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El embarazo en la adolescencia

El embarazo adolescente o embarazo precoz puede definirse como


aquel que ocurre dentro de los primeros dos años de edad
ginecológica (tiempo transcurrido desde la menarquía) y/o cuando la
adolescente es aún dependiente de su núcleo familiar de origen o no
han alcanzado la mayoría de edad jurídica (variable según los distintos
países del mundo).

La OMS establece la adolescencia entre los 10 y los 19 años. La mayoría


de los embarazos en adolescentes son considerados como embarazos
imprevistos o no deseados, provocados por la práctica de relaciones
sexuales sin métodos anticonceptivos.

Uno de los problemas más complejos que actualmente confronta la


reproducción humana se produce justamente en este período: el
embarazo en la adolescencia es considerado como un problema
biomédico con elevado riesgo de complicaciones durante el embarazo
y parto, que conlleva un incremento en las tasas de morbilidad y
mortalidad materna, perinatal y neonatal.

Pero las consecuencias adversas del embarazo en la adolescencia no


sólo son físicas, sino que tiene además implicaciones socioculturales,
psicológicas y económicas, con elevado coste personal, educacional,
familiar y social.

Esto es así especialmente en las chicas más jóvenes (15-16 años). Entre
los problemas que se presentan habitualmente en estas jóvenes, se
encuentran:
 que siguen una dieta inadecuada a su estado

 utilizan tarde o con poca frecuencia el servicio de atención prenatal,


lo que supone una dificultad mayor para aceptar la realidad, retraso
de la primera visita, desconocimiento del tiempo de gestación

 incumplen el tratamiento

 tienen actitudes de pasividad, falta de respaldo, depresión...

Dado el incremento de la actividad sexual en la etapa adolescente,


especial atención merecen también los patrones erróneos de conducta
sexual, que pueden desencadenar infecciones de transmisión sexual y
embarazos no deseados, con toda la problemática que se asocia a su
aparición.

A qué se asocia el embarazo en la adolescencia

En la actualidad está ampliamente reconocido que el embarazo en


adolescentes y la maternidad temprana está asociada con el fracaso
escolar, deterioro de la salud física y mental, aislamiento social,
pobreza y otros factores relacionados.
En este sentido no pocos autores afirman que el embarazo en la
adolescencia debe ser contemplado, como un embarazo de alto riesgo.

Los factores de riesgo que más influyen en la probabilidad de


embarazo en la adolescencia son la mala información sobre la
sexualidad y desconocimiento de los métodos anticonceptivos, junto a
un bajo nivel educacional procedente de los padres.

El desconocimiento se agrava debido a que el tema de la sexualidad


todavía sigue siendo un tabú en las relaciones paterno-filiales.

Otro factor de riesgo es el egocentrismo adolescente, que hace que


piense, en una especie de omnipotencia, que la relación entre coito y
embarazo no se dará en su caso.

Riesgos médicos y sociales del embarazo adolescente

En el embarazo adolescente existe un aumento de los riesgos médicos,


como la probabilidad de sufrir infecciones, roturas prematuras de
membranas o partos prematuros. También anemia del embarazo,
desnutrición, bajo peso al nacer, mayor muerte perinatal...

Entre los problemas psicológicos en la madre se hallan depresión


post-parto, baja autoestima... en gran medida debidos al truncamiento
de sus planes vitales y al rechazo de la pareja o social. Habitualmente el
padre es un joven también adolescente que no asume su
responsabilidad paterna, provocando una situación de abandono
afectivo, económico y social en la madre y el niño.

También podemos hablar de otra serie de desventajas sociales: bajos


logros educacionales, abandono escolar, desempleo, mayor frecuencia
de maltrato y abandono infantil... Muchas veces la adolescente cuenta
con un nivel de escolaridad muy bajo, por lo que le es complicado
acceder a un trabajo digno que le permita satisfacer sus necesidades
básicas.

