3. Filosofía de la autora diferenciando al menos dos aspectos temáticos o líneas
argumentales. El presente fragmento pertenece al capítulo 13 de la tercera parte de Los orígenes del totalitarismo, obra de Hannah Arendt en que la autora explora el fenómeno totalitario. A lo largo de las tres partes de la obra, Arendt reconstruye el desarrollo del antisemitismo en los siglos XVIII y XIX, cuenta el desarrollo y el funcionamiento del racismo y el imperialismo en el siglo XIX y principios del XX y describe las dos formas de totalitarismo (que ella llama «dominación total»), el nacionalsocialismo y el estalinismo, sobre el trasfondo de su tesis de la creciente destrucción del espacio político por la alienación del individuo en la sociedad de masas. En mi primera línea de argumentación explicaré la novedad de los gobiernos totalitarios y cómo se rigen por leyes suprahumanas para cuyo cumplimiento se sacrifican los individuos, convertidos en masa. El totalitarismo es una forma de gobierno cuya esencia es el terror y cuyo principio de acción es la lógica del pensamiento ideológico, y que convierte a los individuos en masa, eliminando las clases sociales. La fractura provocada por esta nueva manera de gobernar es completa, pues con el totalitarismo aparece el mal radical. La forma de dominio totalitaria es una novedad histórica, y lejos de operar arbitrariamente, lo hace conforme a leyes suprahumanas de movimiento, y sólo tiene en cuenta la humanidad como resultado, no los individuos, que son prescindibles y no existen sino como masa, es decir como seres aislados y en soledad. Este sistema político sigue la ley de la naturaleza y la ley de la historia, las cuales son leyes de movimiento, no tiene en cuenta las leyes positivas. Las leyes positivas son fruto del consentimiento entre los hombres y derivan de la ley natural o divina, siendo características de los sistemas democráticos y, a pesar de ser cambiantes, suponen un factor de estabilidad de la sociedad por cuanto el individuo sabe a qué atenerse. En cambio, la ley de la naturaleza y la ley de la historia representan lo contrario a la estabilidad, porque son leyes de movimiento que están por encima de los individuos y estos no han escogido, y a las que todo se supedita. La teoría de la selección natural de las especies es el fundamento último de la ideología racista nazi, mientras que la doctrina marxista de la evolución de las sociedades es la base del totalitarismo comunista como el propio texto nos indica. En mi segunda línea de argumentación explicaré el terror como esencia de la dominación totalitaria y el concepto de banalidad del mal. En estos sistemas, el medio de realizar la ley del movimiento de la naturaleza y de la historia es el terror, verdadera esencia de la dominación totalitaria que deja a los individuos indefensos y les condena a la inacción, los anula. Un gobierno legal cuenta con leyes positivas que concretan el derecho natural o divino en normas de lo justo y lo injusto para los seres humanos. Pero en la dominación totalitaria, lo justo y lo injusto, la culpabilidad y la inocencia son nociones que pierden su sentido. Culpable es sencillamente aquel que se alza en el camino del proceso natural e histórico, quien se convierte en un obstáculo, las razas inferiores y las clases decadentes. La reflexión sobre el poder que Arendt lleva a cabo incluye lo que llamó la banalidad del mal, que explica cómo una comunidad no solo asimiló, sino que también acepto sin perturbaciones la eliminación sistemática de personas que hasta hacía poco habían sido vecinos y conciudadanos. Los alemanes que no se rebelaron frente a aquellos sucesos se refugiaron, a su juicio, en la esfera de su vida privada, concentrando la competencia de su responsabilidad en su trabajo y avatares propios de la vida diaria.
4. [1,5 puntos] Describe el contexto histórico-cultural o filosófico del texto.
Desde el punto de vista filosófico. Lo que llamamos filosofía contemporánea no puede entenderse adecuadamente sin la influencia ejercida por la obra de autores como Hegel, Marx, o Nietzsche. Así, el marxismo, originalmente una reacción frente al pensamiento idealista de Hegel, ha estado presente en todo el siglo XX, bien en su forma ortodoxa, o bien revisada en ocasiones gracias a otras influencias filosóficas y científicas que no estaban en el marxismo original (el psicoanálisis, por ejemplo), como sucede en el caso de algunos representantes de la Escuela de Francfort. Cabe reconocer la influencia del positivismo de Comte en el positivismo lógico del siglo XX. Éste último constituye (junto con la llamada filosofía analítica) uno de los movimientos integrantes de la corriente analítica de nuestros días, cuya máxima originalidad consiste en haber transformado el concepto mismo de filosofía como análisis del lenguaje acerca de la realidad. Otras corrientes de la filosofía contemporánea han tomado como principal objeto de consideración el fenómeno de la vida, en su vertiente puramente biológica o bien biográfico-histórica y la irreductibilidad de la existencia personal a otras realidades: son las denominadas filosofías historicistas y vitalistas. Otras tendencias filosóficas de este siglo son la fenomenología, el pragmatismo y el existencialismo. 5. [1,5 puntos] Relaciona el texto con la filosofía o acontecimientos de otras épocas. Platón (como ya viera Popper) sería un precedente de la justificación filosófica de los sistemas políticos totalitarios. En efecto, en la polis ideal platónica el Estado y sus leyes están por encima de los individuos, que quedan incluidos y uniformizados en un sistema de clases sociales jerarquizadas que está ordenado al único fin de la consecución de la justicia. Arendt critica esta tendencia a la uniformidad del cuerpo social, por cuanto elimina la acción espontánea del individuo, y sustituye la pluralidad de individuos por un conjunto de seres que son absolutamente prescindibles y sustituibles por otros. En Platón podríamos encontrar esbozada ya la idea de que la libertad debe sacrificarse a mejores metas. Por otra parte, Arendt sostiene que el totalitarismo se aparta conscientemente del consentimiento humano y de las leyes positivas para seguir las leyes de movimiento, es decir, la ley de la Historia y la ley de la Naturaleza. Arendt nos dice que las leyes positivas tienen su origen en la Ley natural y la Ley divina. Esta idea, de procedencia estoica, aparece claramente formulada en Tomás de Aquino y es el fundamento del iusnaturalismo. En la Edad Moderna la vemos aparecer en diferentes filósofos y teóricos del derecho. Es el caso de Locke, quien señala que la sociedad civil es el resultado de un pacto o consentimiento llevado a cabo para proteger los derechos que la Ley natural otorga a los seres humanos. Además, de forma explícita Hannah Arendt se refiere a las teorías de Darwin y Marx como fundamento de la ideología nazi y estalinista. La teoría de la evolución de los seres vivos presentada por Charles Darwin en su libro “El origen de las especies” planteó que todos los seres vivos están emparentados y han evolucionado a partir de algún antepasado común y que la selección natural y la lucha por la existencia determinan la supervivencia de las especies más aptas. Esta teoría, en esencia biológica, fue llevada al terreno social (darwinismo social de Spencer) y aprovechada por los ideólogos racistas. Según Hannah Arendt, la teoría de Darwin explicita la Ley de la Naturaleza. Por su parte, para Marx la llegada del comunismo es un proceso histórico necesario, que puede y debe ser acelerado por el proletariado. Hannah Arendt se referirá a este proceso denominándolo Ley de la Historia.