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TÍTULO X

RECURSO DE APELACIÓN

CAPÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES

ARTÍCULO 142º.- PROCEDENCIA DEL RECURSO DE APELACIÓN


Procede interponer recurso de apelación contra las observaciones, tachas,
liquidaciones y otras decisiones de los Registradores emitidos en el
procedimiento registral.
No procede interponer recurso de apelación contra los asientos de
inscripción, ni una segunda apelación dentro del mismo procedimiento
registral.
ANTECEDENTES
Artículos 154º al 157º del ARGRP
Artículo 138º del Anteproyecto
Artículo 142º del Proyecto
Artículos 66º y 260º de la LH
Artículos 111º y 112º del RH
CONCORDANCIAS
Artículos 206º, 209º, 214º y 218º de la LPAG
Artículo 364º del CPC
Artículo 63º del RIRPU

 Comentario
1.- El ARGRP contenía escasas disposiciones referidas a la tramitación del Recurso de
apelación contra las distintas decisiones que podía expedir el Registrador, las cuales se
encontraban contenidas, principalmente, en los artículos 154º a 157º del citado Reglamento
General.
Bajo, dicha reglamentación, existían tres instancias de calificación registral, que eran:
a) El Registrador.
b) La Comisión Facultativa, ante la cual podía recurrirse en grado de apelación contra las tachas y
demás decisiones de los Registradores.
c) La Junta de Vigilancia, ante la cual se formulaba recurso de revisión respecto de las
Resoluciones de la Comisión Facultativa.
2.- Dichas instancias fueron modificadas por el artículo 5º de la Ley Nº 26366, que, como se ha
señalado en nuestros comentarios al artículo 3º del NRGRP vigente, suprime expresamente todas
las normas referidas a la existencia de una tercera instancia registral, con lo que se disolvió la
Junta de Vigilancia y el trámite del recurso de revisión. De igual modo, al establecerse que los
Registros Públicos integrantes del Sistema mantenían la Segunda Instancia Registral, quedaron sin
efecto las normas referidas a la existencia de la Comisión Facultativa, con lo que, en cada Oficina
Registral, se constituyeron los órganos de segunda instancia administrativa a que se refiere el
artículo 6º de la Ley Nº 26366, conformados por integrantes nombrados mediante Concurso
Público de Méritos supervisado por la SUNARP.
A estos órganos de segunda instancia administrativa registral –en los correspondientes
Reglamentos de Organización y Funciones de las Oficinas Registrales–, se les denominó
Tribunales Registrales, estando originariamente conformados por tres miembros (Vocales). Su
régimen de funcionamiento, atendiendo a la carga procesal de los recursos de apelación
existentes, era permanente en el caso de la Oficina Registral de Lima y Callao; y por sesiones
periódicas, con un máximo de dos remuneradas por mes, en las demás Oficinas Registrales.
Posteriormente, atendiendo al volumen de apelaciones existentes en la Oficina Registral de Lima y
Callao, se modificó la organización de su Tribunal Registral, estableciendo la existencia de dos
Salas, conformadas por tres vocales cada una.
3.- Finalmente, la organización vigente, que ha sido recogida en el NRGRP, es la establecida
por la Resolución Nº 092-2000-SUNARP de 11 de mayo del 2000, que disolvió los Tribunales
Registrales existentes en las diversas Oficinas Registrales, excepto el de la Oficina Registral de
Lima y Callao, constituyéndose únicamente tres Tribunales Registrales en el ámbito nacional, con
las siguientes competencias:
a) Del Norte: con sede en Trujillo, con competencia respecto a las apelaciones provenientes de
las Oficinas Registrales de La Libertad, Nor-Oriental del Marañon, Chavín, San Martín y Grau.
b) Del Centro: con sede en Lima y constituido por el Tribunal Registral de la Oficina Registral de
Lima y Callao, con competencia respecto a las apelaciones provenientes de la misma Oficina
Registral de Lima y Callao, y de las Oficinas Registrales de Ucayali, Loreto, Andrés Avelino
Cáceres y Los Libertadores-Wari.
c) Del Sur: con sede en Arequipa, con competencia respecto a las apelaciones provenientes de
las Oficinas Registrales de Arequipa, José Carlos Mariátegui e Inka.
Como consecuencia de dicha medida, en la Oficina Registral de Lima y Callao se constituyeron
dos Salas adicionales; quedando conformado el Tribunal Registral del Centro por cuatro Salas
integradas por tres vocales cada una. Los demás Tribunales se componen exclusivamente de una
Sala, integrada también por tres vocales.
4.- Consecuente con lo vertido precedentemente, la única instancia ante la cual cabe interponer
recurso administrativo contra las decisiones de los Registradores se encuentra constituida por el
Tribunal Registral competente, siendo también el único recurso administrativo existente el de
Apelación.
En este sentido, resultan inaplicables al procedimiento registral las disposiciones que sobre los
distintos recursos administrativos contiene el artículo 207º de la Ley del Procedimiento
Administrativo General, el cual establece la existencia de tres recursos administrativos: a) recurso
de reconsideración; b) recurso de apelación; y c) recurso de revisión.
El Recurso de Reconsideración, regulado por el artículo 208º de la citada LPAG, se interpone
ante la misma instancia que dictó el primer acto que es materia de la impugnación y deberá
necesariamente sustentarse en nueva prueba. El procedimiento registral no establece la existencia
de este recurso, sin perjuicio que existe la facultad de los interesados para presentar el reingreso
respectivo, que subsane la observación planteada por el Registrador, dentro del plazo establecido
por el artículo 37º del NRGRP. Si bien dicho reingreso del título debe orientarse normalmente a la
presentación de la documentación solicitada por el Registrador, es práctica frecuente que a través
del mismo se expongan los fundamentos que determinarían la carencia de fundamento de la
observación registral (lo que da lugar a una nueva calificación), que en ocasiones, atendiendo a los
argumentos planteados, concluye con la calificación positiva e inscripción del título presentado. Sin
embargo, el citado reingreso no constituye Recurso de Reconsideración ni Recurso Administrativo
alguno.
En cuanto atañe al Recurso de Revisión, el artículo 210º de la LPAG, lo establece como un
recurso excepcional, en el que interviene una tercera instancia de competencia nacional, siempre
que las dos instancias anteriores fueran resueltas por autoridades que no son de competencia
nacional. Obviamente, aunque ni el Registrador ni el Tribunal Registral son autoridades de
competencia nacional, no cabe formular recurso de revisión contra las decisiones del Tribunal
Registral, que constituye última instancia administrativa en materia registral, por la eliminación
expresa de las normas que establecían una tercera instancia registral (artículo 5º de la Ley Nº
26366). Consecuentemente, cualquier recurso administrativo que se plantee contra lo resuelto por
el Tribunal Registral será improcedente, por cuanto ni la Jefatura de la Oficina Registral ni la
Superintendencia Nacional de los Registros Públicos son instancias en el procedimiento registral.
Como se ha indicado en los comentarios del artículo 2º del NRGRP, las resoluciones del Tribunal
Registral agotan la vía administrativa y expeditan el derecho a recurrir a la demanda contencioso
administrativa ante el Poder Judicial.
5.- El artículo bajo comento precisa, adecuadamente, que sólo las decisiones emitidas por los
Registradores en el marco del procedimiento registral (calificación de títulos) darán lugar a una
apelación ante el Tribunal Registral. Los procedimientos administrativos-registrales distintos a la
calificación de títulos no dan lugar a la apelación ante el Tribunal Registral, sino que tienen sus
propias instancias, que precisamos al comentar el artículo 3º del NRGRP. Solamente a título
enunciativo, reiteraremos que estos procedimientos distintos a los de calificación e inscripción de
títulos son: Procedimiento de Declaración de Duplicidad de Partidas y eventual cierre de las
mismas; Procedimiento Especial de Regularización de Asientos y anotaciones de Inscripción;
Procedimiento de Reconstrucción de Partidas y de Títulos Archivados, Queja en materia registral,
Reclamación por retardo o denegatoria de expedición de certificados, entre otros.
6.- Ahora bien, establecido que las apelaciones sólo pueden referirse a decisiones tomadas
dentro del procedimiento registral de calificación de títulos, enumeremos las decisiones que
pueden dar lugar a la interposición de dicho recurso.
a) “Observaciones”, que constituyen la calificación denegatoria de inscripción del Registrador,
debido a la existencia de un defecto subsanable o por presentarse un obstáculo (subsanable)
que emane de la misma partida, conforme al artículo 40º del NRGRP.
b) “Tachas”, que entendemos dirigidas a aquellas denominadas como tacha sustantiva, en las que
se produce una denegatoria de la inscripción por existir defectos insubsanables del título
inscribible, intrascendencia registral, falta de competencia de la Oficina Registral o cuando
existan obstáculos insalvables que emanen de la partida registral, como se encuentra previsto
en el artículo 42º del NRGRP. Nótese, que si bien teóricamente es posible la apelación de una
tacha por caducidad del plazo de vigencia del asiento de presentación (artículo 43º del
NRGRP), de comprobarse el vencimiento del plazo de vigencia, la apelación sería
manifiestamente improcedente por la extemporaneidad de interposición (artículo 144º del
RGRP).
c) “Liquidaciones”, referidas a las liquidaciones definitivas de los derechos registrales requeridos
para la inscripción del acto o derecho rogado. En este caso, no existe propiamente una
calificación registral denegatoria, puesto que la liquidación implica la determinación del
Registrador en el sentido de la falta de existencia de defectos ni obstáculos que impidan la
extensión de la inscripción. Sin embargo, como la aplicación de la tabla de derechos registrales
puede generar interpretaciones diversas (p. ej., si la inscripción de determinado acto debe ser
considerada como referida a un acto invalorado o el mismo es susceptible de valorización y
liquidación por dicho monto), se ha previsto la posibilidad de recurrir a la segunda instancia
registral, para los efectos que se pronuncie respecto a los derechos registrales aplicables a la
inscripición rogada.
d) “Otras decisiones del Registrador”, formulación esta que parecería ya no ser exacta, en el
sentido que dentro del procedimiento REGISTRAL, sólo corresponde al Registrador
pronunciarse por la observación, tacha o liquidación del título presentado. Téngase en cuenta
que, conforme al artículo 77º del NRGRP, aun las solicitudes de rectificación de oficio deben
ser presentadas a través de título ingresado por el Diario. Por ello, ya no cabría que el
Registrador se pronuncie a través de “decisiones” referidas a Hojas de Trámite Documentario
que solicitan la rectificación de errores materiales, como sí era admisible y dio lugar a
numerosas apelaciones, durante la vigencia de la reglamentación abrogada. Por tal razón,
consideramos que dichas “otras decisiones del Registrador” no tendrían una real aplicación
dentro del sentido estricto del procedimiento registral, sin perjuicio que puedan referirse a
pedidos equivocadamente formulados a través de Hojas de Trámite Documentario (rectificación
de errores, oposiciones a la inscripción, etc.), que, en estricto, no deberían encontrarse sujetas
a recurso de apelación ante el Tribunal Registral.
7.- La única decisión del Registrador que no podrá ser impugnada ante el Tribunal Registral es
la calificación positiva que da lugar a la inscripción del título. Esto se encuentra expresamente
recogido en el segundo párrafo de este artículo, y constituye una manifestación del “Principio de
Legitimación” regulado en el artículo 2013º del Código Civil y el artículo VII del T.P. del NRGRP. Por
ello, si bien en apariencia no resultaba necesario consignar esta formulación normativa, su
previsión ha sido necesaria ante la constatación que existían numerosas apelaciones contra “la
inscripción extendida por el Registrador”; y que, inclusive las instancias jurisdiccionales no llegaban
a advertir que una inscripción extendida no podía ser revocada o anulada por el Tribunal Registral,
sino exclusivamente por el Poder Judicial. El supuesto de las rectificaciones de errores en los
asientos registrales no constituye, obviamente, una apelación, sino una nueva solicitud de
inscripción que debe ser calificada previamente por el Registrador, para, en casos distintos a la
extensión de la rectificación rogada, recién habilitar a la interposición del recurso de apelación
respectivo. Inclusive, como ya se ha explicado al comentar el artículo 90º del NRGRP, una solicitud
de rectificación que pretenda tener los efectos de privación total de los efectos de una inscripción,
será improcedente en sede registral y de competencia exclusiva del órgano jurisdiccional.
8.- Este artículo también contiene la previsión referida a la imposibilidad de la formulación de
un segundo recurso de apelación en el mismo procedimiento registral. El correcto entendimiento de
este artículo nos debe llevar a las siguientes consideraciones debe ser:
a) Como se verá más adelante (artículo 162º del NRGRP), el pronunciamiento del Tribunal
Registral en el sentido de confirmar (total o parcialmente) las observaciones recurridas o
advertir nuevas observaciones, otorga un plazo para que, desde la notificación de lo resuelto
en última instancia, el interesado pueda subsanar los defectos subsistentes. En este supuesto,
podría ocurrir que el interesado presente los documentos que (a su criterio) resulten suficientes
para la subsanación respectiva, pero que el Registrador encargado de la ejecución de la
Resolución respectiva considere que no subsanan las observaciones confirmadas o
establecidas por el Tribunal Registral. Para este caso, no resultará procedente que el
interesado formule una segunda apelación, al discrepar con el criterio del Registrador
encargado de ejecutar la Resolución del Tribuna Registral, que en ese caso constituirá
instancia única de ejecución y resolución. Puede advertirse, que esta previsión, que parecería
otorgar facultades excesivas al Registrador, encuentra su sustento en el hecho que de
admitirse una segunda o ulteriores apelaciones en el mismo procedimiento registral, se podría
entrar en un “círculo vicioso” de reiteradas apelaciones que tornen prácticamente indefinida la
vigencia del asiento de presentación.
b) Contrariamente, esta previsión normativa en nada obsta que un título cuya solicitud de
inscripción haya dado lugar al pronunciamiento denegatorio del Tribunal Registral, que al ser
tachado por vencimiento de los plazos reglamentarios, vuelva a ser presentado (lo que daría
lugar a un nuevo asiento de presentación y procedimiento registral diferente); y que,
eventualmente, la observación a su inscripción sea objeto de una nueva apelación ante el
Tribunal Registral. En este caso, nos encontraríamos ante una Segunda apelación referida al
mismo instrumento, pero que no se desarrolla en el mismo procedimiento registral ni contra la
misma observación. Téngase, en cuenta al respecto, que desde la tacha hasta la nueva
presentación, pueden haberse eliminado los obstáculos que impedían la inscripción, extendido
nuevos asientos o adjuntado nuevos documentos complementarios, que determinen un
pronunciamiento diferente del Tribunal Registral.
9.- Finalmente, consideramos necesario dejar constancia que todo el título referido a Recurso
de Apelación no se ha desarrollado ya bajo la influencia de las normas contenidas en la legislación
hipotecaria española, sino que, más bien recoge, en su mayor parte, prácticas recogidas en la
Jurisprudencia Registral, que en algunos casos desarrollan principios registrales, y, en otros
recogen la influencia supletoria del ordenamiento que rige el procedimiento administrativo general,
pero adaptado a las particulares características del procedimiento registral.
Sólo a título informativo, señalaremos que en el artículo 66º de la Ley Hipotecaria española se
establecen dos vías para recurrir frente a la decisión del Registrador. Pau Pedrón nos da una idea
general de dichas vías al precisar que contra la calificación negativa del Registrador cabe, en caso
de desacuerdo, no subsanar, sino interponer el llamado recurso gubernativo. La calificación
corresponde en primera instancia al Registrador. Contra la negativa de éste a practicar el asiento
solicitado cabe recurrir gubernativamente, apelando, primeramente, ante el Presidente del Tribunal
Superior de Justicia (segunda instancia) y, contra la decisión de éste, ante la Dirección General de
los Registros y el Notariado (tercera y última instancia). Contra las resoluciones de la Dirección
General no cabe recurso contencioso-administrativo. Sin embargo, se puede acudir a la vía judicial
sin necesidad de utilizar previamente el recurso gubernativo.
 JURISPRUDENCIA
Res. Nº 363-96-ORLC/TR de fecha 16-10-1996, Tomo III, fojas 7 “Que, ante la denegatoria de
inscripción formulada por el Registrador, y atendiendo a la errónea indicación de éste, el usuario
interpuso una segunda apelación con fecha 7 de octubre último, recurso que de acuerdo a las normas
reseñadas en los considerandos segundo y tercero que anteceden, deviene en improcedente, por
cuanto su interposición pude efectuarse por una sola vez dentro del procedimiento registral...”
Res. Nº 006-98-ORLC/TR de fecha 06-01-98, Tomo VI, fojas 80 “...La apelación acorde con su
naturaleza como medio impugnatorio, así como del tenor del artículo 154º del Reglamento General de
los Registros Públicos, tiene por objeto que el órgano superior de segunda y ultima instancia en el
procedimiento registral examine a solicitud de parte o de tercero legitimado, la observación u otra
decisión del Registrador que les produzca agravio, con el propósito de que sea revocada total o
parcialmente...”
Res. Nº 017-98-ORLC/TR de fecha 20-01-98, Tomo VI, fojas 12 “Que, en caso de interposición de
apelación, los interesados tendrán el término de 20 días, computado desde aquel en que se les hizo
conocer la correspondiente Resolución, para gestionar la inscripción, subsanando cualquier defecto que
se hubiera encontrado, y que vencido dicho plazo adicional, caduca el asiento de presentación...”
“Que, ante la denegatoria de inscripción formulada por el Registrador, el usuario interpuso una
segunda apelación con fecha 6 de enero de 1998, recurso que de acuerdo a las normas reseñadas en
los considerandos, segundo y tercero que anteceden, deviene en improcedente, por cuanto su
interposición puede efectuarse por una sola vez dentro del procedimiento registral, regulación que
responde a la naturaleza de este procedimiento, en el cual las etapas preclusivas sujetas a plazos
predeterminados garantizan la seguridad y fluidez del tráfico jurídico, evitando la prolongación indefinida
en la tramitación de los títulos presentados...”
Res. Nº 006-98-ORLC/TR de fecha 06-01-98, Tomo V, fojas 80 “...Que, de otro lado la apelación
acorde con su naturaleza como medio impugnatorio, así como del tenor del artículo 154º del
Reglamento General de los Registros Públicos, tiene por objeto que el órgano superior de segunda y
última instancia en el procedimiento registral examine a solicitud de parte o de tercero legitimado, la
observación u otra decisión del Registrador que les produzca agravio, con el propósito que sea
revocada total o parcialmente...”
“Que, el propósito del apelante desvirtúa la finalidad del recurso de apelación por cuanto la prórroga
de la vigencia de un título se produce automáticamente de conformidad con el artículo 145º del
Reglamento General de los Registros Públicos, cuando se interpone recurso de apelación, se entabla
queja contra el Registrador o se promueve acción judicial contra lo resuelto por la segunda instancia
registral y además según el artículo 144º del citado Reglamento constituye un beneficio establecido en
favor del Registrador cuando las características peculiares de un título ameriten una demanda de tiempo
mayor para su calificación y de ninguna manera constituye un mecanismo que pueda ser utilizado por el
usuario para mantener la prioridad de su título en tanto subsana las observaciones que se hubieren
formulado...”
Res. Nº 148-98-ORLC/TR de fecha 06-04-98, Tomo VI, fojas 83 “Que, por su parte el artículo 154º
del Reglamento General de los Registros Públicos establece que cabe apelación contra las tachas y
demás decisiones de los Registradores, debiendo entenderse que esto último se refiere a la calificación
negativa recaída en un título, mas no así a la decisión o calificación positiva del registrador
materializado en un asiento de inscripción, dado que en este último caso no podría,
administrativamente, enervar sus efectos jurídicos sustanciales reconocidos por el derecho;
Res. Nº 049-99-ORLC/TR de fecha 23-02-99, Tomo VIII, fojas 7 “...Procede interponer recurso de
apelación contra las tachas y demás decisiones que tomen los Registradores (excepto inscripciones),
siendo la verificación de la exactitud de las liquidaciones, una obligación inherente a la función del
Registrador, conforme al artículo 97º del antes citado Reglamento...”
ARTÍCULO 143º.- PERSONAS LEGITIMADAS
Están facultados para interponer el recurso y para desistirse del mismo, el
presentante del título o la persona a quien éste represente.
ANTECEDENTES
Artículo 131º del ARGRP
Artículo 139º del Anteproyecto
Artículo 143º del Proyecto
Artículos 41º y 66º de la LH
Artículo 112º del RH
CONCORDANCIAS
Artículo 18º de la Ley del Notariado
Artículos III del TP, 12º y 23º inciso b) del NRGRP

