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PERONISTA
PROLOGO
En determinado momento de la vida de los pueblos, se hace necesario volver a las fuentes
para revitalizar la fe puesta en el logro de los más altos intereses de la comunidad, tanto de
los hombres como de las mujeres que la componen.Juan Domingo Perón, en su testamento
político ha instituido al Pueblo Argentino como su único heredero y mal uso se hace de esa
herencia al dilapidarla como tontos que ignoran el valor del acervo que les deparó la
fortuna.Es por ello que en estos momentos críticos que vive nuestro Movimiento Nacional
Peronista, propugnamos el retorno a las fuentes, al origen de nuestra Doctrina Peronista que
es esencialmente Nacional, Humanista y cristiana.Recordemos que Perón dijo: Un gobierno
sin doctrina es un cuerpo sin alma, por eso el Peronismo tiene su propia doctrina política,
económica y social: el Justicialismo.No olvidemos que Evita dijo: Nosotros, que hemos
encontrado el líder, no tenemos más que un solo problema: que cuando el hambre se vaya,
quede la doctrina, para que sea la bandera del Pueblo.
Les aconsejo que elijan bien a sus dirigentes, que sean ideales y que quieran a los
trabajadores.
“NO HAY NUEVOS ROTULOS QUE CALIFIQUEN A NUESTRA DOCTRINA NI
NUESTRA IDEOLOGÍA, SOMOS LO QUE LAS VEINTE VERDADES PERONISTAS
DICEN, NO ES GRITANDO “LA VIDA POR PERON” QUE SE HACE LA PATRIA,
SINO MANTENIENDO EL CREDO POR EL CUAL LUCHAMOS”
(Juan Domingo Perón)
La doctrina Peronista es el alma misma del Justicialismo, porque en la medida que sea
inculcada, conocida, interpretada y fundamentalmente sentida y amada, engendrará la
mística. Esta es una verdadera y profunda fuerza moral imparable, que lleva a la realización
de cuanto implica el contenido de esa Doctrina, en todas las áreas del Quehacer nacional,
provincial, comunal y barrial, en pos del único y gran objetivo, la felicidad del pueblo y la
grandeza de la nación Argentina. La Doctrina Peronista la constituye un conjunto de
principios y definiciones que deben orientar y fundamentar todas las acciones que adopten
las compañeras y los compañeros, en la conducción del Movimiento, en el Partido
Justicialista y en la vida diaria de cada uno. El conocimiento e interpretación de esos
principios y definiciones en forma precisa y ampliar, es responsabilidad irrenunciable de
cuantos asuman cargos o tengan tareas en los organismos partidarios, del Estado y de la
Comunidad, por que así se asegura la unidad de acción sobre la base de una unidad de
concepción. Quienes formen parte del Movimiento y del Partido; deben ajustar su conducta
a esos principios y definiciones y convertirse en predicadores de la Doctrina Peronista a que
los obliga esa militancia. Única manera de poder llevar al conjunto de toda la población, el
conocimiento de esa doctrina para que aprecien sus bondades, y le den su apoyo y
colaboración necesaria para poder concretarla en hechos. Es necesario lograr en los
destinatarios de la Doctrina, un nivel adecuado de afinidad ideológica y espiritual con los
conceptos doctrinarios que la fundamentan y sustentan. De esa manera cada uno ajustará su
proceder a la misma, con razón y corazón, evitando violentarlas y omitiendo los apetitos e
intereses y ambiciones personales. Esto se logrará a través de una predica constante,
paciente, sincera, eficaz y persuasiva de los que tienen la mística: La Doctrina, al ser bien
comprendida y sentida, engendra en el espíritu de sus adeptos, esa mística, que a su vez,
deben prepararse para ser predicadores. La Doctrina Peronista, está contenida en los
discursos, mensajes, leyes, decretos, manifiestos, escritos que nos dejó JUAN DOMINGO
PERÓN y sobre todo en el accionar práctico de PERÓN y de la siempre e inolvidable
compañera Evita. Todo peronista con mística e inquietudes, debe recurrir a la lectura de lo
mucho que nos dejaron PERÓN y EVITA, esos significa volver a las fuentes.
