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Soporte

Vital Básico

ACCIONES INMEDIATAS TRAS UNA PARADA CARDIACA



INTRODUCCIÓN

La parada cardiaca súbita o repentina (PC) es una de las principales causas
de muerte tanto en Europa como en EEUU. Dependiendo de cómo se defina la PC,
ésta afecta a entre 350.000 y 750.000 individuos al año, y el pronóstico de la PC,
tanto hospitalaria como extrahospitalaria sigue siendo pobre.
En un análisis inicial del ritmo cardiaco, alrededor del 25-50% de las
víctimas con PC presentan una Fibrilación Ventricular (FV). Es probable que
muchas más víctimas presenten una FV o una Taquicardia Ventricular (TV) en el
momento del colapso, pero en el momento que se registra el primer
electrocardiograma (ECG) por el personal del Servicio de Emergencias Médicas
(SEM) su ritmo ya ha degenerado a asistolia.
Cuando se registra el ritmo de forma precoz tras el colapso, particularmente
cuando se hace con un Desfibrilador Automático Externo (DEA) situado en el lugar
del incidente, la proporción de víctimas en FV puede ser tan alta como de un 76%.
La mayoría de las víctimas pueden sobrevivir si los testigos actúan
inmediatamente mientras la FV está todavía presente y, sin embargo, es mucho
menos probable que la resucitación sea exitosa una vez el ritmo ya ha degenerado
a asistolia.

LA CADENA DE SUPERVIVENCIA

La cadena de Supervivencia es un concepto bastante gráfico que resume los
eslabones vitales e imprescindibles para una resucitación satisfactoria:

1.- Reconocimiento precoz de la parada cardiaca: que va a permitir una rápida
activación de los SEM y un inicio precoz de la reanimación cardiopulmonar (RCP)
por los testigos.
En la mayoría de los países, el acceso al SEM se consigue por medio de un
único número de teléfono (por ejemplo, 112, 999, etc…).

Capítulo I.- Introducción 1





Soporte Vital Básico

El reconocimiento de la importancia del dolor torácico es particularmente
importante, ya que la probabilidad de que se produzca una PC como consecuencia
de una isquemia miocárdica es bastante alta, al menos del 25-33%, en la primera
hora tras la aparición de los síntomas, de manera que si se realiza una llamada al
SEM antes de que se produzca el colapso, la llegada del SEM es significativamente
más precoz tras el colapso y la supervivencia tiende a ser mayor.

2.- Reanimación CardioPulmonar precoz por los testigos: Una RCP inmediata
puede doblar o cuadruplicar la supervivencia tras una PC con FV. Si es posible, los
testigos con entrenamiento en RCP deberían proporcionar compresiones torácicas
junto con ventilaciones de rescate.
Cuando un testigo no tiene conocimientos de RCP, el personal del 112 al
teléfono debería guiarle para proporcionar una RCP sólo con compresiones
torácicas mientras espera la llegada de ayuda profesional. Proporcionar una RCP
sólo con compresiones torácicas es mejor que no iniciar esta RCP.

3.- Desfibrilación precoz: Una RCP más una desfibrilación en los primeros 3-5
min tras el colapso puede producir tasas de supervivencia tan altas como del 50 al
70%.
4.- RCP avanzada precoz y cuidados post-resucitación estandarizados: Un
soporte vital avanzado (SVA) con manejo avanzado de la vía aérea, drogas y la
corrección de factores causales puede ser necesario en aquellos casos en los que
los intentos iniciales de resucitación son infructuosos. La calidad del tratamiento
durante la fase post-resucitación también influye en el pronóstico.

Cuando los eslabones de la Cadena de Supervivencia se realizan de una
forma efectiva, la supervivencia puede aproximarse al 50% en pacientes con PC
extrahospitalaria por FV presenciada tratados por los SEM. Por desgracia, las tasas
de supervivencia en muchas PC extrahospitalarias (OHCA) e intrahospitalarias
(IHCA) están lejos de estas cifras, y esta diferencia es la que pone de manifiesto la
posibilidad de mejoría en muchos aspectos.

Capítulo I.- Introducción 2





SECUENCIA DEL SOPORTE VITAL BÁSICO



El Soporte Vital Básico (SVB) incluye los tres primeros eslabones de la
Cadena de Supervivencia:
1.- El reconocimiento precoz de la PC.
2.- La activación de los SEM, la RCP precoz por parte de los testigos.
3.- y la desfibrilación precoz con un DEA.
El SVB consiste en la siguiente secuencia de acciones:
1.- Comprobar y asegurarse que tú, la víctima y cualquier testigo se
encuentran a salvo y seguros. La seguridad personal y la de los miembros del
equipo es la primera prioridad durante cualquier intento de resucitación.
2.- Comprobar que la víctima responde – agitar suavemente el hombro de la
víctima y preguntar en voz alta: “¿Se encuentra bien?”
3a.- Si responde:
• Dejar a la víctima en la misma posición en la que la encontramos,
tratando de evitar que no se produzcan más daños
• Tratar de encontrar cuál es el problema y qué le pasa a la víctima y
pedir ayuda si es necesario
• Reevaluar a la víctima de forma regular
3b.- Si no responde:
• Pedir ayuda (personal no profesional). Sólo dejar a la víctima si no
queda otra opción. Las guías de 2015 toman en consideración el uso
ampliamente extendido de los teléfonos móviles, que permiten al
reanimador activar los SEM sin abandonar a la víctima. Las guías de
2015 hablan de la importancia de saber activar el altavoz del
teléfono por parte de cualquier testigo de una PC para poder recibir
las órdenes de los SEM a la vez que se asiste a la víctima.
• Colocar a la víctima en decúbito supino y abrir la vía aérea
empleando la maniobra frente-mentón: colocar la mano en la frente
de la víctima e inclinar suavemente su cabeza hacia atrás y con la
punta de los dedos de la otra mano colocados en el mentón elevarlo
ligeramente para abrir la vía aérea.

