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Danza y Ritual en
Extremadura
Ricardo Jiménez
en el trabajo de campo y medios
audiovisuales y de
Ángel Domínguez
en la transcripción y digitalización
de partituras y estudio
analítico musical.
Edita: CIOFF España
© 2009, La autora
© 2009, de esta edición CIOFF España
Fotografía inferior de portada y contraportada: Anónimo (Procesión del Corpus Christi).
Fotografía de contraportada: Imagen de San Blas con el báculo, las cintas y las roscas de anís.
Ermita de San Blás (Cáceres)
Fotografía/Imágenes: Ricardo Jiménez (RJ Producciones)
Gráficos: María José Pulido
Índices: Marta Serrano
I.S.B.N.: 978-84-612-8601-0
Depósito Legal: CR-961-2008
Imprime: Lozano Artes Gráficas.
Colabora:
Este trabajo ha sido realizado con el apoyo de una beca convocada por CIOFF-ESPAÑA e INAEM.
(Consejo Internacional de organización de festivales de folklore e Instituto Nacional de las Artes
Escénicas y de la Música).
RJ Producciones de Cáceres.
A mi madre, Rosa Manzano,
por enseñarme a bailar y sentir los sones de Extremadura.
Pág.
Presentaciones 19
Agradecimientos 25
INTRODUCCIÓN 29
Fundamentación 31
Planteamiento metodológico 33
Hipótesis para futuras investigaciones 36
Estructura final del libro 37
APÉNDICES 461
APÉNDICE I: Cuadro cronológico de danzas documentadas 463
APÉNDICE II: Danzas según el ciclo anual 469
APÉNDICE III: Danzas por zonas geográficas 477
APÉNDICES IV: Tocatas de danzas editadas e inéditas de Manuel García Matos 487
ÍNDICES 583
Onomástico 585
Geográfico 597
De danzas e instrumentos 603
De partituras 613
De imágenes 621
BIBLIOGRAFÍA 627
Pág.
Frase primera 7
Dedicatoria 9
Índice General 11
Índice Analítico 13
Presentaciones 19
Agradecimientos 25
INTRODUCCIÓN 29
Fundamentación 31
Planteamiento metodológico 33
Hipótesis para futuras investigaciones 36
Estructura final del libro 37
APÉNDICES 461
APÉNDICE I: Cuadro cronológico de danzas documentadas 463
APÉNDICE II: Danzas según el ciclo anual 469
APÉNDICE III: Danzas por zonas geográficas 477
APÉNDICES IV: Tocatas de danzas editadas e inéditas de Manuel García Matos 487
APÉNDICE IV. 1. Lírica popular de la Alta Extremadura 487
APÉNDICE IV. 2. Caja 43B: Fichas inéditas. Sección de folklore.
Instituto Español de Musicología (C.S.I.C.) Institución Milá y Fontanals 533
APÉNDICE IV. 3. Cancionero de la Provincia de Cáceres: Matos-Crivillé 579
ÍNDICES 583
Onomástico 585
Greográfico 597
De danzas e instrumentos 603
De partituras 613
De imágenes 621
BIBLIOGRAFÍA 627
* CIOFF: Conseil International des Organisations de Festivals de Folklore et d’Arts Traditionnels (Consejo
Internacional de Festivales de Folklore y de Artes Tradicionales).
C
omo punto de partida de la presentación de todos nuestros trabajos,
siempre sentimos la necesidad de iniciarlos con la idea obvia de que toda
investigación parte de la curiosidad que se tiene sobre un tema. Curiosidad
que no se basa exclusivamente en meras hipótesis, difíciles de cerrar, sino sobre
el que se cuenta con profundos conocimientos adquiridos a través de intensos
y extensos estudios y de una larga experiencia práctica.
En el largo tiempo ya dedicado al trabajo de campo por la geografía ex-
tremeña, hemos estado presentes, en cuerpo y alma, en numerosas festividades
y rituales religiosos y profanos, en los que las danzas se encuentran implícitas.
Ya desde el puro disfrute hedonista como observadores de hace cuatro décadas,
a posteriormente entrar en un campo activo como investigadores, llegando en los
últimos tiempos a convertirnos muchas veces en observadores-participantes, in-
cluso a veces como participantes directos, especialmente en el intento de recordar
y reconstruir, con los antiguos danzantes y otros informantes, algunas piezas casi
olvidadas. En todo este tiempo hemos mantenido numerosas conversaciones con
las personas implicadas, desde los párrocos, mayordomos y distintos integrantes
de cofradías, con los danzantes viejos y nuevos y con sus familiares, además de
con los investigadores, eruditos locales y con el pueblo en general.
Al mismo tiempo en las visitas a archivos y bibliotecas, históricos,
diocesanos, municipales, eclesiásticos y familiares, hemos encontrado docu-
mentación haciendo referencias a las danzas organizadas para la Festividad
del Corpus Christi y para otras celebraciones dedicadas a Cristo, la Virgen y los
Santos como patronos de los distintos pueblos.
Ya desde las primeras investigaciones, que llevamos a cabo desde 19801,
pudimos iniciar lo que iba a ser un largo recorrido, abriendo hipótesis para la
1
M. Pilar Barrios Manzano: Historia de la Música en Cáceres. 1590-1750. Cáceres: Insti-
tución Cultural “El Brocense”, 1980. 1ª Edición agotada, se puede consultar en formato PDF, en la
biblioteca virtual del Portal de Patrimonio Musical Extremeño, http://nuestramusica.unex.es.
PLANTEAMIENTO METODOLÓGICO
Varias han sido las publicaciones en formato libro, artículo y en digital,
a través de Internet, en las que hemos expuesto muy sencillamente nuestras
líneas metodológicas para la investigación de la música de tradición oral como
parte del patrimonio cultural. Hicimos un planteamiento más amplio en nuestro
estudio sobre Fuentes y metodología para el estudio de la música de tradición
oral en Extremadura2. También en los proyectos que realizamos sobre patrimonio
musical en la Zona de las Torres y en la Comarca de la Serena, incluidos en el
Portal sobre Patrimonio Musical Extremeño3 incluimos el proceso seguido por
los distintos equipos en cada uno de los trabajos. Por ello no creemos necesa-
rio volver a ofrecer aquí una descripción precisa y detallada de la metodología
seguida durante la presente investigación, sin embargo sí ofrecemos a grandes
rasgos las líneas metodológicas para esta investigación.
Aunque en la primera parte de este trabajo volveremos a abundar sobre
esta cuestión, queremos recordar aquí la idea, muchas veces expresada por Caro
Baroja, que todos compartimos, según la cual para alcanzar a comprender un rito,
bien sea público o privado, ocasional o periódico, resulta necesario estudiarlo
en su totalidad y en relación con la ocasión concreta en la que se lleva a cabo. A
los elementos citados habría que añadir el lugar o lugares donde se desarrolla,
las diferentes fases del ritual, los niveles de participación, la indumentaria, el
acondicionamiento del espacio físico, los símbolos, la gastronomía y, sobre todo,
la música como algo inseparable e inherente a la danza.
Una vez establecido con claridad nuestro objeto de estudio –las danzas
rituales – partimos de una puesta al día sobre el estado de la cuestión, según la
información aportada por investigadores anteriores y de nuestra propia expe-
riencia en campos similares. A grandes rasgos podríamos resumir sucintamente
en tres grandes fases:
2
M. Pilar Barrios Manzano y Ricardo Jiménez Rodrigo: “Metodología y fuentes para el
estudio de la música de tradición oral en Extremadura”. Monográfico de la Revista Saber Popular.
Nº 20-21. Fregenal de la Sierra: Federación Extremeña de Folklore, 2004, pp. 46 y ss. basándonos
en escritos de Caro Baroja, Aguirre Baztán, Hamerley y Atkinson, etc.
3
También hemos expuesto en varias ocasiones en el Portal de Patrimonio Musical Extre-
meño.: http://nuestramusica,unex.es, que incluye el Proyecto La Serena Patrimonio Musical en la
cultura popular: http://www.la-serena.com/musica/index.html
4
Ricardo Jiménez Rodrigo, educador social y antropólogo ha jugado un importante pa-
pel en esta parte del trabajo. Ricardo Jiménez Barrios, músico, realizador y productor audiovisual,
nos ha acompañado y prestado su experiencia en todo el proceso de grabación y digitalización de
audios y vídeos.
5
Enrique Cámara de Landa. Etnomusicología. Madrid: Ediciones del Instituto Complu-
tense de Ciencias Musicales. Colección Música Hispana, 2004; pp. 363 y ss.
6
Bela Bartok: Escritos sobre música popular. Madrid: Siglo XXI, 1979, p. 45.
M
uchas definiciones se han dado para explicar el concepto de “danza”
y sus diferencias, correspondencias o similitudes con el de “baile”.
En su estudio sobre la tradición y la danza en España el musicólogo
Emilio Rey1 aporta varias de estas definiciones. Según este autor, “En el len-
guaje común, en estudios de Antropología Cultural y en recopilaciones de
música tradicional, se habla de bailes y danzas en doble sentido: unas veces
para asociar indistintamente los dos términos a un mismo significado y otras
para expresar sus diferencias en cuanto a la funcionalidad, estilo coreográfico
o significación ritual”2. Ismael Fernández de la Cuesta por su parte, brinda un
interesante apunte filológico al señalar que en el ámbito lingüístico de la Ro-
mania el término germánico danzar prevaleció sobre la palabra latina vulgar
ballare (de donde procede la castellana bailar), “perdiéndose esta acepción en
la palabra culta saltare> saltar” 3.
Danzas y bailes solían distinguirse en tiempos pasados en función
del contexto social donde se ejecutaban; así, se llamaban danzas a las reales,
cortesanas y nobles, y bailes a los populares, con los que se divertía el pueblo.
Después de contrastar innumerables citas en obras literarias, históricas, tratados
de danza, etc., en los que aparecen continuas alusiones a ambos términos, rela-
cionados con distintas clases sociales, es muy interesante examinar la conocida
polémica que se establece en el siglo XIX entre Barbieri y Monreal, estudiada
por Carmen García Matos4. En las opiniones que nos dan estos autores se pue-
den observar dos puntos de vista diferentes en torno a la definición y diferencia
1
Emilio Rey García: “Las danzas rituales en España”. En Tradición y danza en España.
Madrid: Consejería de Cultura-Ministerio de Cultura, 1992, pp. 17-34. Este libro dedica un capítu-
lo a cada Comunidad, lo que supone un buen punto de partida para poder hacer estudios compara-
tivos y buscar generalizaciones en el ámbito de la Península Ibérica. El antropólogo Javier Marcos
Arévalo fue el encargado de redactar el capítulo correspondiente a Extremadura, pp. 237-248.
2
Ibídem, p. 20.
3
Ismael Fernández de la Cuesta: Historia de la música española. Vol 1. Desde los oríge-
nes hasta el Ars Nova. Madrid: Alianza Música, 1983, p. 172.
4
Carmen García-Matos Alonso: “Una polémica en torno a las danzas de cuenta y los
bailes de cascabel de los siglos XVI y XVII”. En Nassarre. Revista Aragonesa de Musicología XII,
2, 1996. Miscelánea en homenaje a Dionisio Preciado, pp. 121-139.
5
Ibídem, p. 121.
6
Francisco Asenjo Barbieri: La Ilustración Española y Americana, 22-X-1877, p. 330.
7
Carmen García-Matos Alonso: “Una polémica en torno a las danzas de cuenta…”, p. 122.
8
Julio Monreal: La Ilustración Española, 30-I-1878.
9
Carmen García-Matos Alonso: “Una polémica en torno a las danzas de cuenta…”, p. 122.
10
Curt Sachs: Historia universal de la danza. Buenos Aires: Centurión, 1944, p. 14.
11
Bonifacio Gil García: Cancionero popular de Extremadura. Tomo I. Badajoz: Diputa-
ción Provincial, 1931, pp. 131-137 (Al hacer las referencias a las páginas, estamos utilizando la
edición que en 1998 hicieron Enrique Baltanás y Antonio José Pérez Castellano, desde el Servicio
de Publicaciones de la Diputación de Badajoz, pues más fácilmente accesible para el interesado.)
12
Bonifacio Gil García: Cancionero popular de Extremadura. Tomo II Badajoz, Diputa-
ción Provincial, 1956, pp. 579 -593.
13
Aurelio Capmany: “El baile y la danza”. En Folklore y costumbres de España Tomo II
F. Carreras y Candi (dir.). Barcelona: Casa Editorial Alberto Martín, 1944, pp. 167- 418.
14
M. Pilar Barrios Manzano: “El Instituto Español de Musicología del Consejo Superior
de Investigaciones Cientíricas. Aportaciones a la música extremeña”. En Saber popular. Revista
extremeña de folklore. Nº 18, julio septiembre de 2001. Fregenal de la Sierra: Federación extreme-
ña de folklore- Consejería de Cultura.Junta de Extremadura, 2001, pp.67-94.
15
Manuel García Matos: Lírica popular de la Alta Extremadura. Madrid. Unión Musical
Española, 1945, p. 314.
16
Josep Crivillé y Bargalló: Historia de la música española. 7. El folklore musical. Ma-
drid: Alianza, 1983, p. 196.
17
Ibídem, p. 202.
18
Francisco Tejada Vizuete: “Danza”. En Diccionario de Antropología. A. Aguirre Baztán
(coord.). Barcelona: Boixareu Universitaria, 1993, pp. 167- 172.
19
Emilio Rey García: Op. Cit., p. 23.
20
Francisco Tejada Vizuete: Op. Cit., p. 167.
21
Miguel Manzano Alonso: Cancionero leonés, vol. I, tomo II. León: Diputación Provin-
cial, 1993, p. 20.
22
Ibídem p. 21.
En este sentido, Miguel Manzano ofrece una reflexión ligada a las moder-
nas prácticas de refolklorización, que viene a enriquecer todavía más el debate se-
mántico-funcional en torno al binomio baile-danza y que abre nuevos interrogantes
para la investigación dentro de la postmodernidad: “Cualquier baile tradicional
sacado de su contexto normal e interpretado como espectáculo ante un público
sobre un tablado o un escenario, aun permaneciendo idéntico en su coreografía
y en el soporte musical, cambia de significado y pasa a la categoría de danza”24.
Con respecto a esto podríamos plantearnos un interrogante: cuando una danza
se separa de su contexto geográfico y temporal, rompiendo su carácter cíclico y
su finalidad intrínseca y se lleva a un escenario ¿debe pasar a llamarse baile?.
Para responder adecuadamente a la pregunta debemos tener en cuenta que en los
últimos años tampoco las danzas han podido permanecer totalmente inmunes a
23
Joaquín Díaz: La memoria permanente. Valladolid: Ámbito, 1991, pp. 18-19.
24
Miguel Manzano Alonso, Op. Cit, p. 22
25
Diccionario de la música española e hispanoamericana. Emilio Casares (Dir.). Madrid:
Sociedad General de Autores de España, 1999-2002. pp. 360-394.
26
Ander Manterola Aldeokoa, “Consideraciones sobre la religiosidad popular en la in-
vestigación etnográfica”. En Ohitura, Estudios de Etnografía Alavesa, nº 5. Vitoria-Gasteiz: Dipu-
tación Foral de Álava. Seminario Alavés de Etnografía, 1987, p. 96.
27
E. Durkheim, E.: Las formas elementales de la vida religiosa. Madrid: Akal, 1982.
28
M. Delgado Ruiz: “Rito”. En Diccionario temático de antropología A. Aguirre Baztán
(ed.), 2ª ed., Madrid: Boixareu Universitaria, 1993, pp. 538-542.
29
R. H. Winthrop: Dictionary of Concepts in Cultural Anthropology. Westport- CT:
Greenwood Press, 1991, p. 242.
30
José Luis Majada Neila: Ser quinto en Extremadura (Folklore, historia, antropología).
Madrid: Fundación ONCE, 1991, p. 37.
Por su carácter social, el ritual festivo es parte esencial para los indi-
viduos del contexto en el que se realiza y se mantiene cuando se da la partici-
pación o mejor la aceptación y apoyo del colectivo no participante al grupo o
asociación que lo organiza, porque para unos y otros el ritual supone una fuerte
31
Isidoro Moreno Navarro: “El estudio de los grupos para el ritual: Una aproximación”.
En Grupos para el ritual festivo (coordinación y prólogo de Manuel Luna Samperio). Murcia: Con-
sejería de Cultura, Educación y Turismo, 1989, p. 16.
32
Javier Marcos Arévalo: “Los rituales festivos: Patrimonio inmaterial, aplicación di-
dáctica de los materiales y proyecto de investigación en Extremadura”. En La tradición oral en
Extremadura. Utilización didáctica de los materiales. Mérida: Consejería de Educación, Ciencia y
Tecnología, 2004, pp. 284-290.
33
Ibídem, p. 287.
34
Rodrigo Díaz Cruz: Archipiélago de rituales. Teorías antropológicas del ritual. Barce-
lona: Anthropos/Universidad Autónoma Metropolitana -Iztapalapa- México, 1998, p. 225.
35
Gilbert Rouget: La musique et la transe. Esquisse d’une théorie générale des relations
de la musique et de la possession. París: Gallimard, 1990 (1ª ed. 1980), pp. 557-559.
36
Ismael Fernández de la Cuesta: “El teatro litúrgico romance a través de sus vestigios
en la tradición oral”. En Revista de Musicología, vol. X, 1987, pp.383-389.
37
Ibídem, p. 385.
38
Francisco Tejada Vizuete: “Danza”. En Diccionario temático de antropología…, p. 167.
39
Costumbre antiquísima atestiguada ya por Egeria (siglo IV) en su Itinerario (25, 1-4),
puede dar lugar a cantos y gestos especiales (A. Arce: Itinerario de la Virgen Egeria. Edición crítica
del texto latino. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1980, p. 265).
40
Francisco Tejada Vizuete: “Danza”. En Diccionario temático de antropología..., p. 169.
E
l tema de las danzas rituales en la tradición extremeña ha sido abordado
por varios autores, en muchas ocasiones de manera tangencial o en forma
de breves ensayos monográficos publicados como artículos en diferentes
revistas. En conjunto, la información aportada no resulta desdeñable, pues
incluso la simple mención del nombre de una danza es útil para cualquier
investigador, pero las metodologías empleadas y los contenidos tratados son
dispares, fragmentarios y de muy desigual valor. Otras veces no es la bibliografía
la que nos orienta, sino los datos aportados en los archivos sobre las danzas
en las festividades. De la misma manera puede encontrarse en la iconografía
algunas representaciones de danzas y, desde luego, como base de todo ello,
hallarse otras referencias históricas y literarias, que indiquen similitudes con
las danzas recogidas en nuestra Comunidad.
41
Aurelio Capmany: “El baile y la danza”. En Folklore y costumbres de España, F. Carre-
ras y Candi (coord.). Vol. II. Barcelona: Alberto Martín, 1944, pp. 167-418.
42
Dionisio Preciado: El Folklore español: Música, danza y ballet. Madrid: Studium, 1969.
43
Curt Sachs: Historia universal de la danza. Buenos Aires: Centurión, 1944.
44
Ibídem, pp. 217-448.
45
A.A. V.V.: Tradición y danza en España. Madrid: Consejería de Cultura-Ministerio de
Cultura, 1992.
46
Miguel Manzano Alonso: Cancionero Leonés, 6 vols. I (II): Tonadas de baile. León:
Diputación Provincial, 1993 Cancionero popular de Burgos. 5 vols. II: Tonadas de baile y danza.
Burgos: Diputación Provincial, 2001.
47
Miguel Manzano Alonso: La jota como género musical. Madrid: Alpuerto, 1995.
48
Beatriz Martínez del Fresno: “Música y danza”. En: Actas del V Congreso de la Socie-
dad Española de Musicología “Campos Interdisciplinares de la Musicología” 2 vols. (Barcelona,
25-28 de octubre de 2002). Ed. Begoña Lolo. Madrid: Sociedad Española de Musicología, 2001,
vol. 1, pp. 439-475.
