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Hay un término que puede ser muy relevante para lo que estamos viviendo como
civilización: wetiko. Este término es usado por los indígenas nativo americanos
(wetiko para los algonquin), windigo para los Ojibwa) para describir la forma de
pensamiento que se desarrolla entre personas que practican el canibalismo, como si
fuere el virus mental del canibalismo. Se dice que este patógeno engaña a su huésped
y lo hace creer que obtener la fuerza vital de los demás (plantas, animales, personas,
etc.) es una forma lógica y racional de existir. En otras palabras es el virus del
egoísmo, o lo que Paul Levy ha llamado en su libro , “egofrenia”, el egoísmo
intrínsecamente como una enfermedad que impide reconocer la realidad de que
vivimos en un mundo interdependiente, que toda la vida tiene el mismo valor
intrínseco y que en realidad no existimos como egos separados.
Podemos creer que wetiko es sólo una forma, más o menos supersticiosa, de imaginar
concretamente nuestro egoísmo. Pero es posible que aunque sea sólo una enfermedad
mental pueda también contagiarse y replicarse en otras personas, como sugiere la
teoría memética de Richard Dawkins. La información en cierta forma se comporta
como un organismo vivo que busca perpetuarse, lo cual logra infectando a través de
las ideas y el contenido mental (genes culturales) a otros organismos. Paul Levy
sugiere que el wetiko opera como un virus mental que esparce a través de nuestros
puntos ciegos, de la mente subconsciente, y depende de nuestra propia ignorancia de
lo que está sucediendo, es decir, de no ver que estamos siendo arrastrados por la
importancia personal o la egofrenia.
Levy compara el wetiko con el concepto de la Prisión de Hierro Negro del escritor
Philip K. Dick. En sus visiones gnósticas Dick notó que “estamos en un tipo de prisión
pero no lo sabemos”. Darnos cuenta de que estamos encerrados en una prisión que
existe una especie de simulación generada por nuestra propia mente (infecta por un
agente patógeno, “un falsificador del espíritu”) que se superpone a la realidad. “La
Prisión de Hierro Negro es una vasta y compleja forma de vida que se protege a sí
misma induciendo una alucinación negativa”.
Philip K. Dick escribió “A veces me parece que el planeta está bajo un hechizo.
Estamos dormidos o en un trance”. Dick creía que un demiurgo que había querido
reemplazar la creación original divina había producido un mundo falso, una realidad
espuria —pero lo había producido a través de nosotros. El demonio se había infiltrado
a nuestra propia mente, al punto de hacernos pensar que es nuestra mente. (En este
sentido puede ser útil recordar la visión del budismo tántrico de que los demonios son
en realidad sólo las aflicciones de nuestra propia mente que se proyectan hacia
afuera).
Debido a que a final de cuentas el mundo es divino y perfecto, según Dick, el mismo
demiurgo y su simulacro global —la Prisión de Hierro Negro o el mismo Wetiko— son
agentes de nuestra propia evolución, la enfermedad puede ser el detonador de un
estadio de conciencia, de un reconocimiento de lo que es verdaderamente esencial en
la vida. Se trata de descubrir que “hay un universo detrás del nuestro, oculto en su
interior”. “El mundo no es sólo una falsificación, hay más: es una falsificación, pero
debajo de ella yace otro mundo, y es ese otro mundo, ese mundo del Logos, que se
filtra y rompe a través”. Dick dice que podemos acceder a ese mundo sin la necesidad
de un sacerdote o intermediario. Para hacerlo debemos de recordar (anamnesis) que
nosotros no somos realmente egos en un cuerpo sino que nuestra naturaleza es la
misma que la divinidad que hizo que se manifestará el universo en primer lugar, es
decir que somos la totalidad. Es por ello que el camino —y Dick era un ferviente
cristiano gnóstico— era liberarse de la importancia personal y no huir del sufrimiento
consustancial del mundo, sino hacerlo sacrificio en la trascendencia del conocimiento
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de esta unidad divina. “Si es que existe la felicidad en el hombre, ésta viene de su
renuncia voluntaria a su yo en favor de su participación en el destino de la unidad
total”, escribió Dick. “El poder supremo de la compasión es el único poder capaz de
resolver este laberinto”. Tenemos aquí una receta para escapar de la Prisión de Hierro
Negro (de la Matrix) y al mismo tiempo de curarnos de este virus llamado wetiko.
