Global Change Biology (1998) 4, 461-475

Las interacciones entre la atmósfera y los ecosistemas terrestres:

influencia sobre el tiempo y el clima

ROGE AR. PIE LKE, S r, * RON I AV ISS AR, † MI CHAE L RAUPACH, ‡

A . J OHANNE S DOLMAN, § XUB INZ ENG, ¶ y A. S T COT DENN iación * *
* Departamento de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad del Estado de Colorado, Fort Collins, CO 80523, EE.UU.; † Departamento de Ciencias Ambientales, Cook
College, Universidad de Rutgers, New Brunswick, NJ 08903, EE.UU.; ‡ Atmosférica y los procesos terrestres, Centro de Mecánica de la CSIRO ambientales, GPO Box
821, Canberra, ACT 2601, Australia; § DLO Winand Staring Center, PO Box 125, 6700 C Wageningen, Países Bajos; ¶ Departamento de Ciencias de la Atmósfera, PAS
Edificio # 81, La Universidad de Arizona, Tucson, AZ 85721, EE.UU.; ** Facultad de Ciencias Ambientales y Gestión de la Universidad de California, Santa Barbara, CA
93106-5131, EE.UU.

Abstracto

Este artículo revisa el corto plazo (biofísico) y largo plazo (de un total de alrededor de 100 escalas de tiempo del año;
biogeoquímicos y biogeográficas) influencias de la superficie de la tierra en tiempo y el clima. A partir de la revisión de la literatura,
la evidencia es convincente que la dinámica de los ecosistemas terrestres en estas escalas de tiempo significativamente en los
procesos atmosféricos influencia. En los estudios sobre el pasado y el futuro posible cambio climático, la dinámica de los
ecosistemas terrestres son tan importantes como los cambios en la dinámica de la atmósfera y su composición, la circulación
oceánica, medida en la capa de hielo, y las perturbaciones de la órbita.

palabras clave: la dinámica atmosférica y del ecosistema, las interacciones biogeofísicas / biogeoquímicos con tiempo y el clima, el
clima, el cambio climático, el cambio global, la tierra y la atmósfera de interacción

Recibido el 28 de marzo de 1997; versión revisada recibió 12 de septiembre y 14 de octubre de de 1997 aceptó

Introducción

interacciones terrestres ecosistemas-atmosférica se refieren a los intercambios
de calor, humedad, trazas de gases, aerosoles, y el impulso entre las
superficies de la tierra y el aire que recubre. Estas evaluaciones representan un
sistema acoplado dinámico que se esperaría para evolucionar de manera
diferente como resultado de las interacciones entre los dos medios. Este
artículo resume estas interacciones y discute por qué son importantes.
Henderson-Sellers 1988; Delworth y Manabe 1989; Nobre
et al. 1991; bonan et al. 1992; Franchito y Rao 1992; McGuf fi correo et al. 1995;
Persecución et al. 1996; Randall et al. 1996; vendedores et al. 1996c; Zhang et al. 1996).
la estructura y la función del ecosistema se determina en gran medida de
escalas de tiempo de décadas a siglos por el clima influencias, principalmente a
través de rangos de temperatura y la disponibilidad de agua (Woodward 1987;
Woodward y McKee 1991; Prentice et al.

los ecosistemas terrestres y el clima en la influencia de un fl otra en escalas
de tiempo que van desde segundos a millones de años (por ejemplo, véase fig.
1 en Ventas et al. 1995). Los ecosistemas en el tiempo y el clima influencia
sobre período de segundos a años a través de los intercambios de energía, la
humedad y momento entre la superficie terrestre y la atmósfera (Waggoner y
Reifsnyder 1968; Shukla y Mintz 1982; Dickinson, 1984; Dickinson et al. 1986;
vendedores et al. 1986; Pan & Mahrt 1987; Dickinson et al. 1992; Bonan 1994;
vendedores et al. 1996a) y los cambios en la circulación atmosférica a escala
global que pueden resultar de cambios en estos fundentes (Charney 1975;
Chervin 1979; Sud y Fennessy 1982; Sud & Smith 1985; Sud et al. 1988;
Dickinson y
1992; Neilson y Marcas de 1994; Neilson 1995; HendersonSellers y McGuf fi e
1995; Bugmann 1997; Chapin & Star campo 1997). En escalas de tiempo de
miles de años, los ciclos glaciares-interglaciares probablemente implican
cambios acopladas en la distribución geográfica de los ecosistemas terrestres,
albedo de la superficie, los ciclos biogeoquímicos, y el clima (por ejemplo, véase
Foley 1994; Foley et al. 1994; Dutton y Barron 1996, 1997; Aprendiz et al. 1993;
Gallimore y Kutzbach 1996; Crowley y Baum 1997; Adams et al. 1990; Harrison et
al. 1995) en respuesta a los cambios de forzamiento solar. En escalas de tiempo
incluso más tiempo geológica (millones de años), los ecosistemas terrestres y el
clima de la Tierra han evolucionado juntos a través de mecanismos tales como
los cambios en la bioquímica y la composición de la atmósfera (Sagan y Mullen
1972; Budyko 1977; Worsley y Nance 1989; Kasting 1993 ).

Correspondencia: RA Pielke, tel / fax 1 1 / 970-491-8293, correo electrónico Dallas:

hercules.atmos.colostate.edu

© 1998 Blackwell Science Ltd. 461

462 R. A . PIE LKE et al.

Nuestro trabajo se centra en las interacciones del ecosistema atmósfera

terrestre en escalas de tiempo de más de cien años y menos. Para períodos de
tiempo más largos, las interacciones se vuelven aún más entrelazados como el El modelado de los ecosistemas terrestres implica la respuesta a corto plazo
tiempo más lento procesos período (por ejemplo glaciación continental) se de la vegetación y los suelos a los efectos atmosféricos, y la evolución a largo
vuelven importantes. Para comprender adecuadamente los efectos de período de plazo de la composición de especies, la dinámica de biomas, y el ciclo de

tiempo más lentas, sin embargo, requiere que entendemos las interacciones más nutrientes asociada con cambios en el paisaje y estructura del suelo. La

rápidas (100 años o menos), que es el foco de nuestro trabajo. asimilación de carbono resultante en el crecimiento de la vegetación, y su
posterior liberación durante la desintegración ha sido un foco de estos modelos
(por ejemplo, véase Parton et al. 1987, 1988; Ejecución de 1994; Cazar et al. 1996;

