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3.

4 TECNICAS E INSTRUMENTOS PARA RECOLECCION DE DATOS

Existen diferentes tecnicas para medir la conductividad hidráulica (K) unos se


basan en la aplicación de ecuaciones como la ecuación de KOZENY (1927), el
uso de la curva de retención de agua para medir la distribución del tamaño de
los poros (KUTÍLEC & NIELSEN, 1994) o mediante el uso de funciones de edafo-
transferencia (MARTÍNEZ FERNÁNDEZ & CEBALLOS BARBANCHO, 2001;
RUBIO & LLORENS, 2003); y otros, mediante instrumentos de medida como los
permeámetros de disco (WHITE et al, 1992; MARTÍNEZ FERNÁNDEZ, 1996) o
los infiltrómetros de tensión (WATSON & LUXMOORUE, 1986).
En este trabajo se ha medido la infiltración acumulada mediante el uso de :

3.4.1) Infiltrometros:

3.4.1.1) La infiltración de minidisco :

acumulada, contabilizada en base al tiempo, permite estimar la conductividad


hidráulica no saturada del suelo (Knosat), aplicando la ecuación de ZHANG
(1997) como se describe en RUIZ SINOGA et al., (2003).
El infiltrómetro de minidisco (Figura 2) consiste en un tubo de ensayo
graduado, de unos 20 cm de longitud y 2 cm de diámetro. En la parte inferior del
tubo se coloca un disco de cerámica porosa y justo por encima de esta base hay
un pequeño capilar insertado en la pared lateral; mientras que el extremo
superior queda abierto para que pueda llenarse de agua (RUIZ SINOGA et al.,
2003). Este tipo de infiltrómetros permiten realizar infiltraciones a diferentes
tensiones de succión (de 0,5 a 7 cm de columna de agua).
Figura 2. Infiltrómetro de minidisco

La conductividad saturada se obtiene cuando todos los poros, incluyendo


los macroporos (grietas o agujeros hechos por microfauna) están llenos de agua.
Pero el flujo de los macroporos es muy variable de unos suelos a otros, por lo
que la comparación entre estos suelos se hace muy difícil. Mediante el
inflitrómetro de minidisco puede evitarse la entrada de agua a los macroporos
sometiendo al agua que se infiltra a una presión o succión negativa. Las tasas
de infiltración son diferentes para cada tipo de suelo, por ello es necesario ajustar
una tasa de succión adecuada a cada uno. En la mayoría de suelos suele ser
adecuada una tasa de succión de 2 cm, pero en suelos arenosos con tasas de
infiltración elevadas es conveniente hacer un ajuste a 6 cm y en suelos
compactados con tasas de infiltración lentas, es mejor ajustar la succión a 0.5
cm.
En este trabajo se han aplicado esos tres valores de succión a todos los
suelos, realizando cuatro repeticiones para cada valor de succión y en cada uso
del suelo, de modo que se han realizado 108 pruebas de infiltración (36 por área).
Dentro de cada parcela los puntos de muestreo se seleccionaron de manera
aleatoria. La duración de cada prueba fue de 10 minutos, para que se alcanzara
sobradamente una tasa de infiltración estable. Se midió, así mismo, la humedad
gravimétrica del suelo a 10 cm de profundidad, tomando suelo en varios
emplazamientos para obtener un valor medio, resultando un bajo contenido de
humedad en todos los casos (6%, en el metamórfico, 4.5% en las calizas y 6%
en las margas).

3.4.1.2) Anillas de infiltración (Horton)

Horton supuso que el cambio en la capacidad de infiltración puede ser


considerada proporcional a la diferencia entre la capacidad de infiltración actual
y la capacidad de infiltración final, introduciendo un factor de proporcionalidad
final k.
()
Dónde:
f = capacidad de infiltración en el tiempo (mm/h).
k = constante que representa la tasa de decrecimiento de la capacidad
(constante de recesión).
fc = capacidad de infiltración final (mm/h).
f0 = capacidad de infiltración inicial (para t=0), (mm/h).
t = tiempo transcurrido desde el inicio de la infiltración (minutos).

3.4.1.3) Permeámetro de Guelph (Richard)

El permeámetro Guelph se utiliza para la medida de datos de campo para su


posterior análisis y estimación de la conductividad hidráulica saturada de campo
(Kfs). Aunque con el permeámetro Guelph se puede medir la infiltración
acumulada y la tasa de infiltración,
usualmente se puede determinar in situ la conductividad hidráulica saturada. La
Ks medida es llamada comúnmente ‗conductividad hidráulica saturada en
campo‘ ―Kfs‖.
Esto es en reconocimiento del hecho que normalmente las burbujas de aire son
atrapadas en el medio poroso cuando el suelo se satura por la infiltración de
agua, particularmente cuando la infiltración ocurre en condiciones anegadas, por
lo tanto el contenido de agua del medio poroso a ‗saturación de campo‘ es más
bajo que a saturación completa o verdadera saturación (Reynolds-Elrick, 1983).
Dependiendo de la cantidad de aire atrapado, Kfs puede ser una o dos veces
más bajo que la verdadera conductividad hidráulica saturada Ks.
Es un permeámetro de pozo de carga constante que hace uso del principio
Mariotte. Con este aparato se mide la penetración a velocidad constante de agua
en el suelo no saturado desde un pozo cilíndrico, en el cual se mantiene una
carga constante de agua (Reynolds-Elrick, 1983). En el suelo se forma un bulbo
con dimensiones que depende de tipo de suelo, radio del pozo y de la carga de
agua en el pozo (Figura 3.1).
Este método se sustenta en los análisis efectuados por Richards, que ha
encontrado una solución efectiva de cálculo de la conductividad hidráulica
saturada (Kfs), considerando el flujo tridimensional del agua en el suelo, a partir
de un hoyo en donde se mantiene una carga hidráulica (h) constante (Reynolds
et al., 2002.)
Mientras el agua fluye a través del suelo, la columna de agua en los reservorios
del permeámetro desciende, manteniendo estable la altura de h. Esta velocidad
de descenso es registrada por medio de una escala graduada a 0,1 cm, en
intervalos constantes de tiempo, permitiendo las lecturas correctas aún a muy
bajos caudales. Cuando las velocidades de descenso se estabilizan obteniendo
3 ó 4 valores iguales o con diferencias menores al 5% se termina la medición.
Con el valor de velocidad de descenso estable obtenido se procede al cálculo de
la Kfs (Cerana, et al, 2002).