Todo predicador del peronismo, además del conocimiento justo de la Doctrina Peronista,
debe ocuparse de adquirir la técnica de un predicador y practicarla.
EL HOMBRE Y LA COMUNIDAD
Sin el ser humano no podemos aprender en modo alguno los fines de la naturaleza, el
concepto de la humanidad, ni la eficacia del pensamiento.
Toda la base fundamental filosófica de nuestra Doctrina Peronista reside en no darle al
hombre dos dimensiones terrestres, sino darle también la tercer dimensión, mirando al
cielo.
Para el peronismo, el ser Humano necesita de la comunidad para alcanzar su pleno
desarrollo y la comunidad se realiza por la superación individual de sus componentes.
Estamos convencidos que la “Comunidad Organizada” es el punto de partida de todo
principio de formación y consolidación de las nacionalidades, no solo en el presente sino en
el futuro. La comunidad debe ser conscientemente organizada. Los pueblos que carecen de
organización pueden ser sometidos a cualquier tiranía.
Se tiraniza lo inorgánico, pero es imposible tiranizar lo organizado. Además la organización
es lo único que va mas allá del tiempo y triunfa sobre el. Pro un ultimo, si tendríamos que
decidir por un factor aglutinante, optaríamos por la solidaridad social, como fuerza
poderosa de cohesión que solo un pueblo maduro puede hacer germinar.
Solo en el dilatado marco de la convivencia puede producirse la personalidad libre.
EL HOMBRE Y EL ESTADO
LA IGLESIA
Existe una cabal coincidencia entre nuestra concepción del hombre y del mundo, nuestra
interpretación de la justicia social y los principios esenciales de la Iglesia. La iglesia y el
peronismo instauran una misma ética, fundamento de una moral común, y una idéntica
prédica por la paz y el amor entre los hombres.Estamos seguros, eso sí, que las cartas
apostólicas, encíclicas y pastorales, constituyen para nosotros un aporte claro y profundo.
En este terreno, el Modelo Argentino solo necesita que ese mensaje sea adaptado
eficientemente, por eso presentamos un Modelo Nacional, Social y Cristiano.La ruta que
debemos recorrer activamente es la misma que definen las Escrituras: un camino de fe, de
amor y de justicia para un hombre argentino cada vez más sediento de verdad.
LA CULTURA
La cultura es determinante de la felicidad de los pueblos porque por cultura debe entenderse
no solo la preparación moral y arma de combate para sostener al posición de cada hombre y
mujer en la lucha cotidiana, sino instrumento indispensable para que la vida política se
desarrolle con tolerancia, honestidad y comprensión. Queremos una cultura para el pueblo,
queremos que la cultura esté al alcance de todos los seres humanos de este pueblo, para que
así cada uno pueda ser artífice de su propio destino. La gestación de nuestra cultura
nacional resultará de una herencia tanto europea como específicamente americana, pues no
hay cultura que se constituya desde la nada, pero deberá tomar centralmente en cuenta los
valores que emanan de la historia específica e irreductible de nuestra patria. Muchos de
tales valores se han concretado en la cultura popular, que, como todo lo que proviene de la
libre creación del pueblo, no puede menos que ser verdadera. Dirigir nuestra mirada a esos
valores, intrínsicamente autóctonos, no significa tampoco precipitarnos en un folklorismo
chabacano, que nuestro pueblo no merece, sino lograr una integración creativa entre la
cultura mal llamada superior y los principios más auténticos y profundos de esa inagotable
vertiente creativa que es la cultura de un pueblo en búsqueda de su identidad y su doctrina.
LA FAMILIA
LA JUSTICIA SOCIAL.
La justicia social es el margen de justicia que cada persona necesita para vivir con dignidad
y con felicidad. Propugnamos la justicia social como inmanente al ser nacional, a pesar de
que la justicia está en la base de la doctrina cristiana que surgió en el mundo hace 2000
años.