Modelización de los flujos meteorológicos requiere el uso de ecuaciones de Parton 1996). Las escalas espaciales de estas simulaciones tienen rangos de

conservación para la velocidad fl uid, el calor, la masa de aire seco, la sustancia parche tamaños (microescala) para BIOME escalas (mesoescala). Estos

del agua en sus tres fases, y muchos otros componentes atmosféricos naturales modelos incluyen a menudo un componente estocástico para representar

y antropogénicos. escalas espaciales de simulación han oscilado entre entradas aleatorias impredecibles de la atmósfera y las interacciones dentro de

representaciones de alta resolución de la capa límite donde incrementos de la vegetación tales como fi res, por ejemplo.

cuadrícula son del orden de decenas de metros o menos, a las

representaciones de circulación general de todo el globo.

Estos modelos requieren insumos tales atmosféricos como la temperatura,

La caracterización de procesos de la biosfera en estos modelos, sin
humedad relativa, radiación neta, y la precipitación con el fin de integrar sus
embargo, se ha limitado a las representaciones simples donde se prescriben
formulaciones adelante en el tiempo. La salida de las estaciones climatológicas
mayoría de los aspectos del suelo y la vegetación. La conductancia estomática
cercanas se han utilizado como las condiciones de contorno necesarias para
responde a las entradas atmosféricas de radiación solar, temperatura del aire,
estos modelos cuando se aplica sobre el parche hasta la escala regional. A
humedad relativa del aire, precipitación, y la concentración de dióxido de
escala global, da salida a los modelos de circulación fromgeneral se han
carbono del aire, y a la temperatura del suelo y la humedad. Hasta el presente,
utilizado para estimar los posibles cambios de tipo de bioma en respuesta a la
en los modelos meteorológicos, estas son las únicas variables meteorológicas a
hipótesis de escenarios de cambio climático, utilizando, por ejemplo, el
las que la vegetación y el suelo responden dinámicamente.
concepto de una Holdridge

diagrama (Henderson-Sellers y McGuf fi e 1995) y otros modelos de vegetación

Ejemplos recientes de investigación modelo de la importancia de las
(Claussen 1991;
encontrar en DaluPrentice et al. 1992).
et al. ( 1996), Graetz (1991), y Williams y Balling (1996).)
condiciones de la superficie de la tierra en tiempo y el clima incluyen: Otterman
y Chou (1992); Ek y Cuenca (1994); Keller & Matson (1994); Panajiston (1995);
Xinmei et al. interacciones a corto plazo
(1995a); Ye y Xinyuan (1995); Avissar y Liu (1996); Betts
La estructura vertical de la capa límite atmosférica durante el día es
et al. ( 1996); Crook (1996); Cuenca et al. ( 1996); Dirmeyer y Shukla (1996);
críticamente dependiente de la partición de la radiación neta en sensible y
Giorgi et al. ( 1996); Koster y Suárez (1996); Kutzbach et al. ( 1996); Levis et al. ( 1996);
latente de calor turbulento de reflujo, y la conducción groundheat. Una capa
Luthi
límite más profundo, por ejemplo, se produce cuando más de esta energía
et al. ( 1996); Lyons et al. ( 1996); Moldeadores y Raabe (1996); Pan et al. ( 1996);
radiativa se realiza como calor sensible fl ux. Esto resulta porque el calor
Qu et al. ( 1996); Rabin y Martin (1996); von Salzen et al. ( 1996); Xue (1996);
sensible fl ux genera la flotabilidad en la superficie de la tierra, lo que aumenta
Zhang et al. ( 1996); Crowley y Baum (1997); Pielke et al. ( 1997); Schar et al.
la energía cinética turbulenta de la capa límite de convección (CBL), que le
permite crecer por arrastre turbulento contra estabilidad estática en la parte
(1997); Bornstein et al. ( 1994). superior CBL. Cuando la vegetación está presente, la respuesta de la
Recientes artículos basados ​observacionalmente sobre este tema incluyen: conductancia de la hoja a las condiciones atmosféricas representa una
Lyons et al. ( 1993); Xinmei et al. ( 1995b); Baldocchi y Shankar Rao (1996); da retroalimentación rápida entre la biosfera y la atmósfera. El paso de una nube
Rocha et al. ( 1996); Grunwald durante el día, por ejemplo,
et al. ( 1996); Jones (1996); Livezey y Tinker (1996); Nemani
et al. ( 1996); Prueger et al. ( 1996); y Avissar et al. ( 1998) Un número especial de
la Journal of Geophysical Research ( 20 marzo de 1996) editado por R. Avissar y
M. Coughlan, incluida una amplia gama de papeles sobre este tema (por
ejemplo Avissar y Liu 1996; Betts et al. 1996; Persecución et al. 1996; Chen et al. El secado de la superficie del suelo cerca, y el agotamiento de más profunda la
humedad del suelo como resultado de la transpiración representan otra, la
1996; Copeland et al. 1996; Cuenca et al. 1996; Gao et al. retroalimentación algo más lento con el ambiente que varía en el día a unas pocas
1996; Rabin y Martin 1996; Seth y Giorgi 1996; Shao y Henderson-Sellers 1996; semanas. Cuando la vegetación se convierte en estrés de agua, por ejemplo, los
Wetzel et al. 1996; Xue et al. estomas se cerrará con el fin de conservar el agua restante, de modo que un mayor
1996). (Una lista de otros trabajos publicados en estas investigaciones

