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Consideraciones acerca de la Moralidad. Aspectos morales del comportamiento humano.

3 orientaciones teóricas principales: enfoque psicoanalítico, Teoría del Aprendizaje Social


y el enfoque cognitivo-evolutivo.
Teoría del procesamiento de la información

Jean Piaget:
÷ Desarrollo intelectual por etapas.
— Jerome Bruner:
÷ Aprendizaje por Descubrimiento.
— David Ausubel:
÷ Aprendizaje Significativo.
— Robert Gagné:
÷ Niveles de Aprendizaje.
— Howard Gardner:
÷ Inteligencias Múltiples.
— Lev Vigotsky
÷ Desarrollo cognitivo mediante interacción social.
— Erick Erickson
÷ La sociedad moldea el desarrollo del ser humano

Ensayo
Postor

REFLEXIONES SOBRE EL DISEÑO EMERGENTE EN LA FORMACIÓN Y ACTUALIZACIÓN EN


INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
Por: Dr Efraín Márquez Pérez
Profesor Asociado UNESR-Los Teques
Profesor del Doctorado en Arte y Cultura Latinoamericana y del Caribe, Instituto
Pedagógico de Caracas.
EL DISEÑO EMERGENTE EN LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
2007
REFLEXIONES SOBRE EL DISEÑO EMERGENTE EN LA FORMACIÓN Y ACTUALIZACIÓN EN
INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
Por: Dr. Efraín Márquez Pérez
Profesor Asociado UNESR-Los Teques
Profesor del Doctorado en Arte y Cultura Latinoamericana y del Caribe, Instituto
Pedagógico de Caracas.
eframarquez@hotmail.com
RESUMEN
La Formación Académica en Investigación Social es un proceso complejo que incide sobre
el Saber-Hacer, el Saber-Obrar, el Saber-Pensar, y en la búsqueda de la relación del Saber
con la Práctica. Pero no es ni ha sido homogénea porque es una construcción social, lo
cual implica la presencia de diferentes propósitos, intereses e intencionalidades en la
enseñanza de cómo investigar y por qué investigar. En este artículo se reflexiona sobre el
carácter intencional en la escogencia de los diseños de investigación, en los Programas de
Formación en Investigación Social, destacando que no es una acción u estrategia neutra.
En Venezuela estos propósitos divergentes se identifican por la selección que se haga del
paradigma de investigación, lo cual ha determinado la coexistencia de dos diseños. Uno de
carácter lineal, inflexible, que subestima la reflexividad del investigador, denominado
cuantitativo. El otro, adaptado a las necesidades imprevistas durante la investigación, que
concibe la realidad socioeducativa como una construcción social, asumiendo la
incertidumbre y su carácter complejo, denominado emergente. En este trabajo se
abordan los rasgos principales del diseño cualitativo, lo que permitirá explicar su carácter
emergente. Nuestro propósito es el de presentar la naturaleza y los componentes de este
diseño en el entendido que guardan relación con los aspectos ontológicos,
epistemológicos y metodológicos que sustentan la investigación cualitativa, haciendo
énfasis en la coherencia paradigmática, rompiendo así con la tendencia cuantitativista que
obvia la discusión sobre los aspectos teóricos que subyacen en los diseños de
investigación social. Se señala su especificidad en los estudios socioeducativos para
abordar el “mundo de la vida”, la cotidianidad de los actores sociales en sus contextos
particulares, rechazando la naturalización del mundo social por intermedio de la
aplicación del método científico en las ciencias sociales. Se alude, asimismo, a las
corrientes epistemológicas alternativas que proponen una nueva forma de estudiar los
fenómenos sociales asumiendo los rasgos de la época actual, tales como, la
incertidumbre, lo inacabado, el tiempo incierto y ambiguo que nos toca vivir. Con ello se
opone a la pretensión de los diseños cuantitativos de controlar y predecir el rumbo de la
dinámica social.

Palabras claves: Diseño emergente. Paradigmas de Investigación Social. Coherencia


paradigmática.

