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Como dice Isaiah Berlin, la Rebelión Romántica ha ido socavando los pilares
de la tradición occidental ofreciendo como alternativa «la autoafirmación romántica, el
nacionalismo, el culto a los héroes y los líderes, y al final... fascismo e irracionalismo
brutal y la opresión de las minorías». En ausencia de reglas objetivas las nuevas reglas
las hacen los propios rebeldes: «Los fines no son valores objetivos... Los fines no son
descubiertos en absoluto, sino construidos, no se encuentran sino que se crean»... llega
a inspirar la política del Estado: la ciencia aria consistía en un constructo social de modo
que la herencia racial del observador «afectaba directamente la perspectiva de su
trabajo». De ahí que los científicos de razas indeseables no resultarán admisibles y solo
se podría escuchar a aquéllos que estuvieran en sintonía con las masas, el völk. La
física debía ser reinterpretada para relacionarla no con la materia sino con el espíritu,
descartándose así la objetividad y la internacionalidad de la ciencia.16
Cualquier idea emanada del jefe es un dogma indiscutible, y una directriz a seguir
ciegamente, sin discusión ni poder ser sometida a análisis.19 Se exaltan los valores de
la virilidad, la camaradería y el compañerismo de los hermanos de armas, todo ello en
sintonía con algunas tradiciones militaristas existentes en todos los ejércitos, pero que
fueron exacerbados para su utilización por estados cuya conexión con el fascismo es
más o menos estrecha. Serían los casos del ejército alemán, el japonés y los llamados
militares africanistas españoles.20
Nacionalismo de vencidos
Se suele indicar que una característica de los países donde triunfaron los
movimientos fascistas fue la reacción de humillación nacional por la derrota21 en la
Primera Guerra Mundial (se ha utilizado la expresión nacionalismo de vencidos),22 que
impulsaba a buscar chivos expiatorios a quienes culpar (caso de Alemania), o la
frustración de las expectativas no cumplidas (caso de Italia, defraudada por el
incumplimiento del Tratado de Londres).23En ambos casos, el resentimiento se
manifestaba, en el plano internacional, en contra de los más claros vencedores (como
Inglaterra, Francia o Estados Unidos); mientras que en el plano interno se volcaba contra
el movimiento obrero (sindicalistas, anarquistas, comunistas, socialistas) o el peligro real
o imaginado de una revolución comunista o incluso una Conspiración Judeo-Masónico-
Comunista-Internacional, o cualquier otra fantasmagórica sinarquía oculta en cuya
composición incluyera a cualquier organización que los fascistas juzgasen transnacional
y opuesta a los intereses del Estado, como el capitalismo, la banca, la bolsa, la Sociedad
de Naciones, el movimiento pacifista o la prensa. Sobre todo en el caso alemán, se
insistía en la convicción de pertenecer a un pueblo o raza superior cuya postración
actual se debe a una traición que le ha humillado y sometido a una condición injusta; y
que tiene derecho a la expansión en su propio espacio vital (Lebensraum), a costa de
los inferiores.
Componente social
Fábrica de cañones Krupp durante la Primera Guerra Mundial. La remilitarización
de Alemania impulsada por Hitler en contra de las limitaciones del pacto de Versalles
fue muy favorable a los intereses de la gran industria.
