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Bibliografía d Barthes, ~oland, Le degré zero de l 'ecriture, Editions ·

i)1 f€ f\,E N U /\S . ,opüCn\,"1-1/\ Dt lA


arquitectura
/\-W..d_ .
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Publicado originalmente en:


~sabe/la. 583, octubre 1991 .
pags. 38-40.

42
La explicación del desarrollo a lo largo del tiempo de la
arquitectura del movimiento moderno se ha hecho siem-
pre con bastante debilidad conceptual.
Primero fueron los protagonistas de la fase fundacional
quienes pensaron que este desarrollo era prácticamente
un proceso natural. Más tarde se pensó que lo único que
sucedía, dentro de una supuesta ortodoxia, eran movi-
mientos de crecimiento y extensión de los mismos princi-
pios, en un proceso orgánico que extendía las mismas
doctrinas hacia nuevas áreas y nuevos problemas. Por
último, porque con la explicación de una visión biográfica
y generacional se pasó de las ideas a las personas pro-
duciéndose una versión de dicho desarrollo como si fuera
el traspaso de un testimonio en una carrera de relevos en
la cual la segunda, la tercera o la cuarta generación eran
eslabones de una misma cadena.
ArnlJ lsozn~, PJlnu San! Jord,
Barcelona ·
En los últimos años una idea más radical de crisis hizo
pensar que aquella continuidad se había roto, de modo
que el hilo de aquella "moderna tradición" , como la lla-
mara Siegfried Giedion, se cortaba ante el radicalismo de
quienes abominaban de ella o ante quienes, para refun-
darla, retrocedían de nuevo a los orígenes, fueran éstos
los heroicos años de la vanguardia o los no menos fun-
dacionales tiempos de la cultura ilustrada.
Hoy por hoy creemos necesario explorar esta situa-
ción aportando algunas hipótesis que permitan colocar-
se fuera de la lógica descrita.
Para ello es necesario partir de dos supuestos. En pri-
mer lugar que no hay una crisis de la arquitectura del
movimiento moderno sino muchas .
Crisis distintas que forman parte de las contradiccio -
nes que la misma idea de un movimiento moderno, cohe-
rente, unitario comporta. Pero también crisis distintas
porque , en la medida en que fuese posible reconoct3r
unos principios y unos métodos comunes estos fueron
puestos en entredicho desde el mismo momento de su
formulación.
No pretendemos hablar de todas y cada una de las cri- arqu itectos alemanes entre los cua les se contaban
sis que se pueden detectar en la cultura arquitectónica Max Taut, Willi Baumeister, Lilly Reich ; Otto Bartning o
del movimiento moderno en los últimos sesenta años Heinrich Tessenow, hacen un llamamiento a ocuparse de
sino analizar uno de estos distintos puntos de inflexión ~ las necesidades fundamentales. El punto primero de este
causa del cual los cambios en las formas y repertorios texto afirma: "Las grandes ciudades deben reconstruirse
figurativos no son producto de una simple mutación del con nuevas unidades residenciales capaces de vida autó-
gesto sino el resultado de ~ambios epistemológicos que noma. Sólo los centros de antiguas ciudades deberán
afectan a la cultura del momento y por extensión tam- adquirir nueva vida como corazón cultural y político· .
bién a la arquitectura.
:~ La afirmación de la prioridad de la residencia en las
1
La hipótesis que se propone es la de considerar la in- nuevas ciudades o en las zonas que deben ser recons-

-~

cidencia del existencialismo no como estricta corriente filo- truidas se acampana de una afirmación de consecuen-
sófica sino como un clima cultural en el cual se reordenan '.2, cias estéticas destacables. "Para las viviendas sólo hay /
los puntos de vista éticos y estéticos que incidirán en cam- -_:;: ,, iJGie busca'r .aquello que sea simple y válido ". '
...~ • '!}._,
bios profundos en la arquitectura posterior a la 11 Guerra
Mundial.
,i · · Advirtamos cuáles son los adjetivos empleados para
;..;¡•- ,Jf1:i::caracterizar la nueva residencia. No se trata d~ !lam~r ª.lo
Lo que se pretende examinar es cómo una reorganiza- &\~t~1:-- racional , lo tec nológicamente nuevo o lo m1nimo 1nd1s-
ción de objetivos culturales ligados a una distinta con- ¡~- pensable sino que ~e utilizan adje~iv~s bastante distintos .
cepción del individuo y de la sociedad socavan la es- ~ La sencillez y la validez apelan pract1camente a lo centra-
tructura teórica de la arquitectura del movimiento moder- l ria de lo nuevo y lo experimental. El soporte de la expe-
no desplazándola hacia valores distintos y cómo este ~1 riencia, la apelación a lo auténtico, confirmado por un
desplazamiento en los valores tiene consecuencias de- 'i cierto tipo' de retorno a los orígenes están en la mente d e
cisivas en la concepción que, fundamentalmente en la '~ quienes firman el texto de 194 7.
década de los años cincuenta, dominaron la arquitectura
europea y americana.
;'-~..
;lil
, En el mismo año, en Bridgewater, en Inglaterra, se re-
:!'
.,¡_ únen de nuevo los CIAM. En una de las ponencias Aldo
,, van Eyck toma la palabra para formular una cerrada criti-
c a a toda suerte de mecanicismo en arquitectura. El
/ -,~: mecanicismo que critica el arquitecto holandés es identi -
Habitar La Carta de Atenas de 1933 había dividido la actividad ficado con una palabra hasta entonces clave: el funciona-
arquitectónica en cuatro grandes áreas. Habitación , Ocio, lismo. De esta manera se abre una grieta profunda entre
Trabajo y Transporte eran competencias diferenciadas de las inamovibles convicciones funcionalistas de preguerra
la arquitectura que se traducían en investigaciones tipo- y el nuevo clima representado por los jóvenes arq uitec-
lógicas diversas y en zonificaciones urbanas separadas tos incorporados al debate d e la arquitectura moderna.
entre sí. Para Van Eyck lo que se trat a de conseguir no son res-
A raíz de las destrucciones producidas por la II Guerra puestas concretas a necesidades puntuales cuantifica-
Mundial el tema de la habitación se hace prioritario por bles por su incidencia física sino, por el contrario, lo que
razones evidentes. En el manifiesto de 194 7 publicado hay que buscar es una arquitectura que satisfaga /as
en Baukunst und Werkform , un .grupo representativo de necesidades humanas de tipo emocional (man 's emotio-

46
di 4 UH'='..\UI O y CAl :)~c, 1\..1011::,111\,J
- a71::é
-
na/ needs). El mismo cambio de tono y de registro de inte- blema de la identidad urbana un sutil pero contundente
reses se encuentra en la intervención de Jacob Bakema. ataque a los criterios canónicos de la arquitectura del
El futuro reconstructor de Rotterdam clama también por movimiento moderno.
una arquitectura cuya intención fundamental sea la de Cuando en 1959 se convoque el último congreso de los
1 ¡estim~lar_el crecimiento espiritual del hombre . Los nue-
CIAM en Oterloo el cambio está consumado. El enfrenta-
-\\vos term,nos del lengu_aj~ del existencialismo -humanis- miento de los "jóvenes" Van Eyck, Sert, G iancarlo de
_mo, emociones, crec1m1ento espiritual, auténtico, váli- Cario, Ernesto N. Rogers y los Smithson con los Giedion,
' do ... - han hecho su aparición en escena. Su aplicación Gropius y Le Corbusier es algo más que una pequeña
al discurso de la arquitectura empieza a empapar los tex- batalla doméstica. La llamada a la identidad y la difusión
tos de los autores más permeables al nuevo clima cultu- de otros conceptos como core o c /ustec no puede ser
ral. Con ellos, en un lento pero inexorable desplazamiento interpretada sólo como una sustitución de un lenguaje
de las coordenadas desde las que pensar la arquitectura, metafórico de la máquina por un lenguaje metafórico de
se inicia un proceso de traslación conceptual que será lo orgánico. Más allá de la formalización inspirada por
dominante en la próxima década.
modelos del mundo natural el core es un corazón , el
Es en el CIAM de 1954, en Aix-en-Provence, donde núcleo germinal y profundo de las cosas, la razón últ ima
este cambio de valores se refuerza en relación explícita y · de su modo de ser, mientras que el cluster es no sólo un
1
prioritaria a la vivienda. Alisan y Peter Smithson formulan,¡
• , ~1 racimo de uvas o un manojo de flores sino la reunión, la
asociación de aquello que vive conjuntamente, intercam-
1 por pnmera vez, su teona de la estructura urbana. Una
1 ,
teona pensada desde y para la residencia. Habitar es el n biando sus flujos vitales en una convivencia que da sen-
paradigma de la vida urbana y el sistema articulado de la i
.1
-~ 1
tido al individuo como parte inseparable de un grupo
casa , la calle, el distrito y la ciudad es una conceptualiza- ~- humano más amplio.
ción de la forma urbana que abandonando la división '
cuatripartita de la ciudad tal como se concebía en la
~
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1-~
.
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i