Debido a todos estos riesgos que conlleva el embarazo en la


adolescencia, muchas organizaciones de salud y de protección a los
menores en el mundo tienen como objetivo que se reduzca su
incidencia, gracias a programas de formación en los que se eduque a
los jóvenes y sus familias.

CONSECUENCIAS QUE TRAE EL EMBARAZO EN LA ADOLESCENCIA

Según los expertos, la edad más apropiada para ser madre es entre los 20 y los 35 años, ya
que el riesgo para la salud de la madre y el niño es mucho menor. El embarazo en la
adolescencia se considera de alto riesgo y conlleva más complicaciones. La adolescente no
está preparada ni física ni mentalmente para tener un bebé y asumir la responsabilidad de la
maternidad.
Las adolescentes que se quedan embarazadas presentan en muchos casos:

- Cuadros de mala nutrición, con carencia de nutrientes esenciales para el buen desarrollo
del bebé
- Un mayor número de abortos espontáneos
- Partos prematuros, hay un gran número de bebés de adolescentes que nacen antes de
la semana 37 de gestación
- Sus bebés tienen un peso bajo ya que la inmadurez de su cuerpo hace que su útero no se
haya desarrollado completamente
- Las mamás adolscente tienen niños con más problemas de salud y trastornos del
desarrollo
- En los casos de embarazos de niñas de menos de 15 años, el bebé tiene más posibilidades
de nacer con malformaciones

Complicaciones psicológicas para la adolescente embarazada


En general, los estudios hablan de una serie de circunstancias por los que pasan las mamás
adolescentes:

- Miedo a ser rechazadas socialmente: una de las consecuencias de la adolescencia y el


embarazo es que la joven lse siente criticada por su entorno y tiende a aislarse del grupo.
- Rechazo al bebé: son niñas y no desean asumir la responsabilidad, el tiempo y las
obligaciones que supone ser madre. Sin embargo, esto también las hace sentirse culpables,
tristes y su autoestima se reduce.
- Problemas con la familia: comunicar el embarazo en la familia muchas veces es fuente de
conflicto e incluso rechazo por parte de su propio entorno.
- Los hijos de madres y padres adolescentes suelen sufrir mayor tasa de fracaso escolar,
problemas de inserción social o de aprendizaje.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda para evitar el embarazo en la
adolescencia: limitar el matrimonio antes de los 18 años, aumentar el uso de
anticonceptivos para los adolescentes, reducir las relaciones bajo coacción y apoyar los
programas de prevención de embarazos en la adolescencia.
En cualquier caso, la mejor prevención es que los jóvenes tengan una buena educación
sexual desde el mismo seno de la familia. Es importante informar sobre los riesgos y
complicaciones del embarazo en la adolescencia y todos los cambios que se producirán
desde el momento en que la adolescente se quede embarazada.
La comunicación en la familia esencial, por tanto, debe haber un diálogo abierto y
transparente para que los jóvenes tengan toda la información a su alcance.

Que instituciones apoyan a las adolecentes embarazadas

UNFPA, MINSAL
y Ciudad Mujer

porque el índice de adolescentes embarazadas cada dia va en aumento

Con tanto bombardeo sexual en todas partes; la televisión, la música, las


revistas y el maravilloso (o no tan maravilloso) Internet y toda la información
que uno puede encontrar en él; no me explico por qué el número de
embarazos no deseados sigue aumentando.

Creo que, a diferencia de lo que opina Avenue Q, el Internet no sirve solo


para porno. Hay muchísimas fuentes de información confiable y testimonios
de personas, así como consejos para una vida sexual saludable al alcance
de la mano de cualquier persona que -quiera- informarse al respecto.

Y pongo énfasis en el -quiera- porque para que las cosas mejoren, todos
tienen que poner de su parte. Las escuelas, aunque no todas, han hecho
un esfuerzo tal vez un poco lánguido para reforzar la educación sexual en
las aulas, pero creo que sin el apoyo de los padres, sirve de lo mismo que
nada.