La componente social del fascismo pretende ser interclasista y antiindividualista:
niega la existencia de los intereses de clase e intenta suprimir la lucha de clases con
una política paternalista, de sindicato vertical y único en que tanto trabajadores como
empresarios obedezcan las directrices superiores del gobierno, como en un ejército. Tal
es el corporativismo italiano o el nacionalsindicalismo español. El nacionalismo
económico, con autarquía y dirección centralizada se adaptaron como en una economía
de guerra a la coyuntura de salida de la crisis de 1929, con proteccionismo. No obstante,
no hubo en ningún sistema fascista ni planes quinquenales al estilo soviético, ni
cuestionamiento de la propiedad privada siempre que cumpliera lo que el Estado
dictaminara como «función social», ni alteraciones radicales del sistema capitalista
convencional más allá de una fuerte intervención del mercado favoreciendo
determinadas áreas de las grandes empresas industriales. Estas características sirven
como base a una crítica (de orientación tanto liberal como materialista) que resalta la
conveniencia del fascismo para un sector importante de la burguesía.24
Desde ese punto de vista, se suele mantener que los movimientos fascistas de
entreguerras fueron alimentados por las clases económicamente poderosas (por
ejemplo la alta burguesía industrial o las familias conservadoras ricas), para oponerse a
los movimientos obreros y a la democracia liberal. Esa tesis fue defendida en 1936 por
el historiador Daniel Guérin (Fascismo y grandes negocios), en la que lo asocia a un
complejo industrial-militar, expresión que sería posteriormente reutilizada para definir
otros contextos, como el de la carrera de armamentos entre la Unión Soviética y los
Estados Unidos. Noam Chomsky describe el fascismo como el sistema donde el Estado
integra la mano de obra y el capital bajo el control de una estructura corporativa.25
Aunque la tesis que identifica al fascismo con un capitalismo de Estado corporativo (una
economía altamente intervencionista que protege y financia a grandes empresas
privadas) no siempre es sostenida ampliamente, hay muchos elementos que permiten
la identificación de intereses entre fascismo y una cartelización del entorno económico-
político.26 Así, por ejemplo, cuando se compara la estructura económica de la población
entre países, en concreto el peso económico del 5 % de la población con mayores
ingresos en la renta nacional, mientras que en Estados Unidos disminuyó un 20 % entre
1929 y 1941 (cifras similares para el noroeste de Europa), en la Alemania nazi aumentó
un 15 %.27
Relación con el capitalismo y el socialismo
Por otra parte las razones para considerar que el fascismo tiene conexiones con
la izquierda política y es una variante chovinista del socialismo de Estado, son su
programa económico colectivista (proteccionismo, nacionalización, etc.) y discurso
político, más no como movimiento o proyecto doctrinario (donde eran antagónicos). El
fascismo y sus variantes apelaban al sentimiento popular y las masas como las
protagonistas del régimen, especialmente por la virilidad exaltada en el trabajo manual
y obrero (obrerismo); a pesar de ello no reconocía la libertad de asociación por motivos
de clase (libertad sindical) sino la identificación de los trabajadores como «súbditos» del
Estado, «pueblo» y «patria», por ello su símil con el populismo.29
Según el economista austriaco Ludwig von Mises la raíz del fascismo, en sus
diferentes vertientes, se encuentra en las ideas colectivistas del socialismo y más
propiamente como una escisión patriótica del marxismo, que comparte las tesis del
rechazo al mercado libre, la sociedad burguesa, el gobierno limitado y la propiedad
privada31 y en la exaltación de un sector de la sociedad como el elegido por «la historia»
para dirigir las vidas del resto de la sociedad que por «razones históricas» está permitido
de vulnerar el principio de igualdad ante la ley al reclamar «derechos especiales» sobre
los demás (ej. clasismo, racismo, sexismo, etc.). El fascismo apenas variaría, en la
práctica, sobre qué grupo y cómo se debería administrar la propiedad expoliada a los
individuos. Llegó a afirmar en 1927, no obstante, que no podía negarse «que el fascismo
y todas las aspiraciones dictatoriales similares están colmadas de las mejores
intenciones y que su intervención ha salvado la civilidad europea por el momento. El
mérito que el fascismo se ha ganado con ello continuará viviendo para siempre en la
historia», aunque inmediatamente afirmaba que «el fascismo fue un recurso de
emergencia del momento; verlo como algo más sería un error fatal».32
Por otra parte, las ventajas que los nuevos regímenes le proporcionaban a la
plutocracia eran evidentes: eliminaba la posibilidad de revolución social obrera, suprimía
los sindicatos reivindicativos y mantenía otras restricciones en las relaciones capital-
trabajo, legitimando el principio de liderazgo en la empresa; al suprimir la libre
competencia permitía crear cárteles oligopólicos de empresas favorecidas con
millonarios contratos estatales o subsidiadas por el gobierno como «incentivos» a la
producción nacional. Además, de su indudable éxito en respuesta a la Gran Depresión,
al menos en el corto plazo.34 La sensación de estabilidad era muy marcada: Mussolini
había conseguido que los trenes funcionaran con puntualidad (tras el famoso incidente
de uno de sus primeros viajes como Duce, en el que supuestamente mandó fusilar a un
