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La psicología siempre se ha interesado por las emociones, porque éstas influyen en

nuestro pensamiento, nuestra conducta e incluso nuestra salud mental.


Es por eso que el concepto de inteligencia emocional ha ido ganando terreno en
las últimas décadas y palabras como validación emocional, regulación
emocional o gestión emocional nos resultan cada vez más familiares. Está
demostrado que la inteligencia emocional mejora nuestro bienestar y nuestro
rendimiento. En este artículo hablaremos de las emociones y cómo se clasifican
estas manifestaciones humanas.

 Artículo relacionado: "Los 10 beneficios de la inteligencia emocional"

Qué son las emociones


Son muchos los teóricos que han intentado explicar qué son las emociones. Para el
psicólogo David G. Meyers, las emociones están compuestas por “arousal
fisiológico, comportamiento expresivo y experiencia consciente”.
En la actualidad, se acepta que las emociones se originan en el sistema límbico y
que estos estados complejos tienen estos tres componentes:

 Fisiológicos: Es la primera reacción frente a un estímulo y son involuntarios: la


respiración aumenta, cambios a nivel hormonal, etc.
 Cognitivos: La información es procesada a nivel consciente e inconsciente.
Influye en nuestra experiencia subjetiva.
 Conductuales: Provoca un cambio en el comportamiento: los gestos de la cara, el
movimiento del cuerpo...

 A lo largo de los años, ha existido cierto debate entre qué es una emoción y qué
es un sentimiento. Puedes conocer la diferencia en nuestro artículo: "Los 16 tipos
de sentimientos y su función psicológica"

Teorías de la emoción
De hecho, desde hace décadas se han ido formulando distintas teoría sobre la
emoción. Las más importantes se clasifican de tres maneras: fisiológicas,
neurológicas y cognitivas.

 Teorías fisiológicas: afirman que respuestas intracorporales son las responsables de


las emociones.
 Teorías neurológicas: plantean que la actividad en el cerebro lleva a respuestas
emocionales.
 Teorías cognitivas: proponen que pensamientos y otras actividades mentales son
responsables de la formación de las emociones.

 Puedes profundizar en estos modelos teóricos en nuestro post: "Psicología


emocional: principales teorías de la emoción"

Clasificación de las emociones (tipos)


Pero, ¿cómo se clasifican las emociones? Existen distintos tipos de emocione, a
continuación puedes encontrar una lista con una breve explicación de cada una de
ellas. Ten en cuenta, sin embargo, que no se trata de una clasificación definitiva,
ya que ninguna plasmará al 100% cómo se agrupan y se relacionan entre sí las
emociones; simplemente, es una clasificación útil.

1. Emociones primarias o básicas


Las emociones primarias también se conocen como emociones básicas, y son las
emociones que experimentamos en respuesta a un estímulo. Para Paul Ekman, las
afirmó que las emociones básicas son 6: tristeza, felicidad, sorpresa,
asco, miedo e ira. Todas ellas constituyen procesos de adaptación y, en teoría,
existen en todos los seres humanos, independientemente de la cultura en la que se
hayan desarrollado.
Sin embargo, recientemente, una investigación llevada a cabo por la Universidad
de Glasgow, que se publicó Current Biology, concluye que no son seis las
emociones básicas, sino que son cuatro.

 Puedes saber más sobre este estudio en nuestro artículo: "Estudio demuestra
que las emociones básicas son cuatro, y no seis como se creía"

2. Emociones secundarias
Las emociones secundarias son un grupo de emociones que siguen a las anteriores.
Por ejemplo, cuando experimentamos la emoción básica de miedo después
podemos sentir las emociones secundarias de amenaza o enfado, dependiendo,
claro está, de la situación que estemos viviendo. Las emociones secundarias son
causadas por normas sociales y por normas morales.
3. Emociones positivas
Dependiendo del grado en que las emociones afectan al comportamiento del sujeto,
éstas pueden ser o bien positiva o bien negativas. Las emociones positivas también
se conocen como emociones saludables, porque afectan positivamente al
bienestar del individuo que las siente. Favorecen la maner a pensar, de razonar y
de actuar de las personas. Por ejemplo, la alegría, la satisfacción, la gratitud no
provocan una actitud positiva frente a la vida y nos hacen sentir experiencias que
nos ayudan a sentirnos bien.

4. Emociones negativas
Las emociones negativas son opuestas a las emociones positivas, porque afectan
negativamente al bienestar de las personas. También se conocen como emociones
tóxicas, y suelen provocar el deseo de evitarlas o evadirlas. El miedo o la tristeza
son algunos ejemplos.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que este tipo de emociones, en pequeñas
cantidades y relativa baja intensidad, no son perjudiciales. De hecho, forman
parte del proceso de aprendizaje, ya que gracias a ellas nuestra memoria emocional
nos ayuda a recordar las consecuencias que tienen ciertas conductas (o
exponernos a ciertos contextos).

5. Emociones ambiguas
Las emociones ambiguas se conocen también como emociones neutras, puesto
que no provocan ni emociones negativas ni positivas, ni saludables ni no saludables.
Por ejemplo, la sorpresa no nos hace sentir ni bien ni mal.
La existencia de estas emociones deja claro que somos animales complejos, y
que nuestras experiencias presentan muchos matices.