© 1998 Blackwell Science Ltd., Global Change Biology, 4, 461-475 áreas se pueden
 ATMO S PHE RIC Y E CO SIST EM ICS Dynam 463
fracción de la radiación neta se realiza como calor sensible de reflujo (Avissar y
Pielke 1991). Precipitación representa una realimentación a corto plazo que puede
reponer rápidamente la humedad del suelo, así como proporcionar capas de agua
líquida poco profundas sobre la vegetación (intercepción).
interacciones a largo plazo
Estacional interacciones incluir retroalimentaciones entre
aumentos en la LAI desde la primavera hasta el verano que modificar el reparto
de los fundentes de calor latente y sensible. limitaciones de nutrientes también
pueden limitar el crecimiento de la biomasa, particularmente en ambientes
húmedos. Se ha demostrado que el aumento de la temperatura media en la
primavera en el este de Estados Unidos se interrumpe en la vegetación hojas
debido al cambio en el balance energético de la superficie de calentamiento
sensible al calor latente (Schwartz & Karl
1990). Además, las condiciones de sequía sobre el este de los Estados Unidos
aparentemente están perpetuados por la transpiración reducida de la
vegetación con estrés hídrico.
Otro importante influencias de la superficie de la tierra en la atmósfera
incluyen el catión modificado del albedo de la superficie. El albedo se ha
demostrado ser una interacción paisaje-atmosférica crítico en el que, por
ejemplo, la desertificación de la región Sahel de África puede haber resultado
de pastoreo excesivo por las cabras domesticadas de la vegetación más oscuro
de tal manera que una mayor fracción de la radiación solar se refleja de vuelta
en el espacio (se espera que la campaña de campo HAPEX-Sahel para
proporcionar datos para comprender este efecto-Dolman et al. 1997; Goutorbe et
al.
1997). Se ha sugerido que el desierto de Rajastán en la India es el resultado del
mismo mecanismo.
En los períodos de tiempo de años, la composición de especies y las
características del suelo, incluyendo ciclos de nutrientes puede cambiar en
respuesta a los cambios atmosféricos a largo plazo, a través de sucesión de la
vegetación natural, las perturbaciones humanas y eventos episódicos, tales como
fuertes tormentas de viento y fuego. se espera que estos cambios terrestre en los
ecosistemas a continuación retroalimentación a la estructura atmosférica. ejemplos
prehistóricos evidentes de estos cambios incluyen los cambios dinámicos del
paisaje como regiones bioma boreal y templada desplazan hacia los polos después
de la retirada de la máxima glaciación del Pleistoceno.
programas de actividades prácticas
Recientemente, ha habido varios programas de campo que se centran en las
interacciones tierra-atmósfera de superficie tales como: FIFE (Sellers et al. 1992a,
Betts y Beljaars 1993, Smith
1997) en Kansas, EE.UU.; BOREAS (véase vendedores et al. 1995) en
Saskatchewan andManitoba, Canadá; LOTREX (Schadler
et al. 1990) en Hildesheimer Borde, Alemania; EFEDA (Bolle et al. 1993), en
España; HAPEX-MOBILHY (Andre
et al. 1989a; Noilhan et al. 1991) en Francia; HAPEX-SAHEL
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(Por ejemplo Goutorbe et al. 1994, 1997) en Níger; SEBEX (Wallace
et al. 1991) en el Sahel, en África; y en la región amazónica (por ejemplo
Shuttleworth 1985; Wright et al. 1992; Gash y Shuttleworth 1991; Nobre et al. 1996;
Shuttleworth et al.
1991); y REKLIP en Europa central (Parlow 1996). El Experimento Global del
Ciclo de Energía y Agua (GEWEX) proporcionará datos adicionales para
evaluar las interacciones atmósfera-tierra en superficie (Coughlan y Avissar
1996).
dimensiones humanas
La participación socioeconómica y política de los seres humanos también tiene que
tenerse en cuenta en las interacciones superficiales atmósfera terrestre. Martín et
al. ( 1996) proporciona una discusión sobre este tema con respecto a la
desertificación. Raup (1957) describe cómo la perturbación humana impide
composición de la vegetación de alcanzar cualquier línea de 'clímax' o estado de
'equilibrio'. Esta tesis se explicó con más detalle, y confirmado en el estudio
seminal de Nueva Inglaterra paisaje por Foster (1992, 1993, 1995) y Foster et al. ( 1992).
Motzkin et al. ( 1996) llegó a la conclusión de que 'El impacto generalizado y de
larga duración de la actividad humana en los sistemas naturales indica que la
historia de uso del suelo debe ser tratada como un aspecto integral del estudio
ecológico. . . '. Kittel et al. ( 1996) presentan un procedimiento para recoger datos de
la superficie terrestre para su uso en estudios tierra-atmósfera. Un libro titulado La
Tierra tal como son transformadas por la acción humana, editado por Turner et al. ( 1990)
incluye varios trabajos directamente relacionados con este tema (por ejemplo,
Richards 1990; Williams 1990).
el cambio de carbono de la tierra y la atmósfera
Aunque la tierra cubre sólo el 29% de la superficie de la Tierra, y no se
vegetated toda la tierra, el almacenamiento de carbono orgánico en
ecosistemas terrestres, que es 1600 Gt C (1 Gt C 5 10 9 kg de carbono) es más
de dos veces el almacenamiento de carbono en la atmósfera (765 Gt C) como
CO 2. intercambios anuales de carbono entre estos depósitos asciende a
alrededor de 120 Gt C, con la creación de la materia orgánica por fotosíntesis
aproximadamente equilibrada por liberación de CO 2
por la respiración y la descomposición (Schimel et al. 1996). Por el contrario, las
emisiones globales de CO 2 debido a la combustión de combustibles fósiles es
sólo alrededor de 6 Gt C (Andres et al. 1996), por lo que una perturbación en el
intercambio de carbono natural de los ecosistemas terrestres de sólo el 5% sería
igual a la emisión industrial total a la atmósfera. la biomasa terrestre está siendo
destruido por la deforestación, la quema de biomasa, y otros cambios de uso del
suelo a una velocidad de entre
0,6 Gt C y -1 y 2,0 Gt C y -1, con la mayoría de este reflujo ocurre en los trópicos
(Houghton et al. 1987, Houghton 1993). Sin embargo,
parece que la
contribución global de la biosfera terrestre para el balance de carbono de la
atmósfera es la de actuar como un sumidero de 1-2 Gt C y -1 ( Schimel et al. 1996).
Esto puede ser debido a
464 R. A . PIE LKE et al.