Capítulo 2.- Secuencia del Soporte Vital Básico 1





4.- Manteniendo la vía aérea abierta, mirar, escuchar y sentir la respiración:
mirar si se mueve el pecho, escuchar en la boca de la víctima si hay ruidos
respiratorios, sentir el aire en la mejilla y DECIDIR SI LA RESPIRACIÓN ES
NORMAL O NO, O SI ESTÁ AUSENTE.
No se debe de tratar de comprobar la presencia de estos signos durante más
de 10 segundos, y en caso de que existan dudas de que la respiración es normal, se
debe actuar inmediatamente como si la respiración fuera anormal o estuviera
ausente. NO SE DEBE CONFUNDIR LA RESPIRACIÓN AGÓNICA CON UN SIGNO
DE VITALIDAD.
La European Resucitation Council (ERC) sigue recomendando esta
maniobra (mirar, escuchar y sentir), aunque haciendo énfasis en que no se debe
retrasar el inicio de la RCP. Por el contrario, la American Heart Association (AHA)
directamente eliminó ya en 2010 esta maniobra sobretodo para reanimadores no
profesionales, con el fin de no retrasar el inicio de las compresiones torácicas.
Puede ser difícil para reanimadores tanto profesionales como no
profesionales determinar de forma precisa la presencia o ausencia de una
respiración normal en las víctimas.
5a1.- Si la respiración es normal:
• Colocar al paciente en la posición de seguridad o recuperación
• Mandar a alguien o ir a por ayuda – llamar a los SEM
• Reevaluar continuamente que la respiración es normal



Capítulo 2.- Secuencia del Soporte Vital Básico 2






Hay diversas variaciones de la posición de recuperación, cada una con sus
propias ventajas. No hay sólo una posición perfecta para todas las víctimas. La ERC
recomienda la siguiente secuencia de acciones para colocar a una víctima en la
posición de seguridad:
1.- Arrodillarse al lado de la víctima y asegurarse de que las piernas están
rectas.
2.- Colocar el brazo más próximo al reanimador en ángulo recto con la
palma de la mano mirando hacia arriba.
3.- Cruzar el brazo más distal al reanimador por encima del tórax y colocar
la palma de la mano en la mejilla contralateral.
4.- Doblar la rodilla más distal al reanimador apoyando el pie de la víctima
en el suelo.
5.- Manteniendo la mano contra la mejilla, tirar de la pierna doblada para
girar/rodar a la víctima hacia el reanimador y colocarla sobre su costado.
6.- Ajustar la pierna de arriba para que tanto la cadera como la rodilla estén
en ángulo recto.
7.- Inclinar un poco la cabeza para asegurarse de que la vía aérea
permanece abierta.
8.- Si fuera necesario, ajustar la mano bajo la mejilla para mantener la
cabeza colgando y mirando hacia abajo para permitir el drenaje de material líquido
de la boca.
9.- Comprobar regularmente la respiración.
Si la víctima tiene que permanecer en la posición de seguridad durante más
de 30 minutos, girar a la víctima hacia el otro lado para liberar la presión de la
pierna inferior.
5a2.- Si la respiración no es normal pero el pulso está presente:
• En este punto, las guías 2015 de la AHA aconsejan también como
novedad, que es razonable, junto con las maniobras de SVB,
administrar por parte de personal apropiado y entrenado naloxona
intramuscular o intranasal en aquellos pacientes con pulso, pero con
una respiración anormal que se sospecha que es secundaria a una

Capítulo 2.- Secuencia del Soporte Vital Básico 3





sobredosis de opiodes. Aunque la mejor forma para instaurar y
generalizar esta medida todavía está por determinar
5b.- Si la respiración no es normal o está ausente:
• Mandar a alguien llamar a los SEM, o si está solo, llamar al SEM uno
mismo (personal profesional). Sólo dejar a la víctima si no queda
otra opción. Las guías AHA 2015 también permiten flexibilidad a los
reanimadores profesionales para elegir el mejor momento para
activar los SEM en función de la situación clínica de la víctima (antes
o después de comprobar los signos vitales).
• Mandar a alguien a buscar y traer un DEA si está disponible. Si el
reanimador se encuentra solo, no se debe de dejar a la víctima y debe
iniciar la RCP
• Comenzar las compresiones torácicas. Las guías de 2015 reconocen
que estos primeros pasos de comprobar la respuesta del paciente,
abrir la vía aérea y determinar si el paciente respira o no y llamar a
los SEM se deberían de realizar de una forma muy rápida, casi
simultánea si fuese posible, en un intento de reducir el tiempo hasta
la primera compresión.
• Compresiones torácicas:
o Arrodillarse al lado de la víctima.
o Colocar la base de la mano en el centro del tórax de la víctima
(que se corresponde con la mitad inferior del esternón).
o Colocar la base de la otra mano encima de la primera mano.
o Entrelazar los dedos de las manos y asegurarse de que la
presión no se ejerce sobre las costillas de la víctima.
o Mantener los brazos rectos.
o No aplicar ninguna presión en la parte superior del abdomen
ni en el ápex del esternón.
o Colocarse verticalmente sobre el tórax de la víctima y
presionar el esternón hacia abajo al menos 5 cm (pero sin
exceder los 6 cm).

