pero este hecho le hizo granjearse un gran respeto
en la ciudad. Entre sus mecenas se encontraban personalidades como el príncipe Karl von
Lichnowsky y el barón Gottfried van Swieten.3 Por esa época se desligó de Haydn, con el
que no coincidía musicalmente pero a quien, a pesar de esto, dedicó los tres tríos.
En 1800, Beethoven organizó un nuevo concierto en Viena en el que realizó la
presentación de su Primera Sinfonía. Su actividad musical iba en aumento y también
impartió clases de piano entre las jóvenes aristócratas, con las que mantuvo romances
esporádicos. Al año siguiente, Beethoven se confesó preocupado por su creciente sordera
a su amigo Wegeler. En Heiligenstadt, el año siguiente escribió el conocido Testamento de
Heiligenstadt, en el que expresa su desesperación y disgusto ante la injusticia de que un
músico pudiera volverse sordo, algo que no podía concebir ni soportar. Incluso llegó a
plantearse el suicidio, pero la música y su fuerte convicción de que podía hacer una gran
aportación al género hicieron que siguiera adelante. En dicho testamento escribió que
sabía que todavía tenía mucha música por descubrir, explorar y concretar.3
Su música inicial, fresca y ligera, cambió para convertirse en épica y turbulenta, acorde
con los tiempos revolucionarios que vivía Europa. Eran años en que las
potencias monárquicas europeas se habían aliado para derrotar a la Francia
revolucionaria. En una deslumbrante campaña en el norte de Italia, en la que el ejército
austríaco fue derrotado, adquirió notoriedad Napoleón Bonaparte, que se convirtió en un
ídolo entre los sectores progresistas. De esta época son la Sonata para piano n.º 8,
llamada Patética, y la Sonata para piano n.º 14, llamada Claro de luna. Su Tercera
Sinfonía, llamada La Heroica (traducción de la denominación en italiano Eroica) , estaba
escrita en un principio en «memoria de un gran hombre», Napoleón, que era visto en ese
momento como un liberador de su pueblo. Cuando se declaró a sí mismo Emperador,
Beethoven se enfureció y borró violentamente el nombre de Napoleón de la primera página
de la partitura. La Heroica se estrenó finalmente el 7 de abril de 1805.3
Éxito y sufrimiento[editar]

Beethoven hacia 1804, en la época de la Sonata Appassionata y deFidelio. Decidido a «agarrar el destino
por el cuello», compuso en el periodo de 1802 a 1812 una serie de obras brillantes y enérgicas
características de su estilo «heroico».

Muy pronto, Beethoven dejó de necesitar los conciertos y recitales en los salones de la
corte para sobrevivir. Los editores se disputaban sus obras; además,
la aristocracia austriaca, quizás avergonzada por la muerte de Wolfgang Amadeus
Mozart en la pobreza, le asignó una pensiónanual. Debido a la pérdida de sus capacidades
auditivas, se entregó a una febril actividad creadora, y, a la par, sufrió penalidades
personales producidas por dos desengaños amorosos. No llegó a casarse nunca, pero se
le atribuyen varios romances, sobre todo entre damas de la nobleza. Antonie von
Birkenstock, casada con el banquero alemán Franz Brentano, fue uno de los grandes
amores de su vida.f
Entre 1804 y 1807, estuvo enamorado de la joven y bella condesa Josephine Brunswick,
viuda de Joseph Graf Deym. Su amor era correspondido por parte de la condesa pero este
no pudo concretarse debido a las rígidas restricciones sociales de la época y la estricta
separación entre la nobleza y el vulgo, por lo que la relación cesó. Durante este período,
Beethoven había terminado Leonore, su única ópera. Compuso hasta
cuatro oberturas diferentes y finalmente cambió el nombre de dicha ópera a Fidelio, en
contra de sus deseos. El 20 de noviembre de1805 fue la fecha de la primera
representación, que tuvo poca afluencia de público, ya que esa misma semana las tropas
de Napoleón habían entrado por primera vez en Viena. En los años siguientes, Beethoven
incrementó su actividad creadora y compuso muchas obras, entre ellas laQuinta Sinfonía,
la Sexta Sinfonía o Sinfonía Pastoral, la Obertura Coriolano y la bagatela para piano Para
Elisa.3
Sus apariciones en público eran cada vez más infrecuentes. El 22 de
diciembre de 1808 Beethoven dio uno de sus últimos conciertos en vivo, en una larga
jornada que incluyó el estreno de la Fantasía para piano, orquesta y coro Op. 80,
las sinfonías Quinta y Sexta, elConcierto para piano n.º 4 Op. 58, el aria Ah perfido! y tres
movimientos de la Misa en do mayor Op. 86. Tuvo como alumno al archiduque Johann
Joseph Rainer Rudolph, hermano del emperador, y eventualmente se convirtió también en
su más grande benefactor. En 1809, Beethoven no estaba conforme con su situación en
Viena, especialmente bajo el aspecto económico. Entonces se planteó la invitación
de Jerónimo Bonaparte, para dejar Viena y trasladarse a Holanda. Su vieja amiga la
condesa Anna Marie Erdödy, logró convencer a Beethoven para que se mantuviera en
Viena con la ayuda de sus más ricos admiradores, entre los que se encontraban el
archiduque Rudolf, el príncipe Lobkowitz y el príncipe Kinsky, que ofrecieron a Beethoven
una pensión anual de 4000florines, lo que le permitió vivir sin preocupaciones económicas.
La única condición que le pusieron fue no abandonar la ciudad de Viena, condición
aceptada por el compositor. Dicha pensión lo convirtió en el primer artista y compositor
independiente de la historia, ya que anteriormente los músicos y compositores (Bach,
Haydn y Mozart incluidos) eran sirvientes en las casas de la aristocracia, formando parte
de su personal doméstico y componiendo e interpretando según sus amos les pedían. En
cambio, las condiciones del arreglo al que llegó Beethoven con sus benefactores daban
libertad al compositor de componer lo que él quisiera, bajo demanda o no, y cuando él
quisiera.3
El incidente de Teplice[editar]

El encuentro en Teplice. Al parecer, cuando Beethoven y Goethe paseaban por la alameda de este
balneario, se encontraron a la emperatriz con su familia. El compositor siguió su paseo sin pararse a
saludar. Esta imagen es una recreación posterior de Carl Rohling.