Figura Nª1 : permeámetro Guelph (Elrick y Reynolds, 1999).


La conductividad hidráulica saturada (Kfs) puede calcularse resolviendo la
ecuación de Richards: ( )
Dónde:
C = factor de forma adimensional obtenido de h/a
área de la sección transversal del reservorio del permeámetro (m2)
q = estado estable de la caída del nivel de agua en el reservorio del permeámetro
(m s-1)
h = profundidad de agua en el pozo (controlada por la altura del tubo de aire) (m)
a = radio del pozo (m).
a*= parámetro de textura/estructura (m-1)

El parámetro textura/estructura (a*) puede ser obtenido de la Tabla 3.1; mientras


que el factor de forma (C) se puede conseguir en la figura 3.2.
Cuando se mide el flujo estable para dos potenciales de agua diferentes (cargas)
aplicadas secuencialmente a la superficie de infiltración, la conductividad
hidráulica saturada de campo puede estimarse mediante la siguiente expresión:

Figura 1.1: Escala del factor C en función de h/a (Reynolds y Elrick, 1997)
Siendo Q la descarga (m3/s) cuando el flujo es estable.
Categoría del medio poroso Valor de a* (m-1)
*Materiales compactados, materiales arcillosos o limosos poco estructurados,
tales como sedimentos marinos o lacustrinos, materiales de relleno, etc.
*Suelos que tienen textura fina y sin estructura.
*La mayor parte de los suelos estructurados desde arcillas, 12 pasando por
francos; además incluyendo arenas finas y gruesas desestructurados. Categoría
más frecuentemente aplicada a suelos agrícolas.
*Suelos pedregosos y arenas gruesas, pueden además incluir algunos 36 suelos
con buena estructura con grandes grietas y macroporos
Fuente: Elrick et al, 1989

3.4.1.4) Medición de caudal - aforos

La determinación de caudales en el Río Siches y Río Cliza, se realizó por medio


del método área velocidad utilizando la ecuación de la continuidad, para este fin
se utilizó un mini-molinete universal F1 de marca SEBA con la ayuda de un
contador automático Z6V para contabilizar las rotaciones de la hélice, dividiendo
la transversal del río en fajas verticales, de manera que cada una de ellas, tiene
como mediana el eje vertical donde se coloca el molinete, de esta manera es
sencillo calcular metódicamente la velocidad media de cada una de éstas
(Custodio-Llamas, 2000), para el cálculo de la velocidad de la corriente del río

se usaron las ecuaciones características correspondientes a la hélice, se


utilizaron tres diferentes tipos de hélices dependiendo de la corriente, ya ésta no
era uniforme en todas las secciones del río. De esta manera se realizaron 5
puntos de aforo, a una distancia de aproximadamente 500 m entre puntos, se
realizaron dos mediciones por cada punto, cada medición de aproximadamente
10 m de distancia entre ellas. Los resultados no fueron utilizados para los
cálculos sin embargo se hizo una interpretación sobre el comportamiento del río
respecto al acuífero.
3.4.1.5) Mini-piezómetros

La instalación de mini-piezómetros está descrita por (Lee and Cherry, 1978), se


realiza mediante la ayuda de un tubo de acero galvanizado Ø = ½‖ de 1.5 m de
longitud, éste es introducido a percusión dentro de los sedimentos, en la parte
inferior se fija un perno que ayuda a evitar el taponamiento del tubo por lodo, un
tubo de polietileno de Ø=¼‖ debe ser insertado manualmente dentro del tubo
hasta que la rejilla llegue al perno de fijación, en la sección final del tubo se debe
instalar una rejilla de 10 cm de longitud y 0.6 cm de diámetro, forrado con una
malla nitex a manera de tamizador, una vez introducido el tubo de polietileno, a
continuación debe ser extraído solamente el tubo de acero galvanizado,
posteriormente a que los sedimentos hayan colapsado alrededor de la tubería
de polietileno, se debe medir el gradiente vertical existente entre el nivel del río
y el nivel del mini-piezómetro (carga piezométrica constante), esta medición
proporciona una idea de la interacción de agua superficial y agua subterránea,
pero no así la cantidad de un flujo potencial entre ambos sistemas, para la
cuantificación del flujo ganado o perdido se utilizan bolsas de plástico
herméticamente cerradas. Para la determinación de la conductividad hidráulica
horizontal de los sedimentos se utilizó la ecuación que a continuación se
presenta, propuesta por (Lee y Cherry 1978).
Para este objetivo, se realizó la instalación de 13 puntos de minipiezómetros a lo
largo del Río Siches y el Río Cliza, en cada punto se realizaron dos pruebas una
en el margen y otra en el lecho del río.

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