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A lo largo de los años, ha existido cierto debate entre qué es una emoción y qué
es un sentimiento. Puedes conocer la diferencia en nuestro artículo: "Los 16 tipos
de sentimientos y su función psicológica"
Teorías de la emoción
De hecho, desde hace décadas se han ido formulando distintas teoría sobre la
emoción. Las más importantes se clasifican de tres maneras: fisiológicas,
neurológicas y cognitivas.
Puedes saber más sobre este estudio en nuestro artículo: "Estudio demuestra
que las emociones básicas son cuatro, y no seis como se creía"
2. Emociones secundarias
Las emociones secundarias son un grupo de emociones que siguen a las anteriores.
Por ejemplo, cuando experimentamos la emoción básica de miedo después
podemos sentir las emociones secundarias de amenaza o enfado, dependiendo,
claro está, de la situación que estemos viviendo. Las emociones secundarias son
causadas por normas sociales y por normas morales.
3. Emociones positivas
Dependiendo del grado en que las emociones afectan al comportamiento del sujeto,
éstas pueden ser o bien positiva o bien negativas. Las emociones positivas también
se conocen como emociones saludables, porque afectan positivamente al
bienestar del individuo que las siente. Favorecen la maner a pensar, de razonar y
de actuar de las personas. Por ejemplo, la alegría, la satisfacción, la gratitud no
provocan una actitud positiva frente a la vida y nos hacen sentir experiencias que
nos ayudan a sentirnos bien.
4. Emociones negativas
Las emociones negativas son opuestas a las emociones positivas, porque afectan
negativamente al bienestar de las personas. También se conocen como emociones
tóxicas, y suelen provocar el deseo de evitarlas o evadirlas. El miedo o la tristeza
son algunos ejemplos.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que este tipo de emociones, en pequeñas
cantidades y relativa baja intensidad, no son perjudiciales. De hecho, forman
parte del proceso de aprendizaje, ya que gracias a ellas nuestra memoria emocional
nos ayuda a recordar las consecuencias que tienen ciertas conductas (o
exponernos a ciertos contextos).
5. Emociones ambiguas
Las emociones ambiguas se conocen también como emociones neutras, puesto
que no provocan ni emociones negativas ni positivas, ni saludables ni no saludables.
Por ejemplo, la sorpresa no nos hace sentir ni bien ni mal.
La existencia de estas emociones deja claro que somos animales complejos, y
que nuestras experiencias presentan muchos matices.
6. Emociones estáticas
Algunos autores también han hecho referencia a las emociones estáticas. Son aquellas
que se producen gracias a distintas manifestaciones artísticas, como por ejemplo:
la música o la pintura.
Así, al escuchar una canción podemos sentirnos muy felices o muy tristes, pero
esa sensación sería cualitativamente diferente a la felicidad o la tristeza que se
experimenta ante cualquier otra experiencia, ya que se vive en un contexto
artístico, mediado por símbolos y atribuciones sobre las intenciones del autor.
Artículo relacionado: "Las 10 canciones que mejor nos hacen sentir (según la
ciencia)"
7. Emociones sociales
Las emociones sociales no se refieren a las emociones culturalmente aprendidas, sino
que es necesario que haya otra persona presente o de lo contrario no pueden
aflorar. Por ejemplo, la venganza, la gratitud, el orgullo o la admiración, son
emociones que sentimos respecto a otros individuos.
8. Emociones instrumentales
Las emociones instrumentales son aquellas que tienen como fin u objetivo la
manipulación o el propósito de lograr algo. Son complicadas de reconocer porque
puede parecer que sean naturales. Sin embargo, son emociones forzadas y
esconden una intención. En ocasiones, son fruto de la auto-sugestión: someterse a
ciertos contextos voluntariamente para hacer que una parte de esa emoción tiña
nuestra forma de comportarnos.
Autoconocimiento emocional
Autocontrol emocional
Automotivación
Reconocimiento de las emociones de los demás
Relaciones interpersonales
Seguramente quieras saber más sobre esta teoría. Así que puedes visitar nuestro
post: "¿Qué es la Inteligencia Emocional? Descubriendo la importancia de
las emociones"
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Una definición posible es: “un estado psicológico complejo que implica tres
componentes distintos: una experiencia subjetiva, una respuesta fisiológica
y una respuesta conductual o expresiva “.
Según el modelo de Scherer existen cinco elementos cruciales de la
emoción. La experiencia emocional requiere que todos estos procesos se
coordinen y sincronicen durante un corto período de tiempo, impulsados
por procesos de evaluación.
“Casi todo el mundo piensa que sabe qué es una emoción hasta que intenta
definirla. En ese momento prácticamente nadie es capaz de expresarla con
palabras”
Clasificación dimensional
Existe así, un punto crítico en el que según se esté por encima o por
debajo, la experiencia afectiva se clasifica en un polo u otro.
