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EL ,E'MPLEOEN EL SECTOR INFORMAL:

EL CASO DE COLOMBIA*

Hugo López Castaño


Marta Luz Henao
Oliva Sierra**

I. INTRODUCCION dualista a cerca de nuestro desarro-


llo (2).
"Sector Informal": Desde que la
Es cierto que el debate que se ha
OIT le dio carta de ciudadanía (1)
suscitado ha hecho retroceder la
el término no ha dejado de evocar
tesis extrema, la que postulaba una
otros más antiguos, ligados con él:
separación radical entre el "sector
"Hiperurbanización", "Terciariza-
moderno" y el "sector marginado"
ción", "Hipertrofia" de un conjun-,
de la economía. Y los estudios crí-
to de actividades inútiles, "margi-
ticos han descubierto relaciones en-
nalidad", "Pauperismo urbano".
tre los dos. Empero, la antítesis
Ellos definen un contexto concep-
conserva mucho los rasgos negados
tual muy preciso: El de la teoría
y lleva todavía la mancha dualista
de su pecado original.
* Ponencia para el Simposio: "La Proble-
mática del Empleo en América Latina y Estas líneas se proponen hacer
en Colombia, organizado por el CIE. Abril la crítica de los elementos dualistas
14 al 17 de 1982. presentes en la teoría del "Sector
** Director e investigadoras del Centro de informal". Crítica teórica. Pero
Investigaciones Económicas (CJE) de la también crítica empírica, en la me-
Universidad de Antioquia, respectivamente. dida en que aportarán algunas ci-
1. A partir de los estudios de J. Weeks y fras estadísticas referidas al caso
K. Hart (Univ. de Sussex) sobre el Afri- colombiano, que ponen en duda
ea Cfr. OIT: Employmens, income and equal-
;'ty: A strategy [or increasing productive em- 2. El dualismo ha estado asociado original-
ployment in Kenya, Ginebra 1972. Los tra- mente al nombre de A. Lewis: "Econornic
bajos de PREALC (dirigidos por Victor Tok- development wirh Unlimited supplies of la-
man) generalizaron el enfoque para el caso bour", The mancbester school 01 economic and
de América Latina. social Studies, mayo 1954.

Rev. Lecturas de Economía 71 Medellín, 5-6, mayo-Dic. 1981


muchas de las ideas comunmente nen una cierta teoría económica re-
aceptadas acerca del papel y la di- ferida a la naturaleza de nuestro
námica de la "Economía infor- desarrollo (5 ).
mal".
En concreto, de acuerdo con
Se recogen aquí conceptos que ellas,. el desarrollo de mundo de-
algunos de nosotros habíamos co- pendiente, el desarrollo de Améri-
menzado a desarrollar en trabajos ca Latina en particular-, y esta
hechos en la Universidad EAFIT (3), es una primera constatación- se
Y cuyo desenvolvimiento se prosi- acompaña, en el campo y en los
gue en el marco del Centro de In- sectores más modernos de las ciu-
vestigaciones Económicas de la Uni- dades, de un progreso técnico so-
versidad de Antioquia en Mede- fisticado y ahorrador de mano de
llín (4). obra (Capital-Using). En las áreas
rurales, ello significa destrucción
II. LA TESIS DUALISTA de empleo y descomposición y ex-
4CERCA DEL SECTOR pulsión campesina. Este factor, su-
INFORMAL Y SUS mado al efecto del rápido creci-
VARIACIONES miento demográfico, genera inten-
sas migraciones rural-urbanas, y
Las ideas de PREALC constitu- por lo tanto una "hiper-urbaniza-
yen -por la cobertura y sistema- ción", vale decir un increme.nto de
ticidad de sus estudios- la corrien- la población urbana superior al
•.te más representativa en América exigido por las necesidades de la
Latina en lo tocante a la concep- acumulación de capital en las ciu-
ción del sector informal. Presupo- dades. En estas últimas, los índices
de desocupación crecen. A medida
3. Hugo López, Luis H. Saldarriaga, Jorge que aumenta el número de los re-
Lorero: El sector informal, teoría y eui- chazados por la industria y por los
dencia empírica, el caso de Pereira-Dos Que· sectores urbanos modernos (que
bradas, EAFIT. Medellín, 1981. Algunos ca- por su tecnología ape.nas pueden
pítulos han sido reproducidos en revistas nao
cionales: Hugo López "¿ Es el sector informal
suministrar un número reducido de
el regulador de los salarios? reflexiones teóri- puestos), se infla de manera con-
cas y evidencia empírica", revista Universidad comitante, el "empleo informal" y
Nacional de Colombia, sede de Medellín, N~ se hipertrofian los sectores tercia-
11, sept-dic., 1981. Y Hugo López "El sec- rios. A costa de un pauperismo cre-
tor informal: Sector marginado, independien-
te o subordinado?" Estudios marxistas, N~ 2.
ciente, pues los ingresos per cápita
mayo-agosto, 1981. obtenidos en. esas actividades se de-
4. Especialmente dos estudios en curso: "Es-
tructura y dinámica de las ventas calle- 5. CFR. PREALC: Sector informal funcio·
jeras en la ciudad de Medellín" y "empleo, namiento y políticas, oficina internacio-
desempleo y dinámica regional". nal del trabajo. Santiago de Chile, 1978.

Rev. Lecturas de Economía 72 Medellín, 5-6, mayo-Dic. 1981


pnmlna.n permanentemente con el en gran parte, la concepcion de
volumen de las entradas. PREALC), el papel de sector in-
formal sería precisamente el regu-
En el plano. geográfico urbano, lar y cdeprimir el tipo de salario
estos fenómenos tienen su expre- vigente en los sectores modernos.
sión en la aparición de barriadas La expansión del empleo informal
marginales ocupadas precisamente, haría, en efecto, caer los ingresos
según parece, por los traba.jadores per cápita en esas actividades, y la
"informales" y por sus familias.
competencia de esa masa de sub-
En estas Barriadas, el stándar de
empleados dispuestos a oontratarse
vida, infrahumano y en descenso,
por cualquier cosa para poder vi-
es apenas el permitido por los ba-
vir, terminaría por deprimir el sa-
jos ingresos que se perciben en el
lario en el resto de la economía, a
trabajo.
pesar de la resistencia de los sin-
Esta concepción puede ser inte- dicatos (7).
grada dentro de una teoría general
Paralelamente para algunos, el
del desarrollo y el crecimiento eco-
sector informal permitiría que la
nómico, de dos maneras:
reproducción y subsistencia de las
A. Aislando completamente los familias obreras sea, al menos par-
dos sectores, el "moderno" y el cialmente posible, puesto que a los
"marginal", de tal manera que, en ingresos salariales insuficientes.per-
ausencia de vínculos entre ambos, cibidos en la industria por algunos
la capacidad de acumulación de la miembros, se sumarían los ingresos
economía dependa sólo del prime- "complementarios" de otros miem-
ro de ellos. Así pueden mantener- bros -de los miembros "secunda-
se, íntegramente, todos los postula- rios"- del hogar que trabajan en
dos tradicionales y en especial los actividades marginales (8)
neoclásicos, de la teoría del creci-
Sector informal, refugio de sub-
miento. La existencia de las activi-
dades "residuales", aunque moles- empleados, saco de "desempleo
ta, no puede implicar ninguna mo- disfrazado", para muchos una de
las formas del "ejército industrial
dificación a los mismos, puesto que
carecen de funciones en la econo-
mía (6). 7. Vgr.- F. H. Cerdoso, "Comentarios sobre
los conceptos de sobrepoblación relativa
B. Postulando una relación en- y marginalidad", en Revista Latinoamericana
treambos sectores. En particular de Ciencias Sociales, junio-diciembre 1971.
para ciertas corrientes de inspi- 8. Vgr. Nohra Rey de Marulanda }' Ulpia-
ración marxista (pero es también, no Ayala, "La reproducción de la fuerza
de trabajo en las grandes ciudades colombia-
nas", en, Desarrollo y Sociedad CEDE, Bogotá,
6. Vgr. A. Lewis, Op, cit. enero de 1979.

Rev. Lecturas de Economía 73, Medellín, 5-6, mayo-Dic. 1981


de reserva". En todo caso, elemen- Podría, quizá exagerando, decirse
to regulador del salario medio. Se- que las teorías acerca del sector in-
gún eso el patrón de desarrollo la- formal, a pesar de sus diferencias
tinoamericano -para no hablar y sus matices, niegan toda la es-
del mundo periférico en general- pecificidad de clase de esos tra-
reposaría en buena medida sobre bajadores. Los agentes del sector
la base de la producción de plus- informal no tendrían pues una per-
valía "por la vía absoluta". La tenencia de clase propia.
compresión permanente del valor
del salario, el aumento de la can- De un lado, resulta evidente que
tidad de trabajo rendida por las la idea del "informal" como un
"marginal", como un "desintegra-
familias, y la reducción del nivel
de vida de la población, sería la do",· la idea del trabajo parasitario
condiciónsine qua non para elevar que éste realizaría, conlleva en sí
la tasa media de utilidades y por la concepción de estos agentes co-
lo tanto para asegurar altas tasas mo un conjunto al margen de las
de crecimiento económico. A me- clases, como un conjunto desclasa-
nos que, -yeso es lo que piensan do. Esta identificación del trabaja-
algunos-e- el aumento en la tasa de dor informal con el lumpenprole-
explotación obtenido por esa vía tariado no es exclusiva, sin embar-
no se traduzca simplemente en una go, del dualismo extremo. La con-
transferencia de valor hacia las ceptualizacióndel sector informal
economías del centro -a través como "ejército de reserva" o al
del "intercambio desigual" o de la menos como elemento depresor del
remisión de intereses y utilidades- salario medio, lleva también a esa
que haga posible la supervivencia misma posición.
de esas últimas o incluso su floreo A no ser que, de otro lado, el
cimiento, a costa del desarrollo de reconocimiento del supuesto papel
los países periféricos (9). que juega, como pivote que el ca-
pital utiliza para el acrecentamien-
Estas ideas no son sólo econó- to de la tasa de explotación me-
micas, tienen también repercusio- dia, no produzca la tentación de
nes políticas porque, quizá, hacer asimilarlo con la clase obrera.
economía no sea sino hacer políti- Cuando, por ejemplo, se piensan
ca con otros medios. El punto de las actividades informales como
partida, a este respecto, 10 consti- complemento a los ingresos de las
tuye la posición acerca de la natu- familias obreras, los trabajadores
raleza de clase de los trabajadores que laboran en ellas resúltan no
que laboran en el sector informal. ser, en últimas, más miembros de
la clase obrera. Y ello a pesar del
9. S. Amín, L'acumulation a L/ecbelle mon- pretendido carácter "independien-
diale, anthopos, 1970. te" de los "cuenta propia".