49
Mª José Ruiz Mayordomo: “La danza histórica, herramienta para construir la historia
de la música y la danza”. En: Actas del IV Congreso de la Sociedad Española de Musicología “La
investigación Musical en España: estado de la cuestión y aportaciones” (Madrid, 8-10 de mayo de
1997). En Revista de Musicología, vol. XX, nº 1, 1997, pp 301-313.
50
Francisco Tejada Vizuete (coord.): Raíces. El Folklore Extremeño. Extremadura festi-
va. 2 vols. Badajoz: Hoy Diario de Extremadura, 1995.
51
Isabel Gallardo de Álvarez.: “El día de San Juan. (Un capítulo para el Folklore fronte-
rizo)”. En Revista del Centro de Estudios Extremeños, tomo XVI, nº 3. Badajoz: Diputación Provin-
cial, 1942, septiembre-diciembre, 1942, pp. 81 a 110.
52
Isabel Gallardo de Álvarez.: “De folklore I. Danzas rituales”. En Revista del Centro de
Estudios Extremeños, tomo XVI, nº 2. Badajoz: Diputación Provincial, 1942, pp. 309 a 320.- “De
folklore II. Más sobre danzas rituales”. En Revista del Centro de Estudios Extremeños, tomo XVII,
nº 3. Badajoz: Diputación Provincial, 1942, pp. 113 a 122.
53
Isabel Gallardo de Álvarez.: “De Folklore I. Medicina popular”. En Revista del Centro
de Estudios Extremeños. tomo VII [por XVII], nº 3. Badajoz: Diputación Provincial, mayo-agosto
1943, pp. 291 a 296.
54
Isabel Gallardo de Álvarez: “La Navidad en Extremadura”. En Revista del Centro de
Estudios Extremeños, tomo XVIII, nº 1, enero-abril, y nº 2, mayo-agosto. Badajoz: Diputación Pro-
vincial, 1944, p. 130.
55
Bonifacio Gil: Cancionero popular de Extremadura, vol. 1. Badajoz: Servicio de Publi-
caciones de la Diputación, 1998 (1ª edición de 1931), pp. 131-140; 338-356.
56
Bonifacio Gil: Cancionero popular de Extremadura, vol. 2. Badajoz: Servicio de Publi-
caciones de la Diputación, 1998 (1ª edición de 1956), pp. 579-593; 781-784.
57
Ibídem, p. 579.
58
Ibídem, p. 579.
59
Manuel García Matos: Lírica popular de la Alta Extremadura. Madrid: Unión Musical
Española, 1944 (Facsímil. P. Barrios-C García-Matos, 2001), pp. 207-358.
60
Ibídem, p. 138.
61
Ibídem, p. 138.
62
Aurelio Capmany: “El baile y la danza”. En Folklore y costumbres de España. Vol. II.
Barcelona: Alberto Martín, 1944, pp.167-418.
63
Ibídem, pp. 348-349.
64
Manuel García Matos: Cancionero popular de la provincia de Cáceres, (Lírica popular
de la Alta Extremadura II). Edición crítica por Josep Crivillé y Bargalló, Barcelona-Mérida: Ins-
tituto Español de Musicología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas- Consejería de
Cultura de la Junta de Extremadura, 1982 pp. 127-129.
65
Rafael García Plata de Osma: “Geografía popular de Extremadura”. En Revista de Ex-
tremadura. Cáceres, vol. I, pp. 320-325
66
Valeriano Gutiérrez Macías: Por la geografía cacereña Fiestas populares”. Madrid: Ed.
autor, 1968.
67
Ángela Capdevielle: Cancionero de Cáceres y su provincia. Cáceres: Diputación Pro-
vincial, 1969.
68
Carmelo Solís Rodríguez:“Fiestas del Corpus de Badajoz”, en Revista Alminar, nº 6,
Badajoz, junio de 1979, p. 24
69
José Sendín Blázquez: Tradiciones extremeñas. León: Everest, 1990.
70
Josep Crivillé y Bargalló: “Baile y danzas de las tierras extremeñas”. En Historia de la
música española. 7. El folklore musical, Madrid: Alianza, 1983, pp. 254-256.
71
Francisco Tejada Vizuete: “Manifestaciones folklóricas paralitúrgicas en la Baja Ex-
tremadura aproximación histórica”. En Estudios de Antropología y Folklore en Extremadura, nº
III, extraordinario de la Revista de Estudios Extremeños. Javier Marcos Arévalo (coord.). Badajoz:
Diputación Provincial, 1987// “Danzas eucarísticas y marianas en la Sierra bajoextremeña y onu-
bense”. En Demófilo. Revista de Cultura Tradicional de Andalucía, n° 21. Sevilla 1997 pp. 119-129
//”Danzas paralitúrgicas en la Baja Extremadura. Notas históricas”. En Actas de las I Jornadas de
Investigación de danzas guerreras, agrarias de fertilidad, de paloteo y similares, Fregenal de la
Sierra, Ayuntamiento, 1986, pp. 57-70 // “Danzas religiosas en la Baja Extremadura: Cuestiones
hermenéuticas”, y “Riqueza modal y rítmica de la música folk1órica extremeña. Algunas sugeren-
cias didácticas”. En Folklore y Escuela. CEP de Badajoz. 1989. pp. 17-19 y 32-35 // “Procedencia y
clasificación musicológica del presente “corpus” de Villancicos (presentación y consideraciones)”.
En Saber Popular, nº 7, p.11, 1987. // “Danza”. En Diccionario de Antropología A. Aguirre Baztán
(coord.). Barcelona: Boixareu Universitaria, 1993, pp. 167-172 // “Danza tradicional”, 1991, pp.
30-31. En Gran Enciclopedia Extremeña. Mérida: Editora Regional Extremeña, 1991.
72
Francisco Tejada Vizuete (coord.): Raíces. El folklore extremeño. Extremadura festiva.
2 vols. Badajoz: Hoy Diario de Extremadura, 1995.
73
A.A. V.V.: Tradición y danza en España, Madrid, Museo Español de Arte Contempo-
ráneo, abril-mayo de 1992, Madrid: Ministerio de Cultura, 1992. Introducción de Emilio Rey, pp.
19-33.
74
Javier Marcos Arévalo: “Extremadura”. En Tradición y danza en España. Emilio Rey
(coord.). Madrid: Ministerio de Cultura, 1992. pp. 237-248.
75
José Mª Domínguez Moreno: Fiestas populares de la Provincia de Cáceres. Salamanca:
Caja Salamanca y Soria, 1997.
76
M. Pilar Barrios Manzano: “Danza y ritual en la tradición extremeña”. En Revista de
Musicología, vol. XXVIII, nº 1. Madrid: Sociedad Española de Musicología, 2005, pp. 639-663.
77
Rosario Guerra Iglesias y Sebastián Díaz Iglesias: Los sonidos de un pueblo. Música, tex-
tos y contextos en Piornal. Cáceres: Diputación Provincial de Cáceres (en prensa). Francisco Rodilla
León: Música de tradición oral en Torrejoncillo. Cáceres: Institución Cultural “El Brocense”, 2007.
78
Este proyecto contó con la participación de los profesores Marita Fornaro y Antonio
Díaz de la Universidad de Valladolid y Victoria Eli de la Universidad Complutense de Madrid y
con la colaboración de la Universidad de Extremadura, representada por Pilar Barrios. Este pro-
yecto audiovisual en la temática de danzas trabajó las de Los negritos de Montehermoso y las de
Los lanzaores de Fregenal de la Sierra.
79
Proyecto con referencia (HUM2007-66250/ARTE). Cuenta además con los investigado-
res: Ángel Domínguez, Ricardo Jiménez (Universidad-Junta de Extremadura), Victoria Eli (Univer-
sidad Complutense. Madrid), Salwa el Sawan Castelo-Branco (Universidad Nova de Lisboa), Pilar
Montoya (Conservatorio Superior de Salamanca), Guillermo Contreras, Gonzalo Camacho, Maya
Ramos y José Antonio Robles, Cenart-(Universidad Nacional Autónoma de México D.F.).
80
Joaquín Díaz: La memoria permanente (Reflexiones sobre la tradición). Valladolid:
Ámbito, 1991, p. 18.
81
Javier Marcos Arévalo: “Extremadura”. En Tradición y danza en España. Madrid: Con-
sejería de Cultura-Ministerio de Cultura, pp. 240-241.
82
Ismael Fernández de la Cuesta: Historia de la música española 1. Desde los orígenes
al Ars Nova. Madrid: Alianza, 1983, p. 33.
83
Manuel García Matos: Lírica popular... p. 14.
84
Ibídem, p. 318.
85
Manuel García Matos: Ibídem,. p. 315-317. Cita a F. Roxo de Flores en su Tratado de
recreación instructiva sobre la danza, su invención y diferencias, Madrid, 1793 que cita a su vez
a Sarmiento: Origen de la poesía. Según los escritos de Silio Itálico y de Estrabón y de Justino, los
españoles bailaban al estilo de los curetes o coribantes, golpeando la espada contra el escudo.
86
Ismael Fernández de la Cuesta: Historia de la música española 1. Desde los orígenes
al Ars Nova, Madrid, Alianza, 1983, p. 76.
87
ibídem, pp. 317-323.
88
Ismael Fernández de la Cuesta: “El teatro litúrgico romance a través de sus vestigios en
la tradición oral”. En Revista de Musicología, vol. X, 1987, nº 2. Symposium Internacional, Cuen-
ca, 30 de octubre a 2 de noviembre de 1986, Madrid, Sociedad Española de Musicología, p. 385.
La Crónica del Rey don Alfonso X el Sabio, por ejemplo, describe cómo
las ceremonias del recibimiento real incluían “muchas danzas de hombres et
de mujeres con trompas et atabales”90. El propio García Matos91 relaciona a los
músicos tamborileros de su época con los juglares medievales y hace derivar
las danzas que no son de paloteo de las “teatralerías y bailes juglarescos me-
dievales”, basándose en la existencia del tipo cómico del palotero que “no es
otra cosa –dice- que el llamado en otras regiones “zagarrón” o “zaharrón” o
“zaharra”, equivalente al juglar “zaharrón”.
El mismo autor extremeño, al hablar sobre La pastorela vigente hasta
hace una década en Palomero, y de la que hablamos en su momento, explica
la continuidad en la tradición extremeña de las manifestaciones musicales
medievales:
La pastorela, como sabemos es una composición poética especial introducida en
España en la Edad Media por los trovadores provenzales, pero bien se ve que nuestra
costumbre es de distinta prosapia; creémosla más bien vinculada a aquellas otras
Pastorelas de la antigua Liturgia católica, o sea el antiguo oficio que los pastores
celebraban durante los laudes de la Natividad, por lo que el abolengo vienen a ser
más ennoblecido y más caracterizadamente español92.
Será a partir del siglo XVI cuando, al igual que en el resto de comuni-
dades, en Extremadura comienzan a proliferar las noticias sobre las danzas en
89
Ismael Fernández de la Cuesta: Historia de la música española 1. Desde los origenes...,
p. 173.
90
Ibídem, p. 319.
91
Manuel García Matos: Op. cit., pp. 318-319.
92
Ismael Fernández de la Cuesta: Historia de la música española 1. Desde los orígenes…,
p. 104.
93
Gómez Guillén, Román. Juan Santiago Palomino, maestro de Capilla de la Catedral
de Plasencia (1712-1738). Seminario de Musicología del Conservatorio Profesional de Música de
Cáceres “Hermanos Bezosa”. Cáceres: Institución Cultural “El Brocense”, p. 57.
94
Jesús Manuel López Martín: La arquitectura en el Renacimiento placentino. Simbo-
logía de las fachadas. Cáceres: I.C. “El Brocense”, 1985, p.57.
95
Manuel García Matos: Lírica popular..., pp. 321-326.
96
Francisco López Estrada: Estudios sobre el Siglo de Oro, pp. 311 y ss., pág. 312.
97
Maximiano Trapero “La música en el antiguo teatro de Navidad”, Symposium Interna-
cional. Cuenca. 30 de octubre a 2 de noviembre de 1986. En Revista de Musicología, vol X, nº 2,
Madrid: Sociedad Española de Musicología, 1987, pp. 415 a 45 y 441 y 442.
98
Rodrigo Caro: “Días geniales y lúdicos en el teatro del Barroco, citado por J. Hesse:
Vida teatral en el siglo de oro. Madrid: Taurus, 1965, p. 96.
99
Julio Monreal: La Ilustración..., 15-II-1878, p. 129.
100
Mariano Soriano Fuertes: Historia de la música española desde la venida de los feni-
cios hasta el año 1850. 4 vols. Madrid, Narciso Ramírez, 1856-1860.
101
Lothar Siemens Hernández: La folía histórica y la folía popular Canaria. Las Palmas
de Gran Canaria, 1965, p 28.
102
Carmen García-Matos Alonso: “Una polémica en torno a las danzas de cuenta..., pp.
121 a 139.
103
José López Calo: La música en la catedral de Plasencia. Trujillo: Ediciones La Coria,
Fundación Javier de Salas, 1995, p. 31.
104
“Con los danzantes y los que llevaron las insignias....2,5 reales” ----“A seis tambori-
nos por las danzas en la procesión y tañer por la villa...tres reales a cada uno”—“Al tamborilero
por tañer a la fiesta y procesión...2,5 reales”---“Al tamborilero en la fiesta de julio y octubre...12
reales”. Archivo Municipal de Garganta la Olla. Cuentas de Fábrica, 1526. Del material cedido
por Florencio López Ortigo.
105
José López Calo: Op. Cit., p. 32.
106
“Que el mayordomo haga las danzas como le pareciere, e que habiendo de las ordina-
rias, saque la víspera y día seis nuevas, que serán seis danzas nuevas” José López Calo: Op. Cit.
107
“Los dichos señores (los canónigos) dijeron que por cuanto por experiencia se ha
visto lo mucho q. se gasta en hacer el día del Corpus Christi autos, a causa de lo cual la obra de la
capilla (=la nueva iglesia) no anda como debería andar, mandaron que de aquí adelante no se haga
el dicho auto el dicho día ni vísperas, y que se hagan, entre viejas y nuevas, seis danzas...” (José
López Calo: Op. Cit., p. 32.)
108
Que en la fiesta del Corpus “no salga ningún diablo ni indio” José López Calo: Op.
Cit., p. 32.
109
En el inventario de la Cofradía del Rosario, en el año 1540 figura: “Una danza de los
cuatro doctores de la Iglesia…ruedas para el carro triunfal y rostros de danzantes con sus bigotes”
(Del material cedido por Florencio López Ortigo).
110
“En 1541 se acordó que el obrero de la fábrica, que era también el encargado de las
fiestas del Corpus, “no sacase las danzas de los guineos, por ser cosa muy antigua y enfadosa, y que
saque el día tres danzas de las nuevas... y que para las vísperas haya un entremés, y no danzas de
las nuevas, salvo algunas, si así le pareciere” José López Calo: Op. Cit., p. 32.
111
Que en la procesión de 1545 “se haga un auto, e haya dos danzas de las nuevas, de las
de ahora un año, con los vestidos que hay en la casa de la obra para ellos, e salgan en la procesión
los gigantes grandes y pequeños, y guineos, y segadores, y bardanzas, y judíos...” José López Calo:
Op. Cit., p. 32.
112
“...Quel día de Corpus salgan tres danzas e que para ellas dé el mayordomo de la
fábrica las vestiduras e aderezos que oviere en la casa de la obra e para ellas fueren menester, e
que se den a cada danza cinco ducados de la fábrica y a la que saliere mejor, a la determinación
del Cabildo, se le den otros cinco ducados demasiados, de manera que sean veinte ducados por
todas tres danzas; e más desto se les den a todas tres danzas veinte reales para los tamborinos”.
José López Calo: Op. Cit., p. 32.
113
“Por disposición del obispo de Badajoz, Juan de Ribera, se establecía en mayo de
1564, y en el lugar de Talavera la Real, “que el gasto que se hiziere con media docena de niños,
tasado el arbitrio y voluntad del mayordomo que fuere desta cofradía y de la fábrica de la Iglesia
deste lugar, los quales niños fueren bailando delante del Santísimo Sacramento, el dicho gasto
tasado como dicho es, se distribuya y gaste de esta manera: que la fabrica de la Iglesia e su mayor-
domo en su nombre de y gaste la mitad del dinero y la otra mitad de y gaste el dicho mayordomo
del Santissimo Sacramento” (Francisco Tejada Vizuete Archivo Parroquial de Talavera la Real.
Libro de Cuentas de la Cofradía del Santísimo).
114
En 1572 “Trate con la cibdad para que se saquen las danzas por las cofradías y oficios
el día de Corpus Christi” José López Calo: Op. Cit., p. 34.
115
José López Calo: Op. Cit., p. 36.
116
Se encargan con motivo del Corpus danzas de guineos, gitanas y bailaores y las de
Montehermoso”. M. Pilar Barrios Manzano: La música en la Catedral de Coria. Cáceres: Servicio
de Publicaciones de la Universidad de Extremadura, 1999, pp. 54- 55.
117
1600: Trujillo: Por acuerdo municipal del concejo de Trujillo correspondiente al 26
de mayo de 1600 describe así la procesión del traslado del Santísimo Sacramento hasta la recién
construida iglesia del Convento de San Francisco: “Que el domingo después del día del Corpus
que se tiene de hacer la traslación del Santísimo Sacramento de la Iglesia de San Francisco vieja
a la nueva, se halle esta ciudad en la procesión (...) con la música de ministriles, trompetas e ata-
bales e danzas; e se cometió a los regidores de este mes, lo faciliten e se junten con el Guardián...
e por las danzas lo concierten con Pedro de Zúñiga por alguna cosa”. (Juan de Tena: La opinión.
Periódico Independiente. Especial Escuela -Taller. Trujillo, sin fecha)
118
En el año 1607 por tañer una danza de gitanas, cuatro reales (Florencio López Ortigo)
119
José López Calo: Op. Cit, p. 67.
120
Pilar Barrios Manzano: Música en la Catedral de Coria..., pp. 54-55.
121
“Item mandaron que para las fiestas del Santísimo Sacramento... las danzas se hagan
sin representación, sólo para acompañar la procesión y se les dé solo por esto lo que pareciere a los
Sres. Mayordomo y Visitadores de Fábrica”. (Lib. 18, fol 248 vº, Ca.º Ord.º 31 mayo 1604). Domingo
Sánchez Loro: Historias Placentinas inéditas. Cáceres: I.C. El Brocense, 1985.
122
“Tratose en razon de las fiestas del Santísimo Sacramento y se acordo por causas que
a sus mercedes mueven que por tres años no aya comedias sino solo danzas” (Cab. Espiritual, 14
de mayo de 1627) Pilar Barrios, Op. Cit., p. 326.
123
Archivo Municipal de Plasencia, 1608. Doc. Nº 25. Documento facilitado por Fernan-
do Pizarro y por Ester Fernández, titular del Archivo Municipal de Plasencia.
124
En 1611 la Cofradía de San Jorge “pagó seis reales a la dança de xitanos”, Juan San-
guino Michel: Notas referentes a Cáceres, Badajoz, Ed. Norba, 1996.
125
Carmelo Solís Rodríguez: “Fiestas del Corpus de Badajoz”. En Revista Alminar Nº 6,
Badajoz, junio, 1979, p. 24.
126
Fernando Cortés Cortés: “Aproximación a las fiestas populares en Extremadura: Correr
toros y jugar cañas en el Badajoz del Seiscientos”, en Antropología Cultural en Extremadura. Prime-
ras Jornadas de Cultura Popular. Mérida: Editora Regional de Extremadura, 1989, pp. 231-232.
127
Rafael Caso Amador: Archivo Parroquial de Fregenal, Actas Capitulares, Caja 1, nº 6
(1624....), sesión del Cabildo de 18 de mayo de 1626, fls. 296 vº-298 rº.