Capítulo 2.- Secuencia del Soporte Vital Básico 4





o Después de cada compresión, liberar toda la presión sobre el
tórax sin perder el contacto con el esternón.
Repetir la maniobra a una frecuencia de al menos 100/minuto (pero sin
exceder los 120/minuto). La compresión y liberación de presión deberían de durar
el mismo tiempo.
6a.- Si el reanimador está entrenado y tiene la posibilidad, o se trata de un
reanimador profesional, combinar las compresiones torácicas con respiraciones de
rescate:
• Después de 30 compresiones abrir la vía aérea empleando la
maniobra frente-mentón y comprimir la parte blanda de la nariz
para cerrarla utilizando los dedos índice y pulgar de la mano
colocada en la frente.
• Mantener la elevación de la mandíbula, pero permitir que se abra la
boca.
• Realizar una inspiración normal y colocar los labios alrededor de la
boca de la víctima asegurando un buen sellado.
• Soplar de forma continua en la boca mientras se mira que se eleve el
tórax, con una duración de 1 segundo para cada respiración normal.
• Manteniendo la maniobra frente-mentón separar la boca de la
víctima y mirar como el tórax desciende mientras el aire sale.
• Coger otra respiración normal y soplar en la boca de la víctima una
vez más hasta alcanzar un total de 2 respiraciones de rescate
efectivas.
• No se deben de interrumpir las compresiones más de 10 segundos
para proporcionar las respiraciones de rescate.
• Una vez administradas las dos respiraciones volver a colocar las
manos sin retraso en el esternón, en la posición correcta y
proporcionar 30 compresiones torácicas más.
• Continuar con las compresiones torácicas y las respiraciones de
rescate con una RELACIÓN 30:2.

Capítulo 2.- Secuencia del Soporte Vital Básico 5





SÓLO INTERRUMPIR LA RESUCITACIÓN PARA REEVALUAR A LA VÍCTIMA SI
EMPIEZA A DESPERTARSE, MOVERSE, ABRIR LOS OJOS O RESPIRAR DE
FORMA NORMAL.
Si la respiración inicial de rescate no consigue elevar el tórax como lo haría
una respiración normal, antes del siguiente intento se debe de mirar en la boca de
la víctima y eliminar cualquier tipo de obstrucción que pudiera existir y reevaluar
que la maniobra frente-mentón es correcta y consigue abrir la vía aérea. No se
debe de intentar realizar más de 2 respiraciones de rescate cada vez antes de
volver a iniciar las compresiones torácicas.
6b.- La RCP sólo con compresiones torácicas se puede emplear cuando el
reanimador no está entrenado (que además es la recomendación de la AHA 2015
para los reanimadores no entrenados) o cuando son reacios a proporcionar
respiraciones de rescate.
En este caso las compresiones deberían de ser ininterrumpidas con una
frecuencia de al menos 100/minuto (pero sin exceder 120/minuto).
7.- Una vez llegue el DEA, encenderlo, colocar los pads en el paciente y
seguir las instrucciones de voz y visuales del dispositivo tan pronto como sea
posible.
8.- No interrumpir la resucitación hasta que:
• Llegue ayuda profesional o,
• La víctima empiece a despertarse, moverse, abrir los ojos o respirar
normalmente o,
• Cuando uno se encuentra exhausto.

Capítulo 2.- Secuencia del Soporte Vital Básico 6




RECONOCIMIENTO PRECOZ DE LA PARADA CARDIACA Y
ASISTENCIA DE LA VÍA AÉREA

RECONOCIMIENTO PRECOZ DE LA PC

Una de las novedades de las guías de RCP de 2015 es la importancia que
estas guías dan al papel clave en el reconocimiento precoz de la PC por parte de los
responsables médicos que reciben la llamada de alerta por parte de los testigos.
Enfatizan la importancia del entrenamiento de este personal y la adherencia a
protocolos con preguntas específicas para mejorar el reconocimiento de los signos
de parada cardiaca.
- Comprobar el pulso carotídeo (o cualquier otro pulso) es un método poco
preciso y fiable para confirmar la presencia o ausencia de circulación espontánea,
tanto para reanimadores no profesionales, como profesionales.
Las guías de la AHA directamente no aconsejan comprobar el pulso para
reanimadores no profesionales. Y así mismo, aconsejan limitar el tiempo de
comprobar el pulso a no más de 10 segundos para evitar retrasos en el inicio de las
compresiones, e idealmente comprobar el pulso de forma simultánea con la
comprobación de la respiración.
Tanto los profesionales sanitarios como los reanimadores no sanitarios
suelen encontrar dificultades a la hora de determinar la presencia o ausencia de
una respiración normal o adecuada en las víctimas inconscientes, que no
responden. Esto suele deberse a que la vía aérea no está abierta o a que la víctima
presenta respiraciones agónicas ocasionales o gasping.
Incluso los coordinadores de los SEM pueden malinterpretar la información
relativa a la respiración proporcionada por los testigos del colapso y confundir el
gasping con una respiración normal, y esto puede dar lugar a que estos testigos no
inicien las maniobras de RCP, lo que va a empeorar el pronóstico de la víctima.
Ya en las guías de 2010 se hacía mucho énfasis en la importancia del
gasping como signo de PC y la necesidad del entrenamiento de los coordinadores
de los SEM para interrogar a los testigos que realizan la llamada para conseguir
una adecuada información en relación a la ausencia o presencia de respuesta por