6. Emociones estáticas
Algunos autores también han hecho referencia a las emociones estáticas. Son aquellas
que se producen gracias a distintas manifestaciones artísticas, como por ejemplo:
la música o la pintura.
Así, al escuchar una canción podemos sentirnos muy felices o muy tristes, pero
esa sensación sería cualitativamente diferente a la felicidad o la tristeza que se
experimenta ante cualquier otra experiencia, ya que se vive en un contexto
artístico, mediado por símbolos y atribuciones sobre las intenciones del autor.

 Artículo relacionado: "Las 10 canciones que mejor nos hacen sentir (según la
ciencia)"

7. Emociones sociales
Las emociones sociales no se refieren a las emociones culturalmente aprendidas, sino
que es necesario que haya otra persona presente o de lo contrario no pueden
aflorar. Por ejemplo, la venganza, la gratitud, el orgullo o la admiración, son
emociones que sentimos respecto a otros individuos.

8. Emociones instrumentales
Las emociones instrumentales son aquellas que tienen como fin u objetivo la
manipulación o el propósito de lograr algo. Son complicadas de reconocer porque
puede parecer que sean naturales. Sin embargo, son emociones forzadas y
esconden una intención. En ocasiones, son fruto de la auto-sugestión: someterse a
ciertos contextos voluntariamente para hacer que una parte de esa emoción tiña
nuestra forma de comportarnos.

La importancia de la educación emocional


Muchas veces no nos damos cuenta de la importancia de la educación emocional. En
las escuelas, por ejemplo, están más preocupados por enseñarnos a ser buenos
profesionales, y dejan de lado el convertirnos en personas emocionalmente
inteligentes y emocionalmente sanas. La inteligencia emocional ha demostrado
ser una herramienta básica para nuestra salud mental y es, sin duda, una forma de
empoderarnos frente a la vida, de convertirnos en personas mucho más
preparadas para el día a día.¡Mucho más felices!
La inteligencia emocional es un término que se hizo famoso gracias a Daniel
Goleman, y desde entonces muchas investigaciones han afirmado que es positiva
no sólo para nuestra vida cotidiana, sino que en trabajo, el deporte e incluso la
educación, es altamente eficaz y aporta muchos beneficios para el rendimiento.

 Artículo relacionado: "Daniel Goleman: biografía del autor de la Inteligencia


Emocional"
Según Goleman, los componentes de la inteligencia emocional son:

 Autoconocimiento emocional
 Autocontrol emocional
 Automotivación
 Reconocimiento de las emociones de los demás
 Relaciones interpersonales

 Seguramente quieras saber más sobre esta teoría. Así que puedes visitar nuestro
post: "¿Qué es la Inteligencia Emocional? Descubriendo la importancia de
las emociones"

Los 6 Tipos de Emociones


Básicas (Clasificación con
Imágenes)
Por

Cinta Martos Silván

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Los tipos de emociones básicas presentes en el ser humano son el


miedo, la ira, el asco, la tristeza, la sorpresa y la alegría.

Las emociones son experiencias conscientes relativamente breves


caracterizadas por una actividad mental intensa y un alto grado de placer o
displacer. La emoción suele estar entrelazada con el estado de ánimo, el
temperamento, la personalidad, la disposición y la motivación.

Una definición posible es: “un estado psicológico complejo que implica tres
componentes distintos: una experiencia subjetiva, una respuesta fisiológica
y una respuesta conductual o expresiva “.
Según el modelo de Scherer existen cinco elementos cruciales de la
emoción. La experiencia emocional requiere que todos estos procesos se
coordinen y sincronicen durante un corto período de tiempo, impulsados
por procesos de evaluación.

 Evaluación cognitiva: evaluación de eventos y objetos.


 Síntomas corporales: componente fisiológico de la experiencia
emocional.
 Tendencias de acción: componente motivacional para la
preparación y dirección de respuestas motoras.
 Expresión: la expresión facial y vocal casi siempre acompaña
al estado emocional para comunicar la reacción y la intención de
las acciones.
 Sentimientos: la experiencia subjetiva del estado emocional una
vez que ha ocurrido.

Actualmente, la Psicología Emocional ha comprobado que las emociones


son una parte fundamental en el bienestar del individuo. Además, lo
positivo es que cada vez se perfeccionan más técnicas para manejar las
emociones, de forma que cumplan su objetivo de ser adaptativas y
sepamos sacarle el máximo provecho.

Sin embargo, siempre ha querido resolverse la pregunta: ¿cuántas clases


de emociones hay y cuáles son? En este artículo se tratará una
aproximación a esta cuestión.

¿Qué son las emociones?


Según Wenger, Jones y Jones (1962):

“Casi todo el mundo piensa que sabe qué es una emoción hasta que intenta
definirla. En ese momento prácticamente nadie es capaz de expresarla con
palabras”

Los autores han llegado al acuerdo de considerar la emoción como una


vivencia de tipo afectivo que es breve pero intensa y que da lugar a
cambios en varios componentes del organismo que están interconectados.
Ocurren ante sucesos que poseen importancia para la persona y funcionan
como respuesta adaptativa.

Esta respuesta tiene un desarrollo temporal caracterizado por un comienzo,


culminación y finalización. De esta forma, se asocia con un cambio en la
actividad del Sistema Nervioso Autónomo.
Parece ser que las emociones constituyen un impulso para actuar y pueden
ser observadas y medidas (expresión facial, gestos, activación corporal…)

¿Para que sirven? Tienen como origen perpetuar la especie y regular el


equilibrio del organismo. Forma parte de los mecanismos de supervivencia
y bienestar del individuo, ya que facilitan su relación con otros, señala el
peligro, nos facilita pedir ayuda a los demás, etc.