128
Ibídem.
129
José López Calo: La música en la catedral del Plasencia..., p. 69.
130
Archivo Histórico de Cáceres. Protocolos Notariales, legajo 4023. (Del material inédi-
to de Pilar Barrios).
131
Rafael Caso Amador: “Sobre la historia de los “lanzaores” de Fregenal de la Sierra”.
En Revista Fiestas en honor de Nra. Sra. de la Salud, nº 1 (septiembre 1994), pp. 2-5. (APF Libros
de cuentas de Nuestra Señora de los Remedios, p. 210).
11. Francisco Tejada Vizuete. Manifestaciones folklóricas paralitúgicas..., p.. 710 “Dan-
zas paralitúrgicas en la Baja Extremadura. Notas históricas” en Actas de las I Jornadas de Inves-
tigación de danzas guerreras, agrarias de fertilidad, de paloteo y similares, Fregenal de la Sierra,
Ayuntamiento, 1986, pp. 57-70.
132
Francisco Tejada Vizuete: Manifestaciones folklóricas paralitúrgicas..., p. 710.
Milagros Caricol Sabariego: Cáceres en los siglos XVII y XVIII. Vida municipal y refor-
134
136
José López Calo: Música en la Catedral de Plasencia, p. 70
137
Ibídem, p. 70.
138
Ibídem, p. 113.
139
Ibídem, p. 114.
140
Dato cedido por Florencio López Ortigo.
141
Francisco Tejada Vizuete, de su material inédito.
142
Francisco Tejada Vizuete: Jerez de los Caballeros, Archivo Parroquial: Libro de Cuentas
de la Cofradía del Santísimo de la parroquial de San Bartolomé (1585-1786). Data de 1772-1785.
143
José López Calo: Op. Cit., p. 119.
144
Ibídem, p. 120.
145
Archivo Diocesano de Cáceres, Parroquia de Santa María, Libro de Visitas, nº 80,
folios 214 vº y 215 rº.
146
Antonio Gallego: La música en tiempos de Carlos III: Ensayo sobre el pensamiento
musical ilustrado. Madrid: Alianza Editorial, 1988, p. 88.
147
Ibídem, p. 98.
148
Rafael Caso: “Fiestas y danzas rituales en Fregenal de la Sierra en los siglos XVI
y XVII”, en Revista Fiestas en Honor de Nuestra Señora de la Salud, nº 3, septiembre 1996, p.
5-6.
149
Rafael Caso Amador: “Sobre la historia de los “lanzaores” de Fregenal de la Sierra”,
en Revista Fiestas en Honor de Nuestra Señora de la Salud, nº 1, septiembre 1994, pp. 2-5.
150
Rafael Caso: “Fiestas y danzas rituales en Fregenal de la Sierra en los siglos XVI y
XVII”, en Revista Fiestas en Honor de Nuestra Señora de la Salud, nº 3, septiembre 1996, pp. 5-
11, p. 6.
151
Rafael Caso Amador: “Sobre la historia de los “lanzaores” de Fregenal de la Sierra”,
en Revista Fiestas en honor de Nuestra Señora. de la Salud, nº 1, septiembre 1994, pp. 2-5.
Esta faceta del ritual llega a generalizarse en la mayor parte de los mu-
nicipios a lo largo del siglo XX y es normal ahora cuando la patrona o patrón
marcha hacia su ermita, una vez terminadas las fiestas en su honor. Se amplió
después al hecho de cambio de mando y adquisición del poder civil, cuando
el alcalde de la localidad entrega el bastón de mando a la Virgen patrona o al
Cristo o Santo patrón y en distintos municipios se siguieron realizando danzas
de cofradías de municipios de entorno. Podemos recordar aún que hace tres
décadas en la procesión que se hacía en Cáceres desde Fuente concejo a la Con-
catedral de Santa María con motivo de la bajada de la Patrona, la Virgen de la
Montaña, acompañaban a dicha procesión con la Danza del guiador o Reverencia
al Santísimo Sacramento de Portaje danzando en la procesión.
152
Juan Andrés Serrano Blanco: “Las danzas de Fregenal de la Sierra y Fuentes de León”,
en Actas de las I Jornadas de investigación de danzas guerreras, agrarias, de fertilidad, de paloteo
y similares, Fregenal de la Sierra, 1986.
153
Ibídem.
154
Al hacer el estudio por zonas incluimos las fichas que hemos digitalizado en la Sec-
ción de Folklore del Instituto Español de Musicología, actualmente Fundación Milá i Fontanals
de Barcelona, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, en varias visitas entre los años
2003 y 2005.
155
La obra del Obispo Martínez Compañón sobre Trujillo del Perú en el siglo XVIII.
Facsímil realizada en Madrid: Ediciones de Cultura Hispánica, 1987. Recientemente se hizo un
facsímil que está agotado, pero se puede consultar hoja a hoja en la Biblioteca Virtual Cervantes.
http://www.cervantesvirtual.com/portal/patrimonio/catalogo.shtml.
I.3. Diablucos en la procesión del Corpus. He- I.4. Danza de Diablucos. Trujillo (Perú). Obra
lechosa de los Montes. Extremadura. España. del Obispo Martínez Compañón en Trujillo
Raíces. El Folklore Extremeño, p. 108 del Perú en el siglo XVIII. E. 145
I. 5-6-Danzas de osos. Trujillo (Perú). Obra del Obispo Martínez Compañón en Trujillo
del Perú en el siglo XVIII. E. 171; E. 168
I.11.Caballitos. México.
Electra L. Mompradé y Tonatiúh Gutiérrez:
Danzas y bailes 1.12. Alcancías. Peñalsordo. Extremadura.
mexicanos. Arte mexicano Fotografía cedida por el Feder “La Serena”
I.15.Danza de bailanegritos.
Trujillo (Perú). Obra del Obispo Martínez
Compañón en Trujillo del Perú en el siglo
XVIII. E.140
I.19. Pintura al fresco: Procesión del Corpus. Siglo XVIII. Ermita de Nuestra
Señora de Fuensanta. Zorita (Cáceres)
I.20. Corpus Christi Peñalsordo (Badajoz) I.21. Danzas indígenas de las Montañas.
Trujillo (Perú). Obra del Obispo Martínez
Compañón en Trujillo del Perú en el siglo
XVIII. E. 174
I.22. Regreso de la procesión a la Catedral. Serie de la procesión del Corpus de Santa Ana.
Anónimo. Círculo de Basilio Santa Cruz Pomacallao y Diego Quispe Tito. Ca 1680
156
El investigador Ángel Domínguez Morcillo ofrece este avance de la tesis que presen-
tará en un futuro próximo con el título La flauta y el tamboril en Extremadura, en el programa de
doctorado: La Educación Física y Artística del Departamento de Didáctica de la Expresión Musi-
cal, Plástica y Corporal de la Universidad de Extremadura.
157
T. Turino: Moving away from silence. Chicago: Chicago University Press, 1993, p. 111.
158
B. Lotart-Jacob: Musiques en fête. Maroc, Sardaigne. Roumanie: Société d’Ethnologie,
Nanterre, 1994, pp. 14-15.
159
Miguel Manzano Alonso: La jota como género musical. Madrid: Alpuerto, 1995.
160
Emilio Rey, Op. Cit., p. 24.
161
Isidoro Moreno Navarro: “El estudio de los grupos para el ritual: una aproximación”,
en Grupos para el ritual festivo (coordinación y prólogo de Manuel Luna Samperio). Murcia: Con-
sejería de Cultura, Educación y Turismo, 1989, p. 19.
162
Joaquín Díaz: La memoria permanente. Reflexiones sobre la tradición. Valladolid: Ed.
Ámbito. 1991, pp. 55.
Y
a el antropólogo extremeño Javier Marcos Arévalo presentó un breve
estudio163 en 1992, marcando lo que llamó tres subáreas culturales en
relación con las danzas rituales en Extremadura. Según este estudio se
circunscribían a: La Vera, la Sierra suroccidental y la impropiamente llamada
Siberia, las zona de los montes nororientales de la provincia de Badajoz. Ade-
más añade otras poblaciones, aparte, en las Hurdes, Gata, el Jerte, etc. Según
avanzamos en el estudio se pueden ya establecer varias zonas o áreas y a su vez
subáreas que se caracterizan por guardar rasgos comunes y un tipo de danzas
muy parecidas, que a veces incluso pueden marcar rasgos de identidad.
El criterio que hemos seguido para reconocer estas áreas y subáreas se ha
basado en tres aspectos: Por una parte recoger zonas naturales ya establecidas,
en las que hemos visto o creído ver, quizá subjetivamente, aspectos similares
en sus manifestaciones; otras veces en áreas geográficas en las que destacan
claramente elementos autóctonos comunes y, por último, cuando se conserva
alguna manifestación independiente, pero que se practica en una zona geográfica
específica, las hemos definido y recogido como tales.
En el mapa que presentamos al final de este apartado se pueden observar
las zonas más prolíficas en danzas y en el anexo, con sus mapas parciales, por
zonas podemos ratificar lo que exponemos aquí como generalidad, más aún en
la segunda parte que presenta el estudio por zonas.
Podemos ya establecer cinco grandes áreas geográficas, como:
- Zona norte, por las numerosas y variadas danzas y rituales que la
caracterizan, basadas en series de danzas concatenadas de hombres
(paloteos, castañuelas, cintas, la bandera, ramos a Cristo y los santos,
animales y máscaras, de sanación y propiciatorias.
- Zona centro puede ser dividida en subáreas y cada una tiene aspectos
autóctonos dignos de destacar, como son las Danzas de cintas, Los ta-
bleros así como las coplas y Bailes del pandero, que coinciden con los
cambios de estación, Candelas y Santos Mártires y los Carnavales.
163
Javier Marcos Arévalo: “Las danzas en Extremadura”. En Tradición y danza en Espa-
ña. Madrid, Ministerio de Cultura, 1992, pp. 239-248.
164
Manuel García Matos: Lírica..., p. 318
165
Fructuoso Plaza Villares, 60 años. Entrevista, 20 de septiembre de 2007.
A
ntes de exponer la clasificación que hemos establecido según el material
referente a danzas rituales de Extremadura, exponemos algunas tipolo-
gías de clasificaciones, que pueden servir como referencia:
Curt Sachs en la primera parte de su libro Historia universal de la
danza, bajo el título “La danza a través del mundo” propone la siguiente cla-
sificación166:
1) MOVIMIENTOS:
- Danzas en desarmonía con el cuerpo:
- Danzas convulsivas puras
- Danzas convulsivas atenuadas
- Danzas en armonía con el cuerpo:
- Danzas de expansión o abiertas
- Danzas cerradas
- Danzas de asiento
- Danzas de giro
- Danzas de torsión
2) TEMAS Y TIPOS:
- Danza sin imagen
- Danzas medicinales
- Danzas de fertilidad o fecundidad
- Danzas de iniciación
- Danzas nupciales
- Danzas fúnebres y de trofeo
- Danzas guerreras
- Danza de imagen
- Danzas animales
- Danzas de fecundidad
166
Curt Sachs: Historia universal de la danza. Buenos Aires: Centurión, 1944.
3. DANCES
3.1. Mudanzas
3.1.1. Mudanzas de palos
3.1.2. Mudanzas de espadas
3.1.2. Mudanzas de arcos
3.1.4. Mudanzas de cintas
167
Alberto Turón Lanuza y Mercedes Souto Silva: Fondo documental del patrimonio
etnológico de Aragón. http://www.arafolk.net/clasificacion.php.
168
Maximiano Trapero: “Los autos religiosos en España. Introducción”. En El auto reli-
gioso en España. Dirección: Teresa Vico, Coordinación Norberto A. Albadalejo Imbernón, Madrid,
Centro de Estudios y Actividades Culturales. Consejería de Cultura, 1991, p. 24.
I.4.4. Danzas por épocas del año, según el calendario natural, litúr-
gico y agrícola-ganadero
Al estructurar las fiestas según las épocas del año, hay que basarse en el
ciclo natural, en el calendario agrícola-ganadero, pero sobre todo en la estructura
del año litúrgico cristiano. Ismael Fernández de la Cuesta expone argumentos
clarificadores y definitivos con los que nos sentimos completamente de acuerdo:
“Los contenidos de las representaciones paralitúrgicas no pueden ser desligados
de los de la liturgia propiamente dicha u oficial. Ahora bien, no toda la liturgia
oficial ha dejado margen a las acciones. De éstas sólo han pervivido aquéllas
que han tenido un origen precristiano y han estado hondamente enraizadas en
la vivencia del pueblo, o aquellas otras cuya similitud de forma ha permitido
una mayor transigencia por parte de los responsables de las iglesias” 169.
Tomando como punto de referencia el calendario litúrgico y basándonos
en los dos momentos esenciales, Navidad y Pascua, nacimiento y muerte de
Cristo y en su relación con el ciclo natural anual, organizamos sucesivamente
las épocas del año, comenzando por el solsticio de invierno, como época en la
tuvo lugar el nacimiento de Cristo, que coincide precisamente con el cambio
del equinoccio de otoño al solsticio de invierno. Con respecto al santoral y
celebraciones votivas, muchos santos de devoción local, patronos de gremios
o de la iglesia parroquial cuentan con celebraciones paralitúrgicas de variado
repertorio, como romerías, bajada y subida de la Virgen, el Cristo y el Santo de
su ermita a la iglesia, Los ramos y otras festividades.
169
Ismael Fernández de la Cuesta El teatro litúrgico romance a través de sus vestigios
en la tradición oral, en Revista de Musicología, vol. X, 1987, nº 2 vol X, 1987 –nº 2, Symposium
Internacional, Cuenca, 30 de octubre a 2 de noviembre de 1986, Madrid, Sociedad Española de
Musicología, pp. 383 a 399, pág. 391
L
a Sierra de Gata se encuentra en un rincón de la parte más noroccidental
de Extremadura, siendo colindante con Las Hurdes, al este; Salamanca,
al norte; y Portugal, al oeste.
Dentro de las muchas tradiciones y fiestas que se celebran dentro de la
comarca destacan:
• Los ramos a los santos, en los que se “echa”, “baila” o “tiende” la
bandera, que se hace en honor de los Santo Patronos y de la Virgen.
• La asimilada danza del cordón o de las cintas en Gata y Villasbuenas
de Gata.
• El capazo de Torre de Don Miguel.
1
Entrevista a Eleuteria Pérez, vecina de Cadalso de Gata, de 80 años, el 5 de julio de 2002.
2
Manuel García Matos: Lírica..., p. 353.
I. 31. Danza del Cordón, 1964. I. 32. Danza del Cordón, 2002. Algunas son
Foto cedida por Rosa Roncero aquellas jóvenes de 1964. Foto cedida por
Ramona Guillén
3
José Mª Domínguez Moreno: Fiestas populares de la Provincia de Cáceres. Salamanca:
Caja Salamanca y Soria, 1996, pp. 270-271.
Valeriano Gutiérrez Macías: Por la geografía cacereña. Fiestas populares. Madrid: 1968,
p. 274.
Una vez trenzado el ramo, las jóvenes rameras invierten los pasos para,
con la misma tonada y versos distintos, destorcer el cordón:
Niño que estás en los brazos, Con vos, reina de los cielos
Más hermoso que un clavel Vos tenéis dicha tanta
Di a tu madre que nos abra Que estáis más pura que el sol
Que venimos a ofrecer. Pues en vos no se halla mancha.
4
El Ayuntamiento de Santibáñez el Alto, a petición nuestra, nos envió información
sobre la celebración de la festividad de las Candelas
5
El presente apartado se ha elaborado con el material cedido por Juan Camisón, inves-
tigador sobre el tema. Cedió además la grabación del tamborilero Emiliano Marchena en el año
1985. Las fotografías son fragmentos del cartel del año que con motivo de tal festividad se hizo en
abril de 2004, cedido por la Diputación Provincial de Cáceres.
1
Mi agradecimiento a Félix Barroso, amante y estudioso de las Hurdes y a todos esos
amigos informantes, que allí conservamos y que sé que son para siempre, por haberse tomado esta
parte de la investigación como suya. A Jesús Martínez y a Dolores Pomet, amigos que nos han
facilitado siempre el terreno y las relaciones. De Félix Barroso utilizo directamente muchos de
sus apuntes y escritos, pues una vez confrontados allí con tantos informantes, no he considera-
do necesario reescribirlos para decir lo mismo. Basándome especialmente en sus artículos: “Las
Hurdes. La afición y destreza en la danza y el baile”, en Raíces. El Folklore Extremeño. 111 a 124.
“El Folklore del valle Jurdano”, en Actas de las I Jornadas de investigación de danzas guerreras,
agrarias, de fertilidad, de paloteo y similares. Fregenal de la Sierra: Ayuntamiento, 1986. También
a José Pedro Domínguez, director del Centro de Documentación de las Hurdes por facilitarme
el material que ya está agotado y la información que le he solicitado. A todos nuestros queridos
amigos informantes, especialmente a Melecio García, Cándida Gil y Vidal Sánchez, y más aún a
Bonifacia Matías, con quien tan buenos ratos pasé y de quien tanto aprendí. También abordamos
este tema en el capítulo: “Los animales en la música de tradición oral. (Los cancioneros, la danza y
el baile)” en Los animales en la cultura extremeña. Badajoz: Ámbito, 2005, pp. 301-357.
Las
Los chancos morcillas
Danzas Preventivas o
pastoriles curativas El zángano
Valdovino
La
tarantanchuela
Ramos
La osa
La
Alberca Danzas de
La mona
animales y
Carnaval
La vaca
Paleos
San Blas Danza de El gallo
Pastores
Danzas de boda
Nuñomoral y cortejo
Casar de
Palomero
Pinofranqueado
La enramá
La espiga
2
M. Pilar Barrios Manzano: “Los animales en la música de tradición oral. (Los can-
cioneros, la danza y el baile)”. En Los animales en la cultura extremeña. Badajoz: Ámbito, 2005,
301-357.
3
Maurice Legendre: Etude de géographie humaine, París, 1927. Traducción de Enrique
Barcia en 2007.
4
Material fílmico conservado en la Filmoteca Nacional bajo el título. El l de Salamanca
podamos encontrarlo en los Archivos del Nodo, porque parece ser que fue el grupo de hurdanos a
Salamanca. Estamos en la actualidad ampliando este estudio.
5
Revista Las Hurdes, 30 de septiembre de 1904, p. 33.
6
Félix Barroso Gutiérrez: Las Hurdes, visión interior. Salamanca: Centro de Cultura Tra-
dicional de la Diputación de Salamanca, 1993, pp 33 y ss. En este texto se explica con precisión
la tradición y su ritual.
La Fermina de Fragosa/hija de la tía Rucana/no nos quiso dar limosna/a los mozos de
la danza/
y el Gracioso la contesta:/ No te preocupes mujer/puedes hacer lo que quieras/por la devo-
ción al Santo/hacemos la romería/sin necesitar limosna/de esta mujer, la Fermina. /
Quédate con Dios, mi santo/ que yo me vuelvo para atrás/en busca de los compañeros/
que me ayudan a danzar/
Malos coquitos os coman/ a los mozos de Nuñomoral/por golosos y hambrientos/por
esta forma de hablar
Le contesta el Gracioso:/ Y vuelvo y os lo repito/ los mozos de Nuñomoral /¿A qué venís
aquí a Vega?/
Pues bien sé yo a qué, nada más…/a que os templen (llenen) la barriga/ de patatas y
castañas./
El Gracioso le contesta:/ Señores no se puede tolerar/ que a los mozos de la danza /nos
tratéis tan mal./ Callaros ya por favor/ que si no queréis dar nada/ hablaremos con el
alcalde /que él tiene intención de dar/media cuartilla de vino/ y él mismo va a pagar/Le
celebramos la fiesta en Vegas (de Coria)/ A nuestro patrón San Blas
P.4. Paleo II
Transcripción y digitalización:
Ángel Domínguez Morcillo.