Que todos estos términos se conviertan en claves


'-
para hablar de los problemas de la ciudad y de la arqui-
Carta de Atenas sitúa al individuo en el centro de la orga- ;\ 1
tectura de la recon strucción europea, en los albores de 1
1
nización del espacio habitable. 1
los milagros económicos que provocarán las grandes
1 l
La llamada a la construcción de millones de viviendas expansiones urbanas, significa no sólo la prioridad del
lanzada por Jose p ·uuís Sert no pone sus esperanzas en
la producción seriada o en la mecanización de los ser-
• 1
1

1
habitar como motor de la transformación urbana sino
también que, durante por lo menos dos décadas, será
I
vicios sino en una estructura a la medida del individuo, en la casa, en la vivienda donde se concentrará la bús-
del haoitante de la c iudad como sujeto. queda de una arquitectura acorde con estas solicitacio-
1. nes existenciales.
En el siguiente congreso, el de 1956, en Dubrovnik, un 1

nuevo concepto c lave se coloca en el centro de la refle- El tan divulgado texto de Martín Heidegger: Construir,
xión de los arquitectos y urbanistas: identidad. habitar, pensar (Bauen, wohnen, denken) no es un texto
salido de las cavilaciones de un filósofo al margen de
__.. La identidad ad quiere un rango p rimordial precisa- cuanto sucedía en la Europa posb élica sino una res-
mente porque su carencia es interpretada como el mal puesta concreta del antiguo rector de Heidelberg a una
más grave de la ciudad existente y de la que está por iniciativa que en torno al problema de la ciudad y la
venir. Evidentemente hay en la reflexión en torno al pro-
vivienda reunía en el 0arsmstadt Gesprach a expertos que reuniendo, congregando. el hombre cuida de las
procedentes de áreas diferentes con el fin de aportar sus cosas, las promueve, se hace con ellas. El fin del habitar
sugerencias desde campos diversos. La conferencia pro- es morar y el proceso del construir es levantar una mora-
nunciada en 1951 y en la que, por cierto se encontraba da, es decir un lugar en el que la vida se entretenga con
presente José Ortega y Gasset, fue publicada en 1952, las cosas y en la que este habitar constituya un germen
por una revista de 0arsmstadt y posteriormente en el espiritual, moral.
volumen de Ensayos y conferencias (1 954).
La conferencia de Heidegger está salpicada de refe-
Ningún escenario más dramático que la ciudad re- rencias a la construcción y a la arquitectura. El puente de
ducida a ruinas por los bombarderos aliados en los últi- Heidelberg, las autopistas, su casa en la Selva Negra son
mos días de la guerra para provocar una reflexión dirigi- imágenes que el pensador trae a colación para ilustrar su
da a constructores , arquitectos, urbanistas y políticos. pensamiento. También su reflexión sobre el espacio del
Heidegger comienza su conferencia tomando nota de la habitar lleva hacia lo radical y fundamental. Siguiendo la
vivacidad del problema del habitar en el momento en que crítica husserliana del espacio abstracto cartesiano, Hei-
está hablando, no ya como problema teórico sino como degger liga la esencia de la espacialidad a la experiencia
algo en lo que se está manos a la obra . Pero el filósofo da del sujeto que está en el mundo. El espacio del habitar nol
inmediatamente un giro de lo coyuntural a lo esencial. es un espacio more geométrico sino existencial , resultado
, Para Heidegger el habitar se ha vuelto problemático. El de la _percepción fenomenológica de los lugares Y una
hombre contemporáneo no habita en la ciudad y en el construcción a partir de esta experiencia. Como en tantos
1
mundo con una relación plausible y fecunda. La necesi- otros textos heideggerianos la reflexión sobre el habi-tar
_gad de reconstruir la habitación no es un problema de es un alegato contra la civilización técnica y su pérdida de
falta de viviendas sino una consecuencia de la condición autenticidad. Una llamada a quienes están manos a la ·
del hombre moderno. El hombre contemporáneo es un] obra para que piensen la vivienda como la respuesta a la
apátrida, carece de morada, de un lugar en el que la lla- ..,., necesidad esencial del habitar enraizado, esencial, cons-
mada al habitar pueda darse de un modo inmediato. ¡. tituyente. Contra la habit~ción cuantitativ~ inese~cia_ l, 1
Por el contrario habitar es una tarea. Los mortales tie- Heidegger, en su conferencia, apela a un habitar cual1tat1-
nen que aprender a habitar y pueden hacerlo a partir del vo, que coloque a los hombres entre la tierra y los dioses.
mismo momento en que advierten que su situación desa- Que al mismo tiempo y ante el mismo panorama de
rraigada debe ser cambiada. Hay un camino, un proceso destrucción y reconstrucción, aunque sea en contextos
por el cual el hombre debe llamarse al habitar. Pero este separados, se formulen intenciones similares tanto en el
proceso no es otra cosa sino una construcción. Algo que caso de los arquitectos revisionistas de los mecanismos
está por hacer y que se hará paso a paso, reuniendo los productores de las ciudades ideadas por los primeros
elementos necesarios. Por esta razón el habitar lleva al CIAM como en el caso de un filósofo invitado a reflexio-
construir y la construcción es el proceso por el cual el nar sobre el problema de la habitación en el mundo con-
hombre congrega cosas, objetos, pero también se reúne temporáneo, pone de manifiesto la correlación de intere-
con otros. De modo que el habitar que comienza c omo un <-- ses y de puntos de vista en uno y otro caso.
proceso por el que nos esforzarnos por salir del desarrai-
go nos lleva a la construcción. Una construcción en la Tanto para los arq uitectos c omo para los pensadores
del existencialismo -con toda la imprecisión y diversidad
arqu1tec1ura y ex1stenc1a11smo arqu11ec1ura y ex,s1enc1a11sr~

de posiciones que se reúnen tras este término- no sólo plifica exactamente el tipo de preocupaciones que mueve

l el habitar es una actividad fundamental -fundante-


sino gue ésta debe ser repensada no técnicamente sino
a partir de la experiencia vivida del individuo. Sólo desde
estos puntos de partida cabe reconsiderar la arquitectura
de las ciudades en el momento en que éstas se aprestan
para el gran crecimiento de los años cincuenta.
a los jóvenes revisionistas de la Carta de Atenas .
Efectivamente core es a la vez el núcleo central de al-
guna cosa y muy especialmente el núcleo germinal de
una fruta pero también es el corazón humano o cuanto
menos de todo organismo viviente. La discusión más
renovadora de estos años sobre el core de las ciudades
como una nueva zona a contemplar en la disposición
separada de las distintas funciones urbanas, significa
establecer no sólo la necesidad de un centro pluriforme Y
Humanismo

l
El referente último del sistema de valores que pre- máximamente social para la ciudad sino, sobre todo, la
domina en la nueva escena arquitectónica europea es el c aracterización de esta centralidad como corazón , es j
que puede denominarse con el término humanismo. decir, como el lugar f:sico en el que parecen encontrar
Ciertamente ésta es una palabra aplicada a situaciones asiento los sentimientos humanos más elevados y más
históricas diversas pero que renueva su eficacia sinteti- necesarios para la plenitud de una arquitectura en busca
zadora en el clima existencialista en favor del hombre de un nuevo humanismo.
concreto , con su experiencia, su vivencia en espacios y
t
tiempos determinados y bajo la angustia producida por la El core centralidad física se descubre como corazón
pregunta sobre su destino. humano en una discusión sobre la arquitectura en la cual
la función parece dejar paso a la pasión.
Si en el período de entreguerras los términos clave fue-
ron posiblemente los referidos a nociones como pro- En uno de los textos más significativos de la produc-
greso, racionalidad, felicidad en la situación de los años ción teórica de estos años, The Heart of the City, se pro-
posteriores a la II Guerra Mundial las claves éticas que duce exactamente este desplazamiento humanístico en
legitimaron la arquitectura estarán ligadas a esta noción el modo de pensar la arquitectura y la ciudad.
en la cual el universo personal de cada uno de los indivi- Cuando Van Eyck, en 1959 planteó su contribución a la
duos, su intimidad y subjetividad sobresalen como las reflexión actual sobre los problemas de la arquitectura lo
finalidades principales a las que la construcción de la hizo desde la pregunta: " Is architecture going to reconci-
arquitectura y de la ciudad deben estar encaminadas. \iate basic values?" . Desde su convicción de que en la \
En Josep Lluís Sert, por ejemplo, la preocupación recu- naturaleza humana hay unos principios arcaicos que son
rrente en los textos de estos años será la de lograr una fundamentalmente siempre los mismos se estará colo-
cando en la perspectiva del humanismo existencialista.
ciudad más humana y será precisamente este problema
el que constituirá el tema del CIAM 8 en Hoddenson de Con citas de Martin Buber y con el trasfondo de su apa-
1951 con el título La humanizació n de la ciudad . sionado interés por la antropología, Van Eyck muestra su
voluntad de lograr que esta nueva arquitectura respire
La noción clave de las reflexiones de estos arquitec- -según su expresión- al unísono con el respirar del
tos, supuestos representantes de la más genuina tradi- hombre haciéndose contenedor y espacio plausible para
c ión moderna será la noción de eore. La ambigüedad de que estas condiciones del respirar-vivir humanos encuen-
esta palabra inglesa y su pluralidad de significados ejem- tren su envoltorio adecuado.