En 1812, Beethoven se traslada al balneario de Teplitz (Teplice) y durante su estancia


escribió la carta a su «Amada inmortal», que provocó multitud de especulaciones sobre su
destinataria aunque nunca se ha podido averiguar con exactitud. En 1977, el musicólogo
estadounidenseMaynard Solomon afirmó que la carta iba dirigida a Antonie Brentano, la
esposa de un mercader de Fráncfort del Meno y madre de cuatro hijos. Debido a su
sentido ético y su miedo almatrimonio, Beethoven abandonó esta relación, a pesar de los
conflictos emocionales que le causó.5 En julio de ese año, Bettina von Arnim organizó un
encuentro entre el compositor yJohann Wolfgang von Goethe. Más tarde la condesa
publicó su correspondencia con Goethe y en una de sus cartas al conde Hermann von
Pückler-Muskau relató cierto suceso que al parecer habría ocurrido en dicho balneario ese
mismo verano, cuando Beethoven y Goethe se encontraron por primera vez. Ambos
paseaban por la alameda del balneario y de pronto apareció frente a ellos la
emperatriz María Luisa de Austria-Este con su familia y la corte. Goethe, al verlos, se hizo
a un lado y se quitó el sombrero. En cambio, el compositor se lo caló todavía más y siguió
su camino sin reducir el paso, haciendo que los nobles se hicieran a un lado para saludar.
Cuando estuvieron a cierta distancia se detuvo para esperar a Goethe y decirle lo que
pensaba de su comportamiento «de lacayo».
Según Elisabeth von Arnim, el mismo Beethoven le habría contado esta anécdota. Sin
embargo, su veracidad es muy discutida y hoy existe un cierto acuerdo en considerarla, si
no por completo, al menos en buena parte invento de Elisabeth. En su carta a von Pückler-
Muskau, le pregunta si le gusta la historia, «Kannst du sie brauchen?» («¿Puedes
utilizarla?»). Von Arnim, sin embargo, decide utilizarla ella misma y en 1839 publicó, en la
revista Athenäum una carta, supuestamente de Beethoven, en la que este contaba la
anécdota. El original de esta carta no apareció nunca, sólo la copia, y algunos detalles
(como la fecha) indican que Beethoven no la escribió nunca, o al menos no tal como fue
transcrita. Independientemente de su autenticidad, el incidente encantó a la sociedad
vienesa, que lo creyó verdadero durante mucho tiempo.6
Problemas económicos[editar]

La obra orquestal La victoria de Wellington fue compuesta como homenaje a la victoria sobre los ejércitos
napoleónicos en la Batalla de Vitoria por parte del Duque de Wellington y alcanzó gran popularidad.

Beethoven había entablado contacto con el inventor Johann Mäzel, que le construyó varios
instrumentos para ayudarlo con sus dificultades auditivas, como cornetas acústicas o un
sistema para escuchar el piano. Su obra orquestal La victoria de Wellington fue compuesta
en 1813 para ser interpretada con un panarmónico, otro de los inventos de Mäzel. Esta
obra era un homenaje a la victoria sobre los ejércitos napoleónicos en la Batalla de
Vitoria por parte del Duque de Wellington y alcanzó gran popularidad, además de volver
verdaderamente famoso al compositor, lo que le procuró grandes ingresos. Sin embargo,
él mismo la calificó como «basura» (no diría algo así de ninguna otra obra suya) y hoy está
completamente olvidada. El invento de Mäzel que más impresionó al compositor fue
el metrónomo, y escribió cartas de recomendación a editores y comenzó a realizar
anotaciones en las partituras con los tiempos del metrónomo para que sus obras se
interpretaran como él las había concebido. En esa época comenzaron los problemas
económicos del compositor, ya que uno de sus mecenas, el príncipe Lobkowitz, sufrió
unaquiebra económica y el príncipe Kinsky falleció al caerse de su caballo, tras de lo cual
sus herederos decidieron no pagar las obligaciones financieras que el príncipe había
contraído con el músico.3
En 1814, acabó las Séptima y Octava Sinfonías y reformó la ópera Fidelio, que fue un gran
éxito, tanto de afluencia de público como económico, al igual que el resto de conciertos
que realizó en esa época. Ese mismo año tuvo lugar el Congreso de Viena, que reunió en
la ciudad a numerosos mandatarios que decidían el futuro de Europa después de la
derrota de Napoleón. Este fue uno de los momentos de gloria de Beethoven, ya que fue
invitado en muchas ocasiones a participar en los múltiples conciertos que se dieron en las
celebraciones y fue recibido con admiración y reconocimiento.3 Algunas fuentes apuntan a
que el último concierto público de Beethoven tuvo lugar el 11 de abril de ese mismo año7 y
consistió en el estreno del Trío Op. 97, junto al violinista Ignaz Schuppanzigh y
el violonchelista Joseph Lincke.8
Tras la muerte de su hermano Kaspar Karl el 15 de noviembre de 1815, tomó la decisión
de acoger a su sobrino Karl, de nueve años de edad, en contra de la voluntad de su
cuñada. En los años comprendidos entre 1815 y 1820, dedicó gran parte de sus energías y
su tiempo a la batalla legal para ganar la custodia de su sobrino Karl. Este esfuerzo le
supuso dejar prácticamente de componer (a pesar de lo cual cosechó sus dos mayores
«éxitos» —la Novena Sinfonía y la Missa Solemnis— en esta época). En el testamento del
hermano se le establecía a él como tutor de Karl, pero en el lecho de muerte, a petición de
la cuñada, se estableció una tutoría conjunta. Ludwig, quien aborrecía a su cuñada, tuvo
que llevar su causa ante la justicia. Los tribunales ordinarios no lo conocían y le costaba
hacer valer sus influencias, aunque finalmente ganó el caso, y desde entonces se dedicó a
la formación musical de Karl con falsas esperanzas, ya que el chico no tenía dotes
musicales. Uno de los profesores con los que contó su sobrino fue Carl Czerny, que
posteriormente fue profesor de Franz Liszt y antes había sido alumno del propio
Beethoven. Además, la relación con su hijo adoptivo no era excelente; constantemente
tenía que encontrarle nuevos tutores, ya que tenía conflictos con ellos, y este escapaba
con su madre y peleaba constantemente con el tío. La preocupación por el dinero, que
acompañó a Beethoven desde los días de la infancia en que tuvo que proveer para la
familia, lo ocupó en este periodo como nunca. Los editores no confiaban en él, pues no
cumplía sus promesas de exclusividad y pedía constantemente más dinero por sus obras.
Según su biógrafo, Emil Ludwig, de este periodo no hay ni una sola carta en la que no se
traten, al menos tangencialmente, problemas de dinero.9
Después de 1815, Napoleón fue definitivamente derrotado y el canciller austriaco Klemens
von Metternich instauró un régimen policial para impedir rebrotes revolucionarios.
Beethoven fue una voz crítica del régimen. En esa época, su nombre era muy respetado
en elImperio y en Europa Occidental, sobre todo en Inglaterra, en parte gracias al éxito
de La victoria de Wellington. Pero el ascenso deGioachino Rossini y la ópera italiana, que
Beethoven consideraba poco seria, lo colocó en segundo plano.
En 1816, realizó el primer esbozo de la Novena Sinfonía y dos años más tarde su antiguo
alumno y benefactor, el archiduque Rudolf, fue nombrado cardenal, motivo por el cual
Beethoven comenzó a componer la Misa en re, aunque no estuvo terminada antes de la
ceremonia de entronización. En 1822, Beethoven tuvo un encuentro con Rossini en Viena,
ciudad en la que este estaba cosechando grandes éxitos. Debido a las dificultades con el
idioma y la sordera de Beethoven, el encuentro fue breve.3
Últimos años en Viena[editar]

Beethoven en 1823, año en que terminó su Novena Sinfonía. Retrato de Ferdinand Georg Waldmüller.