A fin de cuentas la noción de que somos egos o seres individuales separados del
mundo es sólo un meme, quizás el meme más exitoso de la historia. Terence Mckenna
sugería que debíamos contrarrestar los efectos del egoísmo que estaban destruyendo
el planeta esparciendo otros memes. En este sentido esparcir el meme de wetiko,
tomando conciencia de su existencia, podría un poderoso remedio para tratar la
psicosis colectiva que sufrimos.
LOS MAESTROS DEL ENGAÑO Artículo sobre el libro de Paul Levy Dispelling Wetiko:
Breaking the Curse of Evil. Disipando Wetiko: Rompiendo la Maldición del Mal
que no solo puede destruirnos como individuos, sino potencialmente puede destruir
enteramente a nuestra especie. El hecho de que algo que solo existe como una función
de nosotros mismos puede desatar enormes fuerzas destructivas sobre el mundo, y al
hacerlo puede por ultimo destruirnos, nos señala e introduce a un increíble vasto,
invisible, sin embargo mayormente no explorado, desenjaezado y no realizado poder
creativo que es nuestro inherente derecho de nacimiento. Jung hace referencia a este
espíritu engañoso con el nombre de Antimimos, el cual describe como “el imitador y
espíritu maligno.” Antitético a la luz, Antimimos se refiere a un tipo de engaño que
podía considerarse y entenderse como “contra-mímica”. Referido como el contra-
mimo, neuma en el Apócrifo de Juan (Apóc. Juan III, 36.17) esta falsificación de
espíritu imita algo—en este caso, a nosotros—pero con la intención de hacer que la
copia, la versión falsa, sirva un propósito contrario a la del original. Cuando caemos en
la trampa de este vendedor de aceite de serpiente del espíritu, nos des-orientamos
perdiendo nuestro sentido de vocación espiritual, nuestra misión en la vida, incluso de
nosotros mismos. El escritor y poeta Max Pulver, en su presentación en la Conferencia
Eranos de 1943, dijo que “El neuma contra-mimo [es decir el virus ‘e’epa/wetiko] es el
origen y causa de todos los males sobrepasando al alma humana. El venerado texto
gnóstico Pistis Sofía dice que el neuma anti-mimo se ha afijado a sí mismo a la
humanidad como una “enfermedad.” Refiriéndose al ‘e’epa, Makua dice, “Demonios—
ellos podían llamarse demonios inter—dimensionales.” Fuerzas psíquicas
inconscientes, “demonios” tienen una realidad psicológica, en cuanto a que afectan y
alteran nuestra experiencia sobre nosotros mismos. En su libro Levy hace referencia
al origen del demonio wetiko como de ser partes escindidas de la psique, lo que Jung
llamaría “complejos autónomos.” Debido al trauma o a alguna otra forma de
transgresión de nuestros límites psíquicos, una parte de la totalidad de nuestra psique
se desasocia, y desarrolla una aparentemente independiente vida autónoma propia.
Los pueblos indígenas de todo el mundo se refieren a estos complejos autónomos
como “demonios”. Estos demonios habitan los renios altos y bajos de la mente, de tal
manera, como señala Makua; Son verdaderamente “interdimensionales,” pudiendo
atravesar fácilmente y operar fluidamente a lo ancho de las fronteras aparentemente
solidas de la mente y la materia, del interior y exterior y del sueño y el despertar. Sin
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como si una tenia o parasito psíquico haya comandado nuestro cerebro y nos ha
engañado a nosotros <su anfitrión>, a pensar que estamos alimentando y
fortaleciéndonos, cuando en realidad estamos nutriendo al parasito. Este virus de la
mente es un virulento patógeno psíquico que se insinúa mediante formas de
pensamiento y creencias en nuestra mente, cuando es inconscientemente
promulgado, alimentado, finalmente matando a su anfitrión o sea a nosotros. En la
medida que no somos conscientes del virus ‘e’epa/wetiko, literalmente coloniza
nuestra mente y establece un régimen aparentemente autónomo, “un gobierno a la
sombra” dentro de nuestra propia psique (exteriormente reflejado como el gobierno a
la sombra en el mundo, de tal forma que llegamos a ser oprimidos dentro del dominio
soberano de nuestro propio ser.
dos, es como si nuestra mano izquierda no supiera lo que hace nuestra mano derecha.