 Comentario
1.- No existía una previsión específica en el ARGRP referida a la legitimación para interponer el
recurso de apelación. Sólo se encontraba una referencia indirecta en el artículo 131º en cuanto a la
potestad del Notario de hacer valer “los recursos que permiten los Reglamentos”.
2.- Como quiera que han existido modificaciones fundamentales en la aplicación del “Principio
de Rogación”, contenido en el artículo III del T.P. del NRGRP, concordante con los artículos 12º y
23º del mismo Reglamento, dichas innovaciones tenían también que reflejarse en la legitimación
para interponer recursos de apelación y para desistirse de los mismos.
La idea central que tuvo en consideración la Comisión Revisora, fue la de evitar que una
regulación que planteara diversas personas legitimadas para interponer el recurso de apelación y
desistirse del mismo, pudiera generar que personas igualmente legitimadas, formulasen pedidos
contradictorios ante el Tribunal Registral (por ejemplo: uno planteando el desistimiento de la
apelación y otro instando a que el Tribunal Registral procediera a resolver el recurso). Un caso que
contuviera dicha hipótesis podría ocurrir en el supuesto que en la elección del Consejo de
Administración de una Cooperativa, el título fuera presentado por el señor “X”. Producida la
observación por parte del Registrador, el señor “X” formula apelación ante el Tribunal Registral
contra dicha denegatoria. Sin embargo, encontrándose en trámite el recurso, el Gerente General
de dicha Cooperativa (estatutariamente con facultades de representación suficientes) formula
desistimiento de la apelación, mientras, simultáneamente, el señor “X” solicita que se resuelva a la
mayor brevedad el recurso. Ante esta situación, no existía una respuesta registral legalmente
prevista, sino que, más bien, la decisión tenía que fundarse en la evaluación respecto a si la
persona que formulaba el desistimiento actuaba en razón del mismo interés o distinto que el del
presentante.
3.- Ante esta situación, la Comisión Revisora, a similitud de lo previsto en el artículo 13º del
NRGRP, optó por establecer taxativamente las personas legitimadas para interponer el recurso o
desistirse del mismo, precisando que éstas, necesariamente, serán:
a) El presentante del Título, que es, en principio la única persona legitimada para este efecto,
constando su identidad en el asiento de presentación respectivo (artículo 23º del NRGRP).
b) La persona a quien representa el presentante, representación que no es representación civil u
orgánica, sino que guarda concordancia con la presunción de representación prevista en el
párrafo final del artículo III del T.P. del NRGRP. Para que esta “representación presunta”, surta
efectos y legitime al representado, el presentante deberá consignar en la solicitud de
presentación, la circunstancia en el sentido que actúa a nombre de un tercero, sea persona
natural o jurídica. De no encontrarse consignada en la solicitud de inscripción la indicación del
representado, se presumirá que el presentante actúa en interés propio, y sólo él podrá
interponer recurso de apelación contra la calificación de denegatoria o desistirse del recurso.
4.- Para graficar los supuestos planteados en este artículo, veamos dos ejemplos que nos
ilustrarán respecto a la legitimación indicada:
a) El señor “X” presenta un título de compraventa de un predio, consistente en la Escritura Pública
que otorga el señor “A” (vendedor) a favor del señor “B” (comprador). Como el señor “X” es un
empleado del señor “B”, quien le encarga la tramitación registral, el señor “X” consigna en la
Solicitud de Inscripción que la presentación se hace en interés del señor “B”. Generado el
asiento de presentación respectivo, podrán formular recurso de apelación o desistirse del
mismo, tanto el señor “X” (presentante) como el señor “B” (representado), pues está
acreditado, registralmente, que actúan en el mismo interés.
b) En el mismo caso de Compraventa del señor “A” a favor del señor “B”, la escritura de
compraventa es presentada por el señor “Y”, que es acreedor del señor “B” y que pretende,
precisamente a través de la inscripción de dicha propiedad, proceder a solicitar el embargo en
forma de inscripción de dicho inmueble, es decir regularizar el tracto sucesivo para permitir la
anotación de la medida cautelar que viene tramitando judicialmente. Como quiera que el señor
“Y” no actúa en representación de “B”, no consigna ninguna indicación al respecto en la
Solicitud de Inscripción respectiva. Generado el asiento de presentación, el señor “B” no podrá
formular recurso de apelación ni desistirse del mismo, habida cuenta que, si bien es el
adquirente del derecho, no consta (y efectivamente no es cierto) que actúe en el mismo interés
que el presentante.
5.- En atención a la nueva regulación normativa, se ha desechado toda calificación de
legitimación que pueda fundarse en la acreditación de un interés basado en la adquisición de un
derecho, transmisión del mismo, etc.; en la medida que se pretende que el Tribunal Registral pueda
evaluar, de la sola revisión del asiento de presentación, si el recurrente se encuentra legitimado o
no para la interposición del recurso o para desistirse del mismo. Muy distinta es la redacción del
artículo 112º del Reglamento Hipotecario español y del artículo 139º del Anteproyecto, que
consideran diversos supuestos, que no fueron acogidos por la Comisión Revisora. Primó el criterio
que lo que debe garantizarse es que no intervengan terceros ajenos al interés en virtud del cual se
solicita la inscripción del título. Adviértase, que el desistimiento de un recurso de apelación, no
querido por el titular de la rogatoria, podría ocasionar graves perjuicios (como la pérdida de
prioridad registral), a favor de terceros con intereses distintos.
Finalmente, la Comisión Revisora estimó innecesario precisar que el Notario tiene la facultad
de interponer recursos de apelación o desistirse de los mismos, en la solicitud de inscripción de los
instrumentos que ante él se otorguen. Esto porque, además de encontrarse expresamente previsto
en el artículo 18º de la Ley del Notariado aprobada por Decreto Ley Nº 26002, la definición general
contenida en el artículo 12º del NRGRP, en el sentido que “El Notario tiene interés propio para los
efectos de la solicitud de inscripción de los instrumentos que ante el se otorguen”, determina,
obviamente, la posibilidad de interponer el recurso de apelación y su eventual desistimiento,
directamente o a través de sus dependientes. Inclusive, para el desistimiento, conforme al artículo
150º del NRGRP (concordante con el artículo 13º del mismo Reglamento), el Notario no tendrá
necesidad de legalizar su firma. A este particular nos hemos referido al comentar los artículos 12º y
13º del NRGRP.

ARTÍCULO 144º.- PLAZO PARA SU INTERPOSICIÓN


El recurso de apelación se interpondrá dentro del plazo de vigencia del
asiento de presentación del título.
ANTECEDENTES
Artículo 155º del ARGRP
Artículo 140º del Anteproyecto
Artículo 144º del Proyecto
Artículo 66º de la LH
Artículo 113º del RH
CONCORDANCIAS
Artículo 367º del CPC
Artículos 139.12, 190º, 207º y 212º de la LPAG
Artículos 25º, 26º, 27º, 28º y 29º del NRGRP

 Comentario
1.- Este artículo tiene su antecedente en el artículo 155º del ARGRP, cuya primera parte
establecía que “el recurso de apelación se interpondrá dentro de los plazos del asiento de
presentación”, formulación normativa que prácticamente se ha repetido.
2.- De esta manera, el recurso de apelación necesariamente deberá formularse dentro de la
vigencia del asiento de presentación respectivo, que si bien es de (originalmente) 35 días hábiles
contados a partir del día siguiente de la presentación del título (artículo 25º del NRGRP), puede ser
objeto de prórroga o suspensión de su plazo de vigencia, conforme a los supuestos aplicables
contenidos en los artículos 27º, 28º y 29º del NRGRP. Consecuentemente, no importará el día que
se formule el recurso, sino que a la fecha de presentación del mismo se encuentra vigente el
asiento de presentación. Téngase presente, que si bien sólo se admitirán las subsanaciones o el
pago de mayor derecho hasta el sexto día anterior al vencimiento de la vigencia del asiento, la
interposición del recurso de apelación no constituye subsanación del título, por lo que podrá
efectuarse hasta el mismo día de vencimiento de la vigencia del asiento de presentación. Vencido
el plazo de vigencia, aunque la reiteración de la observación se haya efectuado en el último día de
la vigencia del título, la formulación de cualquier recurso de apelación deberá ser declarada
improcedente por extemporánea.
3.- En concordancia con ello, respecto al plazo de interposición del recurso de apelación, no
será aplicable en modo alguno el término de 15 días hábiles perentorios, contenidos en el artículo
207.2º de la LPAG concordante con el artículo 139.1º de la misma Ley.
 JURISPRUDENCIA
Res. Nº 143-98-ORLC/TR de fecha 31-03-98, Tomo VI, fojas 33 “...Que, tal como lo prescribe el
artículo 155º del Reglamento General de los Registros Públicos, el recurso de apelación debe
interponerse dentro del plazo de vigencia del asiento de presentación, el mismo que es fijado por el
artículo 144º del mencionado Reglamento en treinta días útiles, prorrogables por motivos excepcionales
hasta sesenta, si oportunamente el Registrador lo solicita;
Que, la apelación a la observación recaída en el título materia de grado, ha ingresado a la Oficina
Registral del Callao el 11 de marzo de 1998, mediante la hoja de Trámite Nº 180, fecha en la cual ya
había vencido el plazo de vigencia del asiento de presentación, de acuerdo al considerando
precedente”.
Res. Nº 235-98-ORLC/TR de fecha 24-06-98, Tomo VI, fojas 88 “...Contra las tachas y demás
decisiones que tomen los Registradores Públicos puede interponerse recurso de apelación ante la
Segunda Instancia Administrativa Registral (Tribunal Registral) dentro del plazo de vigencia del asiento
de presentación del título, con la consecuente prórroga de su término...”

ARTÍCULO 145º.- REQUISITOS DE ADMISIBILIDAD


Son requisitos de admisibilidad del recurso:
a) Indicación del Registrador ante quien se interpone el recurso;
b) Nombre, datos de identidad y domicilio del recurrente o de su
representante o apoderado, si fuera el caso, para efectos de las
notificaciones. El domicilio debe estar ubicado dentro del ámbito de la
Oficina Registral correspondiente, salvo en el caso previsto por el artículo
21º del presente Reglamento;
c) La decisión respecto de la cual se recurre y el número del título;
d) Los fundamentos de la impugnación;
e) Lugar, fecha y firma del recurrente;
f) La autorización de abogado colegiado, con su firma y la indicación clara de
su nombre y número de registro, salvo en el caso que el apelante fuese
Notario.
El recurso deberá estar acompañado del recibo de pago del derecho registral
correspondiente y del título respectivo cuando el usuario lo hubiera retirado.
ANTECEDENTES
Artículo 156º del ARGRP
Artículo 141º del Anteproyecto
Artículo 145º del Proyecto
Artículo 113º del RH
CONCORDANCIAS
Artículo 18º de la Ley del Notariado
Artículo 212º de la LPAG
Artículo 367º del CPC
Artículo 211º de la LPAG (Ley Nº 27444)
Artículo 64º del RIRPU

 Comentario
1.- En el presente artículo se han reunido todos los requisitos formales, que constituyen
supuestos de admisibilidad para el recurso de apelación que venimos comentando. Estos
requisitos, son formales, mientras que los requisitos de procedencia, están constituidos por la
adecuación del recurso a lo establecido por los artículos 142º, 143º, 144º del NRGRP, que regulan
los supuestos de interposición, legitimación personal y plazo para su formulación, ya comentados.
2.- En la Reglamentación abrogada no existía un artículo que regulase específicamente los
requisitos para la interposición del recurso de apelación, con excepción de la referencia a la
necesaria autorización por abogado prevista en el artículo 156º del ARGRP. Por ello, la
Jurisprudencia Registral estableció, ante el vacío normativo, la aplicación supletoria de los
requisitos previstos por el artículo 101º del Texto Único Ordenado de la Ley de Normas Generales
de Procedimiento Administrativo (D.S. Nº 02-94-JUS), que precisamente, ha sido derogada por la
Ley del Procedimiento Administrativo General.
Con dicha finalidad, a través del presente artículo se ha pretendido regular integralmente todos
los requisitos de admisibilidad del recurso de apelación, los mismos que al ser específicos
descartan la aplicación de los establecidos en el artículo 221º concordante con el artículo 113º de
la Ley del Procedimiento Administrativo General.
3.- El primer requisito de admisibilidad, se refiere a la indicación del Registrador ante el cual se
interpone. Consideramos que para el cumplimiento del mismo sólo bastará indicar el cargo y
registro (Señor Registrador del Registro de Propiedad Inmueble de Lima), sin que sea necesario
indicación de su nombre o sección registral.
4.- Respecto al nombre, datos de identidad y domicilio del recurrente o de su representante o
apoderado, entendemos que por datos de identidad se considera a los documentos de identidad
del apelante (DNI, LE, Carné de Extranjería, Carné de las FF.AA. o FF.PP., etc.). En cuanto al
domicilio, al ser éste para efectos de notificaciones, se trata de un domicilio procesal.
Cabe indicar, que parecería injustificada la exigencia que el domicilio procesal se encuentre
ubicado dentro del ámbito de la Oficina Registral respectiva, puesto que, atendiendo a la existencia
de sólo tres Tribunales Registrales a nivel nacional, la apelación no necesariamente deberá
resolverse en la sede de la Oficina Registral donde se efectuó la calificación recurrida. Sin
embargo, entendemos que de todas maneras, como la Oficina Registral respectiva será la que
canalice las notificaciones, resulta más conveniente que el domicilio procesal se encuentre
señalado dentro de su ámbito de jurisdicción, sin perjuicio que, no existiría impedimento para que
se señale, adicionalmente, un domicilio procesal diferente ubicado en la provincia donde se
encuentra el Tribunal Registral que debe resolver la impugnación planteada.
5.- En relación con la “decisión que se recurre”, este artículo se refiere obviamente a si lo que
se apela es una tacha, observación o liquidación al título presentado, cuyo número, también,
deberá indicarse.
6.- En cuanto atañe a los “fundamentos de la impugnación”, es pertinente indicar que cuando
menos deberán precisarse de manera general, las razones de la discrepancia con la decisión del
Registrador. Entendemos que también será válido remitir la fundamentación a los argumentos
expresados en un reingreso anterior. Lo que no será admisible es un recurso que se limite a frases
carentes de fundamentación alguna (p.ej. : “por convenir a mi derecho”, “por no estar conforme con
la decisión del Registrador” u otras equivalentes).
7.- Respecto a la firma del recurrente, podrá ser sustituida por su huella digital, en caso que no
sepa o no pueda firmar, por aplicación supletoria del artículo 113º inciso 3) de la LPAG, al no existir
una previsión específica en el NRGRP, concordante con el artículo 15º del NRGRP.
8.- Sobre la exigencia de firma y datos de nombre y número de registro del abogado
autorizante, solamente se mantiene la previsión prevista por el artículo 156º del ARGRP
(eliminando obviamente la presentación de una papeleta mutual actualmente ya no regulada por
las disposiciones vigentes). Introduce una importante precisión al indicar que, cuando el Notario
sea el apelante, no será necesaria la autorización por abogado. Este criterio tiene como
fundamento el hecho que, conforme al artículo 10º inciso b) de la Ley del Notariado, el Notario
debe ser necesariamente abogado, existiendo habilitación expresa en el segundo párrafo del
artículo 18º de la misma Ley, para que “en su calidad de letrado” autorice los recursos de
impugnación que la ley y reglamentos registrales franquean en caso de denegatoria).
Empero, debemos reconocer que no se tomó en cuenta que en el ámbito nacional existen
Notarios que accedieron a dicha función, bajo el amparo de normas legales anteriores a la vigente,
en las que no se exigía como requisito ser abogado para ingresar al Notariado. En tal sentido, si
bien la norma que venimos comentando no se encontraba dirigida a ellos, al no haberse efectuado
distinción alguna, consideramos que tampoco los Notarios que no sean abogados, requerirán que
un letrado autorice los recursos de apelación que se formulen en el procedimiento registral.

 JURISPRUDENCIA
Res. Nº 028-95-ORLC/TR de fecha 30-10-95 Tomo II, fojas 250 “... Que, el artículo 131º del
Reglamento General de los Registros Públicos faculta a los presentantes de títulos a hacer valer los
recursos que permiten los Reglamentos del Registro, y que asimismo el artículo 156º del citado cuerpo
legal, dispone que los escritos en que se interponen recursos de apelación deben ser autorizados por
abogados.
Que, por otro lado el artículo 18º del Decreto Ley Nº 26002, en su segunda parte, faculta a los
Notarios a autorizar los recursos de impugnación cuando los títulos presentados por ellos hayan sido
motivo de una denegatoria de inscripción.
Que en tal sentido, teniendo a la vez el presentante del título el cargo de Notario, debe considerarse
en el presente caso por cumplidos los requisitos formales exigidos...”
Res. Nº 410-96-ORLC/TR de fecha 25-11-96, Tomo III, fojas 14 “...El recurso impugnativo debe
estar recaudado con la constancia de pago de la tasa registral de apelación...”
Res. Nº F009-96-ORLC/TR de fecha 30-07-96 Tomo III, fojas 401 “...El recurso impugnativo debe
expresar el domicilio del recurrente para el efecto de las notificaciones, estar firmado por letrado y
recaudado por la constancia de pago de la tasa registral de apelación...”
Res. Nº 210-99-ORLC/TR de fecha 24-08-99, Tomo IX, fojas 16 “...Que, si bien el apelante en su
escrito de apelación ha señalado como domicilio una casilla de la Central del Poder Judicial, debe
precisarse que ésta sólo sirve para las notificaciones que deben efectuarse en los procesos judiciales...”