Clasificación categorial
A veces es difícil definir cuáles son los estímulos que desencadenan miedo,
porque esto puede variar en gran medida. Así, cualquier estímulo puede
generar miedo, todo depende del individuo. Un ejemplo de esto son los
múltiples y variados casos de fobias.
2- Ira
Clasificación Básicas/Complejas
– Emociones secundarias
En este caso, las estructuras del sistema límbico no son suficientes para
soportar esa complejidad, pasando a jugar un rol importante las cortezas
prefrontales y somatosensoriales.
– Otras Clasificaciones
Más adelante, en su libro “En busca de Spinoza”, Damasio refinó aún más
esta clasificación:
Referencias
Tipos de emociones
Las emociones influyen en todos los aspectos de nuestra vida, conocer los
diferentes tipos de emociones y aprender a gestionarlas nos ayudará a
vivir de forma diferente.
Emociones
Según la R.A.E. las emociones son: “alteraciones del ánimo intensas y pasajeras,
agradables o penosas que van acompañadas de cierta conmoción somática”.
“Interés, generalmente expectante, con que se participa en algo que está
ocurriendo”.
Las emociones mueven nuestra vida, son el motor, nos producen felicidad, alegría,
tristeza… Todo aquello que nos hace ser personas.
Tipos de emociones
Conocer los diferentes tipos de emociones, como nos pueden afectar, qué
podemos hacer para gestionarlas, es muy importante pues, como ya hemos dicho,
las emociones podríamos decir que son la vida misma y si no aprendemos a
gestionarlas algunas de ellas pueden causarnos mucho daño y angustia.
-Paulo Coelho-
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Componente conductual
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Cuando vemos a alguien llorar, sabemos que no se encuentra bien y que
puede necesitar nuestra ayuda. También puede proporcionarnos
información útil para evitar problemas: si vemos que alguien está muy
enfadado, nos alejamos.
Componente cognitivo
Es la vivencia subjetiva de la emoción, o lo que comúnmente llamamos
sentimientos. Se trata de cómo percibimos la emoción y el impacto que tiene
en nosotros. Nos permite poner nombre a lo que sentimos. En ocasiones,
las limitaciones del lenguaje hacen que haya restricciones en los
sentimientos y que lleguemos a la conclusión de que no sabemos qué es
lo que nos pasa.
Definición de emoción
Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al ambiente
que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato,
influidos por la experiencia.
Las emociones tienen una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos
rodea
Es un estado que sobreviene súbita y bruscamente, en forma de crisis más o menos violentas y
más o menos pasajeras.
Durante mucho tiempo las emociones han estado consideradas poco importantes y siempre se le
ha dado más relevancia a la parte más racional del ser humano. Pero las emociones, al ser
estados afectivos, indican estados internos personales, motivaciones, deseos, necesidades e
incluso objetivos. De todas formas, es difícil saber a partir de la emoción cual será la conducta
futura del individuo, aunque nos puede ayudar a intuirla.
Apenas tenemos unos meses de vida, adquirimos emociones básicas como el miedo, el enfado o
la alegría. Algunos animales comparten con nosotros esas emociones tan básicas, que en los
humanos se van haciendo más complejas gracias al lenguaje, porque usamos símbolos, signos y
significados.
Cada individuo experimenta una emoción de forma particular, dependiendo de sus experiencias
anteriores, aprendizaje, carácter y de la situación concreta. Algunas de las reacciones
fisiológicas y comportamentales que desencadenan las emociones son innatas, mientras que
otras pueden adquirirse.
Charles Darwin observó como los animales (especialmente en los primates) tenían un extenso
repertorio de emociones, y que esta manera de expresar las emociones tenía una función social,
pues colaboraban en la supervivencia de la especie. Tienen, por tanto, una función adaptativa.
Si tenemos en cuenta esta finalidad adaptativa de las emociones, podríamos decir que tienen
diferentes funciones:
Los humanos tenemos 42 músculos diferentes en la cara. Dependiendo de cómo los movemos
expresamos unas determinadas emociones u otras. Hay sonrisas diferentes, que expresan
diferentes grados de alegrías. Esto nos ayuda a expresar lo que sentimos, que en numerosas
ocasiones nos es difícil explicar con palabras. Es otra manera de comunicarnos socialmente y
de sentirnos integrados en un grupo social. Hemos de tener en cuenta que el hombre es el
animal social por excelencia.
Las diferentes expresiones faciales son internacionales, dentro de diferentes culturas hay
un lenguaje similar. Podemos observar como en los niños ciegos o sordos cuando
experimentan las emociones lo demuestran de forma muy parecida a las demás personas, tienen
la misma expresión facial. Posiblemente existan unas bases genéticas, hereditarias, ya que un
niño que no ve no puede imitar las expresiones faciales de los demás. Aunque las expresiones
también varían un poco en función de la cultura, el sexo, el país de origen etc. Las mujeres
tienen más sensibilidad para captar mejor las expresiones faciales o las señales emotivas y esta
sensibilidad aumenta con la edad. Otro ejemplo son los rostros de los orientales, especialmente
los japoneses, son bastante inexpresivos, pero es de cara a los demás, porque a nivel íntimo
expresan mejor sus emociones.