Mientras esta escisión canalla y parte patológica de la psique se “auto-incorpora” en la
psique, se reviste y se hace con el cuerpo vivo de tal manera que le “dicta” al ego de
forma que el ego es engañado a creer que se auto-dirige. Somos permitidos nuestra
aparente libertad para vivir vidas “normales”, siempre y cuando no rete, amenace o
frustre la agenda más profunda de estas fuerzas siniestras en la centralización del
poder y control. Este proceso interno se está externalizando en imágenes de una
progresiva tendencia hacia el fascismo dentro del gobierno de los Estados Unidos y el
mundo en general. Sincronísticamente tenemos el descontrolado espionaje 24/7 de la
NSA espiando no solo a los ciudadanos americanos sino a la gente y gobiernos de todo
el mundo. En un total abuso de poder y ejemplo de wetiko-lógica invertida, el
gobierno absurdamente reclama estar “protegiendo” a sus ciudadanos mediante el
espionaje o escuchas. Todo lo contrario al aspecto que daría una sociedad libre – un
gobierno transparente y la privacidad de sus ciudadanos. Los gobiernos demandan el
secretismo para ellos mientras destruyen la privacidad de todos los demás. El
espionaje es una clásica faceta arquetípica del modus operandi de una mente
infectada con la lógica del miedo y la separación, el sine qua non del sistema operativo
del virus ‘e’epa/wetiko. El espiar en sí es una acción que cuando es realizada de vuelta
a la parte cometiendo el espionaje, es considerada como un ultraje inaceptable.
Mientras se vierte la luz sobre sus acciones nefarias la NSA actúa como si fuera la
“victima” cuando la verdad de los hechos es que está cometiendo violaciones de los
derechos básicos humanos, la NSA es en realidad el perpetra(i)dor, el “victimario
disfrazado de víctima.” Tal contradicción lógica y flagrante doble rasero, hipocresía y
lógica invertida son los puntos—espora del virus ‘e’epa/wetiko en acción. Una
violación ilegal y criminal de los derechos soberanos de la libertad y la privacidad,
ésta completa vigilancia de nuestras vidas, presentada al público como lo más
necesario para mantenernos seguros, es un ejemplo del contra-mimetismo en acción,
mientras su agenda subyacente <no-hablada> de poder, dominación, manipulación y
control está creando exactamente lo contrario a su públicamente declarada intención.
Un ejemplo más vivo y lucido del bicho ‘e’epa/wetiko en acción mientras se despliega
por todo el teatro mundial es difícil de imaginar. El bicho ‘e’epa/wetiko no reconoce o
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respeta la falsa dicotomía sujeto / objeto, actuando libre de estas limitaciones. Una de
las estratagemas exclusivas del virus ‘e’epa/wetiko es la de aprovecharse del hecho
que no hay límites reales entre el interior y exterior. En el escándalo de espionaje de la
NSA; un proceso “inter-dimensional” teniendo lugar en la profundidad del alma de la
humanidad ha hecho sonar el silbato, mientras se derrama fuera de nuestros cráneos
y se revela en y a través de los eventos
y políticos principales desde hace cientos incluso miles de años, causando estragos
mientras el ‘e’epa anima a profundizar cada vez más en la polaridad negativa. Muchos
de nosotros parecemos tener una Resistencia a ver y tratar conscientemente con estas
fuerzas oscuras que se han insinuado en el mayor cuerpo político y están
escenificándose a través de cada nivel de nuestra sociedad. Nuestra resistencia
cultural en hacer esto es debida parcialmente a la programación oscura de los
engañadores. Esta “programación oscura” es el lavado de cerebro cultural, el hechizo
hipnótico tejido a través del urdimbre y la trama de cada aspecto de nuestra
civilización vía los medios de comunicación convencionales y la “industria del
entretenimiento” controlada por las corporaciones, ambos pudiendo ser considerados
como los órganos de propaganda masiva del virus ‘e’epa/wetiko. Nuestra resistencia,
el apartar la mirada, es una evitación de la relación con una parte de nosotros mismos.