Capítulo 3.- Reconocimiento precoz de la PC y Asistencia de la Vía Aérea 1




parte de la víctima y la calidad de la respiración para alentar al testigo a iniciar las
maniobras de RCP.
Hay estudios que demuestran que el reconocimiento del gasping como un
signo de PC se asocia con una mayor supervivencia.
Las guías de 2015 inciden nuevamente en el énfasis de signos importantes
que deben de asociarse a una PC, que son este gasping y las pequeñas convulsiones
generalizadas (causadas por la disminución del flujo cerebral), y también en la
importancia de asumir que un paciente está en parada cardiaca cuando no
responde y no respira de forma normal. Por último, resaltan también la
importancia de la RCP asistida por estos profesionales (o RCP-telefónica), ya que
ésta ha demostrado mejorar las tasas de RCP proporcionada por los testigos,
reducir el tiempo hasta la primera RCP, aumentar el número de compresiones
proporcionadas y mejorar el pronóstico de las OHCA en todos los grupos de
pacientes.

VÍA AÉREA

En la PC primaria (de causa no respiratoria) la sangre arterial no está
circulando y permanece saturada con oxígeno durante varios minutos.
Si se inicia la RCP en pocos minutos, el contenido sanguíneo de oxígeno
todavía es adecuado y la distribución de oxígeno al miocardio y el cerebro está más
limitada por el gasto cardiaco que por la falta de oxígeno en los pulmones y sangre
arterial. Por tanto, inicialmente, la ventilación es menos importante que las
compresiones torácicas.
Dado que en el adulto hay una mayor probabilidad a-priori de que una PC
sea de causa cardiaca, se recomienda que la RCP se empiece siempre con las
compresiones torácicas más que con las ventilaciones.
Las guías de la AHA hablan del cambio de CAB por el ABC, para minimizar el
tiempo hasta el inicio de las compresiones.
Estudios publicados después de 2010 indican que esta medida se asocia con
tiempos más cortos en el inicio de la RCP. Durante la PC, el propósito de la
ventilación es mantener una adecuada oxigenación y eliminar el CO2. El volumen

Capítulo 3.- Reconocimiento precoz de la PC y Asistencia de la Vía Aérea 2




corriente/tidal, frecuencia respiratoria y concentración inspirada de oxígeno
óptimos no están completamente establecidos.
Las recomendaciones actuales están basadas en la siguiente evidencia:
1.- Durante la PC, el flujo sanguíneo al pulmón se reduce sustancialmente,
de manera que se puede mantener una adecuada relación ventilación-perfusión
con volúmenes tidal y frecuencias respiratorias inferiores a las normales.
2.- La hiperventilación es nociva porque incrementa la presión
intratorácica, lo que disminuye el retorno venoso al corazón y reduce el gasto
cardiaco. Por tanto, la supervivencia se reduce.
3.- Las interrupciones en las compresiones torácicas (por ejemplo, para
comprobar el ritmo cardiaco o la presencia de pulso) tienen un efecto deletéreo en
la supervivencia.
4.- Cuando la vía aérea no está aislada, un volumen corriente de 1l produce
una distensión gástrica significativamente mayor que un volumen tidal de 500 ml.
5.- Una ventilación-minuto baja (inferior al volumen tidal y frecuencia
respiratoria normales) puede mantener una oxigenación y ventilación efectivas
durante la PC. Durante la PC en el adulto, volúmenes tidal de aprox. 500-600 ml (6-
7 ml/kg) son los recomendables. Estos volúmenes se corresponden con un
volumen corriente que produce una elevación visible del tórax.
Por tanto, las recomendaciones actuales para los reanimadores son
proporcionar cada respiración durante alrededor de 1 segundo, con suficiente
volumen para hacer que se eleve el tórax de la víctima, pero evitar respiraciones
rápidas y bruscas/enérgicas. El tiempo para proporcionar 2 respiraciones no
debería de exceder de 10 segundos.
Las diferentes opciones para la ventilación son la ventilación boca-boca o la
ventilación con bolsa autoinflable y mascarilla (tipo ambú), aunque esta última
requiere entrenamiento y práctica y, por tanto, no se recomienda para
reanimadores no profesionales o no entrenados. La ventilación boca-nariz es una
alternativa también aceptable, sobretodo en aquellos casos en los que la boca de la
víctima está seriamente dañada o no se puede abrir. Por último, no hay evidencia

Capítulo 3.- Reconocimiento precoz de la PC y Asistencia de la Vía Aérea 3




publicada sobre la seguridad, efectividad o viabilidad de la ventilación boca-
traqueostomía, aunque podría ser empleada en víctimas con una traqueostomía.