Rev. Lecturas de Economía 74 Medellín, 5-6, mayo-Die, 1981


Negación de la capacidad de cla- 111. MIGRACION RURAL-
se de estos agentes. Identificación URBANA: ¿MARGINALI-
de los mismos con el lumpen (fue- DAD E HIPERTROFIA DEL
ra de las -clases sociales) o con la SECTOR INFORMAL?
clase obrera. Estas dos posiciones
generan efectos. políticos diferen- Nos ocuparemos en primer lugar,
tes. En el primer caso es el funda- de la relación que suele postularse
mento de políticas de derecha, sea entre migración, marginalidad e
de corte represivo (vgr las que se hipertrofia de las actividades infor-
implementan, en el subcontinente males. Esa relación puede esque-
contra los "maleantes" del comer- matizarse, como vimos, de la si-
cio callejero}, sea de corte pater- guiente manera:
nalista (asistencia social a favor de
Acumulación de capital + pro-
los dejados por fuera del tren del
greso técnico en el campo = des-
progreso). O suministra la base pa-
trucción de empleo rural. Destruc-
ra un cierto desespero de izquierda
que duda de las posibilidades del
ción de empleo + alto crecimiento
demográfico = rápidas migracio-
cambio político en una sociedad en
nes hacia las ciudades = hiperur-
la que la clase propiamente obre-
banización. Ante la falta de em-
ra es una minoría y en la que los
pleos - "verdaderamente producti-
desclasados -sin organización y
vos" en el sector moderno urbano
sin combatividad- tienen un peso
el fenómeno se traduciría en de-
muy significativo. En el segundo
sempleo, marginalidad y miseria y
caso, se reconoce 'el potencial com-
en hipertrofia del sector informal.
bativo de esos agentes y se trata de
movilizar1os hacia un- proyecto po- Mostraremos, para. empezar, que
lítico de cambio social, asimilán- la experiencia colombiana reciente
dolos al proletariado sin prestar no permite asociar unioocametue la
mucha atención a los rasgos que, migración rural con el desempleo
en sus posiciones políticas, engen- urbano. Que, la. distribuciétt del
dra la pertenencia real de clase de flujo migratorio entre las diversas
los mismos (gremialismo, burocrá- ciudades parece ser una función de
tico sindical, incapacidad para la capacidad de absorción de em-
constituirse en una vanguardia sin- pleo en cada una de ellas. Y que,
dical y política, etc.). [indlmetue, no -parece existir una
71elacióndirecta entre la migración
Trataremos de evaluar, en las
páginas siguientes, algunas de es-
r el peso alcanzado por el sector
injormal en el empleo total.
tas tesis, que no compartimos, a la
luz de 10 que la experiencia co- No es posible desconocer, de
lombiana pueda indicar sobre la ninguna manera, el hecho evidente
materia. del proceso de mecanización y mo-

Rev, Lecturas de Economía 75 Mede1lín, 5-6, mayo-Dic. 1981


dernización que se ha presentado y para el caso de Colombia el es-
en la agricultura colombiana en las tudio de Schultz llega a la siguien-
últimas tres décadas, .ni negar que te conclusión: "La evidencia con-
ha sido un factor explicativo de la firma que la migración inter-regio-
migración rural-urbana. No obs- nal 'en Colombia responde a la
tante los factores de "atracción" fuerza de mercado que atrae ma-
juegan igualmente un papel impor- no de obra rural a las ciudades,
tantisimo en la explicación de la desde regiones en donde la retribu-
migración a las ciudades. Pueden ción del trabajo es relativamente
argüirse varias razones a este res- baja y la oferta de mano de obra
pecto: crece en forma más bien rápida"
(pág. 163) (subrayado es nues-
A. La existencia, en el seno de tro) .
las grandes ciudades colombianas,
de una tasa de desempleo abierto Así pues, no parece cierto que
para la población migrante, infe- la migración sea ua factor impor-
rior a la registrada para la pobla- tante en la explicación del desem-
ción nacida en ellas. En septiem- pleo urbano. Forzosamente, la re-
bre de 1980, por ejemplo, esas ta- lación entre migración y deterioro
sas eran respectivamente del 6.5% relativo en las condiciones de vida
y del 14.4 % _(ver anexo N9 1). del migrante queda puesta entre-
dicho.
B. El hecho de que IZa intensi-
dad del flujo migratorio hacia una Si tomamos el estudio sobre po-
:ciudad particular no obedezca a blación, ingresos y empleo realiza-
la mayor' o menor descomposición do por Rakesh Mohan (12) para Bo-
de su entorno rural sino que está gotá podemos observar. en la tabla
directamente relacionada con el de- 6.4 que para 1977 el salario pro-
sarrollo de su actividad económica. medio de los migrantes era de
En otras palabras, la población
se distribuye espacialmente como
t'oquia, Valle de Aburrá y Oriente cercano:
se distribuye la acumulación de ca-
elementos demográficos para un diagnóstico"
pital, por lo tanto, el migrante es mimeografiado,
atraído por las condiciones favo-
rables de empleo. en la ciudad de 11. Schultz, T. P. "Rural-Urban migration
in Colombia" en: The reoieu/ 01 Eco-
destino. Esto es probado empírica- nomics and statistics, 53, mayo 1971. Citado
mente por dos estudios realizados por CllD "Cambio social y migración inter-
sobre migraciones en Antioquia (10) na". Bogotá, 1978.

12. Mohan, Rokesh, "Población, Ingresos y


10. CIDI "Antioquia, Proyecciones de po- empleo en una metrópoli en Desarrollo:
blación a nivel regional 1973-2205" Me- Un análisis espacial de Bogotá, Col." Nov./
del'In, mayo 1!=!81.Robledo Gloria 1. "An- 79. Mimeografiado.

Rev, Lecturas de Economía 76 Medellín, 5-6, mayo-Dic. 1981


$ 4.315.00. Helena Rive (13) en su las empleadas del serVICIOdomés-
estudio sobre la posición económi- tico. Se basa en los datos de la en-
ca de los migrantes donde hace una cuesta nacional de Hogares (ENH)
evaluación empírica de las condi- practicada por el DANE periódica-
ciones de los migrantes, tomando mente (ver anexo N9 2) (14). La
una muestra del censo de 1973 lle- segunda la obtuvimos tomando el
ga a la conclusión de. que: "En empleo total suministrado por el
Colombia, los migrantes se benefi- DANE y restándole el "empleo
cian de su traslado a otros sitios, protegido" dado por el Instituto de
y que están en condiciones econó- Seguros Sociales, quedando enton-
micas similares, o incluso mejores, __ces como saldo un 'empleo excluido
que las de los nativos en el lugar de la seguridad social, que podría-
de residencia. Sin embargo esta po- mos llamar "empleo no protegido"
sición relativamente privilegiada de (ver anexo N9 3) (15).
los migrantes no implica que ellos
Obviamente la primera minimi-
gocen de altos ingresos ya que en
za la estimación del grado de in-
Colombia la pobreza es un fenó-
formalidad (o porcentaje del em-
meno latente y tanto los migrantes
pleo informal en el empleo total)
como los no .mígrantes tienen bajos
y la segunda lo maximiza. En efec-
ingresos cuando sus niveles de edu-
to, para las cuatro principales ciu-
cación y sus habilidades ocupacio-
dades, tomadas de manera consoli-
nales son escasas". (Pág. 90).
dada, ese grado de informalidad
Queda por examinar,en último está comprendido entre el 30 y el
término, la relación 'entre migra- 34% según el primer método, y
ción y expansión del sector infor- entre 59 y 62 % según el segundo.
mal.
14. Esta medición tiene dos problemas ya
Para tal fin hemos procedido a que 1) Excluye del "sector Informa!' a
estimar, dedos maneras alternati- los asalariados de pequeños talleres, pequeño
vas, el volumen del empleo infor- comercio, etc. y 2) en la medida en que la
mal en las cuatro principales ciu- ENH es efectuada en la ciudad y no en el
dades del país para el período área metropolitana, no contabiliza los traba-
jadores informales que -laboran en la ciudad
comprendido entre 1974 y 1980.
pero habitan fuera de ella.
La primera medición considera co-
mo "informales" a los trabajado- 15. Con este método se sobrevalúa el "sec-
tor informal" en la medida en que en
res por cuenta propia; los ayudan-
él quedan incluí das las profesiones liberales
tes familiares sin remuneración y que aunque noestén afiliadas a 1.S.S. no p-ue-
den ser consideradas como "informales". Y
13. Rive, Helena, "La posición económica quedan incluídos además los empleados del
de íos migrantes y no rnigrantes en Co- sector gobierno que no están cubiertos por el
lombia" en Desarrollo y Sociedad. N~ 5, ene- Instituto de los Seguros Sociales sino por otros
ro/8l-CEDE, Uniandes. sistemas de seguridad social.

. Lecturas de Economía 77 Medellín, 5-6, mayo-Die, 1981


Sin embargo, por los dos caminos tomando cualquiera de los dos ín-
llegamos a resultados similares en dices de medición, su grado de in-
lo referente al grado de informa- formalidad es sustancialmente in-
lidad relativa de las principales ferior al de las otras tres ciudades.
ciudades y a su evolución en el Aquí es necesario anotar que con
tiempo. el índice de empleo no protegido la
informalidad crece significativa-
El primer 'lugar se lo disputan mente en el período, mientras que
Barranquilla y Cali. Barranquilla con el índice de los . trabajadores
ocupa el primer puesto si se toma por cuenta propia (incluídos servi-
el índice de informalidad medido, cios domésticos y trabajadores fa-
por el peso de las cuentas propia y miliares) , la informalidad de la
otras categorías en el empleo total, ciudad cae en el período estudiado.
y el segundo si 10 medimos por el Esto podría explicarse en parte por
peso relativo del empleo no pro- el mayor dinamismo de los "em-
tegido. En todo caso, ese índice pleados" de pequeños estableci-
tiende a disminuir con el tiempo. mientos frente al de los trabajado-
En Cali, en cambio, se presenta al res por cuenta propia (17).
mismo tiempo un alto y creciente
Si, basados en las estadísticas so-
grado de informalidad para el pe-
bre migraciones y ocupación infor-
ríodo pudiéndose así afirmar que
mal, comparamos los índices de in-
es la ciudad en donde ese tipo de
tensidad migratoria y los grados de
actividades es más significativo y
informalidad por ciudades según
"dinámico si tomamos el índice del
las dos metodologías que hemos
"empleo no protegido" (16).
propuesto (ver cuadros N9 1 y 2),
podemos constatar, de manera ine-
En tercer lugar se encuentra Bo- quívoca, que no existe una relación
gotá. A pesar de que el sector infor- directa 'entre migración e informa-
mal es aquí menos importante que lidad en las cuatro principales, ciu-
en Cali y Barranquilla, alcanza dades colombianas (véase gráfica
proporciones considerables y per- NQ 1):
manece estable a través del período.
Así, en BarranquiUa y Cali, se
Finalmente tenemos a Medellín presentan los mayores "grados de
informalidad" y al mismo tiempo
la menor intensidad de la migra-
16. Lo que significa que en Cali es más im-
portanre que en Barranquilla el "empleo
ción, mientras que, Medellín tiene
informal" en pequeños talleres, pequeñas in-
dustrias, erc., vale decir el empleo asalariado
informal, mientras que en Barranquilla po- 17. Incluyendo aquí repetimos servrcio do-
dríamos decir que tienen más 'Peso los traba- méstico y trabajadores familiares sin re-
jadores por cuenta 'Propia que en Cali. muneración.