Julio, 2005.
Brinquemos y saltemos
En este portal
Mientras le da las ofrendas
Nuestro amado mayoral
7
“Antes era la osa, pero dieron en venir los húngaros, zíngaros, por estos pueblos y
traían una mona y entonces la mocedad vino copiando de esos zíngaros y en vez de sacar ya la osa,
sacaron la mona”. Del trabajo de campo de Felix Barroso, Informante: Pedro Alejandrino Lemus
de Nuñomoral, 90 años (diciembre 1989).
II.2.5.b. El zánganu
Félix Barroso encontró la explicación de esta danza, de la que quedan
algunos pasos en el recuerdo de las gentes de Las Hurdes. Siendo la principal
fuente de vida la miel y otros productos de la abeja, es una danza de la fecun-
didad, marcada por el zángano como personaje procreador por excelencia.
También el texto nos indica ese potencial sexual del zángano, que asegura la
pervivencia de la colmena. Por sus características era una danza de acción de
gracias, buscando fines propiciatorios y con un importante contenido lúdico.
Se ejecutaba en la reunión familiar que se hacía con motivo del castrado de
las colmenas, en las que se degustaba una comida consistente en arrope y
aguardiente de miel. De la Danza del zánganu únicamente se recuerdan los
cuatru saltus y cuatru brincus básicos y la tonada la cantaba una persona,
acompañándose con un corcho de colmena a modo de tambor, golpeado con
un palo. El texto de tonada sí lo recuerdan algunos vecinos jurdanos:
II.2.5.c. La tarantanchuela
En algunas alquerías de las Hurdes altas, como en otras muchas zonas
de España y de Italia, de cuya región Tarento, según la tradición, es propia la
tarántula, animal protagonista, se conserva una danza, la tarantela, que ha ser-
vido de inspiración a muchos compositores. Antiguamente se consideraba la
picadura de la tarántula como mortal, a no ser que el enfermo bailara una danza
frenética, acompañado por instrumentos de percusión. Esta danza no acababa
hasta que el individuo caía exhausto al suelo, con lo cual ya se consideraba
curado. En Las Hurdes queda aún el recuerdo del Baili de la tarantanchuela
(tarántula). Tal era el miedo que se le tenía a la tarántula, que cuando se iba al
campo en los lugares donde anidaba el animal, se cogían escobas y se pasaban
por la tierra mientras se decía este sonsonete:
8
Félix Barroso: “Las Hurdes: La afición y destreza en la danza y el baile”. En Raíces. El
Folklore Extremeño. Badajoz: Coleccionable Hoy, 1995, pp. 111-124.
Esta danza, por su funcionalidad, se puede relacionar con las que hemos
visto de El tálamo de la zona del Valle del Alagón y con El roscón de El Torno,
en el Valle del Jerte.
II.2.6.b. La noche de San Juan: Los zahumerios
Se inicia el ritual el día del Corpus cuando se pone el tomillo en ex-
posición por donde pasa la Custodia en procesión, para que quede bendecido.
Así lo explica Catalina de Pinofranqueado:
“Eso es que lo atamos con una cuerda y lo ponemos el día del Corpus, cuando sale
el Santísimo hay que ponerlo por donde pase el Santísimo para que lo bendiga y
ahora ya después se enciendi y se hace la hoguera la víspera de San Juan.
¡Ah¡, y luego ¿sabes lo que hacía mi madre por la mañana temprano? Teníamos
cabras, teníamos burros, teníamos cerdos. Pues cogía unos pocos de estos, así, lo
encendía en una lata de estas de las sardinas, o en un caldero y lo llevaba por abajo,
9
Catalina Puertas Barbero, 70 años, 22 de junio de 2003.
10
Tío Melecio, Sauceda, 23 de junio de 2000.
11
Vidal Sánchez y Cándida Gil, Sauceda, 93 años, agosto de 2001.
12
No explican Jesús Martínez y Dolores Pomet, Pinofranqueado, 14 de agosto de 2001.
E
n la zona que bordea el río Alagón, se encuentran pueblos tan significativos
como Montehermoso que destaca por la conservación de sus tradiciones
y de una gran variedad de danzas en los rituales. Si las diferenciamos
por géneros, podemos distinguir entre las danzas de mujeres, unas puramente
profanas como Las mayas; otras, en las que se mezcla el ritual religioso y el
profano, como las danzas de La vaca-moza en Montehermoso y La vaquilla de
Galisteo, y otras, formando parte del ritual religioso, como las de Las serranas
de Portezuelo y La reverencia de Portaje.
Con respecto a las de hombres generalmente son una sucesión de dan-
zas entre paloteos, castañuelas y oficios, que sin duda en su momento fueron
similares, pero algunas ya han desaparecido. Sigue conservándose cada vez con
más fuerza las de animales, en las que se entremezcla el ritual religioso con el
antiguo pagano, como es el caso de Las carantoñas de Acehuche, ritual típico
de las épocas de precarnaval en el que se mezclan animales fantásticos con la
adoración de los santos mártires, quizá provenientes de aquellas primeras Lu-
Acehuche
Danzas
nupciales
Portezuelo
Palomero
Galisteo
Torrejoncillo
Guijo de Galisteo
1
Maximiano Trapero: “Los autos religiosos en España. Introducción”, en El auto reli-
gioso en España. Teresa Vico (dir.), Norberto A. Albadalejo Imbernón (coord.), Madrid, Centro de
Estudios y Actividades Culturales. Consejería de Cultura, 1991, pág. 20.
2
“Y la reverencia, citada por Vélez de Guevara en su Auto del Nacimiento y por Suárez
Robles en su Danza, como tipo de mudanza propia de los ofrecimientos en que cada pastor llegaba
hasta el Niño bailando y ante él, haciendo una reverencia, le entregaba su don y regresaba al gru-
po”. Maximiano Trapero “La música en el antiguo teatro de Navidad”. En Revista de Musicología,
vol X, nº 2, Symposium Internacional, Cuenca, 30 de octubre a 2 de noviembre de 1986. Madrid:
Sociedad Española de Musicología, 1987, p. 443.
En cuanto a la danza son pocas las noticias que hay sobre la coreogra-
fía que hacían los pastores. Expresa algunas suposiciones Maximiamo Trapero
“dado el carácter de los autos, de los textos que se cantan y de los momentos en
que se ubican dentro de la trama escénica hemos de suponer que serían danzas
populares y bulliciosas o simples bailes, que eran expresión más espontánea
Id a adorarle pastores
Y veréis la primavera
Que en este mes de diciembre
Va a parecer pintoresca
3
Maximiano Trapero “La música en el antiguo teatro de Navidad”, En Revista de Musi-
cología, vol X, nº 2, Symposium Internacional, Cuenca, 30 de octubre a 2 de noviembre de 1986.
Madrid: Sociedad Española de Musicología, 1987, p. 441.
Pastora
II.3.2. Ahigal
En Ahigal podemos destacar dos rituales. El Cristo de los Remedios en
octubre y El tálamo, como danza nupcial.
4
José Mª Domínguez Moreno: “Una fiesta cacereña: “El Cristo de Octubre”. En Revista
de Folklore, tomo I,1 (nº 99), Valladolid: Caja España, 1989, pp. 75- 78.
5
José Mª Domínguez Moreno: “Rituales, mitos y creencias populares extremeñas”. En
Saber Popular. Revista Extremeña de Folklore, nº 1.
6
Manuel García Matos: Lírica popular de la Alta Extremadura, Madrid, Unión Musical
Española, S.A: 1945, pág. 372.
7
Ibídem, pág. 361
II.3.4. Montehermoso
Quizá sea Montehermoso uno de los pueblos más ricos por sus tradicio-
nes, su música, sus bailes y danzas y el estado de conservación de los mismos.
En el ritual de Los negritos de San Blas es donde mejor han pervivido la serie
de danzas concatenadas. Sin embargo las danzas de La vaca-moza se perdieron
hace varias décadas.
II.3.4.a. San Blas: Danzas de los negritos9
Los negritos de San Blas pertenecen a la cofradía del mismo nombre.
Cada año se elige de entre los cofrades dos o tres mayordomos; a veces son ellos
mismos los que se presentan en señal de agradecimiento por alguna gracia recibi-
da o por promesas. En la misa de Año Nuevo los mayordomos salientes entregan
8
Félix Barroso Gutiérrez: La cultura oral en Santibáñez el Bajo. Madrid: Tecnosaga,
1988, p. 12.
9
La información que hemos utilizado ha sido la de García Matos, los testimonios de tres
generaciones de tamborileros, el actual Ciriaco Pérez Hermoso, de 93 años , Argimiro Quijada Pu-
lido, de 84 años y Millán Garrido Clemente, 45 años, que amable y pacientemente nos han ido
describiendo las danzas, las creencias en torno al ritual, además de otros testimonios de otra mucha
gente anónima que, en el trabajo de campo, en la misma celebración, iban añadiendo información.
Hay que destacar la labor del anfitrión de Juan Jesús Sánchez Alcón, siempre dispuesto y entregado
a ayudar.
10
Manuel García Matos: Op. cit., pp. 315-319.
11
Ibídem, pp. 318-319.
12
Luis de Hoyos Sainz y Nieves de Hoyos Sancho: Manual de Folklore. La vida popular
tradicional en España. Madrid: Istmo, 1985, pp. 120-123.
13
Diego Ortiz de Zúñiga: Anales eclesiásticos y suculares de la Muy Noble y Muy Leal
Ciudad de Sevilla, metrópolis de Andalucía,..., 1677.
14
Por lo que hemos podido observar, quizá sea éste uno de los momentos más emotivo
y significativos para el pueblo.
15
Entrevista con Argimiro Quijada Pulido, “Tío Cazulo”, 3 febrero 2005.
Estas últimas están sin duda relacionadas con aquellas antiguas cofradías
de artesanos que se encargaban de sufragar y organizar las fiestas del Corpus.
Pasacalles:
Suelen ir en dos filas por todo el pueblo. De vez en cuando se paran y
a veces hacen algunos cruces, culebrillas, caracoles, y otras figuras marcadas
por el palotero.
Danzas de entrada:
Zapateta y Danza del pie. La Zapateta es la que más se repite porque
es algo semejante al saludo. Se hace siempre en la puerta de la Iglesia, al ir a
buscar al Santo, en la calle varias veces, cuando paran delante de la casa del
palotero o de los cofrades, en La velá de la Víspera en la Ermita de San Barto-
Danzas de paloteo:
La zarza, La golondrina, El cardo, La gascona, El ama del cura, Moza
gallarda, La zorra, Los vuelos, La sárnica, La sorda y Los Jaramagos.
Según se oye en distintas interpretaciones son las típicas danzas de
paloteo, o paleos que se bailan en las distintas comunidades de España, parecen
danzas de carácter bélico que simulan la lucha con sables y palos, lo que serían
luchas entre hombres. También se habla de danzas pastoriles, hechas con los
bastones o cayadas que los pastores utilizaban para guiar al ganado y ahuyen-
tar los lobos. La coreografía se basa en golpear los palos con ambas manos, el
La zarza La zorra
Si la zarza no me engarza La zorrita en el valle ¿qué comería?
La manga de mi jubón Chuchurubías, voto a San
Hoy aquí, mañana en Francia Que las come vivas, vivas
Y otro día en Aragón
Los vuelos
La golondrina El águila y el gavilán
Le dijo la golondrina al gorrión al tiempo de alzar el vuelo
Tú serás mi enamorada, golondrina se le enredaron las alas
Tú serás mi enamorado, gorrión quedó preso en el anzuelo
El cardo La sárnica
Si pica el cardo al colorín Sárnica la emperaora
Pique o no pique Dama de tanto poder
Tú di que sí Déjame mojar un poco
Que me sabe como miel
La gascona Adiós Madama,
Mi padre francés, mi madre gascona Voy por las coles
Y yo catalán, soy de Barcelona Que allí en la plaza
Tris, tras, soy de Barcelona Las hay mejores
16
Varias veces nos hemos reunido con ellos para poder seguir estudiando todo en pro-
fundidad. Es importante ver cómo evolucionan las tonadas, cómo los propios tamborileros hacen
su aportación, según la mayor o menor destreza en el manejo del instrumento, sus variaciones, sus
adornos. En la actualidad se encuentra estudiándolas Ángel Domínguez.
17
La música la cedió Ángel Domínguez Morcillo en formato midi para incluirla en las
páginas web: Patrimonio Musical Extremeño. Legado, investigación y transmisión http://nuestra-
musica.unex.es; y www.tamborileros.com de Juanma Sánchez.
I.53. Los negritos. Paloteo. San Blas 2005 I.54. Los negritos. Paloteo. San Blas 2005
I.55. Millán Garrido Clemente I.56. Argimiro Quijada Pulido, I.57. Ciriaco Pérez Hermoso
Fotografía: Ricardo Jiménez “Tio Cazulo” “Tio Ciriaco”
Fotografía: Ricardo Jiménez Fotografía: Ricardo Jiménez
I.58. Ricardo Jiménez y Ángel Domínguez con I.59. Ángel Domínguez con “Tío Ciriaco”.
dos informantes. Fotografía: Pilar Barrios Fotografía: Pilar Barrios
18
Reproducimos la descripción etnográfica que hace García Matos de las Danzas de
La vaca moza, pp, 320-321. Las fotografías y artículos de las revistas que he consultado me las
facilitaron mis alumnos de Historia de la Música y del Folklore curso 2003-2004, David Solano,
Remedios Iglesias, Mónica Flores y Jorge Alamillo. También en los trabajos de campo que hemos
realizado y que seguiremos haciendo en este emblemático pueblo y con sus tamborileros, de los
cuales se conservan en la actualidad al menos cuatro generaciones, como hemos visto más arriba.
Juan Jesús Sánchez Alcón es un buen anfitrión en la preparación del acceso a la información.
19
García Matos permaneció mucho tiempo haciendo trabajo de campo en la zona norte,
dedicando una especial atención al pueblo de Montehermoso y compartió una gran amistad con
Antolín Garrido, con quien aprendió a tocar la flauta y el tamboril y a quien transcribió todas las
canciones y tocatas de las danzas de Montehermoso.
20
Cuando realizamos la edición facsimilar de Lírica popular de la Alta Extremadura,
tomamos directamente el libro de la colección familiar, Carmen García-Matos, para que lo repro-
dujeran en la imprenta y conservamos las anotaciones y correcciones que su padre había hecho en
él. En una de estas anotaciones tacha Cascaboso.
21
M. García Matos: Op. cit., pp. 320-321.
22
Abundio Pulido Rubio: Memoria de costumbres y tradiciones perdidas en Monteher-
moso. Plasencia: Ayuntamiento de Montehermoso-Gráficas Sandoval, 2007, pp. 160-167.
compuesto por seis mozos bailaban en el centro de la plaza unas danzas rituales en
honor de San Bartolomé, interpretadas por dos alabarderos, dos espantaperros, un
capitán y un abanderado.
La indumentaria consistía en traje de calzón, un pañuelo a la cabeza puesto alrede-
dor, muy similar a los de Aragón, y otro pañuelo doblado en forma de pico colocado
en el hombro y atando los picos inferiores junto a la cintura por debajo del brazo
contrario. Este grupo se llamaba los mozos del toro.
Entre las danzas que interpretaban estaban: El paseíllo, La alabarda, El espantaperro,
La licencia, etc…
Algunos años estas danzas eran interpretadas por mujeres y, en vez de bailarlas el
día del toro, se bailaban al día siguiente, porque en vez de torear un toro se toreaba
una vaca; por eso este grupo de mozas se denominaba La vaca-moza. Las danzas
que interpretaban eran las mismas que bailaban los mozos del toro, pero el año que
había mozos del toro no había vaca-moza.
El grupo que bailaba estas danzas, fueran hombres o mujeres, eran los que tenían
que encargarse de matar al toro o a la vaca, según qué caso. La muerte había que
ejecutarla después de que los mozos del pueblo se habían divertido toreando a la
res y cuando el tamborilero tocaba unas notas que llamaban el “tifío”. Entonces, uno
de los danzarines armado por un sable, buscaba la manera de colocarse por la parte
de atrás del animal, asestándole un fuerte golpe en el corvejón, lo que se llamaba
“jarretar” al toro. A continuación, y cuando el animal caíal al suelo, el puntillero
consumaba la acción”.
II.3.5. Valdeobispo
Entre las tradiciones de Valdeobispo hay que destaca tres rituales: uno
profano, Las mayas y el religioso, dedicado a San Roque.
II.3.5.a. Las Mayas23
Las Mayas es una fiesta popular de carácter profano que se celebra el
día 3 de mayo en la localidad de Valdeobispo, actualmente está organizada por
la Asociación de Amas de Casa. El ritual consiste en los días previos a la fiesta
las mujeres confeccionan varias muñecas (Las mayas) tomando como soporte un
cántaro de barro al que visten con ropillas de niños o telas usadas y añadiéndole
una cabeza de trapo y brazos de palo. Luego adornan las figuras con flores de
mayera (margaritas amarillas silvestres), brazaletes, pendientes y collares ve-
getales. Por la tarde, llevando estas muñecas a la cabeza, recorren las calles del
pueblo cantando y bailando. Poco antes de la caída del sol la comitiva se dirige
a las afueras del pueblo y finalmente arrojan las efigies al agua, entre cantos,
risas, bromas y lamentaciones imitando el llanto de las plañideras.
Este tipo de ritual de mujeres se repite en distintos lugares. Una fiesta
parecida, la Festa do Castelo o Festa da Pote se celebra también en Monsanto
(Portugal) en la misma fecha (3 de mayo). Las mujeres hacen también las mu-
ñecas (denominadas maias o marafonas) adornadas con flores y las suben en
procesión, cantando en grupo, hasta el castillo, arrojándolas después al vacío
desde lo alto24.
En Valdeobispo, a partir de los datos proporcionados por la informante
Virgilia Morcillo Sánchez la fiesta de Las mayas se celebraba hasta la década de
los 70 de la siguiente forma: “Las niñas en edad escolar eran las protagonistas
de la fiesta. Eran ellas quienes confeccionaban las muñecas, a veces ayudadas
por sus madres; quienes las paseaban por el pueblo y quienes, finalmente, las
llevaban en desorganizada procesión, en un ambiente alegre y festivo, para
tirarlas a las lagunas. Conviene insistir en el factor edad: se trata de mucha-
23
Leonor Carvalhão Buescu: Monsanto, Etnografia e Linguage, en: http://www.bisnet.
co.pt/localidade/monsanto/contos.html, citada en Ángel Domínguez Morcillo: La festividad de
las Mayas en Valdeobispo. Estudio Antropológico y Musicológico, 1997. Inédito. En este estudio
recuerda que también se bailaban Las mayas en Carcaboso, Santibáñez el bajo y otros pueblos de
alrededor.
24
Ibídem.
25
“Las muchachas hacíamos las mayas. Éramos como esta muchacha (señalando a una
niña de once años) y más grandes (mayores)”. Entrevista con Virgilia Morcillo, 3 de marzo de 2003.
26
Ibídem.
I.67. Llegada de Las mayas a la laguna I.65-68. Arrojando Las mayas a la laguna
Fotografías: Ángel Domínguez Morcillo
27
Los documentos que utilizamos son cedidos por los vecinos de Galisteo, en donde
se haya aún muy arraigada esta tradición, aunque se celebre poco en los últimos años. Vamos a
transcribir los diferentes testimonios, entre los dos primeros hay medio siglo y añadimos la infor-
mación de Goyi Rodríguez y Maite Moro.
- Los documentos utilizados, han sido facilitados por Gregoria Rodríguez Narciso,
con la que estuve en mi visita a Galisteo y me cedió tanto vídeos, como fotografías,
así como el cuaderno sobre el Folklore de Galisteo, que escribió la maestra Juana
Estévez, con y para los niños del colegio en 1984. Además nos envía una parte del
manuscrito del párroco, Don Tomás Ávila Gómez, de 1936. Además nos han facili-
tado información Maite Moro y Nieto
- Tomás Ávila Gómez fue párroco durante la república, la guerra civil y el franquismo.