fertilización por CO 2 en sí (Gifford 1994; Friedlingstein

et al. 1995), la deposición de nitrógeno (Schindler y Bayley 1993); las
fluctuaciones del clima (Dai & Fung 1993), reforestación (Dixon et al. 1994), o
algunas combinaciones de estos y otros factores desconocidos. Los intercambios
de carbono entre la atmósfera y la superficie de la tierra son bastante sensibles a
los cambios en el clima de forzamiento tales como temperatura, precipitación, y la
radiación, y a su vez tienen el potencial de afectar significativamente el equilibrio
radiativo de la atmósfera a través de los cambios en la relación de mezcla de CO 2, Si
las perturbaciones sistemáticas persisten durante años o décadas. Además, CO 2 concentración
tiene un efecto directo sobre la fisiología de las plantas de los estomas por el cual
el balance de energía de superficie está íntimamente ligada a la atmosférica CO 2 ( Collatz 1 acoplamiento radiativo La energía disponible para la transferencia a la
et al. 1991, 1992), aunque algunos estudios han encontrado que esta vinculación atmósfera en forma de calor sensible y latente es modulada por el efecto de T s en
a ser más débiles en el campo que en el laboratorio (Korner y Arnone la radiación de onda larga saliente (Monteith, 1973). Esta retroalimentación es
pequeño excepto sobre superficies lisas, secas, y es negativo en condiciones
diurnas porque un positivo T s perturbación disminuye la energía disponible por el
aumento de la radiación de onda larga hacia el exterior, con lo que la inducción
1992). Esta respuesta fisiológica puede a su vez tener implicaciones regionales de una restauración T s perturbación.
y globales para los patrones de circulación atmosférica y el clima (Sellers et al. 1996c;
véase la Sección 3). 2 acoplamiento
cuatro aerodinámica
evaluaciones La por
evaluados transferencia
Raupach turbulenta de calor y humedad es
(1998) son:
modulada por la estabilidad atmosférica y por lo tanto por la SEB, alimentando hacia

atrás sobre la propia SEB. Esta retroalimentación actúa negativamente sobre T s en

Mecanismos que influyen en evaluaciones de la biosfera-atmósfera
condiciones inestables, ya que una pequeña perturbación positiva T s aumenta la

inestabilidad térmica y la conductancia aerodinámica, ejerciendo una restauración de

temperatura
influencia des mediante
en T superficieelmayor T s (de
aumento por
la ejemplo, Raupach
transferencia y Finnigan
de calor 1995). Los
aerodinámico.
El presupuesto de energía superficial

El presupuesto de energía superficial (SEB) de un paisaje se rige por un

conjunto de interacción de procesos de la superficie y de la atmósfera que 3 acoplamiento fisiológico fisiología de la vegetación y la SEB ejercen una fuerte
operan a escalas de tiempo de minutos a muchos años. En escalas de tiempo corto plazo influencias sobre la otra a través T s. Esta retroalimentación actúa
procedimientos de promediación apropiadas se pueden utilizar para definir una
de días a años, la SEB está vinculado con el agua, el carbono y el balance de positivamente sobre T s a temperaturas lo suficientemente altas como para un
nutrientes de la superficie, y de allí al ecosistema de desarrollo. Un vínculo aumento de la T s para causar una disminución en la conductancia estomática.
clave de este tipo se produce a través de evaporación (tanto desde el suelo y Esto puede conducir a completar cierre de los estomas (Monteith 1975; Jarvis
como transpiración de las plantas), que proporciona el término común entre la 1976; Jarvis y McNaughton 1986; Collatz et al. 1,991), pero tal tendencia se mitiga
SEB y el equilibrio de agua del suelo. Un segundo grupo de vínculos sustancialmente en la mayoría
diferentes, particularmente de circunstancias
cuando por
la vegetación es retroalimentación
escasa, pero los
SEB-carbono-nutrientes se produce a través del carbono tierra-aire de reflujo, a aerodinámico (Raupach 1997). profundidad de la raíz y la distribución vertical es
través de los efectos de la luz y el agua sobre el crecimiento de la planta. Estos otro atributo físico importante de plantas que influye en el almacenamiento de
recursos críticos están limitados por los procesos de SEB tales como el balance agua del suelo (Nepstad et al. 1994), que a su vez afecta la SEB a través de la
de radiación y el calor latente de reflujo, sin embargo, a su vez, determinan en partición de fundentes de calor sensible y latente.
temperaturas de la superficie de la vegetación y el suelo. Estos pueden ser muy
gran medida el estado vegetación tanto por encima del suelo (que influyen en
albedo y la transpiración,
4 acoplamiento CBL La saturación de fi cit (la diferencia entre la saturación y
humedades ambientales) en el aire por encima de la superficie no es
independiente
plazo, todos losde la SEB
cuales durante
pueden ser el día, debido como
considerados a que que
evoluciona en respuesta
actúa sobre las
al crecimiento de la CBL atmosférica. Este crecimiento a su vez está
por ejemplo, ver Nepstad et al. 1994; Desborough 1997; Koster y Milly 1997). Un tercer determinado por el SEB (junto con la estructura de la temperatura y la humedad
grupo de enlaces se produce a través de cambios cubierta vegetal humaninduced, de la troposfera suprayacente), que conduce a un mecanismo de acoplamiento
incluyendo compensación, herbívoros y fi re. Todos estos procesos, a su vez que constituye un poderoso control de retroalimentación sobre el
alimentan de nuevo en comportamiento atmosférico, en gran parte a través de la SEB. número) cuanti fi durante
comportamiento es la interacción entre
el día tanto decuatro
la SEBvías
y ladeCBL
realimentación
(McNaughtona corto
y Spriggs
1986, 1989 ; Raupach 1991; McNaughton y Raupach 1996). acoplamiento CBL
Otras evaluaciones biosfera-atmósfera importantes actúan sobre el SEB en es generalmente un proceso de retroalimentación negativa, ya que una
escalas de tiempo (subdiurnal) mucho más cortos, y por lo tanto son perturbación de la SEB hacia (por ejemplo) el aumento de calor sensible fl ux
esencialmente instantánea de un punto de vista ecosistema. Durante mucho aumentará la tasa de arrastre de aire seco desde arriba y desde allí la
1975; McNaughton y Jarvis 1991). Otro papel en este número (Raupach 1998, este
tiempo se ha reconocido que el corto plazo procesos de radiación, saturación de fi cit en el CBL, en
aerodinámicas, fisiológicas y de capa límite que determinan la SEB no son