ARTÍCULO 146º.- RECEPCIÓN DEL RECURSO DE APELACIÓN


El recurso debe ser presentado por la Oficina de Trámite Documentario o la
que haga sus veces. En ningún caso se admitirá la presentación de recursos
de apelación a través del Diario o por la Oficina de Mesa de Partes.
ANTECEDENTES
Artículo 142º del Anteproyecto
Artículo 146º del Proyecto
Artículo 113º del RH
CONCORDANCIAS
Artículos 12º y 23º del NRGRP
Artículo 124º de la LPAG

 Comentario
1.- El presente artículo se orienta a indicar con precisión la oficina a través de la cual deberá
efectuarse la presentación del recurso de apelación. Ha sido necesaria su inclusión, en la medida
que se había apreciado que, al no existir disposición alguna en el NRGRP, en algunas ocasiones el
interesado presentaba un recurso de apelación, mediante la vía del reingreso por subsanación del
título (Oficina de Mesa de Partes) o con la presentación de un nuevo título (Diario), que generaba
un asiento de presentación diferente.
Dichas situaciones generaban duda respecto a cuál debería ser la actuación del Registrador
que recibiera un recurso de apelación a través de dicha “vía”. En algunas ocasiones, por carencia
de normatividad, el Registrador optaba por elevar el Recurso al Tribunal Registral, lo que generaba
diversas distorsiones en su tramitación. Más aún, diversos reingresos por subsanación, en los que
se cuestionaba la calificación del Registrador, podían ser entendidos como una apelación, puesto
que nuestra reglamentación no contenía los requisitos de admisibilidad que se encuentran
previstos en el artículo 146º del NRGRP.
2.- Consecuente con ello, ni la Oficina de Diario ni la de Mesa de Partes, deberán admitir la
presentación de recursos de apelación que se formulen mediante el reingreso por subsanación ni a
través de la presentación de un nuevo título. Inclusive, en caso que erróneamente se recibieran a
través de dichas Oficinas, el Registrador podría declarar su inadmisibilidad liminar.
3.- Adicionalmente, estimamos que una presentación del recurso a través de dicha vía, al ser
una interposición contraria a norma expresa, no tendría efectos para preservar la procedencia
temporal (plazo de presentación) del recurso.
4.- Cabe indicar, que la Oficina de Trámite Documentario respectiva, por aplicación supletoria
del artículo 124º de la LPAG, queda obligada a recibir el recurso respectivo, anotar la fecha y hora
de la recepción documental, entregando la constancia de recepción (copia que sirve como cargo) al
interesado. De igual modo, dicha Oficina deberá derivar el documento al Registrador competente,
dentro del mismo día de la presentación, conforme al plazo establecido en el artículo 132.1º de la
citada LPAG.
 JURISPRUDENCIA
Res. Nº 307-ORLC/TR de fecha 26-08-96, Tomo III, fojas11 “Que, la apelación ha sido interpuesta
por el señor Lara mediante el Título Nº 092022 del 11 de junio de 1996 y no mediante un recurso
presentado ante la Oficina de Trámite Documentario de los Registros Públicos de conformidad con lo
dispuesto por los artículos 135º y 154º del Reglamento General de los Registros Públicos, por lo que, de
acuerdo a la Ley de Normas Generales de Procedimientos Administrativos, según el Texto Único
Ordenado aprobado por el Decreto Supremo Nº 02-94-JUS, en su artículo 32º, que recoge los principios
administrativos de simplicidad, celeridad y eficacia, el segundo párrafo del artículo 68º y artículo 103º
por el cual ‘El error en la calificación de un recurso por parte del recurrente no será obstáculo para su
tramitación, siempre que del escrito se deduzca su verdadero carácter’, resulta procedente pronunciarse
sobre el título tenido en grado en vía de apelación...”

ARTÍCULO 147º.- VERIFICACIÓN DEL CONTENIDO DEL RECURSO


La Oficina de Trámite Documentario, o quien haga sus veces, verificará los
requisitos establecidos en el Artículo 145º. Si no se hubieran cumplido, esta
Oficina está obligada a recibir los recursos bajo condición de ser subsanado
el defecto u omisión en el plazo de dos días, anotándose en el escrito y en la
copia dicha circunstancia. Subsanado el defecto u omisión advertido se
considerará presentado el recurso desde la fecha inicial.
Transcurrido el plazo antes indicado sin que el defecto u omisión fuera
subsanado, el recurso se tendrá por no presentado y será devuelto al
interesado.
ANTECEDENTES
Artículo 143º del Anteproyecto
Artículo 147º del Proyecto
CONCORDANCIAS
Artículos 55.7º, 125º, 126.1º , 131.3º y 212º de la LPAG
Artículo 367º del CPC
Artículo 145º del NRGRP

 Comentario
1.- Esta facultad de la Oficina de Trámite Documentario para verificar el contenido del recurso,
a los efectos de establecer si cumple con los requisitos de admisibilidad del recurso de apelación,
si bien no existía en el ARGRP, fue considerada aplicable por la Jurisprudencia Registral, en el
sentido que resultaba supletoria la disposición que (casi con el mismo texto) contenía el artículo
64º del TUO de la Ley de Normas Generales de Procedimientos Administrativos entonces vigente.
La LPAG vigente, en su artículo 125.1º, establece una formulación similar, al precisar que: (...)
“En un solo acto y por única vez, la unidad de recepción al momento de su presentación realiza las
observaciones por incumplimiento de requisitos que no puedan ser salvadas de oficio, invitando al
administrado a subsanarlas dentro de un plazo máximo de dos días hábiles”. De igual modo, en el
artículo 125.2º se establece que “La observación debe anotarse bajo firma del receptor en la
solicitud y en la copia que conservará el administrado, con las alegaciones respectivas si las
hubiere, indicando que, si así no lo hiciera, se tendrá por no presentada su petición.”
2.- Como puede apreciarse, el texto del artículo 147º, bajo comento coincide, si bien no en la
literalidad en el sentido de lo establecido por el artículo 125º de la LPAG, lo que es explicable, toda
vez que si bien la recepción del recurso de apelación se efectúa en el marco del procedimiento
registral, la naturaleza de esta actuación de recepción no tiene características especiales que
puedan determinar una regulación diferente. En este sentido, consideramos que para este trámite
serán igualmente aplicables algunas reglas recogidas en el artículo 125.3º de la LPAG, como el
hecho que la Oficina de Trámite Documentario no derivará todavía la solicitud al Registrador, y que
en caso de no subsanarse las observaciones, y, por tanto, no tenerse como no presentada, se
devolverá al interesado los recaudos cuando éste se apersona a reclamarles, reembolsándole el
monto de los derechos de tramitación que hubiere abonado.
3.- Cabe precisar, que la facultad de verificación de los requisitos que puede efectuar la Oficina
de Trámite Documentario, se encuentra limitada a aquellos de admisibilidad previstos en el artículo
145º del NRGRP, no pudiendo extenderse a supuestos de procedencia, como son: si el recurso se
ha interpuesto dentro del plazo legal respectivo o si refiere a decisiones que pueden ser materia de
impugnación, o si el apelante se encuentra legitimado para interponer el recurso. Como podrá
apreciarse en el capítulo referido al procedimiento en segunda instancia, ni siquiera el Registrador
se encontrará facultado para determinar la improcedencia del Recurso, en cuanto la
Reglamentación vigente sólo concede dicha facultad al Tribunal Registral.
4.- Obviamente, en caso que la verificación de la existencia de los requisitos de admisibilidad
que practica la Oficina de Trámite Documentario fuera deficiente, y un recurso que no contuviera
tales requisitos fuera elevado al Tribunal Registral, la segunda instancia registral podrá, advertido el
defecto, notificar al interesado para que subsane el requisito omitido, siendo que, de no producirse
la subsanación dentro del mismo plazo de dos días hábiles contados a partir de la notificación
respectiva, será el mismo Tribunal el que declare inadmisible el recurso, a través de Resolución
expresa.
5.- Es importante lo establecido en este artículo, en el sentido que si la subsanación es
presentada dentro del plazo establecido para completar los requisitos de admisibilidad pertinentes,
sus efectos se retrotraerán a la fecha inicial en la que se interpuso el recurso. De esta manera, si
entre la fecha de presentación y de subsanación de los defectos formales, se hubiera producido el
vencimiento del plazo de vigencia del asiento de presentación, esto no afectará en modo alguno la
procedencia del recurso, que para todos sus efectos se tendrá como válidamente interpuesto
desde su fecha de presentación inicial.
6.- Finalmente, también resulta claro que la revisión que efectúe la Oficina de Trámite
Documentario, en relación a la precisión de los fundamentos de la impugnación, deberá limitarse a
verificar que los mismos constan en el recurso presentado, sin calificar en modo alguno si son
suficientes o referidos a cada uno de los extremos de la decisión que se recurre. Evidentemente,
sólo el Tribunal Registral se encuentra facultado para el análisis de si los fundamentos del recurso
son los pertinentes o suficientes para sustentar la apelación planteada.
 JURISPRUDENCIA
Res. Nº F009-96-ORLC/TR de fecha 30-07-96 Tomo III, fojas 401 “...El recurso impugnativo debe
expresar el domicilio del recurrente para el efecto de las notificaciones, estar firmado por letrado y
recaudado por la constancia de pago de la tasa registral de apelación...”
Que, en el presente caso, el Tribunal Registral mediante Oficio Nº 120-96-ORLC/TR ha efectuado la
notificación al recurrente con fecha 18 de julio de 1996, otorgándole un plazo de 48 horas para el
cumplimiento de los requisitos formales a que se refiere el considerando anterior bajo apercibimiento de
la no admisión de su recurso...”
Res. Nº 210-99-ORLC/TR de fecha 24-08-99, Tomo IX, fojas 16 “...Que, en el presente caso, el
Tribunal Registral mediante Oficio Nº 170-99-ORLC/TR, del 06 de agosto de 1999 ha notificado al
apelante al domicilio real, otorgándole un plazo de 48 horas para el cumplimiento de la formalidad a que
se refiere el primer considerando, bajo apercibimiento de la no admisión del recurso, conforme lo
dispone el artículo 64º de la referida Ley...”

ARTÍCULO 148º.- APELACIONES EN EL REGISTRO FISCAL DE VENTAS A PLAZOS


Para los recursos de apelación referidos a procedimientos de pago de cuotas
en el Registro Fiscal de Ventas a Plazos, son de aplicación preferente las
normas contenidas en su legislación especial, el Código Procesal Civil y,
supletoriamente, las normas contenidas en este título.
ANTECEDENTES
Artículo 144º del Anteproyecto
Artículo 148º del Proyecto
CONCORDANCIAS
Artículos 55.7º y 131.3º de la LPAG
Artículos 364º y ss. del CPC
Artículo 8º del NRGRP

 Comentario
1.- El Registro Fiscal de Ventas a Plazos es un registro especial conformante del Registro de
Bienes Muebles. Fue creado por la Ley Nº 6565 y su reglamentación se encuentra prevista en el
Decreto Supremo Nº 053-86-HC, existiendo distintas normas complementarias y conexas que
regulan su funcionamiento. Es un registro con características especiales, en la medida que el
mismo, además de la inscripción de los contratos respectivos, establece diversos privilegios a favor
del vendedor, que determinan la factibilidad de una ejecución extrajudicial en caso de falta de las
cuotas pendientes para la cancelación del precio de venta, lo que implica la realización de un
proceso de ejecución a cargo del Registrador Fiscal de Ventas a Plazos.
2.- Cabrera Ydme, en un interesante comentario a las normas y procedimientos referidos al
Registro Fiscal de Ventas a Plazos, precisa respecto al denominado procedimiento de pago de
cuotas, que: “Para el pago del saldo del precio, existe un proceso de ejecución a favor del
vendedor (acreedor) ante el Registrador del R.F.V.P. Este proceso es viable siempre que,
previamente se hubiera inscrito el contrato respectivo en este Registro. Por lo demás, se aplica
tanto a los contratos de bienes muebles vendidos a plazos como, a los contratos de arrendamiento
donde se hubiera establecido que el bien pasará a propiedad del arrendatario, después de haber
efectuado el pago de determinado número de cuotas”(247).
3.- En tal sentido, tratándose el procedimiento de pago de cuotas de una ejecución extrajudicial
a cargo del Registrador Fiscal de Ventas a Plazos, no le resultan aplicables las normas que regulan
la extensión de inscripciones, sino que más bien encuentra la normatividad que debe aplicarse, en
defecto de previsión en su normatividad especial, en las normas que respecto a procesos de
ejecución y demás instituciones conexas contiene el Código Procesal Civil, de conformidad con su
Primera Disposición Complementaria y Final.
Estas disposiciones, determinan que los plazos, requisitos y demás actuaciones vinculadas con
los recursos de apelación contra las decisiones del Registrador Fiscal de Ventas a Plazos referidas
al procedimiento de pago de cuotas, no puedan regularse por las disposiciones contenidas en el
NRGRP, sino que, como se establece en el presente artículo, se rijan, en primer lugar por su
legislación especial y el Código Procesal Civil, y sólo de manera supletoria por las disposiciones
del Título X del NRGRP.
Cabe precisar, que las citadas normas no sólo regularán el recurso de apelación en el
procedimiento de pago de cuotas, sino que también las actuaciones que realice el Registrador en
primera instancia deberán sujetarse preferentemente a sus disposiciones especiales y a las
normas del Código Procesal Civil, y sólo supletoriamente a las disposiciones del NRGRP.
4.- Sin embargo, no obstante lo expuesto, resultaría interpretable si, más bien podría aplicarse
al procedimiento de pago de cuotas en el Registro Fiscal de Ventas a Plazos, algunas
disposiciones contenidas en el Capítulo I del Título IV de la LPAG, referidas al “procedimiento
trilateral”. Personalmente consideramos que esto sería correcto.
 JURISPRUDENCIA
Res. Nº F030-96-ORLC/TR de fecha 20-12-96, Tomo III, fojas 397 “Que, el recurso de apelación al
momento de ser interpuesto debe contener la fundamentación del pedido de la parte impugnante,
precisando el agravio, el vicio o error que lo motiva, conforme lo establecen los artículos 358º y 366º del
Código Procesal Civil, norma aplicable supletoriamente a este procedimiento de acuerdo a lo dispuesto
en la primera disposición final y complementaria del Código Adjetivo...”
Res. Nº F040-99-ORLC/TR de fecha 17-11-99 Tomo IX, fojas 443 “Que, debido a la naturaleza
jurídica similar de dicho procedimiento con el proceso de ejecución regulado por el Código Procesal
Civil, a tenor de lo dispuesto en la Primera Disposición Complementaria y Final del referido cuerpo legal
y según ha establecido esta instancia en reiterada jurisprudencia; las disposiciones del Código Procesal
Civil son aplicables supletoriamente al procedimiento seguido ante el Registro Fiscal de Ventas a
Plazos, debiendo entenderse que ello se refiere a la tramitación del proceso y no al otorgamiento de
facultades jurisdiccionales que sólo le corresponden a los Jueces...”

CAPÍTULO II
DESISTIMIENTO

ARTÍCULO 149º.- CLASES DE DESISTIMIENTO


El desistimiento en la segunda instancia registral puede ser:
a) Del recurso;
b) De la rogatoria, referido a los actos cuya inscripción se solicita.
Únicamente en el caso de desistimiento de la rogatoria, aquél puede ser
parcial, lo que dará lugar a que el Tribunal Registral no se pronuncie respecto
del acto objeto del desistimiento.
ANTECEDENTES
Artículo 144º del Anteproyecto
Artículo 148º del Proyecto
CONCORDANCIAS
Artículos 189º y 190º de la LPAG
Artículo 12º del NRGRP

 Comentario
1.- En este artículo se han regulado las dos modalidades de desistimiento posibles durante la
tramitación del recurso de apelación. El ARGRP no contenía supuestos de desistimiento que
diferenciaran el desistimiento de la rogación del desistimiento del recurso. Sin embargo, dicha
situación no fue impedimento para que la Jurisprudencia Registral distinguiera dos situaciones
totalmente diferentes, a saber:
a) Una en la que el interesado expresaba su voluntad de no continuar en modo alguno con su
pedido de inscripción, en la medida que ya no consideraba necesaria la inscripción del mismo.
b) Otra, en la que el interesado, posiblemente por haber llegado a la convicción en el sentido que
la interpretación del Registrador era correcta o bien porque había conseguido reunir la
documentación solicitada por éste para extender la inscripción; si bien deseaba desistirse del
recurso, no tenía la voluntad de desistirse de la solicitud de inscripción, siendo más bien su
desistimiento una forma de agilizar la subsanación respectiva.
2.- Por ello, a los efectos de establecer la formulación normativa materia de comentario, se ha
tomado en cuenta lo establecido en el artículo 343º del Código Procesal Civil que se regula el
desistimiento del medio impugnatario, diferenciándolo de desistimiento del proceso: “si el
desistimiento es de un medio impugnatorio, su efecto es dejar firme el acto impugnado, salvo que
se hubiere interpuesto adhesión”. Asimismo, se ha tenido en consideración lo establecido en el
artículo 190.2º de la LPAG que regula el desistimiento de un recurso administrativo, como supuesto
diferente al desistimiento del procedimiento o de la pretensión, precisando que el mismo procede
“antes de que se notifique la resolución final en la instancia, determinando que la resolución
impugnada quede firme, salvo que otros administrados se hayan adherido al recurso, en cuyo caso
sólo tendrá efecto para quién lo formuló”.
3.- En tal sentido, el desistimiento del recurso no tendrá otro efecto que poner fin al
procedimiento registral en segunda instancia, pero no al procedimiento registral, toda vez, que
conforme al artículo 151º del NRGRP, la aceptación del mismo no implica la extinción de la
prórroga de la vigencia del asiento de presentación, la que continuará vigente por el plazo
establecido en dicho artículo, precisamente con la finalidad que el interesado puede subsanar la
observación o cancelar la liquidación determinada por el Registrador. Consecuentemente, el
desistimiento del recurso no pone fin al procedimiento registral.
4.- Todo lo contrario ocurre en el caso que el desistimiento planteado en segunda instancia sea
de la rogatoria, pues en este supuesto, equivalente al desistimiento del proceso en el C.P.C., lo que
expresa el recurrente es su voluntad en el sentido que ya no se extienda inscripción alguna, siendo
un pedido de tacha que pone fin al procedimiento registral, sin que sea viable el otorgamiento de
plazo subsanatorio alguno o que deba esperarse el plazo para la interposición de la demanda
contenciosa-administrativa.
Obviamente, si el desistimiento de la rogatoria no se refiere a la totalidad de los actos cuya
inscripción se solicita, no concluirá el procedimiento registral ni el trámite del recurso de apelación,
toda vez que el Tribunal Registral deberá pronunciarse sobre la posibilidad de la inscripción de los
actos que no han sido materia del desistimiento. La posibilidad del desistimiento parcial de la
rogatoria se encontrará sujeta a las mismas exigencias establecidas para el trámite en primera
instancia, vale decir que deberá referirse a actos separables y dicho desistimiento no deberá
afectar los elementos esenciales del otro u otros actos inscribibles (artículo 13º del NRGRP).
5.- Finalmente, es pertinente precisar, que en el procedimiento registral no existe una figura
equivalente al desistimiento de la pretensión prevista en el artículo 189.2º de la LPAG (“el
desistimiento de la pretensión impedirá promover otro procedimiento por el mismo objeto y causa”)
puesto que, aunque se formule desistimiento total de la rogatoria, siempre será posible una nueva
presentación del mismo título, que dará lugar al inicio de un nuevo procedimiento registral, como se
ha explicado al comentar el artículo 142º del NRGRP.