maquinista). El que esa sensación de estabilidad corresponda o no con una real eficacia
es secundario, y de hecho parece que la puntualidad ferroviaria (y quizá también el
incidente del maquinista) era más bien un mito.35
Origen de sus líderes
El fascismo tuvo una base racial en Alemania, aunque no en Italia (al menos
inicialmente, hasta 1938); los nazis construyeron una amalgama ideológica de gran
eficacia movilizadora a partir de fuentes mitológicas y literarias y supersticiones de
carácter romántico, así como de los textos clásicos dedicados a consagrar la
desigualdad de las razas y de publicaciones y panfletos de carácter ocultista;
destacando dos elementos: el mito de la raza aria superior de origen nórdico (que
mezcla la hipótesis filológica de la existencia de un pueblo indoeuropeo original con la
pseudocientífica teoría nórdica, sustentada por algunos autores como Houston Stewart
Chamberlain) y el antisemitismo (que se había reavivado desde la divulgación de los
Protocolos de los Sabios de Sion, falsificados para la justificación de los pogromos de
la Rusia zarista). El antisemitismo estaba presente en muchos países de Europa central
y oriental desde la Edad Media, y fue uno de los elementos que se utilizaron en los
mismos para el surgimiento endógeno de movimientos fascistas. A ello se sumó la
ocupación nazi y los gobiernos colaboracionistas impuestos, que explotaron a
conciencia ese sentimiento para su propia conveniencia. El resultado fue que en muchas
ocasiones los verdugos de las SS eran superados en crueldad por soldados de países
aliados, a los que tenían que contener (por ejemplo en Rumanía), o se producían
matanzas espontáneas de judíos a cargo de la población local, como la llamada
matanza de Jedwabne en Polonia.43
Otro de los rasgos clásicos del fascismo es el imperialismo, entendido como una
política exterior expansiva y agresiva, que proporciona una útil identificación de
intereses en el interior, volcando las energías hacia un enemigo común evitando la
expresión de los conflictos internos.
El mismo papa, Pío XI, que había condenado el agnosticismo de Maurras (1926),
e incluso excomulgado a los miembros de Action Française (1927), tuvo no obstante
una relación pública con Mussolini que podía verse como ambigua. Los Pactos de
Letrán, la calificación de hombre enviado a nosotros por la Providencia o la petición de
voto a los fascistas en las elecciones de 1929 pueden considerarse como iniciativas de
buena voluntad con el régimen de Mussolini. Sin embargo, también hubo
enfrentamientos a causa de la prohibición de Acción Católica y la Juventud Católica,
que llevaron a la redacción en 1931 de la encíclica Non abbiamo bisogno donde se
condenaba la adoración del estado y la inculcación de ideas de odio, violencia e
irreverencia.55 Se ha encontrado también un apunte suyo en un diario secreto
describiendo su oposición íntima a nazismo y fascismo.56
Pío XII siempre se ha visto como un personaje más tibio, menos expansivo y
más contemporizador. Especialmente sus relaciones con Alemania (que conocía bien
por haber sido allí nuncio apostólico) se han llegado a calificar de complicidad,
especialmente por no condenar de modo claro en un primer momento el régimen nazi.
No obstante, la encíclica Mit brennender Sorge57 (Con viva preocupación, de 14 de
marzo de 1937), que redactó para Pío XI siendo aún solamente el Cardenal Pacelli, y
que se leyó en las 11.000 iglesias católicas alemanas, contiene una alusión velada al
régimen nazi, denunciando las violaciones del Concordato Imperial. Las posturas
ideológicas del nazismo respecto al estado y la raza son equiparados con la idolatría:
La postura del Vaticano en la Segunda Guerra Mundial comenzó por una débil
condena de la invasión de Polonia (país fuertemente católico) que los aliados
consideraron demasiado cautelosa. El mantenimiento de una postura neutral y los
intentos de mediación fueron interpretados como un apoyo oculto a Alemania, al
marginar en ellos a Estados Unidos y la Unión Soviética.60 De hecho, desde el Vaticano
se atribuye a la propaganda soviética el mantenimiento de esta acusación.61 También
ha causado algunos problemas con las relaciones entre el Vaticano y el estado de
Israel.62
Tras la derrota de las potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial, muchos
criminales de guerra huyeron a Suiza y a Argentina con la ayuda de religiosos católicos
(algunos con pasaportes del Vaticano y disfrazados de sacerdotes).63 Como también la
iglesia católica ayudó a judíos, y personas de todas las nacionalidades recibieron
salvoconductos, se especula con que el Vaticano tuviese algún conocimiento respecto
a la situación de las minorías religiosas y étnicas dentro de Alemania e Italia antes del
final de la guerra, a diferencia de otros gobiernos aliados. Tal situación se ha
considerado en algunos casos como ejemplo de una actitud de la Iglesia comprometida
con los perseguidos; en otros casos se ha criticado que, teniendo noticia de las
atrocidades que se cometían, no condenase expresamente los regímenes nazi y fascista
durante la guerra. También se ha investigado la relación de monasterios y otras
instituciones católicas con el trabajo esclavo al que se sometió a distintos colectivos.64
En 1998 el papa Juan Pablo II realizó una autocrítica de la postura del Vaticano
ante el Holocausto, pidiendo perdón; aunque defendió a Pío XII, cuyo proceso de
beatificación inició al mismo tiempo.6566
Iglesias protestantes
Dietrich Bonhoeffer.