Mis padres nunca tuvieron conmigo la plática que muchas películas y series
te muestran como el momento más incómodo de la vida adolescente, pero
se valen de amenazas disfrazadas de consejo para hacerme saber qué
aprueban y qué no. Como auténticos padres crecidos a la antigua. Pero,
¿qué pasa con los padres jóvenes de los adolescentes de ahora?

Adolescentes que desde los 12 años ya han explorado terrenos mucho


más profundos que lo que yo conocía a los 20 años. Estos son los mismos
chicos que tienen un smartphone en la mano y todas las ganas de probar el
sexting; además de una computadora personal donde difícilmente se vean
limitados por cualquier esfuerzo de censura por parte de los padres, si es
que hay tal.

Y, ¿es eso lo que se necesita realmente? ¿Censura? No lo creo. Sin duda


es el camino más fácil, pero bien sabemos que cuando nos prohíben algo
de repente se ve como la más tentadora y llamativa de las ideas.
Entonces ¿cuál es la solución? Porque ciertamente dejarle a los medios y
a la escuela la educación sexual de los adolescentes de hoy no está
rindiendo frutos.

Al menos en México, según reporta la Coalición por la Salud de las


Mujeres, el embarazo entre niñas de 10 y 14 años han aumentado en los
últimos años. Y desafortunadamente, muchos de estos embarazos terminan
en graves complicaciones de la salud que pueden terminar ocasionándoles
la muerte.

Que significa ser madre soltera


La expresión madre soltera alude de manera precisa a cualquier mujer que no se encuentra
unida o casada con su pareja, se denomina así a una tipo de familia monoparental, en la que
una mujer que lleva a cabo la crianza de los hijos y el manejo del hogar sin la compañía o
apoyo de una pareja, por decisión propia o circunstancias de su entorno

La maternidad en soledad ha sido una constante a lo largo de la historia de la humanidad


dado que tradicionalmente dependía del varón el reconocimiento del hijo. Los estudios
realizados por la CEPAL en 2001 hablan sobre la problemática de los varones que tienden a
no utilizar métodos anticonceptivos, a restringir su uso por parte de las mujeres y que se
involucran en múltiples experiencias sexuales pero desconocen su responsabilidad en los
embarazos no deseados. En dichos caso, las madres, frecuentemente adolescentes, quedan
a cargo exclusivamente de la responsabilidad durante los distintos momentos del nacimiento y
la crianza de los hijos.1
En muchos países el reconocimiento del hijo continúa siendo un derecho discrecional del
padre, incluso en los que la ley protege a los niños nacidos fuera del matrimonio. Actualmente,
en muchas sociedades existe un cuerpo legal que elimina la discriminación hacia las "madres
solteras" y sus hijos, e incluso algunos países cuentan con programas de ayuda
institucionalizada para hogares donde las mujeres son las jefas, que incluyen ayuda estatal,
becas de estudio para los hijos, créditos bancarios para que las mujeres inicien pequeñas y
medianas empresas, y otros.
Según datos del INE, más de un tercio de los nacimientos en España son de madre soltera

QUE SIGNIFICA PATERNIDAD RESPONSABLE

Cuando la Iglesia habla de “paternidad responsable”, ¿está diciendo que hay que

tener muchos o pocos hijos?, ¿sólo los que puedes mantener económicamente?,

¿vale cualquier “método” para limitar los nacimientos?

1. La paternidad responsable es un proceso de discernimiento que


corresponde a los esposos, de mutuo acuerdo, con generosidad y
delante de Dios.

La paternidad o maternidad responsable consiste en utilizar la inteligencia


rectamente en la transmisión de la vida. Supone ser consciente de que engendrar
una nueva vida no es algo simplemente biológico, sino que implica a los padres en
su razón, en su voluntad y en su dimensión espiritual. Supone buscar, de manera
consciente y generosa, la voluntad de Dios sobre la dimensión de la propia familia y
decidir el modo concreto de realizarla.

Para comprender el pensamiento cristiano en este punto hay que tener en cuenta
un principio fundamental: el magisterio de la Iglesia afirma que tener un hijo es un
bien, no algo que hay que evitar a priori, y un don, no un derecho. La paternidad
responsable consiste sobre todo en la actitud de los esposos hacia ese nuevo hijo: el
quid de la cuestión es si ellos son “dueños”, o más bien “administradores” de esa
paternidad.

