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Jean Piaget:
÷ Desarrollo intelectual por etapas.
— Jerome Bruner:
÷ Aprendizaje por Descubrimiento.
— David Ausubel:
÷ Aprendizaje Significativo.
— Robert Gagné:
÷ Niveles de Aprendizaje.
— Howard Gardner:
÷ Inteligencias Múltiples.
— Lev Vigotsky
÷ Desarrollo cognitivo mediante interacción social.
— Erick Erickson
÷ La sociedad moldea el desarrollo del ser humano
Ensayo
Postor
Sandín (2003) nos ofrece una definición de diseño cualitativo resaltando su carácter
contextual, su adaptación a la realidad investigada y a las contingencias propias de la
investigación, así como, el protagonismo del investigador y su posicionamiento
epistemológico, señalando que:
El diseño de una investigación cualitativa exige que el investigador se posicione y adopte
una serie de decisiones no sólo durante la elaboración del proyecto de investigación y al
inicio del proceso investigador, sino también durante y al finalizar el estudio. (Pp.138-139).
La misma autora afirma que: “Es por ello que la mayoría de autores coinciden en
identificar el proceso de investigación cualitativa como emergente, flexible y no lineal”.
(ibidem). Más adelante cita a Mason (1996) quien enfatiza la necesidad de que el
investigador al elaborar el diseño de investigación cualitativa interrelacione los supuestos
ontológicos, epistemológicos y metodológicos, sin olvidar las cuestiones relacionadas con
la ética de la investigación.
Estas definiciones caracterizan el diseño de investigación cualitativo como emergente,
distanciado de las propuestas cuantitativistas que hacen énfasis en las fases, pasos y
etapas que deben ser desarrolladas en la investigación con un fuerte carácter lineal.
Diseño Lineal Versus Diseño Emergente
Para definir y resaltar la naturaleza del diseño de investigación cualitativo nos apoyaremos
en las reflexiones que sobre el diseño emergente nos brindan los psicólogos venezolanos
Esther Wiesenfeld (2001) y Euclides Sánchez (2000).
Dice nuestra autora que la planificación de la investigación bajo la concepción emergente
“se hace para amplias contingencias, sin detallar cada aspecto y etapa”. Luego resalta que
el carácter emergente de este diseño se sustenta en varias consideraciones
epistemológicas, a saber:
a) Se asume una falta de conocimiento previo sobre las distintas realidades, de allí que la
apertura del problema inicialmente formulado dificulta su focalización y planificación
previa; b) el contexto particular del estudio determina en gran medida el desarrollo del
mismo; c) lo que emerge está en función de la interacción entre el investigador y el
fenómeno y es impredecible; d) los sistemas de valores interactúan de forma imprevisible
para influir un producto”. (p.147).
En este mismo sentido, Euclides Sánchez (2000) resalta muy claramente la naturaleza
emergente del diseño cualitativo comparándola con la naturaleza apriorística del diseño
de la investigación cuantitativa. Al respecto señala que, en este tipo de investigación
denominada también tradicional, el diseño se desarrolla linealmente bajo un formato de
investigación previamente establecido que prescribe procedimientos precisos,
inalterables, donde:
Una vez formuladas las hipótesis, vinculadas lógicamente con el marco teórico construido,
se deducen de ellas las variables del estudio, cuya definición operacional incide en la
escogencia de la población y muestra en la que se desean observar las relaciones de tales
variables. (p.104).
De lo anterior se deduce un aspecto a tener en cuenta en los Principios de la Formación de
Investigadores en Educación.
Para la propuesta cuantitativista los aspectos teóricos y epistemológicos no son relevantes
y pierden su importancia en el diseño de la investigación, con lo cual dicha propuesta
deviene meramente técnica con fuerte carácter pragmático, lo que influye para que el
investigador artificialice el mundo social, escogiendo aquellos métodos, técnicas y
procedimientos destinados a clasificar, tabular y analizar los datos, manipulando los
escenarios naturales y con ello restándole importancia al estudio de la dinámica de las
acciones sociales, a sus contextos particulares y a las relaciones intersubjetivas. Por otra
parte, es de resaltar que en el diseño cuantitativo no se busca que el investigador
interaccione con la realidad sometida a estudio, es decir, con los participantes y con el
contexto. Esta postura conduce a que la calidad del estudio se centre en lo procedimental
y en el punto de vista único del investigador; y bajo ninguna circunstancia en la relación
dinámica de éste con los actores o participantes en el estudio.
Agrega Sánchez (2000):
Una estructuración previa del diseño, en consecuencia, tiene el riesgo de no ser
consonante con las particularidades del fenómeno que van surgiendo, por lo que es
necesario un plan de investigación que vaya constituyéndose a la medida de las
especificidades que se construyen del objeto. (ibidem).