Otros mantuvieron una postura crítica (Dietrich Bonhoeffer fue encarcelado por
su oposición y más tarde ejecutado por considerarle relacionado con el atentado contra
Hitler de 1944), especialmente el movimiento conocido como la bekennende Kirche
(Iglesia comprometida), que en 1934 organizó un sínodo con las principales iglesias
protestantes del que salió la Declaración de Barmen, documento donde rechazaba la
subordinación de las iglesias al estado y su doctrina.67 Es famosa la respuesta de uno
de sus miembros, Martin Niemöller, a la pregunta de cómo pudieron consentir la
ascensión del nazismo:
El fascismo italiano
El fasces romano era el emblema del Partito Nazionale Fascista. En este
emblema, sobre la bandera y con las siglas.
Artículo principal: Italia fascista
La política económica tampoco tuvo una orientación clara, entre un inicial respeto
por el libre mercado y un claro dirigismo posterior. La política monetaria a veces sólo
obedecía al prestigio de mantener una lira fuerte. No obstante, siempre gozó del apoyo
de la poderosa patronal Confindustria, con cuyo acuerdo, sobre todo a partir del Pacto
Vidoni (2 de octubre de 1925), se establecieron los elementos principales del régimen
corporativo, muy restrictivo para las actividades sindicales (ilegalización de los
sindicatos libres, del derecho de huelga, encuadramiento obligatorio de los trabajadores
en el movimiento fascista -1926-). La misma Confindustria llegó a estar dirigida por el
destacado fascista Giuseppe Volpi en los últimos años del régimen (de 1934 a 1943).71
Esta era de las catástrofes conoció un claro retroceso del liberalismo político,
que se aceleró notablemente cuando Adolf Hitler asumió el cargo de canciller de
Alemania en 1933. Considerando el mundo en su conjunto, en 1920 había treinta y cinco
o más gobiernos constitucionales y elegidos (según como se califique a algunas
repúblicas latinoamericanas), en 1938, diecisiete, y en 1944, aproximadamente una
docena. La tendencia mundial era clara.
...
no todas las fuerzas que derrocaron regímenes liberales eran fascistas... el
fascismo, primero en su forma italiana original y luego en la versión alemana del
nacionalsocialismo, inspiró a otras fuerzas antiliberales, las apoyó y dio a la derecha
internacional una confianza histórica. En los años treinta parecía la fuerza del futuro.
Eric J. Hobsbawm La caída del liberalismo73
La ideología y los regímenes fascistas tuvieron eco en casi todos los países
europeos y algunos sudamericanos.
De una manera mucho más evidente surgieron a semejanza del Fascio italiano
organizaciones caracterizadas por lo que puede denominarse liturgia o parafernalia
fascista: los despliegues de masas, organizados y disciplinados, el saludo romano brazo
en alto, los símbolos y lemas, la presencia callejera agresiva, la utilización de correajes
paramilitares y uniformes, en particular las camisas de un determinado color: negras
(Italia, SS en Alemania, Inglaterra, Finlandia) pardas (SA en Alemania), azules (España,
Francia, Irlanda, Canadá, China), verdes (Rumanía, Hungría, Brasil) doradas (México)
o plateadas (Estados Unidos).
Existieron algunos intentos (hacia 1942) de las potencias del Eje por organizar
cuerpos militares con prisioneros provenientes de los países colonizados por los aliados,
sobre todo de los países árabes, del subcontinente indio (Legion Freies Indien o Legión
Tigre, creada por el independentista Subhas Chandra Bose) y del Asia Central soviética.