Al plantearse tener un hijo o evitar un nuevo nacimiento, los esposos valoran sus
condiciones físicas, económicas, psicológicas y sociales.
 Y al llevar a cabo lo
decidido, conocen y respetan las leyes biológicas, dominan su propia tendencia
sexual y excluyen la anticoncepción, indica Carlo Caffarra en el Lexicón del Consejo
Pontificio para la Familia.

Con la encíclica Humanae Vitae, la Iglesia expresó una postura clara en el año 1968
ante realidades complejas de la primera mitad del siglo XX: se estaban elaborando
y aplicando nuevos sistemas de regulación de la natalidad ante la explosión
demográfica y el estrés del sistema de vida y de trabajo, surgieron la biogenética y
la píldora anovulatoria, se promocionaba el aborto y la liberación femenina que
proclamaba la llamada “salud reproductiva”,…

Todavía hoy el concepto de “paternidad responsable” sigue suscitando diversas, e


incluso opuestas, interpretaciones, a menudo relacionadas con la supuesta
necesidad de reducir los nacimientos y con el derecho de la mujer a decidir sobre su
cuerpo. Juan Pablo II aclara que “el verdadero concepto de “paternidad y
maternidad responsables” está unido a la regulación de la natalidad honesta desde
el punto de vista ético”, es decir, a una actitud basada en la madurez de la persona
que subraya la virtud de la templanza.

Fuentes / referencias:
Lexicón. Términos ambiguos y discutidos sobre familia, vida y cuestiones éticas.
Pontificio Consejo para la Familia. Ed. Palabra. Madrid 2004.
Rafael Fernández, La paternidad responsable en la perspectiva del Magisterio de la
Iglesia. Ed. Patris.

2. “Paternidad responsable” no es lo mismo que “paternidad


planificada”. Los motivos que llevan a espaciar un nacimiento deben
ser graves y ponderados.

Conjugar el amor entre los esposos con la responsable transmisión de la vida


implica reconocer personalmente ante Dios los propios deberes y actuar no por
antojo, sino en conciencia. Así, con criterios objetivos -tomados de la naturaleza de
la persona y de sus actos- que mantienen íntegro el sentido de la entrega mutua y
de la procreación humana, pueden decidir si forman una familia numerosa o bien,
por graves motivos y respetando la ley moral, evitan tener un hijo, durante algún
tiempo o por tiempo indefinido.

Si deciden espaciar los nacimientos de sus hijos, deben asegurarse de que su deseo
no nace del egoísmo, sino que es conforme a la justa generosidad de una
paternidad responsable. Además, deben cultivar sinceramente la castidad conyugal
y respetar los aspectos esenciales de las relaciones sexuales (unitivo y procreador).
En ese contexto, es lícito tener en cuenta los ritmos del cuerpo de la mujer y
recurrir a los métodos naturales de regulación de la fertilidad, limitando las
relaciones sexuales a los periodos infecundos.

Además, al mantener relaciones sexuales, cada uno debe aceptar libremente que
podría ser padre o madre, y, si se diera el caso, la concepción imprevista. Karol
Wojtyla advierte en su libro Amor y responsabilidad que “si faltara esta disposición,
deberían renunciar a las relaciones conyugales”.

Fuentes / referencias:
Encíclica Humanae Vitae
Karol Wojtyla, Amor y Responsabilidad
3. El discernimiento sobre tener un hijo o no debe llevarse a cabo
dentro de unos límites morales: no vale cualquier método para limitar
los nacimientos.

Utilizar la inteligencia en la transmisión de la vida enriquece la paternidad,


siempre que haya una recta voluntad y se respeten las leyes de la naturaleza,
establecidas por el Creador. Esto es radicalmente diferente a los anticonceptivos
artificiales, con los que se busca imponer la voluntad humana de hacer imposible la
procreación.

