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Villalba, Joaquín de.

Epidemiologia española: ó Historia cronológica de las pestes, contagios,


epidemias y epizootias que han acaecido en España desde la venida de los cartagineses
hasta el año 1801, tomo II. Madrid: Imprenta de Don Mateo Repullés, 1802.

El término peste se emplea para referirse a la expansión de la enfermedad. Así la define el


doctor: “porque siendo la peste enfermedad perniciosa común á muchos, y que mata á la mayor
parte, lo mismo se verificó en esta constitución […] y aunque no muriese tanta gente como
parece se requería para calificarla de peste, no hace al caso, pues lo que la constituye tal no se
toma según hay mas ó menos enfermos… y hay autores que dicen que solo un enfermo que
tuviese todas las señales de fiebre pestilente bastaba para apestar toda una ciudad” (5-6). No
obstante, se usa también para denominar así a la enfermedad que asoló Madrid en 1600. La cita
es traducción de la obra del doctor Bocangelino, y la necesidad de la traducción (Haller), saber
y poder enfrentar contingencias como la narrada.

En el año de 1606 partes de España fueron golpeadas con una epidemia de garrotillo,
enfermedad definida como el “carbunclo anginoso”, de reciente conocimiento en España,
aunque algunos dijeron identificarlo en la epidemia de 1596 que empezó en Granada. Cierra el
doctor Villalba la narración de la constitución epidemia de 1606 recordando que este año fue
conocido “con el mote vulgar de año de los tabardillos” (p. 28).

*Si bien no se precisan los síntomas que permitan identificar a la enfermedad, recordemos que
el tabardillo estaba asociado con fiebres malignas y brotes en la superficie de la piel.

Nuevamente, en la constitución del año de 1610 se diserta brevemente sobre el origen del
tabardillo en el año de 1610 sin hallar referencia alguna de esta enfermedad en años anteriores,
y se termina con una referencia al garrotillo maligno y algunos doctores que sobre el tratamiento
y cura de esta enfermedad escribieron. (29-30)

Año 1613: “año el mal de garganta contagioso… año de los garrotillos” (32)

A propósito de la constitución médica del año de 1615, se cita la obra del doctor Cristóbal Pérez
de Herrera: “El nombre de garrotillo proviene, dice el autor, del modo con que esta enfermedad
sofoca á los pacientes; á la manera que se llama dar garrote el modo con que el verdugo quita
la vida á los nobles delinqüentes. Considera esta enfermedad como endémica nacional ó
patricia” (33)

Año 1616: Se reconoce al garrotillo como un “hecho común y pestilente en España”. BUSCAR:
Francisco de Figueroa. De las cualidades y efecto de la aloxa, de una especie de angina, garrotillo,
ó esquinancia mortal. Lima, 1616.

Hacia inicios del siglo XVII en la Península se registran constituciones epidémicas que tienen al
garrotillo como actor principal, no es extraño que para entonces la preocupación de los médicos
los lleve a elaborar tratados sobre el tratamiento de esta enfermedad. Entre el grupo de
españoles, resalta la figura del doctor sevillano Francisco de Figueroa, médico del virrey marqués
de Montesclaros, quien escribe sobre el garrotillo en respuesta a una carta del doctor Nieto de
Aragón. (37)

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