52
- - . - •- -•-- - I - - • - ---- - ~

Nuestro José Antonio Coderch, fugaz miembro del réplicas, Heidegger, con su no menos famosa Carta sobre
grupo de arquitectos reunidos bajo el epíteto del Team X, el humanismo, en la cual bajo el pretexto de la corres-
no representa otra cosa sino esta prioridad de lo espiri- pondencia con su amigo .... Heidegger retoma la fluida Y
tual existencial que se resuelve aparentemente con el re- prestigiosa categoría del humanismo para llevarla a un
chazo de toda teoría general y la llamada a la dedicación lugar problemático aunque necesario. El humanismo
concreta para situaciones concretas. Desde su humanis- heideggeriano está en el método: fenomenológico; está
mo cristiano Coderch representa otra voz en el conjunto también en el objetivo: la búsqueda de la conciliación del
de llamadas a lo esencial del hombre -así en singular- hombre contemporáneo con su mundo técnico. Pero se
como correctivo necesario a la abstracción , generalismo trata de un humanismo por hacer, por conquistar. Más
y mecanicismo de los puntos de vista heredados de los que un dato es un objetivo a conseguir, problemático. tal
maestros de la vanguardia. vez imposible.
Este programa del humanismo no es casual ni exclusivo Las metáforas del corazón, la llamada a lo humano, la
de los arquitectos. No es sino !a versión específica con la cr;:::::iente atención a la antropología pueden ser referen-
que en· este campo de la actividad práctica se pretende cias que ayuden a entender un fenómeno importante de
responder a las llamadas al humanismo y a la reflexión estos años. Nos referimos al nuevo auge del pensamien-
sobre su significado que se estár'I produciendo contempo- to organicista en arquitectura.
ráneamente entre los filósofos, artistas e intelectuales.
Jy1ecanicismo u organicismo son, en la tradición in-
Un pensador discípulo de Edmund Husserl y enmar- telectual de la arquitectura del siglo xx. la contraposición
cado por tanto en su orientación fenomenológica como de los modelos. _Dos metáforas con las que el hacerse de
pueda ser Max Scheler conocerá en estos momentos la arquitectura busca un modelo formal que le permita
una máxima difusión y popularidad . Su libro El lugar del una explicación conjunta.
hombre en el cosmos se convierte en un best-selier de
Muchos historiadores de la arquitectura del siglo xx han (
estos años. Su obra se presenta como una antropo-
teorizado sobre una contraposición entre mecanicistas y )
logía filosófica, es decir como el intento de explicar no 1
organicistas , como si esta explicación fuese definitiva y
los principios o categorías generales de la realidad y el
excluyente. Parece incluso posible el establecer la gene-
pensamiento sino lo concreto, personal, íntimo del
alogía de estas dos tradiciones de modo que a la co-
hombre situado en el infinito del cosmos y del tiempo
rriente mecánica (constructivista-schlemmeriana-pica-
histórico.
biana-lecorbusieriana) se contrapondría otra tradición
El debate sobre el humanismo conoce en 1946 la con- (wrightiana-vandeveldiana-scharouniana-maxernstiana-
tribución de Jean Paul Sartre con el texto "El existen- aaltiana).
cialismo es un humanismo", donde el existencialismo,
En nuestro discurso está claro que desconfiamos de
es decir, su propia filosofía, se presenta como el aban-
dono de toda tradición metafísica para construir otro esta explicación morfo-simbólica y que nos parece nece-
modo de pensamiento basado en la experiencia, lo per- sario llevar esta posible dualidad cuya formulación más
polémica llevaran a cabo Lewis Mumford. Richard Neu-
sonal . lo particular y lo vivido de los hombres concretos.
tra o Bruno Zevi, hacia otra vertiente: la de la asociación
A este texto largamente difundido contestará de un del organicismo y humanismo.
modo oblicuo, como gustó siempre de proponer sus
arou11ec1ura y ex1stenc1ahsmo
c111.¡u11t!\:1u,a y ex1s1enc,a11smo

1 arte es un gesto emanado del cuerpo. En Sartre o en


"El organicismo es un humanismo" es una frase que
Maurice Merleau-Ponty lo que se produce no es la_ape~-
podrían haber dicho Alvar Aalto o Richard Neutra, para
tura del sujeto hacia los valores ideales. La intenc,onall-
~ los cuales 1~ naturaleza no era la arquitectura pero sí el
dad del sujeto en Sartre es mundana, se ~ueda _en u_n
modelo desde el cual producir una arquitectura acorde
mundo que se construye desde la percepc1on, la ,mag,-
~on el hombre y con la tantas veces mencionada escala
nación y la emoción. Lo otro del cuerpo del sujeto es con-
. h~ana.que se proponía como tarea para las nuevas edi-
\ ficaciones. cebido como una producción del propio cuerpo. En
Merleau- Ponty todo el problema en torno al cual giran sus
Contra la abstracción , una voluntad de realismo que textos filosóficos fundamentales es el de la superación
encontraba en lo vernacular lo esencial humano, antes de del solipsismo. Es decir, el cuerpo del sujeto establece el
toda contaminación cultural o técnica, como si las arqui- mundo a partir de algo que le hace salir de sí, y que no es
tecturas sin arquitectos de las cuales hablaría Bernard otra cosa que el comportamiento. Las nociones idealistas
Rudofsky fuesen el único referente posible desde donde de concepto, idea , espíritu y representación son sustitui-
producir lo humano esencial , antes de los estilos, desde dos en Merleau-Ponty por las de articulación, borde,
la fuerza telúrica de la naturaleza de la cual la sustancia
,,
humana es considerada como una emanación. d, dimensión , nivel y configuración, cuya fundamentación
empírica ha establecido la psicología de la Gestalt y cuya
}'. Plantear el organicismo como humanismo no es casual evidencia procede de la experiencia estético-perceptiva.
1
\\ sino u_na c~ara consecuencia de la crisis de la arquitectu-
~ Así lo plantea el filósofo francés desde los primeros tex-
ra racionalista, del funcionalismo y de la nueva técnica. El tos sobre la naturaleza y la primacía de la percepción
humanismo problemático de Heidegger se podía materia-
lizar en la búsqueda orgánica de la perdida escala hu-
mana de los edificios y las ciudades. '
ll\
\;¡
~
hasta su último texto filosófico, inacabado, sobre lo visi-
ble y lo invisible.
Merleau-Ponty es el más sistemático de los existen-
cialistas en el momento de poner las bases de una rela-

ca \ El existencialismo, hijo de la fenomenología produce un


sistema estético renovado cuya difusión afectará de un
modo central a la arquitectura y al modo de pensarla y
\ explicarla en la crisis de los años cincuenta.
' ~\
t~
ción no normativa sino productiva de nuestra relación con
los objetos que constituyen nuestro entorno.
Quien conozca la obra reflexiva de arquitectos como
Ernesto N. Rogers o Paul Virilio, podrá hacerse cargo
inmediato del impacto del pensamiento fenomenológico
de los existencialistas en la arquitectura de mediados del
Para la tradición fenomenológica el primer dato es el de siglo XX .
la intencionalidad de la conciencia. Es decir el postulado
-.. 'efe-que no existe un sistema de objetos regulables por Todavía en Le Corbusier la máxima debilidad de su
leyes formales que garanticen la eficacia estética sino .~oncepción estética estaba en su dependen~ia d~I idea-