Sus escritos inéditos se conservan en Galisteo “como oro en paño”, pues verdade-
ramente reflejan lo que era este ritual festivo, y explica con el mismo énfasis sus as-
pectos religioso y profano. Este manuscrito, de 1936, se conserva ya mecanografiado
en la Biblioteca Municipal de Galisteo
- Juana Estévez, maestra que fue del pueblo conserva un libro encuadernado en
canutillo titulado El folklore de Galisteo, Inédito, Galisteo, 1984. Este documento
suyo está en cada página y descripción acompañado de significativos dibujos, dig-
nos de destacar.
García Matos, como hemos visto, solamente cita este ritual, al hablar de la Vaca Moza
de Montehermoso.
Fiesta de la vaquilla
Tradición de sano tipismo es la perdurable Fiesta de la Vaquilla, prueba
inequívoca del exagerado amor al arte de luchares que sienten con delirio los
hijos de Galisteo.
Ocho o doce días antes del designado para lidiar la fiera, se celebraban
típicas y reñidas subastas de los distinguidos y honoríficos cargos de la “Capita-
na”, “Abanderadas” y “Alabarderas” con el fin único fin de allegar fondos para
sufragar los gastos inevitables, a la par que la rancia maestra de ceremonias con
sus tradicionales ritos, instruya a las jóvenes en sus respectivos deberes provi-
sionales, que se practican por las calles y plazas, con gran concurrencia, ruido
y música monótona del tamboril, todo lleno de entusiasmo popular e infantil.
Al alborear el crepúsculo matinal del día designado para la lidia, se
encierra la brava vaquilla. Inmensa pléyade de curiosos pululan por las calles
y plazas que acuden, de la ciudad placentina y pueblos limítrofes, por la tarde
al coso, comienzan a crujir y lanzar chasquidos, las innumerables hondas de
improvisados vaqueros y mayorales; el reloj tintineo del vibrante tamboril,
anuncia la llegada de las jóvenes, que perfiladas penetran en la plaza; y después
de ceremoniosa presentación de las bien ataviadas cuadrilla por la cicerona
magistrada, se despliega la bandera.
Dos expertas hembras proceden al torneo del circo, luciendo sendos
y ricos mantones de Manila que dirigen con destreza y arte, dos aderezados y
briosos corceles hacia la presidencia, a fin de pedir la venia y obtener la llave
del chiquero.
Acto seguido aparece la fiera en el circo; las hondas, vuelven de nue-
vo a expandir sus chasquidos y la inmensa multitud la saluda gritando, ¡eh
vaca...vaca!, en medio de esta vocinglería, las chicas más atrevidas inician el
capoteo, la fiera acomete bramando...nuevas emociones y griteríos...se deciden
las jóvenes tímidas a lanzarse al coso, y entre unas y otras acosan a la vaquilla,
28
Juana Estévez, sin duda, hizo vivir a sus alumnos lo que era La vaquilla como una fiesta
de ellos. Reproduzco por su valor testimonial la información aparece en las páginas 56 a 67. En la
introducción de este material inédito explica: “Quiero que sepáis, que mi información se basa parti-
cularmente en la investigación e información que han podido darme los que han vivido más fiestas
que yo, del testimonio humano y del testimonio escrito y particularmente del propio testimonio,
pues he tenido la suerte de vivir algunas veces este festejo”.
29
Se refiere a la cola de la vaca, que se les daba en premio. La solían poner en el zaguán
de la casa como trofeo.
La capitana
A este puesto de capitana se llegaba mediante subasta. Era el puesto
más importante y el que vestía mejores galas
Cargos y trabajos que le correspondían:
-Presidía la danza al son de una música muy especial y de sonido un
tanto militar. Cuando terminaba la primera vuelta a la plaza, se quitaba el som-
brero para pedir la llave al Presidente que se la podía negar hasta tres veces.
Terminada la danza se colocaba en lugar privilegiado, al lado, justamente de la
Presidencia para acompañarlos hasta el final de la lidia y decidir con el Presi-
dente el reparto de trofeos.
Sus vestidos: Debían ser de mucha elegancia como correspondía a las
capitanas de la época. No tenía una línea especial, pero sí es de mucha gala. La
banda de capitana, el sable y las llaves. Un sombrero que se quitaba cada vez
que tenía que pedir la llave. Y en su mano derecha, portaba un cetro, con el que
se distinguía mejor su rango militar y aristocrático.
Los soldados rasos juntamente con las alabardas y las mariscalas, diri-
gidas por la capitana paseaban la plaza al son de la música, terminada ésta, la
capitana se colocaba en medio de la plaza para recibir el saludo de todos los
soldados rasos. Cada dos soldados eran presentados a la capitana por las ala-
bardas, siempre sin dejar de bailar y llegando ante ella la hacían una reverencia
como corresponde a tan alta dignidad.
Bonito, muy bonito, resultaba esta demostración de sumisión y de
acatamiento a la autoridad. Como los soldados rasos podían ser todos los que
quisieran resultaba algunas veces muy larga esta presentación y años más tarde
decidieron que fueran solamente diez.
Las mariscalas
Al igual que el puesto de capitana, las mariscalas también se ocupan
mediante subasta. Ellas son dos que acompañan a la capitana durante toda la
danza. Es por consiguiente el segundo puesto en categoría y por eso ocupan las
dos que más dinero han puesto en la subasta después de la capitana.
Conviene saber que este puesto de mariscal en la vida de aquella época
era ocupado por la persona que acompañaba al rey en las luchas y tenía por
misión custodiar a los soldados. En la parodia de esta representación las ma-
riscalas acompañan a los soldados en presencia de la capitana y terminada esta
ceremonia se colocan a ambos lados para presidir el resto del festejo.
Las alabardas
Las alabarderas, también en número de dos, precedían a las mariscalas.
También este puesto era subastado y eran las terceras en categoría. El cuerpo
de alabarderos fue creado en 1504 con una misión muy especial, la de proteger
al rey y a los infantes. Al ser muchos los cuidados que desempeñaban en la
corte, se hizo necesario crear un cuerpo especial para proteger a los infantes.
Este nuevo cuerpo recibió el nombre de “guardia vieja”.
Las mujeres que en este festejo debían hacer las alabardas vestían
también un traje de corte militar que es una especie de una lanza larga de 1,80
metros de longitud. En la punta, terminada de hierro, llevaba transversalmente
una cuchilla de puntas por uno de los lados y por el otro, en forma de media
luna, imitando un hacha.
Estas alabardas juntamente con las mariscalas y la capitana acompaña-
ban a los soldados rasos en la danza, y terminada ésta las alabardas custodiaban
a los soldados y los llevaban con un ritmo especial a la presencia de la capitana
que recibía el saludo de cada uno de ellos y se iban colocando en círculo en torno
a la capitana para el momento de echar la bandera. Ancestral marcha militar,
ancestral manera y forma de hacerse, respeto por las tradiciones y respeto por
todo lo español y por todo lo de Galisteo es lo que nos enseñan estas valientes
mujeres galisteñas.
La abanderada
El puesto de abanderada era y es el más codiciado, por lo singular de su
realización. Había que demostrar fuerza y bravura y debes salir muy bien en el
Soldados rasos
A este cuerpo de soldados rasos, es al único que no se entra mediante
subasta. A este cuerpo podían pertenecer todas las que lo quisieran. Según una
información, el vestidos de estos soldados rasos nunca fue de corte militar, sino
un traje típico de este pueblo, que por usarse en aquella danza recibió el nombre
de “traje de danza” que no es el que llamamos traje regional.
Este traje consistía en una falda de percal de color rojo adornado con
tres cintas negras y estrechas en la parte inferior. Mandil negro, tomado del traje
regional, muy adornado de puntillas y lentejuelas., zapatillas de lona con unas
cintas rojas que rodeando la pierna subían airosamente para terminar en lazos,
calcetines blancos y de puntos muy calados. Estas zapatillas por no hacerse ya
se han sustituido por unos zapatos bordados que pertenecen también al traje
regional.
Para el cuerpo y porque pertenecía al traje especial de la danza, se ador-
nan con un chaleco lujosamente adornado de lentejuelas y bordados de colores,
sobre jubón negro adornado de puntilla. En algunas ocasiones se ponen también
el famoso mantón de Manila que pertenece también al traje regional.
La indumentaria actual, según la descripción hecha por Juana Estévez
la indumentaria que se utilizaba era exclusiva y bien elegida para la ocasión,
La danza de La vaquilla
Este baile singular es, como se ha dicho ya, una parodia militar, de mo-
vimientos finos, delicados y elegantes y sobre todo muy femeninos, que hacen
que este festejo sea irrepetible y no comparable a ninguno por su belleza.
Se hace de la siguiente manera: Al son del tamboril y la flauta y con
mucha lentitud siempre de puntilla, adelantan el pie derecho sobre el izquierdo
y así van avanzando mientras el palo adornado lo llevan de hombro derecho a
hombro izquierdo con una finura especial. El palo tiene una longitud de 50 cm
y le adornan con papeles y cintas de colores.
Esta bellísima ceremonia se hace con el fin de pedir la llave al presi-
dente. La primera vuelta es una fila en la que desfilan todas los que pertenecen
por subasta y sin subasta. Si el presidente, no concede la llave a la primera
vuelta, es entonces cuando se colocan en el centro de la plaza, la capitana y las
mariscalas para presidir el resto de las siguientes vueltas, pues el presidente
puede negar la llave hasta tres veces.
En la segunda vuelta las alabardas van llevando a los soldados rasos
en presencia de la capitana y tras un saludo respetuoso y ceremoniosos se
van colocando en círculo en espera del momento que con más ardor viven los
galisteños, el de “echar la bandera”.
Si al Presidente le parece oportuno, no concede las llaves de la plaza
y entonces, vuelve a recrearnos con otra nueva vuelta a la plaza, pero ya sólo
con los soldados rasos.
Se conserva en la actualidad una cinta del tamborilero ya fallecido
Maximiano Santos que intentamos recuperar con las partituras. Nos explican
Goyi Rodríguez y Maite Moro cómo está estructurada la música y que consta
de cinco partes bien diferenciadas:
- Paseíllo, que es con lo que comienza el baile y hace entrada en el
recinto taurino.
- Cambia la música: Mariscales y Capitana, con el baile de paseo son
llevadas por la Capitana para hacer la reverencia.
- Las Alabardas tornan con un baile danzarín lanzando su palo al aire
y recogerlo sin dejar de bailar a por otro par de soldados.
- Los soldados son paseados hasta la altura de la Capitana, donde
harán la reverencia y comenzarán a formar corro.
P.19. Tocata nº 2
P.21. Tocata nº 4
30
Juana Estévez, de su material inédito, 1984.
31
Las fuentes en las que nos hemos basado para el estudio de Torrejoncillo son:
- La Caja 43b del archivo de la Sección de Folklore del Instituto Español de Musicolo-
gía, hoy Institución Milá y Fontanals de Barcelona, numeradas de la 24 a la 41, in-
cluyendo las correspondientes versiones de canto, Garcia Matos recogió 19 danzas
de Torrejoncillo en 1950, incluyendo, junto a la partitura, una pequeña explicación
de cada una de las fichas (hizo una por cada danza): Las 20 piezas fueron dictadas
por el tamborilero
- Valeriano Gutiérrez Macías en su capítulo “Torrejoncillo: la danza de palos”, en
“Por la geografía cacereñá. Fiestas populares”, que él mismo editó en Madrid, en
1968.
- Ángel López Bernalt: Torrejoncillo. Materiales para reconstruir su historia, Cáceres,
Institución Cultural “El Brocense”, 1998.
- El estudio de Francisco Rodilla León: Música de tradición oral en Torrejoncillo
(Cáceres), Cáceres, Institución Cultural “El Brocense”, 2003, en el que dedica un ca-
pítulo a “Cantos de danzaores”, porque las versiones que se conservan exceptuando
las dos primeras que son instrumentales (nº 130 y 131), las restantes son versiones
para canto (132 a 231).
- La información recibida oralmente de Francisco Rodilla y de sus padres: Juana León
Martín y Francisco Rodilla Caballero en octubre de 2004.
32
Ángel López Bernalt, Op. Cit., pp. 193-195.
33
Valeriano Gutiérrez Macías: Op. Cit., p. 180.
P. 23. Danza 1
Transcripción y digitalización: Francisco Rodilla
Cantó: Petra Plaza González
P.24. Danza 2
Sárnica, la “emperaora”,
Dama de gran poder,
Déjame “arrascar” un poco,
Que me sabe a rica miel.
34
Para el estudio de este ritual nos basamos en el estudio de José Mª Domínguez Moreno:
Fiestas populares de la Provincia de Cáceres, Salamanca, Caja Salamanca y Soria, 1997, pp.: 235-
237. También Valeriano Gutiérrez Macías: Por la geografía cacereña. Fiestas populares. Madrid,
1968, pp. 229-232.
36
Gutiérrez Macías, Valeriano. Por la geografía cacereña. Fiestas populares. Madrid,
1968, pp. 291-300.
Ángela Capdevielle: Cancionero de Cáceres y su provincia, Cáceres, Diputación Provin-
cial, 1969, pág. 232. y 233
II.3.12. Riolobos39
Hace ya muchos años que no se bailan las danzas de Riolobos, incluso
preguntando a los gestores culturales, que son naturales del pueblo y que están
recopilando las tradiciones, no recuerdan cuándo se dejaron de realizar. Las
fiestas habituales serían: la Romería del Lunes de Quasimodo (lunes después
del lunes de Pascua) dedicadas a la Virgen de Argamasa, del 25 al 27 de no-
viembre fiestas de Santa Catalina, patrona del pueblo, en el Corpus Christi y/o
en San Blas. Las danzas se centraban especialmente en la romería de la Virgen
de Argamasa, patrona del pueblo, el lunes de Pascua.
García Matos recopila en su Lírica una serie de danzas también en Rio-
lobos, numeradas de la 119 a la 128 y que se encuentran entre las páginas 346
y 351 (Apéndice IV.1., pp. 515 a 523).
37
Reproducimos la información de José Mª Domínguez Moreno: Fiestas populares de la
Provincia de Cáceres, Salamanca, Caja Salamanca y Soria, 1996, pág. 283
38
José Mª Domínguez Moreno: Fiestas populares de la Provincia de Cáceres, Salamanca,
Caja Salamanca y Soria, 1997, p. 285.
Valeriano Gutiérrez Macías: Por la geografía cacereña. Fiestas populares. Madrid, 1968,
p. 267.
39
A pesar del interés tanto de Antonio Pizarro, maestro de Riolobos, como de Sergio Prie-
to, natural del pueblo y dinamizador deportivo, no hemos conseguido reconstruir ni recordar el tipo
de danzas, aunque por el repertorio que se conserva de García Matos, son del mismo estilo que las
restantes de la zona. Sin duda el intercambio de tamborileros tuvo mucho que ver, porque sí recuer-
dan muy lejanamente la existencia en el pueblo de un tamborilero procedente de Mirabel.
I.80. Bailan Las carantoñas con Las regaoras. I.81. Pilar Barrios con dos carantoñas. Foto-
Fotografía: Pilar Barrios. 20 de enero de 2004 grafía: Arturo Jiménez. 20 de enero de 2004
La música y la danza:
Podemos considerar esbozos de danzas al desfile rítmico de las caran-
toñas mientras se cantan himnos y terminan haciendo la reverencia al Santo,
así como al baile que hacen éstas con las regaoras, al son de un vals corrido
que en ritmo ternario escoge el tamborilero de su repertorio.
Uno de los himnos más característicos destinados a San Sebastián lo
recoge Jesús Gundín40:
40
Jesús Gundín Escalante (coord.): Un paseo por las dehesas del Tajo, Sonidos. Cáceres:
Institución Cultural “El Brocense”, 2001. pp, 48-49.
E
n todos los pueblos que bordean el valle del río Jerte destacan las ofrendas
de Los ramos y Las roscas a los Santos Patronos, en los que podemos
observar el claro intercambio entre el ritual pagano con el cristiano en
protagonistas antropomorfos o carnavalescos, como Jarramplas en Piornal y El
taraballo de Navaconcejo: ambos en apariencia representan al malignos que se
enfrenta a San Sebastián, para terminar rindiéndole pleitesía con reverencias y
danzas. Pugna similar entre el mismo Santo y Las carantoñas se da en el cercano
pueblo de Acehuche, en el valle del Alagón, como hemos visto. Otra manifes-
tación que destaca por su significación y es exclusiva de esta zona, en cuanto
a su conservación, es El roscón de los novios. “Bailar el roscón” es un rito de
paso o cambio, representado con una danza inserta en el ritual nupcial que se
hace el día de la boda, después de la ceremonia religiosa. Por último algunos
mayores recuerdan otras manifestaciones como “El trenzado del cordón”1 en
1
Según Fernando Flores del Manzano, su madre Juliana Manzano, recordaba cuando se
hacía esta danza del cordón, alrededor de la década de los 40 del siglo XX. (Información por vía
telefónica 14 de febrero de 2003).
Cabezuela El Torno
Valdastilla
Ramos y Baile del
Roscas Roscón
Cabezuela del
Valle
San Sebastián
Piornal Navaconcejo
“Jarramplas” “Taraballo”
2
Florencio López Ortigo, de Garganta la Olla, recuerda haber asistido hacia la década de
los 60 a esta festividad (Entrevista 3 de julio de 2004).
3
Destaca su libro: Fernando Flores del Manzano: Cancionero del Valle del Jerte. Premio
García Matos, 1995. Jaraiz de la Vera, Cultural Valxeritense, 1996.
También cuenta cómo su madre recuerda que antiguamente se hacía la danza del cordón
el Cabezuela del Valle, pero hace muchas décadas.
4
Isabel Alía Pazos: “Investigación sobre música en el Valle del Jerte”. En I Congreso
Regional de Música y Danzas populares de Extremadura, Mérida, 27 y 28 de enero y 1 de febrero
de 1979. Delegaciones Provinciales del Ministerio de Cultura. Extremadura.
ID.: “Costumbres y tradiciones populares en relación con el Folklore: Jerte”. En II Con-
greso Regional de Música y Danzas populares de Extremadura, Mérida, 31 de enero y 1 de febrero
de 1981. Delegaciones Provinciales del Ministerio de Cultura. Extremadura.
En la actualidad investigan Rosario Guerra y Sebastián Díaz sobre los rituales y la mú-
sica de esta zona.
5
Isabel Alía Pazos: Op. Cit.
I.86-87. El Taraballo corre asustando a los niños. 20 de enero de 2000. Fotografía: Pilar Barrios
6
Pedimos a Sebastián Díaz Iglesias que expusiera en unas páginas lo que nos había re-
latado algunas veces sobre antiguas danzas a Jarramplas que recordaban los vecinos mayores de
Piornal. También Rosario Guerra Iglesias nos cedió las partituras transcritas. Estos doctores han
basado sus investigaciones antropológicas y musicales en el pueblo más alto de Extremadura,
Piornal. Sus profundos estudios han quedado plasmados en: Sebastián Díaz y Rosario Guerra:
“Romancero de Piornal”. En monográfico de la Revista Saber Popular, nº . Fregenal: Federación
Extremeña de Folklore, // Sebastián Díaz Iglesias: . Jarramplas: ritual festivo y tramas de identidad
en Piornal. Mérida: Editora Regional de Extremadura. Mérida (Badajoz) 2006// Sebastián Díaz y
Rosario Guerra: Los sonidos de un pueblo. Cáceres: Institución Cultural “El Brocense”, 2008.
7
M.Garrido Palacios: “Jarramplas”. En Revista de Folklore 5 (I). Valladolid: Fundación
Joaquín Díaz, 1985, p. 180.
8
Calle, Calle, Sánchez y Vega. Entre la Vera y el Valle. Cáceres, Institución Cultural “El
Brocense”, 1995, p. 170.