Algunas Definiciones De Diseño De Investigación


De manera breve pasaré revista a importantes definiciones sobre diseño de investigación
para posteriormente caracterizar el diseño de investigación emergente o diseño
cualitativo.
Para Sautu (2000) el diseño de investigación está constituido por las etapas y
procedimientos que contribuyen a llevar a cabo un estudio, señalando que “Las
concepciones e ideas contenidas en un paradigma y los supuestos implícitos o explícitos
constituyen el marco dentro del cual se construirá el/los objetivos de investigación y se
llevará a cabo su diseño” (p.5). Afirma que de manera coherente, el aspecto práctico de la
investigación “dependerá del paradigma, la teoría y la metodología que (…) están
vinculados entre sí, aunque no siempre dichos vínculos se establezcan de manera
explícita”. (Ibidem).
En cuanto al concepto de diseño Valles (1997) acota que: “Diseñar significa, ante todo,
tomar decisiones a lo largo de todo el proceso de investigación y sobre todas las fases o
pasos que conlleva dicho proceso”. Luego advierte que al tratarse del diseño cualitativo el
investigador tomará las decisiones de acuerdo como se va perfilando el objeto de estudio,
algunas al principio otras “irán surgiendo sobre la marcha… se trata de cuestiones que
deben trabajarse y resolverse en cada circunstancia concreta de investigación”. Por lo
tanto en la investigación cualitativa, concluye el autor: “El diseño no se estampa mediante
un molde o modelo que sirvió una vez, sino que se moldea cada vez a partir de criterios
maestros generadores de respuestas”. (Pp.78-79).

Sandín (2003) nos ofrece una definición de diseño cualitativo resaltando su carácter
contextual, su adaptación a la realidad investigada y a las contingencias propias de la
investigación, así como, el protagonismo del investigador y su posicionamiento
epistemológico, señalando que:
El diseño de una investigación cualitativa exige que el investigador se posicione y adopte
una serie de decisiones no sólo durante la elaboración del proyecto de investigación y al
inicio del proceso investigador, sino también durante y al finalizar el estudio. (Pp.138-139).
La misma autora afirma que: “Es por ello que la mayoría de autores coinciden en
identificar el proceso de investigación cualitativa como emergente, flexible y no lineal”.
(ibidem). Más adelante cita a Mason (1996) quien enfatiza la necesidad de que el
investigador al elaborar el diseño de investigación cualitativa interrelacione los supuestos
ontológicos, epistemológicos y metodológicos, sin olvidar las cuestiones relacionadas con
la ética de la investigación.
Estas definiciones caracterizan el diseño de investigación cualitativo como emergente,
distanciado de las propuestas cuantitativistas que hacen énfasis en las fases, pasos y
etapas que deben ser desarrolladas en la investigación con un fuerte carácter lineal.
Diseño Lineal Versus Diseño Emergente
Para definir y resaltar la naturaleza del diseño de investigación cualitativo nos apoyaremos
en las reflexiones que sobre el diseño emergente nos brindan los psicólogos venezolanos
Esther Wiesenfeld (2001) y Euclides Sánchez (2000).
Dice nuestra autora que la planificación de la investigación bajo la concepción emergente
“se hace para amplias contingencias, sin detallar cada aspecto y etapa”. Luego resalta que
el carácter emergente de este diseño se sustenta en varias consideraciones
epistemológicas, a saber:
a) Se asume una falta de conocimiento previo sobre las distintas realidades, de allí que la
apertura del problema inicialmente formulado dificulta su focalización y planificación
previa; b) el contexto particular del estudio determina en gran medida el desarrollo del
mismo; c) lo que emerge está en función de la interacción entre el investigador y el
fenómeno y es impredecible; d) los sistemas de valores interactúan de forma imprevisible
para influir un producto”. (p.147).
En este mismo sentido, Euclides Sánchez (2000) resalta muy claramente la naturaleza
emergente del diseño cualitativo comparándola con la naturaleza apriorística del diseño
de la investigación cuantitativa. Al respecto señala que, en este tipo de investigación
denominada también tradicional, el diseño se desarrolla linealmente bajo un formato de
investigación previamente establecido que prescribe procedimientos precisos,
inalterables, donde:

Una vez formuladas las hipótesis, vinculadas lógicamente con el marco teórico construido,
se deducen de ellas las variables del estudio, cuya definición operacional incide en la
escogencia de la población y muestra en la que se desean observar las relaciones de tales
variables. (p.104).
De lo anterior se deduce un aspecto a tener en cuenta en los Principios de la Formación de
Investigadores en Educación.
Para la propuesta cuantitativista los aspectos teóricos y epistemológicos no son relevantes
y pierden su importancia en el diseño de la investigación, con lo cual dicha propuesta
deviene meramente técnica con fuerte carácter pragmático, lo que influye para que el
investigador artificialice el mundo social, escogiendo aquellos métodos, técnicas y
procedimientos destinados a clasificar, tabular y analizar los datos, manipulando los
escenarios naturales y con ello restándole importancia al estudio de la dinámica de las
acciones sociales, a sus contextos particulares y a las relaciones intersubjetivas. Por otra
parte, es de resaltar que en el diseño cuantitativo no se busca que el investigador
interaccione con la realidad sometida a estudio, es decir, con los participantes y con el
contexto. Esta postura conduce a que la calidad del estudio se centre en lo procedimental
y en el punto de vista único del investigador; y bajo ninguna circunstancia en la relación
dinámica de éste con los actores o participantes en el estudio.
Agrega Sánchez (2000):
Una estructuración previa del diseño, en consecuencia, tiene el riesgo de no ser
consonante con las particularidades del fenómeno que van surgiendo, por lo que es
necesario un plan de investigación que vaya constituyéndose a la medida de las
especificidades que se construyen del objeto. (ibidem).
Estas importantísimas reflexiones de ambos autores nos revelan claramente que el
desfase que ellos resaltan entre el diseño cuantitativo y la realidad social, no queda
reducida al aspecto metodológico sino que alude directamente a la coherencia
paradigmática. Es decir, al hecho cierto que el investigador al momento de elaborar el
diseño de su investigación incorpora los supuestos ontológicos y epistemológicos del
paradigma asumido por él, los cuales subyacen en sus decisiones metodológicas.
De mi parte diré que es a partir de esta aproximación conceptual que podemos definir el
diseño de investigación cualitativo como una construcción social. Asimismo, su naturaleza
emergente hace posible afirmar que la investigación socioeducativa sustentada en este
diseño logrará alcanzar la legitimidad social en lo real social, porque este diseño guarda
una justa relación con la realidad investigada, donde lo particularmente humano se
impone y no la pretensión positivista y estructuralfuncionalista de reducir la dinámica
social a controles artificiales. Lo anterior se corresponde con la necesaria coherencia entre
las decisiones metodológicas del investigador con las consideraciones teóricas de la
perspectiva epistemológica, que éste haya seleccionado.
Premisas Teóricas y Epistemológicas Básicas Del Diseño Emergente
El planteamiento teórico básico y el punto de partida del diseño emergente en
investigación educativa, tiene como punto de partida la premisa epistemológica de que la
investigación social y la investigación educativa en particular, aborden las acciones,
eventos, acontecimientos, creencias, valores, significados, sentidos, experiencias, desde
la perspectiva de la gente que está siendo estudiada y que al investigador le corresponde
darle sentido a esa producción subjetiva a partir de su reflexividad, siempre en estrecho
contacto con los actores sociales.
De allí que este diseño asume y hace suya la postura de los paradigmas cualitativos
socioconstruccionista y sociocrítico (Guba 1991), que conciben ontológicamente la
realidad a investigar como una construcción social diversa, versionada de manera
múltiple, tanto por los hombres directamente involucrados en su contexto como por los
investigadores que se dediquen a estudiarla. En este orden de ideas, el diseño emergente
asume, asimismo, que esta realidad compleja es relativamente desconocida para el
investigador, por lo tanto, este diseño rechaza las posiciones metodológicas elaboradas a
priori que conciben el proceso de investigación social de manera lineal, más preocupadas
por los procedimientos técnicos que por la diversidad y complejidad de la realidad a
investigar.
Es de señalar que, al tomar la perspectiva del “otro” implica a su vez que este Diseño de
Investigación cualitativa tome en cuenta, por una parte, la existencia de múltiples
versiones, de diferentes puntos de vista, de diversas visiones de la realidad a investigar
(ontología relativista), y; por otra parte, los contenidos teóricos de los autores que han
investigado sobre el tema en cuestión.
El Diseño de Investigación Cualitativa o diseño emergente, sostiene la irreductibilidad de
los fenómenos sociales a cualquier fenómeno natural. Es por ello que rechaza la
experimentación en las ciencias sociales ya que la considera un procedimiento para
formular reglas o normas nomotéticas, predecir y establecer relaciones causales, para
cumplir con la finalidad de las ciencias naturales sustentadas en el método científico.
Desde el punto de vista epistemológico, este diseño aborda la producción de
conocimiento desde una perspectiva interaccionista. Define a los entrevistados y al
investigador como actores sociales. Es decir, como seres individuales y colectivos que
actúan en condiciones históricas determinadas. Asume que el ser humano es el único
dotado de reflexividad y como tal es un hermeneuta capaz de producir significados sobre
sus acciones y sobre las acciones de los otros y que esos significados orientan sus
experiencias, sus saberes, sus adhesiones y rechazos y dialécticamente sus acciones
inciden sobre él y sobre la sociedad. Además, construye su mundo a través de relaciones