Incluso hubo una división formada por musulmanes bosnios (1943). Los resultados de
estas operaciones no fueron muy eficaces, sobre todo en el campo ideológico, aunque
sí fueron explotadas propagandísticamente. En cuanto al acercamiento de algunas
personalidades musulmanas, como el gran mufti de Jerusalén Amin al-Husayni o el
primer ministro de Irak Rashid Ali al-Kaylani (que terminó con su huida y el pogrom
antijudío de Bagdad —Farhud, junio de 1941—), se trataba de coincidencias
estratégicas más que ideológicas; lo que también se suele aplicar a la mucho más
importante alianza que suponía el Imperio japonés, con el que, no obstante, nazismo y
fascismo tenían similitudes políticas mayores.
Alemania y países de lengua alemana
Bandera común del partido y del estado durante el Tercer Reich.
Artículo principal: Alemania Nazi
Artículo principal: Nazismo
El incendio del Reichstag (del que se acusó a los comunistas), la muerte del
anciano Hindenburg y la renovación de la victoria electoral del Partido facilitaron la
transición a un régimen de partido único que aplicó sin concesiones el programa nazi,
incluyendo la represión de toda oposición política o social y la legislación de pureza
racial (Leyes de Núremberg). El rearme y el encuadramiento social (que ignoraba
cualquier reivindicación salarial o de condiciones laborales), y una política económica
intervencionista (comparable en cierto modo al keynesianismo) dirigida por Hjalmar
Schacht, y un monetarismo, equilibrando ingresos y gastos del estado, llegaron a hacer
cuestaciones en las calles ('To be or not to be', E Lubitsch), redujeron el paro de 6
millones a sólo 400.000.78 La política de apaciguamiento de las potencias europeas
(Acuerdos de Múnich) permitió una serie ininterrumpida de éxitos internacionales, entre
los que se cuentan la remilitarización de Renania, la anexión de Austria y los Sudetes y
la victoria de su protegido Franco en la Guerra Civil Española (en la que se
experimentaron entre otras, las tácticas aéreas de la Legión Cóndor). En 1939, a los
pocos días del término de ésta, el pacto nazi-soviético y la crisis de Danzing, significaron
el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, en cuya primera fase consiguió imponerse
en toda Europa (excepto en la batalla de Inglaterra), con una poco decisiva ayuda
italiana. La invasión de la Unión Soviética (operación Barbarroja), que desde el inicio
contó con apoyo de Winston Churchill, en material y de suministros, y la entrada de los
Estados Unidos tras el ataque a Pearl Harbor, que intentó evitar Hiro-Hito, (Alemania les
declaró la guerra, en mantenimiento de su alianza con Japón) llevaron a su derrota, que
parte de la élite nazi pretendió vivir como el fin de la civilización.
Véanse también: Heinrich Himmler, Hermann Goering, Joseph Goebbels, Rudolf
Hess y Alfred Rosenberg (demasiados parámetros en {{VT}}) Wikipedia.
Austria
Partidarios del Frente Patriótico austríaco en 1938.
Artículos principales: Austrofascismo y Anschluss.
Tras la derrota de las potencias del Eje, Rumanía pasó a ser una república
popular, convirtiéndose así en un Estado socialista.81
Bulgaria
La personalidad más cercana al fascismo de los políticos de la derecha búlgara
fue Alejandro Tsankov, que controló un régimen autoritario de gran violencia represora
desde el golpe de estado de 1923 hasta 1934, en que fue desplazado del poder por el
Zveno (Звено, un movimiento también ultraconservador, con presencia en el ejército y
partidario del corporativismo), a su vez derrocado en 1935 por el propio rey Boris III, que
inició un gobierno personal autocrático asistido por el primer ministro Georgi
Kyoseivanov, que asoció a Bulgaria a las potencias del Eje, logrando algunas
reivindicaciones territoriales irredentistas, aunque evitó declarar la guerra a la Unión
Soviética. Murió en 1943 en circunstancias poco claras, ocupando la regencia Kyril de
Bulgaria, que fue depuesto en 1944 por una coalición de partidos dominada por los
comunistas, pero que incluía al propio Zveno. Entre tanto Tsankov había acentuado su
identificación con el nazismo alemán, que mimetizó a través de un pequeño partido
denominado Movimiento Social Nacional (1932), asociado con otros como la Unión
Nacional de Legiones Búlgaras (Съюз на Българските Национални Легиони, 1933) de
Hristo Nikolov. En los últimos años de la guerra (1944) llegó a presidir un gobierno
búlgaro en el exilio en Alemania.82
Grecia
Ioannis Metaxas, rodeado de falangistas de la EON saludando al estilo fascista83
Tras los violentos años posteriores a la Primera Guerra Mundial que disolvió el
Imperio Austro-Húngaro, que incluyeron una efímera revolución comunista (República
Soviética Húngara de Béla Kun) en medio de una guerra civil y una intervención militar
rumana, el Reino de Hungría (1920 - 1945) estuvo bajo la regencia de Miklós Horthy.
