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AMONIACO
El amoníaco anhidro es un gas incoloro, de olor irritante y tóxico.
Es la materia prima para la fabricación del ácido nítrico, del nitrato amónico y otros
nitratos inorgánicos, así como de la urea, todos ellos de empleo masivo como
fertilizantes. El ácido nítrico es el reactivo imprescindible para la fabricación de
nitrocompuestos que encuentran aplicación en la industria de los plásticos (isocianatos
de los que se derivan los poliuretanos), las pólvoras y los explosivos (nitroglicol y
nitroglicerina para las dinamitas), fármacos, colorantes y otros muchos productos de
química fina.
El objetivo fundamental del proceso en sus tres primeras etapas es la obtención del
llamado gas de síntesis: una mezcla de gran pureza y con proporciones
estequiométricas de nitrógeno e hidrógeno. Sólo la última etapa está dedicada
realmente a la producción de amoniaco.
Dos son los gases reaccionantes que se obtienen por separado: el llamado gas
generador, una mezcla de monóxido de carbono y nitrógeno, y el llamado gas de
agua, mezcla de monóxido de carbono e hidrógeno. Ambos gases se obtienen en un
mismo generador haciendo pasar, en primer lugar, aire sobre coque al rojo, con lo
que el oxígeno del aire se consume con producción de CO:
AMONIACO
Cuando el coque está al rojo blanco se corta la entrada de aire y se hace pasar
vapor de agua que reacciona para dar monóxido de carbono e hidrógeno:
El gas debe ser ahora calentado a unos 500 ºC para proceder a la conversión del CO
en CO2. Esta conversión es una reacción que desprende calor que se aprovecha en
los cambiadores de calor para calentar el gas purificado de azufre.
Se tiene pues el gas purificado en las condiciones óptimas para que el CO que
contiene reaccione con vapor de agua en un contacto de óxido de hierro que contiene,
algo de óxido de cromo, formándose dióxido de carbono e hidrógeno:
500° C
CO + H2O -------------------------------> CO2 + H2
Por medio de este proceso se elimina de la mezcla gaseosa la mayor parte del CO
produciéndose al mismo tiempo más H2 (necesario para la formación del amoniaco).
En esta fase se ha de eliminar el CO2 y el CO que forman parte del gas de contacto
obteniendo así una mezcla que contiene sólo H2 y N2, llamada entonces gas de
síntesis.
La eliminación del CO2 se basa en su solubilidad en agua que aumenta mucho al
crecer la presión. Esta circunstancia no ocurre con los otros gases (H2, N2 y CO) que
forman el gas de contacto por lo que se puede separar aquél de éstos.
Para ello, el gas de contacto se comprime a 25 atm con el compresor y luego se lava
con agua en la torre de absorción de CO2. El agua con el CO2 disuelto sale por la parte
inferior de la torre, mientras que los demás gases salen por la parte superior de la
misma.
Finalmente, el gas que sale a 200 atm del absorbedor de CO, se lava en otra torre de
absorción con lejía de sosa para eliminar las últimas trazas de CO2. Se obtiene así el
llamado gas de síntesis que contiene fundamentalmente nitrógeno e hidrógeno.
Obtención de amoniaco
Para la síntesis del amoniaco, el horno debe calentarse a unos 400-500º C. Entonces
comienza la reacción de formación de amoniaco que transcurre exotérmicamente.
Esta circunstancia obliga a eliminar por refrigeración el calor que se desprende.
El gas que sale del horno contiene de un 8 a un 12% de amoniaco que se separa del
resto de gas de síntesis mediante sucesivas refrigeraciones, primero con agua y
después más a fondo con salmuera como refrigerante hasta conseguir que el
amoniaco que contiene, después de descomprimir al pasar por la válvula de
expansión se recoja líquido en el tanque.
El gas de síntesis que no ha reaccionado se lleva de nuevo al horno mediante la
bomba de circulación.