Nuestra política de la avestruz, de hacer la vista gorda a eventos de enorme
significado colectivo negativo, es en sí ninguna otra cosa más que el virus
‘e’epa/wetiko en acción. El wetiko es una forma de ceguera psíquica que no solo se
cree tener vista sino que de forma arrogante cree que tiene más vista que todos los
demás. El Virus ‘e’epa/wetiko condimenta y maneja nuestras percepciones,
encubierta bajo la oscuridad de nuestro inconsciente para actuar a través de nosotros
y escondiéndose simultáneamente de ser visto. El virus ‘e’epa/wetiko, deslumbra,
hechiza y aqueja la consciencia de tal manera que nos cegamos a los puntos de vista
subyacentes asumidos que habitualmente percibimos, evocando y dando sentido a
nuestra experiencia, tanto del mundo y de nosotros mismos. Una vez habiéndose
infiltrado e insinuado en el cuerpo político, bien sea de una persona o sociedad, el
virus ‘e’epa/wetiko perversamente fantasea de ser el anticuerpo sanador,
relacionando irónicamente a las partes genuinamente saludables del sistema global
mayor (que son en realidad los anticuerpos), como tumores cancerígenos a ser
extirpados. El virus ‘e’epa/wetiko subversivamente pone nuestro “genio” para la
creación-de-realidad en nuestra contra de tal manera que literalmente nos quedamos
hechizados por las tendencias proyectivas de nuestra propia mente. Como si
estuviésemos bajo un conjuro, llegamos a estar extasiados por nuestros propios dones
y talentos intrínsecos para soñar un
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mundo a la realidad, sin saberlo, hipnotizándonos con nuestro poder dado por el
Creador, suscita la realidad de forma creativa, causando un efecto bumerán,
socavando nuestro potencial para la evolución individual y colectiva. Si miramos el
estado del mundo de hoy podemos ver su influencia en todas partes y a todos los
niveles. Podían ser considerados como vampiros psíquicos. Esto es lo que son los
vampiros realmente. Leyendas y mitologías sobre vampiros desde tiempos
inmemoriales están simbólicamente describiendo y señalando al virus ‘e’epa/wetiko.
Al igual que los vampiros, el virus ‘e’epa/wetiko esta sediento de la misma cosa que
carece—la mismísima esencia mística de la vida—la “sangre” de nuestro alma, nuestra
mismísima fuerza vital. Un miembro de los no-muertos, el virus vampírico del
‘e’epa/wetiko ésta fundamentalmente materia “muerta” está “re-cargándose” con una
aparentemente forma viva. Es solo en y a través de un ser vivo que adquiere una
cuasi-vida. Los vampiros psíquicos no son capaces de auto-replicarse a través de su
propia energía, por lo tanto se ven obligados a propagarse a través nuestro para que
nosotros podamos disimular, “contagiar” y transmitir el bicho a los demás. El virus
‘e’epa/wetiko anima una forma virulenta de psicosis que es altamente contagiosa,
extendiéndose por el canal de nuestra inconsciencia compartida. Cuando afectados
por este virus de la mente, hay un código o lógica de alineación alíen-acción que
afecta/infecta la consciencia de manera análoga a como el ADN en un virus pasa y
entra infectando a la célula. Sus vectores de infección no viajan como un patógeno
físico sin embargo. Este bicho de movimiento fluido nómada ambulante,
recíprocamente refuerza y se alimenta de y en cada uno de nuestros puntos ciegos
inconscientes, que es cómo se propaga de forma no localizada a través del campo.
Cómo Jung nos recuerda, el mayor peligro que hoy amenaza a la humanidad es la
posibilidad de que millones (¿quizás incluso miles de millones?) de nosotros pueden
caer juntos en nuestra inconsciencia, reforzando la locura del prójimo de tal manera
como si estuviéramos afligidos por una plaga psíquica que no podemos ver debido a la
naturaleza cegadora de la infección, nos convertimos en cómplices inconscientes en la
recreación de nuestra propia auto-destrucción. Los ‘e’epa son fuerzas mentales que
tienen la habilidad de introducirse en la mente humana, y en cualquier momento.