Beethoven pasó los últimos años de su vida casi totalmente aislado por la sordera,
relacionándose solamente con algunos de sus amigos a través de los «cuadernos de
conversación», que le sirvieron como medio de comunicación. Su último gran éxito fue
la Novena Sinfonía, terminada en 1823. En los tres años finales, se dedicó a componer
cuartetos de cuerda y la Missa Solemnis. El 13 de abril de ese año conoció a Franz Liszt,
que entonces tenía once años, durante un concierto del compositor húngaro y lo felicitó por
su interpretación. Años más tarde, Liszt transcribió todas las sinfonías de Beethoven
para piano y fue un destacado intérprete de su obra. El estreno de la Novena Sinfonía tuvo
lugar el 7 de mayo de 1824 y fue un rotundo éxito a pesar de las dificultades técnicas que
entrañaba la obra. Este éxito no se tradujo en una ganancia financiera y los problemas
económicos continuaron acuciando al compositor, que aunque tenía el dinero que estaba
ahorrando, no lo podía utilizar ya que estaba destinado comoherencia para su sobrino.3
La salud del maestro decayó inexorablemente durante su estancia en la casa de su
hermano enGneixendorf, a pesar de los cuidados de su familia. Su hermano Nikolaus
Johann recordaba: «Al almuerzo comía únicamente huevos pasados por agua, pero
después bebía más vino, y así a menudo padecía diarrea, de modo que se le agrandó
cada vez más el vientre, y durante mucho tiempo lo llevó vendado». Tenía edemas en los
pies y se quejaba continuamente de sed, dolores de vientre y pérdida de apetito.10 En esa
época, comenzó la composición de la Décima Sinfonía.
El 1 de diciembre de 1826, Beethoven y Karl volvieron a Viena. La premura de la decisión
determinó que carecieran de un transporte adecuado y solamente pudieron conseguir un
viejo carromato descubierto. El viaje resulta catastrófico para una persona en el estado en
que se encontraba Beethoven, quien llevaba ropa de verano y se vio obligado a pasar la
noche en una taberna de la aldea, donde la habitación no tenía calefacción ni persianas
que lo protegieran del frío. Hacia la medianoche sufrió un escalofrío febril y comenzó
una tosseca acompañada de sed intensa y fuertes dolores en los costados. Estando así, el
maestro bebió grandes cantidades de agua helada que sólo agravaron su condición. Sin
embargo, logró recuperarse de su crisis gracias a la atención del doctor Wawruch y
consiguió llegar a la capital. El 20 de diciembre, se le extrajeron fluidos abdominales. Karl
permaneció durante todo el mes a su lado hasta su incorporación, en enero, a su
regimiento. El joven se había reconciliado totalmente con su tío tras el lamentable episodio
del suicidio:g«Mi querido padre: vivo satisfecho y sólo me pesa verme separado de ti».

Beethoven en su lecho de muerte, por Josef Eduard Teltscher.

Casi en la miseria, a pesar de tener una gran fortuna en acciones financieras, escribió a
sus amigos en Londres para pedir algún dinero. La respuesta llegó de inmediato, junto con
cien libras esterlinas prestadas incondicionalmente. Cuando se difundió en Viena el estado
terminal de Beethoven, todos sus antiguos amigos que aún vivían acudieron a su domicilio
de laSchwarzspanierhaus para expresarle sus deseos de una pronta recuperación, aunque
en realidad su propósito era despedirse del envejecido compositor.11
A pesar de los cuidados de su médico y el cariño de sus amigos, la maltrecha salud del
músico, que había padecido problemas hepáticos durante toda su vida, empeoró. Esos
últimos días le acompañaron Franz Schubert, quien en realidad no se atrevió a visitar al
maestro, pero un amigo de ambos le mostró al moribundo las partituras de sus lieder, que
Beethoven tuvo oportunidad de admirar y se le atribuye la frase: «es verdad que en este
Schubert se encuentra una chispa divina», recordando el comentario que sobre él hiciera
Mozart y haciendo el cumplido que no hiciera a ningún otro músico.12 El 20 de
marzo escribe: «estoy seguro de que me iré muy pronto». Y el día 23, entre los estertores
del moribundo, algunas fuentes indican que exclamó: «Aplaudid amigos, comedia finita
est» («La comedia ha terminado»), un final típico de la comedia del arte, aunque
en 1860 Anselm Hüttenbrenner negó que Beethoven hubiera pronunciado tales
palabras.13 Esa misma tarde, tomó la pluma para designar a su sobrino Karl legatario de
todos sus bienes.
Fallecimiento[editar]

El 29 de marzo de 1827 se ofició el funeral de Beethoven, al que acudieron más de 20 000 personas.

Tumba de Beethoven en el cementerio Zentralfriedhof de Viena.

Al día siguiente, 24 de marzo de1827, Beethoven recibe laextremaunción y


la comunión según el rito católico. Cabe señalar que las creencias personales de
Beethoven fueron muy poco ortodoxas. Esa misma tarde entra en coma para no volver a
despertar hasta dos días más tarde. Su hermano Nikolaus Johann, su cuñada y su
admirador incondicional Anselm Hüttenbrennerle acompañaron al final, ya que sus pocos
amigos habían salido a buscar una tumba. Sus últimas palabras fueron dirigidas al vino
del Rin que llegó después de mucho esperar el encargo, que se esperaba surtiera buenos
efectos sobre la salud del músico: «Demasiado tarde, demasiado
tarde...».14 Hüttenbrenner relató los últimos momentos del compositor el 27 de marzo de
1827 de la siguiente forma:
Permaneció tumbado, sin conocimiento, desde las 3 de la tarde hasta las 5 pasadas. De repente
hubo un relámpago, acompañado de un violento trueno, y la habitación del moribundo quedó
iluminada por una luz cegadora. Tras ese repentino fenómeno, Beethoven abrió los ojos, levantó la
mano derecha, con el puño cerrado, y una expresión amenazadora, como si tratara de decir:
«¡Potencias hostiles, os desafío!, ¡Marchaos! ¡Dios está conmigo!» o como si estuviera dispuesto a
gritar, cual un jefe valeroso a sus tropas «¡Valor, soldados! ¡Confianza! ¡La victoria es nuestra!».
Cuando dejó caer de nuevo la mano sobre la cama, los ojos estaban ya cerrados. Yo le sostenía la
cabeza con mi mano derecha, mientras mi izquierda reposaba sobre su pecho. Ya no pude sentir el
hálito de su respiración; el corazón había dejado de latir.
Anselm Hüttenbrenner.15

Tres días después de su fallecimiento, el 29 de marzo, tuvo lugar el funeral. Se celebró en


la Iglesia de la Santa Trinidad, distante un par de manzanas del domicilio de Beethoven, y
en él se interpretó el Réquiem en re menor de Wolfgang Amadeus Mozart. Al mismo
asistieron más de 20 000 personas, entre las que se encontraba Schubert, gran admirador
suyo. El actor Heinrich Anschütz leyó la oración fúnebre, que fue escrita por el poeta Franz
Grillparzer, a las puertas del cementerio de Währing, ahora Schubert Park.3
En su escritorio de trabajo, se encontró el Testamento de Heiligenstadt, redactado
en 1802, en donde explica a sus hermanos el porqué de su profunda amargura. También
se encontró la mencionada desgarradora carta de amor dirigida a su «Amada inmortal», a
la que llama «mi ángel, mi todo, mi mismo yo».3

Estudios sobre las causas de su muerte[editar]

Algunos análisis de un mechón del cabello de Beethoven y de un fragmento de su cráneo dieron como
resultado la existencia de altas concentraciones de plomo.