l que lo que hay, en el principio, ~ la voluntad del sujeto


p~r relagionarse c~~ el-mundo todavía por construir a tra-
ves de la_ mediac1on del cuerpo. El sujeto que es una
nada , una pasión inútil, construye el mundo a través de la
mirada hacia , la apertura, la conciencia de . La obra de
lismo del siglo x,x, recibido a través de la teoría estética
académica. Con la· crisis posterior a la 11 Guerra Muñdial
qué aquí estamos analizando se desvanecen las estéticas
basadas en la psicología empírica o en la de la simpatía
simbólica. De lo ':lsual se pasa a la percepción total,
- - -----------------------
cineSt ésica, productiva. 6 I_destruirse los principios gene- serán puntos de apoyo de un sinnúmero de obras arqui-
r~les .10 _eSl~~ico pasa a ser, no la adecuación a una norma tectónicas en las que la experiencia individual, la primacía
, nt ~a Im Itac1on de un modelo sino la producción desde el de lo privado, el antimonumentalismo, la incorporación de
k su1eto de exp_eri~ncias perceptivas elementales capaces materiales y técnicas antropológico-vernaculares, la bús-
de gen~r~r significados a través de las emociones. La queda, en definitiva, de un grado cero para la arquitectura
obra teonca de Rudolf Arnheim o de Sven Hesselgren tie- constituyen el lugar común que aúna arquitectos y obras
nen ~~mo punto de partida la fenomenología de la per- aparentemente tan dispares como las de Aalto, Neutra.
cepcion Y como consecuencia la liberación de toda exi~ Van Eyck, Rogers, Kahn, Nervi o FuUer.
gencia previamente determinada. Las fronteras entre lo
El paso posterior será el de la crítica ~ndivjd ualismo
artístico Y lo ~~tamente em_?tivo que~¿ln gorraaas :ae
\ forma que la arquItectu@.._ya no tiene como cometido ni fenomenológico así como el desplazamiento hacia una
lógica social determinante de la forma ar~itectó~ . En
\ii crea.cLón_d!;___dm_er.m~ _efect9~ ni @__?decuacióD~a
Sartre o Merleau-Ponty, ya no en Heidegger o Karl
~ t er~ ados contenidos, La arquitectura, al igual que
Jaspers, pero sí en Gyórgy Lukács o en Erich Fromm , el
todos los demás campos de la creación estética, adquie-
impacto del marxismo será decisivo para explicar la
rt la absoluta libertad de experimentación perceptiva, lo
nueva situación de los af.ios sesenta.
c~ al se traduce no sólo en el abandono de unos determi-
nados estilemas codificados por la tradición moderna De la critica de la ortodoxia moderna se pasará a la crí-
_1 sino la apertura a posiciones especialmente experimen- tica social de la arquitectura. El compromiso ético desde
--..__ tales_en los afectos de las formas, los materiales y los la lucha de clases llevará a las primeras criticas radicales
espacios. " de la arquitectura. La Internacional Situacionista de Asger
i Jorn, Guy 0ebord y Raoul Vaneigheim tratará de sustituir
El aparente desmembramiento del lenguaje moderno
a la internacionalidad de los últimos CIAM y del Team X.
que se produce en estos momentos tiene una explica-
ción plausible en la nueva concepción estética, hija de la El consumo como motor de la producción estética, la
fenomenología existencialista. Colores, texturas, luces, ideología de clase de toda producción artística. la invia-
formas , espacios , sin olvidar un renaciente decorativis- bilidad de la ciudad moderna como nuevo marco de la
mo y una apertura hacia el libre juego de los experimen- confrontación y segregación social, la crítica a las imáge-
tos provocará tanto el brutalismo como el neoliberty, nes del inconsciente colectivo hechas desde la herencia
tanto el organicismo vernacularista como el hipertecnolo- del surrealismo y desde una lectura -fenomenológica-
gismo experimental de Félix Candela, Pier Luigi Nervi o R. de la vida cotidiana producirán una nueva Bauhaus. la
Buckminster Fuller. Bauhaus lmaginista, en la que, al revés. CQmo crítica ne-
gativa, los situacionistas intentan organizar un proceso
sistemático al nuevo orden producido en el arte, la arqui-
tectura y la ciudad a partir del milagro económico de los
Del individuo a la El humanismo ético y la fenomenología estética ten- países desarrollados. Ésta ya no es una historia de las
sociedad drán su época de máxima influencia en la arquitectura de relaciones de la arquitectura con el sistema de referentes
los años _c ~nta. Realización personal , producción creado por el existencialismo. Tampoco es la historia de
experimental, plena libertad estética, disolución de la tra- la crisis existencialista en la arquitectura moderna. Otro
dición moderna como método racionalmente elaborado episodio crítico, el del marxismo situacionista, será el que
cancelará aquella ambivalente y promiscua experiencia.
58
dl \.lU11t.'\,;1u t ct y ex1stenc1a"smo
-1
Bibliografía
Heidegger, Martin, Über den Humanismus , France
Verlag, Berna, 1947; (versión castellana: Carta sobre el . arquitectura débil
Humanismo , Taurus , Madrid, 1954).
Merleau- Ponty, Maurice, Humanisme et Terreur, N.R.F. ,
Gallimard, París, 1947; (versión castellana: Humanismo y
terror, La Pléyade , Buenos Aires , 1968).
Tyrwhitt , J.; Sert, Josep Uuís y Rogers, Ernesto N.
(eds.), The Heart of the City. Towards the Humanisation of
Urban Life, CIAM 8, Londres, 1952; (versión castellana: El
corazón de la c iudad: por una vida más humana de la
humanidad, Hoepli, Barcelona, 1961 2).
11

Publicado ong,nolmenhJ en:


Ouadems d'Arquitecrura i Uro«-
rnsme , \ 75, nov,embnt--dietemt>re
a• 19a 1. """'•· n-as.
60

Propongo el término arquitectura débil . .E~ esta e~pr':
sión ya hay una alusión (nada dificil de ad1v1nar) al te.rrrn-
no pensamiento débil u ontologia d ébil que, en pnmer
lugar, Gianni Vattimo y por extensión otros pensadores
coetáneos italianos y también franceses y alemanes, han
puesto en circulación en los últimos años. Me parece.que
detrás de las propuestas de la filosofía débil en realidad
10 que hay es un cierto enunciado: una interpretación de
la situación intelectual y particularmente estética de la
cultura contemporánea. Por este motivo cabe la posibili-
dad de preguntarse en qué sentido se produce la obra de
arte arquitectónica de acuerdo c ~es?_estética afín al
pensamiento débil contemporáneo.:
Manfredo Tafuri, en un reciente ensayo sobre el tema
del realismo en lá arquitectura moderna, plantea el pro-
blema interpretativo de lo que comúnmente llamamos la
arquitectura moderna concluyendo q ue la experiencia _.,. ,..;..., "' ''-'Á-f
contemporánea, la de toda la arquitectura del siglo XX, ya ,..'.x :J ·"'lk'""
ñ"ojuede ser-iefc:iaho{ c:leun·a fo-rma lineal. Por el- contra-
rio, se nos presenta c~mo una _~eriencia plurif9rm.~.
compleja, en la que eslicito seccionar en div~~as_gi~-
ciones_recorridos ño sólo de arriba abajo, del comienzo al
fin , sino también transvers~I~~ .. oblic uos o en diagonal.
Porque , de alguna manera, sisa e~¡:)érienda· diversa. plu-
a
ral.._ de la arquitectura del siglo XX, permite sólo travésde
?proxiÍ-na.cio-n-es- de este tipo destejer, deshacer la com-
p__l_ejidad intriñseca· de· 1a prop-ia ~xp~rien~a 111.od~r~
También es en este sentido en el que propongo la utili-
dad del término arquitectura débil. Lo propongo como un
sor:!_e c:!_iagonal. sesgado, como u,,- corte- no exactame~
cronológico, ni estrictamente generaéional, sino, por el
contrario, como _el intento de detectar, en si tuaciones
aparentemente muy diversas, una constante qu-~ me pare:.
ce que ilumin~ r:_nuy particularmente la situación actual .
.~ i_nte_rpretaciqr, de la c risis del Proyecto Moderno.
~o QUed~c~rse desde aquello que Friedrich-W1lhelm
Nietzsche llamó 1a- muerte de Otos•, es decir desde Ía
arquitectura cet:MI
0!4U11 t::\.lUIO Ut:Vlt

N1th~cAL '1 le.


desaparición de cualquier tipo de referencia absoluta que m ento En el ···---
;c..:..:~.:_·__
campo estéti~o_l_
· -;- :- ·-
as ~~J?.~_ien~i~~_J!.!e~~_r::ias,
d · n producirse a ::J"ªª MU\ tq(,I Ó11
de algún modo coord ine, "cierre " el sistema de nuestros pictóricas, arquitecto~~~-~?- Y.9__n_~ _po_ !~---·· - --·· ·-··- ·-· ~-"" fv~ cA4 ~H.1 \--,,
conocimientos y de nÜestros valores, a la hora de articu- artfr-deuñ sistema. No sól_o desde un sistema_ ~:ef!99~ y
Íaríos- en-uñ"a"-visión gio.tiai dela_realidad . - ~----=-----·-
económico como· era · e_1__s1s • t ema de- la edad clas1ca,
. ···: . ··-- sino
- . -·--
. . . ra d -es c:Ú~·-1á-·ílú"s ión de un nuevo s1ste111ª_qu_~ ,º-~
· - - - -- • H • -

