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TRABAJO PRÁCTICO

“EL VÍNCULO PEDAGÓGICO EN EL


CONTEXTO ESCOLAR”

ESCENA Nº2: “Cuando el río suena, agua lleva”

DOCENTE: CORRAL, LUCRECIA

AULA: 110
Para realizar el trabajo he centrado mi análisis en la escena 2, la cual titulo
“Cuando el río suena, agua lleva”.

Cuando uno realiza la lectura de la escena, unas de las características que


primero llaman la atención son la influencia del curriculum oculto y la disposición
emocional, tanto del alumno como del docente, entre otras, como la simetría del
vínculo pedagógico.

Cuando hablamos de cultura escolar, hablamos de los modos de pensar, sentir y


actuar que caracterizan la organización escolar y a las prácticas de las personas
que interactúan en ella. Este conjunto de rutinas son asignada al estudiante, el
cual debe cumplir con el oficio de alumno, es decir, “aprender cuándo, a quién y
cómo se habla; cuándo, dónde y cómo se pueden hacer ciertas cosas; cómo se
espera que se comporte un estudiante” (Perrenoud, 1990). Todas estas
características que el alumno debe aprender forman parte del curriculum oculto.

En la escena el docente relata que “Algunos compañeros se rieron y yo contuve la


bronca momentánea de quedar expuesto de ese modo”, o “yo reconocí que mi
pregunta lo había expuesto ante el grupo”. Estos ejemplos forman parte de lo que
llamamos curriculum oculto, tanto para el alumno como para el docente, ya que se
presenta una intimidad muy débil, tener que dejarse evaluar por los demás, a tener
que satisfacer expectativas, a “vivir dentro de una masa” y a ajustarse a reglar
externas impuestas (Perrenoud, 1990; Eggleston, 1977). Además, el educador,
como lo plantea Pineau (2001), es visto como “ejemplo- físico, biológico, moral,
social, epistémito, etcétera- de conducta a seguir por sus alumnos”; esto significa
que confrontarlo, no hubiese sido lo correcto, sino como el docente actúo,
decidiendo “arreglar la situación” hablando primero entre ellos, y luego con sus
compañeros.

En las primeras líneas de la escena, estamos ante una clara “amenaza de


estereotipo” como lo define Wertsch (1999). El docente etiqueta los atributos del
alumno cuando se refiere a él como “un adolescente de 17 años de edad,
inteligente pero contestador, rebelde en sus reflexiones, pero trabajador”. Si ya el
docente definió esos atributos, sabía consciente o inconscientemente, que el
alumno no respondería correctamente o de la manera que esperaba, o impone la
cultura escolar. Entonces, ¿era su intención exponerlo?

Otro aspecto a tener en cuenta presente en la escena, es la asimetría del vínculo


pedagógico. El educador presenta cierto poder que debe ser asumido con
responsabilidad, pero ese poder es limitado. La asimetría siempre estará presente,
de una manera u otra. Entonces, si bien al principio de la escena el docente hace
referencia a no confrontar al alumno como si fuesen pares, luego de charlar
sobre lo sucedido con el alumno, y con el curso, la relación cambia para mejor,
según el docente, y desde ese momento el está siempre presente para escucharlo
y ayudarlo. A mi criterio, me parece correcto que el docente esté para sus alumnos
pero no debe olvidar su función o “poder” de educador, y no de amigo o amiga.

Por último, es notorio en toda la escena el papel que cumple la disposición


emocional. En el caso del alumno, cuando el docente lo nota ausente en la clase,
o nota la necesidad tanto de confrontación como de soporte en alguien.
Observamos que el alumno no puede dejar de lado sus problemas, que deben
generarle una gran movilización emocional, cosa que el docente no lo advierte.

Luego de haber solucionado el problema en clase, cambia la relación,


probablemente el alumno sienta más confianza y seguridad, transmitida por el
docente, para estar a gusto con su aprendizaje.

Posiblemente el docente, al haber vivido esa situación, cambió sus expectativas o


atributos que consideraba sobre el alumno, y aplique el efecto Pigmalión, para
mejor (Rosenthal y Jacobson, 1980).

Elegí el refrán “Cuando el río suena, agua lleva” como título de la escena porque
refiere a que, de cualquier indicio se puede deducir un hecho, es decir, el docente
nota al alumno ausente, y luego de la confrontación del alumno, advierte sobre un
problema, sobre la necesidad de enfrentarse con un adulto y a su vez, de
apoyarse o de soporte.
BIBLIOGRAFÍA

- Eggleston, J. (1977). The Sociology of the School Curriculum. Londres,


Inglaterra: Routledge & Kegan.
- Perrenoud, Ph. (1990.) La construcción del éxito y del fracaso escolar.
Madrid, España: Morata.
- Pineau, P. (2001). “Por qué triunfó la escuela?, o la modernidad dijo: “Esto
es educación”, y la escuela respondió: “Yo me ocupo”, en P. Pineau, I. Dussel y M
Caruso: La escuela como máquina de educar. Tres escritos sobre un proyecto de
la modernidad. Buenos Aires, Argentina: Paidós
- Rosenthal R, Jacobson L. (1968). Pygmalion in the classroom. New York:
Holt, Rinehart & Winston.
- Wertsch, J., (1999). La Mente en Acción. Buenos Aires, Argentina: Aique.

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