Capítulo 3.- Reconocimiento precoz de la PC y Asistencia de la Vía Aérea 4




ASISTENCIA CIRCULATORIA

Las compresiones torácicas producen un flujo sanguíneo al incrementar la
presión intratorácica y directamente al comprimir el corazón.
Las compresiones torácicas generan una pequeña pero crítica cantidad de
flujo sanguíneo al cerebro y miocardio y aumentan las posibilidades de que la
desfibrilación tenga éxito.
Las recomendaciones basadas en la evidencia disponible hasta el momento
son:
1.- Cada vez que se reanuden las compresiones torácicas, colocar las manos
sin demora en el “centro del pecho”.
2.- Comprimir el pecho con una frecuencia de 100-120/min.
3.- Asegurarse de que se alcanza la profundidad de al menos 5 cm con cada
compresión.
4.- Permitir que el tórax se recupere completamente después de cada
compresión, por ejemplo, no apoyarse e inclinarse sobre el tórax durante la fase de
relajación.
5.- Procurar que la compresión y la relajación del tórax duren
aproximadamente lo mismo.
6.- Minimizar las interrupciones en las compresiones torácicas para
asegurar que la víctima recibe al menos 60 compresiones cada minuto.
7.- No confiar en la palpación del pulso carotídeo u otro pulso como medida
efectiva de la presencia de flujo arterial durante las compresiones torácicas.
Ya en las guías de 2010 se introdujo la enorme importancia de las
compresiones de alta calidad y de minimizar las interrupciones en las
compresiones torácicas.
Estudios experimentales muestran una mejor respuesta hemodinámica
cuando para las compresiones se colocan las manos en la mitad inferior del
esternón. Se recomienda que esta posición se enseñe de una forma simplificada tal
como “el talón de su mano en el centro del pecho, con la otra mano sobre la
anterior”.

Capítulo 4.- Asistencia Circulatoria 1






Existe una relación positiva entre el número de compresiones realizadas
por minuto y la posibilidad de una reanimación exitosa.
La frecuencia de las compresiones debería ser de al menos 100-
120/minuto.
Dos estudios realizados encontraron mayor supervivencia entre pacientes
que recibieron compresiones torácicas con una frecuencia de 100-120/min, en
comparación con > 140, 120-139, <80 y 80-99.
Frecuencias muy altas de compresiones se asociaban a una disminución en
la profundidad de las compresiones.
El número real de compresiones realizadas cada minuto durante la RCP
probablemente sea menor debido a las interrupciones para realizar las
respiraciones de rescate, permitir el análisis del DEA, etc…
Se debe intentar minimizar al máximo las pausas en las compresiones
torácicas.
Al menos 60 compresiones torácicas se deberían de proporcionar cada
minuto, ya que una fracción >60% de las compresiones torácicas se asoció con
mejoría en el pronóstico.
El temor a provocar algún daño, la fatiga muscular y la fuerza muscular
limitada con frecuencia dan lugar a una compresión del tórax por parte de los
reanimadores de menor profundidad a la recomendada.
Estudios observacionales publicados después de las guías de 2010 sugieren
que una profundidad de compresión comprendida entre 4,1 y 5,5 cm da lugar a
mejores pronósticos que el resto de profundidades de la compresión durante la
RCP manual.
Hay también evidencia de un estudio observacional que sugiere que una
compresión mayor a 6 cm se asocia con una aumento en las tasas de daño cuando
se compara con compresiones de 5-6 cm.
Las guías reconocen que puede ser difícil estimar la profundidad de las
compresiones y que las compresiones poco profundas son más dañinas que las
compresiones que son demasiado profundas.

Capítulo 4.- Asistencia Circulatoria 2






Por todo esto, la ERC mantiene las recomendaciones de 2010 de que las
compresiones deben ser de al menos 5 cm de profundidad pero no más de 6 cm.
Cuando sea posible, la RCP se debería de llevar a cabo en una superficie
rígida.
No hay estudios que permitan establecer una relación entre la recuperación
del tórax y el pronóstico de las víctimas con una PC.
Permitir una completa recuperación del tórax tras cada compresión da
lugar a una presión negativa intratorácica que permite un mejor retorno venoso al
tórax y un mejor flujo cardiopulmonar, y esto podría mejorar la efectividad de la
RCP.
Apoyarse sobre el tórax de la víctima entre las compresiones impide la
recuperación completa del tórax, y esto podría aumentar la presión intratorácica y
disminuir, por tanto, el retorno venoso, la presión de perfusión coronaria y el flujo
miocárdico, y podría influir en el pronóstico.
Los reanimadores pueden estar asistidos por un dispositivo de
indicaciones y/o feedback (retroalimentación) para alcanzar la profundidad y
frecuencia recomendada de las compresiones.
Diversos estudios han analizado el efecto de estos dispositivos y ninguno de
ellos ha demostrado una mejoría en la supervivencia al alta, y sólo uno de ellos
encontró una mayor tasa de recuperación de la circulación espontánea (ROSC) en
los pacientes en los que se usó.
El uso de esos dispositivos sólo debería considerarse como parte de un
sistema mayor de cuidados que debería incluir un mayor número de iniciativas
para mejorar la calidad de la RCP, y no como una intervención aislada.


Datos de estudios animales apoyaban un aumento de la relación de la
compresión-ventilación > a 15:2. Y un modelo matemático sugiere que la ratio
30:2 proporciona el mejor equilibrio entre el flujo sanguíneo y el aporte de
oxígeno.