A lo largo de su vida, Beethoven visitó gran cantidad de médicos para curar sus diversas
dolencias físicas, como mala digestión, dolor abdominal crónico, cirrosis
hepática, nefropatía,pancreatitis crónica, irritabilidad, depresión, así como otros síndromes
sin etiología demostrada, tales como alteraciones gastrointestinales, bronquiales,
articulares y oculares.16 En una carta a un amigo, expresó su deseo de que, después de su
muerte, sus restos fueran usados para determinar la causa de su enfermedad y evitar que
otros padecieran su mismo sufrimiento.17Desde su fallecimiento, a los cincuenta y seis
años de edad, en 1827, han existido muchas especulaciones y estudios sobre las causas
de sus múltiples dolencias y su muerte, pero no han conseguido determinar una patología
sistémica para explicar al menos gran parte de sus síndromes.17 16
Estudios realizados en el Centro de Tratamiento Pfeiffer en Warrenville (Illinois)
en 2005 han revelado algunos datos sobre las causas de su muerte. Los análisis de un
mechón de su cabello y de un fragmento de su cráneo dieron como resultado la existencia
de altas concentraciones de plomo, lo que indica que el compositor podría haber
padecido saturnismo. Aparentemente, Beethoven ingería agua contaminada con plomo,
que se obtenía de un arroyo campestre creyendo que tenía propiedades curativas. Las
últimas investigaciones señalan que fue por el plomo de los vasos que usaba para beber.
A raíz de dichos estudios, se pudo saber que el compositor padecía
problemas estomacales desde los veinte años y que, en ocasiones, sufría crisis
depresivas.18 Los problemas estomacales y el cambio de personalidad que sufrió a los
veinte años concuerdan con el diagnóstico de envenenamiento por plomo.17 En estos
estudios, también se destaca la ausencia de niveles perceptibles decadmio o mercurio en
el mechón y el hueso, elementos a los que previamente se había identificado como
causantes de la enfermedad de Beethoven. La presencia de plomo en el cráneo confirmó
que la exposición del músico a dicho elemento no fue un hecho puntual en su vida, sino
que tuvo que estar sometido a él durante muchos años. Aunque existen algunos extraños
casos de sordera provocados por envenenamiento por plomo, no hay ninguna evidencia
sólida que sustente que fuese esta la causa de la que padeció Beethoven.17
Otro estudio afirma que Beethoven falleció a causa de una insuficiencia hepática que
desencadenó un coma hepático. Además, puede que con probabilidad padeciera
una septicemia final, con el antecedente de una ascitis fistulizada e infectada. No se puede
afirmar con certeza si una insuficiencia renal y una diabetes descompensada fueron motivo
de su fallecimiento. En la medicina moderna, la causa de su muerte sería catalogada como
un fallo multisistémico, originado por su insuficiencia hepática.16

Personalidad[editar]

Facsímil del Testamento de Heiligenstadt.

La vida personal de Beethoven fue problemática debido a su creciente sordera, que le


llevó a plantearse el suicidio, según afirmó en los documentos encontrados en
el Testamento de Heiligenstadt. A menudo, Beethoven era irascible y puede que
sufriera trastorno bipolar.19 Sin embargo, tuvo un círculo íntimo de amigos fieles durante
toda su vida, quizás atraídos por la fortaleza de su reputada personalidad. Hacia el final de
su vida, los amigos de Beethoven compitieron en sus esfuerzos para ayudar al compositor
a paliar sus incapacidades físicas.20
Hay numerosas evidencias del desdén que sentía Beethoven hacia la autoridad y el
sistema declases sociales. Detenía su interpretación al piano si su audiencia comenzaba a
hablar entre sí o si dejaban de prestarle total atención. En los eventos sociales, se negaba
a interpretar si le invitaban a hacerlo sin previo aviso. Finalmente, y después de muchas
confrontaciones, el archiduque Rudolf decretó unas normas básicas de etiqueta en la corte
que no afectaban a Beethoven.20

Producción musical[editar]
Véanse también: Mozart y Beethoven y Beethoven y do menor.

Beethoven es reconocido como uno de los más grandes compositores de la historia.


Ocasionalmente, es mencionado como parte de «Las tres bes» (junto con Bach y Brahms),
quienes personalizan esta tradición. También es la figura central de la transición entre
elclasicismo musical del siglo XVIII y el romanticismo del siglo XIX, por la profunda
influencia que ejerció sobre las siguientes generaciones de músicos.20
Visión general[editar]
Beethoven compuso obras en una amplia variedad de géneros y para una amplia gama de
combinaciones de instrumentos musicales. Sus obras para orquesta sinfónica incluyen
nueve sinfonías (la Novena Sinfonía incluye un coro) y alrededor de una docena de piezas
de música «ocasional». Compuso nueve conciertos para uno o más instrumentos solistas y
orquesta, así como cuatro obras cortas que incluyen a solistas acompañados de
orquesta. Fidelio es la única ópera que escribió y entre sus obras vocales
con acompañamientoorquestal se incluyen dos misas y una serie de obras cortas.5
Compuso un amplio repertorio de obras para piano, como treinta y dos sonatas para
piano y numerosas obras cortas, incluidos losarreglos (para piano solo o dúo de piano), de
algunas de sus otras obras. Las obras en las que usa el piano como instrumento de
acompañamiento incluyen diez sonatas para violín, cinco sonatas para violonchelo y una
sonata para corno francés, así como numerosos lieder.5
La cantidad de música de cámara que produjo Beethoven fue notable. Además de los
dieciséis cuartetos de cuerda, escribió cinco obras para quinteto de cuerda, siete para trío
con piano, cinco para trío de cuerda y más de una docena de obras para gran variedad de
combinaciones de instrumentos de viento.5
Los tres periodos[editar]
Sonata patética (Periodo temprano)

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Sonata para piano n.º 8 en do menor,
primer y segundo movimientos

Claro de luna (Periodo medio)

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Sonata para piano n.º 14 en do♯menor,
primer movimiento

Sonata para piano n.º 32 Opus 111


(Periodo tardío)
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Sonata para piano n.º 32 en do menor,
primer movimiento

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Según el escritor ruso Wilhelm von Lenz, la carrera como compositor de Beethoven se
divide en tres periodos: temprano, medio y tardío.20 El periodo temprano abarca hasta
alrededor de1802, el periodo medio se extiende desde 1803 hasta cerca de 1814 y el
periodo tardío va desde 1815 hasta el fallecimiento del compositor. Esta división de Lenz,
realizada enBeethoven et ses trois styles (1852), ha sido utilizada ampliamente por otros
musicólogos, con ligeros cambios, desde entonces.21 22
En su período temprano, el trabajo de Beethoven estuvo fuertemente influido por sus
predecesores, Joseph Haydn y Wolfgang Amadeus Mozart, pero también exploró nuevas
direcciones y gradualmente amplió el alcance y la ambición de su obra. Algunas obras
importantes de este periodo son la Primera y Segunda Sinfonías, un conjunto de seis
cuartetos de cuerda (Opus 18), los primeros dos conciertos para piano (los n.º 1 y n.º 2) y
laprimera docena de sonatas para piano, incluyendo la famosa Sonata Patética, Op. 13.23
El periodo medio, también llamado heroico, comienza después de la crisis personal
provocada por la creciente sordera del músico. Es destacada por las obras de gran escala
que denotan el heroísmo y la lucha. Las composiciones de este periodo incluyen seis
sinfonías (las n.º 3, 4, 5, 6, 7 y 8), los últimos tres conciertos para piano, el Triple
concierto y el Concierto para violín, cinco cuartetos de cuerda (n.º 7 al 11), varias sonatas
para piano (incluyendo las sonatas Claro de luna, Waldstein y Appassionata), la Sonata
Kreutzer para violín, y su única ópera, Fidelio.24 25
El periodo tardío comienza alrededor de 1815. Las obras de dicho periodo se caracterizan
por su profunda carga intelectual, sus innovaciones formales y su intensidad, expresión
sumamente personal. El Cuarteto de cuerda n.º 14, Op. 131 tiene
siete movimientosenlazados y la Novena Sinfonía incorpora la fuerza coral a una orquesta
en el último movimiento.20 Otras composiciones de este periodo son la Missa Solemnis, los
cinco últimos cuartetos de cuerda (incluyendo la Grosse fugue) y las cinco últimas sonatas
para piano.24
Obras[editar]
Véase también: Anexo:Catálogo de obras de Beethoven