 JURISPRUDENCIA
Res. Nº 059-96-ORLC-TR de fecha 19-02-96, Tomo II, fojas 73 “Debe entenderse éste no como un
desistimiento parcial del recurso de apelación sino como uno parcial de su solicitud de inscripción...”
Res. Nº 127-95-ORLC-TR de fecha 11-12-95, Tomo II, fojas 88 “.. Que, ante instancia Registral
mediante hoja de trámite documentario Nº 2189 del 8 de diciembre de 1995, se ha formulado
desistimiento de la solicitud de inscripción de la constitución de hipoteca otorgada a favor del Banco de
Lima, contenida en la cláusula adicional de la Escritura Pública que conforma el título elevado en
apelación, habiéndose cumplido con el requisito de autenticación de firmas, por que debe declararse la
finalización del procedimiento registral únicamente en cuanto a dicho extremo de la rogatoria,
subsistiendo el petitorio de inscripción de la compraventa inmobiliaria que es materia del contenido
principal del mismo título, conforme a lo dispuesto por los artículos 84º y 89º de la Ley de Normas
Generales de Procedimientos Administrativos...”
Res. Nº 290-97-ORLC/TR de fecha 21-07-97, Tomo V, fojas 43 “...Por convenir a su derecho, ha
formulado desistimiento de la referida apelacion mediante documento con firma legalizada...”
Res. Nº 496-97-ORLC/TR de fecha 10-12-97, Tomo V, fojas 44 “..Que, en cuanto al pedido
formulado por la apelante en su escrito subsanatorio de fecha 28 de octubre de 1997 y en el recurso de
apelación presentado, por el que solicita se inscriba únicamente la fábrica correspondiente a la vivienda
Nº 1, por encontrarse ésta dentro de los linderos del terreno inscrito en la ficha Nº 317198 es decir,
sobre un área de 2,523 m2, cabe señalar que si bien el Registro admite la figura del desistimiento
parcial de la rogatoria antes de que se produzca la inscripción entendiéndola como correlato de la
voluntariedad de la inscripción, éste procede cuando se trata de uno o más de varios actos inscribibles
contenidos en el título, siempre que sean separables siguiendo el criterio contenido en el artículo 224º
del Código Civil, es decir, que no destruya la esencia del conjunto y que además cuente con los
elementos necesarios y suficientes para su existencia autónoma, apreciándose en particular, que la
constatación de fábrica presentada se refiere en forma genérica a las viviendas edificadas sobre el área
de 3,660 m2, correspondiendo a estas en su conjunto la información contenida en los rubros 5,6 y 7 del
formulario Anexo 1, por lo cual el desistimiento parcial de la rogatoria solicitado deviene en
improcedente...”
Res. Nº 260-99-ORLC/TR de fecha 30-09-99, Tomo IX, fojas 136 “…Que, en relación al segundo
extremo de la observación en el que se señala la discrepancia de área de la cochera signada con el Nº
29, se aprecia que en el escrito de apelación el recurrente restringe su rogatoria a la inscripción de la
oficina inscrita en la ficha Nº 1773, lo que supone el desistimiento parcial de la solicitud inicial en lo que
respecta a la precitada cochera, y en consecuencia esta instancia se abstiene igualmente de emitir
pronunciamiento sobre dicho extremo de la rogatoria...”

ARTÍCULO 150º.- FORMALIDAD DEL DESISTIMIENTO


El desistimiento deberá efectuarse mediante escrito, con firma legalizada
notarialmente, y sólo procederá cuando se formule antes de expedirse la
resolución respectiva.
En caso que el apelante fuese Notario, no será necesaria la legalización de su
firma.
ANTECEDENTES
Artículo 146º del Anteproyecto
Artículo 150º del Proyecto
Artículo 131º del RH
CONCORDANCIAS
Artículos 341º y 342º del CPC
Artículo 13º del NRGRP

 Comentario
1.- El presente artículo se refiere a la oportunidad y formalidad necesaria para formular el
desistimiento. Respecto al primer tema, se plantea que debe formularse (recepcionarse) antes que
se expida la Resolución respectiva. Esta redacción es diferente a la prevista en el artículo 189.5º
de la LPAG, que precisa que el desistimiento se podrá realizar en cualquier momento antes de que
se notifique la resolución final en la instancia. Como puede apreciarse, para la norma específica
que regula el procedimiento registral bastará que la Resolución del Tribunal se haya expedido
(aunque no haya sido notificada) para que el desistimiento resulte extemporáneo.
2.- Con relación a la formalidad requerida para el desistimiento, se exige, en concordancia con
el párrafo final del artículo 13º del NRGRP (Desistimiento General), que el mismo conste por escrito
y que la firma del interesado sea legalizada notarialmente. Se exceptúa de esta previsión, al caso
en que la apelación fuese formulada por el Notario, en cuyo supuesto, no se requerirá la
legalización notarial de su firma.

 JURISPRUDENCIA
Res. Nº 290-97-ORLC/TR de fecha 21-07-97, Tomo V, fojas 43 “... Que el apelante Dr. Elvito
Alimides Rodríguez Domínguez, Notario Público de Lima, por convenir a su derecho, ha formulado
desistimiento de la referida apelación mediante documento con firma legalizada...”

ARTÍCULO 151º.- EFECTOS DEL DESISTIMIENTO


El desistimiento pone fin al procedimiento registral únicamente cuando se
trata del desistimiento total de la rogatoria.
Tratándose del desistimiento del recurso, la prórroga del asiento de
presentación a que se refiere el literal a) del Artículo 28º del presente
Reglamento, se extenderá hasta 20 días adicionales contados desde la
notificación de la correspondiente resolución.
ANTECEDENTES
Artículo 147º del Anteproyecto
Artículo 151º del Proyecto
Artículo 433º del RH
CONCORDANCIAS
Artículos 2º y 23º del NRGRP

 Comentario
1.- Como se ha explicado anteriormente, el desistimiento total de la rogatoria, desde su
aceptación, pone fin al procedimiento registral, lo que se produce de manera definitiva, debiendo
disponerse la tacha del título y su devolución al interesado, sin necesidad de esperar el
vencimiento del plazo para la interposición de la demanda contencioso administrativa.
Por su parte, el desistimiento parcial de la rogatoria, sólo implica la exclusión de la calificación
de los actos objeto de desistimiento, continuando la tramitación del recurso en relación con los
demás actos, lo que dará lugar a que exista un pronunciamiento del Tribunal Registral respecto a
ellos. Expedida la Resolución respectiva, la continuación del procedimiento registral se sujetará a lo
establecido en los artículos 160º a 164º del NRGRP.
2.- Supuesto distinto ocurre cuando se trata del desistimiento del recurso, en el que la vigencia
del asiento de presentación continuará durante 20 días posteriores contados desde la notificación
de la Resolución respectiva. Dichos 20 días de prórroga adicional podrán ser utilizados tanto para
la subsanación de la observación o el pago de la liquidación, según corresponda a la decisión del
Registrador que haya quedado firme en virtud del desistimiento practicado. Nótese, que la falta de
concordancia entre el contenido del artículo 151º con los artículos 161º y 162º del NRGRP,
determina que en el caso de desistimiento del recurso, el interesado pueda efectuar la subsanación
o el pago de la liquidación del mayor derecho, HASTA EL VENCIMIENTO DEL PLAZO DE VEINTE
DÍAS ADICIONALES ANTES MENCIONADO, no existiendo fundamento alguno para que en este
supuesto se tenga un plazo mayor al establecido en dichos artículos.
3.- Finalmente, con relación a la necesidad que transcurrido el plazo adicional de veinte días
hábiles a que se contrae el segundo párrafo del artículo 151º, sin que se haya producido
subsanación o pago de mayor derecho, deba esperarse antes de la tacha del título, el vencimiento
del plazo establecido en el artículo 164º del NRGRP para la anotación de la demanda contenciosa
administrativa, estimamos que al mediar desistimiento del recurso, no resultaría admisible su
impugnación judicial, por inobservancia de lo establecido en el inciso 2 del artículo 541º del C.P.C.

 JURISPRUDENCIA
Res. Nº 260-99-ORLC/TR de fecha 30-09-99, Tomo IX, fojas 136 “... Que, en relación al segundo
extremo de la observación en el que se señala la discrepancia de área de la cochera signada con el Nº
29, se aprecia que en el escrito de apelación el recurrente restringe su rogatoria a la inscripción de la
oficina inscrita en la Ficha Nº 1773, lo que supone el desistimiento parcial de la solicitud de inicial en lo
que respecta a la precitada cochera, y en consecuencia esta instancia se abstiene igualmente de emitir
pronunciamiento sobre dicho extremo de la rogatoria...”
CAPÍTULO III
PROCEDIMIENTO EN SEGUNDA INSTANCIA

ARTÍCULO 152º.- REMISIÓN DEL RECURSO DE APELACIÓN


Recibido el recurso, el Registrador procederá a efectuar la anotación de
apelación en la partida registral respectiva y lo remitirá al Tribunal Registral,
acompañado del título, en un plazo no mayor de seis (6) días contados desde
la fecha de su recepción.
ANTECEDENTES
Artículo 147º del Anteproyecto
Artículo 151º del Proyecto
Artículo 433º del RH
CONCORDANCIAS
Artículos 55.7º y 131.3º de la LPAG
Artículo 66º del RIRPU
Artículo 28º inciso a), 30º y 49º del NRGRP

 Comentario
1.- Este artículo pretende regular lo relativo a la remisión del recurso de apelación al Tribunal
Registral, remisión que no es efectuada directamente por la Oficina de Trámite Documentario, sino
que debe ser practicado por el Registrador encargado del título materia del recurso. En tal sentido,
una vez verificada la admisibilidad del recurso por la Oficina de Trámite Documentario de la Oficina
Registral respectiva, ésta deberá elevar la apelación al Registrador correspondiente.
2.- La razón que sustenta que el recurso no sea elevado directamente al Tribunal Registral, que
es la instancia competente para resolverlo, es que previamente es necesario que se efectúe la
anotación de la apelación en la partida registral respectiva. Adicionalmente, es en esta oportunidad
que el Registrador adjuntará el título materia del recurso, con una nota de elevación, en la que, de
estimarlo pertinente, podrá detallar en forma más precisa, los fundamentos de su denegatoria de
inscripción.
3.- Como puede apreciarse, se ha establecido un plazo máximo de seis días para la remisión
del título al Tribunal Registral, plazo que se computa desde el día hábil siguiente a la fecha en la
que el Registrador recibe el expediente hasta la fecha en que es ingresado a la Secretaría del
Tribunal Registral. Cabe mencionar que si bien este plazo parece muy extenso, se estimó
necesario concederlo en la medida que es dentro de éste que deberán extenderse la o las
anotaciones que publiciten la existencia de la apelación, en cada una de las partidas relacionadas
con el recurso planteado. Este plazo, que reiteramos es máximo, no existía en la Reglamentación
abrogada, y entendemos que su cumplimiento es bajo responsabilidad funcional del Registrador
correspondiente.
4.- Téngase presente que es la anotación de la apelación, a la cual nos referiremos con mayor
extensión en el artículo siguiente, la que permite dejar constancia de la prórroga automática de la
vigencia del asiento de presentación, conforme al artículo 28º inciso a) del NRGRP.
5.- Es pertinente señalar que de acuerdo al texto de este artículo, el Registrador, recibida la
apelación no podrá formular actuación diferente a la elevación del recurso al Tribunal Registral y a
efectuar la anotación de apelación respectiva. Por ello, aunque personalmente fuimos de distinto
parecer, el Registrador carece de competencia para calificar la existencia de los requisitos de
admisibilidad (que debieron ser advertidos por la Oficina de Trámite Documentario) ni los requisitos
de procedencia, que serán de competencia exclusiva del Tribunal Registral. En nuestro criterio,
sería recomendable modificar este artículo, concediendo facultades al Registrador para determinar
la admisibilidad y procedencia formal del recurso, puesto que evitaría que el Tribunal debiera
resolver peticiones manifiestamente improcedentes.
6.- Debe precisarse, también, que recibido el recurso de apelación por el Registrador, éste ya
no podrá modificar su calificación objeto de impugnación, a diferencia de lo que ocurre en el
recurso gubernativo establecido en la legislación hipotecaria española, que en el artículo 116º del
Reglamento Hipotecario, permite que, estando en trámite el recurso, el Registrador rectifique en
todo o en parte la calificación recurrida.

ARTÍCULO 153º.- CONTENIDO DE LA ANOTACIÓN DE APELACIÓN


La anotación de apelación, a que se refiere el artículo anterior, debe
consignar los siguientes datos:
a) Número, fecha y acto o actos contenidos en el título al cual se refiere el
recurso;
b) Número y fecha de la Hoja de Trámite mediante la cual se interpuso el
recurso;
c) Fecha en que se realiza la anotación.
ANTECEDENTES
Artículo 149º del Anteproyecto
Artículo 153º del Proyecto
Artículo 66º de la LH
Artículo 114º del RH
CONCORDANCIAS
Artículos 30º, 49º y 152º del NRGRP

 Comentario
1.- La anotación de apelación constituye un asiento, en el que, el Registrador publicita la
existencia del recurso, asiento que debe contener los requisitos establecidos en el presente
artículo, los cuales resultan indispensables para que un tercero pueda conocer con precisión el
título que da lugar al recurso, la hoja de trámite por la que se interpuso y la fecha del asiento
respectivo. Nótese que no sólo bastará indicar el número de título y su fecha, como es frecuente en
la práctica registral actual, sino que deberá indicarse el acto o actos contenidos en el título
respectivo, lo que es indispensable para la evaluación respecto a la compatibilidad o
incompatibilidad de título objeto del recurso con otros que sean posteriormente presentados.
2.- Un aspecto que no se precisa respecto a esta “anotación de apelación” es lo referido a si el
Registrador deberá indicar si la apelación da lugar o no a la prórroga automática del asiento de
presentación respectivo. Al respecto, debe tenerse presente que si bien el artículo 28º inciso a) del
NRGRP no efectúa una distinción al respecto, es evidente que la prórroga de la vigencia del
asiento de presentación respectivo sólo será procedente si el recurso se ha interpuesto dentro de
la vigencia del mismo asiento de presentación; pues si el recurso es presentado cuando su
vigencia ha caducado, no podría prorrogarse algo ya extinguido. Esta distinción es importante,
pues, como se ha indicado, sólo en caso de producirse la prórroga automática continuarán los
eventuales efectos de prioridad excluyente del título materia del recurso con respecto a otros
presentados por posterioridad.
Nuestra opinión sobre el particular puede resumirse de la siguiente manera:
a) Como es evidente una vez recibido el recurso, el Registrador, sin importar que haya sido o no
planteado dentro de la vigencia del asiento de presentación debe efectuar la anotación de
apelación, como lógica consecuencia que no se le hayan concedido facultades para evaluar su
admisibilidad o procedencia.
b) Sin embargo, en la anotación de apelación, el Registrador sólo deberá publicitar la prórroga
automática de la vigencia del asiento de presentación, en caso que el Recurso sea interpuesto
dentro del plazo de vigencia del título objeto del recurso, omitiendo tal indicación en caso
contrario.
c) Extendida la anotación de apelación, tanto para las certificaciones como para la calificación de
los títulos presentados posteriormente, no deberá consignarse la prórroga automática ni los
efectos de prioridad excluyente, de los títulos cuyas apelaciones no se hayan interpuesto
dentro de su plazo de vigencia, lo que debería constar en la anotación respectiva.

Si bien lo expresado precedentemente no fluye de manera expresa en la reglamentación que


venimos comentando, consideramos que la naturaleza de las instituciones que en ella se regulan
nos lleva inevitablemente a las referidas conclusiones. Sólo de esta manera podrá evitarse que
personas inescrupulosas, con la sola finalidad de lograr impedir la inscripción de títulos
incompatibles, formulen “recursos de apelación” contra la denegatoria de inscripción de títulos cuyo
asiento de presentación ha caducado con anterioridad (inclusive meses o años); y, que por una
malentendida aplicación literal de la reglamentación vigente, se pueda entender de la anotación de
apelación una prórroga automática notoriamente inexistente.
3.- Abona a lo expresado en el numeral precedente, como criterio interpretativo en la legislación
comparada, lo establecido en el artículo 114º del Reglamento Hipotecario español, que establece
respecto a las notas marginales referidas al “recurso gubernativo”, que: “El Registrador extenderá
dichas notas si no hubieran caducado los asientos respectivos, y comunicará a aquella Autoridad,
en otro plazo igual, el cumplimiento de su orden o las causas que lo hayan impedido.”
Empero, consideramos que la solución integral consistiría en conceder facultades al
Registrador para calificar la procedencia formal del recurso, a los efectos que sólo consigne la
anotación de apelación, cuando determine que el recurso no resulta improcedente.
4.- Para concluir, es importante indicar que la fecha en que se extienda la anotación de
apelación es irrelevante para los efectos de determinar la prórroga de la vigencia del asiento
respectivo, pues, con prescindencia de la fecha de dicha anotación, lo que determinará o no la
prórroga automática es la fecha de presentación de la Hoja de Trámite Documentario que contiene
el recurso.

 JURISPRUDENCIA
Res. Nº 033-95-ORLC/TR de fecha 06-11-95, Tomo II, fojas 154 “... Que, del análisis de las
Partidas Registrales se advierte que la Registradora ha consignado erróneamente la anotación de
apelación en la partida XXII que corre a fojas 91 del tomo 546 del Registro de Propiedad Inmueble,
debiendo cancelarse...”