Capítulo 4.- Asistencia Circulatoria 3






Esta medida disminuyó el número de interrupciones en las compresiones y los
períodos sin flujo, y redujo la posibilidad de hiperventilación.
Diversos estudios observacionales han mostrado una ligera mejoría en el
pronóstico tras la implementación de esta medida (entre otras), y por tanto es el
ratio que se sigue recomendando en las últimas guías.
Existen tanto profesionales, como no profesionales que dicen ser reacios a
proporcionar una ventilación boca-boca. Estudios animales han mostrado que una
RCP sólo con compresiones torácicas podría ser tan efectiva como una RCP con
combinación de compresiones y ventilaciones en los primeros minutos tras una PC
cuyo origen no sea una asfixia.
Modelos animales y matemáticos de RCP con compresiones únicamente han
mostrado que las reservas de oxígeno se deplecionan en 2-4 minutos.
En adultos, el pronóstico de una RCP con compresiones y sin ventilación es
significativamente mejor que el pronóstico de no realizar RCP alguna en una PC
cuyo origen no sea una asfixia.
Diversos estudios en humanos, clasificados la mayoría como de evidencia de
baja calidad, han sugerido una equivalencia de la RCP sólo con compresiones
torácicas con la RCP con compresiones y ventilación de rescate.
Existen dudas de que la RCP sólo con compresiones torácicas durante
largos períodos de tiempo pueda ser menos efectiva que la RCP convencional, y los
datos disponibles para la equivalencia entre la RCP sólo con compresiones y la RCP
con respiraciones de rescate no son suficientes como para cambiar la práctica
actual, de manera, que las recomendaciones actuales son que cualquier
reanimador debe proporcionar compresiones torácicas a todos los pacientes con
una PC, y que los reanimadores entrenados y con posibilidad deben realizar una
RCP alternando compresiones con respiraciones ya que esto podría proporcionar
un beneficio adicional en niños, en pacientes con una PC por asfixia o cuando el
intervalo de respuesta de los SEM es prolongado.
Las guías de la AHA 2015 introducen como novedad la posibilidad
razonable para algunos SEM de realizar una RCP con ventilación a presión
positiva retrasada o demorada, consistente en realizar inicialmente 3 ciclos de

Capítulo 4.- Asistencia Circulatoria 4






200 compresiones continuadas con insuflación pasiva de oxígeno y empleo de
adyuvantes de la vía aérea. Algunos estudios empleando esta técnica han descrito
una mejoría al alta del hospital, y también otros una mejoría en la supervivencia
con un estatus neurológico favorable.

Capítulo 4.- Asistencia Circulatoria 5





RIESGOS DURANTE LA RCP



RIESGOS PARA LA VÍCTIMA

Muchos reanimadores, “preocupados” por el hecho de que las compresiones
torácicas en víctimas que no están en PC causarían complicaciones serias, no
inician la RCP. En un estudio donde víctimas sin una PC recibieron compresiones
torácicas, el 12% experimentó disconfort, pero sólo un 2% sufrió una fractura, y
ninguna víctima sufrió ninguna lesión de algún órgano.
La RCP muy rara vez da lugar a problemas serios que dañen a las víctimas
que ocasionalmente se encuentra que no están en PC.
Los reanimadores, por tanto, no deberían ser reacios a iniciar la RCP por el
miedo a causar daño a la víctima.

RIESGOS PARA EL REANIMADOR DURANTE LAS PRÁCTICAS Y DURANTE UNA RCP
REAL

Desde un punto de vista físico, estudios observacionales han descrito en
muy escasas ocasiones una distensión muscular, síntomas dorso-lumbares,
hiperventilación, y algún caso de neumotórax, dolor torácico, infarto de miocardio
y lesión nerviosa. La incidencia de estos eventos es muy baja, y la RCP tanto
durante su entrenamiento como durante un caso real es segura en la mayoría de
las circunstancias.
Diversos estudios con maniquís han encontrado que la profundidad de las
compresiones torácicas puede disminuir tan pronto como 2 minutos después de
iniciar las compresiones.
Un estudio con pacientes en un hospital mostró que, incluso cuando se
emplean dispositivos de feed-back real, la media de la profundidad de las
compresiones torácicas empeora entre 1.5 y 3 minutos tras iniciar la RCP.
Es recomendable, por tanto, que los reanimadores se cambien cada 2
minutos aprox. Pero hay que tener en cuenta que con el cambio de los
reanimadores se debe minimizar al máximo la interrupción de las compresiones.

Capítulo 5.- Riesgos Durante la RCP 1






Es extremadamente raro la lesión de los reanimadores durante la
desfibrilación. No obstante, los reanimadores no deberían continuar las
compresiones manuales durante la descarga.
Una revisión sistemática identificó 8 publicaciones que contaban un total de
29 efectos adversos relacionados con la desfibrilación.
Las causas incluían un mal uso accidental o intencionado del desfibrilador,
mal funcionamiento de los dispositivos y descargas accidentales.
Artículos de 4 casos diferentes describieron el choque a los reanimadores
por descargas de desfibriladores implantables, siendo causa en uno de los casos de
lesión nerviosa.
No hay publicaciones de daño de los reanimadores por intentar la
desfibrilación en un ambiente mojado.
A nivel psicológico un amplio estudio prospectivo sobre el acceso público a
la desfibrilación encontró pocos efectos adversos psicológicos asociados con la
RCP o el uso del DEA que requirieran intervención.
Dos grandes estudios retrospectivos basados en cuestionarios en relación a
la aplicación de la RCP por parte de testigos encontró que prácticamente la
totalidad de los encuestados consideraron su intervención como una experiencia
positiva.
En relación a la transmisión de enfermedades, el riesgo es
extremadamente bajo tanto durante el entrenamiento como durante una RCP real.
Tan sólo hay muy pocos casos publicados en los que el proporcionar una RCP a una
víctima se haya asociado con la transmisión de enfermedades.
Estos casos han implicado a enfermedades como la Salmonella infantis,
Staphylococcus aureus, SDRA severo, meningitis meningocócica, Helicobacter
pylori, virus Herpes simplex, tuberculosis cutánea, estomatitis, traqueítis, Shigella
y Streptococcus pyogenes. Una publicación describió una infección por virus
Herpes simplex durante un entrenamiento de RCP.
Llevar guantes durante la RCP es muy razonable, pero ésta no se debe
retrasar por el hecho de no tener guantes disponibles.