En su prolífica trayectoria musical, Beethoven dejó para la posteridad un importante


legado: nueve sinfonías, una ópera, dos misas, trescantatas, treinta y dos sonatas para
piano, cinco conciertos para piano, un concierto para violín, un triple concierto para
violín,violonchelo, piano y orquesta, dieciséis cuartetos de cuerda, una gran fuga para
cuarteto de cuerda, diez sonatas para violín y piano, cinco sonatas para violonchelo y
piano e innumerables oberturas, obras de cámara, series
de variaciones, arreglos de canciones populares y bagatelas para piano.
Sinfonías[editar]
Primera y segunda sinfonías[editar]

Beethoven en 1801, cuando tenía treinta años de edad. En esa época presentó su Primera Sinfonía (op.
21), fascinando a sus contemporáneos por su frescura y originalidad.

Beethoven había cumplido los treinta años de edad cuando presentó su Primera
Sinfonía (op. 21), fascinando a sus contemporáneos por su frescura y originalidad. La obra
está dedicada al barón Gottfried van Swieten, amigo de Mozart y de Haydn, y uno de los
primeros protectores de Beethoven en Viena. Mucho se ha hablado del original inicio de
esta sinfonía, pues arranca con un acorde distinto a la tonalidad principal de do mayor. En
todo caso, esta era una de las rúbricas de Joseph Haydn. El tercer movimiento lleva el
nombre de «Minuetto», pero es más rápido que lo acostumbrado en el género sinfónico de
la época. Otros rasgos anunciadores del futuro Beethoven son los sforzandi de la orquesta
y la forma de emplear los instrumentos de viento.
En 1803, el músico de Bonn dio a conocer la Segunda Sinfonía, en re mayor (op. 36), cuya
alegría contrasta con la tristeza que vivía el autor. Beethoven reemplazó el minueto
estándar por un scherzo,h más rítmico y dinámico. Esta innovación y sus fuertes
sonoridades dieron a laSegunda Sinfonía un mayor alcance y energía. Después del
estreno, los críticos notaron la ausencia del minueto y dijeron que la composición tenía
mucho poder, pero que era demasiado excéntrica. No faltaron las duras críticas.
La influencia haydniana se deja sentir en estas dos composiciones de juventud: ambas
tienen introducciones lentas y la orquesta es totalmente clásica.
Tercera y cuarta sinfonías[editar]
Dos años más tarde, Beethoven rompió todos los moldes clásicos con su Tercera
Sinfonía en mi♭ mayor (Op. 55), llamada La Heroica. Esta sinfonía dura dos veces más
que cualquier otra de la época, la orquesta es más grande y los sonidos son claramente
anunciadores del romanticismo musical. La obra se compone de un
primer movimiento (Allegro con brio) de una duración aproximada de veinte minutos: hasta
esa fecha no se había compuesto un movimiento sinfónico tan extenso. Del segundo
movimiento, una «Marcha fúnebre» (Adagio assai), el biógrafo Anton Felix Schindler afirmó
que, al enterarse de la muerte de Napoleón, Beethoven comentó en tono sarcástico «Yo
ya compuse la música para esta triste catástrofe».26 El tercer movimiento es un
agitado scherzo (Allegro vivace), en el que se recrea una escena de caza; destaca el uso
de las trompas. El Finale (Allegro molto) evoca una escena de danza y es apoteósico, con
una gran exigencia de virtuosismo para la orquesta.

La siguiente sinfonía es muy diferente. La Cuarta Sinfonía en si♭ mayor (Op. 60), de 1806,
recupera la frescura de sus dos primeras composiciones sinfónicas. El primer movimiento
arranca con una solemne y notable introducción. En el cuarto movimiento, se muestra una
de las características del compositor de Bonn: el virtuosismo que demanda de los
intérpretes. El Finale de la Cuarta es muy exigente para el fagot. Esta sinfonía ha sido,
según algunos críticos, injustamente relegada al lado de sus excepcionales antecesora y
sucesora: «La grácil criatura griega en medio de dos gigantes germánicos».i
Quinta y sexta sinfonías[editar]

Portada de la Quinta sinfonía, perteneciente a la primera edición deBreitkopf und Härtel.

En 1808, Beethoven compone la Quinta Sinfonía (Op. 67). Esta sinfonía en do


menor destaca principalmente por la construcción de los cuatro movimientos basados en el
motivo rítmico formado por tres corcheas y una negra, las cuales abren la obra y retornan
una y otra vez dando a la sinfonía una extraordinaria unidad. Para el músico, significaban
«la llamada del destino».j El segundo movimiento es un hermoso tema con variaciones. El
tercer movimiento, scherzo, comienza misteriosamente y prosigue salvajemente en
los instrumentos de viento-metal con una forma derivada de la «llamada del destino»; un
pasaje tejido por los pizzicato de los instrumentos de cuerda se encadena sin pausa con el
triunfal cuarto movimiento, allegro, y que posee una destacada coda.
Simultáneamente, compuso la Sexta Sinfonía en fa mayor, conocida como Pastoral (Op.
68). Es difícil imaginar dos obras tan distintas: toda la fuerza y violencia de la Quinta se
convierten en dulzura y lirismo en la Sexta, cuyos movimientos evocan escenas
campestres. Es el mayor tributo dado por Beethoven a una de sus grandes fuentes de
inspiración: la naturaleza. Es también su única sinfonía en cinco movimientos (todos con
subtítulos: Escena junto al arroyo, Animada reunión de campesinos, Himno de los
Pastores, etc.), tres de ellos encadenados (es decir, que Beethoven elimina las habituales
pausas entre segmentos sinfónicos). Uno de los pasajes más famosos de la obra es el
final del segundo movimiento, con la flauta, el oboe y el clarinete imitando respectivamente
los cantos del ruiseñor, la codorniz y el cuco.
Séptima y octava sinfonías[editar]
La Séptima Sinfonía en la mayor (Op. 92) aparece en 1813 —casi un año después de su
composición—. El compositor se empeñó en dirigirla en su estreno, con tragicómicos
resultados. Pero la crítica reconoció una nueva genialidad de Beethoven. Indudablemente,
el maestro alemán muestra con la Séptima su más grandioso concepto de la introducción
(Poco sostenuto, pide la partitura). Richard Wagner, otro ferviente beethoveniano, calificó a
la Séptima como «la apoteosis de la danza»29 por su implacable ritmo dancístico y notable
lirismo, particularmente hondo en su célebre segundo movimiento, Allegretto —que tuvo
que ser repetido a petición del público en su estreno—, dominado por un ostinato de seis
notas. El esquema del tercer movimiento exige, hecho inédito en una sinfonía, la repetición
del trío, quedando la estructura A-B-A-B-A. El cuarto movimiento constituye (al igual que
en la Sinfonía "Júpiter" de Mozart) el verdadero centro de gravedad de la obra. En suma,
toda la Séptima es una obra de gran potencia: hay expertos[¿quién?] que la consideran como
la mejor de sus sinfonías.[cita requerida]
Al año siguiente, 1814, Beethoven concluye la Octava Sinfonía en fa mayor (Op. 93),
compuesta inmediatamente después de la Séptimay cuya brevedad (poco más de
veinticinco minutos) no eclipsa su meticulosa escritura. Es su sinfonía más alegre y
desenfadada («mi pequeña sinfonía en fa», la llamaba el compositor, para diferenciarla de
la Sexta, escrita en la misma tonalidad).30 La composición fue extremadamente ligera y
rápida (cuatro meses). La obra tiene influencias de Haydn, sobre todo en su primer
movimiento.30 La Octava, con su larga y alegre coda, parece un grato adiós al mundo
clásico.
Novena sinfonía[editar]
Oda a la alegría