Estas importantísimas reflexiones de ambos autores nos revelan claramente que el
desfase que ellos resaltan entre el diseño cuantitativo y la realidad social, no queda
reducida al aspecto metodológico sino que alude directamente a la coherencia
paradigmática. Es decir, al hecho cierto que el investigador al momento de elaborar el
diseño de su investigación incorpora los supuestos ontológicos y epistemológicos del
paradigma asumido por él, los cuales subyacen en sus decisiones metodológicas.
De mi parte diré que es a partir de esta aproximación conceptual que podemos definir el
diseño de investigación cualitativo como una construcción social. Asimismo, su naturaleza
emergente hace posible afirmar que la investigación socioeducativa sustentada en este
diseño logrará alcanzar la legitimidad social en lo real social, porque este diseño guarda
una justa relación con la realidad investigada, donde lo particularmente humano se
impone y no la pretensión positivista y estructuralfuncionalista de reducir la dinámica
social a controles artificiales. Lo anterior se corresponde con la necesaria coherencia entre
las decisiones metodológicas del investigador con las consideraciones teóricas de la
perspectiva epistemológica, que éste haya seleccionado.
Premisas Teóricas y Epistemológicas Básicas Del Diseño Emergente
El planteamiento teórico básico y el punto de partida del diseño emergente en
investigación educativa, tiene como punto de partida la premisa epistemológica de que la
investigación social y la investigación educativa en particular, aborden las acciones,
eventos, acontecimientos, creencias, valores, significados, sentidos, experiencias, desde
la perspectiva de la gente que está siendo estudiada y que al investigador le corresponde
darle sentido a esa producción subjetiva a partir de su reflexividad, siempre en estrecho
contacto con los actores sociales.
De allí que este diseño asume y hace suya la postura de los paradigmas cualitativos
socioconstruccionista y sociocrítico (Guba 1991), que conciben ontológicamente la
realidad a investigar como una construcción social diversa, versionada de manera
múltiple, tanto por los hombres directamente involucrados en su contexto como por los
investigadores que se dediquen a estudiarla. En este orden de ideas, el diseño emergente
asume, asimismo, que esta realidad compleja es relativamente desconocida para el
investigador, por lo tanto, este diseño rechaza las posiciones metodológicas elaboradas a
priori que conciben el proceso de investigación social de manera lineal, más preocupadas
por los procedimientos técnicos que por la diversidad y complejidad de la realidad a
investigar.
Es de señalar que, al tomar la perspectiva del “otro” implica a su vez que este Diseño de
Investigación cualitativa tome en cuenta, por una parte, la existencia de múltiples
versiones, de diferentes puntos de vista, de diversas visiones de la realidad a investigar
(ontología relativista), y; por otra parte, los contenidos teóricos de los autores que han
investigado sobre el tema en cuestión.
El Diseño de Investigación Cualitativa o diseño emergente, sostiene la irreductibilidad de
los fenómenos sociales a cualquier fenómeno natural. Es por ello que rechaza la
experimentación en las ciencias sociales ya que la considera un procedimiento para
formular reglas o normas nomotéticas, predecir y establecer relaciones causales, para
cumplir con la finalidad de las ciencias naturales sustentadas en el método científico.
Desde el punto de vista epistemológico, este diseño aborda la producción de
conocimiento desde una perspectiva interaccionista. Define a los entrevistados y al
investigador como actores sociales. Es decir, como seres individuales y colectivos que
actúan en condiciones históricas determinadas. Asume que el ser humano es el único
dotado de reflexividad y como tal es un hermeneuta capaz de producir significados sobre
sus acciones y sobre las acciones de los otros y que esos significados orientan sus
experiencias, sus saberes, sus adhesiones y rechazos y dialécticamente sus acciones
inciden sobre él y sobre la sociedad. Además, construye su mundo a través de relaciones
intersubjetivas que expresa a través del lenguaje y de la producción simbólica. Es por ello
que para este diseño la producción del conocimiento se inscribe en relaciones sociales
donde la subjetividad y la intersubjetividad revisten una gran importancia.
En síntesis, es a partir de esta sustentación teórica y epistemológica que para el diseño
emergente el ser humano es considerado como actor social pues es interpretado como
ser activo, histórico y cultural. Involucrado en relaciones sociales concretas (familiares,
profesionales, económicas, culturales, políticas, comunitarias, etc). Y no como lo concibe
el positivismo en su versión conductista que: “Al limitarse a describir la conducta
manifiesta (que ve siempre como una simple respuesta a un estímulo) este enfoque
sustituiría a la realidad social por un mundo ficticio compuesto por figurines que carecen
de orientaciones y motivos propios”. (De Venanzi, 199). De manera absolutamente
diferente, en la elaboración de este diseño se tiene la convicción de que los hombres
elaboran estrategias personales y colectivas relacionadas, por ejemplo, con la existencia
social, con las creencias, con las identidades, elaborando activamente y dentro de
relaciones intersubjetivas significados y sentidos de la vida cultural, económica, educativa,
que viven y han vivido en espacios y tiempos determinados, ya sea para afirmar,
cuestionar o para recrear su propia existencia, dentro de contextos sociales particulares.