Rev. Lecturas de Economía 78 Medellín, 5-6, mayo-Dic. 1981


CUADRO NQ 1
INTENSIDAD DE LA MIGRACION y GRADO DE
INFORMALIDAD. MEDICION 1* PARA EL PERIODO
SEP/76 - SEP/80
Total 4
ciudades B!quilla Bogotá C'ali Medellín

Int. de la migración
= d Pob. mig/ A Pob. total 0.94 -0.41 1.06 0.90 1.11
Grado de Informalidad 31.7 37.3 31.3 35.5 26.4

* Toma el sector infor.aal como los trabajadores por cuenta propia + trabajadores fami-
liares + servicio doméstico. Intensidad de la migración= aumento porcentual promedio
de la población rnigrante para el período septiembre/76 • septiembre/BOl. Aumento 'porcen-
tual promedio de la población total. Grado de Informalidad = trabajadores por cuenta
propia + trabajadores familiares sin remuneración + servicio doméstico/empleo total DANE
(Nota: se obtuvo un promedio ponderado para el período),

CUADRO NI? 2
INTENSIDAD DE LA MIGRACION y GRADO DE
INFORMALIDAD. MEDICION 2* PERIODO SEP/76 - SEP/79
Total 4
ciudades B/quil'la Bogotá Cali Medellín

Intensidad de la migración 1.02 0.19 1.05 0.80 1.54


Grado de Informalidad 64.1 61.4 60.6 73.2 49.8

* Toma sector informal como empleo total-empleo protegido por el ISS, Grado de Infor-
malidad = Empleo no protegido! Empleo total (promedio. ponderado para el período).
d% de población migrante 5ept/76-sept/79
Intensidad de la migración = -------------------
d% población total sept/76-sept/79

el menor grado de informalidad en nuestras ciudades no puede ser


acompañado del mayor índice de explicada, como comunmente se
intensidad de la migración. hace, por la intensidad !Jel flujo
migratorio.
En resumen, pues, la hipertrofia
del sector informal que se presenta

Rev. Lecturas de .Economía. 7,9 Medellín, 5-6, mayo-Dic. 1981


Grado de
Informalidad

75

70

65

60

55

50 ~dellín

45

40
B1quilla
35

30

Medellín
25

-06 -04 -02 0.2 04 0.6 08 1.0 .2 1.4 1.6 Inlensid de la


_migración

GRAFICA·1. Relación entee el gradoaeinformalidad y

la intensidad de la migración para las cuatro


prin cipo os ei ud a d es

grado de informalidad pormedición I


grado de informalidad pormedici6n 2

ver m et o d o l o qro en cuadros N°I y N° 2

Rev. Lecturas de Economía 80 Medellín, 5-6, mayo-Dic. 1981


IV. ES EL SECTOR INFORMAL muy poca formación previa. Adí-
UN "REFUGIO" PARA LOS cionalmente, se parte de la base de
DESEMPLEADOS que las organizaciones sindicales
URBANOS? del sector (organizaciones de hecho
o de derecho), que podrían oponer-
Aún sí -como lo acabamos de se a la entrada indiscriminada de
mostrar- la relación entre la mi- nuevos trabajadores, no existen o
gración rural y el desempleo urba- son muy débiles.
no no parece clara (los migrantes
experimentan tasas de desempleo B. El segundo postulado es este:
menores), aún si tampoco parece La demanda por los bienes y ser-
haber una conexión directa entre la vicios que suministra el sector in-
intensidad de la migración y el formal, es limitada y no crece:
porcentaje de informalidad urba- A veces se piensa simplemente
na, podría pensarse, todavía, que que no existe. Se piensa que esos
el sector informal hiciera las veces bienes y servicios no se necesitan.
de un "colchón amortiguador" con- Que son inútiles. Que no se requie-
tra el desempleo, fuera este sopor- re socialmente que, por ejemplo,
tado por los nacidos en las ciuda- haya tantos vendedores ambulantes
des, que se llene durante las épocas de cigarrillos o confitería, de pren-
de mayor desocupación y se vacie sa y revistas, etc. y que si las ca-
durante los períodos de expansión nes de nuestras ciudades están con-
-de la producción y el empleo- gestionadas por una nube de pre-
en el resto de la economía. En este goneros de las más variadas mer-
caso, el sector jugaría adicional- cancías, ello es un simple reflejo
mente un rol político, como válvula de la falta de empleos verdadera-
anticídica de escape para la pre- mente necesarios. Sólo al precio de
sión del desempleo abierto. esta hipótesis puede concluirse que
Esta tesis reposa en dos postula- una duplicación -pongamos por
dos, en gran parte implícitos: caso- de los empleos del sector,
reduce el ingreso per cápita a la
A. En primer lugar, que no exis- mitad (18). Si no, si la demanda por
ten barreras a la emrada al sector:
Quien así lo quiera puede en- 18. "En cuanto al nivel de ingresos de los
trar en él, supuestamente sin nin- ocupados en el sector informal, se pue-
gún problema; la razón sería 'esta: de decir que constituye una variable de ajuste
entre el tamaño de su mercado y el número
La tecnología es muy sencilla y el
de personas que compiten en sus actividades,
grado de calificación requerido y que, además la evolución del mercado total
muy bajo. En otras palabras no se del sector no presenta tendencias claras a au-
necesitaría casi capital para insta- mentar". Paulo S. Sousa y Victor Tockman,
larse en esas actividades y además "El Sector informal urbano en América Lati-

Rev. Lecturas de Economía 81 Medellín, 5-6, mayo-Dic. 1981


los bienes y servicios que produce tasa de más bajo crecimiento d-el
fuera dinámica, si ella se duplica, empleo durante la década del 70
esta conclusión no podría sacarse. (2.6%). Esta reducida tasa en-
cuentra su explicación en la crisis
Ya volveremos sobre la validez
mundial que tuvo lugar en esos
de estas dos hipótesis. De momento
años, y que afectó negativamente
quisiéramos ocupamos, más bie.n
todas las actividades y en especial
del primero de sus oorolarios. De
la del sector industrial.
la conclusión según la cual, el cre-
cimiento del empleo en el sector B. Fase de "auge" y recuperación.
informal está ligado íntimamente y
de manera inversa a los ciclos de De septiembre de 1975 a sep-
la actividad económica y a los ci- tiembre de 1977, se recupera la ta-
clos del empleo en el conjunto de sa de crecimie.nto y se entra en un
la economía urbana. Demostrare- auge; s'e obtienen los mayores au-
mos que el empleo informal no mentos de la ocupación durante el
cumple un papel anticídico. período analizado (en promedio
ésta crece al 11.8 % anual). Este
Entre 1974 y 1978, la economía
auge no es más que la expresión
colombiana conoció un ciclo eco-
de los efectos favorables de la reac-
nómico completo (crisis, recupera-
tivación de la economía, promovi-
ción y auge, amortiguación de cre-
da en gran parte por la bonanza
cimiento y nueva crisis). (El cua-
cafetera que se inicia a partir del
dro N9 3 Y la gráfica N9 2, visua-
lizan claramente este fenómeno). segundo semestre de 1975.
Ocupémonos primero, de manera
breve, de sus fases, antes de volver
c. Fase de "amortiguación" 'en el
crecimiento del empleo
sobre el pretendido carácter anti-
cíclico del empleo informal (me- De septiembre de 1977 a sep-
diremos la intensidad del ciclo por . tiemhre de 1979, el auge anterior
las tasas de crecimiento anual del empieza a ceder, aunque todavía
empleo total en las cuatro princi- el empleo crece a un ritmo bastan-
pales ciudades del país, según las te aceptable (8.9% anual).
cifras que se desprenden de la En-
cuesta nacional .de Hogares). D. Fase de crisis.
A. Fase de crisis, 'entre junio de Desde septiembre de 1979, la
1974 Y septiembre de 1975 tendencia a la disminución que ape-
nas se insinuaba en el período an-
Entre tales fechas se observa la terior se va a ver acentuada: la caí-
da en la ocupación, sobre todo en-
na". Revista internacional del t1'abajo, volu- tre septiembre de 1980 y junio de
men 94, N~ 3, noviembre-diciembre de 1976. 1981 (1.9% anual), indica, sin

Rev. Lecturas de Economía 82 Medellín, 5-6, mayo-Dic. 1981


lugar a dudas, que se ha entrado insensible a los periodos de crisis.
en una fase de abierta recesión en (Ver cuadro NQ3 Y gráfica N9 2).
el empleo (19). Dicha crisis no pue-
"Insensible a la baja del ciclo
de dejar de asociarse con las económico": En efecto, en el pe-
dificultades por las que atraviesan riodo de "caída" o de "desacelera-
los distintos sectores de la econo- ción" (septiembre <le 1979 a sep-
mía nacional. Sin querer detener-
tiembre de 1980) el empleo "cuen-
nos a analizar el origen de tales
ta propia" crece a un ritmo bas-
problemas, señalaremos ·en forma tante alto (14.7%) (21).
general como posibles causas: La
agudización en la crisis de la eco- "Sensible al alza del ciclo eco-
nomía mundial, el acentuamiento nómico": En los períodos de auge
en la caída del precio del café ha- y recuperación dentro del ciclo ge-
, cia finales de 1980, las políticas neral se constata una gran sensibi-
monetaria y cambiaría inspiradas lidad de la ocupación de los "cuen-
en el libre cambio, v.gr.: Alzas en ta propia": Así entre septiembre
las tasas de interés, liberalización de 1976 y septiembre de 1977, se
de algunas importaciones, baja tasa alcanza una "cresta" máxima a la
de devaluación, etc. (20). vez para el empleo total (12.4%)
Y para el empleo por "cuenta pr.o-
A continuación examinaremos la pia" (9.3 % ) . Lo cual confirma
evolución, a través del tiempo, del que no es cierto que este sector se
empleo informal según dos formas "vacie" como efecto de un despla-
de medición posibles: La primera zamiento de la mano de obra allí
lo asimila al empleo de los "traba- empleada hacia el sector moderno.
jadores cuenta propia" y la segun-
da lo identifica con el 'empleo "no De otro lado, la crítica anterior
protegido" por el Instituto de Se- queda aún más reforzada cuando
guros Sociales. - analizamos la relación entre la evo-
lución de las tasas de desempleo y
Pues bien, la evolución 'del em- el crecimiento de los "cuenta pro-
pleo de los cuenta propia sólo pa- pia". Según la lógica de la tesis
rece dar parcialmente razón a la que hemos criticado (sector infor-
tesis Jel sector informdil como seco mal = "refugio de desempleados")
tor ansiciclico, Puesto que resulta el empleo en este sector crece siem-
sensible a los períodos de auge e pre como efecto del aumento de la

19. Entre septiembre de 1979 y septiembre


21. Aquí es necesario aclarar que desaforru-
de 1981 la tasa de crecimiento anual es
nadamente no se tiene aún información
de 4.6%.
del empleo "cuenta propia" para el período
20. Véase a este respecto Revista de la de mayor crisis o sea desde finales del ochen-
AND!, N~ 51, Medellín, 1980. ta hasta junio de 1981.