© 1998 Blackwell Science Ltd., Global Change Biology, 4, 461-475 independiente (Thom
 ATMO S PHE RIC Y E CO SIST EM ICS Dynam 465

Figura 1. Modelo conceptual de cómo las

heterogeneidades superficiales influir en las circulaciones
encima a través
fundentes diferenciales y sus capas límite asociadas (de
Pielke y Vidale
1995).

aumentando a su vez el calor latente de reflujo y disminuyendo el calor sensible de
reflujo en la superficie. Un segundo proceso importante en acoplamiento CBL es
turbidez de la capa límite, lo que limita el crecimiento CBL por la disminución de la
energía disponible en la superficie.
Efecto de la falta de homogeneidad de superficie
terrestre del planeta se compone de tipos de elevación del terreno y el paisaje
variables. Como se muestra en Atkinson (1981), Pielke (1984), y Cotton & Pielke
(1995), por ejemplo, estas variaciones espaciales en propiedades de la superficie
de la tierra causan variaciones horizontales en el presupuesto de energía
superficial. Estas variaciones pueden generar circulaciones atmosféricas de
mesoescala que puede enfocar la lluvia, y profundamente influencia del clima local
y regional. La Figura 1 ilustra cómo tal falta de homogeneidad de la superficie
puede alimentar exclusivo, incluso a la escala global.
teoría similitud Obukhov ha sido ampliamente utilizado para la estimación de la
superficie fundentes turbulentos, y varias teorías también han beendeveloped
para thewhole capa límite (por ejemplo Stull 1988). Cuando la escala espacial ( L s)
de las faltas de homogeneidad de la superficie es pequeña (por ejemplo, menos
de 5 km), su efecto sobre los fundentes turbulentos se limita generalmente a la
parte inferior de la capa límite, y este efecto puede ser considerado a través de
una Modificación a la teoría similitud Monin- Obukhov (Avissar y Schmidt 1998).
Cuando L s es fi cientemente grande (por ejemplo superior a 10 km), sin
embargo, el calentamiento diferencial horizontal puede conducir al desarrollo de
circulaciones de mesoescala que afectarán a toda la capa límite.
Estas circulaciones de mesoescala no se consideran en los métodos
anteriores. Además, es aún claro en la actualidad si la superficie fl Uxes en los
casos de gran L s puede ser calculada por los métodos anteriores.

El impacto de la heterogeneidad del paisaje en la atmósfera y la superficie

Sobre superficies horizontalmente homogéneas, la Monin- (energía, agua, y la masa) fl ujos, F, a nivel local