La crisis del pensamiento de la Edad Clásica, como la ni SIQ!:J.IEL .. ·. .. _- . - . - -·. . - . .. ndieron establecer.
f- llamaría Michel Foucault, es la crisis producida ¡:ior esta ~ e l _diseno .. mQ.cl__(!Cf.1_<?._ P!~!~- -- ---;-- •--:---·----·-
Por el contrario, la arquitectura_~~!~~ora~e~_• ,gualo~~e 1
pérdida de fundamento y, también , por la pérdid;:-;~-;I
las demás artes, se encüeñtr~ C~Q la_r]_e ~~-~q~d_ de C:_ _ - .,
campo -del arte, de un proyecto artístico_que se ..e_r:oducía
truir .sobre-él áCre:-d:g _~pQ§truir_§íl_el _V~C.ÍQ, __ Las pr?pues- ~
desde_~n propósito de_"Iepresentación.
~cful;rt~ . cont~~porán_e.9__~~- dei2_~r-ªo__~o_0:5_!_r_uir no .ª
En Las palé!Q!....ª~ Y /as cosas, Foucault explica con e.?rti;-¿¡¡;··~~-~
·_refere~dainamovible,__~_0_ _0)..0._ n_ecesi- Iª
morosidad y detalle cómo el sistema de la representación dad-de pr9p~ner pélr? ~ada !:~~Cl,_~~';:11:!_ltáneamen!_e el ob-
pertenece a la episteme de la edad clásica .. Una cierta jeto y su fuo_c_!~m~ri!Q-.. - ----
manera de articular el mundo de lo visual y por lo tanto
-Q~i~iera insistir en el papel que en esta situación de cri-
también el mundo de la arquitectura según la cual esa
articulación se producía representando una visión del uni- sis de la cultura contemporánea asume precisamente lo
estético. Efectivamente, como se reconoce , por ejemplo,
.::_~~so cerrado y completo ~o-m~ _to_~~!~.?.19Y~~~-?da.
en el pensamiento nietzscheano, de igual modo que _en la
Pero el fin de la edad c lásica, que en Nietzsche se
l a n ~-comoun-fTñáí sin ~to"rno-era:"eñ realioaa:ei apropiación que hace Martin Heidegger del pensar,:i1en~o
nietzscheano, lo estético constituye, en la expenen~I~
agotamieñto ci~~lgo -q~~-
todaví~- alienta, por-lo -meñ6's contemporánea, una referencia especialmente s1gnif1-
parcialmente, en lo que hemos dado en llamar él pro- cativa. En el sistema de la edad clásica, lo estético era, en
yec-=lo m oder'n_ó_:-se trata de la ilusión, en el doblE:_si:!~_ti- todo caso, un área específica precisamente ligada _a la
oo- ciüe -en castellano tiene e~tª- _pal~bra,Jlusión _como práctica de lo concreto, lejos de la pretensión de totalld3:d .
esp-eranza e ilusión com-o engaño, d~_gue ~xiste un pro- de un sistema ontológico. !;:n la experiencia c~ntempora- \
c eso y d e que este i:>roceso--es~ __
dirigLQSLh_acja _una nea, lo estético tiene sobre todo e_l valQL 9-~ un para':!_i_g~ ~
defermináda final idad . En éste sentido el proyecto de la 'ma. A través de lo estético se reconoce el modelo de
H1. llustráción , base-dela modernidád-.~participa todavía de ñüestras experiencias más ricas , _ro_á_¡;_-.,,,iv.asr más verda-
un teísmo laico , de la idea de que .e~ºosible encontrar deras en relación con una realidad de perfiles borrosos.
úñ absoluto de la realidad , pg_r el cual el arte, la c iengJ..?, Si, como advirtiese Heidegger en su meditación sobre la
ia práctica social y políti ca, se puedenconstruir en base técnica, la ciencia acaba convirtiéndose en una rutina, no
auna racionalidad g lobal. Éñ ·el-momento en que este resulta inexplicable que la cultura contemporánea haya
F~ .- 0 ·sistema entra en cris is (y entra en crisis precisam enfe desplazado el centro de sus intereses hacia regiones en
_·,·,"' \'~ f- 'por la imposibilidad de establecer un~s(e!!!~ g lobal), otros tiempos consideradas , con toda evidencia, periféri-
i ··' '!.. ·est amos frente a la v erdadera crisis éfol-proyecto moder- cas. Lo más pleno , lo más vivo,__ agu~'9_g_ue es s_entido
:1.i. ~~1u:.:- 'r) ' no y ante la situaci ón perpleja, si se quiere critica ' de la
·¡:;. A . e,\ ;('/\: 1 contemporaneidad .
comola--'~periencia- rri"isma",
·en la cual se fun~~r_:i-~ _I
sujet<? pe!ceptorde la réal~dad y esa misma realidad, de
Nietzsche todavía, en Humano, demasiado humano , un modo fuerte , intenso, está en la obra de arte.
habla de la necesidad de una fundamentación siñ !Ün9a-
64 6S
V
i?-A 1 f'A, f No se trata de__sue las experiencias estéticas en el de la experiencia de la realidad_~ experiencia del arte.
: ~ ri\ tS I.,_ mundo contemporáneo estén en el centro del sistema de Pero justamente en el esfuerzo___prometeico por apmpjar-
y,,t,_,¡ :· M~.M~ ~ncJ~ ~qreT confrarío~sigueno;upando unaposí- se de algo que _1:_~~gi!_lvo,_5=1~~ ~staba sie~e:~-~-n poco
ji.. \t<, Eión periférica. Pero esta posiciql} p~~iférica tiene pre- -ño- más allá del alcance de nuestra ~ª!1º•_se_~ l_uy,2.J_§..~§!P_?-
¿,,ú~;:.r t skh w. 1 c)sa~.e~_!: ~~ valor marginal, sino un_
~alor-pi~d1gmáfico. cidad articuladora- de la exp~rien<::ia _estét~ §I...Y.. por eso
e" th 0fvl ~ +. Las expe~~ncias estéticas son , de alguna manera.el hoy esta-experi.encia _se presenta como _fragment~ria y
J)..,'-1. L modelo l'Tlá_~ s_c:i_f@o: 'm ás fuerte de: vaiga· iá ¡;·áradoja, una Q : margíñaf y"- sóio es desd~ _e~!? __posición _desde dond~
construcci_ón débil de- lá verdad dé lo -réáf ;/ po-r
·tan10 siguemanteíniendo- jLJ_!Qfl!Ji9. ?edu9t9r, _su po_Q~r_g_e de$-
adquieren una posición_p~ivilegia~~ -~ri_e_l__si~t_~~ i~~ -eJe- velamiento, su· capacidad de in:>!n~~~ _m~s q ue_d~ -~e~~
rencias y valores de la cultura contemporánea. ver la ccirñprensioñ7 ñf:~s~·a-é-- i~ -~¡:¡l~~-9~
- . . . . . ------
(Entre paréntesis podemos recordar la fortuna que lo Este marco de referencias que se relaciona especial- Pr:n h U1 C..,it e"'f
artístico tiene en la sociedad de masas y en los tiempos mente con el pensamiento más maduro de Heidegger es 'r'
recientes . La explosión de los museos, la magnificación i\uminante respecto a ciertas propuestas de interpreta- fta<d l r-\ f -;kfü;.is,v:o X IX
de los artistas, el consumo masivo impreso, televisado de ción de la situación presente, también en el campo de la E 1u sivo
No :.,v;,,pt,, do
imágenes artísticas, las informaciones que interesan a arquitectura.
c.\\-. E.: f- amplias capas de la sociedad , evidentemente tienen que ff'üd "''' " bl n o
Para clarificar más este punto de vista quisiera, ante -4./
tiih,\ ver con una sociedad cada vez más ociosa, pero también todo, confrontar lo g~~--ª~?P~ de _e~p?n_~.!:._co,:i_otras_QQ§- e: ih , d-t<>. :¡- .,t,-s I J , ..1 ,
?\~ \-o /\O tt,\ ~ tienen que ver precisamente con el hecho de que, frente turas e interpretaciones de la situación _presente en las
f"' l\ii •l 1
:, )( \ 1( al aburrimiento de la experiencia de la vida cotidiana y r}-<. 1~ ~,i uat e/LÍA
cuales las respuestas me ·r:Ía~ec en mucho menos satis-
real , de la ilusión científica, del trabajo y de la producción, factorias. En el ámbito de la cultura arquitectónica y a '~
el mundo del arte aparece como una especie de reserva partir de la experiencia de la crisis, ~ m~__r:?~P~..§.- '\- ~,11 .:l~ me,11(~d 1bo
de realidad, de la cual todavía pueden alimentarse los tas, las respuestas q ue podemos detectar a lo largo de l\.,,J"u"ll o , \e
humanos. El arte es entendido como el espacio en el que los años séserit a;-so·n~respüéstasscibi-e· todo fundamen- su, u µ\ m od
i:..
la fatiga del hombre contemporáneo puede ser resarcida). talistas. El fenó meno del fundamentalismo no es sólo-üñ X \u,a 0'1;¡1 1.J - ÍÍ '<