Rev. Lecturas de Economía 83 Medellín, 5-6, mayo-Dic. 1981


CUADRO N9 3

TASAS DE CRECIMIENTO ANUAL DEL EMPLEO TOTAL,


EMPLEO NO PROTEGIDO Y EMPLEO DE LOS "CUENTA
PROPIA" PARA EL TOTAL DE LAS 4 PRINCIPALES CIUDADES
ENTRE JUNIO/74 - JUNIO/81

Empleo Empleo
Empleo total no protegido Cuenta propia

Junio/74 - Sep/75 2.6


Sep/75 - Sep/76 11.3 6.5
Sep/76 - Sep/77 12.4 15.2 9.3
Sep/77 - Sep/78 9.4 10.3 6.6
Sep/78 - Sep/79 8.3 10.1 5.8
Sep/79 - Sep/80 6.6 14.7
Sep/80 - JUn/81 1.9
Dic/80 - Jun/81 -1.3 -6.3

Aumento
'porcentual A% de los
FASES DEL CICLO empleo total cuenta propia

Jun/74 - Sep/75 Crisis 2.6


Sep/75 - Sep/77 Recuperación 11.8 7.5
y auge
Sep/77 - Sep/79 amortiguación 8.9 6.1
Sep/79 - Jun/81 Caída y crisis 4.6
de nuevo
Sep/79 - Sep/80 14.7
FUENTE: Anexo NQ 4
NOTA: Las tasas de crecimiento están dadas en términos de equivalentes anuales.

tasa de desempleo y, a su vez, dis- 2) nos muestran todo lo contra-


minuye cuando ésta también cae. rio (22). Es decir, cuando crece el
La evolución de tales variables en
una gráfica muy simple será la si-
guiente: 22. Es bueno señalar que aquí también el
período septiembre de 1979 y septiem-
Ahora bien, las estadísticas del bre de 1980 no se cumple la relación indi-
DANE (ver de nuevo gráfica N° cada.

Rev. Lecturas de Economía 84 Medellín, 5-6, mayo-Dic. 1981


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.:o GRAFICA 2. Evolución (~ % anuales) de la tasa de desempleo, el empleo total e informal para las cuatro
~ ciudades (j/74 - s/80)_
FUENTE: Cuadro N? 3 y Anexo Nq 5.
Empleo Inforllllll.

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Periodo.

empleo "cuenta propia" la tasa de mal. El empleo "no protegido" es


desempleo cae, lo cual estaría cla- una mejor medición del mismo
ramente indicando que cuando hay aunque corno lo explicamos antes
un auge en la economía, el cual de- exagera su magnitud. Restringire-
termina una caída en la tasa de de- mos este análisis al caso de Mede-
sempleo, el sector informal tam- Ilín por carecer de algunos datos
bién crece (23). del ISS para las otras tres ciuda-
des (24).
Finalmente, la evolución del em-
pleo "no protegido" . demuestra, Las cifras del cuadro N9 4 y la
esta vez de manera inequívoca, que gráfica N9 3, muestran en forma
el sector informal es tan sensible clara la coincidencia de cada una
como cualquier otro, a las fases del de las fases del ciclo del empleo
ciclo económico: Crece con el auge "no protegido" con el ciclo del em-
Y. se deprime, aunque con retraso, pleo total (25). Así por 'ejemplo, las
durante la recesión. tasas de crecimiento anuales del
empleo "no protegido" en los pe-
El empleo por cuenta propia es
apenas una parte del empleo infor-
24. La confrontación es útil en la medida a
que permite mostrar que nuestra con-
clusión no se invalida al cambiar de medición.
23. El caso de Cali es quizá el más diciente,
por el alto dinamismo que presenta este 25. Obsérvese que este ciclo para Medellín
sector. 'Se ajusta al ciclo general descrito antes,
aunque presenta mayor intensidad.

Rev. Lecturas de Economía 86 Medellín, 5·6, mayo-Dic. 1981


CUADRO NQ 4

TASAS DE CRECIMIENTO ANUAL DEL EMPLEO TOTAL,


EMPLEO NO PROTEGIDO Y EL EMPLEO DE LOS CUENTA
-PROPIA PARA MEDELLIN ENTRE JUNIO/74 y JUNIO/81

Empleo no Empleo de los


Periodos Empleo total protegido Cuenta propia

Jun/74 - Sep/75 1.3 -0.6


Sep/75 - Sep/76 10.3 11.9 -9.2
Sep/76 - Sep/77 16.8 28.4 17.9
Sep/77 - Sep/78 7.0 7.7 1.2
Sep/78 - Sep/79 9.9 14.8 14.4
Sep/79 - Sep/80 6.8 6.9 0.0
Sep/80 - Jun/81 -0.3 -1.4
Dic/80 - Jun/81 -6.6 -13.1
FUENTE: Anexo N~ 6

ríodosde auge, de "amortigua- pleo disfrazado", como séctor an-


"" ,y d"e CrISIS
cion ""( en su or d'en ticídico 'encargado de regular los
estas son de 19.9%, 11.2% Y faltantes y sobre todo los excesos
3.2 %) (26), demuestran que este de mano de obra que genera perió-
sector lo mismo que el sector "mo- dicamente la marcha irregular de
derno" está sometido a los fluc- la economía. Y si no puede desem-
tuantes de la actividad económica peñar esta función en el corto y en
y en ningún período asume un pa- el mediano plazo no se ve cómo
pel anti-recesivo. pueda, en el largo plazo, absorver
el desempleo estructural. Forzosa-
mente, su papel como regulador y
V. CRITICA DE LA IDEA DEL
SECTOR INFORMAL COMO depresor del salario medio queda
también puesto en entredicho.
REGULADOR DEL SALARIO
MEDIO La asignación de este último pa-
Se sigue, pues, de lo anterior, pel, reposa en el argumento de que
que no puede mantenerse la con- la población laboral excedente re-
cepción del sector informal como chazada por la industria moderna,
"saco de subempleo" o de "desem- congestiona ·el sector informal ha-
ciendo caer en él el ingreso per
26. La tasa equivalente anual entre diciern-
cápita, antes de tra.nsmitir esa caí-
bre de 1980 y junio de 1981 es nega- da al resto de la economía. Según
tiva (de ·13.1%). 'eso, las remuneraciones <le los tra-

Rev. Lecturas de Economía 87 Medellín, 5-6, mayo-Dic. 1981


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GRAFlCA 3. Evolución (f¡ %onuoles) de lo IfJSO de desempleo, el empleo lotol y del empleo informal
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en Medellín (9/74- s/80)
bajadores del sector informal de- nan precisamente el sector moder-
ben ser significativamente inferio- no)) hay una proporción impor-
res a las percibidas por la clase tante en Ios peores empleos y que
obrera que labora 'en el sector mo- la calidad promedio del empleo
derno. asalariado, especialmente en lo re-
lativo a niveles de remuneración
Ahora bien, la evidencia colom-
es bastante baja" (28).
biana, a ese respecto, parece haber
dado lugar a interpretaciones con- Aunque no lo dicen, entre ambas
tradictorias. constataciones (menor ingreso en
A. De un lado, la encuesta SQ- el sector tradicional, pero también
bre "empleo y pobreza" practicada existencia de salarios insuficientes
por el CEDE en 1977 para las en el sector moderno) los autores
grandes ciudades colombianas, aun- tienden subrepticiamente el puente
que no se refiere expresamente a teórico de esa explicación: Los ba-
la distinción entre los sectores mo- jos ingresos del sector informal se
derno y tradicional, parece con/ir" transmiten por contagio al resto de
mar la tesis de arriba. En efecto la 'economía. La insuficiencia de
de acuerdo con ella, ("las peore~ los salarios percibido s en el sector
remuneraciones") tienden a estar moderno, explicaría, en estas con-
más concentradas en la rama del diciones, el hecho de que los ho-
comercio, 'en los trabajadores in- gares recurran al empleo de sus
dependientes, y en los estableci- miembros secundarios en las acti-
mientos empleadores más peque- vidades residuales para completar
~ "(27) ,es deci
nos ecir, 'en aquellos pun- su subsistencia: ¿Por qué -conti-
tos y en aquellas categorías de mia el trabajo del CEDE- "¿Por
age.ntes que definen precisamente qué tantos hogares con más de un
el empleo informal. Paralelamente trabajador ( ( el 61 % ) ) ? ... ((Y))
"la relativa concentración del em- ¿Por qué se tienen trabajadores en
distintas posiciones ocupacionales
p~eo en el comercio, los indepen-
dientes y los establecimientos pe- con tanta frecuencia dentro de un
queños no significa que las peores mismo hogar (( el 29% de los ho-
condiciones estén asociadas exclu- gares perciben ingresos que provie-
nen de salarios y de otras for-
sivamente con estas tres condicio-
nes. Las cifras muestran claramen- mas) ) ? . . . los ingresos obtenidos a
travé~ de otras formas de empleo,
te que den~ro de los asalariados (( y
constituyen entonces, en muy buena
los asalariados, se sabe, predomi-
parte, un apoyo a los ingresos sa-
lariales de los hogares. Por consi-
27. Ulpiano Ayala y Alejandro Sanz de S.
"Actividad económica, empleo e ingre-
guiente, la persistencia de las for"
50S", en estudios laborales, NQ 1, nov. de
1981, pág. 21. 28. Ibid. p. 21.