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De la Novena Sinfonía de Beethoven.

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En 1824, por último, Beethoven se consagra como el gran anunciador de un nuevo


lenguaje con su Novena Sinfonía «Coral» (Op. 125). Su orquestación (dos trompas
adicionales, triángulo, platillos, coro y solistas vocales) y duración (setenta minutos) es
superior a la de laHeroica. Los primeros tres movimientos (un épico Allegro ma non troppo,
un poco maestoso, un electrizante Scherzo y un religioso y soñador Adagio) llegan a su
culmen en el deslumbrante finale (Presto-Allegro assai), que inicia con un recitativo
instrumental y con citas de los movimientos precedentes. El tema de la alegría, introducido
por la cuerda grave, va ganando en intensidad y desemboca en la aparición de la voz
humana por primera vez en una sinfonía, con cuatro solistas y coro mixto que cantan en
alemán los versos de Friedrich von Schiller: Alegría, hermosa chispa divina,/ hija del
Eliseo,/ ebrios de entusiasmo entramos,/ ¡oh diosa! a tu santuario... Esta obra,
mundialmente famosa y objeto de un sinfín de arreglos y versiones, fue
declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. El último movimiento de
esta sinfonía fue adoptado en 1972 por el Consejo de Europa como su himno y
en 1985 fue elegido por los jefes de Estado y de Gobierno europeos como himno oficial de
la Unión Europea.
Para los grandes compositores románticos y posrománticos, la Novena Sinfonía fue el
gran legado sinfónico del músico de Bonn, un reto que todos, consciente o
inconscientemente, quisieron al menos igualar: desde Schubert (Sinfonía "Grande")
hasta Brahms (Primera Sinfonía, llamada por el crítico Eduard Hanslick la «Décima» de
Beethoven); y desde Bruckner hasta llegar a un colofón dramático y desmedido en el
sinfonismo de Mahler.
Oberturas[editar]
Obertura Coriolano

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Interpretada por la Fulda Symphonic
Orchestra, dirigida por Simon Schindler

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Las diez oberturas de Beethoven son piezas cortas que, posteriormente, serían ampliadas
y trabajadas para su incorporación en obras mayores. En el fondo, es música compuesta
para musicalizar ballets (Las criaturas de Prometeo) y obras de
teatro: Coriolano de William Shakespeare, Egmont de Johann Wolfgang von Goethe, etc.
Se trata de composiciones cerradas y uniformes que expresan emociones e ideas llenas
de heroísmo. El tema de la libertad está muy presente en este apartado de la producción
del músico de Bonn. Por ejemplo, la Obertura Coriolano (Op. 62) ilustra musicalmente el
drama homónimo de Shakespeare basado en el héroe que tiene que escoger entre la
libertad de conciencia y su lealtad a las leyes romanas, Leonora n.º 3 (Op. 72a), por su
parte, es una obertura destacada de las cuatro escritas para la ópera Fidelio. De idéntica
valía son Las criaturas de Prometeo (Op. 43) y Egmont (Op. 84), siendo esta última un
buen ejemplo de la típica composición beethoveniana.
Conciertos[editar]

Concierto para piano n.º 1 en do mayor, Op.


15 - I. Allegro con brio

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Interpretado por Aaron Dunn con la Bucharest
College Orchestra.

Concierto para piano n.º 1 en do mayor, Op.


15 - II. Largo
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Interpretado por Aaron Dunn con la Bucharest
College Orchestra.

Concierto para piano n.º 1 en do mayor, Op.


15 - III. Rondo. Allegro scherzando

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Cada concierto de Beethoven es distinto y desarrolla una escritura pianística de


granvirtuosismo (él mismo fue un gran virtuoso en su juventud). Quizá el más famoso sea
elConcierto para piano n.º 5 «Emperador», de 1809, en donde el virtuosismo y el
sinfonismo se combinan a la perfección. Es una composición épica que tiene un
originalísimo arranque y soberbias cadencias. El origen del sobrenombre de este concierto
no se lo puso el propio compositor sino que se lo asignaron los primeros asistentes como
público, dada la grandeza y majestuosidad de la obra.31
El primer y segundo conciertos para piano destacan por su concepción alegre, mientras
que el Concierto para piano n.º 3, de 1801, de tono serio, es de una amplitud y calidad
incomparables. Por su parte, el Concierto para piano n.º 4, Op. 58, de 1808, apuesta por la
profundidad lírica y ha sido considerado, por la Allgemeine musikalische Zeitung de mayo
de 1809, como el «mejor concierto para instrumento solo jamás compuesto».32 En cuanto
a los conciertos en los que participan más instrumentos, hay que señalar el Concierto para
violín y el Triple concierto para violín, violonchelo, piano y orquesta, en donde Beethoven
sustituye el sinfonismo por un entretenimiento muy del gusto de la época, dando ocasión a
resonancias algo exóticas: Rondó alla polacca es su rítmico tercer movimiento.
Beethoven también compuso una Fantasía para piano, orquesta y coro, Op. 80, que es
una triple fantasía: comienza el piano solo, se le une la orquesta y, cerca del final, hace su
entrada el coro —un esquema similar al de la Novena Sinfonía.
El único Concierto para violín, Op. 61 (que cuenta además con una transcripción para
piano, obra del mismo Beethoven, Op. 61b) fue en su tiempo una obra controvertida que
atrajo poca atención en su estreno, con el violinista Franz Clement en la parte solista. Fue
solo en1850, de la mano del violinista Joseph Joachim, amigo de Johannes Brahms,
cuando el concierto alcanzó notoriedad. La explicación de esta demora en imponerse es lo
complejo de su interpretación, que hizo que pocos violinistas se atreviesen a tocarlo por
años, argumentando que la participación del violín a la par con la orquesta les restaba
protagonismo, lo que se unía a la fuerte exigencia de Beethoven. Dentro de esta categoría
de obras para violín y orquesta deben incluirse además dos breves Romanzas para violín y
orquesta.
Sonatas para piano[editar]
Manuscrito de la Sonata para piano Op. 106, «Hammerklavier».