Se instauró un régimen autoritario y con marcado carácter nacionalista, anticomunista y
antisemita, que se alió a las potencias del Eje al comenzar la Segunda Guerra Mundial.
Arresto de judíos en Budapest tras el golpe de los fascistas con apoyo alemán,
octubre de 1944.
El liderazgo de Ahmet Zogu (que acabó reinando como Zog I), heredero de una
dinastía regional de gobernadores hereditarios de Mati y líder de un Partido Reformista
Popular de imprecisa ideología, ha de entenderse en función de la estructura social y
económica preindustrial de Albania. Sólo puede considerarse próximo al fascismo por
su dependencia colonial con la Italia de Mussolini, a la que se aproxima desde 1925. Se
exilió en Londres ante la invasión italiana de 1939.89
Eslovaquia
Tuvo que ser la humillante derrota frente a Alemania (Batalla de Francia) la que
hiciera llegar al poder a las fuerzas políticas más cercanas al fascismo. El territorio fue
dividido en dos zonas: la primera directamente ocupada por el ejército alemán, el norte
y el oeste, donde se organizó alguna organización para encuadrar a los franceses más
afines ideológicamente (Mouvement social révolutionnaire —Movimiento social
revolucionario— fundado en París en 1940 por Eugène Deloncle); y la segunda, el
centro y sur, que se confió al mariscal Pétain; mientras que las colonias se decidían por
el control alemán o por sumarse a la Francia Libre organizada en Londres por De Gaulle.
Pétain en su zona, llamada Francia de Vichy organizó un État Français bajo el lema de
Travail, famille, patrie (Estado Francés y Trabajo, Familia, Patria; en clara referencia
contraria a la denominación République Française —'República Francesa'— y al lema
revolucionario Liberté, Égalité, Fraternité —'Libertad, Igualdad, Fraternidad'—). Es
discutible su clasificación como régimen puramente totalitario, dada la presencia en esta
autodenominada Révolution Nationale de elementos muy diversos, que bajo de los
planteamientos retóricos comunes, no ocultaban su personalidad diferenciada: desde
los claramente fascistas (el Parti Populaire Français -Partido Popular Francés, PPF-de
Jacques Doriot y el Rassemblement national populaire —Unión nacional popular— de
Marcel Déat), pasando por los reaccionarios clásicos (Action Française, el clero
conservador), hasta los reformadores posibilistas (tecnócratas, planistas —partidarios
de la planificación económica—, personalistas demócrata-cristianos, los denominados
no-conformistas de los años 30, la École des cadres d'Uriage, René Belin —el redactor
de la Charte du Travail—), como ocurría simultáneamente en España con las llamadas
familias del franquismo. Hubo incluso una unidad militar francesa que se envió al frente
ruso, a semejanza de la División Azul española (la Légion des volontaires français contre
le bolchévisme —Legión de los voluntarios franceses contra el bolchevismo—).108
Península ibérica
Más adelante surgiría la Falange Española fundada por José Antonio Primo de
Rivera. José Antonio, se interesaba ya a fondo en algo bastante parecido al fascismo
(de cuño italiano) como vehículo capaz de dar forma y contenido ideológico al régimen
autoritario nacional proclamado, con tanta inseguridad, como poco éxito por su padre.
[...] José Antonio no se mostró al principio opuesto a emplear la etiqueta de
"fascista".116 Según Payne, la Falange no se diferenciaba en ningún aspecto
significativo con el partido de Mussolini. Llegando en casos a utilizar su misma
retórica.117 En ese ambiente se mimetizaron y adaptaron los lemas y símbolos fascistas
(saludo romano, camisa azul, yugo y flechas, etc.).