Finalmente reseñar que hay que saber distinguir entre emociones y


sentimientos.

¿Cuáles son los tipos de emociones?

Los tipos de emociones se suelen definir en términos universales (con muy


poca variación entre culturas) y están totalmente asociadas con fenómenos
fisiológicos del organismo. Existen tres principales maneras de clasificar las
emociones:

Clasificación dimensional

Se basa en la idea de que existe un espacio emocional que posee cierto


número de dimensiones, generalmente bipolares (dos dimensiones), donde
pueden organizarse todas las experiencias afectivas que existen.

De esta manera, las distintas emociones se colocan circularmente alrededor


de dos ejes ortogonales. En el centro de los ejes se colocarían las
experiencias neutras (Russell, 1980).

Dos dimensiones bipolares básicas serían la “valencia afectiva” y la


“intensidad”. La primera se refiere a placer versus displacer y la segunda al
nivel de activación o arousal, siendo los extremos alta activación versus
baja activación.

Existe así, un punto crítico en el que según se esté por encima o por
debajo, la experiencia afectiva se clasifica en un polo u otro.

Por ejemplo, la emoción de estar asustado puede clasificarse como de alta


activación y displacer. Mientras que estar relajado encaja con los polos,
baja activación y placer. Por otro lado, la sorpresa sería de alta activación,
pero de valencia afectiva neutra.

Las ventajas de esta forma de clasificación de los tipos de emociones es


que se pueden ver las interconexiones que pueden tener las distintas
experiencias afectivas, aunque no analiza específicamente cada una de
esas experiencias.

Aquí la atención no está fijada en hacer una lista de emociones, sino en


explicar cómo se organizan y asocian entre ellas.
Ha sido una teoría criticada por no describir más etiquetas emocionales de
las que existe mucha evidencia empírica. Además, no se sabe si reflejan
verdaderamente las funciones cerebrales programadas biológicamente.

Clasificación categorial

Tradicionalmente se ha querido organizar las emociones en distintas


categorías. Sin embargo, la investigación continúa y lo que se espera es
que, según aumente el conocimiento, las clasificaciones vayan cambiando.

Además, es necesario tener en cuenta que las barreras entre cada


categoría pueden ser porosas, permeables y no absolutamente estrictas
(Damasio, 2003).

Así, el espacio emocional se considera un conjunto de unidades o


categorías emocionales que están bien definidas y concretas, teniendo cada
una unos rasgos distintivos.

Es decir, cada tipo de emoción es diferente en cuanto a niveles de


expresión motora y conductual, así como en las funciones adaptativas que
poseen (funciones biológicas, comunicación social, resolución de problemas
que amenazan la supervivencia, etc.) Se centra en la organización interna
de cada categoría o emoción, más que cómo se asocian entre sí.

Los tipos de emociones categoriales típicos se propusieron por Ekman y


friesen (1975), y se conocen como “The big six” (los grandes seis). Son los
siguientes:
1- Miedo

Es una de las emociones más estudiadas y que más interés ha generado en


los investigadores y teóricos en Psicología. Es una emoción que surge ante
un peligro real y presente.

Se activa cuando nuestro bienestar mental o físico se ve amenazado


(pensar que va a recibirse un daño o se está en peligro). Esta activación
tiene como fin dotar de energía al organismo para huir, o enfrentarse a lo
temido de alguna forma.

A veces es difícil definir cuáles son los estímulos que desencadenan miedo,
porque esto puede variar en gran medida. Así, cualquier estímulo puede
generar miedo, todo depende del individuo. Un ejemplo de esto son los
múltiples y variados casos de fobias.
2- Ira

Estado afectivo de frustración, indignación, rabia, furia, cólera… que surge


por sentirse ofendidos por otras personas o cuando dañan a otros que son
importantes para nosotros. La reacción de ira es más intensa cuanto más
gratuito e injustificado sea el daño, provocando sentimientos temporales de
odio y venganza.

Los desencadenantes más típicos es sentir que nos han traicionado o


engañado, o que no obtenemos una meta deseada que veíamos muy cerca.
No obstante, puede surgir por casi cualquier estímulo.

Sus funciones son sociales, de auto-protección, y de autorregulación.


Existen técnicas para controlar la ira y la agresividad.
3- Asco

Se experimenta como una tensión que tiene el objetivo de evitar, huir o


rechazar un objeto o estímulo determinado que produce repugnancia. En
cuanto a la parte fisiológica, produce una respuesta parecida a las náuseas.

Proviene de la evitación de la ingesta de alimentos en malas condiciones o


de situaciones insalubres, como mecanismo de supervivencia ya que esto
podría poner en peligro la salud del individuo.
4- Tristeza

Es una emoción negativa, donde el individuo lleva a cabo un proceso de


valoración sobre algo que le ha sucedido. Concretamente, se suele
desencadenar por la pérdida o fracaso (real o que se concibe como
probable) de algo importante para la persona.

Esta pérdida puede ser permanente o bien temporal, y también puede


experimentarse si otra persona importante para nosotros se siente mal.

Algo que destaca en la tristeza es que puede reflejarse en el presente a


través de los recuerdos del pasado y la anticipación de un futuro.