El peronismo quiere para el hombre argentino, que se desenvuelve en plena libertad en un
ámbito de justicia social y que esa justicia social esta fundada en la ley del corazón y la
solidaridad del pueblo. Antes que en la ley fría y exterior, y tal solidaridad sea asumida por
todos los argentinos, sobre la base de compartir los beneficios y los sacrificios
equitativamente distribuidos.
Buscamos hacer desaparecer toda causa de anarquía para asegurar con una armonía, a base
de justicia social, la imposibilidad de la alteración de nuestras buenas relaciones entre el
capital, el trabajo y el Estado. Hay una sola manera de resolver el problema de la agitación
de las masas, y ella es la verdadera justicia social, en la medida de todo aquello que sea
posible a la riqueza del país y propia economía, ya que el bienestar de las clases dirigentes
y de las clases trabajadoras está siempre en razón directa de la economía nacional.
LA TERCERA POSICIÓN
La Tercera Posición no es, en manera alguna, una posición de neutralidad frente a los
problemas políticos, económicos y sociales del mundo contemporáneo. Es en cambio, una
actitud positiva que se ofrece a la humanidad como solución a sus problemas.
Los argentinos no pretendemos crear en el mundo actual una tercera fuerza porque
entendemos que tal vez hay pasado el momento oportuno para organizarla. Pero
considerando que las ideas son más poderosas que todas las fuerzas materiales reunidas,
hemos creído que era nuestro deber ofrecer al mundo la idea de una Tercera Posición
ideológica; y para ofrecerla al mundo con algún atractivo mayor, la hemos realizado ya
nosotros, entregándola a la humanidad más como experiencia que como doctrina.
En el orden económico la Tercera Posición es el abandono de la economía dirigida, por un
sistema de economía social, al que se llega poniendo el capital al servicio de la economía.
En el orden social la Tercera Posición entre el individualismo y el colectivismo, es la
adopción de un sistema cuyo instrumento básico es la justicia social. En el orden político la
Tercera Posición implica poner la soberanía de las naciones al servicio de la humanidad en
un sistema cooperativo de gobierno mundial.
LA DEMOCRACIA
LA LIBERTAD
La libertad se instala en los pueblos que poseen una ética y es ocasional donde esa ética
falta.
El impulso de nuevos y buenos sentimientos se conjugan en la fórmula: Libertad, justicia y
solidaridad.
Los pueblos para ser felices, necesitan, ante todo, ser justos y libres. La libertad es el medio
indispensable para lograr la felicidad del pueblo.
En nombre de una libertad no pueden anularse vidas, vocaciones o espíritus. La sociedad,
para existir, exige que la Libertad de unos subsista con la libertad de todos.
La Libertad hay que asegurarla a fuerza de trabajo, dando primero al ser humano la libertad
económica, que es fundamental. Nosotros no somos partidarios de la libertad unilateral que
se tiene desde hace tiempo, dentro de la cual es rico tiene libertad para hacer todo lo que
quiera y el pobre una sola libertad: la de morirse de hambre.
La libertad debe arrancar desde el punto en que haya sido afianzada definitivamente la
seguridad social, la familia y la defensa nacional. Una libertad sin seguridad de vida, de
trabajo, de educación y vivienda digna, es una falsa libertad.
Las fuerzas armadas son parte del pueblo y, como tal, están integradas con el mismo. La
unión y solidaridad del pueblo y las fuerzas armadas son una precondición para que
fructifique la democracia social de nuestro Modelo argentino.
Si bien nuestras Instituciones Armadas, ante la eventualidad de un conflicto militar,
constituirán la columna vertebral del sistema de defensa, su participación no se limitará a
prepararse para esas posibilidades. También colaborarán firmemente en los esfuerzos en
que se empeña el Estado Argentino y el resto de los sectores nacionales, con la finalidad de
alcanzar y consolidar el desarrollo armónico de la República. Así concibo a nuestras
Fuerzas Armadas, consustanciadas con nuestro Pueblo en una estrecha e indestructible
unidad espiritual.