Sus treinta y dos sonatas manifiestan la personalidad revolucionaria y de transición de


Beethoven, y el compositor se sitúa como el más destacado de la forma sonata del periodo
comprendido entre clasicismo y romanticismo. Fiel a la forma sonata, el compositor alemán
se permite más de una innovación: sonata de dos (Op. 111), cuatro (Op. 109) o
cinco movimientos, temas con variaciones, fugas, scherzi, etc.
Estas sonatas presentan nuevas sonoridades, audaces experimentos, y queda encerrado
el mundo interior del compositor y también el recién llegado lenguaje expresivo de la
revolución romántica. En la temprana Patética, en la tempestuosa Appassionata, en la
brusca y laberínticaHammerklavier, en las últimas sonatas Op. 110 y 111, el compositor
llega a las fronteras de la exposición pianística, que serán alcanzadas en el Op. 120.
Beethoven fue uno de los compositores que más exigió a los constructores de piano a
mejorar la sonoridad y resistencia de los pianofortes decimonónicos.
El inadecuado entrenamiento que tuvo Beethoven en sus primeros años de estudios
musicales se refleja en las tres sonatas para piano escritas en 1783. El piano súbito, los
repentinos arranques, las figuras de arpegios (ejecutadas a altas velocidades en
varias octavas de forma ascendente o descendente) conocidas como los «cohetes de
Mannheim», son característicos de la personalidad musical y sentimental de Beethoven. Él
es el primero en usar el acorde de novena sin preparar y que se puede observar en el
primer movimiento de su Sonata para piano n.º 14 «Claro de Luna», dedicada a otro de los
grandes amores de su vida, la condesa Giulietta Guicciardi.
Las sonatas para piano de Beethoven transportaron la música a un nuevo orden. Después
de 1800, Beethoven empezó a desarrollar el género con proyecciones románticas.
La Sonata n.º 11 Op. 22, en si♭ mayor, es la última sonata del primer período de
composición, la cual Beethoven declaró como su sonata preferida. La Op. 26 en la♭, la
primera que compuso desde el comienzo del nuevo siglo, se abre con un tema lento con
variaciones, sigue con un scherzo temerario y vertiginoso, una marcha fúnebre «a la
muerte de un héroe» y concluye en un agitado final. A esta le siguieron las dos
sonatas Quasi una fantasía Op. 27 (a la segunda se la suele llamar Claro de Luna) que
formalmente son poco convencionales. Los siguientes hitos de su composición pianística
coincidieron con la gran crisis que le produjo el agravamiento de su sordera. La
brillante Waldstein (el apellido del conde a quien va dedicada, más conocida por Aurora en
los países hispanoparlantes) y la arrolladora Appasionata fueron de concepción tan
revolucionaria, que hasta el propio Beethoven se abstuvo de escribir para piano solo
durante algunos años. Pero la cima de su pianismo son las cuatro últimas de las treinta y
dos sonatas, desde la Op. 106, Hammerklavier —que es frecuentemente referida como
«sinfónica», por sus cuatro movimientos-, hasta la op. 111 en do menor, la tonalidad de la
que se valía para su música Sturm und Drang, como por ejemplo, su Quinta Sinfonía. Las
sonatas exigían un virtuosismo pianístico sin precedentes hasta entonces y eran
prácticamente intocables en la época. Franz Liszt fue quien demostró que eran
«interpretables».
Sonatas para piano y violín[editar]
Destacan también las diez sonatas para violín y piano, en especial la Sonata para violín n.º
9 «Kreutzer», Op. 47, conocida por las exigencias que presenta para la parte del violín.
Está dedicada a Rodolphe Kreutzer, conocido violinista de la época. Así mismo, laSonata
para violín n.º 5, conocida como Frühling (Primavera) y la Sonata para violín n.º 10 gozan
de gran popularidad.
Ópera y música vocal[editar]

Ludwig van Beethoven en 1815. El año anterior había terminado lasSéptima y Octava sinfonías y
reformado la ópera Fidelio.

Beethoven se centró sobre todo en la música orquestal, compaginándola con la música de


cámara y para piano. También intentó desarrollar obras vocales, aunque con suerte muy
diversa. Por ejemplo, su única ópera escrita, Fidelio, revisada desde 1805 hasta 1814, fue
un fracaso el día de su estreno. El músico tuvo que esperar hasta el 23 de
mayo de 1814 para ser aclamado de forma entusiasta por un público enfervorizado. La
nueva versión representaba para el público más que la recreación de los principios de
la Ilustración, como fue su primer objetivo en 1805, la celebración de las victorias sobre
Napoleón y como una alegoría de la liberación de Europa. Fue entonces cuando,
ruborizado ante tales muestras de apoyo y cariño del público, escribió en su libro de
conversaciones: «Es evidente que uno compone más bellamente cuando lo hace para el
gran público». Se trataba, sin duda, del mismo compositor que había gritado al editor, tras
el desastre de su primer Fidelio: «No compongo para la galería, que se vayan todos al
infierno», nueve años antes.33
Lo cierto es que Beethoven no mostraría particular interés en escribir óperas. Un proyecto
largamente conversado con Goethe para transformar en ópera el Fausto no llegaría jamás
a concretarse por razones desconocidas hasta hoy. Sin embargo, algunos autores,
basados principalmente en anotaciones del propio Beethoven, han descrito algunas de sus
sinfonías como «óperas encubiertas». Tal carácter ha sido asignado tanto a la Sexta
Sinfonía como a laTercera.
La Missa Solemnis, escrita entre 1819 y 1823, su segunda obra para la Iglesia católica, es
un canto de fe a Dios y a la naturaleza del hombre. Es una de sus obras más famosas,
compuesta por encargo de su alumno, el archiduque Rudolf, nombrado en esa época
arzobispo de Olomouc. La Missa solemnis provocó no pocos problemas a Beethoven. La
obra fue estrenada parcialmente junto con laNovena sinfonía.34
Otras obras corales de Beethoven son la Fantasía coral para piano, coro y orquesta (Op.
80), la Misa en do mayor, Latina, (Op. 86), así como numerosos lieder, arias, coros
y cánones, un ciclo de melodías, una cantata y el oratorio Cristo en el monte de los Olivos,
de 1803, así como el célebre presto de la Novena sinfonía.
Cuartetos de cuerda[editar]

Portada de la primera edición deArtaria del Cuarteto de cuerda n.º 13(Op. 130).