La tristeza sirve en las relaciones sociales como demanda de atención o


ayuda para ser apoyado.
5- Sorpresa

Es una emoción neutra, ni positiva ni negativa. Se da cuando ya hemos


predicho lo que va a suceder y, sin embargo, ocurre algo diferente de
forma totalmente inesperada. También se define por la aparición de
estímulos imprevistos.

El organismo se siente desconcertado al haber fracasado en su misión de


predecir el mundo exterior y trata de explicarse a sí mismo qué ha pasado.
Tras analizar la información inesperada, debe determinar si el imprevisto es
una oportunidad o bien, una amenaza.

La expresión típica corporal es la paralización, subir las cejas y abrir la


boca.
6- Alegría

Es una emoción de valencia positiva, innata, que surge a edades muy


tempranas y parece ser útil para fortalecer la unión entre los padres y el
niño. Así, las probabilidades de sobrevivir aumentan.

Más adelante, Ekman y Cordaro (2011) lo modificaron por: felicidad,


tristeza, miedo, enfado, desprecio, sorpresa y asco.

Dentro de cada una, pueden ser de valencia positiva, negativa, o neutra.

Estos autores esperan, además, que se demuestre evidencia de la


existencia de las siguientes emociones de valencia positiva: placeres
sensoriales (visual, auditivo, táctil…), atracción, alivio, excitación
(respuesta intensa a la novedad y al desafío), confusión (responder a algo
incomprensible, con extrañeza), éxtasis, “naches” (sensación de ser padre,
cuidador o maestro y presencia el éxito o avance de su descendencia) y
fiero (emoción que surge al enfrentarse a un reto difícil).
También añaden muchas emociones más como propuestas para que se
investiguen más, como pueden ser: “Schadenfreude”, un término alemán
que describe la emoción que nace cuando se sabe que un enemigo a
perdido o sufre. O “regocijo” que ocurre cuando se experimentan actos de
bondad humana inesperados.

Como podemos ver, clasificar las emociones es un proceso mucho más


complejo de lo que parece.

Clasificación Básicas/Complejas

Hay otra forma de clasificar nuestras emociones, viéndose tradicionalmente


como emociones básicas o simples y emociones complejas o secundarias.

– Emociones primarias o básicas (simples)

Son emociones discretas, que ocasionan patrones de respuestas exclusivos


para cada estado emocional ante situaciones o estímulos determinados. Las
características que se encuentran en este tipo de emociones son (Dalai
Lama & Ekman, 2008):

1. Expresión facial típica, distintiva y universal.


2. Una fisiología o activación del organismo que es también distintiva.
3. Proceso automático de valoración cognitiva de esa emoción.
4. Hay eventos o estímulos que generan la emoción que son
universales.
5. Se dan en distintas especies de primates.
6. Se inicia de forma muy rápida.
7. Su duración es breve.
8. Sucede de manera espontánea.
9. Posee pensamientos, recuerdos e imágenes que son distintivas de
cada una.
10. Se experimentan de forma subjetiva por la persona.
11. Tienen un periodo refractario durante el que tienden a filtrarse
datos del entorno que apoyen esa emoción. Eso explica por qué
cuando estamos en un episodio emocional de tristeza prestamos
más atención a sucesos negativos, siendo congruentes con nuestro
estado.
12. La emoción, sin embargo, puede dispararse ante personas,
situaciones, animales… no tiene restricciones.
13. La emoción se puede desencadenar y actuar de forma
constructiva o adaptativa o bien, destructiva. Por ejemplo, hay
situaciones en las que la ira puede ser adaptativa (alejar a otro
individuo para evitar más agresiones) o bien, desadaptativa
(“explotar” o liberar en alguien una frustración cuando esa
persona no tiene nada que ver).

Según Damasio, las emociones primarias se pueden clasificar en: innatas,


preprogramadas, involuntarias y simples. Van acompañadas de la
activación del sistema límbico, principalmente la corteza cingulada
anterior y la amígdala.

– Emociones secundarias

Son mezclas compuestas de distintas emociones primarias, y consistirían


en emociones como amor, confianza, afinidad, menosprecio, humillación,
remordimiento, culpa, etc.

Según Damasio, a medida que el individuo vive y se desarrollan las


emociones, estas se vuelven más complejas, apareciendo estados de
valoración de las propias emociones, sentimientos, recuerdos, conexiones
entre categorías de objetos y situaciones o emociones primarias.

En este caso, las estructuras del sistema límbico no son suficientes para
soportar esa complejidad, pasando a jugar un rol importante las cortezas
prefrontales y somatosensoriales.
– Otras Clasificaciones

Más adelante, en su libro “En busca de Spinoza”, Damasio refinó aún más
esta clasificación:

– Emociones de fondo: son esenciales, pero no fácilmente visibles en


nuestra conducta. Es ese malestar, nerviosismo, energía, tranquilidad… que
levemente podemos captar en una persona. Se puede observar si se mira
detenidamente los movimientos del cuerpo, expresiones faciales,
extremidades, la entonación, la prosodia de la voz, etc.

Estas emociones se deben a varios procesos reguladores de nuestro


organismo como ajustes metabólicos o situaciones externas a las que hay
que adaptarse. Desánimo o entusiasmo, que se dan de forma breve en la
persona, serían ejemplos de emociones de fondo.

– Emociones sociales: son más complejas e involucran la vergüenza, la


culpabilidad, el desdén, el orgullo, la envidia, los celos, la gratitud, la
admiración, la indignación, la simpatía, etc. Actualmente los investigadores
se están intentado aproximar a estudiar los mecanismos cerebrales que
rigen este tipo de emociones.