Operan a través del subterfugio y el sigilo psíquico. Son adversarios que se sienten
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atraídos a los humanos porque desean adquirir nuestra capacidad humana para la
imaginación creativa. Porque carecen completamente de esto. Los humanos son
creadores, y ellos no lo son. Codiciando la imaginación creativa que ellos mismos
carecen, si no usamos el don divino de nuestra imaginación creativa en servicio a la
vida, estas fuerzas mentales adversarias usarán nuestra imaginación por (y en contra)
de nosotros, con consecuencias mortales. Estos predadores compiten con nosotros
por una “parte” de nuestra propia mente, queriendo “sentarse en nuestra silla.” En vez
de ser un ser soberano que conscientemente crea con nuestros pensamientos,
entonces pasaremos a ser inconscientemente creados por ellos, mientras las fuerzas
adversarias literalmente piensan en nuestro lugar. Interesantemente un significado
interno de la palabra “Satán” es la del “adversario.” Como un vampiro, el virus
‘e’epa/wetiko no soporta ser iluminado, sin embargo, al ver cómo opera de forma
encubierta a través de nuestra propia consciencia, le restamos su aparente autonomía
y poder sobre nosotros, incapacitándolo a la vez que nos empoderamos a nosotros
mismos. Hablando del ‘e’epa siempre estamos teniendo que tratar con nuestros
propios bajos instintos que continuamente son alentados por los engañadores, y todos
nos tropezamos con ellos diariamente. Han estado aquí durante muchísimo tiempo, y
conocen la mente humana íntimamente, ya que es ahí donde residen. Es como si, en la
medida que no estamos despiertos el virus ‘e’epa/wetiko conoce nuestra mente mejor
de lo que la conocemos nosotros. Con el virus ‘e’epa/wetiko, es como si un “otro”
alíen, metafísico estuviera subliminalmente introduciendo formas de pensamiento y
creencias en nuestra mente, con las que si nos identificamos, nos obligan a actuar en
contra de nuestros mejores intereses.
hace ilimitado. El virus ‘e’epa/wetiko solo puede ser visto cuando comencemos a
darnos cuenta de la naturaleza onírica de nuestro Universo, salir del punto de vista del
yo separado, y reconocer el campo subyacente más profundo del que todos somos
expresiones, en el que todos estamos contenidos, y a través del cual estamos todos
interconectados. La expresión energética de esta realización y el disolvente por
excelencia del virus ‘e’epa/wetiko, es la compasión. Hablando de los “guardianes
altamente espirituales que nos trajeron a este mundo” sabían que la humanidad ya
existía como un sueño. Nosotros como individuos somos los aspectos manifestados de
ese aspecto-onírico que ahora han madurado al punto en donde nos hemos convertido
en seres creadores como ningún otro que haya existido en este mundo con
anterioridad. Como creadores, somos agencias autopoiéticas en coevolución reciproca
con nosotros mismos así como con el Universo en general. Una vez que reconozcamos
al virus ‘e’epa/wetiko por lo que es, podremos participar en nuestra propia evolución
así como en nuestro personal y colectivo destino. El origen del virus ‘e’epa/wetiko es
la psique humana y reconocer como opera este virus de la mente a través de nuestro
inconsciente es el comienzo de la cura que literalmente cambia todo. Nuestro futuro
compartido será decidido ante todo por los cambios que tienen lugar en la psique de
la humanidad, que es verdaderamente el pivote del mundo. El virus ‘e’epa/wetiko está
literalmente demandando que prestemos atención al rol fundamental que juega la
pisque en crear nuestras experiencias de nosotros y del mundo. Sin embargo cuanto
menos sea reconocido el virus ‘e’epa/wetiko se convierte mas aparentemente potente
y peligroso. Citando los textos Gnósticos del Evangelio de Felipe, “Siempre y cuando se
oculta la raíz de la maldad, sigue fuerte. Pero cuando es reconocida, se disuelve… Es
poderosa porque no la hemos reconocido.” Para una persona que está hipnotizada por
el hechizo del consenso colectivamente acordado sobre la realidad, hablar sobre
demonios, vampiros, virus mentales, parásitos psíquicos y demás le suena a mucho
dogma de superstición, new age, disparate espiritual y jerigonza, o los desvaríos de
una imaginación paranoica febril que cree en extrañas teorías de conspiración.