Los Blueshirts (camisas azules) del Army Comrades Association (ACA), más
tarde denominados National Guard (Guardia Nacional (Irlanda)) fueron un movimiento
similar al fascismo, compuesto por veteranos del movimiento independentista (Irish
Republican Army —IRA—, Ejército Republicano Irlandés) liderados por el general Eoin
O'Duffy. Se fundó varios años después de la independencia, en 1932, y mantuvo
enfrentamientos con otras organizaciones del movimiento nacionalista irlandés. El
predominio ideológico del nacionalismo recientemente triunfante y un catolicismo
fuertemente integrista caracterizaron la vida política y social de la Irlanda de
entreguerras. Durante la Segunda Guerra Mundial Irlanda se mantuvo neutral.131
Australia
La New Guard fue una organización paramilitar durante los años 1930s, e intentó
derrocar violentamente al primer ministro de Nueva Gales del Sur. Tuvo miembros en
distintas partes de Australia, pero sus socios y la base de apoyo predominantes estaban
en Nueva Gales del Sur y en su capital, Sídney.132
Canadá
Con efecto más militar que ideológico, durante la guerra existió un Movimiento
de Liberación Ruso (Русское Освободительное Движение) e incluso un Ejército de
Liberación Nacional Ruso del que fue parte fundamental fue la Brigada Kaminsky que
combatió bajo las órdenes alemanas y llegó a gobernar la República Lokot o Autonomía
Lokot (Локотскoe Самоуправление) en los óblast de Kursk y Oryol, dirigida primero por
Konstantin Voskoboinik y tras su muerte por Bronislav Kaminski.137 En Serbia tuvo
actividad un Cuerpo de Guardia Ruso en Serbia (Русский Охранный Корпус, Русский
Корпус в Сербии, Russisches Schutzkorps Serbien).138
El Kuomintang desarrolló una sección secreta, que actuó como una policía
secreta y fuerza paramilitar, denominada de varias formas, entre ellas como Sociedad
de Camisas Azules (藍衣社 en chino). Estuvo bajo la dirección de Chiang Kai-shek y sus
miembros provenían inicialmente de la Academia Militar Whampoa. A través de ella se
buscaba liderar el partido Kuomintang y la propia República de China con una cierta
similitud con el fascismo europeo, que a veces se ha calificado de fascismo
confuciano.144 El principal ideólogo, Liu Jianqun (劉健羣), había sido influido por
lecturas sobre el fascismo europeo y escribió un panfleto titulado Algunas Opiniones
Sobre la Reforma del KMT, donde, entre otros rasgos propios de los movimientos
fascistas, proponía el uso de camisas azules para identificarse. Su influencia se extendió
del sistema militar al político, y a la vida social y económica de la China de los años
1930. El auge y caída de la Sociedad de Camisas Azules fue rápido, aunque oscuro. En
raras ocasiones se refiere la posibilidad de la continuación de sus actividades tras el
establecimiento de la República Popular de China en el continente y la limitación del
ejercicio del poder del KMT en Taiwán.145
Líbano
Artículo principal: Falanges Libanesas
El Partido de las Falanges Libanesas (en árabe ال ل ب نان ية ال ك تائ ب حزبHizb al-
Katā'ib al-Lubnaniyya), conocido como Kataeb (Falanges) fue fundado en 1936 por
Pierre Gemayel, siguiendo los modelos italiano y español, entre los cristianos maronitas
del Líbano. La dimensión ideológica del partido siempre fue menos importante que su
componente identitario religioso, que aglutina a una comunidad nítidamente definida en
la sociedad libanesa, segregada entre cristianos y musulmanes. Su lema es Dios, Patria
y Familia. Su ideología es nacionalista, más particularmente fenicista (por la idealización
del pasado fenicio), contraria al nacionalismo árabe. La situación de dependencia
colonial de Francia llevó a la Falange a luchar junto con los también libaneses
musulmanes sunitas. Tras la independencia, desde 1948 se alió con el nuevo estado de
Israel para compensar el aumento de población musulmana por la llegada de refugiados
palestinos. Tras sufrir varias escisiones sigue existiendo en la actualidad, y la familia
Gemayel sigue liderándolo.146
Véase también: Guerra civil libanesa
Tailandia
En los primeros días de octubre de 1976 las milicias armadas del «Kramti-
Daeng» y del «Nawhapon» asaltaron las universidades thailandesas ocupadas por
organizaciones izquierdistas realizando una masacre que impulsó a las Fuerzas
Armadas a hacerse cargo del poder. El «Mawhapon», Movimiento Nacional-Socialista,
junto con «Kranti-Daeng», un grupo estudiantil de acción construido sobre la imagen de
las Juventudes Hitlerianas. Tras el golpe de Estado fueron constituidas oficialmente las
«Luc Luong Viet Nam Du Doi» grupos armados de corte fascista que realziaban
incursiones en la zona comunista de Vietnam partiendo de bases en Thailandia.147
Sudáfrica
En 1930 el dictador José Félix Uriburu propone las posturas fascistas surgidas
por imitación de lo ocurrido en Italia con Benito Mussolini que apoyaban la implantación
de un corporativismo.158Uriburu le encomendó al poeta Leopoldo Lugones la redacción
de la proclama revolucionaria, que fue acusada de fascista.159 Lugones debió entonces
modificarla.