ARTÍCULO 154º.- CONFORMACIÓN DEL TRIBUNAL REGISTRAL Y ASIGNACIÓN DE


EXPEDIENTES
Los Tribunales Registrales estarán conformados por Salas integradas por
tres Vocales. El Presidente de cada Sala asignará los expedientes entre los
miembros que la integran, los que intervendrán como ponentes en las
apelaciones que les fueran asignadas.
ANTECEDENTES
Artículo 157º del ARGRP
Artículo 154º del Proyecto
Artículos 259º al 261º de la LH
CONCORDANCIA
Artículo 156º del NRGRP

 Comentario
1.- Se ha indicado anteriormente, que actualmente existen Tres Tribunales Registrales: del
Norte, del Centro y del Sur, con la competencia establecida en la Resolución Nº 092-2000-
SUNARP/SN de 11 de mayo del 2,000. El Tribunal Registral del Centro cuenta con cuatro Salas
integradas por tres vocales cada una, contando con un Presidente por cada Sala, y, entre dichos
Presidentes se elige al Presidente del Tribunal Registral. Para el caso de los Tribunales Registrales
del Norte y del Sur, cada uno de ellos cuenta con una sola Sala, cuyo Presidente es, asimismo,
Presidente del Tribunal Registral.
2.- La asignación de los expedientes entre cada uno de los miembros de cada Sala, permitirá
que el Vocal correspondiente asuma la función de “Vocal Ponente”, es decir, el encargo de formular
el proyecto de Resolución respectivo, el cual será sometido a debate y votación entre todos los
conformantes de la Sala, de la manera prevista en el artículo 156º del NRGRP. Cabe indicar, que el
artículo 157º del ARGRP abrogado, establecía, respecto a los miembros de las disueltas “Junta de
Vigilancia” y “Comisión Facultativa”, que uno de ellos excepto los presidentes, actuaría como
ponente. Nuestra actual reglamentación no establece una excepción similar para el caso de los
Presidentes de Sala, que, además de asignar expedientes a los demás miembros, deberán
asignarse también los expedientes en que ellos actuarán como Vocales ponentes.
3.- Como es evidente, la existencia de un Vocal ponente no implicará que los demás Vocales
queden exentos de las responsabilidades que puede generar la Resolución que se expida o la
indebida o deficiente tramitación del recurso, en la medida que siendo el Tribunal Registral un
órgano colegiado, es obligación de cada uno de sus miembros la revisión de la totalidad del
recurso, sus antecedentes y la normatividad aplicable al caso planteado, actuando el ponente
solamente como facilitador de la calificación de los demás vocales, pero no sustituyendo ni
delimitando en modo alguno la actuación de quienes no se encuentren a cargo de la ponencia.

ARTÍCULO 155º.- INFORME ORAL


El apelante dentro de los primeros diez (10) días de ingresado el expediente a
la Secretaría del Tribunal, podrá solicitar que se conceda el uso de la palabra
a su abogado, para fundamentar en Audiencia Pública su derecho.
ANTECEDENTES
Artículo 151º del Anteproyecto
Artículo 155º del Proyecto
Artículo 115º del RH
CONCORDANCIAS
Artículo 375º del CPC
Artículo 65º del RIRPU
Artículos 1º, 4º y 159º del NRGRP

 Comentario
1.- En nuestra reglamentación derogada no se encontraba previsión alguna respecto a la
procedencia ni oportunidad de la solicitud de un informe oral del apelante, obviamente formulado a
través de su abogado patrocinante, para sustentar los fundamentos de hecho y de derecho de su
recurso. No obstante ello, los distintos Tribunales Registrales han venido concediendo los pedidos
de informe oral que se les formulaba, aunque carecían de norma expresa en tal sentido. Ello, dada
la carencia de regulación específica, puesto que en algunas ocasiones el pedido de informe oral
era solicitado cuando ya se había debatido y votado la ponencia respectiva, obligaba a retrasar la
expedición de la resolución, teniendo que notificarse la concesión del informe y esperar su
actuación, a los efectos de proceder a un nuevo debate y votación.
2.- En tal sentido, este artículo contiene las siguientes previsiones respecto al informe oral:
a) El informe oral es una actuación voluntaria y no obligatoria en la tramitación del recurso, por lo
que el Tribunal Registral no se encontrará obligado a notificar al apelante para que exprese su
pedido de informe oral.
b) La oportunidad de su solicitud se encuentra expresamente regulada, por lo que, si el informe es
solicitado con posterioridad al décimo día hábil siguiente del ingreso del expediente al Tribunal
Registral (aplicando el plazo en forma concordada con el artículo 4º del NRGRP), no deberá
concederse el informe oral, por haber caducado el plazo respectivo. Esto es importante, toda
vez que habiéndose establecido un plazo para la resolución del recurso (artículo 159º del
NRGRP), un pedido extemporáneo de informe oral podría, de concederse, impedir el
cumplimiento del plazo para la atención del recurso. Por la misma razón, en caso de solicitarse
el mismo y concederse dentro del plazo reglamentario, el Tribunal Registral deberá evaluar con
muy limitada elasticidad el pedido de postergación del informe oral, más aún teniendo en
cuenta que es una diligencia opcional y no obligatoria en el trámite del recurso.
c) Nada indica este artículo respecto a la anticipación con que debe notificarse al apelante ni la
fecha fijada para rendir el informe oral concedido a éste, por lo que consideramos que, en
defecto de la norma reglamentaria, el precepto más cercano que podría constituir fuente
supletoria es el plazo de notificación a los administrados, para la actuación de pruebas, previsto
en el artículo 163.2º de la LPAG, que es no menor a tres días, obviamente hábiles y sin incluir
en su cómputo el día mismo de la notificación.
d) Respecto a la persona que debe rendir el informe oral, ésta necesariamente deberá ser
abogado colegiado, quien deberá acreditar su calidad de tal antes de rendir el informe
respectivo. No se indica precisión alguna si éste deberá ser necesariamente el mismo que
autorizó el recurso de apelación o el que suscribió el pedido de informe oral o, finalmente,
cualquier abogado que se acredite para rendirlo. En nuestra opinión, salvo el caso en que
medie sustitución del letrado patrocinante, debe ser quien autorizó el recurso o a quienes el
apelante haya concedido en forma escrita su representación para fines de la apelación. En
cuanto atañe al Notario, conforme se ha indicado anteriormente, éste tiene interés propio
(artículo 12º del NRGRP) en la inscripción del título, por lo que se encuentra facultado
directamente a interponer el recurso, desistirse de él y, obviamente, a formular el informe oral
respectivo, salvo que habiendo sido nombrado durante la vigencia de normas abrogadas que
rigieron la actividad notarial, no fuese abogado (supuesto aún frecuente en diversas provincias
del país).
e) Tampoco existe precisión alguna respecto a la forma en que deberá desarrollarse el informe
oral. En la práctica, se concede normalmente 10 minutos para tal informe, en los cuales el
abogado deberá efectuar un suscinto resumen del título cuya inscripción se solicita, los
antecedentes registrales y pasar al análisis y contradicción de los fundamentos de la
denegatoria de inscripción. Concluido ello, los miembros del Tribunal podrán formular
preguntas al recurrente, sólo si lo estiman pertinente para esclarecer el derecho invocado. No
resulta necesario (pero sí es recomendable) que se presenten las conclusiones escritas del
abogado patrocinante, a los efectos de facilitar la calificación registral del Tribunal
3.- No existe en la LPAG una norma que regule el otorgamiento de un informe oral a los
interesados, ni en primera instancia ni en la tramitación de los recursos administrativos. Sin
embargo, el artículo 166º inciso 3) de dicha Ley precisa que procede particularmente en el
procedimiento administrativo: “Conceder audiencia al administrado”, lo que para los fines del
procedimiento registral se materializa en el informe oral.
4.- Debemos dejar constancia de nuestra opinión en el sentido que el término “Audiencia
Pública” no se compadece con la naturaleza del informe regulado por el presente artículo. No
consideramos que exista necesidad alguna que dicho informe sea brindado ante terceros que no
tienen interés alguno en el trámite de apelación, más aún si no existe norma que exija publicidad
respecto a esta actuación administrativa (a diferencia de las actuaciones judiciales de similar
naturaleza).
5.- Finalmente, es conveniente indicar que, aunque el tenor del presente artículo pareciera
indicar que la única actuación del apelante durante la tramitación del recurso fuera la referida al
uso de la palabra (informe oral), la reiterada Jurisprudencia Registral ha aceptado como válida la
presentación de instrumentos complementarios o aclaratorios que subsanen, total o parcialmente,
la denegatoria de inscripción recurrida. Sobre este tema, a pesar de no existir previsión alguna en
el NRGRP, consideramos que resulta plenamente la presentación de dicha documentación en
segunda instancia, puesto que como quiera que la calificación del Tribunal Registral es integral y
no se limita a los aspectos impugnados, sino a la revisión total de la procedencia de la inscripción
del título rogado, estimamos que el aporte de dichos documentos no es extemporánea; siempre
que se efectúe antes del debate y votación de la resolución respectiva. Un ejemplo en este
supuesto, sería que ante el Tribunal Registral se presente el certificado de numeración que permita
identificar indubitablemente que el bien materia de una escritura de compraventa, corresponde con
el inscrito registralmente.
 JURISPRUDENCIA
Res. Nº 446-97-ORLC/TR de fecha 04-11-97, Tomo V, fojas 41 “...Que, si bien esta instancia ha
dado mérito en reiteradas oportunidades a documentos que se le han presentado con posterioridad a la
formulación de la apelación a través de la Oficina de Trámite Documentario, ello ha sido únicamente en
los casos en que primigeniamente los instrumentos presentados por el Diario para calificación del
Registrador han constituido título y que consecuentemente adolecían de defectos subsanables, siendo
que en el presente caso, este supuesto no se ha producido, dado que la documentación presentada con
el título Nº 112425 del 09 de julio de 1997 contenía defectos insubsanables...”
Res. Nº 513-97-ORLC/TR de fecha 18-12-97, Tomo V, fojas 19 “ ...Notificó por segunda vez,
concediendo el uso de la palabra por un lapso de 10 minutos para el día jueves 27 de noviembre a las
11.15 am...”

ARTÍCULO 156º.- PONENCIAS, VOTACIÓN Y RESOLUCIÓN DEL RECURSO


Los vocales ponentes deberán formular y sustentar sus respectivas
ponencias, luego de lo cual se procederá al debate y votación de las
resoluciones.
El Tribunal Registral se pronunciará:
a) Confirmando total o parcialmente la decisión del Registrador;
b) Revocando total o parcialmente la decisión del Registrador;
c) Declarando improcedente o inadmisible la apelación;
d) Aceptando o denegando, total o parcialmente el desistimiento formulado.
Para la aprobación de las resoluciones se requerirá de dos (2) votos
conformes, sin perjuicio de la existencia de votos singulares o discordantes.
ANTECEDENTES
Artículos 9º y 29º del ARGRP
Artículo 152º del Anteproyecto
Artículo 156º del Proyecto
CONCORDANCIAS
Artículos 100º, 101º y 217.1º de la LPAG
Artículos 160º y ss. del NRGRP

 Comentario
1.- En este artículo se precisan tres aspectos de singular importancia respecto a la resolución
del recurso de apelación: a) la forma de adopción de los acuerdos para la Resolución de los
recursos de apelación; b) las modalidades de pronunciamientos del Tribunal Registral; y c) las
votaciones requeridas para la aprobación de las resoluciones. Sobre estos temas, tampoco existía
regulación aplicable, en cuanto los artículos 9º y 29º del ARGRP que se referían a mayorías para
adopción de acuerdos y quórum de funcionamiento de la Junta de Vigilancia y de la Comisión
Facultativa, habían quedado derogados por la Ley Nº 26366, siendo impertinente su utilización
para los casos de competencia de los Tribunales Registrales.
2.- Sobre la forma de adopción de los acuerdos requeridos para resolver los recursos de
apelación planteados, debe tenerse en cuenta que tanto para la sustentación de la ponencia
formulada por el Tribunal encargado, como para su votación y aprobación respectiva, no se
considera la necesidad que se efectúe en un solo acto ni en sesión específica, sino que dicha
obligación deberá ser cumplida en las oportunidades que los miembros de la Sala respectiva
consideren pertinentes, en la medida que, tratándose de órganos colegiados de funcionamiento
permanente, su actuación no se limita a sesiones específicas especialmente convocadas, sino que
el desarrollo de la sustentación, debate y votación deberá producirse dentro de las labores
habituales del Tribunal Registral.
Nótese que no se ha previsto en forma específica una sola fecha para la “vista de la causa”,
sino solamente el procedimiento de aprobación de las resoluciones respectivas, que, obviamente
debe producirse dentro del plazo establecido por el artículo 159º del NRGRP. En cuanto al quórum
necesario para la votación respectiva, la disposición que venimos comentando fue interpretada por
la Comisión Revisora en el sentido que para la votación y debate se requería la asistencia y
votación de la totalidad de miembros integrantes de la Sala respectiva, motivo por el cual no se
estableció quórum de asistencia alguno. Consecuentemente, no funcionando el Tribunal Registral
por “sesiones” resulta inaplicable el quórum que para tal efecto establece el artículo 99.1º de la
LPAG.
3.- En relación con la mayoría de votos requeridos para adoptar resolución, el párrafo final del
presente artículo exige la existencia de cuando menos dos votos conformes, lo que no implica que
se podrá formar resolución con el voto de sólo dos vocales, sino que cuando menos dos deben
estar conformes con el texto formulado por el ponente u otro sustitutorio o modificatorio planteado
en el debate respectivo. En tal sentido, todos los vocales se encuentran obligados a votar, siendo
que, si no estuvieran conformes con la resolución mayoritaria, deberán formular su voto en
discordia; y si estuvieran de acuerdo, pero desearan agregar o no tener en cuenta algunos
fundamentos de los otros dos votos, deberán formular el voto singular respectivo. Esto concuerda
con el artículo 101.1º de la LPAG, que establece que salvo supuestos legalmente establecidos
(p.ej. la existencia de causales de abstención), los integrantes de órganos colegiados se
encuentran prohibidos de inhibirse de votar.
Cabe indicar, que el NRGRP no ha establecido previsión alguna respecto al supuesto en que
no lograsen reunir dos votos conformes para la aprobación de resolución. Se tuvo en cuenta que
este supuesto si bien posible, sería sumamente extraño, no habiéndose producido tal circunstancia
en el Tribunal de la ORLC desde su creación. No obstante ello, estimamos que de producirse este
caso, correspondería la designación especial de vocales dirimentes, provenientes de otra Sala del
mismo Tribunal o de otro Tribunal, en el caso de aquellos que funcionan con una sola Sala.
4.- En relación a las formas de pronunciamiento que puede emitir el Tribunal Registral, si bien
el texto finalmente aprobado mejora notablemente la planteada en el Anteproyecto, puede
apreciarse que las alternativas mencionadas no constituyen la totalidad de las posibilidades que
puede adoptar una resolución dictada por dicho Tribunal Registral. Así, por ejemplo, podría darse el
caso que un Registrador formule una observación y que el Tribunal considere que el defecto es
insubsanable, caso en el que se “revocará la observación y se determinará la tacha sustantiva del
título rogado”, o, viceversa, que el Tribunal considere que una tacha sustantiva no corresponde a
tal naturaleza, revocando la decisión del Registrador, y disponiendo más bien su “observación”.
De otro lado, la naturaleza del recurso de apelación no se limita solamente a la revisión de la
observación, tacha o liquidación impugnada, sino a la CALIFICACIÓN INTEGRAL DE LA
NATURALEZA INSCRIBIBLE DEL TÍTULO PRESENTADO, por lo que, en algunas ocasiones el
Tribunal Registral no se limitará a confirmar o revocar la decisión del Registrador, sino que
determinará la existencia de nuevos defectos u obstáculos que puedan impedir la inscripción del
título rogado. Consecuentemente, en este caso el Tribunal podría “revocar la observación del
Registrador y declarar que el título no es inscribible por los nuevos defectos advertidos por el
Tribunal Registral”.
Concurrentemente, también podría darse el caso en que, encontrándose el título en grado de
apelación, el interesado subsane los defectos que fueron materia de observación, presentando,
p.ej., una Escritura Aclaratoria. En este caso, sería innecesario confirmar la observación del
Registrador (por estar subsanado el defecto), pero no se podría hablar propiamente de una
revocación. Para estos casos, usualmente el Tribunal Registral de la ORLC ha venido
pronunciándose en el sentido de “Dejar sin efecto la observación del Registrador”, como
reconocimiento que, si bien la observación era fundada, la misma ya se encuentra subsanada con
la nueva documentación presentada.
5.- Otro tipo de pronunciamiento puede ser el de “declarar improcedente o inadmisible” la
apelación, lo que demuestra que la verificación final de los requisitos de procedencia o
admisibilidad del recurso corresponde al Tribunal Registral, en la medida que, aunque no hayan
sido advertidos por la Oficina de Trámite Documentario, dicha omisión no convalida la inexistencia
de requisitos de admisibilidad. Sin embargo, la declaración de inadmisibilidad o improcedencia no
conlleva la caducidad de la vigencia del asiento de presentación respectivo (de haberse realmente
producido tal prórroga), teniendo en cuenta lo establecido en el artículo 163º del NRGRP.
6.- Obviamente, en el caso de una “Revocación parcial de la decisión del Registrador” , se
estaría produciendo una “Confirmación parcial de su decisión”, por lo que, entendemos que ambos
pronunciamientos serían prácticamente equivalentes, siendo la única diferencia el vocablo utilizado
para cada caso específico, sin que se varíe en modo alguno el sentido de la decisión registral. En
sentido contrario, una Revocación total de la observación (salvo que el Tribunal advierta la
existencia de otros obstáculos o defectos no establecidos por el Registrador), implicará
necesariamente que se disponga la inscripción del título rogado.
7.- En cuanto a la posibilidad de la aceptación del desistimiento, éste, siendo de la rogatoria o
del recurso, de cumplirse sus requisitos formales (legalización notarial de firma) y de procedencia
(legitimación activa), deberá ser aceptado por el Tribunal Registral, puesto que no existiendo
rogación resultaría impertinente que se deniegue su aceptación. No es aplicable al procedimiento
registral lo establecido en los numerales 189.6 y 189.7 de la LPAG, en la medida que al no existir
apersonamientos de terceros ni la posibilidad de trámite registral de oficio, la autoridad registral
carece de fundamento legal para determinar la continuación del procedimiento. Esto, sin perjuicio
que de tratarse del desistimiento parcial de la rogatoria, pueda denegarse el mismo cuando no se
cumplan los supuestos, en el sentido que se trate de actos separables y dicho desistimiento no
afecte los elementos esenciales del otro u otros actos inscribibles, como exige el artículo 13º del
NRGRP.
8.- Finalmente, en relación a los votos singulares, debe entenderse como tales, a los votos que,
estando de acuerdo con la decisión adoptada por la mayoría (2 votos), desean consignar
fundamentos adicionales o distintos de los que constan en la ponencia aprobada. Los votos
discordante son aquellos en que el Vocal discrepa con la decisión adoptada por la mayoría,
debiendo contener también los fundamentos de dicha discrepancia.
 JURISPRUDENCIA
Res. Nº P002-98-ORLC/TR de fecha 30-11-98, Tomo VI, fojas 334 “...El vocal (e) ponente que
suscribe emite VOTO SINGULAR en relación al tema del exhorto en el siguiente sentido:
Res. Nº 305-99-ORLC/TR de fecha 17-11-99, Tomo VII, fojas 39 “La vocal que suscribe emite
VOTO SINGULAR respecto al tema de la formalidad para dejar sin efecto el Reglamento Interno de
Propiedad Horizontal así como la acumulación de las fichas independizadas...”