9
J. Blázquez Marcos: Por la vieja Extremadura. Cáceres: Tipografía Extremadura, 1929,
p. 220.
10
Vega, 1993.
11
Salvador Rodríguez Becerra: “La fiesta del Corpus. De ritual de poder a expresión de
identidad”. En M. Oliver Narbona, IIIª Jornadas de Antropología de las fiestas. Alicante: Instituto
Alicantino de Cultura Juan Gil, 2001, p. 13.
12
Según Sebastián Díaz y Rosario Guerra, que transcribe los ritmos, sería el primero en
ternario con el toque que bailarían al Santo.
I.91. Bailan los novios, Roberto y Vanessa. I.92. Baila la madrina (Gloria Elizo)
Fotografía cedida por Gloria Elizo
S
i hay una zona en la que se encuentran las danzas más unificadas es
en la de la Vera de Plasencia, al noreste de la provincia de Cáceres,
colindante con la provincia de Salamanca. Situada desde Tornavacas,
atravesando la Sierra de Tormantos y el río Tietar y hasta Plasencia.
En la mayor parte de sus pueblos se celebran danzas rituales en honor
de Cristo y de los Santos Patronos. En los distintos archivos quedan documen-
tadas, tanto en relación con cofradías, con motivo de fiestas locales, así como
para las generales del Corpus Christi, Navidad o Nuestra Señora de Agosto. En
algunos pueblos en los que ya no se efectúan han quedado documentadas o
tomadas las partituras en el Cancionero de García Matos.
Ocho son los pueblos en los que se han conservado las danzas y uno
del que se conservan las partituras:
San Antonio
Cristo de la
Caridad
Cuacos de Yuste
Guijo de Santa
Bárbara
Aldeanueva de la
Garganta la Vera
Olla Jarandilla
1
Manuel García Matos: Caja 43 B. Sección de Folklore. Institución Milá y Fontanals (An-
tiguo Instituto Español de Musicología) Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Material
Inédito, recopilado entre 1945 y 1950).
2
Ibídem.
3
Miguel Zabala, maestro de las danzas de San Miguel, nos describió cada uno de los
pasos del ritual, apoyado en el vídeo y fotografías que nos cedió para este trabajo, en 2005.
El paso básico está formado por tres saltos cortos alternando con ambos
pies, en tres tiempos, al cuarto hacen un rebote sobre el mismo pie, contoneán-
dose en semicírculo hacia el centro y hacia afuera. Los brazos suben y bajan al
mismo tiempo y siempre con la misma pierna
El titotito se hace en distintos momentos, destacando el momento en
que se entra al Santo en la Iglesia. En dos filas, de dos en dos, van bailando de
frente, golpeando los palos con gran fuerza. Se llama así por el sentido onoma-
topéyico que hacen al chocar los palos y el acompañamiento de la música: tito
tito, tito tito …
La ofrenda consiste en que justo en el Ofertorio de la misa los danzan-
tes hacen una ofrenda al Santo. Es una moneda con un carácter simbólico, que
no hace muchos años se limitaba a una peseta. En la actualidad se acercan los
danzantes de dos en dos, acompañados siempre del maestro hasta llegar al altar
en donde sueltan la moneda. El maestro vuelve solo hacia atrás para acompañar
a otros dos y así sucesivamente. El último que hace la ofrenda es el zurronero
El titotito se hace en distintos momentos, destacando el momento en
que se entra al Santo en la Iglesia. En dos filas, de dos en dos, van bailando de
frente golpeando los palos con gran fuerza.
El cara con cara es una danza de paloteo. Se llama así porque se hace cara
con cara (de frente) con el compañero y con el de atrás, haciendo una cruz.
“Por debajo de la pata” es una danza de paloteo, en la que se incluye
el golpear los palos por debajo de las piernas.
Las mulas es una danza de paloteo en las que las mudanzas se hacen
con cruces y cuadrados entre parejas, con los de atrás y delante. Sin duda anti-
guamente se tocaba la música de Las mulas, que transcribió García Matos y que
4
S.A.: Losar de la Vera. Colección Pueblos en blanco y negro de la Vera, Navalmoral de
la Mata, PubliSher, 1998.
Los principales informantes han sido el matrimonio que es mayordomo en el año 2004
Francisco Jiménez y Victoria Antón , además de la que fue mayordoma en el año 2000, viuda
que fue ella sola la mayordoma y Manuela López Antón. El párroco Don Lorenzo, de los pueblos
de Robledillo de la Vera y Losar de la Vera me explicó aspectos distintos de la danza y cedió sus
videos.
5
Los llaman indistintamente danzantes o danzaores.
P. 45. Paleo I
Dictó: Manuel Fernández
Transcripción y digitalización: Ángel Domínguez.
6
Los informantes han sido José Mª Domínguez (párroco) y José Antonio Jiménez Sán-
chez (danzante), Eloy Pobre Miranda (maestro de la danza)
7
José Mª Domínguez Moreno, Jose Mª: Fiestas populares en la Provincia de Cáceres.
Salamanca: Caja Salamanca y Soria, 1997, pp. 322-323.
8
El información que se presenta la ha ofrecido Vanesa Romero González, del ayunta-
miento. Todo se ha complementado por los materiales cedidos por ADICOVER (Asociación de
Desarrollo Integral de la Comarca de la Vera).
P. 52. Paloteado I
Transcripción y digitalización:
Ángel Domínguez.
P. 53. La mula
P. 55. El cordón
P. 57. El montado
P. 59. El Caldo
9
Eva Hernández Delgado, de 27 años, antigua danzaora, nos informa sobre el tipo de
danzas.
P. 62. Paloteo 2
García Matos en las tres tocatas últimas de las fichas que recogió de
Aldeanueva de la Vera, incluye las de Cuacos. Quizá, como otras veces fue el
propio tamborilero quien se las dictó.
10
En este capítulo nos basamos en:
- Manuel García Matos: Lírica popular de la Alta Extremadura (folklore musical, coreo-
gráfico y costumbrista) 436 documentos musicales inéditos, Madrid, Unión Musical
Española, [1945[ pp. 321 a 327 y 357-358.
- Florencio López Ortigo “Danzas en Garganta la Olla desde 1526 a 1701” presentada al
I Congreso de Música y Danzas populares de Extremadura, Mérida, 27 y 28 de enero
y 1 de febrero de 1979. Delegaciones provinciales del Ministerio de Cultura. Inédito.
- Las aportaciones del mismo autor en: El folklore extremeño (coord. F. Tejada Vizuete)
Raíces. Coleccionable Diario Regional Hoy. Badajoz 1995. esp. “El mundo de la danza
en la región extremeña” pp.74-111.
- En el material inédito de Garcia Matos tomado en las Misiones para la recopilación
del Cancionero Español, llevadas a cabo desde 1945 por la Sección de Folklore (dirigi-
da por Marius Schneider) del entonces Instituto Español de Musicología (actualmente
Institución “Milá y Fontanals”) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en
Barcelona.
- El trabajo de campo llevado a cabo los días 2 y 3 de julio de 2003 y 2005, en el primer
año en nuestro encuentro con Florencio López Ortigo, con los integrantes de la Cofra-
día, el maestro de la danza y con Las italianas de estos años.
García Matos abre otras hipótesis en relación con las primeras danzas
de gitanos:
Inquiriendo de los lugareños su significado, ninguno sabía dar una res-
puesta o informe acerca de él. Por fin tropezamos con una anciana que
nos dijo, sin titubeos, ser las ocho “Italianas” representación de ocho
doncellas romanas que salieron al paso de la Virgen para saludarla y
festejarla cuando se dirigía a la casa de Santa Isabel. Como mostráramos
poner en duda lo que nos contaba la amable vieja, ésta nos replicó ase-
gurando haberlo leído años atrás en una Historia de la Virgen. Acabaron
entonces de confirmarse nuestras dudas y optamos por callar. Ni se
puede hallar en ningún relato histórico de la Virgen semejante suceso,
y si se halla es apócrifo, ni las romanas de hace veinte siglos podían
engalanarse con las raras majezas que en la danza lucen las “Italianas.
11
Reproduzco primeramente las aportaciones de Florencio López Ortigo “Danzas en
Garganta la Olla desde 1526 a 1701” presentada al I Congreso de Música y Danzas populares
de Extremadura, Mérida, 27 y 28 de enero y 1 de febrero de 1979. Delegaciones provinciales del
Ministerio de Cultura.
12
Del material cedido por Florencio López Ortigo.
Durante la festividad de las Italianas del 2003 me volvió a entregar ese material que ya
había publicado también en revistas locales (junto con todo lo demás que he citado y que seguiré
citando sobre las danzas documentadas y sobre los danzantes del Cristo de Octubre) para que lo
utilizara en lo que considerara conveniente, por lo cual, lo expongo por ahora tal y como me lo
dio, completamente actualizado, unos meses antes de su muerte. Algunas referencias de archivo
son las mismas en las que García Matos se basó para afirmar que las danzas de las italiana, eran
las danzas de gitanas.
13
Pilar Barrios: La Música en la Catedral de Coria, Cáceres, Servicio de Publicaciones de
la Universidad de Extremadura, 1999, pp 54-55.
14
Francisco Tejada Vizuete “El mundo de la danza en la región extremeña”. En El folklo-
re extremeño. Badajoz, pp. 80-84.
15
José Sendín Blázquez: “Símbolos y mitos de un sombrero. Montehermoso y Garganta
la Olla”. En Coloquios históricos de Extremadura. Trujillo, 1990. En Internet: http://www.chde.
Terminar con www.chde.org.
P. 64. Pasacalle
Transcripción y digitalización:
Ángel Domínguez.
P. 65. Ofertorio
I.117. Bailando la carrera corta. 3 de julio de I.118. Bailando la carrera larga. 3 de julio de
2003. Fotografía: Arturo Jiménez 2003. Fotografía: Arturo Jiménez
I.119. Las italianas en misa. Al fondo el paso I.120. Las italianas en misa. Al fondo el
de La Virgen y Santa Isabel. 3 de julio de estandarte de Santa Isabel. 3 de julio de 2003.
2003. Fotografías: Arturo Jiménez Fotografías: Arturo Jiménez
I.123. Las italianas ante la mesa ofrendas. 3 de I.124. Las italianas en el convite. 3 de julio de
julio de 2003. Fotografía: Arturo Jiménez 2003. Fotografías: Arturo Jiménez
16
Florencio López Ortigo, el verano de 2003 me entregó mecanografiado el texto que
describía esta festividad y sus danzas. También me facilitó el texto de la Ponencia (dándome per-
miso para su utilización)“Danzas en Garganta la Olla desde 1526 a 1701” presentada al I Congreso
de Música y Danzas populares de Extremadura, Mérida, 27 y 28 de enero y 1 de febrero de 1979.
Delegaciones provinciales del Ministerio de Cultura. Extremadura. Material inédito.
1ª APARTAR 4º LA PALOTÁ
Apartar todos ocho (No tiene letra, ni sitio fijo donde se
en punto blanco danza)
que viene su Majestad
5ª LAS MULAS
2ª LAS PALOMITAS Coge las mulas Pedro
No son todas las palomitas Y échales de comer.
Las que pican en el montón Las mulas ya han comido
No son todas las palomitas Y han bebido también
Que algunos pichones son.
3ª LA ZARZA
Si la zarza no me engarza
Y el tomillo no me enrea
No me han de engañar tus ojos
Por retrecheros que sean.
(Se baila en las calles que sean llanas)
17
Los informantes han sido Vicente Jiménez, mayordomo de la Cofradía, el investigador,
músico y párroco del pueblo, Joaquín Jiménez y Clara Villalobos.
I.125. Joaquín Jiménez, párroco, músico e I.126. San Antonio de Padua. Iglesia parro-
investigador. 13 de junio de 2004. Fotografía quial de Jaraiz de la Vera. 13 de junio de 2004.
Ricardo Jiménez Fotografía Ricardo Jiménez
108. El cardo
108.bis. Si pica el cardo, niña en tí
109. La golondrina
109 bis: Le dijo la golondrina al gorrión
110. La Gascona
110 bis: Mi padre francés, mi madre gascona
E
n la zona noroeste de la Provincia Altoextremeña se encuentra una zona
poco conocida y estudiada. Quedan reminiscencias de antiguas danzas que
se perdieron hace medio siglo, las de Almaraz y un baile que adquiere cariz
de danza cuando se le ofrece a la Virgen de la Soledad de Casatejada., apodada
con cariño por los vecinos como “Divina Andariega” o “La Cardadora”.
En la zona de Guadalupe y las Villuercas no destacan danzas significativas,
que se conserven en la actualidad. Bonifacio Gil describe una Danza de cigüeñas
que bailan las mujeres de Alía en Carnaval. Según nos explica nuestro informante
Fructuoso Plaza1, debió ser sin duda una de las estudiantinas que se preparaban
para Carnavales. En la misma zona, aunque no los podamos considerar danzas en
sí, destacan también los Autos de ánimas en Villar del Pedroso y Alía.
1
Entrevista realizada el 20 de septiembre de 2007 a Fructuoso Plaza Villares, natural del
pueblo y de 60 años de edad.
Alía
Jota de la
Casatejada Andariega
2
José Mª Domínguez Moreno: Fiestas populares de la Provincia de Cáceres. Salamanca:
Caja Salamanca y Soria, 1997, pp. 243-245.
Valeriano Gutiérrez Macías: Por la geografía cacereña. Fiestas populares. Madrid: 1968,
pp.233-236.
Vicente Hernández García: Almaraz, una villa con historia. Madrid: Acati, 1980, pp.
181- 186. La descripción de este autor es muy completa porque se basa en sus propias vivencias
como párroco participante en el ritual.
Recibimos a la vez información telefónica de uno de los últimos danzantes, Heliodoro
Arjona, “Dorito”, de 70 años y de Raul Fernández Blázquez, bibliotecario de la casa de Cultura,
que nos facilita la fotografía.
Valeriano Gutiérrez Macías añade algunos datos más: “La típica danza y
baile a que nos referimos eran preparados y dirigidos por el titulado “Maestro”,
dirección que durante muchos años corrió a cargo de un artesano vecino de la
localidad, “el Danzante de Almaraz”. Muerto éste los bailes fueron dirigidos
por uno de los propios actuantes” 5.
3
José Mª Domínguez Moreno: Op. Cit, p. 245.
4
Vicente Hernández García: Op. Cit., p. 182.
5
Valeriano Gutiérrez Macías: Op. Cit. p. 235.
6
Manuel García Matos: Lírica…, p. 318.
I.137. Danzantes. Década de 1930. Fotografía cedida por José Carlos Salas
de su tío abuelo Alfredo Fernández Gómez
Tipología de las danzas: Tres son las clases de danzas que interpretaban
los danzantes de Almaraz, según los distintos testimonios recogidos
- Paloteos, entrechocados entre cada danzante consigo mismo y con
los compañeros de danza.
- De castañuelas
- Danza del cordón
7
Vicente Hernández: Op. Cit., p. 182.
El sacristán a la Virgen
Andariega la ha llamado
Al verla por la mañana
Con todo el manto mojado,
8
Reproducimos la aportación de José Mª Domínguez Moreno: Op.cit., pp. 284 y 185
Y aquí se terminan ya
Los Mandamientos Divinos
Virgen de la Soledad
Tu bendición te pedimos.
Casatejada es mi pueblo
Casatejada es mi pueblo
Es en la tierra extremeña
Y tenemos por patrona
A la Virgen andariega.
E
n la zona que va desde Cáceres, pasando por el noroeste de la Comarca
de Trujillo y Plasencia y hacia Monfragüe, además de la zona llamada de
“los cuatro lugares” (Hinojal, Monroy, Santa Cruz de Paniagua y Talaván),
Santa Marta de Magasca, Jaraicejo, Deleitosa, Mirabel, etc., una de las tradiciones
que marcan las señas de identidad es la festividad de la Virgen de la Canderaria,
las Candelas y/o Purificás. Es un ritual puramente religioso en el que se entre-
mezclan rituales romanos, judíos y cristianos. Este ritual se conserva en estos
pueblos y algunos más apartados, como es el caso de Santibáñez el Alto, en la
Sierra de Gata o las Torres cacereñas, incluso en el mismo Cáceres capital. De he-
cho las Candelas es uno de los rituales más extendidos por nuestra Comunidad,
especialmente en la zona norte. Aunque se reconoce como festividad propia de
Monroy, hay que considerar este ritual como parte integrante y especialmente
significativa dentro de las tradiciones de muy diferentes pueblos.
Podemos además destacar, por su cercanía con la zona del Valle del
Alagón, los grupos de danzas en los que se incluyen la alternancia entre palo-
Monroy
Danza
De la
Manzana Santiago
Candelas y del Campo
Purificás
Deleitosa
Mirabel
Danzas de
paloteos. Virgen
de la Jarrera
1
Aunque no se hacen en la actualidad están descrita por Agustín Sánchez: Apuntes de
vida serradillana. Plasencia, 1982.
2
Al organizarse las danzas de la procesión del Corpus consta. “Si se encargan para un
mayor lucimiento fuera de la villa, los lugares más aptos son Montehermoso, Casas de Millán y
lugares del partido de Plasencia” (Libro de Acuerdos 1680-1686. Sesión 1683, Mayo, 19. Sesión
1685, Junio, 18.)
3
Tomado directamente del libro de José Mª Domínguez Moreno: Fiestas populares en la
Provincia de Cáceres, Salamanca, Caja Salamanca y Soria, 1996, pág. 290.
4
Material inédito de García Matos: Caja 43b, numeradas de la 1 a la 23bis (incluyendo
las correspondientes versiones de canto). (Apéndice IV.2., pp. 536-557)
5
Ibídem.
6
Es uno de los casos de músicas olvidadas que podrá reproducir Abel Pacheco, de las
que dictó en su momento su abuelo, Sixto Pacheco, a García Matos. En la actualidad Abel inter-
preta las cinco que exponemos.
Niño que estáis en los brazos, Pues Vos, Reina, como pobre,
Más hermoso que un clavel Con la humildad que en Vos se halla
Di a tu madre que nos abra Vais a cumplir con la ley
Que venimos a ofrecer. Que Moisés os tiene dada.
(Se abren las puertas de la Iglesia)
A vos, Reina de los cielos
No se extiende dicha manda,
Y pues nos la concedéis,
Redentor de nuestras almas. Estáis más pura que el sol
De rodillas por el suelo Pues en vos no se halla mancha.
Os pedimos vuestra gracia.
No porque a vos os obliguen,
(se arrodillan) Madre de Dios Soberana,
sino que por dar buen ejemplo
Al Señor cura rector, a toda alma cristiana.
Pues que manda en esta casa,
Le pedimos la licencia Recibirle sacerdote
En petición muy cristiana. Y mostradle en el altar,
Y admirad que es una ofrenda
Al publicar el misterio De la Reina Celestial.
De esta solemnidad santa
Venimos con vuestra ayuda, Ahí está el profetizado
Madre de Dios Soberana. Del profeta patriarca,
recibidle Simeón,
Y para que comencemos dándole infinitas gracias.
A elogiaros Virgen Santa
Rendidos a vuestros pies Todas las pobres llevaban.
Pedimos supláis las faltas. Presenta ese Agnus Dei
Y atended a las palabras
Y para entrar en el templo,
Que dice San Simeón
La ofrenda que acostumbraban
En la Escritura Sagrada.
Era un cordero o paloma
Con cinco siclos de plata.
Bendita seáis Señora,
A los pobres les permiten Alabada seáis, Reina,
Pues en todos tiempos se hallan Reverenciada de todos
Dos tórtolas o palomas, Los nacidos en esta tierra.
Como la ley lo mandaba.
Presentad estas palomas
Vais a ofrecer vuestro hijo, Que es ofrenda acostumbrada
Madre de Dios soberana, Que en la Ley de Moisés.
Para que los hombres vean
La humildad que en vos se halla.