Rev. Lecturas de Economía 89 Medellín, 5-6, mayo-Die. 1981


mas de empleo asrasadas dentro ide lugar -y 'en esto coincide con lo
'la estructura dJelempleo urbano co- sugerido pO'rel estudio de "empleo
lombiano puede entenderse 'como el y pobreza" del CEDE- que "apa-
resultado de una participación la- rentemente existe una diferencial
boral extensiva que se han visto de ingresos de trabajo significativa
obligados a practicar los hogares entre los sectores moderno y tradi-
de las clases trabaiadoras para cional en la economía urbana co-
completar los bajos ingresos por la lombiana" (31). En concreto, para
vía salaridi" (29). 1974 el ingreso mensual promedio
per cápita era de $ 4.476, para el
B. Por su parte, Francois Bour- primero y de $ 2.375, para el se-
guignon -también investigador del gundo. Lo que representa una bre-
CEDE- llega, sobre la base de una cha del 88% (32).
encuesta realizada por el DANE
en 1974 en siete ciudades colom- Pero, en segundo lugar, admiti-
bianas, a conclusiones harto dife- do el hecho, difiere sin embargo
retuesi/"), Para él, el 'sector tradi- en su interpretación. Según este au-
cional es el conjunto de la pobla- tor existirían factores tales como
ción ocupada e.n las unidades que las diferencias de educación (ma-
operan con cinco trabajadores o yor en el sector moderno), de edad
menos, incluyendo el servicio do- (mayor en el sector tradicional),
méstico, y <elsector moderno es el de jornada, sexo, etc., que explica-
conjunto ocupado en establecimien- rían buena parte de la distancia per
tos de seis o más personas, incluí- cápita entre ambos sectores (33). A
dos todos aquellos individuos con
educación universitaria y todos los 31. Ibid.
empleados gubernamentales, inde-
pendientemente del tamaño del es- 32. Ibid, según cuadro N~ 8 de ese estudio
tablecimiento que los emplea. p. 54.

33. El peso de las mujeres es mayor en el


Bourguignon, admite en primer sector tradicional, pero si se excluye el
servicio doméstico "la estructura por sexo de
ambos sectores es casi la "misma" (Ibid p.
29. Ibid, 'pp. 22, 23. Notemos de pasada,
51 ). "La idea gene·ral... es que los sectores
que el hecho de que sólo el 28% de los
moderno y tradicional no son muy diferencia-
hogares perciban ingresos salariales y no sa-
bles, cuando se excluye el servicio doméstico.
lariales, más bien confirma la idea de que las
La única diferencia importante entre amo
familias se "especializan" por así decirlo en
bos. .. es el mayor peso que tienen los ern-
una u otra forma de ingresos.
pleados y por lo tanto la educación secunda-
30. F. Bourguignon: "Pobreza y dualismo ria y universitaria, en el sector moderno. Es-
en el sector urbano de las economías en ta característica está condicionada con el he-
desarrollo: El caso de Colombia" en desarro- cho de que las personas en el sector tradicio-
110 y sociedad. N~ 1, enero 1979, CEDE, naí son en promedio, mayores y predomina
Bogotá. el trabajo independiente" (Ibid, p. 53).

Rev. Lecturas de Economía 90 Medellín, 5-6, mayo-Dic. 1981


igualdad de esos factores, el ingre- nual y el trabajo intelectual y por
so por persona resulta ser muy si- lo tanto a la educación) se tradu-
milar en todos los puntos del sis- oe, como es obvio, en diferencias
tema: "Cuando se toman en cuen- de ingreso. Si, utilizando las mis-
ta correctamente tonos (Cesos)) de- mas cifras de Bourguignon, compa-
terminantes del ingreso, la dife- ramos los ingresos medios mensua-
rencial de ingresos entre ambos les del sector tradicional (sobre to-
sectores se reduce en forma consi- do "cuentas-propias", pero tam-
derable y, en algunos casos, pierde bién algunos "obreros", empleados
sentido. Más aún no es seguro que y pequeños patrones) con los de los
la dicotomía moderno-tradicional obreros . propiamente dichos del
corresponda a una segmentación sector moderno, la diferencia sería
real del mercado de trabajo (34): del 24% a favor de los prime-
ros (").
Compartimos el enfoque de Bour-
guignon, y volveremos después so- C. Un estudio realizado por
bre el significado de sus tesis, pe- EAFIT para la ciudad de Perei-
ro quisiéramos hacer antes una ob- ra en 1980 parece confirmar este
servación metodológica, que es cru- último aserto. Si la comparación
cial a ambos trabajos del CEDE, o de los trabajadores del sector infor-
mejor, a la interpretación de las mal (artesanos y asalariados de la
cifras estadísticas que aportan: industria y la oonstrucción en em-
Cuando se comparan los ingresos presas de menosde diez trabajado-
medios (o su distribución) entre res, cuentas-propia del comercio y
las personas ocupadas en el sector los servicios') se hace no con la to-
tradicional y en el sector moderno talidad de las personas ocupadas en
o alternativamente entre los traba- el sector moderno sino con los obre-
jadores por cuenta propia y los asa- ros y los pequeños empleados de
.Iariados, debe tenerse en cuenta este último, el ingreso mensual co-
el hecho de que el sector moderno rriente promedio de aquéllos re-
(o el grupo de asalariados, según sulta ser más elevado. Un 19%
el caso) no es un conjunto homo- más alto en esa ciudad (36).
géneo. Existe en su interior una ba-
rrera de clase entre los hogares y y no se trata sólo de que el pro-
la nueva pequeña burguesía o "cla- medio fuera más elevado, sino de
se media", aunque devenguen sala- que para, cada uno de los niveles
rios. . de ingreso (menos del salario mí-
nimo, de 1 a 2, de 2 a ~, más de
y esa barrera de clase (ligada
a la distinción entre el trabajo ma- 35. Ibid, p. 54. cuadro N~ 8.

36. Hugo López c., Luis H. Saldarriaga,


- 34. Ibid, p. 41. Jorge Lotero, Op. cit.

R.ev. Lecturas de Economía 91 Medellín, 5-6, mayo-Dic. 1981


3 salarios mínimos) el ingreso yor escolaridad en esta última con
mensual de los primeros era siste- el de la mayor experiencia ~n h
máticamente mayor que el de los actividad en el primero. Que las
dos segundos. diferencias de edad no cuentan co-
mo cosa adicional porque su' efec"
Ello basta para poner en tela de
to se refleja en el factor experien-
juicio la idea del sector informal
cia. Que la influencia de las dis-
corno regulador- y depresor del sa-
tintas composiciones por sexo se
lario obrero. Pero no debe condu-
puede reducir a otros factores y no
cir tampoco al extremo opuesto. A
debe ser tomada en cuenta. Que la
mirar al trabajador informal como
ausencia de prestaciones anuales
un privilegiado que devenga ingre-
én el sector informal es compensa-
sos extraordinarios.
da, al menos parcialmente, por la
En efecto ese porcentaje de más percepción de ingresos estacionales
que se percibe en promedio en el extraordinarios en el mismo sector.
sector informal, apenas compensa- Según eso, sólo la dotación de ca-
rá una serie de prestaciones socia- pital propio y las rentas _de situa-
les -sobre todo las de largo plazo: ción (rentas diferenciales debidas
Las cesantías que la clase obrera a la mejor o _peor situación del
industrial adiciona a su' salario co- puesto de venta o de trabajo) ju-
rriente y a las que los otros no tie- garán un papel positivo a favor' de
nen derecho. Los trabajadores del los "trabajadores informales" y ex-
sector informal perciben como "in- plicarían la mayor parte de la. bre-
greso integrdi" como "salario" in- cha en los ingresos per cápita (37!.
tegral lo que los obreros de las fá- Pero esos ingresos de capital y esas
bricas reciben dividido '00 dos par- rentas de situación a favor del sec-
tes: Salario básico más prestacio- tor informal serían compensadas
nes sociales. en el largo plazo por las cesantías
que brinda a sus obreros el sector
Existirían otros factores que en moderno. Los obreros industriales,
principio podrían explicar esa di- sólo perciben de manera palpable
ferencia de ingresos corrientes a fa- las cesantías cuando pueden com-
vor del sector informal. Pero el ele- prar casa propia gracias a las mis-
mento prestaciones sociales y sobre mas. La casa propia representa pa-
todo cesantías es quizá el más im- ra ellos un sobreingreso igual a los
portante. El estudio de EAFIT pro- arrendamientos imputados, es decir,
pone a este respecto una explica- igual al valor del arriendo que de-
ción según la cual el efecto de la jan 'de pagar. Para los trabajado-
mayor jornada laboral en el sector res del sector informal que no cuen-
informal se cancela con la de la
mayor intensidad del trabajo en la
industria moderna, y el de la ma- 37. Ibid.

Rev. Lecturas de Economía 92 Medellín, 5-6, mayo-Dic. 1981


tan con el beneficio de las cesan- tivamente estable en períodos lar··
tías, es más difícil conseguir casa gos aunque pueda oscilar en el cor-
propia. (En Pereira apenas el 30% to y en el mediano plazo. Entre
eran propietarios de vivienda. Con- nosotros es bastante precaria, de
tra 50 % para las familias de los miseria, pero precisamente por eso
obreros y pequeños empleados) . no puede reducirse tendencialmen-
Eso significa que el sobreingreso te. Y el patrón de empleo familiar,
corriente -ese porcentaje de más- depende por su parte, de factores,
que perciben mensualmente los ar- como el demográfico, y como el
tesanos, los pequeños comerciantes cultural (caso de la tasa de parti-
y los cuenta propia del sector de cipación femenina) que no son en-
servicios, lo dedican a pagar los teramente del resorte voluntario de
arrendamientos que los obreros fa- los hogares. Según' eso; la tasa de
briles no pagan a causa de la pro- ganancia sólo puede aumentar de
piedad sobre su vivienda, es decir, manera durable y significativa, co-
en últimas, a causa del factor ce- mo fruto de un alza en la produc-
santias que le permite a estos últi- tividad del trabajo: Producción de
mos comprar casa y lote y obtener plusvalía por la vía relativa, y no
de ellos un ingreso de capital y fundamentalmente como resultado
una renta (alquileres imputados). de la reducción tendencial del tipo
de salario: Producción de plusva-
En fin, dejemos de lado este pun- lía para la vía absoluta.
to, pero subrayemos la conclusión
a la que hemos llegado. Parece fal- Contra lo que piensan S. Amín
so que a igualdad de condiciones, y los teóricos- <le la marginalidad,
las remuneraciones per cápita sean las economías periféricas, también
menores en el sector informal. En la colombiana, serían también eco-
todos los sectores, para el trabajo nomías de "producción de plusva-
manual de similar jornada, inten- lía por la vía relativa" (38). Aún
sidad, destreza y educación, etc., en condiciones de empleo preca-
tiende a regir la misma remunera' rias, como fue la época de los años
ción. Aunque en un.caso se perciba s~senta.' los tr.abajadores de las dis-
de manera integral y en otro divi- tmtas mdustnas y s~cto~es pueden
dido en salario corriente más pres- mov~~ re~~rt~s que impidan la ,re-
taciones sociales. El sector infor- - ducción Ilimitada de los salanos.
mal' no regula el salario. Ningún ¿No prefi~ió la población exced:n-
sector lo hace. El salario _y en te .colombIan~, <lura?te esos anos
este compartimos la doctrina clási- sah~ del pais (hac.Ia Venezuela,
ea y marxista- está regulado por hacI,a USA! o colonizar no. ya l~s
el valor de la canasta familiar de vertientes SlDO la selva tropical hú-
subsistencia y por el patrón de em-
pleo familiar. Esa canasta es rela·· 38. CFR. Samín Amín, Op. cit.