ARTÍCULO 157º.- REEMPLAZO DE MIEMBROS DEL TRIBUNAL EN CASO DE RECUSACIÓN


O ABSTENCIÓN
El Presidente del Tribunal Registral designará al Vocal o Vocales encargados
de conocer los recursos en los casos de recusación y abstención de alguno
de sus miembros.
Cuando quien deba ser reemplazado sea el Presidente del Tribunal Registral,
el Jefe de la Oficina Registral respectiva, designará al Vocal que lo sustituya.
En los casos en que los Órganos de Segunda Instancia sólo cuenten con una
Sala, el Jefe de la Oficina Registral respectiva, designará al Registrador que
sustituya al Vocal que hubiera sido objeto de recusación o hubiese formulado
abstención.
En los casos de abstención o recusación de todos los integrantes de una
Sala, el Jefe de la Oficina Registral respectiva, designará la Sala que se
abocará al conocimiento de la apelación en sustitución de aquélla.
Tratándose de Órganos de Segunda Instancia que cuenten con Sala Única, el
Jefe de la Oficina Registral correspondiente, comunicará a la
Superintendencia Nacional de los Registros Públicos, a efectos de que ésta
designe a la Sala que conocerá el recurso de apelación.
ANTECEDENTES
Artículo 153º del Anteproyecto
Artículo 157º del Proyecto
CONCORDANCIAS
Artículos 90º, 100º, 101º y 217º de la LPAG
Artículos 34º y 35º del NRGRP

 Comentario
1.- Los artículos 34º y 35º del NRGRP contienen los supuestos de abstención y recusación
aplicables tanto a los Registradores como a los Vocales del Tribunal Registral. De mediar las
circunstancias en ellos previstas, corresponderá, para el caso de Vocales, la aceptación de su
abstención y designación del Vocal reemplazante, por parte del Presidente del Tribunal Registral.
De esta manera, se agiliza el funcionamiento de este procedimiento, en la medida que será el
propio Tribunal y no el Jefe de la Oficina Registral, el encargado del trámite respectivo.
2.- Sin embargo, el artículo 153º del Anteproyecto no consideraba los supuestos en que la
abstención o recusación se refieran al Presidente del Tribunal Registral, por lo que la Comisión
Revisora estimó necesario incorporar el segundo párrafo del presente artículo, dado que no era
posible que el mismo Presidente del Tribunal decidiera respecto a su abstención, recusación o
reemplazo, lo que hace necesario que sea el Jefe de la Oficina Registral respectiva el que
determine las medidas pertinentes.
3.- De igual modo, el artículo 153º del Anteproyecto no regulaba los casos en que, a diferencia
del Tribunal Registral del Centro, sólo exista una sola Sala, por lo que, no existirían Vocales
susceptibles de reemplazar al que es objeto de recusación o que se ha abstenido de la calificación.
Para tal efecto, el tercer párrafo de este artículo ha establecido la intervención del Jefe de la
Oficina Registral respectiva, para los efectos que designe a un Registrador que sustituya al que
hubiera sido recusado o formulado abstención. Nótese que, sólo será viable que el sustituto sea un
Registrador no resultando procedente que sea un funcionario registral que tenga cargo diferente
(p.ej. Gerente Registral), puesto que se tuvo en consideración que la suplencia de funciones sólo
podía ser encargada a otro funcionario que ejerza funciones de calificación registral y no funciones
de naturaleza administrativa.
4.- Finalmente, también se ha considerado un supuesto excepcional, en el cual la abstención o
recusación afecte a todos los miembros integrantes de una Sala del Tribunal Registral, vale decir, a
los tres vocales que la conforman. Para esta situación (realmente extraordinaria), corresponderá al
Jefe de la Oficina Registral designar otra Sala para que se encargue del conocimiento del recurso
respectivo. Pero, como quiera que el Tribunal Registral puede estar integrado por una sola Sala,
era necesario establecer la posibilidad que sea otro Tribunal Registral el que resuelva el recurso;
en cuyo caso, el Jefe de la Oficina Registral respectiva deberá solicitar a la Superintendencia
Nacional de los Registros Públicos que designe la Sala que conocerá el recurso. De esta manera,
podría darse el caso, por ejemplo, que el Tribunal del Sur resuelva un recurso de apelación
planteado contra la calificación de la inscripción de un inmueble ubicado en el Registro de la
Propiedad Inmueble de Piura, siempre que todos los miembros del Tribunal Registral del Norte se
hubieran abstenido o hubieran sido recusados.

ARTÍCULO 158º.- JURISPRUDENCIA OBLIGATORIA


Las resoluciones de segunda instancia registral que interpreten de modo
expreso y con carácter general el sentido de las normas que regulan los
actos y derechos inscribibles, constituirán precedentes de observancia
obligatoria en el ámbito de su competencia territorial, mientras dicha
interpretación no sea modificada por el mismo órgano mediante resolución
debidamente motivada o por mandato judicial firme y vinculante. Las
resoluciones mencionadas deberán precisar el criterio de observancia
obligatoria de manera expresa y se publicarán en el Diario Oficial El Peruano.
ANTECEDENTES
Artículo 154º del Anteproyecto
Artículo 158º del Proyecto
CONCORDANCIAS
Artículos V y VI del TP de la LPAG
Artículo 400º del CPC
Segunda Disposición Complementaria del NRGRP

 Comentario
1.- Este artículo consolida con carácter general la condición de precedentes de observancia
obligatoria de las resoluciones expedidas por la segunda instancia registral, previsión ésta que se
encontraba contenida en los Reglamentos de Organización y Funciones de las diversas Oficinas
Registrales existentes en el ámbito nacional. Así, por ejemplo, el Reglamento de Organización y
Funciones de la Oficina Registral de Lima y Callao, según el texto aprobado por Resolución del
Superintendente Nacional de los Registros Públicos Nº 121-96-SUNARP de 24-06-96, establecía
similar disposición respecto a las Resoluciones expedidas por el Tribunal Registral de dicha
Oficina. No existía una disposición similar en el ARGRP.
Sin embargo, a la luz de la experiencia recogida a través de los más de 5 años de existencia de
los Tribunales Registrales, la Comisión Revisora decidió introducir diversas modificaciones al
sistema actualmente aplicable, que, a nuestro entender contribuirán notablemente a lograr una
mayor predictibilidad respecto a la calificación de los actos inscribibles. En tal sentido, se ha
perfeccionado la redacción contenida en el artículo 154º del Anteproyecto, que era principalmente
copia de lo establecido en los Reglamentos de Organización y Funciones de las distintas Oficinas
Registrales a nivel nacional.
2.- Puede apreciarse, del análisis del texto del presente artículo, que no toda Resolución
expedida por la Segunda Instancia Registral tendrá el carácter de precedente de observancia
obligatoria, sino que será necesario que éstas reúnan las siguientes características:
a) Que la interpretación contenida en la Resolución sea efectuada de manera expresa, vale decir,
que no sea producto de deducción del sentido de la resolución, sino que fluya directamente de
las consideraciones contenidas en su texto, que, a su vez fundamenten de manera indubitable
la decisión adoptada por el Tribunal Registral.
b) Que, la interpretación sea de carácter general y no referida a las especiales características que
contenga el título materia de alzada.
c) Que, la interpretación se refiera al sentido de las normas que regulan los actos o derechos
inscribibles. Esto resulta evidente toda vez que para tratarse de precedentes de observancia
obligatoria la interpretación no puede referirse a hechos o circunstancias del título objeto del
recurso, sino a la forma en que deben aplicarse las normas que regulan la inscripción del acto
o derecho rogado.
3.- Es importante precisar, que la utilización del término “el sentido de las normas que regulan
los actos o derechos inscribibles” tiene mucha mayor amplitud que el término “el sentido de las
normas registrales” propuesto por el Anteproyecto. Al respecto, la Comisión Revisora entendió que
la interpretación vinculante del Tribunal Registral no podía limitarse a las “normas registrales”,
puesto que existen muchas disposiciones que no constituyen propiamente normas registrales
(p.ej., las disposiciones contenidas en el Código Civil, Ley General de Sociedades, Reglamento
Nacional de Construcciones, etc.), pero que establecen los requisitos de validez y demás
circunstancias que regulan los actos o derechos inscribibles, razón por la cual la interpretación del
Tribunal Registral no estará limitada a la aplicación de las normas registrales propiamente dichas,
sino al sentido (obviamente para efectos de calificación registral), de la totalidad de las normas del
sistema jurídico que tengan implicancia o relación con los actos o derechos inscribibles. De esta
manera, se pone fin a cualquier discusión respecto a qué clase de normas eran susceptibles de
interpretación vinculante por parte de la Segunda Instancia Registral.
4.- Otro aspecto que se ha agregado a la redacción del presente artículo es lo referido a que
los precedentes de observancia obligatoria lo son “en el ámbito de su competencia territorial”. Esta
precisión, resultaba necesaria, en la medida que existiendo tres tribunales registrales a nivel
nacional, puede (y efectivamente se ha dado el caso) ocurrir que uno de dichos Tribunales
interprete el sentido de una norma registral de manera diferente al que lo ha hecho otro Tribunal
Registral. Consecuentemente, no existiendo una tercera instancia registral de competencia
nacional, ha sido indispensable que el Registrador deberá tomar en cuenta como precedente, el
establecido por el Tribunal Registral competente, es decir, aquel que de acuerdo con la distribución
establecida por la Resolución Nº 092-2000-SUNARP/SN de 15 de mayo del 2000, resulte el
encargado de conocer la eventual apelación a su denegatoria de inscripción.
5.- Cabe precisar, que en este artículo se ha utilizado el término “competencia territorial”,
teniendo en cuenta que, fundamentalmente, es el criterio de ubicación geográfica el que determina
la competencia del Tribunal Registral respectivo. Sin embargo, ello no siempre resultará exacto,
puesto que para los actos de diversos Registros, sin importar de donde provenga “territorialmente”
la apelación, se ha establecido la competencia del Tribunal Registral del Centro. Así, por ejemplo,
en el caso de los recursos de apelación referidos a actos y derechos inscribibles en el Registro
Público de Minería. En tal sentido, entendemos que el término “territorial” debe ser entendido en
sentido amplio, como alusión a la competencia del Tribunal que corresponda, para conocer la
eventual apelación que pudiera ser interpuesta por el interesado.
Sin embargo, resulta evidente que no resultaría lógico ni coherente con la finalidad de la
existencia de precedentes de observancia obligatoria, que a nivel nacional existan
pronunciamientos diferentes de los diversos Tribunales Registrales, más aún cuando se refieran al
sentido de normas generales de aplicación general en todo el territorio de la República. La
SUNARP se encuentra en la obligación de supervisar la coherencia de los pronunciamientos que
expidan dichos Tribunales, a los efectos que, de verificarse la existencia de pronunciamientos
contradictorios, dictar la Resolución pertinente, que interprete con carácter general y a nivel
nacional, la aplicación de la norma correspondiente.
6.- También son materia de regulación los hechos que pueden determinar que un precedente
de observancia obligatoria pierda tal calidad, habiéndose previsto los siguientes:
a) Que la interpretación sea modificada por el mismo órgano (Tribunal Registral) mediante
Resolución debidamente motivada; o,
b) Que la interpretación sea modificada por mandato judicial firme y vinculante.
Respecto al primer supuesto, este resulta evidente, siendo innecesaria la alusión a su
motivación, que es común a toda resolución que dicte el Tribunal Registral, conforme al artículo 6º
de la LPAG. Lo que quiere aludirse, es que la nueva resolución que expida el Tribunal Registral,
deberá referirse expresamente al criterio interpretativo que se pretende modificar, estableciendo en
su texto los motivos que determinan la nueva interpretación efectuada por el mismo órgano.
En relación al segundo supuesto, se ha tratado de lograr una mayor claridad respecto a qué
clase de pronunciamientos del órgano jurisdiccional pueden dar lugar a la modificación del
precedente jurisprudencial establecido por el Tribunal Registral. Para tal efecto, la resolución que
contenga interpretación distinta, no sólo deberá ser firme (consentida o ejecutoriada), sino que
deberá tener carácter vinculante. En tal sentido, en el ordenamiento procesal civil sólo tendrán tal
característica las sentencias casatorias que establezcan “doctrina jurisprudencial”, adoptadas en el
pleno casatorio previsto en el artículo 400º del Código Procesal Civil. Esta previsión busca que la
interpretación establecida por el Tribunal Registral no pueda considerarse modificada por una sola
decisión jurisdiccional, que obedezca a la especial interpretación del juez o sala que resuelve el
caso particularmente planteado, en la medida que es frecuente encontrar pronunciamientos
jurisprudenciales, aun expedidos por la misma autoridad jurisdiccional, que resultan contradictorios.
Finalmente, existe un supuesto que sin ser necesario que se enuncie expresamente, implicaría
de manera inmediata la modificación del precedente obligatorio, que es precisamente la
modificación de las normas que dieron lugar a la decisión adoptada por el Tribunal Registral. A este
respecto, se encuentran comprendidas dentro de tal supuesto, las Resoluciones que expida el
Directorio de la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos, conforme al inciso b) del
artículo 12º del Estatuto de la SUNARP.
7.- Quizás la más importante innovación respecto a las resoluciones que expidan los Tribunales
Registrales, es la exigencia que las resoluciones que constituyan precedentes de observancia
obligatoria, “deberán precisar el criterio de observancia obligatoria de manera expresa y se
publicarán en el Diario Oficial El Peruano”.
A través de largos años de expedición de jurisprudencia registral se ha podido apreciar que, al
no constar expresamente en las Resoluciones la determinación de su carácter de precedente
obligatorio, los distintos operadores jurídicos vinculados con la calificación registral no encontraban
claridad suficiente para determinar (indubitablemente) la calidad de precedente obligatorio ni,
menos aún, el sentido específico de la interpretación establecida por el Tribunal Registral.
Consecuentemente, atendiendo a la existencia de cientos de Resoluciones expedidas por los
Tribunales Registrales, la ubicación de un precedente de observancia obligatoria se tornaba en una
labor sumamente difícil, más aún teniendo en cuenta que muchas resoluciones, a los efectos de
resolver el caso concreto, se pronunciaban sobre distintos aspectos y normas referidos al acto o
derecho inscribible, sin poder distinguirse cual era la parte específica de la Resolución que
establecía una interpretación con carácter general. Todo esto queda atrás con la exigencia
establecida en este artículo, en la medida que, en la misma resolución que expida el Tribunal
Registral respectivo, deberá incluirse un artículo en el que se indique: “La presente Resolución
constituye precedente de observancia obligatoria, conforme al artículo 158º del Reglamento
General de los Registros Públicos, respecto a la interpretación del sentido de .....”. En su caso,
cuando se modifique un criterio interpretativo anterior, deberá expresarse ello en la Resolución,
indicando que: “La presente resolución modifica el criterio interpretativo establecido en la
Resolución Nº…..”
De otro lado, en relación a la necesidad de la publicación de las resoluciones que establezcan
precedentes de observancia obligatoria, es evidente que dichos precedentes deben ser conocidos
por la colectividad general, para que puedan ser utilizados, tanto por las instancias registrales de
calificación como por los solicitantes de las inscripciones. Hasta la vigencia del NRGRP, sólo se
venían publicando en el Diario Oficial El Peruano, con fines de notificación, las resoluciones que no
podían ser válidamente notificadas en el domicilio procesal del recurrente. De otro lado, la
publicación de las Resoluciones en los distintos Tomos de Jurisprudencia Registral editados por la
Oficina Registral de Lima y Callao, además de tener carácter meramente divulgativo, se efectúa en
función a una selección de resoluciones de interés general, sin considerar a la totalidad de las
resoluciones que ha expedido el Tribunal Registral de dicha Oficina. En tal sentido, con la presente
exigencia, a través de la publicación de las Resoluciones que constituyen precedentes obligatorios,
se logrará que todos los operadores jurídicos puedan conocer, de manera real y efectiva, los
criterios que deberán ser aplicados en la calificación registral de los títulos que presenten.
En lo que respecta a las Resoluciones expedidas por los Tribunales Registrales, con
anterioridad a la vigencia del NRGRP, la Comisión Revisora, al constatar que dichos
pronunciamientos no se encontraban sujetos a las exigencias de especificidad del precedente y su
publicación en el Diario Oficial, estimó pertinente la inclusión de una disposición referida a la
Jurisprudencia preexistente, que fue recogida en la Segunda Disposición Complementaria del
NRGRP.
8.- Concluyendo con los comentarios referidos al presente artículo, es pertinente precisar que
la Comisión Revisora tuvo en consideración para su formulación, lo establecido en el artículo VI del
Título Preliminar de la LPAG, que se refiere también a los precedentes administrativos de
observancia obligatoria en las distintas entidades integrantes de la Administración Pública,
adaptando sus disposiciones a las especiales características del procedimiento registral.
Debe dejarse constancia, que en la Legislación Hipotecaria española, si bien las Resoluciones
que expide la Dirección General de los Registros y del Notariado, resolviendo en última instancia
las apelaciones contra los autos presidenciales en el recurso gubernativo, tienen importantísimo
valor doctrinal, no constituyen precedentes de observancia obligatoria. Así lo precisa Díez-Picazo,
al señalar que: “Como órgano de administración voluntaria, la Dirección General resuelve
problemas de derecho al solo efecto de inscribir, suspender o denegar el asiento solicitado. Mas al
versar sobre materias de derecho civil e hipotecario sus decisiones dado el valor científico y
doctrinal que las mismas poseen, puede parecer que surge una doble soberanía jurídica y un cierto
conflicto entre la DGR (Dirección General de los Registros y el Notariado) y el TS (Tribunal
Supremo). Ello sólo ocurre en apariencia, porque en realidad ambos organismos se mueven en dos
campos distintos, perfectamente diferenciados y compatibles. La opinión de la DGR tiene un gran
valor doctrinal, ya que fija criterios respecto de la aplicación del Derecho Inmobiliario, pero la única
y verdadera jurisprudencia es del TS. Las decisiones de la Dirección General no constituyen fuente
directa ni indirecta del derecho, lo cual no es obstáculo para reconocerles, como hemos hecho,
valor científico y doctrinal”.(248)
 JURISPRUDENCIA
Res. Nº 421-98-ORLC/TR de fecha 12-11-98 Tomo VII, fojas 333 “.. Que, sobre el último extremo
de la observación referido a las anteriores inscripciones efectuadas por la Registradora del Registro de
Sucesiones Intestadas, en casos aparentemente similares y que contrario a calificación efectuada al
título submateria fueron inscritos, se debe señalar que, adicionalmente a lo sostenido por la
Registradora, respecto a la existencia de circunstancias diferentes que determinaron pronunciamientos
distintos, dichos criterios no tienen carácter vinculante, y en todo caso, los Registradores dentro de la
autonomía en sus funciones establecidos en el artículo 3º inciso a) de la Ley Nº 26366, podrían
modificar su criterio siempre que este se encuentre ajustado a las normas respectivas..”
Res. Nº 343-98-ORLC/TR de fecha 30-09-98 Tomo VII, fojas 355 “.. De conformidad con la
autonomía en el ejercicio funcional reconocida a los Registradores Públicos, en el artículo 3º de la Ley
Nº 26366 (“Ley de Creación del Sistema Nacional de los Registros Públicos y de la Superintendencia
Nacional de los Registros Públicos”), el referido funcionario público tiene la facultad –bajo su
responsabilidad– de inscribir u observar el título según lo encuentre o no arreglado a su derecho; la
inscripción efectuada por un Registrador Público en el ejercicio de sus funciones no vincula a los demás
registradores, salvo se trate de precedentes vinculantes aprobados por el Tribunal Registral...”

