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METODOLOGIA DE LA INVESTIGACION

Selección de campo de la investigación.


1) La pregunta inicial que el investigador debe hacerse es, ¿estoy realmente interesado en
este tema de investigación como para dedicarle un tiempo determinado? Con esta pregunta se pretende
destacar el interés por el tema y la motivación para emprender una labor que se llevará determinada
cantidad de tiempo y de recursos; de no ser así rápidamente vendría el desánimo, y hasta la frustración al
ver que el tiempo sigue transcurriendo y que no se avanza de la manera que se esperaba.
2) En segundo lugar hay que considerar si la investigación que se va a emprender tiene como
objetivo ampliar el conocimiento existente, o si contribuirá a un avance de tipo tecnológico dando solución
a algún problema que plantea necesidades reales. En caso de coincidir con el primer objetivo, es decir,
ampliar el conocimiento, habría que hacerse las preguntas siguientes: ¿Qué nuevos hallazgos se podrían
aportar con esta investigación para acrecentar el conocimiento científico?, ¿qué lagunas de conocimiento
cubrirán los nuevos hallazgos que resulten de esta investigación?
3) En tercer lugar hay que considerar la relevancia relativa que tiene la investigación respecto
a la sociedad, la ciencia, la cultura, etc., aquí se plantean interrogantes como: ¿a qué tipo de población se
beneficiaría con los resultados?, ¿se beneficiaría a un solo sujeto, a una institución o a qué sector de la
sociedad? Así mismo se plantearía: ¿qué relevancia científica y tecnológica, social, etc., tiene este
problema que intento abordar?; esto necesariamente conduce al nivel de generalidad del problema, lo cual
quiere decir que en la medida en que un problema de investigación abarque a más población, en esa
medida tendrá un mayor grado de generalidad para realizar inferencias y extrapolaciones de los hallazgos
obtenidos; por otro lado, también conviene investigar el grado de especificidad del tema y la objetividad del
mismo, esto quiere decir que cuando ya se haya definido el problema de investigación, es necesario
considerar si es lo suficientemente objetivo como para ser susceptible de investigación empírica, ya que
problemas que involucren aspectos religiosos, ideológicos, axiológicos, etc., no son susceptibles de ser
investigados por este tipo de metodología.

Planteamiento del problema: El problema es la fijación de las contradicciones que se dan en la


propia realidad, contradicciones que se fijan en la teoría y que concluyen una vez “esclarecidas” con el
planteamiento de un nuevo problema, cuya solución podría ser resuelta por otros investigadores. Para un
adecuado planteamiento del problema se requiere de, eliminar del problema cualquier adición engañosa, o
sea, identificar aquellas dificultades que chocan con la teoría. El proceso de solución de todo problema,
supone como condición necesaria, la formulación adecuada y científica de la interrogante que se
encuentra en la base del problema. Una de las reglas heurísticas más importantes para la solución de
problemas consiste en que éste pueda resolverse utilizando idealizaciones iniciales, claramente
comprendidas y estipuladas, que simplifiquen su complejidad sin tergiversar la realidad mostrando la
tendencia general del desarrollo del objeto investigado, ya que es en la realidad en la que encuentra su
posible solución.

Delimitación y ubicación del problema: Mario Bunge refiere que: “no se conocen recetas para
preparar soluciones correctas a problemas de investigaciones mediante el mero manejo de los
ingredientes del problema”. Sin embargo, se pueden tomar en cuenta algunas sugerencias que le permitan
delimitar y ubicar el problema de investigación como las siguientes:

1. Seleccione un problema que llame su atención y que en una primera instancia tenga visos de
solución, por la viabilidad y por los conocimientos previos que se tengan sobre el mismo.
2. Identifique los hechos que puedan estar relacionados con el problema, y por medio de la
observación determine si son relevantes para su problema de investigación.
3. Avizore el método, eligiendo el adecuado a la naturaleza del problema y a la clase de solución
deseada.; así como las ventajas o posibles inconvenientes de entre varios métodos, si es que los hay.
4. Divida el problema en sus unidades más simples para su mejor comprensión, y determinación de
estrategias de solución.
5. Busque problemas análogos que ya hayan sido resueltos para su mejor comprensión, y rescate
de ellos las experiencias más relevantes, siempre y cuando existan condiciones de adaptación.
6. Si fracasa en los intentos relativos a los pasos anteriores, busque alternativas, trasladando el
problema hacia otros campos de estudio. Por ejemplo en lugar de experimentar con humanos, realícelo
con animales.

Elementos del problema: Los problemas como tal no existen, es el investigador quien los plantea
dadas sus inquietudes, capacidad de observación y acontecimientos. Esta afirmación se apoya en el
hecho de que ante un fenómeno o situación dada, todos podíamos pasarlos por alto, pero sólo uno se
detiene y se plantea las interrogantes que ésta le despiertan.
Definición del problema: De hecho en la definición del problema inicia en buena medida, desde el
momento en que el investigador ha conjuntado una serie de observaciones con su experiencia,
conocimientos e inquietudes, quizá sólo haga falta esclarecer algunos conceptos para definir
científicamente el problema; y decidimos científicamente porque en sí no se trata ya de un problema
empírico cualquiera, sino de aquel que desde los conceptos mismos que involucra, ya está tomado en
cuenta que se trata de un problema no investigado anteriormente, así como también la viabilidad de su
resolución.

Objetivos: Establecer los objetivos de investigación es responder a la pregunta: ¿para qué se


hace? Es decir, se trata de indicar el destino o los efectos que se pretenden alcanzar con su realización.
Conforman un elemento fundamental del diseño de la investigación, porque en ellos se expresan los logros
que se pretenden alcanzar. Con cierta frecuencia se da una confusión, por eso antes de continuar hay
que hacer la distinción entre lo que es la finalidad (impacto) del proyecto de investigación y lo que son los
objetivos (efectos). Un ejemplo puede ayudar a esta distinción: si decimos “disminuir el analfabetismo en
una región determinada” estamos indicando una finalidad o sea que estamos señalando el impacto que
podría tener el proyecto.

Justificación e importancia: La mayoría de las investigaciones se efectúan con un propósito


claramente definido, no se hacen por ocurrencia o capricho; por lo que ese propósito debe ser lo
suficientemente fuerte para que se justifique su realización. En esta etapa se deberán explicar las razones
del por qué es conveniente llevar a cabo la investigación y los beneficios que de ella se derivarían. Las
motivaciones que dan origen a una investigación podrían ser de carácter teórico, metodológico y/o
práctico. Las de carácter teórico se refieren a la inquietud que surge por profundizar en uno o varios
enfoques teóricos que tratan el problema que se explica, a partir de los cuales se espera avanzar en el
conocimiento planteado, y/o para encontrar nuevas explicaciones que modifiquen o complementen el
conocimiento inicial.
Redacción del problema. Una vez precisado el problema de investigación, al momento de su
redacción debe representar gráficamente una relación explícita y precisa entre: conceptos, ideas, casos y
situaciones. Evitar la ambigüedad y la imprecisión sería el principio básico para su estructuración. Después
de haber planteado el problema como tal, la parte complementaria la constituye la pregunta de
investigación. Con esta investigación se busca establecer ¿cuál es la causa (s) que está originado esos
malestares entre los obreros del área de dicha empresa, para darle solución?
HISTORIA DE MEXICO

Independencia de México
LA GUERRA DE REFORMA

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