La palabra asertivo, de aserto, proviene del Latín asertus y significa
afirmación de la certeza de una cosa, por lo que se deduce que una persona asertiva es aquella que afirma con certeza. Kelly (2002), la define como “la capacidad de un individuo para transmitir a otra persona sus posturas, opiniones, creencias o sentimientos de manera eficaz y sin sentirse incómodo” (p. 175). Así también, Davidson (1999) al hablar de la asertividad expresa “como ser humano, usted tiene el derecho fundamental de expresarse, siempre que no pisotee los derechos de los demás. También tiene el derecho de dar a conocer sus necesidades, de decir no y de sentirse satisfecho de sus decisiones” (p. 4). Para efectos de la presente investigación, se tomó como base las definiciones realizadas por Kelly (2002) y Davidson (1999), y partiendo de ellas se reelaboró un concepto de la asertividad que se utilizará como definición para esta investigación, donde: La asertividad es la habilidad mediante la cual se expresan las opiniones, pensamientos, sentimientos y creencias de manera directa sin lesionar los derechos del otro al rechazar o aceptar un comentario de éste, confiando en sí mismo y sintiéndose bien También otros autores hicieron investigaciones sobre asertividad; como Riso (2002), este autor plantea que la asertividad “es una herramienta de la comunicación que facilita la expresión de emociones y pensamientos, pero no es un arma destructiva como la utilizan los agresivos. Está diseñada para defenderse inteligentemente.” (p. 14). Castanyer (2002) y Davidson (1999), realizan una categorización de comportamiento: pasivo, agresivo y asertivo. Es importante señalar, que cuando se analiza el comportamiento de una persona, es necesario observar, tanto lo que expresa a nivel verbal, como lo que manifiesta a nivel de su comportamiento no verbal (sus gestos), ya que ambos comunican. Consideran estos autores, que en la sociedad el modelo de conducta asertiva es difícil de llevar a la práctica, pues muchas veces durante el proceso de socialización se aprende la pasividad, pero también el entorno social, los medios de comunicación y una educación competitiva fomentan la conducta agresiva. Por lo tanto, el comportamiento asertivo implica algunas veces mostrar una conducta contraria a la que se practica frecuentemente. Los autores Davidson (1999) y Riso (2002), coinciden que un comportamiento asertivo implica algún costo social, ya que al comenzar a ser asertivo; un “amigo le retire su amistad”, Riso (2002) “el abusador se ofende cuando sus victimas se revelan” (p. 156). Así, las teorías de la conducta que proponen las técnicas asertivas se basan en el principio de que cuando una persona modifica sus actos, también modifica sus actitudes y sus sentimientos. Según Kelly (2002, p. 175) “el asertividad es la capacidad de un individuo para transmitir a otras personas sus posturas, opiniones, creencias o sentimientos de manera eficaz y sin sentirse incómodo”. Es el nivel medio entre la pasiva y la agresiva. Davidson (1999), afirma que, “la asertividad es un elemento conductual multifacético y multidimensional que tiene tres características principales: - Comunicar un legítimo interés propio.- Mantener la integridad.- Defender los derechos” (p. 4). Además, Riso (2002), menciona tres principios fundamentales de la asertividad: la tolerancia, la prudencia y la responsabilidad.
Características de la persona asertiva:
- Actúa con naturalidad; escucha atentamente. - Expresa lo que quiere; expresa sus sentimientos; habla objetivamente; usa mensajes "YO"; su comunicación es directa. - Ve a los ojos; mirada franca; ojos expresivos. - Postura, bien balanceada; relajada y tranquila. - Manos con movimientos relajados, naturales y acogedores. - Conducta de cooperación y negociación La persona asertiva posee la siguiente conducta verbal y no verbal: Conducta no verbal: Contacto ocular directo, habla fluidamente, postura erguida, respuestas directas a la situación, voz relajada, bien regulada y firme. Conducta verbal: Mensajes en primera persona: yo…, a mí…, verbalizaciones positivas, utilización de palabras como: pienso que…, me gustaría que… el contenido de lo expresado es sincero, justo, directo, positivo, no punitivo, ni defensivo. Es importante tener en cuenta, que tanto la conducta no verbal como la verbal permiten apreciar si existe o no coherencia entre lo que se dice y cómo se dice. Es de hacer notar que esta conducta asertiva se encuentra ausente en el grupo foco y de lo anteriormente planteado se desprende la importancia de la asertividad como variable a intervenir a través de sus dimensiones: oposición y aceptación asertiva. Oposición asertiva: Kelly (2002), la define como la “habilidad del individuo para oponerse o rechazar de manera verbal y/o no verbal la conducta o comentario inaceptable del antagonista y tratar de conseguir una conducta más aceptable en el futuro”. (p.175) Aceptación asertiva: Kelly (2002), la define como la “habilidad de un individuo