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I. CONCEPTO
A veces es complicado definir algo tan trivial como la actividad productiva de una empresa.
El significado económico de producción ha evolucionado considerablemente a lo largo de la
historia. Desde los fisiócratas, que consideraban que la agricultura era la única actividad
productiva, pasando por Adam Smith, fundador de la escuela económica clásica, que
otorgaba esta categoría únicamente a la industria, olvidándose de ciertas actividades
profesionales y de los servicios.
En la actualidad, podemos definir actividad productiva como toda acción, individual o social,
llevada a cabo para la obtención de un producto o servicio que satisfaga las necesidades
humanas. Es decir, producir equivale a crear utilidad. Por ello, su estudio debe centrarse en
el análisis de sus elementos esenciales, tales como el producto que ofrece la empresa y las
características del mismo, las necesidades que cubre, los clientes a los que va dirigido y la
tecnología empleada para su elaboración.
Por ello, los aspectos más reseñables de cualquier actividad son la elección y gestión de los
diversos factores productivos, el diseño y control del proceso productivo mediante el cual se
van a combinar dichos factores (basándonos en análisis de rentabilidad y productividad), y el
output conseguido, tanto en cantidad como en calidad.
Podemos distinguir tres sectores si tenemos en cuenta la actividad económica que desarrollan
las empresas, los factores productivos utilizados y el bien o servicio que ofrecen a la sociedad:
el sector primario, secundario y terciario.
a) Sector Primario: está formado por aquéllas empresas que tienen como actividad
principal la creación de valor al obtener recursos básicos directamente de la
naturaleza. Dentro de este grupo se encontrarían actividades tales como la ganadería,
la agricultura, la pesca y las explotaciones forestales.
b) Sector Secundario: comprende aquellas empresas que, a partir de la transformación
y combinación de unos bienes, obtenidos de empresas del sector primario o del propio
sector secundario, elaboran productos que son aptos para el consumo final o para ser
incorporados como factores productivos en otros procesos empresariales. En este
bloque se incluyen la construcción, la industria manufacturera (automóviles,
juguetería, componentes industriales, etc.), la producción y distribución de energía
eléctrica, gas, agua,...
c) Sector Terciario: engloba a aquellas empresas relacionadas con la prestación de un
servicio, cuya naturaleza puede ser de muy diversa índole: comercio, turismo,
restauración, hostelería, transporte, comunicaciones, educación, sanidad, asesoría,
banca, etc.
Se puede afirmar que las empresas pertenecientes a los sectores primario y secundario tienen
como finalidad la fabricación de productos físicos o tangibles, pero no podemos olvidar que
éstos son ofrecidos para satisfacer una necesidad, y esto se consigue a través de la utilidad de
dichos bienes. Por otro lado, en las empresas de servicios se debe resaltar el papel del factor
humano, ya que el cliente valora principalmente aspectos no tangibles como la actitud del
personal, el trato al cliente, la flexibilidad del servicio, las garantías, etc. Por otro lado, según
este criterio de clasificación, las empresas pueden pertenecer a diversos sectores.