Rev. Lecturas de Economía 93 Medellín, 5·6, mayo-Dic. 1981


meda? Ea particular, 'el sector in- bajo generados entre 1970 y 1978
formal no carece de barreras a se crearon en ese sector?
la entrada frente a los desemplea-
Para entender este punto, es pre-
dos: El volumen del capital nece- ciso abandonar la hipótesis -a que
sario para instalarse en el sector
hicimos referencia atrás- de que
($ 44.156.00 en Pereira, en pro-
el mercado para los bienes r ser-
medio para 1980) está fuera del
vicios que produce es poco dinámi-
alcance de cualquier desempleado,
co y 'estancado.
si bien no representa nada frente
a los requerimientos de capital de Durante la década de los años
la gran industria. La experiencia setenta, de 1970 a 1978, el PBI
necesaria (10.2 años de antigüedad -medido a precios constantes de
media en el oficio, en Pereira) no mercado- creció al 6.1 % anual y
es cosa fácil de adquirir (39). Amén el PBI per cápita lo hizo a una ta-
de ello cuentan los permisos oficia- sa comprendida entre el3 y eI4%.
les (caso de las ventas ambulan- Ello, naturalmente, hizo crecer la
tes) y la existencia real, a pesar de demanda por bienes y servicios de
los prejuicios, de las organizacio- todo tipo. El sector terciario (co-
nes sindicales legalizadas o de he- mercio-finanzas-servicios) aumentó
cho que impiden la competencia su participación en el PBI real del
"salvaje" sobre los salarios. 34.3% en 1970 al 36.5% en 1978.
¿Hipertrofia de un conjunto de
actividades inútiles o respuesta de
VI. DINAMICA DEL SECfOR
la oferta a una demanda por bie-
INFORMAL: SU PAPEL Y
nes y servicios excepcionalmente
SUS RELACIONES CON EL
dinámica? Se trata, a no dudarlo,
CAPITAL.
más bien de lo segundo. Demanda
Eso significa que no es posible dinámica + tecnología estable e
insistir en la idea de que el sector intensiva en mano de obra: He aquí
informal constituye un ejército de la razón de la rápida terciarización
reserva industrial. Siendo así ¿ Cuál y del veloz crecimiento del sector
informal.
es su verdadera función? ¿ Cuál es
su papel en nuestra economía? Compartimos, a este respecto, la
¿Por qué se expandió tan vertigi- tesis de Albert Berry (40). Según es-
nosamente en la década del sesen- te autor, es innegable que la impor-
ta: Hasta el punto que, según el
plan de Integración Nacional, el 40. A. Berry "A positirve inrenpretation of
45% de los nuevos puestos de tra- the expansion of urban services in latín
America with some Colombian evidence", en
ioumal 01 deuelopmen« studies, Vol. 4. N~ 2,
39. Hugo López y otro, Op. cit. 1978.

Rev. Lecturas de Economía 94 Medellín, 5-6, mayo-Die. 1981


tancia del sector terciario en el em- remos en seguida, esos agentes caen
pleo no agrícola es muy superior en muchos casos, rápidamente, ba-
en los países en vía de crecimiento jo el control directo o indirecto de
con respecto a la que representaba ciertos capitales.
para los actuales países industria-
Ciertamente, no rige en el sector
lizados cuando estos se encontra-
"informal" la forma jurídica pro-
ban en un grado similar de desa-
pia de la sociedad burguesa. No se
rrollo (medido este último por el
constata en él -salvo de manera
peso de la fuerza de trabajo no
marginal- la existencia del sala-
agríoola en el total). Sin embargo,
rio ni, másespecíficamente, del sa-
no cabe hablar para él, de "hiper-
lario por tiempo. ¿Pero estamos
trofía". La importancia relativa
realmente en presencia de un sector
mayor del terciario en nuestros paí-
no estructurado y no sometido por
ses se explica por el hecho de que,
el régimen capitalista? Miradas las
en las últimas décadas, se ha pre-
cosas desde un punto de vista di-
sentado - un progreso tecnológico
námico, la relación de esos agen-
bastante elevado en la industria, en
tes con este régimen se desenvuel-
tanto que en el comercio, los ser-
ve en dos momentos: (41)
vicios y el sector público, ha sido
mucho más lento. Por eso la de- A. Exploración del terreno
manda de fuerza de trabajo crece- económico
ría a un ritmo mayor en estas últi-
mas actividades con relación a la Esos sectores florecen con un ca-
ocupación industrial. rácter verdadera -aunque provi-
Así pues, el crecimiento mismo sionalmente- independiente en
de la economía capitalista genera campos nuevos (industriales, co-
nuevos mercados para una serie de merciales o de servicio), en terre-
mercancías físicas y de servicios nos vírgenes recién colonizados por
que exigen -por su tecnología ellos o simplemente han ocupado
misma- un alto insumo de traba- esos campos desde siempre. . . has-
jo. ¿ Qué tecnología es esa? Y más ta que su expansión cuantitativa
aún: ¿Es incompatible o compati- atrae los ojos del capital.
ble con la introducción del capital
B. Penetración del capital, ifestruc-
y en la producción capitalista?
ción o subordinación del arte-
Esos bienes y servicios son pro- sano (industrial o de servicios)
ducidos, o distribuídos, por peque- y del pequeño comercio.
ños artesanos, pequeños comercian-
Si la exploración ha descubierto
tes, etc., es decir, por personas que,
en un primer momento,se dedican 41. Para lo que viene CFR Hugo López:
por cuenta propia a esos meneste- "El sector informal: Sector margina-
res. Sin embargo, como lo mostra- do ... " Op. cit.

Rev. Lecturas de Economía 95 Medellín, 5-6, mayo-Die. 1981


un campo rentable, el capital tra- márgenes de la activida-d. O bien,
tará de apoderarse de la activida-d. ahí donde el Capital encuentra obs-
Dos formas tiene para controlar táculos técnicos para la división
tales sectores: del trabajo y el trabajo en escala,
procede a imponer su control so-
1. Directamente, creando empre-
bre estos sectores de manera indi-
sas capitalistas que recurren a ma- . recta (convirtiéndolos en trabaja-
no de obra asalariada. En este ca-
dores sujetos aunque aparentemen-
so el empleo por cuenta propia es
te independientes).
destruído; el trabajo independiente
sólo puede 'subsistir de manera pre- Estas tesis parecen aplicarse bas-
caria haciendo una disyunción de tante bien a los tres subconjuntos
mercado con las empresas moder- y:ue componen, básicamente, el sec-
nas recién llegadas, es decir, refu- tor informal, al artesanado indus-
giándose en los productos, espa- trial, al pequeño comercio y a los
cios, o tiempos marginales. "cuentas propia" del sector de ser-
VIClOS:
2. Indirectamente, sometiendo a
los trabajadores a su control, a tra- a. En el caso del artesonado in-
vés de insumos, compra del pro- dustrial, por ejemplo, se aceptaría
duoso y del mecanismo del crédito, fácilmente que -después de haber
entre otros medios: En este caso, el predominado en las ramas más li-
empleo por cuenta propia se man- vianas . de nuestra industria- ha
tiene, o incluso crece, guardando sido descompuesto rápidamente por
de manera aparente su carácter in- avance de "la gran industria fa-
dependiente, pero perdiéndolo de bri1". Es lo que pasó con muchas
manera real. de las industrias de alimentos, con
el tabaco, el calzado, entre otros.
En todos los casos, la pequeña
producción independiente de bienes Sólo subsiste en los sectores tra-
y seruicios y 'el pequeño comercio, dicionales en los que la naturaleza
no son ruedas sueltas, Le han ex- hace difícil prescindir de la ma-
plorado nuevos campos de inver- no y de la pericia del artesano:
sión al Capital. Y éste, a partir del Caso de la confección en donde la
momento en que se interesa en ellos, máquina de coser potencia la pro-
procede a apoderarse de los mis- ductividad del artesano sin hacerle
mos. Imponiendo en la actividad su perder su pericia ni su carácter de
organización propia, el trabajo asa- tal, caso de la producción de mue-
lariado, la división del trabajo y bles de estilo con base en el torno
la cooperación y ahí donde puede y la talla, o del artesanado "artísti-
el maquinismo. En este caso el tra- cos" en cuero y en artículos de ba-
bajo independiente es barrido, a rro. Pero en la mayor parte de esos
menos que pueda refugiarse en los casos subsiste sometido al capital:

Rev. Lecturas de Economía 96 Medellín, 5-6, mayó-Dic. 1981


Las artesanas confeccionistas son ra burguesa (42). Es difícil pensar
prácticamente obreras a domicilio en ,dl equivalente a una "Gran In-
del gran comercio, los ebanistas lo dustria" en este sector: La produc-
son a su turno de las grandes dis- ción de un producto inmaterial (el
tribuidoras del mueble. En fin, la servicio precisamente) confiere al
misma subordinación. indirecta se . trabajo un carácter artes anal, peri-
adivina en el caso de los sectores cial, personal. Difícil pero no im-
metal mecánicos en Los que florece posible: En 'efecto, la producción
un muevo artesonado que le produ- puede recibir también aquí una for-
ce parees y piezas a firmas capita- ma capitalista: Es el caso de las
listas, extranjeras o mixtas. "empresas de vigilancia y seguri-
b. La idea también parece apli- dad"; que están descomponiendo
carse bastante bien al ejemplo ¿el el antiguo gremio de celadores in-
pequeño comercio. La "tienda de dependientes (ellos les exploraron
la esquina" ha sido destruida o el terreno). Esas empresas recu-
está siendo destruida por las gran- rren al trabajo asalariado, a la di-
des cadenas comerciales (las gran- visión del trabajo, a una inteligen-
des superficies) al detal. Y sólo cia central, al uso de equipos cos-
subsiste disminuida numéricamen- tosos: Armas, jeeps, computadores.
te, en los márgenes: En el tiempo Es también el caso de Ilasempresas
marginal (ventas en horas no labo- de aseo, que se encargan de la lim-
rales, en festivos y dominicales). pieza de fábricas, aeropuertos y
En el espacio marginal (barrios aún residencias. Y que recurren
alejados de los centros de consu- también al trabajo cooperativo. Y
mo) en el producto marginal: Pro- hay otros ejemplos.
ductos perecibles. (Lo que se apli- Pero, incluso en el caso en que
ca al comercio ambulatorio). Pero siendo la actividad rentable, la pro-
es cierto que puede "explorar" ducción no pueda organizarse .bajo
campos nuevos: Como ocurrió con una forma capitalista debido a la
el comercio ilegal de manufacturas naturaleza del servicio (que exija
de contrabando (los Sanandresitos) la "autonomía" del trabajador y
y de cigarrillos extranjeros, antes su actividad descentralizada) , el
de caer bajo el control indirecto capital puede todavía controlar de
de las grandes redes de contraban- manera indirecta a los "cuenta pro-
distas. pia", conoirtiétulolos 'en "trabaja-
c. El sector de servicios parece dores subordinados". Es lo que ha-
por su lado constituir el reino del cen las loterías con sus loteros, las.
"trabajo verdaderamente indepen-
diente". Para Marx, este sector es 42. K. Marx, Historia crítica de la teoría de
improductivo (de plusvalía) por- la plusvalía, ed. Venceremos. La Haba-
que no puede organizarse de mane- na, 1965, Tomo 1, pp. 216-224.