¿Cómo se relacionan entre sí las


emociones?
Según Damasio, las emociones se vinculan gracias al principio de
anidamiento: se refiere a que las emociones más simples se van
combinando con diversos factores para dar lugar a emociones más
complejas, como las sociales.
De esa forma, las emociones sociales incluyen un conjunto de reacciones
reguladoras (emociones de fondo) y componentes de las emociones
primarias en diferentes combinaciones.

Referencias

1. Carpi, A., Guerrero, C. y Palmero, F. (2008). Emociones básicas.


En F. Palmero, E.G. Fernández-Abascal, F. Martínez, F. y M. Chóliz
(Coords.), Psicología de la motivación y la emoción. (pp. 233-274)
Madrid: McGraw-Hill.
2. Dalai Lama & Ekman, P. (2008). Emotional awaresness:
Overcoming the obstacles to psychological balance and
compassion. N.Y.: Times Books
3. Damasio, A. (2005). En busca de Spinoza: Neurobiología de la
emoción y los sentimientos. Pp.: 46-49. Barcelona: Editorial
Crítica.
4. Ekman, P., & Cordaro, D. (2011). What is meant by calling
emotions basic. Emotion Review, 3, 364-370.
5. Russell, J. A. (1980). A circumplex model of affect. Journal of
Personality and Social Psychology, 39(6), 1161-1178.
6. Surprise. (s.f.). Recuperado el 18 de agosto de 2016, de
Changingminds.
7. Wenger, M.A., Jones, F.N. y Jones, M.H. (1962). Emotional
behaviour. In D.K. Candland (Ed.): Emotion: Bodily change.
Princeton, N.J.: van Nostrand

Tipos de emociones
Las emociones influyen en todos los aspectos de nuestra vida, conocer los
diferentes tipos de emociones y aprender a gestionarlas nos ayudará a
vivir de forma diferente.
Emociones
Según la R.A.E. las emociones son: “alteraciones del ánimo intensas y pasajeras,
agradables o penosas que van acompañadas de cierta conmoción somática”.
“Interés, generalmente expectante, con que se participa en algo que está
ocurriendo”.

Las emociones mueven nuestra vida, son el motor, nos producen felicidad, alegría,
tristeza… Todo aquello que nos hace ser personas.

Los diferentes tipos de emociones influyen en alto grado en como enfrentamos


todo aquello que nos vamos encontrando a lo largo del camino, aprender a
gestionarlas nos será de gran utilidad para crecer como seres humanos.

Tipos de emociones
Conocer los diferentes tipos de emociones, como nos pueden afectar, qué
podemos hacer para gestionarlas, es muy importante pues, como ya hemos dicho,
las emociones podríamos decir que son la vida misma y si no aprendemos a
gestionarlas algunas de ellas pueden causarnos mucho daño y angustia.

Existen emociones positivas y emociones negativas, todas ellas forman parte de


nosotros y con ellas convivimos a diario, vamos a conocer algunas de estas
emociones:

 Enojo: estar enojado es ver sólo una cara de la situación, la capacidad de


razonar se desvanece y toda lógica propia o ajena pierde validez.
 Ira: la psicología de la ira consiste en querer algo y que alguien impida el
conseguirlo. Esa energía frustrada se convierte en ira contra la persona que ha
destruido la posibilidad de realizar ese deseo.
 Amor: el amor está presente en nuestras vidas de muchas formas diferentes
pues existen muchas clases de amor, suele ser una emoción que nos da
felicidad aunque en ocasiones también nos puede hacer desgraciados.
 Alegría: las personas alegres suelen tener una vida más feliz pues también son
optimistas y ven la copa siempre medio llena.
 Celos: la principal causa de los celos es una gran falta de autoestima, y esto le
lleva al celoso, a no terminar de creerse del todo los sentimientos del otro. Así,
viven con el temor a que aparezca una tercera persona y, a ser engañados o
abandonados.
 Envidia: una definición de la envidia es el sentimiento de tristeza por el bien
ajeno. Según este significado, la envidia es la principal fuente de resentimiento.
Esta es solo una pequeña muestra de los muchos tipos de emociones que
nos pueden afectar, más información sobre ellas en nuestra sección “Vida
Sana”.
Detrás de las emociones que experimentamos existen tres procesos que
las definen: conductual, neurovegetativo y cognitivo. Las emociones no se
limitan a aquello que sentimos, sino que provocan una reacción en cadena
en nuestro organismo y en nuestra conducta.
La naturaleza de las emociones es cambiante, no permanece la misma
emoción durante un largo periodo de tiempo; si esto sucediera
hablaríamos más bien de un sentimiento, como el amor, antes que de una
emoción.
Por eso, podemos estar enfadados y unos instantes después reírnos de una
broma que acaban de hacernos. De hecho, la propia morfología de la
palabra ya nos informa de la naturaleza cambiante de su
significado: proviene de la palabra “moción”, o lo que es lo mismo,
movimiento.
“Las emociones son como caballos salvajes. No son explicaciones que nos
ayudan a seguir adelante sino nuestra voluntad de seguir adelante.”