Ángela Capdevielle:
Bajan dos:
¡CAMBIO!
También a los mayordomos,
Alégrense los mortales Madre y soberana reina
Muera de rabia el infierno, Dales salud en la vida
Que ya ha ofrecido la Virgen Y después la gloria eterna.
A Dios y Hombre verdadero.
1.142. Las Purificás. Monroy. Del Libro 1.144. Las Candelas. Del Libro Raíces. Extre-
Raíces. Extremadura Festiva, p. 210 madura Festiva, p. 210
7
Agustín Sánchez: Un año de vida serradillana, Plasencia, 1982
A
l oeste de Cáceres capital y hasta la zona de Alcántara hasta la Raya, en la
frontera con Portugal, se extiende la comarca que dio el nombre a la histó-
rica Orden militar de Alcántara. Tiene de característica la interpretación de
las danzas del cordón en las fiestas votivas de los distintos pueblos, especialmente
desde el Precarnaval o Santos Mártires hasta el mes de mayo. Tanto el ritual como
la música se repite en muchos sitios diferentes de la Comunidad Extremeña, es-
pecialmente en las zonas del Valle del Alagón y en la Sierra de Gata.
1
Nuestro agradecimiento a las mayordomas de San Antón: Manuela Salgado Rato, (67
años), Toñi Liberal (42 años), Mª del Pilar Araujo López (64 años) y Paqui Salgado (65 años), así
como a Felipa Marchena y Cipriana Escobero por todo lo que me fueron describiendo y aclarando
en relación con la fiesta, 17 de enero de 2004.
Brozas
2
Jesús Gundín Escalante (coord.): Un paseo por las dehesas del Tajo, Sonidos. Cáceres:
Institución Cultural “El Brocense”, 2001. pp, 48-49.
A la Rama es la única de las coplas del pandero que se baila. “Mejor será
decir que se bailaba, pues hoy dudamos que alguien sepa bailarlo, siendo muy
probable que algunas personas mayores sepan hacerlo aún. Ramiro Gutiérrez
Suitino los describió hace varias décadas, como “Danza estática, de alejada y
mutua contemplación, con levísimo vaivén, que recuerda el balanceo de las
palmeras inquietas” y Tomás Martín Gil en 1943 explica: “Las chicas y los mo-
zos cogidos de las manos, giraban raudos alrededor de unas parejas centrales,
y el monótono y grave son de los panderos media, acompasadamente, la figura
y pasos de una danza tan primitiva como original”5.
3
Muy bien hemos llegado a entender estas danzas de pandero por la aportación de alum-
nos y alumnas de Etnomusicología y Folklore, naturales o residentes en estos pueblos, que tantas
veces me las han cantado y bailado. También María y Jacinta, que a pesar de su avanzada edad me
han enseñado a cantarlas y a tocar el pandero.
4
Francisca García Redondo: Cancionero Arroyano, Cáceres: Institución Cultural “El
Brocense”, 1985.
5
Ibídem. p. 25.
6
Jacinta de 82 años. Entrevista, 22 marzo de 2002.
7
Quizá sea esta pieza, al igual que su partitura, una de las primeras que transcribí y
analicé, como estudiante de Musicología en 1978, con mis grandes maestros, como Samuel Rubio,
Ismael Fernández de la Cuesta, Miguel Manzano, Carmelo Solís, Macario Santiago Kastner,… La
guardo como oro en paño.
8
Manuel García Matos: Cancionero popular de la provincia de Cáceres (Lírica popular
de la Alta Extremadura. Vol. II). Edición crítica de Josep Crivillé y Bargalló. Barcelona: Instituto
Español de Musicología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas- Consejería de Cultu-
rade la Junta Regional de Extremadura, 1982, pp. 127-129.
I.150. Mujeres con pandero. Arroyo de la Luz. I.151. Domitila Parra toca el pandero con un
Década de 1940. Fotografía cedida por Martín grupo de amigas. Fotografía de Alan Lomax,
Panadero Magro 1952. Del CD The Spanish recordings: Extre-
madura. Rounder 82161-1763-2
(el último verso siempre se hace dos veces, en una con “a la ramá” y las segunda
vez con “!resalá¡)
9
Tomadas en directo, en Arroyo, el lunes de Pascua de 1998.
10
Francisca García Redondo: Cancionero Arroyano..., pp. 25-37.
Dicen que no hay mas luna Mira que bien los bailan
que la del cielo. las dos hermanas.
He mirado a tu cara, una es la clavellina,
dos lunas veo. otra es la rama.
L
a zona de la Penillanura del Salor se encuentra al sur de la provincia de
Cáceres, entre los kilómetros 15 y 35 de la carretera de Medellín y Miaja-
das. La llamada “Zona de las Torres”, al igual que los pueblos colindantes,
muestra dentro de sus tradiciones, las ofrendas y danzas de los tableros. Estas
danzas agrarias, de ofrendas y de fertilidad, una vez cristianizadas, se llevan a
cabo en la actualidad en honor a la Virgen o a los Santos patronos.
15 agosto,
7 Octubre Valdefuentes Torreorgaz Virgen de Agosto
Virgen del Rosario
8 diciembre
Inmaculada
Valdemorales
Albalá 24, 25 y 26
diciembre
Torre de Santa
Torrequemada María
1
Es una fiesta en la que hemos participado, con lo cual muchas personas anónimas nos
han ido informando a lo largo de la festividad entre los años 1985 y 1995, pero hay que destacar
como informantes a María Pulido (madre e hija, de 75 y 40 años entonces), a Cati Jiménez, de 30
años y a María Rodrigo de 70.
2
Mª Jesús Rodríguez, vecina de 76 años nos describió el ritual en las fiestas de 2003.
3
Francisco Márquez (56 años), Pilar Pérez (46 años), Roberto Márquez (14 años), Ascen-
sión Heras (42 años) y Karmele Expósito nos han ido informando durante años sucesivos, desde
2001.
I.156. Festividad de San Mateo. 1960. En la I.157. Maestro, flautista y danzaores. Torre
puerta de la Iglesia posan el párroco Pedro de Santa María, 1960. Foto cedida por Isabel
Rubio, las madrinas, tableras, maestro de la Dómine
danza, flautista y danzaores.
Foto cedida por Deme Fernández
I.159. Pandereta que toca el maestro de la I.160. Castañuelas que tocan los danzaores.
danza, llamado popularmente “el del tam- Fotografía: Ricardo Jiménez
bor”. Las hacen los pastores y es la misma que
la de los quintos. Fotografía: Ricardo Jiménez
I.163. Valentina Suero, 73 años, con el peina- I.164. Celestina Campos, 87 años, con las
dor de su tablero (1955). Agosto de 2002 banderas que ella pica para los tableros.
Agosto 2002
Fotografías: Pilar Barrios
I.167-168. Tableros de Torre de Santa María. 22 de septiembre de 2002. Fotografías: Pilar Barrios
I.169. Cargando los tableros. 22 de septiembre I.170. Desfile de los tableros. 22 de septiembre
de 2002. Fotografía: Ricardo Jiménez de 2002. Fotografía: Ricardo Jiménez
4
Domingo Rubio Rodríguez, de 81 años (en 2004), ha sido una figura decisiva en esta inves-
tigación, pues gracias a sus testimonios ha sido posible obtener la mayor parte de los datos sobre esta
tradición. Domingo fue danzante del grupo que recuperó las danzas después de la guerra, pues duran-
te el periodo bélico fueron prohibidas. En 1939 fue danzaor de su hermana, María Rubio, que era la
madrina de la celebración ese año. Justa Suero y Gabriela Márquez han completado la información.
5
Todo el pueblo recuerda con mucho énfasis el momento en que se iniciaba la carrera y
lo que llaman “la tomatá”
I.181-182. Tableras y danzaores del Rosario pasando por la plaza. Valdefuentes. 1960.
Fotografías cedidas por Juan Solano
6
Los informantes que nos han ido describiendo cada paso y elemento del ritual entre
los años 2003 y 2006, son Andrés Bote, Odosia Lancho (64 años), Severino Jiménez (73 años), Ca-
lixto Mellén (60 años), Calixto Mellén Madruga (28 años) Ramón Pérez (62 años), Francisco Polo
(60 años), Pedro Sánchez (58 años, fundador de la Asociación de emigrantes San Joaquín). Isabel
Romero (presidenta Asociación San Joaquín), Pedro y Quintina.
7
Rafael García Plata de Osma: “Geografía popular de Extremadura”. En Revista Extrema-
dura. Cáceres, vol. I, pp. 320-325.
Tú te vas, tú te vienes...
Vamos al tren,
morena mía muy bien
para embarcar
I.187. Desfile de las tablas. Albalá. 25 de di- I.188. Tablas de casados. 27 de diciembre de
ciembre de 2001. Fotografía: Pilar Barrios 2001. Bailando las tablas en una de las para-
das de la comitivas. Fotografía: Pilar Barrios
8
Ana Casares e integrantes de la Asociación de emigrantes San Joaquín, con los que
compartimos el domingo de piñata de 2002
Engánchela usted
A saltar y brincar
Y andar con un pie
Que estas son ciringoncias
de un baile
Baile sin duda
Que a la calle se sale desnuda.
Pobre la Inés
Que a la calle se sale otra vez.
I.193-194. Bailando la piñata. Domingo de Piñata. Carnaval 2005. Fotografías: Pilar Barrios
I.195-196. Bailando la piñata. Domingo de Piñata. Carnaval. 2005. Fotografías: Pilar Barrios
E
n la Comarca llamada de la Siberia extremeña, al oeste de la Comunidad
Extremeña y colindante con Ciudad Real y Toledo (Castilla-La Mancha)
podemos destacar danzas específicas que se repiten o se repitieron en su
momentos en pueblos colindantes o cercanos: Destacan por su exclusividad
los diablos, diablas, diablores y diablucos del Corpus Christi, pero además es
la zona en donde más se repiten las danzas de pastores, que formaron parte de
los autos sacramentales o comedias de Navidad.
1
Nos hemos basado en las aportaciones que Juan Rodríguez Pastor presenta en el Libro
Raíces. El Folklore Extremeño, pp. 107 a 109.
También nos hace una importante aportación Bonifacio Gil sobre materiales, recogidos
por él mismo y por otras aportaciones entre las que destacan las de Isabel Gallardo.
Así como de la Ponencia que Juan Rodríguez Pastor presentó a las III Jornadas de Danzas
Guerreras, Agrarias, de Fertilidad, de Paloteo y similares, Fregenal de la Sierra, 13 de agosto de
2003. Material inédito.
Helechosa
Castilblanco
Danzas de
hombres
Valdecaballeros
Helechosa
Villarta de los
Montes Peloche Garbayuela Villarta de los
Montes
Fuenlabrada de Valdecaballeros
San Antón San Blas
los Montes
2
Bonifacio Gil García: Cancionero popular de Extremadura, Badajoz, Departamento de
Publicaciones de la Diputación Provincial, 1998, pp. 494 -495, partitura en pág. 667.
3
Carlos Cordero Barroso: ”Obra de los Reyes Magos”, en II Congreso Regional de Música
y Danzas populares de Extremadura, Mérida, 31 de enero y 1 de febrero de 1981. Delegaciones
provinciales del Ministerio de Cultura. Extremadura.
4
Juan Rodríguez Pastor, en entrevista de 5 de mayo de 2007, me confirmó la permanen-
cia y afianzamiento en la actualidad de dichas pastoradas con sus danzas.
Estas danzas del Corpus que se basan en la lucha entre el bien y el mal,
representado por el diablo y el ángel, en los autos de Navidad y del Corpus
Christi son comunes en todo el mundo cristianizado, de hecho se conservan
en muy variados lugares, especialmente en España e Iberoamérica. Por tomar
algún ejemplo iconográfico para futuros estudios comparativos sirvan los que
presentamos en el estudio introductorio.
5
Bonifacio Gil: Cancionero popular de Extremadura, vol. II, pp. 580-581
6
Informaron: Adela Cardeñosa Serrano alcaldesactual, José Romero, guiador de la danza
de San Blas y José Romero Quintana.
I.199. Palitos de San Blas. Garbayuela. Raíces. I.200. Danza de palos de Villarta de los Mon-
Extremadura Festiva, p. 82 tes. Raíces. El Folklore Extremeño, p. 107
◆ ◆
◆ ◆
7
María P. Baviano Asensio: Ecos de la Siberia, Don Benito, Aprosuba, 1998, p. 109.
Además se suma las informaciones de mis alumnos Juan Carlos Rodríguez Masa (natural de Na-
valvillar), Mª José Rayo y Francisca Trejo, de Historia de la Música y del Folklore, del curso 2003-
2004:
E
n Vegas del Guadiana y la Comarca de la Serena destacan determinadas
tradiciones que marcan señas de identidad, relacionadas con la Virgen del
Rosario y los Auroros de Zarzacapilla y de otros pueblos. Con respecto a
las danzas destacamos los corros y coplas de Carnaval y las Mayas de Villanueva
de la Serena. Una de las Cofradías con especial significado en la danza es la del
Santísimo Sacramento de Peñalsordo, que baila las Alcancías y hace la torre
humana en la fase final del ritual que culmina con la entrada de dicha torre
en la iglesia. A esta cofradía pertenecen “los bailantines” de Nochebuena, que
en su momento debieron formar parte de los autos sacramentales, junto con la
1
Nuestro agradecimiento al Centro de Desarrollo Rural “La Serena” y al Grupo los
Arrieros por facilitarnos todo tipo de información y por la subvención que concedieron para hacer
en el año 2004 el proyecto “La música en las tradiciones populares de La Serena”, en convenio con
la Universidad de Extremadura. Una parte de este material lo incluimos en el Portal de Patrimonio
Musical Extremeño. Legado, investigación y transmisión, http://nuestramusica.unex.es.
Villanueva de la Peñalsordo
Serena
Mayas
Orellana Cabeza del Buey Las Los
Alcancías Bailantines
2
Domingo Grado Olivares: “Las Mayas y la fiesta de la Cruz de Villanueva de la Serena”,
en II Congreso Regional de Música y Danzas populares de Extremadura, Mérida, 31 de enero y 1
de febrero de 1981. Delegaciones provinciales del Ministerio de Cultura. Extremadura.
II.11.2. Peñalsordo3
II.11.2.a. Corpus Christi y su Octava. Las Alcancías
La Hermandad está gobernada por un hermano mayor, también llamado
mayordomo, que es elegido democráticamente y su cargo es vitalicio. Los otros
cargos importantes son los de capitán, alférez y sargento que se renuevan todos
los años. Los hermanos al ingresar en la cofradía ocupan un rango jerárquico
asignado cronológicamente denominado casilla. De este modo van corriendo
los distintos cargos de sargento, alférez y capitán, por riguroso orden. Cuando a
un hermano le corresponda ocupar la casilla de sargento llevará como insignia
la alabarda o pincha grande. Cuando sea alférez portará la bandera y cuando
finalmente sea capitán: será encargado de llevar la jineta o pincha chico.
La leyenda
Cuenta la leyenda que en el siglo XVI, ante el fracaso permanente de
las tropas cristianas al mando del general Cachafre y de su lugarteniente Pa-
3
Alejandro García Galán: El Hábeas Christi y su Octava en Peñalsordo (Extremadura),
Peñalsordo, Ayuntamiento de Peñalsordo, 1999.
4
Mi especial agradecimiento a mi alumno Francisco José Galán, de la promoción 2004,
que sigue actuando en la actualidad como “bailantín”.
5
Martín García, Pepita Casasola y Francisco Tejada: El Folklore de Orellana “La Vieja”,
Badajoz: Fundación Santa María, 1986.
1
Información facilitada por José Tomás Sousa. Entrevista 2 de febrero de 2002.
P
ocas noticias tenemos aún de danzas documentadas en la zona que va de
Mérida a Tierra de Barros, aunque siendo zona agrícola no es de extrañar que
existieran en su momento danzas de ofrendas como en su zona colindante
por el Norte, de Cáceres a Mérida. De lo que se ha estudiado hasta ahora hay que
destacar las danzas del pandero de Aceuchal, en la transición de la Primavera al
Verano, en la noche de San Juan y el ritual dedicado de San Pedro de Verona en
Alconera como un ritual militar con las jerarquía característica, que se repite, como
hemos visto en Montehermoso y Galisteo, pero esta vez con hombres. También en
Valverde de Leganés se repiten los abanderados el Domingo de Resurrección.
Acehuchal Alconera
1
Mercedes Ruiz González-Valero y Marisa Retamar Sancho: “Costumbres y tradiciones
populares. “Canción del Pandero en la Noche de San Juan”. En II Congreso Regional de Música y
Danzas populares de Extremadura, Mérida, 31 de enero y 1 de febrero de 1981. Mérida: Delegacio-
nes provinciales del Ministerio de Cultura. Extremadura, 1981. Material inédito.
ESTROFAS:
2
Javier Marcos Arévalo: “Servir al santo” o “hacer el paso de los oficiales”. Alconera y
su fiesta patronal de San Pedro Mártir de Verona”. En Congreso conmemorativo del VI centena-
rio del Señorío de Feria (1934-1994), Mérida, Editora regional de Extremadura, 1996. Incluye el
artículo de Matías R. Martínez: “La Alconera (Fiesta de San Pedro Mártir de Verona”. En Revista
Extremadura (1904)
Tomado del estudio que, con mucha precisión se hace en el libro: Raíces. El Folklore
Extremeño. Páginas 103 a 106.
L
a sierra de Badajoz, al Sur de la Comunidad Extremeña, en la denominada
Campiña Sur, ya colindante con la provincia de Huelva, es una de las zonas
mejor estudiadas en conjunto. Los documentos que nos aportan los investi-
gadores1 son esclarecedores para el estudio de esta Comarca, tan relacionada con la
1
Nuestro más profundo agradecimiento a Rafael Caso por sus generosas orientacio-
nes sobre las danzas de Fregenal. Las aportaciones bibliográficas de este investigador, siempre
rigurosas y centradas en fuentes documentales inéditas, son imprescindibles para conocer lo que
fueron las danzas como parte integrantes del ritual religioso y de su interconexión con el profano.
Aurelio Salguero
Existe además una amplia bibliografía y documentación conservada en archivos: Bo-
nifacio Gil, tomos I y II // García Matos: Material inédito del CSIC, Libro 43 //Raíces: El Folklore
Extremeño,
Juan Andrés Serrano Blanco: “Las danzas de Fregenal de la Sierra y Fuentes de León”.
En Actas de las I Jornadas de Investigación de Danzas Guerreras, Agrarias de Fertilidad, de Palo-
teo y similares. Fregenal de la Sierra: Ayuntamiento, 1986, pp. 71-78.
Higuera la Fuentes de
Real.. León
“Lanzaores” de la
Virgen de la Salud
8 de septiembre
2
Rafael Caso Amador: “Fiestas y Danzas Rituale en Fregenal de la Sierra en los siglos
XVI y XVII”. En El Santuario de Ntra. Sra. de los Remedios de Fregenal de la Sierra. Origen y
Desarrollo histórico. Fregenal de la Sierra: Caja Almendralejo, 2004, pp 207-212.
3
Archivo Municipal de Fregenal, Actas Capitulares, caja 1, nº 1 (1588-1591) sesión de 6
de junio de 1590, fol 190 vto.
4
Archivo Parroquial de Fregenal, Actas Capitulares, Caja 1, nº 6 (1624....), sesión del
Cabildo de 18 de mayo de 1626, fls. 296 vº-298 rº.
5
Ibídem
6
Rafael Caso Amador: El Santuario de Ntra, Sra, de los Remedios de Fregenal de la Sie-
rra. Origen y desarrollo histórico. Fregenal de la Sierra: Caja Almendralejo, 2004, pp. 207-212.
7
Ibídem
8
Ibídem
9
Ibídem, p. 210.
10
Ibídem, p. 212.
11
Ibídem, p. 212.
12
Conversación directa en Fregenal de la Sierra, 5 de enero de 2005.