intersubjetivas que expresa a través del lenguaje y de la producción simbólica. Es por ello
que para este diseño la producción del conocimiento se inscribe en relaciones sociales
donde la subjetividad y la intersubjetividad revisten una gran importancia.
En síntesis, es a partir de esta sustentación teórica y epistemológica que para el diseño
emergente el ser humano es considerado como actor social pues es interpretado como
ser activo, histórico y cultural. Involucrado en relaciones sociales concretas (familiares,
profesionales, económicas, culturales, políticas, comunitarias, etc). Y no como lo concibe
el positivismo en su versión conductista que: “Al limitarse a describir la conducta
manifiesta (que ve siempre como una simple respuesta a un estímulo) este enfoque
sustituiría a la realidad social por un mundo ficticio compuesto por figurines que carecen
de orientaciones y motivos propios”. (De Venanzi, 199). De manera absolutamente
diferente, en la elaboración de este diseño se tiene la convicción de que los hombres
elaboran estrategias personales y colectivas relacionadas, por ejemplo, con la existencia
social, con las creencias, con las identidades, elaborando activamente y dentro de
relaciones intersubjetivas significados y sentidos de la vida cultural, económica, educativa,
que viven y han vivido en espacios y tiempos determinados, ya sea para afirmar,
cuestionar o para recrear su propia existencia, dentro de contextos sociales particulares.
Asimismo, despliegan acciones sociales para vencer las incertidumbres, en especial en
esta época postmoderna.
Estas características del diseño emergente tienen especial importancia en la crisis actual
de la investigación social ya que la vigencia del actor social en la actualidad es negada por
ciertas afirmaciones catastróficas que aseguran que se está produciendo la pérdida de la
capacidad de los grupos humanos para organizarse y buscar la transformación de sus
condiciones de vida frente a la homogeneización de la vida social que busca implantar la
mundialización. Alain Touraine (1998), desmiente estas afirmaciones cuando expresa que
la acción individual y colectiva de los grupos humanos es siempre un intento provisorio
por mantener la permanencia social. Al respecto dice que la creciente globalización de la
economía y en particular el rápido desarrollo de los flujos financieros internacionales han
creado una situación inestable que hace surgir de manera todavía muy difusa pero
constante el apego por lo local, por lo específico, sin obviar los escenarios mundiales, pero
aclara que en la medida que los cambios económicos, financieros y comunicacionales se
globalizan en la misma medida “se distancian también los dos componentes de la
modernidad: la actividad técnico-económica y la conciencia de sí. Ello, dice el autor, tiene
influencia en la construcción de subjetividades y en las concepciones del espacio y el
tiempo, y destaca que:
Al mismo tiempo nuestra identidad se funda cada vez menos sobre lo que hacemos y cada
vez más sobre lo que somos, sobre nuestras necesidades, que encuentran expresión en el
consumo de mercaderías, pero también y en mayor medida, en la relación con nosotros
mismos, en las relaciones interpersonales, en grupos de elección o en la comunidad de
pertenencia, si queremos considerar por separado los cuatro ámbitos más importantes.
(pp. 49-50).
En cuanto al aspecto histórico-social, el contexto es de suma importancia para el diseño
emergente ya que estima que “la experiencia humana se perfila y tiene lugar en contextos
particulares, de manera que los acontecimientos y fenómenos no pueden ser
comprendidos adecuadamente si son separados de ellos”. (Sandín, 2003:125). Este
carácter histórico es incorporado en el diseño emergente logrando con ello legitimar en lo
social las investigaciones realizadas en condiciones reales sin la intervención y
manipulación experimental. Es lo que explica que teóricamente este diseño oriente a los
investigadores a construir, con la ayuda de las diferentes versiones sobre la realidad que
estudian, los contextos, escenarios o espacios de investigación, ya que en la investigación
cualitativa los contextos no quedan reducidos a la descripción de plantas físicas y/o
infraestructuras, o delimitados por índices cuantitativos de población, por el contrario
“Los contextos de investigación son naturales y no son construidos ni modificados. El
investigador cualitativo focaliza su atención en ambientes naturales. Busca respuesta a sus
cuestiones en el mundo real”. (Ibidem: 125).
La investigación cualitativa y su diseño de investigación emergente se orientan hacia lo
actual sin obviar el pasado. Hacia lo que Cronbach (1975) citado en Ibáñez (2001: 120),
estima es la labor fundamental de la investigación social y del investigador en ciencias
sociales:
La tarea especial del científico social en cada generación es apresar los efectos
contemporáneos. Más allá de esto, comparte con el humanista y el artista el esfuerzo en
ganar comprensión en las relaciones contemporáneas y adecuar el punto de vista cultural
sobre el hombre con las relaciones presentes. Conocer al hombre tal como es no es una
aspiración despreciable.
Acá se aprecia el carácter idiográfico de la investigación cualitativa incorporada en el
diseño emergente. Dice Sánchez (2000) que la investigación cualitativa es idiográfica
porque considera que las acciones de los hombres se construyen y por lo tanto
pertenecen a un contexto determinado en un tiempo asimismo determinado “en vista de
lo cual su entendimiento debe hacerse estudiándolas con profundidad, verticalmente y no
examinándolas horizontalmente, buscando la frecuencia con que se repiten en uno o
varios conjuntos poblacionales”. (p.103).
El diseño cualitativo acoge estos planteamientos y delinea sus estrategias en este sentido,
que por supuesto se alejan de la pretensión cuantitativa de generalizar los resultados
haciendo caso omiso de las especificidades.

