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Se trata de un instrumento fundamentalmente jurídico, pero que debe ser redactado con
la colaboración de técnicos del ámbito de la arquitectura y el urbanismo, a fin de repartir
equitativamente las cargas y los beneficios del proceso de ejecución urbanística.
La Expropiación Forzosa
La expopiación forzosa es una transferencia coactiva de la propiedad de un particular a la
Administración pública, diferente de la compraventa en el Código Civil, lo que la convierte en una
institución peculiar del Derecho Público, por razón del interés público y previo pago de una
indemnización (Garrido Falla).
El expropiado tienen derecho a una indemnización equivalente al valor de la cosa expropiada, lo que
la diferencia de otras figuras, como la confiscación; por eso, el texto constitucional habla de la
correspondiente indemnización, aunque no dice que tenga que ser previa a la privación de la
propiedad.
La declaración de utilidad pública explícita o implícita garantiza la concurrencia del interés general,
que vienen a justificar la expropiación, pero no entra ni de lejos en apreciación alguna acerca de la
necesidad de que para llevarlo a cabo se ocupe un bien determinado con preferencia a otro.
Ciertamente, la Administración puede tomar como referencia el proyecto y los replanteos afectados,
pero no siempre constarán con la precisión obligada los derechos e intereses afectados. En todo caso,
es preciso dar una intervención al interesado, cuando menos para conseguir una indemnización
suficiente desde el punto de vista jurídico del bien o derecho afectado.
Causa, Es un elemento importante de la institución de la LEF y puede ser bien la utilidad pública o
bien el interés social.
La declaración se ha de realizar por ley, siempre que no se trate de alguno de los casos en que dicho
requisito se considere implícito (por ejemplo, obras del Estado incluidas en planes de obras
públicas).
Esta regla es especialmente aplicable cuando se trate de bienes muebles, así como a la declaración de
utilidad social como causa determinante de la expropiación.
Cuando la ley haya declarado la utilidad pública o el interés social en forma genérica, para una
categoría especial de bienes muebles, obras, servicios o bienes, entonces la autorización en cada caso
concreto del ejercicio de la potestad expropiatoria deberá hacerse por acuerdo del Consejo de
Ministros.
Información Pública,
Que se abrirá durante un plazo de 15 días, a cuyo fin cuando se trate de expropiaciones del Estado,
aquella relación habrá de publicarse en el BOE y en el Boletín Oficial de la Provincia respectiva, así
como en uno de los diarios de mayor circulación de la provincia, comunicándose, además, a los
Ayuntamientos en cuyos términos radique la cosa expropiable, para que la fijen en el tablón de
anuncios.
La fijación de la
indemnización o justiprecio, constituye, como es obvio, el problema capital de una Ley de
expropiación.
Los criterio automáticos añaden a su intrínseca objetividad la ventaja de eliminar gran número de
reclamaciones ya que sustraen la base sobre la cual cabe plantearlas, que no es otra que la pluralidad
abierta indefinidamente de los medios de estimación.
Si durante el mismo hay acuerdo positivo, se da por concluido el expediente iniciado; pero en el
supuesto de que aquél no se lograra, se seguirá el procedimiento del Jurado Provincial de
Expropiación << sin perjuicio de que, en cualquier momento de su tramitación, puedan ambas partes
llegar a dicho acuerdo mutuo.
En efecto, se tramita una pieza separada encabezada por la descripción del bien a expropiar.
La Administración requiere al propietario para que, en un plazo de 20 días presente una hoja de
aprecio, motivando la valoración que podrá ir avalada por un perito.
En igual período la Administración debe aceptar o rechazar dicha valoración, si acepta, termina el
expediente y se procederá al pago como requisito previo a la ocupación; y si la rechaza, extenderá
hoja de aprecio fundada que se notificará al propietario para que, en el plazo de 15 días decida.
Como indica la exposición de motivos, del Real Decreto Legislativo 2/2008 de 20 junio 2008, por el
que se aprueba el texto refundido de la ley de suelo. “los criterios de valoración establecidos
persiguen determinar con la necesaria objetividad y seguridad jurídica el valor de sustitución
del inmueble en el mercado por otro similar en su misma situación”.
Las mejoras realizadas con posterioridad a la incoación del expediente de expropiación inmobiliaria
no serán objeto de indemnización a no ser que se demuestre que eran indispensables para la
conservación de los bienes. Las anteriores son indemnizables, salvo cuando se hubiesen realizado de
mala fe.
Pero consciente de las dificultades que este sistema conlleva en la práctica, combina el sistema con
otros criterios y, lo más importante, permite a las partes enfrentadas la libertad de estimación con
arreglo a lo que establece el art. 43 de la Ley:
No obstante lo dispuesto en los artículos anteriores tanto el propietario como la
Administración podrán llevar a cabo la tasación aplicando los criterios estimativos que
juzguen más adecuados, si la evaluación practicada por las normas que en aquellos
artículos se fijan no resultare, a su juicio, conforme con el valor real de los bienes y
derechos objeto de la expropiación, por ser éste superior o inferior a aquélla.
La nueva evaluación se hará a instancia del expropiado, por quien se formulará nueva hoja de
aprecio en la forma prevista legal y reglamentariamente, sin necesidad de requerimiento de la
Administración. Presentada esta instancia, se seguirán los trámites ordinarios para la fijación del
justiprecio.
El acta de ocupación que se extenderá a continuación del pago, acompañada de los justificantes del
mismo, será título bastante para que en el Registro de la Propiedad y demás Registros Públicos se
inscriba y tome razón de la transmisión de dominio y se verifique en su caso, la cancelación de las
cargas, gravámenes y derechos reales de toda clase a que estuviere afectada la cosa expropiada.
Tras la hoja de aprecio de la propiedad, en caso de rechazo por la administración, ésta formula su
Hoja de Aprecio que remite a los afectados.
En caso de rechazo se remite el expediente al Jurado Provincial de Expropiación, que resolverá sobre
el justiprecio. Con posterioridad se podrá levantar el Acta de Pago que sirve de título para inscribir la
propiedad, a favor de la administración expropiante o del beneficiario, en el correspondiente
Registro de la Propiedad.