Chile
En México, sobre todo a partir de la crisis económica de 1929 que hacía para
algunos colectivos menos aceptable lo que percibían como una gran presión migratoria,
surgieron numerosos grupos de carácter ultranacionalista y xenófobo o racista (alguno
particularmente antisemita, otro antichino), que se conocían como dorados o camisas
doradas. Tuvieron una presencia puntual entre algunos colectivos de comerciantes. Se
destacaron en enfrentamientos callejeros con sindicatos izquierdistas en 1935.173
La Unión Revolucionaria fue un partido político peruano fundado por Luis Miguel
Sánchez Cerro en 1931. Gobernó junto con él luego de ganar las elecciones de 1931.
Tras su muerte, en 1933, fue dirigido por Luis A. Flores Medina y devino en partido
abiertamente fascista.
En Asia el régimen de Chiang Kai shek fue considerado de tenor fascista entre
1949 y hasta 1987 bajo el reinado de Chiang y de su hijo, miles de personas
consideradas hostiles al gobierno fueron torturadas y asesinadas.178siendo uno desus
principales objetivos el jiaogong (exterminio del comunismo), especialmente a partir de
1934. El Movimiento Nueva Vida de Kai Shek fue eminentemente una organización
fascista de encuadramiento político, de adoctrinamiento moral y de control social
auspiciada por el Cuartel General del Generalísimo del Comité Militar del Régimen
Nacionalista de Nanchang, las dos principales plataformas fascistas pro-Chiang Kai-
shek eran la Sociedad Lixingshe y el Grupo CC xi. Chiang Kai shek desarrolló la tarea
de combatir la disidencia mediante una política eminentemente militarista y ferozmente
anticomunista, . Para Chiang Kai-shek se trataba de militarizar a toda la población a
imagen y semejanza del Ejército Nacional. En 1949 el régimense retiró a Taiwán tras
ser vencido en la segunda y última fase de la Guerra Civil (1946-1949) por el PCCh.
Durante el régimen de Chiang los jóvenes serían adoctrinados y encuadrados mediante:
la educación militar (junxun), el escultismo (tongzijun), los grupos de autodefensa
(baoweituan). A su vez, el militarismo y el control social generalizado se extenderían
gracias a la recuperación del sistema baojia (sistema de empadronamiento y de control
social desarrollado entre los siglos VI y X) y al sistema baoan (seguridad y orden).
Mientras que para las mujeres se desarrollaría la Asociación de la Mejora de la Mujer
(Funun shenguo gajin hui), desarrollando la imagen de la mujer como promotora y
defensora de la familia, y abnegada de los asuntos domésticos.179
Desde finales del siglo XX han aumentado las posibilidades electorales de los
partidos que basan su propuesta política en distintas ofertas de dureza contra la
inmigración y mantenimiento de la personalidad nacional. Además de en Italia, en varias
democracias europeas la presencia de partidos de extrema derecha, o personalidades
con un pasado nazi o fascista han llegado a ocasionar incluso problemas
internacionales: fue el caso del escándalo por la llegada de Kurt Waldheim a la
presidencia de Austria (1996) o la entrada en el gobierno del mismo país del Freiheitliche
Partei Österreichs (Partido Liberal de Austria, FPÖ) de Jörg Haider en 1999. En los
Países Bajos ocurrió un caso similar con la Lijst Pim Fortuyn (Lista Pim Fortuyn, LPF)
en 2002. En Francia, la inesperada posibilidad de que Jean-Marie Le Pen (Front
National, Frente Nacional) pudiera llegar a la presidencia de la República, llevó a una
agrupación del voto de todo el espectro político de izquierda a derecha en su contra en
las elecciones de 2002.181
Véase también: Ultraderecha
Fascismo de izquierda