Pero debemos rec ordar que esta experiencia estética fenómeno que se dé en el campo religioso, en la reacción 'f.. cz. \u c 1iJ,m ➔ Tud
contempºciránea no es normativa: no se
co'nstituye como politica o en ciertos sectores de la sociedad , sino q ue
un sistemá-desde el cual pueda dec:lÜc1rse l a org~~¡;; ción
de toda la realidad. - ---- · ······ · ---- -
desde el punto de vista del pensamiento ha habido tam-
bién un fundamentalismo en el campo de la teoría y la
práctica arquitectónicas.
_Por el contrario, el universo a,:tístic_o_ ag!~-ªl_es._ pe!~j-bido
desde experiencias que se producen puntualmente, diver- Se trata de fundamentalismos en dos d ireccio nes: por
} i_!icadamente, 'écm la niáxirii'a hétérogeneidacfy,-p~r !~, un lado aquéllos que frente a la crisis llamaban al orden
nuestra aproximación a lo estético se produce de una p_ara volver a las esencias de la exQeri~cia _!!1_9dernª .
_manera débil , fragmentaria y periférica neg~nd~-e:i~t_odo Desde alg unos discursos teó ricos sostenidos po r presti-
momento cualquier posibilidad de que la misma acabe giosos profesores de la influyente _Facultad d e A~q uitec -
convirti éndose definitivamente en una exp é°~i~n~ia central. tura de Venecia, pero también desde ciertas_posicio nes
- - - ¡ -- - - -· - - - --

El esteticismo de finales de~lo x1x consistió precisa- de la arquitectura americana de finales de los 60 , del gru-
mente en la 7Tusión de proponer po__ de los Five Architects de_Nuev~ _Y<?.~~. se d esarrollaba
- -- como
·-- -columna
- ---~vertebral
66 67
arqutectu<a c:!éo,1

arouilectura débil

unas raíces su¡::iuestament~ verdaderas, ya fuese en el Le


~.!~~ens!~n. ~~-~1.:1_e -~ólo volviendo a )o _¡,sencial, a lo ger- éorbusier de la Ville Savoie o en los desolados bloques
miné31 ..y a- lo inicial de la experiencia-moderna~
- . - - -eraposible de viviendas de Ludwig Hilberseimer, ya fuese. en los
~S:\JPerar el paso, volviendo a tomar el hilo de la verda-
dibujos de Claude Nicolas Ledoux o en ~ualqu1er otra
dera ~~pe~i!=ncia., En este sentido se clam;bi-por una
fuente iconográfica considerada como el origen de la ver-
línea conductora ortodoxa, correcta, frente a la desvia-
ci~ y a la diversificación del tiempo presente. Había, a mi dadera tradición.
juicio, un fundamentalismo de lo mod~o~dé la tradición Frente a esta ilusión tundamentalista, una postura más
moderna, entendida por unos como la recuperación del dialéctica y por lo tanto menos monista, menos cerrada
lenguaje más prístino de.las vanguardia~ . de--los años en sí misma ha sido la que en tiempos recientes ha pro-
veíñfé}ni"entras que para otros esta experie-n cia les lleva- puesto Kenneth Fra~t_<?~_QD. -~Id ideª---o~! .CLi!~c~I-.Regio- ~r\'"
ba más lejos, buscandc)la perdida tradicÍonci"eio moder- nalism Frampton ha propuesto un término a m 1JUICIO bas-
no e_n_momentos todavía más originarios: los de la funda- tante -desafortunado, pero ha introducido por lo menos
ción de1a·modern1dad én la égÓcail-;¡strá~------- - una visión dual para la interpretación de la situación con-
___- -- --··--· - - - - - - - - · ---·~- ·- .. - ·--
La arquitectura de la Tendenza en Italia no significó otra temporánea. La propuesta de Frampton, tiene dos caras
cosa que una llamada fundamentalista: un intento por claramente diferenciables: por una parte la idea (a mi jui-
releer la arquitectura más dura, más programática, más cio más atractiva) de la resistencia. Frampton es en esto
radical tanto de los maestros más estrictos del racio- fiel a sus lecturas francfortianas y a su convicción de que
nalismo de los años de entreguerras como de los arqui- sólo mediante una actitud crítica frente a la realidad se
tectos de la Ilustración. No era casual que en aquella puede desarrollar una posición exigente, inconformista
situación se divulgasen una y otra vez las imágenes apo- para la arquitectura contemporánea. Una actitud capaz
logéticas de los arquitectos más intensamente iluministas de distinguirse de la cultura trivial, sometida a la perver-
como una llamada a los orígenes y como una exigencia sidad de los mecanismos de mercado y frente a la cual
de retorno a la pureza originaria. sólo cabe la resistencia. Pero junto a _la _noción de resis-
tencia parece bastant~_má~j _r:i_genua la idea del regiona-
Ciertamente personajes como Aldo Rossi se han en: "-
lismo. Un concepto, por c iertoLtambién basado en la lec-
cargado ellos mismos de desmentir la posibilidad de este
tura de H~E,PNº en una lectura délHeicjegger má~
propósito. Cada vez más la obra de Rossi hay que verla
discutib!~Y ª _rnl:Jjg'=1.Q,.f!lªS __ r:_U_!_é!I_Y.~n:1~_!!_o_s_ur1>an2.,__~oclive
como un proceso sobre todo autocrítico y como una pér-
~samiento arcaizante y que encuentra en el texto de
dida progresiva de confianza en ese fundamentalismo
que era decisivo en su libro La arquitectura de la ciudad
ConstrUir,--pe-nsar, habitar, S-l,J ~fe;~~¡-.;~¡¿·~ más pA@dig-
~ -cüaiido· Frampton reclama para el nuevo verna-
y que, sin embargo , en la obra reciente se ha convertido
en un juego intimista y personal. __., cularismo las resonancias de !§__@_ -ª!~ropiación del sentido
del lugar, de la luz, de la tectonicidad y de lo táctil-sob[e
Sea a través del fundamentalismo iluminista sea a tra- ~ ~s~rictam~n-~e visual, la~ categorías con las cuales
vés del fu1;9a[Tlentalismo d_ e _un _Richard_Meier,-r.epitieod_o caracteriza el nuevo regionalismo , ciertamente está reali-
una y~ra _vez los lenguajes del purismo de los años 20, zando una operación útil: la de entender que E...!JO es
·§ _r~ s_puesta~;-a ~ s¡y_di._~?us bu~ñ.-ª~.lD~nciones,._QQ posible un ~\s~eí12'.:1.l' por tanto que hay que entender ia
~an otra c_ o sa rn_
á s ciue e__u_ro histo_r:i cismo . .Emo,_ca[ga~ r1:alid~_9 _arquitectó_n~-a-~5-d~ __u~i ·g.~ téQia AOliGéolrica:
de buenas inte-n ciones, intentos nostálgicos de recuperar Pero, en cambio , creo que es enormemente ingenuo al
-- - . ------ -· - --- ·------- ·-··· - - ---·-
68
69
_ f(., ivr-t< aceptar la viabilidad de unas categorías que de alguna El uso del término arqueología procede del posestruc-
"'·:'\•·"''M . manera sól~ s_E:_ ~~plicarían ~-~ E:l_?rden de la vieja cultura turalismo francés, básicamente de los textos d~_Eo_ucault - ¡
\~~Juc:.rw'\ urb~~~_d_e la ed~d clásica, una cuJt~!:~-~~ lac·Ual construir, y ha sido retomaao por pensadores ~om?. Jacques
k r- ha~1ta~ y_ pensar _constituían un~- ~r:1~9-~~:.. ~ ~ n Derrida a_partir del a~~l!si~ d_e_la comµnicacJ9~ -~~€!.!:~;-
J(.,9
rt(,,~JR
,l.~:~ H~,_2~gger es la temblorosa verifica_c ión ~~I desvaneci- como p¡ocesÓ de_9_~ _(?_!1Strucci_Q_O., Pero !ªnoc1on _ q_e _a ~
i-.1. ,0i1 ~,( iA ~E:.r:ito_de un mundo ya periclita~<?, ~~ --~r-~f!llli2!1.. como g ueoiog ía-fia· hecho fortuna para descn_Q[, de m_ o do ~as,
' JN'" ;o.,¡), en otros teóricos de la arquitectura actual,~_yl~ ~~ físico, l a lectura superpuesta ~e la re_ª!1dad tect~01ca_:__de
una r_e<:_uperación ingenuamente fenomenológica aiejada una realidad que ya na._ pu~~~- verse com~.Uf: todo unita-
de cualquier se~tido d e la crisis co_n_t~~p_9rá~a. .• . rio sin·~·que, poi--·e1 cont_r~rio..!.....apa_.!:ece ~qll]~l?. yuxtapo-
sición de.c"apásdÍversas ante J§!_S gu-3:l~s la q_ b_r_?. de arte
(,.. e.u,~ n
. _ -~,,'it
Jv1assimq_~-9-cciari en un texto feroz, como son a menu-
_9.9. \o_s _suyos, .Y brillan_t~. ~n!r~ ~-n. picado contra esta lec-
no hace otra cosa más-queréleer, -~edls!ri9uir E?-~e_s~~em~ 1
deyÜperpOs7c1oñes:~La noci9_1J_9.e a_r:queol_!)QI? mtro_9L!c:~
'--.1 <"' ' ll _r¡ _tura derna$iad_o i_nrn~9[¡¡.tª 9~_c_i~rto5-_textos de_Heideqq~r. 1/
con toda evidencia la idea de q~~9 ~stamos an!e una •
tA·r111•.1._
:'J...