Servirse legítimamente de una disposición natural es totalmente diferente a


impedir el desarrollo de los procesos naturales; es la diferencia entre actuar como
administradores de las fuentes de la vida humana y creerse árbitros de ellas.

Sólo en el primer caso, los esposos renuncian conscientemente a las relaciones


sexuales en los periodos fecundos y las mantienen en el resto para manifestarse
afecto y salvaguardar la fidelidad mutua. Además, el dominio de sí mismo que
exige la continencia periódica respeta el cuerpo de los esposos y favorece la
educación de una libertad auténtica.

En este contexto, usar medios artificiales como el preservativo, el DIU o la píldora


es materialmente contrario al bien de la transmisión de la vida y a la entrega
recíproca de los cónyuges, lesiona el verdadero amor y niega el papel soberano de
Dios en la transmisión de la vida; hacer voluntariamente infecundo un acto
conyugal es quitarle su verdad interior (la unión amorosa y la fecundidad
potencial), es deshonesto y sigue siéndolo aun en el conjunto de una vida conyugal
fecunda.

Sin embargo, el recurso a los métodos naturales, que en principio son éticamente
aceptables, pero realizado de forma egoísta y sin respetar los principios éticos de la
paternidad responsable, es también contrario a la voluntad de Dios. La dimensión
ética de la decisión de tener un hijo o no es tan fundamental, que sin ella ya no se
percibe la diferencia entre los métodos naturales y los artificiales. En ese caso, la
interpretación utilitarista de la regulación natural de la fertilidad falsearía su
esencia y se llegaría a hablar de ella como si se tratara sólo de una forma más de
anticoncepción.

CUALES SON LAS EDADES MAS COMUNES EN EL EMBARAZO EN LA


ADOLESCENCIA
Datos y cifras
 Unos 16 millones de muchachas de 15 a19 años y aproximadamente 1 millón de niñas menores de 15 años
dan a luz cada año, la mayoría en países de ingresos bajos y medianos.
 Las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre las muchachas de
15 a19 años en todo el mundo.
 Cada año, unos 3 millones de muchachas de 15 a 19 años se someten a abortos peligrosos.
 Los bebés de madres adolescentes se enfrentan a un riesgo considerablemente superior de morir que los
nacidos de mujeres de 20 a 24 años.

que es la discriminacion por el embarazo en la adolescencia


El género, la minoría de edad, el nivel educativo, la dependencia económica, el origen
étnico y la condición socioeconómica son factores que colocan a las adolescentes
embarazadas en una situación de alta discriminación.

Por ello, es que el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de


México (COPRED) se pronuncia en el Día de la Prevención del Embarazo no
Planificado en Adolescentes, para que las jóvenes embarazadas en la Ciudad de
México gocen de un trato igualitario y sin discriminación.

Es importante mencionar que esta problemática pública conlleva a diversos


escenarios donde la discriminación es marco de referencia, es decir, el embarazo
temprano impide a las jóvenes desarrollarse integralmente por un determinado tiempo,
ya que entre otras variables, significa que no serán contratadas laboralmente, o que
serán despedidas de sus trabajos.

En algunos casos, el término o la postergación de la vida escolar, ya que también


pasan por episodios de discriminación en sus escuelas. Lo anterior, sin duda
repercute de manera importante en su desarrollo económico y social, y por supuesto
se ve reflejado en su calidad de vida.

En este sentido, es de citarse la información del Instituto Nacional de Estadística y


Geografía (INEGI) la cual en 2013 registró 324 nacimientos de madres con edades entre
10 y 14 años que residen en el Distrito Federal.

Este fenómeno mostró que en la delegación Iztapalapa se ubicó el mayor número de


este tipo de nacimientos (92), seguida por Gustavo A. Madero (43) y Tlalpan (33).

De la misma forma, los datos refirieron que en jóvenes de 15 a 19 años, el número se


elevó a 22 mil 728 nacimientos.