-Paulo Coelho-

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Se pueden experimentar con intensidad, ya que a pesar de ser breves y


cambiantes pueden atesorar la suficiente energía como para producir un
impacto muy grande. Por ejemplo, si un suceso nos hace sentir rabia, en el
momento en el que esa emoción se dispara es muy difícil de controlar, ya
que los tres componentes se han desencadenado y tanto nuestro cuerpo
como nuestra mente están sumergidos en la emoción.
En estos momentos la regulación emocional es especialmente importante, ya
que con ella controlamos la liberación de esa gran energía.
Componente neurovegetativo de las emociones
Son aquellas reacciones físicas que se reflejan en nuestro cuerpo. Estas
reacciones no son controlables y aparecen queramos o no. Por ejemplo, si
sentimos miedo pueden aparecer taquicardia, sudoración, temblor, tensión
muscular… O si sentimos vergüenza podemos ruborizarnos. A veces
estas reacciones también provocan cambios conductuales de manera
indirecta, ya que podemos querer ocultarlos.
Normalmente, obedece al significado que le damos a dicha emoción. Es
uno de los componentes que más rápido suele aparecer y tiene la función
de prepararnos para actuar.

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Por ejemplo, si sentimos miedo, nuestro cuerpo utiliza la energía de esta


emoción para prepararse para salvarnos del peligro, nos ayuda a ser más
efectivos en la respuesta y provoca cambios en los neurotrasnsmisores.
Así, en caso de huida, la adrenalina entraría en juego.
Los cambios surgidos son manejados por el sistema nervioso
simpático. Aumenta el tono muscular, hace que nuestro corazón lata más
deprisa y que tengamos reacciones más rápidas y eficientes que en
reposo. Una vez que la amenaza pasa, nuestro cuerpo tiene que volver a
la homeóstasis y regular todas las funciones corporales, de esto se
encarga el sistema parasimpático.

Componente conductual

En cuanto al comportamiento, cuando experimentamos una emoción,


este puede traducirse en acciones muy enérgicas e impulsivas. Estos
cambios pueden verse reflejados en nuestro tono de voz, la melodía o la
prosodia. También entran en juego las expresiones faciales, que reflejan el
impacto que ha tenido dicha emoción. Además, informa a las personas de
nuestro entorno de cómo nos sentimos.
Las expresiones faciales de las emociones han generado mucha curiosidad
en el campo de la psicología, tanto que han protagonizado una gran
cantidad de estudios.
Los estudios parecen indicar que estas expresiones son innatas y
universales, ya que todo el mundo presenta las mismas para cada
emoción, además somos bastante buenos identificándolas en los demás.
Así, tienen un papel adaptativo: permiten conocer el estado de ánimo del otro.
Este componente tiene la función de facilitar las relaciones sociales, y en
consecuencia la empatía.

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Cuando vemos a alguien llorar, sabemos que no se encuentra bien y que
puede necesitar nuestra ayuda. También puede proporcionarnos
información útil para evitar problemas: si vemos que alguien está muy
enfadado, nos alejamos.

Componente cognitivo
Es la vivencia subjetiva de la emoción, o lo que comúnmente llamamos
sentimientos. Se trata de cómo percibimos la emoción y el impacto que tiene
en nosotros. Nos permite poner nombre a lo que sentimos. En ocasiones,
las limitaciones del lenguaje hacen que haya restricciones en los
sentimientos y que lleguemos a la conclusión de que no sabemos qué es
lo que nos pasa.

La dificultad de poner nombre a lo que sentimos puede limitar mucho nuestra


capacidad de comunicación, por lo que es muy importante una educación
emocional adecuada que nos ayude a identificar nuestras emociones y las
de los demás y a traducirlas en palabras. Piensa que una buena gestión
emocional tiene como condición necesaria una correcta identificación de
las emociones.
La alexitimia es la imposibilidad de poner nombre a los sentimientos. Es algo
así como una “ceguera emocional” que imposibilita la comprensión de lo
que se siente. El problema se encontraría en el componente cognitivo de
la emoción, ya que aunque el que la sufre es capaz de sentir emociones,
no es capaz de comprenderlas y nombrarlas.
Como hemos visto en este artículo las emociones tienen tres ramificaciones
que las hacen más complejas de lo que en un principio pueden parecer. Así,
aunque estén relacionadas con la biología más primitiva de nuestro
cerebro, tenemos el reto de adaptar cada uno de sus componentes a las
demandas actuales. Una tarea que por otra parte no es sencilla.
¿Qué son las emociones?
Son reacciones automáticas que nuestro cuerpo experimenta ante un determinado
estímulo. Sin embargo, todas ellas luego derivan en sentimientos más
prolongados en el tiempo.
Tanto las emociones como los sentimientos nos señalan algo que debemos hacer
o tener en cuenta.
En esta clase quiero ayudarte a desentrañar el significado de las emociones para
que sepas qué son las emociones y qué vienen a decirte.

El significado de las emociones


Existen 6 emociones básicas:
Alegría: significa que algo está bien, es bueno y nos aporta bienestar. Es un
mecanismo para afianzar ese suceso y asentar ese aprendizaje en nuestra mente
para reproducirlo en el futuro.
Tristeza: Apunta a una pérdida, a que algo no va a ser como era antes y necesitas
asumirlo.
Asco: Algo o nos agrada y necesitamos alejarnos porque no es bueno para
nuestra salud.
Miedo: Evalúa el peligro en relación a los recursos que tenemos para afrontarlo.
Sorpresa: Pone nuestro cuerpo en alerta y lo enfoca al estímulo que ha
provocado la sorpresa, para poder evaluar si es peligroso o no.
Enfado: Algo ha invadido tus límites y necesitas defender lo que es tuyo.
Conoce a tus emociones para conocerte a ti
mismo
Este es un vídeo que creé para el evento Vidas Emocionantes, es un vídeo
donde exploro lo que las emociones pueden decirte acerca de ti mismo. ¿Quieres
profundizar en tu autoconocimiento? Adéntrate en la información que dan las
emociones y escúchalas.
 1 Definición de emoción
 2 Los 6 tipos de emociones
 3 ¿Qué es lo que nos produce el miedo a nivel fisiológico?
 4 ¿Qué es la Inteligencia Emocional?

