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combatirlo
por: Lic. Eduardo H.
Cazabat y Lic. Cristina
Benchetrit
Introducción
Hoy todo el mundo parece estar "estressado", y en un sentido amplio del término, es así.
Todos estamos bajo presiones, ya sean familiares, sociales, laborales, profesionales,
económicas, y ante estas presiones, respondemos con stress, es decir, con una reacción
de defensa, un reflejo que predispone al cuerpo para la acción en procura de lograr una
adaptación a situaciones nuevas.
La buena noticia es que predispone a la acción, y puede llevar a tomar una nueva
perspectiva y determinación sobre las cosas. La mala noticia es que conlleva
sentimientos de desconfianza, rechazo, enojo, mal humor, irritabilidad y depresión que
se traducen en diferentes síntomas físicos que van desde los más leves hasta los fatales.
Empezando por síntomas tales como cansancio físico, contracturas musculares, manos
frías, cefaleas, pérdida o aumento del apetito, trastornos del sueño (en más o en menos),
mareos, dolor de estómago, etc. Si esto perdura, los síntomas se cronifican y así
llegamos a situaciones de gastritis, úlceras, enfermedades alérgicas, caída del cabello,
hipertensión arterial, etc.
El Stress,... mata?
Muchas cosas en la vida pueden ser estressantes: divorciarse, casarse, mudarse, cambios
en el trabajo, nacimientos, muertes, y hasta ganarse la lotería, etc. En todo caso, lo que
estressa es lo que uno interpreta como demasiado. "Demasiado" significa más allá de las
posibilidades que uno considera que posee para enfrentar la situación. "Mucho" no es
"demasiado", y esa diferencia es importante. Demasiado implica que hay cosas que no
van a poder concretarse, que van a quedar pendientes. Es típico en niveles directivos,
que haya altos niveles de stress, comúnmente asociados con mucho trabajo.
En realidad la angustia aparece porque, al haber mucho trabajo es más posible que haya
al menos una parte que no puede ser completada. Así, por ejemplo, un director de una
empresa, podría encontrarse frente a esta situación: "tengo llamados pendientes, debería
responderlos" "quedó sin resolver la propuesta que me hicieron sobre capacitación",
"debería estar haciendo el presupuesto del año que viene", "debería leer esas carpetas
que me dejaron sobre el escritorio", "cuándo voy a hacer todo esto?!".
En la otra punta, los que tienen poco trabajo o ninguno, también pueden ser víctimas del
Stress, y de nuevo el problema va a surgir cuando la falta de trabajo lleve a dejar
pendientes otras cosas, como por ejemplo, cuentas a pagar. Esto es así, no sólo en el
trabajo; como decíamos anteriormente, un nacimiento o una separación, pueden
producir Stress. En una separación, por ejemplo, lo que produce Stress es, más que que
el otro no esté, son los proyectos truncos, lo que no puedo hacerse. Lo que duele, más
que lo que falta, es lo que pudo ser y no fue. Cada uno de nosotros tiene la experiencia
de haber pasado por alguna de estas situaciones, y podría identificar qué cosa específica
de esa situación lo puso mal, y, tarde o temprano, verá que fue algo que quedó trunco
(en el caso de una separación, por ejemplo), o algo que se vivió como algo que no se
podía tolerar (como una muerte), o algo que se vivió como demasiada exigencia (como
un nacimiento) o algo que se vivió como un gran esfuerzo (como una inversión
económica). El común denominador es la situación de demasiado. A veces esa situación
se traduce en la sensación subjetiva de "esto es demasiado para mí", "esto me supera",
"no voy a poder con todo". Otras veces no lo registramos subjetivamente, pero entonces
el cuerpo anda una señal que indica el límite. En síntesis, lo que estressa no es lo mucho
o lo poco, lo malo o lo bueno, sino lo que queda pendiente.
El Stress en la vida actual, va en aumento?
Claro que sí. Hay un aumento acelerado en la información, junto con una disminución
en las posibilidades de procesamiento. Hay más de 60 canales de TV, la promesa de ver
un buen programa se ha multiplicado (junto con un descenso en la calidad promedio), y
por esta razón, uno tiene la sensación de que al ver un canal hay 59 que "se está
perdiendo". Para contrarrestar esto acudimos al zapping, y entonces ya ninguno es
suficiente como para quedarnos ahí, porque existe la promesa de otros. Y así se genera
un círculo vicioso donde probamos un poco de cada uno (que no llena) pero tampoco
llena uno por lo que podría ser otro mejor. Este ejemplo es aplicable a muchas cosas de
la vida actual: aumento en la oferta de comunicaciones, pizzerías, autos, etc. y esta es
una tendencia en aumento constante y cada vez más acelerada. Cada uno podrá
encontrar ejemplos personales de esto que finalmente, a lo que llevan es a la
insatisfacción. Hay una frase (que extrajimos de ya no sabemos cuál de todos los
materiales que recibimos a diario) que resume esta idea: "Lo mucho se vuelve poco con
solo desear un poco más". Entonces el problema está en querer más, y el mundo va cada
vez más en la dirección de "prometer más". Así como en una pareja es típico el reclamo
de "me prometió que iríamos juntos de viaje y no cumplió" por ejemplo, con el mundo
nos pasa lo mismo.
La clave es parar. Claro, Uds. dirán, "sí, muy bien, pero... cómo se hace?". Nosotros les
diríamos: "vayan a una isla con buen clima, buena compañía, buenas frutas, donde
pudieran cultivar algún vegetal, cuidar de alguien...". Estamos seguros de que esto
resulta tan tentador como imposible.
Bien, pongamos objetivos más pequeños (y esto es ya una manera de empezar a lidiar
con esto). El mundo no va a parar, quizás lo que sí podamos es parar nosotros. Y esto
significa revisar nuestras expectativas acerca de las cosas. Para lograr esto, hay muchos
caminos, y todos conducen a Roma. Pero claro, cada uno de nosotros está dispuesto a
tomar uno y no otro.
El primer paso es listar los estressores relevantes para cada uno. Ante cada estressor uno
se preguntaría: "puede ese estressor ser cambiado o debe ser tolerado?". Así entonces,
tenemos dos técnicas, según la respuesta: a) focalización en la resolución y b)
focalización en la aceptación Lo ideal es un programa que combine ambos aspectos. Así
algunas pautas generales son:
En nuestro Centro venimos trabajando desde hace ya varios años con un programa que
consiste básicamente en tres partes:
En fin, si todo esto le pareció demasiado, empiece por descartar todo aquello que le
resultó molesto, y eso ya es un buen comienzo. Ánimo, algo se puede! Si nada de esto le
gustó, y lo que quiere descartar es su vida, recuerde que el alcohol, las drogas, etc.,
están al alcance de la mano.