Se ubicó las delegaciones Iztapalapa (5,329), Gustavo A. Madero (3,196) y Álvaro


Obregón (1,949) como las de mayor número de registros en este rango de edad.En total, el
embarazo de niñas y jóvenes hasta los 19 años en la Ciudad de México representó el 5.9% del
total nacional (2 millones 478 mil 889).

Ante este panorama, para el COPRED es claro que las mujeres embarazadas tienen que sortear
una serie de estigmas y prejuicios que impiden su acceso a oportunidades de empleo.

Así lo refiere la Encuesta sobre Discriminación de la Ciudad de México 2013, EDIS-CDMX


2013 la cual señala que existen diversas formas de discriminación a mujeres embarazadas,
especialmente hacia quienes están solteras.
Según la percepción de quienes aseguran que las mujeres embarazadas son las más
discriminadas, las formas en que esto se refleja es en que no obtienen empleo (42.7%), son
despedidas (6.9%), son agredidas en los hospitales (22.9%), las expulsan de sus hogares
(19.5%) y las ofenden (2.5%).

Asimismo, en la parte testimonial incluida en la EDIS-CDMX 2103 sobresale que 2.5% de las
mujeres de la Ciudad de México han sido discriminadas por embarazo.

En el Día de la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes, establecido por la


Cámara de Diputados desde 2011, el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la
Ciudad de México se suma en el reconocimiento de las necesidades particulares y de las
condiciones de desigualdad en las cuales se coloca a las adolescentes embarazadas.

como debe de educar el padre y la madre a sus hijos para evitar el


embarazo en la adolescencia

No se trata de una sola conversación. Los padres necesitan hablar mucho con sus hijos
sobre la salud sexual. La conversación se debe iniciar cuando tienen corta edad y
comienza con reafirmar su autoestima. A medida que los niños crecen, las
conversaciones deberán incluir más información sobre sexualidad, salud sexual y la
prevención de embarazos no planeados y enfermedades de transmisión sexual.”

Desde muy temprana edad debemos tener conversaciones con nuestros hijos de
manera continua, y a medida que crecen debemos profundizar su contenido. Los
padres no deben preocuparse de proporcionar demasiada información a los hijos, pues
los niños ignorarán lo que no entienden y procesarán lo que sí,” dijo el Dr. Sadof.

Los padres pueden ayudar de muchas maneras a reducir el embarazo en los


adolescentes. Los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades
recomiendan:

Hablar con sus hijos adolescentes sobre demorar el sexo, evitar el embarazo,
anticoncepción, tener relaciones respetuosas y ser conscientes del maltrato
durante el noviazgo.

Conocer a los padres de sus amigos adolescentes y estar involucrados en sus


vidas.

Dialogar con los líderes de la comunidad acerca de la necesidad de implementar


programas efectivos que prevengan el embarazo en adolescentes y tratar temas
relacionados con la salud reproductiva y sexual en general.
como debe educar escuela para evitar embarazos en adolescentes

promoviendo educación sobre las relaciones sexuales, enfermedades de


transmisión sexual y otros que conlleva, adicionalmente un poco de
psicología sobre la familia y responsabilidad al tener relaciones sexuales.

CONSEJOS PARA EVITAR EL EMBARAZO EN ADOLESCENTES


ES PERMITIDO QUE UNA ADOLESCENTE EMBARAZADA SIGA SUS ESTUDIOS

Es permitido pero no practicado ya que

Niñas embarazadas deben depender de su familia o pareja bajo


el riesgo de rechazo
La consecuencia de un embarazo para las niñas y adolescentes no solo
conllevan el tener que dejar sus estudios, sino también las deja
vulnerables a ser rechazadas por las personas responsables de su
desarrollo.

Menos de la mitad de las niñas y adolescentes entrevistadas en el estudio


recibían el apoyo de un familiar cercano, como sus padres o abuelos, al
momento de salir embarazadas.

El 53.3% de las niñas de 10 a 17 años ya estaban bajo la responsabilidad


de su pareja cuando quedaron embarazadas.