Definición de emoción

Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al ambiente
que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato,
influidos por la experiencia.

Las emociones tienen una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos
rodea

Es un estado que sobreviene súbita y bruscamente, en forma de crisis más o menos violentas y
más o menos pasajeras.

En el ser humano la experiencia de una emoción generalmente involucra un conjunto de


cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una situación
concreta y, por tanto, influyen en el modo en el que se percibe dicha situación.

Durante mucho tiempo las emociones han estado consideradas poco importantes y siempre se le
ha dado más relevancia a la parte más racional del ser humano. Pero las emociones, al ser
estados afectivos, indican estados internos personales, motivaciones, deseos, necesidades e
incluso objetivos. De todas formas, es difícil saber a partir de la emoción cual será la conducta
futura del individuo, aunque nos puede ayudar a intuirla.

Apenas tenemos unos meses de vida, adquirimos emociones básicas como el miedo, el enfado o
la alegría. Algunos animales comparten con nosotros esas emociones tan básicas, que en los
humanos se van haciendo más complejas gracias al lenguaje, porque usamos símbolos, signos y
significados.
Cada individuo experimenta una emoción de forma particular, dependiendo de sus experiencias
anteriores, aprendizaje, carácter y de la situación concreta. Algunas de las reacciones
fisiológicas y comportamentales que desencadenan las emociones son innatas, mientras que
otras pueden adquirirse.

Charles Darwin observó como los animales (especialmente en los primates) tenían un extenso
repertorio de emociones, y que esta manera de expresar las emociones tenía una función social,
pues colaboraban en la supervivencia de la especie. Tienen, por tanto, una función adaptativa.

Los 6 tipos de emociones

Existen 6 categorías básicas de emociones.

 MIEDO: Anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad,


incertidumbre, inseguridad.
 SORPRESA: Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede dar una
aproximación cognitiva para saber qué pasa.
 AVERSIÓN: Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos produce
aversión.
 IRA: Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad.
 ALEGRÍA: Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una sensación de
bienestar, de seguridad.
 TRISTEZA: Pena, soledad, pesimismo.

Si tenemos en cuenta esta finalidad adaptativa de las emociones, podríamos decir que tienen
diferentes funciones:

 MIEDO: Tendemos hacia la protección.


 SORPRESA: Ayuda a orientarnos frente a la nueva situación.
 AVERSIÓN: Nos produce rechazo hacia aquello que tenemos delante.
 IRA: Nos induce hacia la destrucción.
 ALEGRÍA: Nos induce hacia la reproducción (deseamos reproducir aquel suceso
que nos hace sentir bien).
 TRISTEZA: Nos motiva hacia una nueva reintegración personal.

Los humanos tenemos 42 músculos diferentes en la cara. Dependiendo de cómo los movemos
expresamos unas determinadas emociones u otras. Hay sonrisas diferentes, que expresan
diferentes grados de alegrías. Esto nos ayuda a expresar lo que sentimos, que en numerosas
ocasiones nos es difícil explicar con palabras. Es otra manera de comunicarnos socialmente y
de sentirnos integrados en un grupo social. Hemos de tener en cuenta que el hombre es el
animal social por excelencia.

Las diferentes expresiones faciales son internacionales, dentro de diferentes culturas hay
un lenguaje similar. Podemos observar como en los niños ciegos o sordos cuando
experimentan las emociones lo demuestran de forma muy parecida a las demás personas, tienen
la misma expresión facial. Posiblemente existan unas bases genéticas, hereditarias, ya que un
niño que no ve no puede imitar las expresiones faciales de los demás. Aunque las expresiones
también varían un poco en función de la cultura, el sexo, el país de origen etc. Las mujeres
tienen más sensibilidad para captar mejor las expresiones faciales o las señales emotivas y esta
sensibilidad aumenta con la edad. Otro ejemplo son los rostros de los orientales, especialmente
los japoneses, son bastante inexpresivos, pero es de cara a los demás, porque a nivel íntimo
expresan mejor sus emociones.

Las expresiones faciales también afectan a la persona que nos está mirando alterando su
conducta. Si observamos a alguien que llora nosotros nos ponemos tristes o serio e incluso
podemos llegar a llorar como esa persona. Por otro lado, se suelen identificar bastante bien la
ira, la alegría y la tristeza de las personas que observamos. Pero se identifican peor el miedo, la
sorpresa y la aversión.

Las emociones poseen unos componentes conductuales particulares, que son la manera en que
éstas se muestran externamente. Son en cierta medida controlables, basados en el aprendizaje
familiar y cultural de cada grupo:

 Expresiones faciales.
 Acciones y gestos.
 Distancia entre personas.
 Componentes no lingüísticos de la expresión verbal (comunicación no verbal).