l-k-lJJ-00
Para Heidegger, dirá Cacciari, la experiencia metropolita-
na e~u-~ ·expEfriencia que ~e_ b..~f:69
desde el habitar
realidad ~ _se"·rrE!~eriJ? ~g_mo una esfera__~~_r.r9..d-ª.,...filD_9 ;:-t Nº"" N A-~ ,~ .:
1
t.;f iL
en la poesía, sino desde su deshabi!fil;j_ón; desolación
frente a un sistema entrecruzado de_leng~..-ªJes. No habna 1
~ ~ I~ ~~- ~e~r~~o~;¡;;; ~jj~{f }~f~i~~~~t~t2n ~:~:o~~;d~~c~~ (
nadie tan ingenu;-¿;-omo . quien pensase que par9- la_
arqueo)9Q~ . el _·sisterna··ae1 conoc_i~iento__ ~el_pasado SE:
puede.hacer por simple acu~ul_ac,~n_de º~J~to~~~ª~-~~
-\ o \.f ~(l \.~ ºr'c.
fr.1 1"r✓J.r
1
~;_¡.,-~Jd;gg~.- -.c a;cia~i _pla_n!~~--q·~·e _[a experiencia ·.
en las excavaciones. Pói:_~ contr~rio , e~tC>S_9_1:?J~!9.~_se
.
- 'f ..f C.. ~ r-"' lC\-0
¡% ~ metr29()litana c9r:ite~_orá~ea _~ - ~s. eo .. .re.alidad, una
presentan éom~!.~~-1iac;J9_9.e _un proceso de d_~SS9!!!_PO·
_~'In!),. ).~~pe~iencia que_p~r~!.!_~~_glar del habitar en los térmi- sición- de· sTstemas. ~uperpuestos, s[st.eQ'l?~ gu_e_~ o --~~
~ nos en los que podía h_ablar un hab[tante de la Atenas de
tocan:-sistema""s que_~e.•rn_uey~fl.-ªjJ_tq_nom?!!l_~.0..~ ~~9~.!:!.
Pe~icÍes o ·de la Ro.ma de Sixto v sino que, por el contra-
rio, el habitar metropolitano es un habitar escindido,
su propía7ogica; También el lenguaje es una diversidad ~ - l.v,sf 1~
qÜeya-rÍopuede ser _lei~-~~a manera lineal, p_en~~_!]-
diversific~ sometido a·ia
"áüsencia más que a la e.!:._e-
ao que a lareaííclad de un significa~ responde la pre~-
sencia y donde la p6esía;-e·s··a-e·¿¡-,: lo· vlvíficante_y_f.un.d.an-
sión de un significante, diraoerrida: sino que se presen-
te, no es algo que con~~stro entorno co1id.iano ta comOüñmagma simµlt~Qe_afl"!~nte p_r_oducido y que ,
gklbal-;slno que ·sólo·es· la expenEincia de la ausencia. __§s_
la ex·perienda ele..Una aÜsencía la que, por decirlo así, sólo una labor de deconst~~c~~?!:11 ~ ~-lab_or_d~-a_n áli~i_
de comerensión de los proc~~~~uxtapos1c1on , es la .;
s Y_
dibuja el contorno del hombre metropolitano.
q'd'e puede clarificar i:ilgunas relacio!7es. _
Si las propuestas de Frampton tienen interés en la ----- ·= -· . -· . . ..·-
✓ Este modo de pensar tiene ciertamente una traduc-
medida en que han diversificado la visión de la realidad y
1 ción bien clara en la experiencia de la producc1on de la
han introducido la necesidad de aceptar sin controversia 1 ~ -- - -~ - - - -- - -- - - - - ·, , • •

la diversidad de las experiencias modernas, la critica de .forma, y por tanto -~~~~í~...:~f~J.~fo_r-_m~_~9~~t~.t..'?IJl~~--


1. Porque, efectivamente, la experiencia de ciertas arquitec-
Cacciari, subrayando el sentido de la ausenciª-, nos acer-
1 turas recientes ~l§ _e'5_p_eriencia_<!e la ~uperf:?C>Si_~i~-~:...§.~\
caaun·conCepto fundamental en la ~_rítica contemporá-
neanacido de la experiéncia de lo fragmentario.
¡ significado no _s_t:.c_~n_struye a trayés de_~_n _orde_r:_~l!}9_ ?\,;
- ·· - ·· -- ·- -- .. -- través de piezas que acaban tal vez tocandose; gu~_~ -\

70
y'
r,., ·...:1,,'.-1.•.
-1~\I ¡l)A"-">•(\í)
l acercan, a veces siri"toc-~rs~; ..9..~s~_~¡:ii:._oximan.~i_Q...!1.~g~I.. J
71
arquitectura déb,I
arqu,1ec1ura oeo,1