Hay algunos críticos musicales que opinan que el género de los cuartetos de cuerda
desarrollado por Beethoven es más representativo que el de las sonatas para piano y el de
las sinfonías. Ciertamente, Beethoven murió componiendo cuartetos.35
En los cuartetos se puede comprobar el desarrollo de Beethoven a través de sus «tres
estilos»: los primeros cuartetos, fieles a Haydn; el segundo período dominado por los
llamados Cuartetos Rusos, compuestos por encargo del aristócrata Razumovski; pero los
más significativos son los seis finales, compuestos entre 1824 y 1827, es decir,
correspondientes a la última etapa, algunas veces llamada «esotérica». La importancia del
género en Beethoven rebasa los límites del Romanticismo, al grado de que sus últimas
obras son una genial anticipación estilística y técnica que habrá de influir en Dmitri
Shostakóvich, Béla Bartók y en la Segunda Escuela de Viena de inicios del siglo XX. Los
cuartetos muestran al Beethoven más profundo y original.
Cuartetos del primer periodo[editar]
El Op. 18 constituye el primer esfuerzo importante de Beethoven en este complejo género
musical y engloba seis obras dedicadas a su maestro, Joseph Haydn: aunque
evidentemente aquí se encuentran todavía evidencias de los trabajos anteriores de Mozart
y Haydn, ya hay un deseo de mostrar la originalidad que se verá plasmada en sus trabajos
posteriores, como el movimiento final del Cuarteto de cuerda n.º 6 en si♭ mayor, «La
malinconia», el cual es una introducción lenta que casi rebasa los límites tonales para
luego dar paso al rondó concluyente.
Cuartetos del periodo intermedio[editar]
En el periodo medio ya se aprecia a un Beethoven maduro, plenamente consciente de su
poderío como creador y artista, pero sumido en la lucha contra la sordera.
La primera parte de este periodo medio se constituye con el poderoso opus
59 Razumovski, constituido por tres cuartetos. Varios críticos musicales han tratado de ver
un ciclo en este grupo de piezas dedicadas al conde Razumovski, el cual le proporcionó a
Beethoven acceso a diversas melodías rusas como motivo de inspiración, aunque esto no
condujo a una influencia definitiva. Hay varios motivos para creer que el punto de vista
cíclico es cercano a la realidad, tomando en cuenta que el primer movimiento del primer
cuarteto es una especie de síntesis de la forma sonata y que justamente el último del
tercero es una compleja fuga, la cual tiene bastantes elementos de herencia con respecto
al movimiento final de la Sinfonía "Júpiter" de Mozart, aunque el desarrollo estilístico del
cuarteto es, como es natural, mucho mayor que el de dicha sinfonía.
Cuartetos tardíos[editar]

Una estatua basada en la máscara en vida de Beethoven.

Los últimos cuartetos y la Grosse fugue trascienden el Romanticismo y son considerados,


por muchos, como el verdadero legado musical de Beethoven por su complejidad
melódica, armónica y de ejecución. En la época de su estreno no fueron bien recibidos,
pero cuando le comentaron al compositor que laGrosse fugue había causado el rechazo
general, este respondió «No importa, no la compuse para ellos, sino para el futuro». Sin
embargo, Beethoven consintió quitarla del Cuarteto de cuerda n.º 13 (Op. 130), del que
inicialmente formaba parte (ahora la pieza lleva por número de opus el 133) y compuso un
nuevo final para este cuarteto.
Llaman especialmente la atención el allegro del Cuarteto de cuerda n.º 12 y la Canzona di
ringraziamento, del Cuarteto de cuerda n.º 15 (Op. 132), que Beethoven compuso después
de una convalecencia que casi le costó la vida, a modo de himno, como dice su nombre,
de «agradecimiento».
Hasta el día de hoy, la Grosse fugue es raramente interpretada, por la dificultad que
entraña tanto para los músicos como para los oyentes. Sin embargo, los cuartetos tardíos
ejercieron una enorme influencia en las generaciones posteriores de músicos, al punto que
el ciclo de los seis cuartetos de Béla Bartókson considerados, a menudo, como un gran
tributo a la obra tardía beethoveniana. Hoy son profundamente valorados como parte del
repertorio de las más complejas y grandiosas obras musicales jamás compuestas.

Beethoven en la cultura popular[editar]


Sello postal de la República Federal Alemana emitido en 1970, en conmemoración del bicentenario del
nacimiento del compositor.

La presencia de Beethoven como símbolo, y no sólo como músico, es un fenómeno


heredado del Romanticismo. Tradicionalmente se ha difundido la visión del cuadro
de Joseph Karl Stieler, cuyo enorme impacto se dejó traslucir tras el éxito de
las serigrafías de Andy Warhol en 1987. Se han dejado de lado otras versiones, sea por
que tuvieran una calidad artística considerada inferior, o que mostraran una imagen
considerada en algún aspecto "poco verídica" respecto a la imagen que ya se encuentra
establecida en el imaginario popular acerca del músico.36
Filatelia y numismática[editar]
Existen numerosos sellos postales y otros documentos filatélicos y numismáticos de
países de todo el mundo en honor a Ludwig van Beethoven. Alemania es el país más
prolífico de todos, aunque existen sellos emitidos en Francia, Mónaco, Austria, países
de África y Sudamérica, entre otros. En total hay alrededor de doscientos sellos dedicados
al compositor alemán.37 Beethoven también ha aparecido en
diversas monedas y medallas, acuñadas en muchos casos con motivo de los aniversarios
de su nacimiento, de su fallecimiento o para conmemorar algún hecho destacado en su
ciudad natal, Bonn. Estas monedas o medallas han sido acuñadas en países de
toda Europa,Estados Unidos o Asia.38
Cine, teatro y televisión[editar]
El compositor ha sido mostrado biográficamente en numerosas ocasiones en el cine, en
el teatro y en la televisión. Estas son algunas de ellas:

 Comienzan sus representaciones en 1909 con una película muda del escritor y
director francés Victorin-Hippolyte Jasset que se titulaba Beethoven y que estaba
protagonizada por Harry Baur.39
 La siguiente película sobre el compositor fue alemana y de rodó en 1927, su director
fue Hans Otto Löwenstein y el nombre de la película fue Das Leben des Beethoven (La
vida de Beethoven).40
 El escritor y director francés Abel Gance realizó en 1936 otra película del
compositor, Un grand amour de Beethoven (Un gran amor de Beethoven), en la que
fue Harry Baur otra vez quien representó el papel del compositor.41
 Walt Disney ilustró la Sexta Sinfonía en uno de los números de su película Fantasía.42
 En 1985 apareció Le Neveu de Beethoven (El sobrino de Beethoven).43
 En 1992, una película para la televisión, Beethoven Lives Upstairs (Beethoven vive en
el piso de arriba) fue la ganadora del premio Emmy.44
 En 1994, el director Bernard Rose creó Immortal Beloved (Amada inmortal) con Gary
Oldman en el papel del compositor.45
 En 2006, la directora Agnieszka Holland produjo Copying Beethoven (Copiando a
Beethoven) con Ed Harris como protagonista.46
 En el mismo año, la Universidad Panrusa Guerásimov de Cinematografía produjo
el cortometraje de dibujos animados Fantasía sobre un hombre muerto por la música
de Beethoven (Фантаэия о мертвом человеке на музыку Бетховена), dirigido por
Mariya Litvínova (Мария Литвинова).47
Además, su música ha sido usada en más de doscientas cincuenta películas y programas
de televisión.48

Controversia sobre la denominada por Cooper Décima


Sinfonía[editar]
Según afirmó su amigo Karl Holz, Beethoven se encontraba trabajando en una Décima
Sinfonía, cuando falleció, de la cual llegó a tocar ante él unos compases al piano. El
fragmento, constaba de una introducción en mi♭ seguida por un contundente allegro en do
menor.
Partiendo de esa escueta descripción, el musicólogo británico Barry Cooper indagó en los
últimos esbozos beethovenianos. Habiendo dado con doscientos compases que, a tenor
de su conocimiento del artista —Cooper es especialista en Beethoven— le pareció legítimo
asignar a la hipotética sinfonía, pergeñó, al precio de algunas repeticiones, un primer
movimiento que fue interpretado y grabado por laOrquesta Sinfónica de Londres en 1988.
Aún cuando Cooper se guardó bien de pretender que su obra fuera un fiel reflejo de las
intenciones de Beethoven —él mismo precisa que el resultado se asemeja más,
sospechosamente, a las obras de su época intermedia—, su iniciativa suscitó un
escándalo considerable y la existencia de una Décima Sinfonía, siquiera en estado
larvario, sigue siendo polémica.

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