Los otros componentes de las emociones son fisiológicos e involuntarios, iguales para todos:

 Temblor.
 Sonrojarse
 Sudoración
 Respiración agitada
 Dilatación pupilar
 Aumento del ritmo cardíaco

Estos componentes son los que están en la base del polígrafo o del “detector de mentiras”. Se
supone que cuando una persona miente siente o no puede controlar sus cambios fisiológicos,
aunque hay personas que con entrenamiento sí pueden llegar a controlarlo.
¿Qué es lo que nos produce el miedo a nivel fisiológico?

Cuando nos encontramos ante un estímulo que nos provoca miedo o temor, nuestro cuerpo
reacciona activándose, de manera que estemos a punto para cualquier reacción de lucha o huida
que sea preciso a fin de protegernos, ya que nuestro impulso más básico es el de la
supervivencia.

La activación se produce de la siguiente manera:


 El lóbulo frontal de la corteza cerebral por la acción del hipotálamo activa la
glándula suprarrenal.
 La glándula suprarrenal descarga adrenalina.
 Las pupilas se dilatan
 El tórax se ensancha
 El corazón se dilata, aumenta la provisión de sangre.
 Se produce un aumento de la tensión arterial.
 Los músculos se contraen.
 El hígado libera glucosa, el combustible de los músculos.
 La piel palidece.
 Los bronquios se dilatan para aumentar el volumen de oxígeno.
 En casos extremos la vejiga urinaria se vaciará.

¿Qué es la Inteligencia Emocional?

De la misma manera que se reconoce el CI (cociente intelectual), se puede reconocer


laInteligencia Emocional. Se trata de conectar las emociones con uno mismo; saber qué es lo
que siento, poder verme a mi y ver a los demás de forma positiva y objetiva. La Inteligencia
Emocionales la capacidad de interactuar con el mundo de forma receptiva y adecuada.

Características básicas y propias de la persona emocionalmente inteligente:

 Poseer suficiente grado de autoestima.


 Ser personas positivas
 Saber dar y recibir
 Empatía (entender los sentimientos de los otros)
 Reconocer los propios sentimientos
 Ser capaz de expresar los sentimientos positivos como los negativos
 Ser capaz también de controlar estos sentimientos
 Motivación, ilusión, interés
 Tener valores alternativos
 Superación de las dificultades y de las frustraciones
 Encontrar equilibrio entre exigencia y tolerancia.

Daniel Goleman explica que la Inteligencia Emocional es el conjunto de habilidades que


sirven para expresar y controlar los sentimientos de la manera más adecuada en el terreno
personal y social. Incluye, por tanto, un buen manejo de los sentimientos, motivación,
perseverancia, empatía o agilidad mental. Justo las cualidades que configuran un carácter con
una buena adaptación social.

El psicólogo W. Mischel hizo un experimento con niños de 4 años: les daba un caramelo y les
decía que tenía que irse un momento, pero que debían esperar a que él volviera antes de
comérselo, si lo hacían así él les daría otro caramelo como premio. El tiempo que permanecía
fuera era tan sólo de 3 minutos. Habían niños que no esperaban y se comían el caramelo.
Posteriormente hizo un seguimiento de los niños y observó que los que no se habían comido el
caramelo, eran más resistentes a la presión, más autónomos, más responsables, más queridos
por sus compañeros y mejor adaptados en el medio escolar que los otros.

Todas las personas nacemos con unas características especiales y diferentes, pero muchas
veces la manera que tenemos de comportarnos o de enfrentarnos a los retos de la vida son
aprendidos. Desde pequeños podemos ver como para un niño no está tan bien visto llorar y
expresar sus emociones como en una niña, además a los varones se les exige ser más valientes,
seguros de sí mismos. También podemos observar como, según las culturas, las mujeres son
menos valoradas, tanto en el ámbito personal como en el laboral, lo cual es el origen de
opresiones y malos tratos. Todo esto lo adquirimos sin darnos cuenta ya desde el momento en
que venimos al mundo: nos comportamos como nos han “enseñado” a comportarnos. Quererse
a uno mismo, ser más generoso con los demás, aceptar los fracasos, no todo depende de lo que
hemos heredado, por lo que hemos de ser capaces de seguir aprendiendo y mejorando nuestras
actitudes día a día, aprender a ser más inteligentes emocionalmente, en definitiva a ser más
felices.
Del latín emotio, la emoción es la variación profunda pero efímera
del ánimo, la cual puede ser agradable o penosa y presentarse junto a
cierta conmoción somática. Por otra parte, tal como señala la Real
Academia Española (RAE) en su diccionario, constituye un interés
repleto de expectativa con que se participa en algo que está
sucediendo.
Según lo han demostrado diversos estudios, las emociones juegan un papel
fundamental en los procesos de salud de una persona. Tal es así que en
muchos casos, sucede que una enfermedad se desencadena por una
determinada experiencia que genera una emoción particular, tal es el caso de
las fobias o de los trastornos mentales. También hay casos de epilepsia
donde las emociones son una causa imperante.
Las emociones están entendidas como fenómenos de raíz psico-
fisiológica y, según los expertos, reflejan formas eficaces de adaptación a
diversos cambios ambientales. En el aspecto psicológico, las emociones
generan sobresaltos en el índice de atención y aumentan el rango de diversas
conductas en la jerarquía de respuestas del individuo que las experimenta.
En cuanto a la fisiología, las emociones permiten ordenar las respuestas de
diversas estructuras biológicas, incluyendo las expresiones faciales, la voz,
los músculos y el sistema endocrino, con el objetivo de definir un medio
interno adecuado para el comportamiento más óptimo.

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