Las expresiones faciales también afectan a la persona que nos está mirando alterando su
conducta. Si observamos a alguien que llora nosotros nos ponemos tristes o serio e incluso
podemos llegar a llorar como esa persona. Por otro lado, se suelen identificar bastante bien la
ira, la alegría y la tristeza de las personas que observamos. Pero se identifican peor el miedo, la
sorpresa y la aversión.
Las emociones poseen unos componentes conductuales particulares, que son la manera en que
éstas se muestran externamente. Son en cierta medida controlables, basados en el aprendizaje
familiar y cultural de cada grupo:
Expresiones faciales.
Acciones y gestos.
Distancia entre personas.
Componentes no lingüísticos de la expresión verbal (comunicación no verbal).
Los otros componentes de las emociones son fisiológicos e involuntarios, iguales para todos:
Temblor.
Sonrojarse
Sudoración
Respiración agitada
Dilatación pupilar
Aumento del ritmo cardíaco
Estos componentes son los que están en la base del polígrafo o del “detector de mentiras”. Se
supone que cuando una persona miente siente o no puede controlar sus cambios fisiológicos,
aunque hay personas que con entrenamiento sí pueden llegar a controlarlo.
¿Qué es lo que nos produce el miedo a nivel fisiológico?
Cuando nos encontramos ante un estímulo que nos provoca miedo o temor, nuestro cuerpo
reacciona activándose, de manera que estemos a punto para cualquier reacción de lucha o huida
que sea preciso a fin de protegernos, ya que nuestro impulso más básico es el de la
supervivencia.
El psicólogo W. Mischel hizo un experimento con niños de 4 años: les daba un caramelo y les
decía que tenía que irse un momento, pero que debían esperar a que él volviera antes de
comérselo, si lo hacían así él les daría otro caramelo como premio. El tiempo que permanecía
fuera era tan sólo de 3 minutos. Habían niños que no esperaban y se comían el caramelo.
Posteriormente hizo un seguimiento de los niños y observó que los que no se habían comido el
caramelo, eran más resistentes a la presión, más autónomos, más responsables, más queridos
por sus compañeros y mejor adaptados en el medio escolar que los otros.
Todas las personas nacemos con unas características especiales y diferentes, pero muchas
veces la manera que tenemos de comportarnos o de enfrentarnos a los retos de la vida son
aprendidos. Desde pequeños podemos ver como para un niño no está tan bien visto llorar y
expresar sus emociones como en una niña, además a los varones se les exige ser más valientes,
seguros de sí mismos. También podemos observar como, según las culturas, las mujeres son
menos valoradas, tanto en el ámbito personal como en el laboral, lo cual es el origen de
opresiones y malos tratos. Todo esto lo adquirimos sin darnos cuenta ya desde el momento en
que venimos al mundo: nos comportamos como nos han “enseñado” a comportarnos. Quererse
a uno mismo, ser más generoso con los demás, aceptar los fracasos, no todo depende de lo que
hemos heredado, por lo que hemos de ser capaces de seguir aprendiendo y mejorando nuestras
actitudes día a día, aprender a ser más inteligentes emocionalmente, en definitiva a ser más
felices.
Del latín emotio, la emoción es la variación profunda pero efímera
del ánimo, la cual puede ser agradable o penosa y presentarse junto a
cierta conmoción somática. Por otra parte, tal como señala la Real
Academia Española (RAE) en su diccionario, constituye un interés
repleto de expectativa con que se participa en algo que está
sucediendo.
Según lo han demostrado diversos estudios, las emociones juegan un papel
fundamental en los procesos de salud de una persona. Tal es así que en
muchos casos, sucede que una enfermedad se desencadena por una
determinada experiencia que genera una emoción particular, tal es el caso de
las fobias o de los trastornos mentales. También hay casos de epilepsia
donde las emociones son una causa imperante.
Las emociones están entendidas como fenómenos de raíz psico-
fisiológica y, según los expertos, reflejan formas eficaces de adaptación a
diversos cambios ambientales. En el aspecto psicológico, las emociones
generan sobresaltos en el índice de atención y aumentan el rango de diversas
conductas en la jerarquía de respuestas del individuo que las experimenta.
En cuanto a la fisiología, las emociones permiten ordenar las respuestas de
diversas estructuras biológicas, incluyendo las expresiones faciales, la voz,
los músculos y el sistema endocrino, con el objetivo de definir un medio
interno adecuado para el comportamiento más óptimo.