Pero también hubo un porcentaje de niñas, el 6%, que fueron obligadas a


abandonar la casa de sus familiares a causa del embarazo.

El 13.5% no vivían con su pareja y tuvieron que irse con él porque se


quedaron sin un lugar donde vivir. Esta situación hace vulnerables a las
niñas de volver a quedar embarazadas y la necesidad de buscar un trabajo
en duras condiciones.

Que problemas trae el embarazo en la adolescencia

1-Perjuicios en la salud psicológica

La salud emocional de la adolescente embarazada puede llegar a afectarse


considerablemente, puesto que generalmente el embarazo se asume en
condiciones difíciles y alejadas de una opción verdaderamente libre y
responsable:
– Deprivación afectiva y maltrato por parte de su familia (así el embarazo
se convierte en una opción para tener alguien que las quiera)

-Estrés, ansiedad.

– Fruto de una violación o incesto

– Presión por parte de su pareja

– Dejar al azar el quedar o no embarazada

– Dejar en su pareja la decisión de usar o no un método anticonceptivo

Estas posibilidades y otras, sumadas a la dificultad de adaptación frente a


una situación nueva para la que no se siente preparada, puede terminar
por afectar su salud psicológica.

El apoyo de su pareja, su familia y la sociedad, es crucial para que el


impacto emocional sea mínimo.

2-Dejar los estudios

Tanto el embarazo como la maternidad tempranas limitan o impiden las


oportunidades de continuar sus estudios, y merman las expectativas de la
nueva madre y su familia para el futuro.

En ocasiones puede existir un entorno de privaciones y escaso apoyo


familiar, lo que repercute en una doble consecuencia: por un lado, la
adolescente con menos apoyo familiar tiene un mayor riesgo de quedar
embarazada, y por otro lado, la madre adolescente tiene menos
posibilidades de alcanzar un nivel alto de escolaridad.
3-Dificultades en el ámbito profesional

El compromiso económico del embarazo temprano para la subsistencia de


la propia adolescente y la de sus hijos o hijas; ya que la posibilidad de
trabajo para una adolescente gestante o para la que ya fue madre es muy
baja.

En este aspecto debemos incluir también las prácticas discriminatorias que


existen aún contra las mujeres en el mercado laboral. En consecuencia,
esto lleva a la madre adolescente a asumir una continua situación de
dependencia.

En ocasiones, esta situación se ve agravada si convive con su pareja,


también cesante, en la casa de la familia de origen de alguno de ellos,
pudiendo gatillar situaciones de tensión, e incluso, de maltrato y violencia
intrafamiliar.

4-Dificultades en relaciones sociales/de pareja

Sin ingresos propios, con escasa educación y pocas probabilidades de


conseguirlos, las oportunidades sociales y personales se limitan
significativamente para la adolescente madre.

Esto la lleva a tener pocas posibilidades de satisfacer las necesidades de


sus hijos y de luchar por sus derechos en su relación de pareja o familia y
frente al Estado, reduciendo sus oportunidades de desarrollo personal y
social.

Por otra parte, a menudo se dan problemas de pareja o incluso rupturas.


5-Cambios súbitos en el plan de vida

Muchas veces, el proyecto de vida de la adolescente gestante se trunca o


interrumpe.

El embarazo juvenil tiende a sacar a la joven madre de su entorno: pierden


a su pareja o a su familia si hay rechazo de parte de alguno o de ambos,
pierden su grupo de pares en la escuela, cambian sus espacios de
recreación y su presencia en la comunidad. Se altera de manera súbita el
proceso de vida, convirtiéndose en un hecho hostil.

Aunque admitamos que muchas adolescentes no tienen un proyecto de vida


definido al quedar embarazadas, este embarazo no planificado, ni deseado,
limita la construcción de ese proyecto vital.

Que problemas trae a la hora del parto en la adolescencia

En una reciente reunión el Comité Ejecutivo de la Organización


Mundial de la Salud (OMS) ha puesto de manifiesto que las
complicaciones en el embarazo y el parto son la primera causa
de muerte de adolescentes de entre 15 y 19 años en los países
pobres y en vías de desarrollo.