Rev. Lecturas de Economía 97 Medellín, 5-6, mayo-Dic. 1981


empresas de chance con sus chan- ter residual e improductivo de su
ceros, los grandes periódicos con labor. Por ello mismo, la crítica de
los voceadores de prensa, etc. esta idea, la demostración del pa-
pel positivo que juegan en nuestras
También aquí, corno pasa con
economías debe conducir a plan-
el artesano industrial y con el pe-
tear la cuestión de la clase social
queño comercio, "el artesonado de
a la que pertenecen.
lO'S seruicios" explora para el capi-
tal nuevos campos de. inversión, El denominado sector informal
(De la misma manera que los co- está compuesto básicamente por
lonos roturan las tierras de los tres categorías de agentes: El arte-
grandes hacendados que vienen de- sanado de la producción de bienes,
trás). y cuando resultan atractivos el pequeño comercio independiente
se los cede -n.o sin lucha- en y los trabajadores que laboran por
forma directa o en forma indirecta. cuenta propia en el sector de los
servicios (artesanado de los servi-
En fin, no dejan de existir cam-
cios). Ellas conforman precisamen-
pos en los que existe un verdadero
te 10 que, en términos Marxistas,
artesonado independiente de los
suele llamarse la "pequeña burgue-
servicios. Campos poco rentables
sía tradicional". Una de las frac-
de un lado, o campos nuevos -ex"
ciones en que se dividiría la clase
ploratorios- del otro, pero en es-
social pequeña burguesa, (la otra
te último caso "la independencia",
fracción, la "nueva pequeña bur-
de los cuenta propia quizá no sea
guesía") estaría compuesta por los
sino provisional.
asalariados de base del comercio,
la burocracia subalterna pública o
VII. PERTENENCIA DE CLASE privada y los técnicos de la pro-
DE LOS AGENTES DEL ducción (44).
SECTOR INFORMAL. SUS La pequeña burguesía tradicio-
POSIBILIDADES
nal se define por la existencia de
ORGANIZATIVAS y
dos elementos: La pequeña propie-
POLITICAS (43).
dad y la pequeña producción (45),
ambas caracterizan, por lo demás,
Conjunto de agentes desclasados? La "pequeña producción mercantil"
La identificación de los trabajado- o la' "producción simple de mer-
res informales con el lumpen bro- cancías" corno forma de produc-
ta <le la concepción sobre el carác- ción (46).

43. Esta sección está basada fundamental- 44. N. Poulantzas, les classes sociales dam
mente en el artículo de Hugo López le capiralisme Aujou1'd' Hui Ed. du
"Sector informal: Sector marginado, indepen- SEviL París, 1974.
diente o subordinado". Op, cit. 45. [bid, pp. 350-306.

Rev. Lecturas de Economía 98 Medellín, 5-6, mayo-Dic. 1981


-Pequeña propiedad: Sobre los aunque subordinada a las necesi-
medios de producción o sobre las dades de la sociedad burguesa.
mercancías que se venden.
Ni los artesanos (de la produc-
-Pequeña producción indepen- ción y los servicios), ni los peque-
diente: Porque en este caso el pro- ños oomerciantes se identifican con
pietario es a la vez trabajador di- el proletariado. Ni aún cuando, de
recto, que se controla a sí mismo. manera indirecta, caigan bajo el
y que puede ser ayudado por fa- control de determinados capitalis-
miliares y amigos, sin que tenga tas. Ni aún, pues cuando estén sien-
que reunir -salvo de manera se- do sometidos a un proceso parcial
cundaria- el empleo de trabaja- de proletarización. Mientras ese
dores asalariados. proceso no se cumpla de manera
total (mientras no los destruya co-
El término "pequeña burguesía
mo pequeños propietarios y' peque-
tradicional" aplicado a los cuenta
ños productores convirtiéndolos real
propia del sector informal, incomo-
y formalmente en asalariados) no
dará principalmente a quienes iden-
desaparecerá en esos agentes la ilu-
tifican "pequeña burguesía" con
sión del trabajo independiente, la
clase de ingresos medios, o sea con
vocación de "independizarse".
la llamada "clase media". Un arte-
sano, un vendedor callejero de go- No parece tampoco justo hacer
losinas, un lotero, etc., no devengan desaparecer la especificidad de cla-
claro está, "ingresos medios". se de los trabajadores informales,
asimilándolos con la clase obrera,
Insistiremos en el uso de esa ex-
por el hecho de que en algunas fa-
presión, para designar la pertenen-
milias una parte de los miembros
cia de clase de esos agentes, a con-
activos laboran en el "sector mo-
dición de qué el calificativo "tra-
derno" y otros en "el sector tradi-
dicional" no se interprete como de-
cional". El razonamiento parece ba-
signando un "residuo histórico",
sarse en la idea de que los traba"
una fracción de clase destinada a
jadores informales son siempre
ser molida unívocamente por la
"trabajadores secundarios" que
rueda del progreso. En efecto, la
pequeña burguesía tradicional está aportan sólo ingresos de apoyo al
más bien sometida a fuerzas con- jefe del hogar. Sin embargo, la dis-
tradictorias que la disuelven en al- tribución de los trabajadores según
gunos puntos pero que, en otros, la posición en el hogar no parece di-
reproducen en forma ampliada ferir tanto entre ambos sectores. Es
más, de acuerdo con las cifras apor-
46. Cjr. Jorge Enrique Vargas, "la pequeña
tadas por Bourguignon, el porcen-
producción mercantil en la economía taje de jefes de hogar entre los tra-
urbana", mimeo, Bogotá, mayo 1981. bajadores del sector tradicional era

Rev. Lecturas de Economía 99 Medellín, 5-6, mayo-Dic. 1981


del 56.0% i se excluye de éste el se presentan sindicatos de industria.
servicio doméstico y el de los "tra- Pero, como es obvio, en tratándose
bajadores secundarios" del 44.0%. de trabajadores que no dependen
Estos porcentajes eran del 49.6% -no parecen depender- de nin-
y del 51.4% respectivamente para guna empresa, el sindicato de base
los obreros del sector moderno (47). está completamente ausente. Dos
No se ve pues cuál es el asidero son las tentaciones que se derivan
real de la tesis del trabajador in- del carácter gremial de sus organi-
formal como trabajador secunda- zaciones sindicales: El gremialis-
rIO. mo estrecho (Por fuera de nosotros
nadie importa) y el burocratismo
De otro lado, el carácter peque-
(la tendencia a que el sindicato se
ño burgués de los agentes del sec-
convierta en una empresa controla-
tor informal se nota de manera
da por la burocracia sindical).
palpable en el grado de su sindica-
lización y en el carácter de sus or- Pues bien, a pesar de ello, a pe-
gamzaciones. sar de que por ello la pequeña bur-
guesía tradicional no puede consti-
De acuerdo con una encuesta
tuirse en una vanguardia -ni sin-
practicada por ANIF-Coldatos, en
dical, ni política- para el conjun-
1977, a los trabajadores indepen-
to de la clase trabajadora, se con-
dientes de las cuatro principales
tienen aquí potencialidades reivin-
ciudades colombianas, sólo el 5%
dicativas muy elevadas (50). Las lu-
de ellos estaba afiliado a organiza-
chas que han librado y pueden li-
~ ciones o a sindicatos (48). Cifra que
brar lo comerciantes callejeros por
no resiste la comparación en el por-
el derecho al trabajo, el grado de
centaje medio de sindicalización en
organización que pueden alcanzar
el país que según el CEDE, se apro-
los loteros, los distribuidores de
xima al 19% en 1974 (49).
prensa, e incluso los tenderos, cons-
-Predomina, adicionalmente el tituyen otras tantas pruebas de que
sindicato de tipo gremial. A veces la polarización de esos agentes ha-
cia posicione de clase proletarias
no dependen sólo de los pro-cesos
47. F. Bourguignon, Op. cii., con base en el
objetivo de proletarización a que
cuadro N? 7 p/ 52.
e tán iendo sometidos en muchos
48. Mauricio Molano: "Solidaridad, riesgo caso , sino también de una estrate-
y asociación, el caso del trabajador in-
gia adecuada de la clase obrera (es
dependiente". En empleo J desempleo, vol. 2,
N? 3, ANIF, Bogotá, mayo de 1977.

49. Ulpiano Ayala, Luz Amparo Fonseca. 50. Ver para el caso de la sociedad de Pe-
El momento Huelguístico 1974-1981, reira, Hugo López y otros: El sector
estudios laborales, vol. 1. nov. 1981, CEDE, informal, teoría y evidencia empírica ... , Op.
Bogotá, cuadro N? 1, p. 29. cit.