Debería señalarse que cada uno de nosotros experimenta el virus ‘e’epa/wetiko de
manera propia y única, independientemente de qué conceptos o palabras usamos para
describir la experiencia, o si creemos que tales cosas son o no. Vale la pena indicar, y
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debería obtener nuestra mayor atención, sin embargo, que algunos de los más grandes
pensadores, filósofos visionarios y maestros entre nosotros han estado señalando al
virus ‘e’epa/wetiko a su manera durante milenio. Hablando del estado de la
humanidad, el filosofo, místico y activista social Simone Weil escribe, “Es como si una
aflicción del pensamiento se haya establecido en él como un parasito y estuviera
dirigiéndole para satisfacer sus propios fines.” El revolucionario maestro spiritual
Gurdjieff dice que si observamos cuidadosamente, “Veras que eres diferente de lo que
realmente piensas que eres. Veras que eres dos. Uno que no es, pero que toma el lugar
y juega al rol del otro [el verdadero tu]. El físico David Bohm, uno de los más
originales y radicales pensadores importantes de la segunda mitad del Siglo veinte,
hablando del parasito ‘e’epa/wetiko en sus propias palabras, escribe, “Es similar a un
virus—de alguna manera ésta enfermedad del pensamiento, del conocimiento, de la
información, se está extendiendo por todo el mundo… Se está extendiendo como un
virus y cada uno de nosotros está alimentando ese virus.” En la medida que somos
inconscientes de este pensamiento-virus, Bohm se dio cuenta de que todos somos
cómplices de su propagación. Reconoció que este virus de la mente es la misma cosa
que
imagen del Buda en-rutando los anfitriones de Mara es a menudo comparado con la
oscuridad siendo disipada por el sol. Una vez que obtuvo la iluminación, el Buda
siempre reconoció el momento que Mara apareció; el reconocer completamente a
Mara es el de inmediatamente derrotarlo. Por esto es que Mara exclama con suma
consternación y desesperación, “¡El Exaltado me conoce!” (El Exaltado era el Buda, el
que había despertado a la naturaleza onírica). Recordar también lo que lo que dicen
los textos Gnósticos del Evangelio de Felipe acerca del mal, “Cuando se reconoce, se
disuelve.” Aunque a un nivel aparentemente opuesto a la iluminación del Buda, Mara
(el virus ‘e’epa/wetiko) era en realidad el aliado secreto de Buda, la proyección de un
aspecto de la propia consciencia de Buda, porque sino Buda no habría podido
desarrollar el “musculo” de su realización sin el reto de Mara. Mauka concluye
diciendo, “Tarde o temprano, todos nosotros seremos consientes de la presencia de la
oscuridad en mostros mimos—la oscuridad en la que hemos caído con la ayuda de
adversarios; los engañadores”. Yo sugeriría que cuanto antes arrojemos luz y seamos
conscientes de la “oscuridad dentro de nosotros mismos” mejor. Nuestra
“iluminación” no aporta nada si no nos ayuda a iluminar la oscuridad en nosotros
mismos. Como nos recuerda Jung, “Uno no se convierte en iluminado imaginando
figuritas de luz, sino convirtiendo la oscuridad en consciente.” En última instancia, la
luz es revelada a través de la oscuridad y necesita de la oscuridad, ¿sino cómo podría
aparecer como luz? Las sombras son una expresión simultánea de la ausencia, así
como la presencia de luz, porque nunca podríamos tener sombra sin una luz cercana.
Cuanto más oscura la sombra, más luminosa es la luz de la que es proyección.