nunca a encontrarse; que se superponen; que se ofrecen


vista lineal, a la manera del encadenamiento_ ro io de
secuencias cinematográfica.§.. En Le Corbu~@l g,QrQ.f]1un
1:~
~~~~~~~º~!i!)~idad en el tiemí?<?..C::L!.Y.~. -.!ectura como
~~e9.sición es la mejor aproximación que nos es posi-
rÍacJe architeswrale no_es Un'!_Qiv~rsidªg,_~no que ~ - -
recorridoque tiene la p~~i-~\~~~~- 9~. ser__g.9ntr9Jª-do. E~ta
'a
ble dar de la realidad. .. ..... J.;

esunaiíusion engáñosa que al igual que en Le Corb_us1er


Por otra parte la relación entre arqueología y lenguaje podríamos encontrar en otras arqu~tecturas fundaciona-
ha introducido en el discurso contemporáneo una nove- les de la experiencia moderna. Lo cierto es que ~ada ve1-
dad fundamental , la centralidad de la noción del tiempo. más la cultura metropolitana nos ofrece tiempos com?
Se trata precisamente de un tiempo-distinto ~31 tiempo de ~ ~ r.sidad. y éste es un reconocimiento que un~ aproxi-
la E:?ªd clásica. El tiempo ~oñ-temporáneo se preserita~n mación arqueológica a los lenguajes de las arquitecturas
~ames Joyce, en Robert Musil, en Mario Vargas Llosa:·~n ha puesto de manifiesto en no pocos aspectos.
tantas obras literarias o artísticas, precisamente como
y~x~aposición. Una. dis:~ntinuidad; algo completamente Esta diversidad de los tiempos en lo que he querido lla- ~ l"1 e ,"""-fª l-1\.'L ,e: o
\ distinto de un sistema unico, cerrado y acabado. El tiem- mar arquitectura _dé~.9o_absolutamente Ctmt(al q¡¿e .,, 1 • .!. . _;\ ,.:" ,~. -

po en la arquitectura de ~§__~dad clásica, podía o estar convierte la experiencia esté~ca_<:_:l~J a_obr a de art~ en
simplemente. reducido _a cero (era la experiencia de la concreto de fa arquitectura,. en acontecimiento.
centralidad renacentista) o en todo caso ser un tiempo La tem¡:,oralidad no se presenta como un sistema sino
controlado, un_tiempo que tenía un principio y un orden c ~ azaroso instante que, guiado sobre todo por la
en la expansión (y ésta es toda la experiencia de la tem- casualidad, se ~roduce en un lugar y en un momento.
poralidad barroca). imprevisible. En ciertas obras de arte contemporáneas,
Pero el tiempo moderno no es así sino que se pre- en la danza, en la música o en las instalaciones, la expe:
rieoo,i"ae- lo tenfpéirál-i::"omo aco .n te.cirnientÓ ·dado de una
l~enta co_m_o una ~~P-.l<?~ión difractada en _la que no hay un
tiempo un1co como material con el que podemos cons-
Eruirl~ ~~~P.~!i~_ ~ i~.!. siño que lo que hay .~on..1i.emQQ§,
vez y,despÚés:· ctes~~ne¿id~por sie.m pj~_:j~m~si exp_lic-a _
bien una noción de la temporalidad gue tiene en el acon-
itiemeos diversos, los tiempos con los que se nos produ- tecimiento s-~--~ejor. -f~r~~ - de-·e; p-resión. -Lo .t em.pÓral
ce la experiencia de la realidad . En la confrontación con y conecfa-con la ·aceptac ióñ-élela ct°eb1licfac:fde la experien--
en el intento de entender este problema de la diversifica- Cia artfstica,norelorzañeió- sus··eosiciones dominantes,
ción de los tiempos está toda la lucha del arte del siglo xx. sino aceptando la verdad de su frágil presencia. .
E1!_i..empo en la experiencia cubi~ta,~ tie~ p~ f~tu¿j~~§. el Si la noción de acontecimiento permite aproximarnos a 1ri · .\u~\
tie~po E:_n el dadaís.070, el tiemp9_en las ~~peoeng@s fo_r- una de las características de lo que hemos decidido lla- R.
malistas de tipo .óptic9.. y gestáltjg_cijon -~ éríencias-de
u~ tieme._o diversificado, yuxtaRue~tg ,_que constituy e-una
mar _?J_quite.c tura débil no menos definitiva será la noción
deleuziana de ~~-
pvi ·1t--
condición básica de la modernidad. Pero esta condición ,
por cierto, no fue siempre ..9ie.o entendida ROr los maes- Gilles Deleuze ha publicado recientemente un libro en
!.[Q.§_de la arquitectura moderna que en muchos casos el que bajo la apariencia inocua de un resumen del pen-
pen~aron que lo que .convenía era un "tíém po- álejaaoclel samiento de Foucault se desarrolla toda una propuesta
c~ot~[ismo de la visión pe~spi.ctiva-::·p ernqÜe~pqg¡~sei- constitutiva de una visión contemporánea de la realidad.
un tiempo perfectamente org§[)iZ?.dO _cl_~~d~ _aj_ punto de Lo seductor de este texto estriba, entre otras cosas, en la
.- - ·----- ... -- --- - comprensión de cómo en el pensamiento contempo-
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ráneo _lo obj_e ti~~J_!9_su~jet[y_9._no son campos distantes
~¡¡~;~:~sdJ -2~\?~T¡
1
com_ o _D eleuz:_1?.~ !l~~.-c~~tituye~
- Úe·-- · ------------ - ----·~ -ª : -~ ~ica r_1:a~gA_d..:_La noción de plie-
que realza, enriquece, hace soportable la realidad , sin la
pretensión de imponerse, de ser central , de exigir el aca-
tamiento que la totalidad demanda. Decoración por tan-
;scla~:su~a para la _arquitectura actual enormemente
to , o condición decorativa del arte y de la arquitectura
ce ~ra. -~ realidad aparece como un conti
_el cual el tiempo d 1 ··,-- -- - ----- -:· --··-- ----- nuoen contemporáneas, no en el sentido de la vulgaridad , de la
- . - . ·; ·· ·. e_ ~:uieto_ y el tiempo de los objetos trivialidad , de la repetición de estereotipos establecidos,
.exteriores e_s.tán c1rculand . . .. . . ·---- 7 ---- -···· ,---- - . .
·d· · •
d on e el encuentr
... - ,.,__ . . . <? en una misma cmta sin fm y sino como discreto repliegue a una función si se quiere
· ··.······------ -------- - - -~-
·--==- .. ,·= _.? er,itre lo ob1et1vo y lo subjetivo sólo se secundaria, a una función que sobrevuela el hipotético
prod~ce_cu_aodo esa realidad éontinúa"'iie .p'iie· a en
desa1uste de su propi · · t· •d · ·· - ---- _____:fl____ ~ n fondo de las cosas. El texto que Heidegger escribe sobre
-- -- - - _ _ _ .. a_c<:>n _1nu1 ad . la escultura en el espacio, un bello texto basado en un
Eu~_o~~:!:r~~~~n_su !eciente l\bro Los lfmites del mundo diálogo con Eduardo Chillida y que además fue publica-
b_ab~9- ~el .'?..~racter_íntempesi(-:o de 1~ :5itÚ.ación deTarte .y.. do con unos preciosos aguafuertes del escultor vasco ,
~-~~~err.po~ane~s. Intempestivo, como_~oilgl,Jlo_s 9~ lo:: rea- afronta precisamente esta cuestión: la de que la condi- --il
)1~acj! como acontecimientos que se producen noa -Íra- ción decorativa no es necesariamente una condición de
y_es d~ la organización lineal y previsible de 10· reaC sino la trivialización de lo vulgar, sino que simplemente
§l__traves d~ P.!1.~gue_s, de grietas, otro término utilizado a
veces por Foucault, que permit~0 de alguna manera el
r~fug io , el al~.t~<?, de un pequeño momento efe iritéñ-síaa-d 1
constituye el reconocimiento de que para la obra de ¡ .
arte -escultórica o arquitectónica- la aceptación de
una cierta debilidad y por tanto , su colocación en un lugar
jl
poética y creativa. ·· · ·-- -- ·· '/ secundario es, posiblemente, la condición de su mayor
1
elegancia y, en el fondo, de su máximo peso.
Pero junto a la precariedad del acontecimiento y del
pliegue intempestivo de la realidad la que yo denomino 1 Todavía, para acabar, quisiera glosar una última carac- t-~,,hc•.,1.4..~kl., ,}'-\ •e
arquitectura débil , es siempre decorativa. Que nadie se i teristica de la arquitectura débil: la monumentalidad.
asuste: la palabra decoración es una palabra maldita en De nuevo hay que jugar con las palabras. No se trata
la tradición moderna y sin embargo hay que volver a refle- de la monumentalidad como representación de lo abso-
xionar sobre el significado de esta palabra y sobre el sen- luto-:-Ti-m~~u~~~io- ein la edad clásica es ei-centro-:esia
tido fundamental que la noción de decorum tiene por imago-Oei, es la figuración de una divinidad trascendente
debajo del término decoración . Soy consciente del signi- que g~r~ntiza la consistencia del tiempo. La figura del rey,
ficado decisivo que este término tiene, por ejemplo, en el en el centro de la Plaza Real , constituye así el emblema
pensamiento de León Battista Alberti y en general en la del poder que jerarquiza el orden de cualquier espacio
estética del humanismo. La acepción que aquí se propo- público. El obelisco en el punto central de la perspectiva
ne de esta palabra es otra. En su significado más común , es el moriumeñ"to güé garan.tiza 1á ·cohere.ncia yia íñmo:.
aquel que divulgan las revistas de decoración, el que se vilidad -de la estructura visual representativa. No es de
usa cotidianamente , ~C?rativo es lo inesencial.. Es este monumento del que quiero hablar, porque evidente-
aquello que se f)resenta no como una sustancia, sino mente es éste el que ha hecho crisis en la realidad con -
EQmq-Ún-~cci~~r.i!é~__"Uñ c·om.pleme·ñ to que·perrri"ite inclu- temporánea. La monumentalidad de la arquitectura débil
so una lectura, a la manera de Walter Benjamín, no aten- no mantiene con los monumentos de la edad clásica ni su
ta sino distraída y que por tanto se nos ofrece como algo geometría ni su valor ideológico sino únicamente lo que

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Sibl1ogra fía
Deleuze Gilles, Foucault , Les Ed1tions d~ M1nu1pt, Pdarís,
·--: qued~ en el contexto actual de aquella condición del tér-
mino monitu , es decir: del recuerdo. ·
'
1986; (versión castellana: ouc
F ault Ed1to nal
·
ª'os,
. ·---- . - -··
.,, ,:- ,-J 1 /
Barcelona, 1987) .
1
Heidegger, de nuevo, en el mencionado texto sobre el
rtl'.~~rs..;lc ~spncio y la escultura cita unas palabras de Goethe, que Heidegger, Martin, Die Kunst und der Raum, Erker
quisiera repetir: "No es necesario que lo verdadero tome Verlag. St. Gallen, 1969.
siempre cuerpo, es suficiente con que aletee alrededor, Trias, Eugenio, Los límites del mundo , Ariel, Barcelona,
como si fuera un espíritu y que provoque una suerte de 1985.
acorde; como cuando el tañido de una campana suena
Vattimo, Gianni, La fine della modernita , Ga~ant,,
amistosamente aportándonos un poco de paz" . La idea
Milán, 1985; (versión castellana: El fin de la modermdad,
de monumento que quiero traer a colación es aquella que
podemos encontrar en cualquier objeto arquitectónico Gedisa, Barcelona, 1994').
,i
que, siendo ciertamente una apertura, una ventana a una
realidad más intensa, al mismo tiempo su representación
se produzca como un vestigio, como el aleteo de la músi-
ca de la campana que queda después de sonar; como
aquello que se constituye sólo en residuo, en recuerdo.

-
Aldo Rossi en La arquitectura de la ciudad, utilizaba el tér-
-~ino monumento para significar la permanencia, porque
- · --·-- ·- -----
-
se movía focfavTa en una-concepción mopí~tica de la rea-
lÍdad y en una definición inmovilista de la ciudad. Por el
coñirario ·1a . n'oción de mon~-~e-~¿-que propongo aquí
está ligada al gusto de la poesía después de haberla
leído, al sabor de la música después de haberla oído, al
recuerdo de la arquitectura después de haberla visto.
Es la fuerza de la debilidad. Ag~llo que el artl3 y la
arquitectura son capaces de produci~ P!ecisamente cuan-
do no se presentan agresiva~ y domi~ar,~. sino tan~-
c1ales y débiies. · --- -

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