Rev. Lecturas de Economía 100 Medellín, 5-6, mayo-Dic. 1981


decir de sus organizaciones sindica- En fin, como puede verse, la dis-
les y políticas). Quizá valga la pe- cusión sobre teorías es también una
na hacer, ·en este caso, un esfuerzo discusión sobre las consecuencias
organizativo y político. En todo ca- políticas de esas teorías.
so, muchos pasan por la pena, hoy
de hacer ese esfuerzo. Y aunque la
IX. CONCLUSION
respuesta no es neta, no encierra
eso sí el pesimismo visceral que sí La experiencia colombiana re-
conlleva la teoría de la marginali- ciente pone en cuestión la relación
dad. No encierra el pesimismo de que suele postularse entre migra-
Mario Arrubla cuando escribía: ción rural, y desempleo y grado de
"Hoy, el mal fundamental de la informalidad urbanos. La función
sociedad colombiana, estriba en los del sector informal como colchón
efectos segregacionistas del capita- anticídico contra la desocupación o
lismo. .. (que) ha acabado por como receptáculo para el desem-
repartir en dos campos a la pobla- pleo estructural no parece sostener-
ción. El primero, el legal, está com- se. Tampoco su papel regulador o
puesto por las gentes integradas depresor del salario medio.
económicamente al establecimien- Estas tesis, de tinte dualista, han
to. .. El segundo... por... los impregnado todas las teorías acer-
parias, que apenas podrían identi- ca del rol y la dinámica del sector
ficarse por el sentimiento común informal en nuestras economías, y
del odio y el resentimiento. . . 'los eso a pesar de su variedad y de los
marginados no tienen ideas políti- desplazamientos de matiz a que
cas propias y tampoco son repre- han dado lugar los debates.
sentados por nadie. Con relación a
ellos, todos los demás grupos so- A esas ideas hemos contrapuesto
ciales están unificados por el mie- el argumento de que el sector po-
do. .. Sin ideas, y sin fines políti- see una demanda dinámica y de
cos propios, los marginados. que que si el empleo crece en él rápi-
apenas dan por sí mismos para el damente, ello se debe a su tecnolo-
motín y para el saqueo, tampoco gía particular más intensiva en ma-
parecen movilizables para un pro- no de obra.
yecto político que pretenda modi- Esa tecnología es compatible con
ficar el cuadro general de la socie- la producción artesanal y con el tra-
dad y que de esta manera se pro- bajo descentralizado de los "cuen-
ponga elevar su existencia" (51). tas propia". Lo cual no significa
51. Mario Arrubla, "Síntesis de Historia
que las actividades informales
política contemporánea", en: Varios au- constituyan el reino de trabajo in-
tores: Colombia hoy. Ed. Siglo XXI, Bogotá dependiente y carezcan de relacio-
1978, pp. 219-220. nes con EL CAPITAL. Al contra-

Rev. Lecturas de Economía 101 Medellín, 5-6, mayo-Die. 1981


rio, ellas exploran y miden la mag- subordinación y proletarización a
nitud de nuevos campos, y cuando que están siendo sometidos. Hacen
resultan rentables, EL CA'PITAL parte de la pequeña burguesía tra-
las somete a su control, destruyén- dicional. Ello se manifiesta en su
dolas ahí donde la existencia de bajo grado de sindicalización y en
una tecnología moderna alternativa el carácter gremialista, apolítico y
lo permite, o reproduciéndolas en burocrático de muchas de sus orga-
forma ampliada pero sometiéndo- nizaciones. Por ello no cabe espe-
las a su control indirecto ahí don- rar de ellos el que puedan conver-
de la naturalezadel proceso de tra- tirse en una vanguardia sindical o
bajo no es compatible con la pro- política para el conjunto de la cla-
ducción o distribución en escala. se obrera. A pesar de lo cual po-
seen un amplio potencial reivindi-
Los agentes del sector informal cativo que puede aprovecharse me-
no son un conjunto de desclasados; diando un adecuado trabajo por
tampoco hacen parte de la clase parte de las organizaciones obre-
obrera, a pesar de los procesos de ras.

A EXO 9 1

TASAS DE DESEMPLEO DE MIGRANTES y DE NATIVOS


PARA LAS 4 PRINCIPALES CIUDADES DE COLOMBIA
Tasas de
Ciudad desempleo Sept/76 Sept/77 Sept178 Sept/79 Sept/80

total nativos" 12.6 13.3 12.6 12.6 14.4


4 ciudades migrantes** 9.3 7.2 5.7 7.1 6.5
B/quilla nativos 14.1 10.1 8.5 7.4 10.2
migrantes 7.9 6.8 5.3 4.5 5.4
Bogotá nativos 11.5 10.1 9.9 9.4 n.o
migrantes 7.4 5.6 4.7 6.7 4.5
Cali nativos 16.9 18.0 21.5 17.4 17.2
migrantes 10.8 8.8 5.1 8.0 7.2
Medellín nativos 17.4 19.8 17.2 19.7 22.2
migrantes n.o 10.3 9.2 8.4 11.6

* Tasa de desempleo = desocupados nacidos en el municipio.


de nativos P,E.A. nacida en el municipio

** Tasa de desempleo = desocupados rnigranres


de rnigrantes P.E.A. rnigranre
FUENTE: DANE, encuesta de hogares.

Rev. Lecturas de Economía 102 Medellín, 5·6, mayo-Dic. 1981


~
~
a
E
r:>.
"
r
~
ANEXO N9 2
¡';'
EMPLEO NO PROTEGIDO (EMPLEO DANE-EMPLEO ISS)
"
TOTAL 4 CIUDADES BARRANQUILLA BOGOTA CAL! MEDELLlN
---
* * *
Grado de Grado de Grado de Grado de Grado de
•..... Empleo no infor- Empleo no infor- Empleo no infor- Empleo no infor- Empleo no infor-
o protegido malidad protegido malidad protegido malidad protegido malidad protegido malidad
CI:)
Junio/74 -- -- -- -- -- -- -- -- 152_058 46.0
Sept:/75 -- -- -- -- -- -- -- -- 150_942 44_9
Sept./76 1.201.536 59.2 139.922 62.6 660.074 59.8 232.614 70.3 168.926 45.5
Sept./77 1.384.376 60.7 147.299 61.6 730.376 60.4 289.773 72.5 216.928 50.0
Sept./78 1.527.382 61.2 156.754 61.5 804.377 60.6 332.596 73.7 233.655 50.4
[ Sept./79 1.682.112 62.2 159.536 60.3 890.302 61.5 363.994: 75.5 268.280 52.6
~
p'
Sept./80 -- -- -- -- -- -- -- -- 286.761 52.7
VI * Grado de informalidad medido como empleo "Protegido" /Empleo total.
P-
8
.!l
6r;"
•....
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•....
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2
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e,
'" ANEXO N9 3
~
EMPLEO INFORMAL TOMADO DE EMH COMO TRABAJADORES POR CUENTA PROPIA,
ª
0;'
TRABAJADORES FAMILIARES SIN REMUNERACION y SERVICIO DOMESTICO
-
TOTAL 4 CIUDADES BARRANQUILLA BOGOTA CAL! MEDELL!N
Grado ** Grado de Grado de Grado de Grado de
No infor- de infor- No infor- infor- Empleo infor- Empleo infor- Empleo infor-
malidad malidad malidad malidad informal malidad informal malidad informal malidad
t-'
o
~ Junio/74* 349.275 -- 49.020 -- 181.712 -- 63.455 -- 60.088
Sept./75 525.506 34.3 81.064 40.1 333.269 34.1 100.391 32.7 110.783 32.9
Sept./76 666.263 32.8 89.781 40.2 373.148 33.8 103.706 31.4 100.628 27.1
Sept./77 727.966 31.9 95.198 39.8 373.290 30.9 140.843 35.2 118.635 27.4
Sept./78 775.865 31.1 87.518 34.3 407.305 30.7 160.830 35.6 120.212 25.9
Sept./79 820.494 30.3 91.204 34.5 418.839 28.9 172.763 35.9 137.488 27.0
[ Sept./80 941.504 32.7 103.861 38.1 508.479 32.7 191.681 32.7 137.473 25.2
~
..5' -
* No incluye servicio doméstico, por lo tanto no es válida la representación con otros índices del período.
VI
?- ** Grado de informalidad = Empleo informal/empleo total.

j
o
6
B"
•.....
\O
co
•.....
ANEXO NQ 4

EMPLEO TOTAL, EMPLEO NO PROTEGIDO, Y EMPLEO


DE LOS CUENTA PROPIA EN EL TOTAL DE LAS
4.PRINCIPALES CIUDADES-
(JUNIO/74 - JUNIO/81)

Empleo Empleo
Empleo total N o protegido Cuenta propia

Junio/74 1.763.747 349.275 (1)


Septiembrel75 1.824.066 625.506
Septiembre176 2.029.859 1.201.536 666.263
- Septiembre/77 2.281.866 1.384.376 727.966
Septiembre/78 2.497.354 1.527.382 775.865
Septiembre/79 2.704.282 1.682.112 820.494
Septiembre/Bíl 2.881.940 941.504
Diciembre/80 2.943.154 1.867.958
Junio/81 2.923.690 1.333.983

FUENTES: : Empleo total y Empleo de los ~uenta propia con base en Ios tabulados de las
Encuestas Nacionales de Hogares del DANE.
Empleo no protegido se obruvo deduciendo del empleo total el empleo prote-
gido según datos del ISS.
1. En junio de 1974 no se incluyó el servicio doméstico en los cuenta propia, éste se
clasificó -dentro de la categoría de empleados y obreros.

Rev. Lecturas de Economía 105 Medellín, 5-6, mayo-Dic. 1981


ANEXO NQ 5
TASAS DE DESEMPLEO Y SU EVOLUCION EN DISTINTOS
PERIODOS PARA EL TOTAL DE LAS CUATRO' CIUDADES
Y MEDELLIN JUNIO/74 - JUNIO/81
CUATRO CIUDADES MEDELL1N
Crecimiento Crecimiento
Períodos Tasa ' porcentual tasa - ,~-- - porcennral

Junio/74 12.7 13.4


(-7.8) (3.9)
Septiembre/75 11.4 14.1
(-9.2) '(-1.4)
Septiembre/77 9.4 13.7
(-2.2) (-4.1)
Septiembre/79 9.0 12.6
(4.4) (24.6)
Septiembre/Bü 9.4' 15.7
(-57.2) (-:-12.1)
Diciembre/80 7.6 16.2
(16.4) (-15.4)
Junio/81 8.2 14.9
FUENTE: .Tabulados encuestas de hogares, DANE, varias fechas,

ANEXO N9 6
EMPLEO TOTAL, EMPLEO NO PROTEGIDO Y EMPLEO DE LOS
CUENTA PROPIA EN MEDELLIN ENTRE JUNIO/74 y JUNIO/81
Empleo no Empleo
Períodos Empleo total protegido "Cuenta propia"

Junio174 330.632 152.058 60.088 (1)


Septiembre175 336.361 150.942 110.783
Septiembre/76 371.159 168.926 100.628
Septiembre/77 433.533 216.928 118.635
Septiembre/78 464.019 233.655 120.212
Septiembre/79 510.112 268.280 137.488
Septiembre/80 544.644 286.761 137.473
Diciembre/80 562.223 304.325
Junio/Hl 543.497 283.653
FUENTES: Empleo total y Empleo de los cuenta propia con base en los tabulados de las
Encuestas de Hogares del DANE.
iEmpleo no protegido se obtuvo deduciendo del Empleo total el Empleo pro-
tegido por el 1SS_
1. En la Encuesta de Hogares de junio/74 no se incluyó servicio doméstico en los cuenta
propia, éste se clasificó en la categoría de empleados y obreros.

Rev. Lecturas de Economía 106 Medellín, 5-6, mayo-Dic. 1981

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