Normalmente pensamos de la iluminación como “ver la luz” pero “el ver la oscuridad”
también es una forma de iluminación. Oculta y codificada en la oscuridad hay una
forma de luz más elevada que trasciende la dualidad de luz vs oscuridad, la luz de la
misma consciencia. Esta luz sin forma tiene la propiedad no solo de ser invulnerable a
las fuerzas negativas de la oscuridad, sino que toca y transfigura a todos quienes la
“ven”. Esta es la luz de la consciencia autoreflexiva, lucida y primordial que nos
despierta a la naturaleza onírica de la realidad. Los estados altamente vibracionales
del Ser están conectados a la Luz que emana desde la Fuente. Esto a la vez revela
inequívocamente que nuestro ser de Luz, nuestro Sobre-Alma [nuestro ser superior],
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“Vencemos” el mal no al luchar contra él (en cuyo caso al jugar ese juego, ya habremos
perdido), sino al ponernos en contacto con la parte nuestra que es vulnerable a sus
efectos. El valor de traer nuestra atención a, y poner nuestra consciencia en la
contemplación de las formas multifacéticas en las que el virus ‘e’epa/wetico desvía la
psique, y en hacerlo podemos descubrir y experimentar directamente la parte de
nosotros mismos que es incorruptible, que es el mismo lugar desde el que podemos
traer cambios reales y duraderos al mundo. Probadores de la humanidad, es como si
estas fuerzas vampíricas no-locales son los guardianes del umbral de nuestra
evolución. Al iluminar la oscuridad, necesitamos contar con un poder más elevado
como el Sobre-Alma o el Ser Superior. Una fuerza en nosotros que es mucho más
fuerte que y transcendente a nuestro propio ego, que es el Ser, nuestra integridad
intrínseca. Paradójicamente, no habríamos conectado con la integridad del Ser sin la
intervención del virus ‘e’epa/wetiko. Sin una brecha en su simetría, el orden superior
y la verdadera naturaleza de nuestro Ser no tendría forma alguna de encontrarse con
y ser consciente de sí mismo. Si los obstáculos presentados por el virus ‘e’epa/wetiko
no existieran, tendríamos que inventarlos intencionadamente, porque es al superar
obstáculos que desarrollamos las elevadas cualidades que necesitamos para poder
desatar nuestro potencial no explorado. Interesantemente, otro significado de la
palabra “Satán” es “uno que crea obstáculos.” En vez de un típico virus mutando para
convertirse en resistente a nuestros intentos de sanarnos de él, el virus ‘e’epa/wetiko”
mercurial y que cambia de forma nos fuerza a mutar a nosotros y a evolucionar—
relativo a él. En un sentido muy real el virus ‘e’epa/wetiko nos “cura” de ambos
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nuestra actitud equivocada hacia él y hacia nosotros. Es como si la maldad del virus
‘e’epa/wetiko es en si el instrumento de una inteligencia elevada diseñada para
conectarnos a una sagrada fuente creativa dentro de nosotros mismos. El virus
‘e’epa/wetiko literalmente exige que entremos en nuestro propio poder y nos
convirtamos en inmunes a su opresión de tal manera que descubramos como salir del
cautiverio y hacernos libres. Aunque la fuente de la inhumanidad de la humanidad
hacia sí misma, a la vez el virus ‘e’epa/wetiko es la más grande de las fuerzas
catalíticas de la evolución jamás conocidas—así como las desconocidas por la
humanidad. Nos confronta con una opción rígida; evolución o autodestrucción.
Aunque aparentemente opuesta a nuestra verdadera naturaleza, contemplada desde
este punto de vista más expandida, el virus ‘e’epa/wetiko nos introduce a, y es en si la
expresión disfrazada de nuestra verdadera naturaleza. Una vez que entendamos esto,
surge la pregunta: ¿Es el virus ‘e’epa/wetiko el mal más oscuro, o el ser que nos
introduce a una mayor unidad y perfección dentro de nosotros mismos que antes
desconocíamos, es un instrumento del bien supremo? Este punto de vista dentro de
nosotros en el que el opuesto coincide y se convierte en indistinguible “coincidentia
oppositorum” es en sí el punto de vista trans-personal del Ser. Mirando a través del
lente “transpersonalizante” del Ser nos permite no personalizar, y solidificarnos como
aparentemente separados individuos concretos. Verdaderamente un fenómeno
cuántico, el virus ‘e’epa/wetiko es el veneno más mortífero y la medicina mas
sanadora conjunta en un estado superpuesto. ¿Se hará con nuestra especie el virus
‘e’epa/wetiko y continuara inspirando nuestra auto-destrucción?, ¿o nos despertará?
Todo depende en que reconozcamos o no, lo que nos desvela acerca de nosotros.
Siendo un fenómeno onírico, como se manifiesta el virus ‘e’epa/wetiko depende de
cómo lo soñamos de aquí en adelante.