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Los tanques de combustible particulares son una infraestructura que contribuye a disminuir gastos
de carburante, porque este se obtiene a un precio inferior que, en la estación de servicios, debido a
que las empresas petroleras y distribuidoras ofertan a precios más bajos debido a los grandes
pedidos resulta más sencillo y eficaz el control de repostajes. En ocasiones su gestión no es sencilla
también se debe tener muy en cuenta el tamaño de la flota o consumo porque si no será necesario
hacer cálculos si es más rentable instalar tanques de abastecimientos o repostar en una estación de
servicios.
Habitualmente los suministradores ofertan para grandes pedidos a unos precios que se rebajan en
un 10% y un 15% de los precios vigentes, por ello ante un volumen grande de consumos equipar las
instalaciones con un tanque es rentable. Los vehículos que repostan en instalaciones propias
invierten menos tiempo en ir a repostar ya que se podría realizar al final o principio de la jornada.
También hay que tener en cuenta que tener un tanque propio de combustible lleva una serie de
gastos, como los son mantenimiento, surtidor, revisiones, personal que manipule el surtidor.
CONTROL DE NIVELES
No siempre coincide el nivel real de combustible en un tanque de carburante con el nivel teórico
estimado a partir de los repostajes. Para verificar el nivel de combustible es de dos fuentes:
- Cálculos teóricos del nivel de combustible, realizados a partir de los datos, fechas de
suministro y de los datos emitidos por el surtidor en cada repostaje.
- Mediciones periódicas realizadas en el propio deposito, a través de varillas calibradas.
Puede haber algunas posibilidades de discrepancia obtenidas del nivel real respecto al teórico
estimado puede ser de dos tipos:
A) La varilla medidora indica que hay menos combustible en el tanque del debería haber según
los cálculos teóricos. Las razones pueden ser:
Para el logro de una mayor eficiencia energética en las flotas es necesarios los registros de consumo
de los vehículos, se puede utilizar un método sencillo llamado el “tanqueado de depósito”
Una vez puesto en marcha un sistema de gestión del combustible, y ya obtenidos los primeros
ahorros, podría ser el momento oportuno de plantearse una inversión para reducir el trabajo
empleado en la obtención del consumo. Para facilitar esta labor, algunas marcas han desarrollado
dispositivos que se instalan en los vehículos, denominados “ordenadores de a bordo, cuando estos
sistemas son instalados denominados “medidores de consumo” o caudalimetros los cuales
permiten elegir las variables de consumos y velocidades para cada conductor y registra y almacenar
datos para su posterior tratamiento informático.
Se analiza los datos de consumos medios del vehículo de los 3 últimos meses. Por ejemplo:
Se obtiene la media ponderada de todos los datos; es decir; se multiplica el consumo de cada
mes por los kilómetros recorridos ese mes, y se suman todas las cantidades. Posteriormente
se dividirá por el número total de km.
Se establece ahora un margen de control en función del tipo de circulación predominantes del
vehículo:
Dado que el vehículo del ejemplo es un autocar que circula mayoritariamente por auto via, se
le aplica una tolerancia 5%, con lo que queda un margen superior de consumo cifrado en
28.75l/100km.
Se designará un responsable que mida el nivel del tanque a través de una varilla calibrada, para
contrastarlos con la información de los partes de repostajes.
El evaluador de datos realizara las tareas de evaluación de los datos y de la toma de decisiones para
corregir desviaciones y organizar la flota. La evaluación de datos se realizará con la mayor frecuencia
posible, analizando los repostajes durante la semana y procurando detectar los consumos
anormalmente elevados.