para trasmitir de manera verbal y/o no verbal calidez y expresar cumplidos u opiniones a los demás cuando la conducta positiva de estos los justifique” (p. 174). Para tener un comportamiento asertivo de acuerdo a Castanyer, la persona debe conocer sus derechos y el de los demás. Al igual que Davidson (1999) quien señala que “la asertividad consiste en asumir sus derechos como personas... la capacidad de asegurarse con destreza y tacto de que será oído, entendido y atendido”, (p. 5). Cuando se conocen los derechos las personas se sienten más seguras y los hacen cumplir. Al respecto Riso (2002) menciona “cuando exigimos respeto, estamos protegiendo nuestra honra y evitando que el yo se debilite”, (p xxiii). Derechos asertivos: según Castanyer (2002); “son unos derechos no escritos, que todos poseemos, pero que muchas veces olvidamos. No sirve para “pisar” al otro, pero sí para considerarnos a la misma altura que todos los demás”, (p. 47). Añadiendo la presencia de Derechos Asertivos, se presenta una lista de esos principales derechos que según, Castanyer (2002, p. 48) son: Tengo derecho a: - Ser tratado(a) con respeto y dignidad. - Expresar mis propios sentimientos y opiniones. - Ser escuchado(a) y tomado(a) en serio. - Juzgar mis necesidades, establecer mis prioridades y tomar mis propias decisiones. - Decir “NO” sin sentir culpa. - Pedir lo que quiero, dándome cuenta de que el otro también tiene derecho a decir “NO”. - A sentir y expresar el dolor. - A cambiar de idea, opinión y creencias. - A cometer errores. - A pedir información y ser informado. - A tener éxito y a fracasar. A gozar y disfrutar. - A mi descanso, aislamiento, siendo asertivo (a). - A decidir qué hacer con mis propiedades, cuerpo, tiempo, etc., mientras no se violen los derechos de otras personas.
Habilidades sociales
Se considera que la asertividad es una conducta y no una característica
de la personalidad, por lo que se habla de asertividad como una habilidad en el campo de las habilidades sociales. Las habilidades sociales son la base de las relaciones interpersonales positivas las cuales permiten actuar de acuerdo a los intereses más importantes, expresar sentimientos y defender los derechos personales sin negar ni menospreciar el de los demás. Por otra parte, para Gaing (1997): “las cualidades personales y las habilidades sociales son criterios significativos de popularidad y se han considerado muy importantes para obtener aceptación social” (Craig en Naranjo 2008 p. 18) El término de habilidades sociales fue considerado por muchos autores, del cual Paula, I. (2000) afirma que:
Son comportamientos sociales específicos que en conjunto forman
las bases del comportamiento socialmente competente. Una persona puede tener en su repertorio unas determinadas habilidades sociales, pero, para que su actuación sea competente, ha de ponerlas en juego en la situación específica” (p 40).
Esta autora también expresa que el aprendizaje en un ambiente natural
viene determinado por diversos factores como: la historia de refuerzos directos, del aprendizaje observacional, la retroalimentación así como el moldeamiento o perfeccionamiento de las habilidades y la cantidad de oportunidades que se tenga para practicar las habilidades acabadas de aprender y su desarrollo. Estos mismos principios que para Kelly (2002)
Los aspectos que le resultan cruciales para cualquier intervención
en las habilidades sociales son las instrucciones y la explicación del fundamento teórico; la exposición a modelos; la oportunidad de practicar la habilidades; el esfuerzo y la retroalimentación (feedback) de la práctica conductual; y la generalización de estas habilidades perfeccionadas en el ambiente natural. (Kelly en Paula 2000, p. 128)
Para Caballo, V (1997), éstas “constituyen un elemento básico para el
desarrollo y mantenimiento de las relaciones interpersonales” (p. 401). Referencias:
Caballo,V. Del Prette, Z. Monjas, M. y Carrillo, G (1997). La Evaluación de las
habilidades sociales en la vida adulta. Ediciones Pirámide. Castanyer, O. (2002). La Asertividad, expresión de una sana autoestima. (17. ed.) España: Descleé de Brouwer. Davidson, J. (1999). Asertividad. México: Pentice Hall.
Kelly, J (2002). Entrenamiento de las habilidades sociales. (7 Ed.). Bilbao:
Desclée de Brouwer.
Naranjo, M. (2008). Relaciones Interpersonales Adecuadas Mediante una
Comunicación y Conducta Asertiva. Actualidades Investigativas en Educación. Edición Volumen 8 N° 1. http://www.latindex.ucr.ac.cr/aie- 2008-1/10-asertiva.pdf.
Paula, I. (2000). Habilidades Sociales: Educar hacia la autorregulación. (1era
Ed.). Barcelona – Editorial Horsori.
Riso, W (2002). Cuestión de dignidad. Aprenda a decir NO y gane autoestima
siendo asertivo – Bogotá, Colombia. Grupo Editorial Norma S.A.
Incidencia de La Supervision Educativa y Acompanamiento Pedagogico en El Desempeno Profesional de Los Docentes Que Laboran en La Escuela Normal Mixta Matilde Cordova de Suazo de La Ciudad de Trujillo Departamento de Colon