LA ECONOMIA
Hay que tener siempre presente que aquella nación, que pierde el control de su economía,
pierde su soberanía. Habrá que evitar; entonces, que la participación extranjera (en forma
visible o embozada) llegue al punto de hacernos perder el poder de decidir.El peronismo
comprende a lo económico como naturalmente emanado de un proyecto histórico-político
de carácter intrínsicamente nacional, social y cristiano. En tal sentido, el objetivo
fundamental es servir a la sociedad como un todo, y al hombre no solo como sujeto natural
sometido a necesidades materiales de subsistencia, sino también como persona moral,
intelectual y espiritual.
En rigor, nuestra concepción tampoco supone que la búsqueda del beneficio personal
invariablemente redunda en el bien de toda la sociedad. Por el contrario, la actividad
económica debe dirigirse a fines sociales y no individualistas, respondiendo a los
requerimientos del hombre integrado en una comunidad y no a las apetencias personales.
Esta interpretación amplia y solidaria de la actividad económica, llevará implícita una
definición clara del concepto de beneficio, ubicándolo no ya como un fin en si mismo, lo
que daría como resultado una utilización de los recursos en función de un individuo
egoísta, sino como la justa remuneración del factor empresarial por la función social que
cumple. Debemos argentinizar nuestra economía.
LOS TRABAJADORES.
CONSTRUIR EL FUTURO
CONCLUSIÓN
Debimos sentarnos para leer todo lo que hasta aquí fue palabra y acción de Perón y Evita.
El talento, la imaginación, la capacidad y la humanidad de estos dos seres humanos
formidables que dio este siglo XX, no pueden contemplarse en su totalidad, extensión y
profundidad en esta obligada síntesis de los fundamentos de la Doctrina Peronista.
En forma clara y sencilla les damos a los peronistas estos fundamentos, para que al
conocerlos los comprendan y apliquen. Única manera de lograr la “unidad de concepción”
que sirva a todos para al “unidad de acción”. Cada peronista podrá explicar y transmitir sin
distorsiones la Doctrina Peronista. Así, frente a propios y extraños, hablaremos el “mismo
idioma”.
Evitaremos además, que los eternos enemigos del peronismo, desde afuera o desde adentro
del Movimiento y del Partido, deformen la Doctrina para beneficio de intereses y objetivos
que no son nuestros.
El argentino no peronista, que actúe honestamente, podrá informarse, conocer y saber que
el Peronismo tiene una Doctrina, una Ética y sabrá de primera sano cual es.
Cada compañera, cada compañero, tendrá facilitada su militancia, ya sea como predicador o
como hacedor del peronismo, sabiendo que si se logra conjugar la retórica virtuosa del
predicador con la constante actitud voluntariosa del hacedor, que buenos dirigentes
tendríamos...
Ahora que hemos terminado esta lectura, debemos levantarnos. Elevemos nuestros ojos al
cielo, sabiendo que tenemos nuestros pies bien firme sobre esta maravillosa tierra
Argentina.
Con la fe y la pasión de servir a un ideal posible, con la mística que nos da el conocimiento
de la Doctrina Peronista, la única verdaderamente nacional, levantemos bien en alto el
Pensamiento Nacional de Perón y Evita.
Tengamos una bandera, la de la Patria. También un objetivo, hoy más que nunca; digamos:
Liberación o dependencia.
Aceptamos un único Peronismo, el de Perón y Evita. Reinvidiquemos el carácter
Movimientista del peronismo. Con la humildad que cada recibió de Dios y sin perderla,
hagamos honor a la suprema decisión de Ser Peronista de Verdad, con la Verdad del
Peronismo.
Trabajemos para “El Peronismo” y templados en la fragua revolucionaria que encendiera
Juan Domingo Perón y que alimentara la siempre inolvidable compañera Evita, insuflemos
nuestras almas con es llama sagrada llamada PERONISMO. Pensemos, hablemos y
actuemos con un mismo ideal: ARGENTINA, ARGENTINA, ARGENTINA.