Asimismo, despliegan acciones sociales para vencer las incertidumbres, en especial en
esta época postmoderna.
Estas características del diseño emergente tienen especial importancia en la crisis actual
de la investigación social ya que la vigencia del actor social en la actualidad es negada por
ciertas afirmaciones catastróficas que aseguran que se está produciendo la pérdida de la
capacidad de los grupos humanos para organizarse y buscar la transformación de sus
condiciones de vida frente a la homogeneización de la vida social que busca implantar la
mundialización. Alain Touraine (1998), desmiente estas afirmaciones cuando expresa que
la acción individual y colectiva de los grupos humanos es siempre un intento provisorio
por mantener la permanencia social. Al respecto dice que la creciente globalización de la
economía y en particular el rápido desarrollo de los flujos financieros internacionales han
creado una situación inestable que hace surgir de manera todavía muy difusa pero
constante el apego por lo local, por lo específico, sin obviar los escenarios mundiales, pero
aclara que en la medida que los cambios económicos, financieros y comunicacionales se
globalizan en la misma medida “se distancian también los dos componentes de la
modernidad: la actividad técnico-económica y la conciencia de sí. Ello, dice el autor, tiene
influencia en la construcción de subjetividades y en las concepciones del espacio y el
tiempo, y destaca que:
Al mismo tiempo nuestra identidad se funda cada vez menos sobre lo que hacemos y cada
vez más sobre lo que somos, sobre nuestras necesidades, que encuentran expresión en el
consumo de mercaderías, pero también y en mayor medida, en la relación con nosotros
mismos, en las relaciones interpersonales, en grupos de elección o en la comunidad de
pertenencia, si queremos considerar por separado los cuatro ámbitos más importantes.
(pp. 49-50).
En cuanto al aspecto histórico-social, el contexto es de suma importancia para el diseño
emergente ya que estima que “la experiencia humana se perfila y tiene lugar en contextos
particulares, de manera que los acontecimientos y fenómenos no pueden ser
comprendidos adecuadamente si son separados de ellos”. (Sandín, 2003:125). Este
carácter histórico es incorporado en el diseño emergente logrando con ello legitimar en lo
social las investigaciones realizadas en condiciones reales sin la intervención y
manipulación experimental. Es lo que explica que teóricamente este diseño oriente a los
investigadores a construir, con la ayuda de las diferentes versiones sobre la realidad que
estudian, los contextos, escenarios o espacios de investigación, ya que en la investigación
cualitativa los contextos no quedan reducidos a la descripción de plantas físicas y/o
infraestructuras, o delimitados por índices cuantitativos de población, por el contrario
“Los contextos de investigación son naturales y no son construidos ni modificados. El
investigador cualitativo focaliza su atención en ambientes naturales. Busca respuesta a sus
cuestiones en el mundo real”. (Ibidem: 125).
La investigación cualitativa y su diseño de investigación emergente se orientan hacia lo
actual sin obviar el pasado. Hacia lo que Cronbach (1975) citado en Ibáñez (2001: 120),
estima es la labor fundamental de la investigación social y del investigador en ciencias
sociales:
La tarea especial del científico social en cada generación es apresar los efectos
contemporáneos. Más allá de esto, comparte con el humanista y el artista el esfuerzo en
ganar comprensión en las relaciones contemporáneas y adecuar el punto de vista cultural
sobre el hombre con las relaciones presentes. Conocer al hombre tal como es no es una
aspiración despreciable.
Acá se aprecia el carácter idiográfico de la investigación cualitativa incorporada en el
diseño emergente. Dice Sánchez (2000) que la investigación cualitativa es idiográfica
porque considera que las acciones de los hombres se construyen y por lo tanto
pertenecen a un contexto determinado en un tiempo asimismo determinado “en vista de
lo cual su entendimiento debe hacerse estudiándolas con profundidad, verticalmente y no
examinándolas horizontalmente, buscando la frecuencia con que se repiten en uno o
varios conjuntos poblacionales”. (p.103).
El diseño cualitativo acoge estos planteamientos y delinea sus estrategias en este sentido,
que por supuesto se alejan de la pretensión cuantitativa de generalizar los resultados
haciendo caso omiso de las especificidades.