Capítulo 5.- Riesgos Durante la RCP 2






Los reanimadores deberían tomar medidas apropiadas de seguridad en
aquellos casos de víctimas con infecciones severas conocidas. (VIH, TBC, VHB,
etc…).
No hay estudios en humanos que hayan valorado la seguridad, efectividad o
viabilidad del empleo de dispositivos de barrera para prevenir el contacto con la
víctima durante la respiración de rescate. Dos estudios hallaron que el empleo de
estos dispositivos disminuyeron la transmisión de bacterias con condiciones
controladas de laboratorio. Debido a que el riesgo de transmisión es muy bajo,
iniciar las respiraciones de rescate sin dispositivos de barrera es razonable. Si se
sabe que la víctima tiene una infección severa sí que está recomendado el empleo
de estos dispositivos.

Capítulo 5.- Riesgos Durante la RCP 3





OBSTRUCCIÓN DE LA VÍA AÉREA POR CUERPO EXTRAÑO



INTRODUCCIÓN

La obstrucción de la vía aérea por un cuerpo extraño es una causa poco
común, pero potencialmente tratable de muerte accidental. Se asocia con la
comida, y generalmente suelen ser paradas presenciadas por testigos.
Dado que la clave es el reconocimiento de la obstrucción de la vía aérea, es
importante no confundir esta emergencia con el desmayo, infarto de miocardio,
convulsiones u otras condiciones que pueden causar insuficiencia respiratoria
brusca, cianosis o pérdida de conciencia.
Los cuerpos extraños pueden provocar una obstrucción leve o severa. Los
signos y síntomas que nos van a permitir diferenciar una de otra están resumidos
en la tabla 1. Es importante preguntar a la víctima consciente: “¿se está
ahogando?”.
La secuencia de actuación en caso de obstrucción de la vía aérea es:
1.- Si la víctima muestra signos de obstrucción leve de la vía aérea: animar a
la víctima a que siga tosiendo, pero no hacer nada más.
2.- Si la víctima muestra signos de obstrucción severa y está consciente:
- Aplicar 5 golpes en la espalda: Colocarse de pie al lado de la víctima y
ligeramente detrás; sujetar el pecho con una mano e inclinar la víctima hacia
delante, de manera que cuando el cuerpo extraño se consiga desalojar/eliminar
salga fuera de la boca y no vaya nuevamente a la vía aérea; dar 5 golpes secos entre
las escápulas con el talón de la otra mano.
- Si los 5 golpes no consiguen eliminar la obstrucción de la vía aérea, dar 5
percusiones abdominales: Colocarse detrás de la víctima y poner ambos brazos
rodeando la parte superior del abdomen; inclinar la víctima hacia delante; cerrar el
puño y colocarlo entre el ombligo y la caja torácica; sujetar esta mano con la otra
mano y empujar con un golpe seco hacia dentro y hacia arriba; repetir 5 veces.
- Si la obstrucción todavía no se ha conseguido eliminar, continuar
alternando 5 golpes en la espalda con 5 percusiones abdominales.

Capítulo 6.- Obstrucción de la Vía Aérea por cuerpo extraño 1





3.- Si en algún momento la víctima pierde la conciencia: colocar a la víctima
con cuidado en el suelo; activar inmediatamente el servicio de ambulancias;
empezar la RCP con compresiones torácicas.

OBSTRUCCIÓN LEVE DE LA VÍA AÉREA

La tos genera una presión elevada y mantenida en la vía aérea y podría
eliminar el cuerpo extraño. Un tratamiento agresivo con golpes en la espalda,
percusión abdominal y compresiones torácicas puede potencialmente causar
complicaciones serias y podría empeorar la obstrucción de la vía aérea. Estas
víctimas tan sólo deberían ser observadas hasta su mejoría, vigilando un posible
empeoramiento de la obstrucción.

OBSTRUCCIÓN SEVERA DE LA VÍA AÉREA

Los datos clínicos relativos a este cuadro son retrospectivos y anecdóticos.
Para adultos y niños mayores de 1 año conscientes con una obstrucción completa
de la vía aérea, las comunicaciones de casos demuestran la efectividad de los
golpes en la espalda y las percusiones/compresiones abdominales y en el tórax.
Generalmente, la posibilidad de éxito aumenta cuando se combinan ambas
maniobras.
Un estudio randomizado en cadáveres y dos estudios prospectivos en
voluntarios anestesiados mostró que se pueden generar presiones mayores con las
compresiones torácicas frente a las compresiones abdominales.
Y ya que la maniobra de compresión torácica es virtualmente idéntica a las
compresiones de la RCP, se debería enseñar a los reanimadores a iniciar la RCP si
una víctima con una obstrucción de vía aérea conocida o sospechada pierde la
conciencia.
En este caso, el objetivo de las compresiones torácicas es principalmente
tratar de eliminar la obstrucción de la vía aérea, y sólo secundariamente promover
la circulación. Y por tanto, es necesario iniciar las compresiones torácicas aunque
se palpe el pulso.