ARTÍCULO 159º.- PLAZO DE EXPEDICIÓN DE LA RESOLUCIÓN


El plazo de expedición de la resolución será de treinta (30) días contados a
partir del ingreso del expediente a la Secretaría del Tribunal Registral, salvo
causas debidamente justificadas.
ANTECEDENTES
Artículo I del TP del ARGRP
Artículo 155º del Anteproyecto
Artículo 159º del Proyecto
Artículo 113º del RH
CONCORDANCIAS
Artículos 55.7º, 131.3º y 207.2º de la LPAG
Artículo 66º del RIRPU

 Comentario
1.- Ni en el ARGRP ni en ninguna norma registral se establecía un plazo en el cual el Tribunal
Registral debiera expedir la Resolución que atendiera el recurso de apelación planteado. Es recién
en el Anteproyecto que se consideró la necesidad de establecer un plazo para tal efecto,
proponiéndose un plazo de 45 días contados a partir de su ingreso a la Secretaría del Tribunal
Registral. La Comisión Revisora, en el Proyecto del NRGRP mantuvo igual formulación, siendo que
el Directorio de la SUNARP redujo el mismo a 30 días, plazo que es el fijado en el presente
artículo.
2.- Las consideraciones que motivaron el establecimiento de un plazo para tal efecto, se
sustentaron en la evidente necesidad que exista celeridad en la decisión definitiva respecto a la
inscripción de un título presentado al Registro. Sería inútil el establecimiento de plazos perentorios
para la calificación en primera instancia, si no se incluyesen similares previsiones respecto a la
segunda instancia registral. De otro modo, el derecho de apelación, si bien existente se encontraría
sumamente recortado, en la medida que no se garantizaría a los recurrentes un plazo exigible para
la resolución del recurso, lo que (en muchas ocasiones), desalentaría la posibilidad de recurrir ante
el Tribunal Registral, dada la incertidumbre de una atención dentro de términos razonables y
perfectamente previsibles. Más aún, si bien el procedimiento registral es uno de naturaleza
especial, no puede dejar de tenerse en cuenta que la aplicación supletoria del principio de
celeridad establecido en el numeral 1.9 del artículo IV del Título Preliminar de la LPAG, conlleva la
exigencia de “alcanzar una decisión en tiempo razonable”, a la cual no puede sustraerse ningún
organismo administrativo, aun aquellos en que se desarrollan procedimientos especiales (como es
el caso del procedimiento registral).
3.- Puede notarse, que si bien el NRGRP ha tomado el mismo plazo que establece el artículo
207.2º de la LPAG para la resolución de los recursos administrativos, dicho plazo no se computa
desde la fecha de interposición del recurso, sino que se toma como base de su cómputo la fecha
de ingreso del expediente a la Secretaría del Tribunal Registral, es decir, desde la fecha en que el
expediente es elevado por el Registrador, previa admisión por la Oficina de Trámite Documentario,
anexión de los antecedentes y extensión de las anotaciones de apelación respectivas.
Dentro de dicho plazo deberá actuarse tanto el informe oral (si es solicitado en el término legal
por la parte interesada), como formularse las ponencias respectivas, debate por la Sala,
aprobación de la ponencia y expedición de la Resolución. Nótese que el artículo no exige que la
Resolución sea notificada dentro del plazo de 30 días, sino que establece que la misma deberá
“expedirse” dentro de dicho plazo. En todo caso, consideramos aplicable tanto el plazo máximo de
notificación previsto en el artículo 24º de la LPAG (5 días a partir del acto que se notifique) y las
formalidades establecidas en los artículos 20º, 21º y 23º de la LPAG.
Casi resulta innecesario, pero es conveniente recordarlo, que los plazos antes mencionados se
cuentan por días hábiles, de la manera establecida en el artículo 4º del NRGRP.
4.- Un tema que puede suscitar discusión es la referencia a que existe una excepción a la
aplicación del plazo de expedición de resolución por parte del Tribunal Registral, debido a la frase:
“salvo causas debidamente justificadas”. Esta formulación no es exacta, puesto que personalmente
interpretamos, el plazo para la expedición de la resolución seguirá siendo el mismo ( 30 días),
siendo más bien que la alusión a “causas debidamente justificadas”, se referirá al tiempo en que,
real y efectivamente, el Tribunal Registral expide la resolución. Por tal razón, lo que se busca con
dicha expresión, es establecer que el Tribunal Registral no incurrirá en responsabilidad funcional, si
p. ej. (dada la complejidad del expediente y la necesidad de remisión de antecedentes por una
Oficina Registral ubicada en Sede distinta a aquella en que funciona el Tribunal competente) no
resulta factible expedir resolución dentro del plazo antes mencionado. Una interpretación distinta
nos llevaría a la insostenible afirmación en el sentido que las “causas debidamente justificadas”,
pueden dar lugar a una ampliación de plazo indefinida y totalmente imprevisible, supuesto que
desvirtuaría totalmente el establecimiento de plazo alguno.
5.- Concurrentemente, es oportuno indicar, que en caso que el Tribunal Registral no expida
Resolución dentro del plazo de 30 días antes mencionado, dicha circunstancia no afectará en
modo alguno la prórroga de la vigencia del asiento de presentación respectivo, habida cuenta que
la misma continuará hasta que produzcan alguno de los supuestos establecidos en el artículo 28º
inciso a) del NRGRP.
Lo que no resulta claro, ni cuenta con previsión alguna en el NRGRP, es la posibilidad que el
incumplimiento del plazo referido pueda dar lugar a la aplicación supletoria del silencio
administrativo negativo conforme a los artículos 34º y 215º de la LAPG. En principio, sin perjuicio
de la formulación contenida en el numeral 34.1.4 del artículo 34º de la LPAG, hemos considerado
que en la calificación en primera instancia registral no existe la posibilidad efectiva de la aplicación
de dicho silencio administrativo negativo, no obstante lo cual, no encontramos iguales razones
respecto a los supuestos de incumplimiento del plazo de resolución en segunda instancia, que no
tiene características especiales, que pudieran descartar la aplicación de dicho silencio, para
habilitar la posibilidad de recurrir al proceso contencioso-administrativo conforme al literal b) del
numeral 218.2 del artículo 218º de la LPAG. Quizás podría sostenerse que la redacción “salvo
causas debidamente justificadas” permitiría descartar la aplicación de dicho silencio administrativo
negativo, no obstante lo cual consideramos que la correcta interpretación de este punto resulta
discutible, por lo que será el propio Tribunal Registral, o, finalmente el órgano jurisdiccional, los que
podrán establecer una determinación definitiva al respecto.
CAPÍTULO IV
EJECUCIÓN DE RESOLUCIONES

ARTÍCULO 160º.- RESOLUCIÓN QUE ORDENA LA INSCRIPCIÓN


Cuando el Tribunal Registral ordene la inscripción del título y los derechos
registrales se encuentren íntegramente pagados, el Registrador procederá a
extender los asientos respectivos, en un plazo de dos (2) días.
Por excepción, tratándose de asientos cuya complejidad y amplitud no
permitan su extensión inmediata, el registrador tendrá un plazo de diez (10)
días desde la recepción de la resolución para efectuar la inscripción.
ANTECEDENTES
Artículo 147º del ARGRP
Artículo 157º del Anteproyecto
Artículo 160º del Proyecto
CONCORDANCIAS
Artículos 47º y 156º del NRGRP

 Comentario
1.- El presente Capítulo tiene como antecedente el artículo 147º del ARGRP, que contenía en
su texto un término adicional de 20 días, computados a partir de la notificación de la resolución que
atendía el recurso, para gestionar la inscripción, y eventualmente subsanar las observaciones que
pudieran persistir, disponiéndose que, vencido dicho plazo adicional caducaba el asiento de
presentación respectivo. Como puede apreciarse, la reglamentación abrogada no contenía
disposiciones específicas respecto a los casos en que era necesario el pago del mayor derecho
registral, los supuestos de inadmisibilidad e improcedencia ni la relación de este plazo adicional
con el establecido por el artículo 146º del mismo ARGRP, referido a los casos en que se planteaba
una acción judicial contra lo resuelto en última instancia administrativa. Dicha falta de regulación
específica ha tratado de ser resuelta con los artículos contenidos en el presente Capítulo, en el
cual sí se contemplan los supuestos antes mencionados, teniendo directa relación con lo
establecido en el artículo 28º inciso a) del NRGRP, que precisamente relaciona la continuidad de la
prórroga automática de la vigencia del asiento de presentación respectivo, a los casos establecidos
en el presente Capítulo, que desarrollaremos a continuación.
2.- Con relación al presente artículo, el mismo se refiere a aquellos títulos en que el Tribunal
Registral ordene la inscripción respectiva, vale decir, que no existan defectos ni pago de mayor
derecho a ser efectuado por parte del solicitante de la inscripción respectiva. En esta situación, la
ejecución de la resolución corresponde exclusivamente al Registrador competente, que debe ser
notificado por el Tribunal Registral para los efectos que extienda la inscripción, en un plazo de dos
días, obviamente computados a partir de la fecha en que recibe la resolución expedida por el
Tribunal Registral acompañada del título y todos sus antecedentes. Este artículo no tenía
antecedente en el Anteproyecto, siendo más bien introducido por la Comisión Revisora como
artículo 160º del Proyecto.
Sin embargo, no obstante que lo óptimo sea que los asientos respectivos se extiendan dentro
de los dos días antes indicados, no puede dejar de tenerse en cuenta la existencia de supuestos
excepcionales en los que “su amplitud o complejidad” implicará un plazo mayor para practicar su
extensión, como podría ocurrir en una independización de unidades sujetas al régimen de unidades
inmobiliarias de dominio exclusivo y de dominio común, en la que la sola digitación de numerosos
asientos podría demandar más de dos días. En tal sentido, a los efectos de poder contemplar estos
supuestos, se ha establecido un plazo máximo de diez días útiles para extender los asientos
respectivos, siempre computados desde la recepción de la resolución por parte del Registrador.
3.- Al respecto, la correcta interpretación de este artículo nos plantea que la prórroga de la
vigencia será siempre de 10 días adicionales contados a partir de la recepción de la Resolución,
siendo que el plazo de dos días constituye más bien una obligación del Registrador para extender
la inscripción con la mayor brevedad posible, pero cuyo incumplimiento no tendrá incidencia en la
caducidad del asiento de presentación respectivo. Obviamente, el incumplimiento del plazo de dos
días, cuando no se trate de la extensión de numerosos asientos a ser extendidos, podrá dar lugar a
una responsabilidad del Registrador, motivada en la negligencia en el ejercicio de sus funciones.
Inclusive, si la inscripción es practicada después de los diez días contados a partir de la recepción
por el Registrador, no se producirá la caducidad del asiento de presentación, puesto que no se ha
previsto que el incumplimiento de dicho plazo conlleve la caducidad del asiento de presentación.
4.- Consecuentemente, sin perjuicio de una gravísima responsabilidad por parte del
Registrador, será válido que se extienda el asiento respectivo aun vencidos el plazo máximo y
excepcional de diez días antes señalado. Esta interpretación resulta más clara cuando se compara
el texto del artículo bajo comento con el artículo 160º del Proyecto, en el que se consideraba que
vencido el plazo de diez días caducaba la vigencia del asiento de presentación. Obviamente, al
haberse suprimido dicha previsión, se busca que la inscripción se extienda, no obstante que la
negligencia del Registrador pueda provocar una demora innecesaria, que, en todo caso sólo dará
lugar a la aplicación de la sanción disciplinaria, pero no perjudicará la inscripción del título rogado.
5.- Finalmente, cabe señalar, que atendiendo a la naturaleza del pronunciamiento del Tribunal
Registral, no es posible que una resolución que disponga la inscripción del título pueda ser
ignoraba o no acatada por el Registrador. Expedida una resolución en este sentido, el Registrador
queda obligado a extender la inscripción rogada, sin que puede evaluar la existencia de otros
defectos u obstáculos que pudieran impedirla. Como quiera que la calificación registral es también
integral en segunda instancia, no existe la posibilidad prevista en el artículo 127º del Reglamento
Hipotecario, en el sentido que el Registrador español podrá alegar defectos no comprendidos en la
calificación anterior, lo que si bien daría lugar a corrección disciplinaria para dicho Registrador,
impediría la inscripción del título, aunque mediase resolución de la Dirección General de los
Registros y del Notariado. Dicha situación no podría ocurrir en nuestra legislación, en la que sólo
corresponde al Registrador inscribir lo dispuesto por el Tribunal Registral.

ARTÍCULO 161º.- PLAZO PARA EL REINTEGRO DE DERECHOS REGISTRALES


Si los derechos registrales no se encuentran íntegramente pagados, el
interesado tendrá (10) días, contados desde la notificación del requerimiento
realizado por el Registrador, para cumplir con el reintegro respectivo.
Efectuado el reintegro, el Registrador tendrá cinco (5) días para extender los
asientos de inscripción. Si no se hubiera efectuado el reintegro dentro de los
diez días señalados, caducará la vigencia del asiento de presentación.
Los plazos señalados en el párrafo anterior, también se aplicarán para el
reintegro de derechos registrales cuando habiéndose efectuado la apelación
respecto de la liquidación efectuada por el Registrador, el Tribunal Registral
ordene el pago de un mayor derecho.
ANTECEDENTES
Artículo 145º del ARGRP
Artículo 156º del Anteproyecto
Artículo 160º del Proyecto
CONCORDANCIAS
Artículos 55.7º y 131.3º de la LPAG
Artículos 25º, 28º inciso a), 41º y 156º del NRGRP

 Comentario
1.- En este artículo, a diferencia del anterior, se consideran dos supuestos, en los que debe
mediar una actuación del interesado, a los efectos que pueda inscribirse el título, una vez expedida
la resolución correspondiente por parte del Tribunal Registral. Estos dos supuestos serían:
a) Que la resolución del Tribunal revoca todas las observaciones (o eventualmente las tachas)
que se hayan planteado a la inscripción del título materia de alzada. Sin embargo, los derechos
registrales no se encuentran totalmente cancelados.
b) Que la resolución del Tribunal se refiera a una apelación contra la liquidación de derechos
registrales planteada por el Registrador, siendo que en dicha Resolución se dispone, bien por
confirmar la liquidación del Registrador o bien por determinar el Tribunal un monto aún no
pagado, que debe efectuarse un pago de mayor derecho. Téngase presente que la existencia
de una liquidación implica que no existen defectos u obstáculos para la inscripción del título
rogado.
En ambos casos, una vez expedida la Resolución por el Tribunal Registral, éste la remitirá al
Registrador, quien procederá a notificar al interesado, a los efectos que dentro de los diez días
siguientes de dicha notificación, cumpla con abonar el reintegro de derechos registrales pendientes
de pago. De no efectuarse el pago respectivo dentro de los diez días antes mencionados, caducará
la vigencia del asiento de presentación respectivo, procediendo la tacha del título respectivo.
2.- Una vez efectuado el reintegro de los derechos registrales, el Registrador cuenta con un
plazo de 5 días para extender los asientos de inscripción respectivos. Lo que quiere decir que si el
pago de los derechos es efectuado a los dos días de recepcionada la notificación del Registrador,
éste tendrá 5 días contados a partir del pago para efectuar la inscripción solicitada.
3.- Consecuentemente, el plazo de 5 días es un plazo exclusivamente destinado a la actuación
del Registrador, destinado a evitar que no se produzcan situaciones en que, dado que el pago se
efectuó de manera tardía, casi no existía un término razonable para extender los asientos
respectivos. Por ello, este plazo de 05 días no puede ser utilizado por el interesado para pago
alguno, puesto que sino lo hizo dentro de los 10 días contados a partir de la notificación de la
liquidación por parte del Registrador, ya no podrá efectuar el pago respectivo, en la medida que se
producirá la “caducidad de la vigencia del asiento de presentación”. Por tanto, en este caso
tampoco existiría un plazo de 5 días para extender los asientos.
De otro lado, es pertinente precisar que en caso que el Registrador exceda el plazo de 5 días
con que cuenta para extender los asientos respectivos, si bien se incurrirá en causales de
responsabilidad funcional, el NRGRP no ha previsto la pérdida de vigencia del título.
4.- Finalmente, es pertinente precisar que el plazo de diez días para efectuar el pago del mayor
derecho, se computa no desde la fecha en que el Tribunal Registral notifica al interesado de la
Resolución, sino desde la fecha en que el Registrador le comunica la liquidación de mayor
derecho, en ejecución de la Resolución expedida por la Segunda Instancia Registral. Esto es
correcto, puesto que supera el inconveniente generado por la aplicación literal del artículo 147º del
ARGRP, bajo cuyos alcances el plazo de pago para la liquidación se computaba desde la fecha de
notificación de la resolución del Tribunal Registral, lo que resultaba incorrecto en la medida que al
no haberse aún remitido el expediente al Registrador ni éste formulado la liquidación, no era
factible materialmente el pago del mayor derecho liquidado, no obstante lo cual se consideraban
dichos días en el cómputo de los veinte establecidos por el ARGRP para “gestionar la inscripción”.