Es en estos lugares donde las gestaciones tempranas suponen


también un importante impacto en los sistemas de salud por los
problemas sanitarios que generan. Los expertos en salud se han
reunido esta semana en Ginebra, donde buscan fórmulas para
frenar el elevado número de primeros embarazos en edades
tempranas.

Además de las dolencias y problemas de salud derivados de la


gestación y el parto adolescente (por ejemplo, un 65% de las
mujeres que sufren fístula obstétrica desarrolló esta dolencia
durante la adolescencia, con graves consecuencias para sus vidas),
existe un fuerte vínculo entre los embarazos en edad temprana y
los abortos practicados en condiciones deficientes.

Complicaciones para la madre adolescente


Las adolescentes embarazadas tienen un riesgo mucho mayor de
sufrir complicaciones durante el embarazo como:
 Placenta previa.
 Preeclampsia (hipertensión arterial durante el embarazo).
 Parto prematuro.
 Anemia grave.
 Rotura prematura de aguas.

 Mayor riesgo de que no acuda a las visitas ginecológicas, o no siga los


consejos de su médico.

 Mayores dificultades durante el trabajo de parto.

Complicaciones para el hijo de madre adolescente


La Dra. Castro afirma que se ha observado mucha mayor incidencia
de defectos congénitos, aunque no graves, entre los bebés nacidos de
madres adolescentes. Entre los problemas que pueden afectar al niño,
especialmente si la madre no recibe la atención médica necesaria durante
toda la gestación, destacan:

 Mayor riesgo de muerte intrauterina.

 Bajo peso al nacer.

 CIR (crecimiento intrauterino retardado).


 Prematuridad (con todas las complicaciones asociadas).

 Riesgo de sufrir accidentes, enfermedades, o tener una alimentación


inadecuada debido a falta de cuidados maternos.

 Más incidencia de enfermedades cardiológicas y problemas funcionales.

 Bajo rendimiento académico.


 Ser madre/padre en la adolescencia, al igual que sus progenitores

Cáncer en el embarazo
Se estima que se diagnostica un cáncer en una de cada 1.000 mujeres
embarazadas. Te contamos qué problemas pueden surgir, cuáles son las
opciones de tratamiento y cómo puede afectar a la fertilidad.

Se estima que se diagnostica un cáncer en una de cada 1.000 mujeres


embarazadas. Es posible que esta frecuencia crezca en el futuro a medida
que las mujeres retrasan la edad en la cual se quedan embarazadas.
La aparición de un cáncer en una embarazada es un proceso con unas
características singulares, pues en la misma persona se produce un
crecimiento controlado del feto y su placenta junto con un crecimiento
descontrolado de un tumor maligno que puede condicionar la vida de la
madre y del feto. Además, generalmente el cáncer en una embarazada
suele estar más avanzado que en mujeres de la misma edad que no lo
están.
Para la paciente y el médico se presenta un gran dilema: si se retrasa el
tratamiento para no perjudicar al feto se puede poner en peligro la vida de la
madre; si se trata nada más alcanzar el diagnóstico se arriesga la vida del
hijo. Además, existen otros problemas, como las dificultades en el
diagnóstico y en el estudio de la extensión del cáncer, el efecto del
tratamiento sobre futuros embarazos, o problemas éticos en la madre o en
los profesionales sanitarios. Por todo esto, el manejo de estas pacientes es
complicado y debe ser personalizado.

Tipos más frecuentes de cánceres durante el


embarazo
De todos los cánceres que ocurren durante el embarazo, uno de cada
cuatro son cánceres de mama. Aproximadamente con la misma frecuencia
aparece el cáncer del cuello del útero. Los siguientes dos tipos de cáncer
más frecuentes se derivan de las células de la sangre y son
las leucemias (15% del cáncer en embarazadas) y los linfomas (10%). Un
8% de los casos de cáncer son melanomas, que es un tipo de cáncer que
se origina en la piel, y un 4% son cánceres de tiroides.

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