Capítulo 6.- Obstrucción de la Vía Aérea por cuerpo extraño 2





En estos casos, durante la RCP, cada vez que se abre la vía aérea, es
necesario comprobar la vía aérea ante la posible presencia de un cuerpo extraño
que haya podido ser eliminado aunque sea en parte.
La maniobra del barrido de la boca con el dedo a ciegas se debería evitar,
y tan sólo eliminar el material sólido que sea visible ya que cuatro publicaciones de
casos clínicos documentaron daño a la víctima o al reanimador durante la
maniobra.
Tras una reanimación exitosa de la obstrucción de la vía aérea por cuerpo
extraño debemos asegurarnos de que ningún material permanezca en tracto
respiratorio superior o inferior pudiendo causar complicaciones tardías.
Una tos persistente, dificultad para tragar, o la sensación de un objeto
todavía enclavado en la garganta se debería de observar con atención.
Las compresiones abdominales y torácicas pueden potencialmente causar
daños, y todas las víctimas tratadas con éxito con estas maniobras deberían ser
examinadas después buscando posibles daños.

TABLA 1
SIGNOS OBSTRUCCIÓN LEVE OBSTRUCCIÓN SEVERA
“¿SE ESTÁ AHOGANDO?” “Sí” No puede hablar, puede que
Otros signos Puede hablar, toser y asienta.
respirar No puede respirar/
respiración jadeante/
intentos silentes e
infructuosos de tos/
inconsciencia

Capítulo 6.- Obstrucción de la Vía Aérea por cuerpo extraño 3




DESFIBRILADOR AUTOMÁTICO EXTERNO



Los Desfibriladores Externos Automáticos (DEAs) son seguros y efectivos
cuando se emplean por personal no profesional, y permiten desfibrilar bastantes
minutos antes de que llegue la ayuda profesional.
Los reanimadores deberían continuar con la RCP con la interrupción
mínima de las compresiones torácicas mientras se coloca el DEA y durante su uso.
Los reanimadores deberían centrar los esfuerzos en seguir las indicaciones de voz
inmediatamente que se reciban y reiniciar la RCP tan pronto como sea indicado.
A continuación se expone la secuencia de uso del DEA:
1.- Asegurarse de que el reanimador, la víctima y cualquier testigo están
seguros.
2.- Seguir la secuencia de SVB del adulto e iniciar la RCP de acuerdo con esta
secuencia. Si el reanimador se encuentra solo y dispone de un DEA próximo,
comenzar aplicando el DEA.
3.- Tan pronto como esté disponible el DEA: encenderlo y colocar los
parches en el tórax desnudo de la víctima; si hay más de un reanimador se debería
continuar con la RCP mientras se colocan los parches; seguir inmediatamente las
indicaciones de voz/visuales; asegurarse de que nadie está tocando a la víctima
mientras el DEA está analizando el ritmo.
4a.- Si está indicado el choque: asegurarse de que nadie está tocando a la
víctima; apretar el botón de descarga cuando se indique (los DEAs totalmente
automáticos administrarán el choque eléctrico automáticamente); reiniciar
inmediatamente la RCP 30:2; continuar según aconsejen las indicaciones de
voz/visuales.
4b.- Si no está indicado el choque: reiniciar inmediatamente la RCP 30:2 y
continuar según aconsejen las indicaciones de voz/visuales.
5.- Continuar siguiendo las instrucciones del DEA hasta que: llegue la ayuda
profesional, la víctima empiece a despertarse (moverse, abrir los ojos y respirar
normalmente), o hasta que el reanimador esté exhausto.

Capítulo 7.- Desfibrilador Automático Externo 1





Siempre se ha hecho énfasis en la importancia de la desfibrilación
inmediata, tan pronto como se disponga de un DEA, y se considera que esta medida
tiene un impacto muy importante en la supervivencia de una FV.
Este concepto se puso en duda, porque la evidencia sugería que un período
de compresiones torácicas previo a la desfibrilación podría mejorar la
supervivencia cuando el tiempo entre la llamada a la ambulancia y su llegada
excediera los 5 min.
Pero este concepto ya se cambió en las guías de 2010, donde ya no se
recomendaba realizar de rutina un período pre-específico de RCP antes del análisis
del ritmo y la desfibrilación, debido a estudios clínicos y animales que no
confirmaban este beneficio.
Tres estudios más recientes tampoco confirman este beneficio, y el análisis
de un estudio aleatorizado sugería un descenso en la supervivencia al alta
hospitalaria cuando se aplicaba un período prolongado de RCP (180s) y se
retrasaba la desfibrilación en pacientes con un ritmo inicial desfibrilable.
La ERC y la AHA en sus últimas guías recomiendan que la RCP se debería
continuar mientras se consigue un DEA, se prepara y se coloca en el paciente, pero
la desfibrilación no se debería de retrasar más de eso.
Las guías 2015 de la AHA revisan si el análisis del ritmo por parte de un
DEA mientras se continúan las compresiones torácicas podría afectar al
pronóstico.
Por un lado esta maniobra disminuiría las interrupciones en las
compresiones torácicas, pero por otro, las compresiones podrían dificultar el
análisis correcto del ritmo cardiaco por parte del DEA y retrasar la desfibrilación.
Las últimas guías apuntan que no hay todavía suficiente evidencia para
recomendar el uso de algoritmos que filtran los artefactos en el ECG durante las
compresiones torácicas.

Capítulo 7.- Desfibrilador Automático Externo 2

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