13
Durante mucho tiempo se les ha llamado “Lanzaores” de la Virgen de la Salud, in-
cluso hasta ahora, creyendo a veces que se trata de una deformación o derivación fonética de
“danzaores” o que el nombre se lo diera el carácter bélico que tuviera en un principio. También
se abre una posibilidad, quizá al referirse a los que lanzasen las salvas a la Virgen de la Salud, por
favores recibidos o mandas. De cualquier manera, cada vez más, en el sentir popular general está
el llamarlos “danzaores”.
14
Rafael Caso Amador: “Fiestas y Danzas Rituales en Fregenal de la Sierra en los siglos
XVI y XVII”. En Fiestas en Honor de Nuestra Señora de la Salud, nº 3, septiembre. Fregenal de la
Sierra: Ayuntamiento, 1996, p .9.
15
Francisco Tejada Vizuete: “Danzas paralitúrgicas en la Baja Extremadura. Notas histó-
ricas”. En Actas de las I Jornadas de Investigación de Danzas Guerreras, agrarias de fertilidad, de
paloteo y similares. Fregenal de la Sierra: Ayuntamiento, 1986, pp. 57-70, pág. 62 y 63.
16
Rafael Caso Amador: “Sobre la historia de los “lanzaores” de Fregenal de la Sierra”. En
Fiestas en honor de Nra. Sra. de la Salud, nº 1. Fregenal de la sierra: Ayuntamiento, 1994, pp. 2-5.
17
Juan Andrés Serrano Blanco: “Las Danzas de Fregenal de la Sierra y Fuentes de León”.
En Actas de las I Jornadas de Investigación de Danzas guerreras, agrarias, de fertilidad, de palo-
teo y similares, Fregenal de la sierra: Ayuntamiento, 1986 (Archivo Parroquial de Fregenal, Santa
Catalina, Cuentas de Fábrica, 1757).
18
Francisco Tejada Vizuete: “Danzas paralitúrgicas en la Baja Extremadura. Notas histó-
ricas”. En Actas de las I Jornadas de Investigación de Danzas Guerreras, agrarias de fertilidad, de
paloteo y similare. Fregenal de la Sierra: Ayuntamiento, 1986, p 62.
19
Ibídem, pág. 62
20
Rafael Caso Amador: “La Fiesta de la Virgen de la Salud en 1925. Nuevos datos para
la historia de los lanzaores”. En Revista Fiestas en honor de Ntra. Sra. de la Salud, nº 4. Fregenal
de la Sierra: Ayuntamiento, 1997, p. 9.
21
Ibídem, p. 9.
22
Material Inédito. Misiones Pedagógicas. Sección de Folklore de la Institución “Milá y
Fontanals” caja 43B: Fichas inéditas. Sección de Folklore. Institución Milá y Fontanals (Antiguo
Instituto Español de Musicología. Sección de Folklore) (Apéndice IV. 2, pp. 576-578).
23
Transcribimos dos versiones que hicimos en distinto momento, la de Andrés Sequera
que se grabó en el Video (VHS). El Folklore de Extremadura, Cáceres: Libre Producciones, 1996.
La segunda la grabamos a Leocadio Félix en Fregenal de la Sierra en agosto del 2002. Una y otra
están basadas en las dos mismas frases melódicas de la gaita, que se repiten y cuya base esencial
es la célula rítmica que llevan a la par el tambor y las castañuelas de los danzaores y que termina
con un acelerando final exclusivo de estos instrumentos de percusión.
I.210. El tamborilero, Leocadio Félix, con Los I.211. Los lanzaores pequeños.
lanzaores pequeños. Fotografía cedida por Rafael Caso
Fotografía cedida por Rafael Caso
I.213. Bailando ante la Virgen de la Salud. I.214. Danzando en la Iglesia. Libro Raíces
Libro Raíces
24
Información recibida de Mª Luisa Sánchez García, 58 años, profesora de Historia,
investigadora y concejala de Cultura y a Juan Luis Dorado Guareño, 27 años, del grupo de los
danzantes mayores, y que forma al grupo de pequeños. Tras distintas conversaciones por teléfono,
en abril de 2005 nos trasladamos a Fuentes de León y mantuvimos una larga conversación en la
que ambos nos explicaron tanto el ritual como la danza y además nos cedieron las fotografías y
el video con el que contamos.
Otras referencias de esta danza se hacen en:
Juan Andrés Serrano Blanco: “Las Danzas de Fregenal de la Sierra y Fuentes de León”.
En Actas de las I Jornadas de Investigación en danzas guerreras, agrarias de fertilidad, de paloteo
y similares. Fregenal de la Sierra: Ayuntamiento, 1986, pp. 76-78.
25
F. Tejada Vizuete: “Danzas paralitúrgicas en la Baja Extremadura. Notas históricas” en
Actas de las I Jornadas de Investigación de Danzas Guerreras, agrarias de fertilidad, de paloteo y
similares, Fregenal de la Sierra, Ayuntamiento, 1986, pp. 57-70.
26
Bonifacio Gil, Cancionero de Extremadura. Vol. II. Badajoz: Diputación Provincial,
1956: Numera con el número 346 la Danza Vieja de Fuentes de León y hace una pequeña descrip-
ción de la fiesta.
27
Francisco Tejada Vizuete (coord..): Raíces. El Folklore Extremeño, Coleccionable Hoy
Diario de Extremadura, pp. 96-98.
28
Bonifacio Gil García: Cancionero de Extremadura, vol. II, p. 585.
29
José Luis Dorado. Entrevista, 5 de abril de 2005.
30
Nuestro agradecimiento a Aurelio Salguero con el que mantuvimos una interesante
conversación sobre el deseo de recuperar tradiciones perdidas y por cedernos las fotografías de las
“niñas danzantas” y la coreografía que él había intentado reproducir por las orientaciones de una
informante (Mª Susana Hernández Díaz) y a mi alumna Olalla Morón, que ha sido “niña danzanta”
por hacerme ver lo que ha llegado a estas jóvenes en esta nueva fase y lo que supone para ellas la
recuperación de esta danza.
La principal bibliografía que se conserva es: Aurelio Salguero Marín: “Las danzantas de
la Virgen del Socorro. Una tradición perdida”. En Cultos y fiestas en Honor de Nuestra Señora del
Socorro. Higuera la Real: Ayuntamiento, 1992.
Aurelio Salguero Marín:”EI rescate de una danza: Las niñas danzantas”. En Revista de Cul-
tos y fiestas de Ntra. Sra. Del Socorro de Higuera la Real. Higuera la Real: Ayuntamiento, 1997, p. 5
Rafael Caso Amador: “Las Danzantas del Socorro de Higuera la Real. Notas para un es-
tudio histórico”, en Revista de Cultos y fiestas de Ntra. Sra. del Socorro de Higuera la Real. 1997.
pág. 13.
31
Rafael Caso Amador: “Fiestas y Danzas Rituale en Fregenal de la Sierra en los siglos
XVI y XVII. En El Santuario de Ntra. Sra. De los Remedios de Fregenal de la Sierra. Origen y De-
sarrollo histórico. Fregenal de la Sierra: Caja Almendralejo, 2004, pág. 211.
32
Entrevista a Augusto Salguero, 15 de agosto de 2006.
33
Tomás López: “La provincia de Extremadura al final del siglo XVIII”. Comunicación
del Lcdo. D. José F. García Xarillo, Manuscrito de la B. Nacional. Mérida: Asamblea de Extrema-
dura, 1991, p.. 242.
34
Entrevista a Augusto Salguero, 15 de agosto de 2006.
35
”Archivo Parroquial de Higuera la Real. Libro de Cuentas del Socorro, 1760.
36
Todos los detalles de la organización de esta fiesta, las reuniones preparatorias, las
niñas danzantas, la elaboración del traje, aparece en el artículo del mismo autor: “El rescate de
una danza. Las niñas danzantas”, en “Cultos y Fiestas en honor de Nuestra Señora del Socorro”,
Higuera la Real, Ayuntamiento, 1997, p. 5.
37
La “escalaricita” se refiere al barrio de Calarices, que se decían “escalarices”. Es el
diminutivo.
I.221. Aurelio Salguero. Investigador, tambori- I.222. Víspera de la Virgen del Socorro. 14
lero y artífice de la recuperación de la danza. de agosto de 1997. Fotografías cedidas por
15 de agosto de 2007. Fotografía: Ricardo Aurelio Salguero y Olalla Morón
Jiménez
I.223. Víspera y a la puerta de la ermita del I.224. Danzando ante la Virgen. 15 agosto
Socorro. 15 de agosto de 1997: Festividad de 1997. Fotografías cedida por Aurelio Salguero
la Virgen del Socorro. Fotografías cedidas por y Día 14 de agosto
Aurelio Salguero y Olalla Morón
Fregenal
Virgen de los Remedios: 8 muchachas
1656 de la Rafael Caso
y el que las guiava
Sierra
Fregenal
1660 de la Rafael Caso Danza ocho muchachas y el maestro
Sierra
Fregenal
1664 de la Rafael Caso Danzas de gitanos
Sierra
Fregenal
1893 de la Rafael Caso Danzas a la Virgen de los Remedios
Sierra
Ciclo de invierno:
NAVIDAD Y REYES
Casar de Danza Pastores
Nochebuena 24 de diciembre
Palomero Nochebuena
Peñalsordo Nochebuena 24 de diciembre Los bailantines
Albalá 25, 26 y 27 de diciembre Tablas de quintos
Helechosa de los Montes
Villarta de los Montes
En Autos
Valdecaballeros Sacramentales
Nochebuena posibles
Herrera del Duque
y danzas de pastores
Reyes Castilblanco
Peloche
El garrabán.
Comarca de la Serena
Danza de hombres
CICLO DE PRIMAVERA:
Ciclo de primavera
Lunes de Pascua Cañaveral San Benito Danza de jóvenes
Martes de Pascua Cabezo movible Paleos
La Virgen de la Danzas de hombres
Mirabel
Jarrera y niños
Villanueva de la
Bailar la bandera
Sierra
Lunes in albis
Pozuelo de Virgen de la
Ondear la bandera
Zarzón Encina
San Pedro Danzas de paloteo y
Torrejoncillo
“ad víncula” cordón
Lunes de Aldeanueva de Cristo del
Danzas de hombres
Pentecostés la Vera Sepulcro
Torre de Don Virgen de
1 de abril Los capazos
Miguel Bienvenida
Villanueva de la Día de la Cruz.
3 de mayo Las mayas
Serena 3 de mayo
Torrecilla de los
25 de abril San Marcos Echar la bandera
Ángeles
Recolección de
Las Hurdes Primavera El zánganu
la miel
Cuando picaba la
Las Hurdes Verano La tarantanchuela
tarántula
Malpartida de
Danzas del pandero
Cáceres
Arroyo de la Luz Danzas del pandero
Acehuchal Noche de Danzas del pandero
23 al 24 de junio
Pinofranqueado San Juan Zahumerios
y sus alquerías (saltar sobre el fuego)
Torre de Santa “Pasar por la
María mimbre”
Danza de las
Garganta la Olla Santa Isabel 2 y 3 de julio
italianas
Caminomorisco San Cristóbal 10 de julio Ramo
Cristo del
Jerte 16 de julio Procesión y Ramo
Amparo
Aldeanueva de Cristo de la
20 de julio Danzas de hombres
la Vera Salud
Cristo de la
Losar de la Vera 20 de julio Danzas de hombres
Caridad
Villasbuenas de Danza del cordón/
San Pantaleón 27 de julio
Gata enarbolar bandera
Virgen de Jueves antes de
Jarandilla Danzas de hombres
Sopetrán la Ascensión
Romería de San
Tejer el cordón y
Gata Blas y de la Vir-
enarbolar la bandera
gen del Puerto
Peña de Francia
Fregenal de la Virgen de la 7 y 8 de
Danzas de hombres
Sierra Salud septiembre
Cristo de Sep- 14 de
Garganta la Olla Danzas de hombres
tiembre Septiembre
Cristo de Sep-
Cuacos de Yuste 14 de septiembre Danzas de hombres
tiembre
14 y 15 de
Jarandilla Santo Cristo Danzas de hombres
septiembre
Virgen del Ro- 15 y 16 de
Pedroso de Acím La maná
sario septiembre
Casatejada: La cardadora y la
18 de septiembre Danza de las Velas
Vieja andariega:
Torre de Santa
San Mateo 21 de septiembre Danzas de tableros
María
Robledillo de la San Miguel 28 y 29 de
Danzas de hombres
Vera Arcángel septiembre
Danza de la man-
San Miguel
Torrejón el Rubio 29 de septiembre zana o la gamboa:
Arcángel
alabardas
Torrequemada San Francisco 3 de octubre Tableros
Cristo de los El capazo y echar la
Ahigal 4 de octubre
Remedios bandera
Virgen del
Valdefuentes 7 de octubre Tableros
Rosario
Virgen del
Alcuéscar 7 de octubre Jota de Alcuéscar
Rosario
Primer domingo
Galisteo Tiruriru
de octubre
Guijo de Sta. 4 y 5 de
Santa Bárbara Danzas de hombres
Bárbara diciembre
Purísima
Torreorgaz Tableros
Concepción
8 de diciembre
Inmaculada Danzas de paloteo y
Torrejoncillo
Concepción cordón.
Ave María o
Olivenza 13 de diciembre Danza de mujeres
Santa Lucía
1. SIERRA DE GATA
Villasbuenas de Danza del cordón/
San Pantaleón 27 de julio
Gata enarbolar bandera
Romería de San
15 de agosto u 8 Danza del cordón/
Gata Blas y Virgen del
de septiembre enarbolar bandera
Puerto
Cadalso de Gata San Ubaldo 20 de mayo Enarbolar bandera
8. DE CÁCERES A ALCÁNTARA
Ofrendas y Danza
Brozas San Antón 17 de enero
del cordón
Ofrendas y Danza
Villa del Rey San Blas 3 de febrero
del cordón
Malpartida de Ofrendas y Danza
San Isidro 15 de mayo
Cáceres del cordón
Malpartida de Danzas del
Carnaval movible
Cáceres pandero
Danzas del
Arroyo de la Luz Carnaval movible
pandero
Castilblanco
Peloche
Danzas de
Peloche San Antón 17 de enero
hombres
Garbayuela San Blas 2 de febrero Danzas de palitos
Villanueva de la
Las Mayas 3 de mayo Danzas mujeres
Serena
Navalvillar de Danzas de
El pelindongo
Pela hombres
Navidad El garrabán. Danza de hombres
Orellana la Vieja San Sebastián 20 de enero Taraballo
Las Candelas 3 de febrero Revolares
Peñalsordo Nochebuena 24 de diciembre Los bailantines
Corpus Christi movible Las Alcancías
APÉNDICE IV. 1.
P. 188. 127 bis. Danza que se ejecuta al salir la procesión (Versión cantada)
Al final: Esta tocata acompaña también “El cordón (las cintas), “La culebra”
y “El castillo”
1
Otras versiones de otros pueblos como podemos observar: Es “Le dijo la golondrina al
gorrión, tú serás mi enamorada golondrina, tú serás mi enamorado, gorrión”
“Danzas de palos.
Al final: D.C. 3 veces, luego ataca el “Discante”
Versión de canto.
Texto: Despertal cristianos, Hijos de María, que ya viene el alba, anunciando
el día.
Danza de Palos “La Flor de Lis”, A la salida de la iglesia (sin palos y casta-
ñuelas
Al final: Componen el cuerpo de danza 8 hombres y el “Palotero” (el que lleva
los palos. Se tributa la danza a San Pedro (29 de junio).
Adán 157
Aguirre Baztán, A. 45, 65
Alamillo, Jorge 194
Albadalejo Imbernón, Norberto A. 173
Alcalá, Palmira 137
Alejandrino Lemus, Pedro 158
Alfonso VIII, rey 280
Alfonso X (el Sabio), rey 71
Alfonso XIII, rey 150
Alías Pazos, Isabel 243, 244
Álvarez Cañibano, Antonio 28
Ana, santa 99, 149, 430, 453, 480
Antón, san 62, 68, 102, 104, 112, 128, 337, 338, 339, 340, 341, 342, 343, 396, 401, 402,
403, 471, 484, 485
Antón, Victoria 270
Antonio de Padua, san 299, 300, 304, 305
Antonio Martínez, Pablo 85
Antonio, san 102, 134, 135, 136, 262, 425, 474, 479, 483
Araujo, Mª del Pilar 337
Arce, A. 56
Arjona, Heliodoro 310
Asenjo Barbieri, Francisco 41, 42, 43
Audas 68
Austria, Ana de 72
Ávila Gómez, Tomás 208, 209
Ayuso, Francisco 28
Baltanás, Enrique 44
Bárbara, santa 127, 130, 262, 274, 275, 276, 277, 279, 477, 483
Barrios Manzano, Juanjo 27
Barrios Manzano, Luis 27
Barrios Manzano, M. Pilar 5, 6, 21, 22, 23, 24, 31, 33, 44, 45, 66, 78, 79, 82, 83, 94, 96,
140, 148, 160, 161, 162, 167, 194, 200, 203, 205, 237, 246, 249, 257, 265, 270,
289, 295, 305, 306, 318, 324, 340, 342, 348, 366, 370, 373, 374, 375, 377, 378,
379, 380, 387, 388, 389, 390, 391, 394, 406, 408, 411, 421, 426, 448, 466, 467,
468
Barrios Manzano, Mª Rosa 27
Barrios, Agapito 27
Barroso Gutiérrez, Félix 147, 150, 158, 163, 164, 166, 183, 184
Acehuche 104, 120, 171, 172, 236, 238, 241, 471, 481
Aceituna 172, 203, 204, 482
Aceitunilla 150
Aceuchal 101, 104, 427, 428, 429, 475, 487, 473
África 97, 188
Ahigal 102, 103, 172, 179, 182, 183, 301, 477, 481 , 482
Albalá 64, 104, 107, 122, 125, 362, 363, 382, 386, 387, 391, 394, 471, 473, 485.
Alburquerque 115
Alcántara 68, 112, 115, 129, 137, 204, 337, 338, 420, 484.
Alconera 113, 134, 427, 431, 474, 487.
Alcuéscar 49, 123, 130, 362, 363, 477, 485.
Aldeanueva de la Vera 90, 262, 280, 281, 285, 473, 475, 483, 573, 574, 575, 576, 577.
Aldehuela del Jerte 242, 472, 482
Alía 111, 160, 309, 310, 473, 483
Alicante 254
Almaraz 69, 106, 111, 129, 309, 310, 311, 312, 313, 475, 476, 483
Almendralejo 437, 438
Alto Alentejo 37, 66
América 24, 28, 91
Andalucía 65, 447
Aragón 118, 198
Arrolobos 161
Arroyo de la Luz 64, 101, 103, 338, 346, 348, 428, 473, 475, 484, 582, 583, 584
Arroyomolinos de la Vera 63, 102, 106, 262, 306, 477, 483, 508
Asegur 150
Badajoz 60, 61, 62, 64, 65, 76, 78, 80, 81, 82, 83, 90, 112, 115, 147, 148, 166, 251, 285,
396, 420, 435, 437, 444, 446, 447, 450, 467, 468, 474, 487, 578, 579, 580.
Barcelona 36, 44, 45, 5960, 63, 65, 90, 285, 347, 444, 543
Batuequilla, la 150
Belén 156, 174, 175, 177, 178
Bética 69
Bronco, el 172, 482
Brozas 96, 101, 104, 140, 337, 338, 340, 342, 471, 484.
Buenos Aires 44, 59
Burgos 60
Cabeza del Buey 62, 103, 410, 422
Cabezo 149, 473, 479
Cabezuela del Valle 242
Cáceres 7, 23, 24, 28, 31, 37, 45, 63, 64, 66, 72, 74, 76, 80, 82, 83, 89, 90, 98, 111,
112,115, 129, 137, 144, 146, 181, 222, 229, 232, 235, 237, 261, 276, 319, 323,