© 1998 Blackwell Science Ltd., Global Change Biology, 4, 461-475

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escalas andmesoscales pueden ser, en general, determinado a partir de la
profundidad de la capa límite planetaria, el tamaño característico horizontal
parche, el potencial diferencia de temperatura entre la parte superior de la capa
límite y la superficie, el viento a gran escala, la temperatura de potencial de
superficie, la diferencia máxima de temperatura de la superficie horizontal entre
diferentes parches, la altura sobre el suelo, y la superficie sensata calor, la
humedad, o impulso de reflujo (Zeng y Pielke 1995a; Lynn et al. 1995). Para los
pequeños parches y fuertes vientos a gran escala, por ejemplo, la influencia de
la variabilidad del paisaje homogeneiza rápidamente una corta distancia por
encima de la superficie (Dalu et al. 1996).
Pequeño inhomogeneidad superficie escala espacial todavía puede afectar a
la estructura detallada de la capa límite atmosférica, sin embargo (por ejemplo
Had campo et al. 1992; Walko et al. 1992; Zeng y Pielke 1993; Avissar & Schmidt
1998), pero difícilmente pueden generar circulaciones de mesoescala, y los
efectos agregados pueden ser representados por el enfoque de mosaico (por
ejemplo Avissar y Pielke 1989; Koster & Suarez 1992; Giorgi 1997a, b) o por el
uso de la mezcla de alturas con parámetros de superficie eficaz (por ejemplo
Mason 1988; Blyth et al. 1993). En mesoscales, sin embargo, la falta de
homogeneidad de la superficie puede generar circulaciones de mesoescala en la
capa límite. En otras palabras, la falta de homogeneidad de la superficie puede
afectar tanto a la superficie fl ujos y fl ujos en (e incluso por encima) de la capa
límite (por ejemplo Pielke et al. 1991; Avissar y Chen 1993; Chen y Avissar 1994;
Lynn et al. 1995; Zeng y Pielke 1995a; Avissar y Liu, 1996). Se demuestra en
Zeng y Pielke (1995b) que estos fundentes de mesoescala son insensibles a
pequeñas perturbaciones en inicial y las condiciones de contorno, así como
parámetros de modelo de superficie. En otras palabras, son parametrizables.
Sobre la base de los parámetros adimensionales, los esquemas de
parametrización se han desarrollado para fundentes turbulentos y de mesoescala
en Zeng y Pielke (1995a). Un enfoque de cortesía también se ha reportado en
Lynn
et al. ( 1995) para el desarrollo de estos esquemas de parametrización.
Mesoescala variabilidad de la superficie terrestre y precipitaciones
Varios estudios han demostrado que la variabilidad de la superficie terrestre de
mesoescala puede influir tanto en la cantidad de precipitación y su distribución
espacial (Andre et al. 1989b; Blyth et al.
1994; Chen y Avissar 1994; Avissar y Liu, 1996). Para la precipitación
estratiforme, mecanismos que causan un aumento en la precipitación incluyen:
efectos de fricción, que pueden causar un cambio en la convergencia horizontal y
velocidades verticales asociados; y la rápida evaporación de la precipitación
desde el dosel de la vegetación o el suelo desnudo, lo que puede causar un
aumento en la relación de mezcla de la capa límite. El proceso primeros también
juega un papel en la mejora de las lluvias orográficas (por ejemplo, algodón y
Anthes 1989). También es posible que los cambios periódicos en la rugosidad de
la superficie de la tierra pueden generar movimiento vertical, que a su vez puede
desencadenar
Anthes (1984) sugirió que la separación de la vegetación en regiones
semiáridas puede optimizar la cantidad de precipitación convectiva cumulus que
cae. Esta mejora de precipitación se produce a causa del desarrollo de las
circulaciones de viento locales que concentran vapor de agua de transpiración
en profundas nubes cúmulos.
El estudio de Blyth et al. ( 1994) trataron de separar la
efectos de convergencia de humedad y la realimentación de humedad rápida a
través de una serie de experimentos de sensibilidad con un modelo de mesoescala
3D. Sus simulaciones que se refiere a una superficie de 400 3 400 km en el suroeste
de Francia con ambas tierras agrícolas y forestales. Llegaron a la conclusión de que
la cubierta forestal completa en el dominio podría aumentar la precipitación frontal en
Amazonas
un en el estadocon
30% en comparación de Rondonia.
una simulación en la que el dominio fue suelo desnudo.
Alrededor de la mitad de ese aumento fue causado por la convergencia de humedad,
la otra mitad era por una rápida re-evaporación de lluvia interceptada. Especialmente
en las zonas costeras, o zonas con un gran número de intrusiones frontales, los
efectos de fricción, finalmente, representan un verdadero ganancia en contenido real
de humedad del suelo.
Avissar y Liu (1996) han demostrado cómo el patrón específico de superficie
de la tierra puede afectar a la formación de nubes convectivas de poca
profundidad y la precipitación. Su estudio ilustra que inhomogeneidades térmicas
en la superficie de la tierra pueden desencadenar circulaciones térmicas, que
pueden traer aire húmedo a elevaciones altas donde se puede precipitar,
la deforestaciónentiene
especialmente lugar semiáridas,
regiones en patronesdonde
regulares, tales como
la partición en la
energía cuenca del
superficial es
fuertemente dependiente de la precipitación antecedente. Este proceso puede
dar lugar a patrones de precipitación preferidos y estacionalmente persistentes,
mientras que al mismo tiempo durante un fi suf área suficientemente grande, la
precipitación total no cambiaría significativamente (Taylor et al. 1997). Sugirieron
que aumenta localmente la energía potencial en la capa límite aumentó la
precipitación convectiva en la escala de una sola célula de convección (10 km).
Esto puede suponer un ambiente de retroalimentación de la superficie terrestre a
una escala mucho más pequeña de lo que se investigó con los modelos
numéricos (hidrostática).
cúmulos (Dalu et al. 1996). Tal proceso bien puede ocurrir cuando, por ejemplo,
procesos a escala continental: el ejemplo Amazon
La cuenca del Amazonas, debido a su tamaño y ubicación ecuatorial, es una
fuente de calor y la humedad importante para la circulación general de la
atmósfera global. Las consecuencias directas de la deforestación Amazon
incluyen el cambio de tipo de vegetación y suelo propiedades, el aumento de
albedo de la superficie, y la disminución de la longitud de rugosidad. Estos
cambios, a su vez, alterarán las transferencias regionales de agua, energía y
momento entre la superficie y la atmósfera, lo que posiblemente resultar
© 1998 Blackwell Science Ltd., Global Change Biology, 4, 461-475 convección de
 ATMO S PHE RIC Y E CO SIST EM ICS Dynam 467

en el aumento de la temperatura superficial y la disminución de la precipitación y

la evaporación sobre la cuenca del Amazonas, como se sugiere por los estudios
(GCM) modelo de circulación general (por ejemplo, Henderson-Sellers et al. 1993).
La quema de biomasa y los cambios en la función fotosintética de la vegetación
también añadir dióxido de carbono a la atmósfera, lo que aumentará el efecto de
efecto invernadero (por ejemplo, Tans et al.

1990). Por otra parte, aerosol a partir de la quema de biomasa afectará el

presupuesto de radiación global (Penner et al. 1992). Debido a estos efectos y la
pérdida de biodiversidad resultante de la deforestación, la cuenca del Amazonas
se ha convertido en uno de los focos de la investigación interdisciplinaria en las
áreas de ciencias de la atmósfera, la hidrología, la ecología y biogeoquímica,
como se ha demostrado mediante experimentos de campo en el pasado y
planeado experimentos en el futuro cercano (por ejemplo, de Gran Escala de la
Biosfera-Atmósfera en la Amazonia, LBA, por 1997-2000).