ARTÍCULO 162º.- PLAZO PARA SUBSANAR NUEVOS DEFECTOS U OBSTÁCULOS


Cuando el Tribunal Registral confirme la observación u observaciones
formuladas por el Registrador, o al revocarlas advierta nuevos defectos
subsanables u obstáculos que emanen de la partida, el interesado tendrá
quince (15) días, contados desde la notificación de la resolución respectiva,
para cumplir con subsanar dichos defectos u obstáculos y, en su caso,
efectuar el pago del mayor derecho. Cumplido dicho requerimiento, el
Registrador tendrá cinco (5) días para extender los asientos de inscripción.
En el caso de no haberse subsanado las deficiencias advertidas o no haberse
pagado el reintegro respectivo dentro de los quince días a que se refiere el
párrafo anterior, los documentos integrantes del título presentado se pondrán
a disposición del interesado, quien podrá retirarlos bajo cargo, sin perjuicio
de lo dispuesto por el Artículo 164º de este Reglamento.
ANTECEDENTES
Artículo 147º del ARGRP
Artículo 156º del Anteproyecto
Artículo 162º del Proyecto
CONCORDANCIAS
Artículos 55.7º y 131.3º de la LPAG
Artículos 40º, 41º, 156º y 164º del NRGRP

 Comentario
1.- Este artículo tiene como antecedente directo el artículo 147º del ARGRP, que establecía un
plazo de veinte días desde la notificación de la resolución del Tribunal Registral para “gestionar la
inscripción, subsanando cualquier defecto que se hubiera encontrado”, vencido el cual caducaba el
asiento de presentación.
En el presente artículo, la Resolución del Tribunal Registral que dé lugar a su aplicación, puede
contener los siguientes pronunciamientos:
a) Confirmar total o parcialmente las observaciones planteadas por el Registrador.
b) Revocar totalmente las observaciones del Registrador, pero establecer la existencia de nuevos
defectos u obstáculos subsanables (observaciones).
c) Sustituir una tacha por una observación.
d) Revocar una liquidación pero formular nuevas observaciones.
En tal sentido, la sumilla del presente artículo es incorrecta, en la medida que no se trataría
siempre de “nuevos defectos u obstáculos”, sino que deberá referirse a “Plazo para subsanar
defectos u obstáculos” (pues no necesariamente serán nuevos sino también los advertidos por el
Registrador y confirmados por el Tribunal).
2.- En todos estos casos, se otorga al interesado un plazo de 15 días contados A PARTIR DE
LA NOTIFICACIÓN DE LA RESOLUCIÓN RESPECTIVA, tanto para subsanar los defectos u
obstáculos, como para (de ser el caso), efectuar el pago de mayor derecho respectivo.
Téngase en cuenta que, a diferencia del artículo precedente, el cómputo del plazo para la
subsanación se computa a partir de la fecha en la que se notifica la Resolución del Tribunal
Registral, y no a partir del requerimiento de subsanación por parte del Registrador. Esto, es
evidentemente inconveniente, puesto que el Tribunal Registral remite la resolución al Registrador
sólo después de la notificación al interesado, lo que puede generar la existencia de varios días en
que el interesado, no obstante haber sido notificado de la Resolución del Tribunal, no podrá de
manera efectiva proceder a la inmediata subsanación de la observación, por no encontrarse el
expediente en poder del Registrador. Por ello, es importante que no exista demora en la remisión
del expediente al Registrador respectivo.
3.- La característica especial de esta subsanación de defectos u obstáculos está dada por el
hecho que la calificación de la validez de la subsanación se encontrará exclusivamente librada a la
decisión del Registrador, en la medida que como se ha establecido en el artículo 142º del NRGRP,
no puede interponerse una segunda apelación dentro del mismo procedimiento registral. De tal
manera, de considerar el Registrador que la subsanación de los defectos u obstáculos objeto de
pronunciamiento por el Tribunal Registral, no es correcta o suficiente, no existirá ninguna instancia
registral diferente ante la cual pueda solicitarse la revisión de dicha calificación.
4.- Luego, de ser el caso que el Registrador estime que la subsanación es pertinente para dejar
sin efecto los obstáculos o defectos existentes, deberá procederse de la siguiente manera:
a) En el supuesto que la totalidad de derechos registrales se encuentren pagados, procederá a
extender los asientos de inscripción respectivos.
b) En el supuesto de existir un monto a ser liquidado, deberá formular la liquidación respectiva.
Expedida la liquidación y efectuado el pago del mayor derecho, recién procederá la extensión
de los asientos registrales correspondientes.
5.- Consecuentemente, la subsanación por el interesado y la eventual liquidación y pago del
mayor derecho liquidado deberá ser efectuado dentro de los 15 días de recibida la notificación de
la Resolución del Tribunal Registral. En este caso, como quiera que se trata de casos sujetos a la
nueva calificación del Registrador, entendemos que siempre el interesado contará con dicho plazo
para efectuar las acciones que le correspondan. De igual modo, el Registrador deberá actuar con
la debida diligencia y celeridad, a los efectos de (especialmente en los títulos sujetos a liquidación),
permitir la total subsanación y pago de derechos, que expedite la posibilidad de su inscripción.
Finalmente, una vez subsanados todos los defectos o pagada que sea la liquidación, el
Registrador extenderá los asientos respectivos, en un plazo de 5 días, lo que guarda coherencia
con la necesidad de otorgar al Registrador un plazo razonable para practicar las inscripciones que
correspondan. Al igual que lo señalado en el comentario al artículo 162º, si la subsanación o
eventual pago del mayor derecho se efectúa dentro de los 15 días establecidos para tal efecto, la
demora del Registrador en extender los asientos respectivos, aunque exceda a los 5 días
reglamentarios, tampoco perjudicará la vigencia del asiento ni la posibilidad de extender el asiento
correspondiente

 JURISPRUDENCIA
Res. Nº 255-97-ORLC/TR de fecha 23-06-97, Tomo VII, fojas 86 “...Que, en concordancia con lo
expuesto en los considerandos precedentes, y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 2011º del
Código Civil, el numeral IV del Título Preliminar y artículos 150º y 151º del Reglamento General de los
Registros Públicos, el título materia de alzada resultaría inscribible siempre que el recurrente subsane
los defectos advertidos dentro del plazo previsto en el artículo 147º del Reglamento General de los
Registros Públicos o se desista parcialmente de su rogación respecto a....”
Res. Nº 017-98-ORLC/TR de fecha 20-01-98, Tomo VI, fojas 12 “Que, en caso de interposición de
apelación, los interesados tendrán el término de 20 días, computado desde aquel en que se les hizo
conocer la correspondiente Resolución, para gestionar la inscripción, subsanando cualquier defecto que
se hubiera encontrado, y que vencido dicho plazo adicional, caduca el asiento de presentación...”
Res. Nº 255-98-ORLC/TR de fecha 30-07-98, Tomo VII, fojas 85 “...Que, en concordancia con lo
expuesto en los considerandos precedentes y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 2011º del
Código Civil, el numeral IV del Título Preliminar y artículos 150º y 151º del Reglamento General de los
Registros Públicos, el título materia de alzada resultaría inscribible siempre que el recurrente subsane
los defectos advertidos dentro del plazo previsto en el artículo 147º del Reglamento General de los
Registros Públicos o se desista parcialmente de su rogación respecto a...”
Res. Nº 235-98-ORLC/TR de fecha 24-06-98, Tomo VI, fojas 88 “... Cuando la resolución que
resuelve el recurso de apelación interpuesto no disponga la inscripción del título materia de alzada, se
efectuara la notificación del mismo al Registrador Público para que éste si fuera el caso, proceda a
efectuar la correspondiente observación a fin de que el interesado subsane cualquier defecto advertido
en un plazo de 20 días hábiles de notificada dicha resolución.
Que, se puede colegir entonces que el plazo de 20 días hábiles a que se refiere el considerando
que antecede no se aplica automáticamente a todos los títulos apelados, resueltos por el Tribunal
Registral, dado que su procedencia se restringe sólo a aquellos supuestos en los que, efectivamente
existan defectos o deficiencias advertidas por esta instancia y que puedan ser subsanados dentro de
dicho plazo, o sea posible expeditar la inscripción mediante la adecuación de la rogatoria, el pago de
derechos registrales que devenguen o situaciones similares...”

ARTÍCULO 163º.- VIGENCIA DEL ASIENTO DE PRESENTACIÓN EN CASO DE


INADMISIBILIDAD O IMPROCEDENCIA DEL RECURSO
Si la resolución declara la inadmisibilidad o improcedencia del recurso, el
asiento de presentación se mantendrá vigente para los efectos previstos en
el artículo siguiente.
ANTECEDENTES
Artículo 146º del ARGRP
Artículo 158º del Anteproyecto
Artículo 163º del Proyecto
CONCORDANCIAS
Artículos 158º y 162º del NRGRP

 Comentario
1.- Una de las mayores dificultades existentes durante la vigencia de la reglamentación anterior
se derivó de la existencia de diversos criterios referidos a la actuación que debía efectuar el
Registrador en caso que el Tribunal Registral declarase inadmisible o improcedente el recurso
planteado. Así, algunos sostenían que en esos supuestos, no existiendo un recurso de apelación
válidamente interpuesto, sólo cabría la tacha del mismo. Otros, estimaban que, excepto el caso
que la apelación se hubiera planteado fuera de la vigencia del asiento de presentación, el título se
encontraba sujeto a la eventual subsanación dentro de los 20 días de su notificación, conforme al
artículo 147º del NRGRP. Finalmente, otras opiniones se inclinaban por la opción de mantener su
vigencia sólo para los efectos de permitir la eventual impugnación judicial de lo Resuelto por el
Tribunal Registral.
2.- Como quiera que el ARGRP no tenía norma que directa o indirectamente regulase el
supuesto planteado, el artículo 158º del Anteproyecto, cuya redacción fue modificada en el artículo
163º del Proyecto, se inclinó por la opción finalmente reconocida por el artículo bajo comento: el
asiento se mantiene vigente pero sólo para los efectos de la interposición de la demanda
contenciosa administrativa, prevista en el artículo 164º del NRGRP. De ello se desprende que no
será posible subsanación alguna ni devolución de documentos al interesado, durante el plazo
establecido para la interposición de la citada demanda, que es de 45 días contados a partir de la
notificación al interesado.
3.- Un tema que merecería especial atención sería aquel en que el Tribunal Registral declare
improcedente un recurso de apelación por haberse interpuesto vencido el término de vigencia del
asiento de presentación. En tal caso, la declaración de improcedencia podría entenderse como
causal suficiente para su tacha inmediata, pero no se ha optado por dicha alternativa, en la medida
que se ha tenido en cuenta que siempre existiría la posibilidad que el interesado impugne de dicha
Resolución ante el órgano jurisdiccional y que, eventualmente, se admita dicha acción judicial. Por
tal razón, sólo se ha establecido la continuidad de la vigencia del asiento, no para fines de
subsanación o pago de mayor derecho, sino sólo para los efectos de permitir la eventual anotación
de la demanda respectiva. En este orden de ideas, se estaría castigando al interesado que formuló
un recurso viciado, que perdería la posibilidad de una eventual subsanación posterior a la
resolución que declare su inadmisibilidad o improcedencia.
 JURISPRUDENCIA
Res. Nº 143-98-ORLC/TR de fecha 31-03-98, Tomo VI, fojas 33 “... Declarar inadmisible por
extemporáneo el Recurso de apelación interpuesto contra la observación formulada...”

ARTÍCULO 164º.- VIGENCIA DEL ASIENTO DE PRESENTACIÓN PARA LA INTERPOSICIÓN


DE DEMANDA CONTENCIOSO ADMINISTRATIVA
En los casos en los que proceda la interposición de demanda contencioso
administrativa contra resoluciones del Tribunal Registral, el asiento de
presentación se mantendrá vigente por el plazo de cuarenticinco días
contados desde la notificación de la resolución al interesado, para permitir
únicamente la anotación de la demanda correspondiente.
Anotada la demanda o vencido el plazo señalado en el párrafo precedente,
caduca el asiento de presentación del título que fue materia de apelación y se
procederá a efectuar la tacha respectiva sin perjuicio que, de ampararse la
demanda, los efectos de la inscripción que se realice se retrotraerán a la
fecha del asiento de presentación del título apelado.
Vencido el plazo, sin que se hubiere efectuado anotación de demanda alguna,
el Registrador procederá a levantar la anotación de apelación.
ANTECEDENTES
Artículo 145º del ARGRP
Artículo 158º del Anteproyecto
Artículo 164º del Proyecto
Artículo 66º de la LH
CONCORDANCIAS
Artículos 11º, 57º, 212º y 218º de la LPAG
Artículo 68º del RIRPU
Artículo 3º del NRGRP

 Comentario
1.- El presente artículo tiene como antecedentes: el artículo 158º del ARGRP que establecía la
posibilidad de impugnación de lo resuelto por la Junta de Vigilancia (entonces última instancia
registral) ante el Poder Judicial; el inciso c) del artículo 145º del ARGRP; y, el artículo 146º del
mismo Reglamento, en el que se establecía un plazo de 30 días de notificada la Resolución para
plantear la demanda respectiva y solicitar su anotación en el Registro, precisando que vencido
dicho plazo o anotada la demanda, caducaba el asiento de presentación.
La redacción antes mencionada, dio lugar a diversas interpretaciones, toda vez que el artículo
147º del ARGRP establecía un plazo de 20 días contados a partir de la misma notificación, para
gestionar la inscripción (subsanando los defectos existentes), precisando que vencido dicho plazo
caducaba el asiento de presentación. Consecuentemente, se preveían dos supuestos de
caducidad del asiento de presentación: el primero, que se producía al vencimiento del plazo de
veinte días de la notificación y el segundo que ocurría al vencimiento del plazo de 30 días contados
a partir de dicha notificación. Al respecto, la Jurisprudencia Registral interpretó que el vencimiento
del plazo de 20 días se refería a la caducidad del asiento de presentación para fines de
subsanación (o eventualmente liquidación del título presentado), mientras que los 30 días eran un
plazo destinado a la anotación de la demanda de impugnación judicial, por lo que vencido el plazo
de 20 días, si bien todavía no debía producirse la tacha del título, sólo cabría ya la interposición de
la acción contenciosa administrativa respectiva.
2.- Luego, el Tribunal Registral, durante la vigencia del ARGRP, interpretó que el plazo de 30
días para interponer la demanda ante el órgano jurisdiccional y anotar la misma, había sido
tácitamente ampliado, teniendo en cuenta que el inciso 3) del artículo 541º del Código Procesal
Civil, estableció un plazo de 3 meses para interponer la respectiva demanda contenciosa
administrativa. En tal sentido, la jurisprudencia registral consideró que durante los citados 3 meses
era factible tanto plantear la demanda contenciosa administrativa, como también anotar la
demanda, preservando la prioridad registral del título objeto de impugnación. Este criterio,
equiparaba el plazo de interposición legal de la acción con el plazo para su anotación respectiva,
produciéndose, recién a los 3 meses, la caducidad de la vigencia del asiento de presentación.
3.- Posteriormente, con la modificación establecida por la Ley Nº 27352, se modificó el plazo de
interposición de la acción contenciosa administrativa previsto en el inciso 3) del artículo 541º del
Código Procesal Civil, reduciendo el mismo a 30 días contados desde la notificación o la
publicación de la resolución impugnada. En este orden de ideas, existía una identidad entre el
plazo de interposición de la demanda con el plazo para su anotación establecido por el artículo
147º del ARGRP.
4.- Sin embargo, no dejaba de ser claro para la Comisión Revisora que el plazo de 30 días
hábiles era manifiestamente insuficiente, toda vez que la redacción del artículo 147º antes
mencionado, no sólo exigía que durante dicho plazo fuera presentada la demanda ante el órgano
jurisdiccional, sino que también se solicitara y obtuviera la medida cautelar de anotación de la
demanda y se presentara el parte judicial respectivo ante el Registro correspondiente. Por
consiguiente, se consideró que el plazo de 30 días debía ser ampliado, puesto que la normal
lentitud en la admisión de una demanda, frecuentemente podía superar dicho plazo. De otro lado,
se tuvo en cuenta que no tenía por que equipararse el plazo de interposición de la demanda al de
la presentación ante el Registro de la anotación de la misma.
5.- Bajo tal contexto, en el primer párrafo del artículo 164º se ha previsto que se mantenga
vigente el asiento de presentación respectivo, por 45 días adicionales, contados a partir de la
notificación de la resolución respectiva, SÓLO A LOS EFECTOS DE PERMITIR LA ANOTACIÓN
DE LA DEMANDA RESPECTIVA. Consecuentemente, este plazo no podrá ser utilizado para los
fines de subsanación de defectos o el pago del mayor derecho liquidado, puesto que el plazo
respectivo vencerá dentro de los términos establecidos en los artículos 161º y 162º del NRGRP.
6.- En cuanto atañe al segundo párrafo del artículo bajo comento, se ha previsto que bien se
anote la demanda respectiva dentro del plazo adicional antes mencionado, o, bien vencido el plazo
sin que se produzca dicha anotación, CADUCARÁ LA VIGENCIA DEL ASIENTO DE
PRESENTACIÓN correspondiente.
Este párrafo es sumamente claro, puesto que, en concordancia con el artículo 28º inciso a) del
NRGRP, se establece con precisión que la anotación de la demanda dentro del plazo de 45 días
antes mencionado, NO IMPLICA QUE CONTINÚE LA VIGENCIA DEL ASIENTO DE
PRESENTACIÓN DEL TÍTULO CORRESPONDIENTE, sino que de ampararse la demanda, los
efectos de la inscripción se retrotraerán no a la fecha de anotación de la demanda (o de la
presentación de dicha anotación) sino más bien a la fecha del asiento de presentación del título
que fue objeto de la impugnación resuelta por el Tribunal Registral. Por consiguiente, la
característica principal de dicha anotación en esta reglamentación es que la misma no impedirá la
extensión de inscripciones de títulos compatibles o incompatibles posteriores, sin perjuicio que la
retroprioridad generada por la anotación de demanda podría permitir su inoponibilidad, en caso que
el órgano jurisdiccional disponga la inscripción respectiva.
Obviamente, en caso que la anotación de demanda sea presentada después del vencimiento
del plazo de 45 días, esta podría registrarse, pero su retroprioridad sólo se referirá a su asiento de
presentación, mas no así al del título materia de apelación, que ya se encontraría tachado, no
pudiendo recobrar una vigencia ya caduca.
7.- Finalmente, con lo que concluye en definitiva el trámite del recurso de apelación, de no
anotarse la impugnación judicial dentro del plazo antes mencionado, el Registrador deberá efectuar
la anotación que declare el “levantamiento de la apelación”, lo que determina que cesen los efectos
de prioridad excluyente del título objeto de impugnación.
Entendemos, que en los casos que, conforme a lo establecido en los artículos 160º a 162º del
NRGRP se logre la inscripción del título apelado, ya no será necesario extender una anotación que
publicite la conclusión del trámite de apelación, puesto que con la inscripción ya se entiende
concluido el procedimiento registral referido a dicho título.
 JURISPRUDENCIA
Res. Nº 086-95-ORLC/TR de fecha 29-11-195, Tomo II, fojas 9 “...Que, el Tribunal Registral es el
órgano jurisdiccional de segunda y última instancia administrativa registral y conoce, en grado de
apelación, las denegatorias de inscripción y demás actos registrales en orden al artículo 5º de la Ley Nº
26366, no existiendo una Tercera Instancia Registral, por lo que contra sus decisiones sólo cabe
accionar ante el Poder Judicial acorde a lo preceptuado en el artículo 114º del T.U.O. de La Ley de
Normas Generales de Procedimientos Administrativos aprobado con D.S. Nº 02-94-JUS del 28 de enero
de 1994, no existiendo por tanto, validamente procedimiento de nulidad que ampare lo peticionado al
haberse agotado la vía administrativa conforme a la legislación de la materia...”.

(247) CABRERA YDME, Edilberto. El Procedimiento Registral en el Perú, Palestra Editores, Lima-2000, 1ª Edición, p. 325.
(248) DÍEZ-PICAZO,Luis. Op. cit.,Vol. III, p. 396.

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