Asmentioned anteriormente, la mayoría de los GCMstudies anteriores

mostraron que la deforestación reduciría la precipitación y evaporación, y
aumentar la temperatura de la superficie sobre la cuenca del Amazonas. Estos
estudios también indican que la deforestación podría perturbar el clima en las
regiones cercanas, y es probable que molestar a algunos aspectos de la
circulación general, especialmente las células Walker y Hadley. En contraste, el
uso de la radiación de onda larga saliente media mensual (OLR) de datos desde
los satélites en órbita polar NOAA, Chu et al. ( 1994) encontró pocos indicios de
una disminución de las lluvias asociadas con la deforestación sobre la cuenca
del Amazonas en los últimos 15 años. Una posible razón de los diferentes
resultados entre este estudio observacional y los estudios GCM anteriores es el
supuesto en estudios GCM de la deforestación en toda la cuenca que no ha
ocurrido todavía, en realidad, a pesar de las grandes áreas de la Amazonia han
sido cambiados de bosques a pastizales y tierras agrícolas (por ejemplo Skole y
Tucker 1993). Además, el estudio de Avissar y Liu (1996) parece indicar que la
deforestación a mesoescala, como ocurre actualmente en la Amazonía,
aumenta el reciclaje de agua y no reduce la precipitación.
Tres características relacionadas con la superficie de la tierra se han identi fi
cado tan importante para los estudios de deforestación en base a fundamentos
teóricos y resultados de los modelos. Sellers 1992, (. Fi g 14.3) proporciona una
lista de posibles evaluaciones debido al cambio en los tres factores: albedo,
evaporación (humedad del suelo en que fi gura), y la longitud de rugosidad de
la superficie. Aunque hay un buen número de evaluaciones en general, estos
son sólo unos interacciones importantes con respecto a la deforestación del
Amazonas (Zeng et al. 1996). A fin de facilitar la comprensión teórica del
impacto regional y posible global de la deforestación de la Amazonía, un
modelo de nivel intermedio se desarrolla en Zeng et al. ( 1996) para la
climatología tropical incluyendo la interacción atmósfera-tierra-mar. El análisis
de la ecuación termodinámica en themodel revela que el balance
Figura 2. Relación de precipitación y la humedad convergencia con evaporación para el
experimento deforestación continua denotado por las líneas continuas y discontinuas,
respectivamente. También representados son algunos resultados de la simulación GCM
deforestación de evaporación y la precipitación escalados por la precipitación de control del
modelo de nivel intermedio. NSS, Nobre et al. ( 1991); DK, Dickinson & Kennedy (1992); LR,
Lean & Rowntree (1993); Sud, Sud et al.
(1996). A5 y WET70 son dos experimentos de deforestación (mediante el aumento de
albedo de 0,05 y por la disminución de humedad superficial en un 30%, respectivamente)
utilizando el modelo de nivel intermedio. Los símbolos abiertos son para las carreras de
control y símbolos llenan son para la deforestación (de Zeng et al. 1996).
entre calentamiento por convección, enfriamiento adiabático, y la radiación
determina en gran medida la respuesta de la deforestación. La Figura 2 muestra
la relación casi lineal entre la precipitación, la convergencia de humedad, y la
evaporación bajo un escenario deforestación continua. También representan en
la figura son Amazon resultados de deforestación de algunos de los
experimentos anteriores GCM. Las pistas de control de estos experimentos
GCM tienen grandes variaciones, por lo que la precipitación y la evaporación se
escalan para que las precipitaciones de control son todos el mismo que el del
modelo de Zeng et al. ( 1996). Con una escala tal, tres de los cuatro resultados
de los modelos son muy cerca uno del otro. Sin ella, las diferencias entre sus
carreras de control son a menudo más grandes que las diferencias entre las
corridas de control y la deforestación. A pesar de que los resultados en Lean &
Rowntree (1993) son algo diferentes de los de los otros tres estudios, la
pendiente que une los símbolos abierto y llenan en la Fig. 2 para cada estudio
GCM es similar entre los cuatro estudios y es similar a la de el modelo de nivel
intermedio de Zeng et al. ( 1996). La implicación es que el altamente no lineal
tierra-atmósfera (incluyendo el reciclaje de precipitación) interacción y a gran
escala

© 1998 Blackwell Science Ltd., Global Change Biology, 4, 461-475

468 R. A . PIE LKE et al.
dinámica trabajan juntos para mantener una relación casi lineal entre la
precipitación, la convergencia de humedad, y la evaporación.
Estudios de sensibilidad (respuesta atmosférica a los
cambios de límite forzando)
La sensibilidad de la atmósfera y la superficie de la circulación del clima a
escala global a los cambios en las condiciones de contorno de la superficie
terrestre se ha demostrado de forma consistente durante más de 20 años
mediante la realización de experimentos con modelos de circulación general
atmosférica. Tradicionalmente, una simulación se realiza después de cambiar
algún aspecto de la superficie de la tierra (albedo, la rugosidad, la
evapotranspiración, la distribución de biomas), y los resultados se compara con
una simulación de control. Este enfoque se utilizó por primera Charney (1975),
que mostró que la respuesta dinámica de la circulación atmosférica a los
cambios de albedo de la superficie actuó como un mecanismo de
retroalimentación positiva para mejorar y mantener condiciones de sequía en el
África subsahariana. Usando este enfoque de respuesta a forzar,
1982) rugosidad de la superficie (Sud & Smith 1985; Sud et al.
1988), la cubierta vegetal tropical (Dickinson y HendersonSellers 1988; Nobre et
al. 1991; McGuf fi correo et al. 1995), humedad del suelo (Delworth y Manabe
1989), la cubierta forestal boreal (Bonan et al. 1992), la conductancia estomática
(HendersonSellers et al. 1995; Pollard & Thompson 1995), y el índice de área de
hoja (Chase et al. 1996).
Este enfoque demuestra claramente la influencia de la vegetación terrestre
en el tiempo y el clima, pero tales experimentos de sensibilidad no permiten la
interacción de dos vías entre los ecosistemas y el ambiente: cambios arbitrarios
se impusieron en forma de condiciones de contorno estáticas. Más bien, que
demuestran la respuesta de un componente (la atmósfera) a los cambios
prescritos en la relacionada forzando a otro componente (la superficie de la
tierra) del sistema. Por otra parte, en la mayoría de casos de cambios en un
parámetro de superficie particular (tales como longitud de rugosidad o albedo)
se hicieron sin tener en cuenta para el realismo biofísico: tales cambios en la
naturaleza no se producen sin cambios concurrentes en otros parámetros (tales
como índice de área foliar, conductancia estomática, etc.). En la década de
1980, et al. 1986; Sato et al. 1989; vendedores et al.
1986). En estos modelos, las propiedades biofísicas fueron todavía prescriben
no interactiva, pero se hizo un intento de mantener la coherencia interna entre
las propiedades radiativas, aerodinámicas, e hidrológicos de la vegetación
Un nuevo enfoque para el estudio de corta duración (segundos a semanas) y
medio plazo (meses a años) las interacciones entre la atmósfera y los
ecosistemas terrestres ha sido aprobada recientemente por algunos
investigadores. Un parámetro clave en el cálculo de calor latente y sensible de
reflujo, y su integración en la escala de hojas individuales para plantar
marquesinas para modelar celdas de la cuadrícula, es el dosel integrado
conductancia estomática al vapor de agua. Un número creciente de grupos de
modelado (Bonan et al. 1995; vendedores et al. 1996a, b, c; Randall et al. 1996;
Baya et al.
1997; Foley et al. 1997) están ahora calcula la conductancia estomática
mediante la introducción de la asimilación fotosintética de CO atmosférica 2 y las
evaluaciones bioquímicas y fisiológicas que se relacionan la fotosíntesis, la
conductancia estomática y la transpiración (Farquhar 1979; Farquhar
et al. 1980; Bola 1988; Collatz et al. 1991, 1992). Este enfoque se basa en una
relación empírica entre la conductancia estomática y la tasa de fi jación de
carbono por fotosíntesis que parece ser útil para una amplia gama de especies,
que reconoce el problema de optimización fisiológica de minimizar la pérdida de
agua y maximizar la ganancia de carbono. conductancia estomática de la hoja
de nivel está integrado a la escala dosel basado en la asignación de nitrógeno
(Cowan 1986; Campo y Mooney 1986; Givnish 1986), que sigue la distribución a
largo plazo de la luz en el dosel (Sellers et al. 1992b) y así se puede deducir de
los datos de teledetección.
representaciones basadas fisiológicamente de la superficie de la tierra con vegetación.
Una clara ventaja de la nueva generación de modelos landsurface es su
capacidad para capturar algunos de los efectos de las interacciones no lineales
entre el clima y los ecosistemas terrestres. vendedores et al. ( 1996c) utilizó un
modelo de este tipo en un GCM atmosférica para estudiar la respuesta de
equilibrio del sistema biosfera-atmósfera a una duplicación de la atmósfera CO 2. Además
de los efectos radiactivos del elevado CO 2 en el GCM, sus resultados mostraron
un cambio en el balance de energía superficial local hacia calentamiento
sensible porque las plantas podrían asimilar más carbono para una
conductancia estomática dado, por lo que la evapotranspiración se redujo. Más
en general, las respuestas atmosféricos y biológicos se caracterizan por
interacciones no lineales que no podría predecirse en un modelo
forcingresponse más simple.
Otra importante interacción entre los ecosistemas terrestres y circulación
atmosférica ha sido explorado por Denning et al. ( 1995, 1996a, b), que mostró
que las interacciones no lineales entre la fotosíntesis y la turbulencia de la capa
límite pueden tener un efecto de primer orden sobre la distribución de la
atmósfera CO 2. interacciones no lineales entre la atmósfera y biosfera terrestre
también se producen en la hora local de escalas regionales debido a la
covarianza entre convección atmosférica y la fotosíntesis (Denning et al. 1995,
1996a, b). Tanto la flotabilidad impulsada
© 1998 Blackwell Science Ltd., Global Change Biology, 4, 461-475 mediante el uso de
 ATMO S PHE RIC Y E CO SIST EM ICS Dynam 469
turbulencia y convección en la atmósfera y fotosintética asimilación de carbono
en la biosfera son impulsados ​por la radiación solar. Esto significa que, en
promedio, la fotosíntesis actúa sobre una capa más profunda de la atmósfera de
la respiración, ya que se produce durante el día y durante la estación de
crecimiento cuando la radiación también produce un balance de energía
superficial positiva y una profunda ABL. Por el contrario, la respiración domina
la noche y durante los meses más fríos del año, cuando el ABL es poco
profunda y estable. Esta covarianza produce un gradiente vertical en
atmosférica CO 2 sobre las áreas de tierra con vegetación del mundo en la
media anual de ventilación sistemática lowCO 2 aire durante tiempos de alta
fotosíntesis y la respiración de retención en influido aire cerca del suelo debajo
de inversiones estables. Este efecto 'rectificador' puede dar lugar a un gradiente
meridional en la media zonal CO 2 cerca de la superficie que es la mitad tan
fuerte como la producida por emisiones de combustibles fósiles (Denning et al. 1995).
El gradiente meridional aparente se produce porque la señal biológica es
rectificador ed sobre la vegetación estacional, que se encuentra
predominantemente en el hemisferio norte, y porque los datos de observación
sobre atmosférica CO 2 son en su mayoría confinados a nearsurface
observaciones.
Conclusión
A partir de los estudios de modelización y de observación existentes, la evidencia es
convincente que biofísico y largo plazo a corto plazo efectos biogeoquímicos de
forma significativa en el clima y la influencia del clima. dinámica de los ecosistemas
terrestres, son, por tanto, un influyente componente del sistema climático de la
Tierra y en los estudios sobre el cambio climático futuro pasado y es posible, sus
variaciones son tan importantes como los cambios en la dinámica de la atmósfera y
su composición, la circulación oceánica, medida en la capa de hielo, y las
perturbaciones orbitales .
Expresiones de gratitud
Este documento es un producto de un taller sobre 'bidireccionales Ecosistema-atmósfera
Interacciones', celebrada en San José dos Campos, Brasil, el 8-11 de julio de 1996. La
reunión fue parte del programa básico de FOCUS 3 del Programa Internacional
Geosfera-Biosfera ( IGBP) Proyecto básico sobre los Aspectos Biosféricos del ciclo
hidrológico (BAHC), y del Programa de Climatología de la superficie Internacional Tierra por
satélite (ISLSCP). La investigación fue financiada conjuntamente por la NSF bajo la
subvención ATM-9634021, de la NASA en virtud de concesión NAGW-5226, EPRI, y el
aspecto IGBP Biosférico del ciclo hidrológico (BAHC) Proyecto Core fi cina. El trabajo de R.
Pielke informó aquí es apoyado por la NSF bajo la subvención ATM-9.306.754 y el USGS
bajo contrato 1431 94-A-01275. El trabajo de R. Avissar es apoyado por la NSF bajo la
subvención ATM EAR9415441 y NOAA bajo NA56GP0200 subvención. El trabajo de Xubin
Zeng fue apoyado por la NSF bajo la subvención ATM-9419715.
Queremos agradecer a los árbitros anónimos y el Editor de sujeción por sus excelentes
comentarios y sugerencias que hemos adoptado en nuestro documento revisado.
© 1998 Blackwell Science Ltd., Global Change Biology, 4, 461-475
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