En atención a lo anteriormente planteado se infiere que la dimensión metodológica en


toda investigación debe responder de manera coherente a los supuestos teóricos de las
dimensiones ontológicas y epistemológicas que estructuran el paradigma seleccionado
por el investigador. Es éste el planteamiento central en cuanto a la coherencia
paradigmática que debe estar presente al momento de la elaboración del diseño de
investigación, sea éste de tipo cualitativo o cuantitativo. Sin embargo, la discusión en los
círculos académicos y de investigación se ha centrado en las diferencias entre los rasgos
cuantitativos y cualitativos, lo cual además de alejar a muchos investigadores de la
discusión crítica ha conducido a la divulgación de definiciones por demás superficiales
sobre la naturaleza de la investigación cualitativa.
Refiriéndose a este tipo de definiciones superficiales Ruíz e Ispizua (1989), acotan que:
“De forma bastante simplista suele identificarse la metodología cualitativa con el uso de
las palabras, las descripciones, las viñetas y los relatos, en contraposición al uso de los
números, las tablas, los tests de significación y los modelos estadísticos”. (p.19). En otros
casos se identifica como cualitativo a las investigaciones que obtengan la información
requerida sin el uso de instrumentos estandarizados como los sondeos de masas o los
experimentos de laboratorio. Y a todo aquel diseño que no presente “variables discretas,
formule cuestiones abiertas poco estructuradas y trabaje con hipótesis poco elaboradas
operacionalmente”. (Ibidem). Apuntan que quizás la razón de estas superficialidades
obedece a que:
Paradójicamente uno de los motivos del descrédito de la metodología cualitativa es el
desconocimiento de su operatividad cotidiana (…) Lo que se echa de menos son
testimonios fehacientes de trabajos de investigación en los que se detalle el aparato
metodológico o las descripciones de las técnicas cualitativas acompañadas de
comprobaciones empíricas concretas. (p17).
Es por ello que en la elaboración del diseño de investigación cualitativo se le exige al
investigador que describa ampliamente el método y la técnica seleccionada; el por qué de
su elección y el propósito que persigue; y lo más importante, que señale la congruencia de
la técnica con el método utilizado y con la base teórico-epistemológica que orienta la
investigación. Este es un señalamiento importante porque es conocido que los
investigadores que se apoyan en el paradigma estructural-funcionalista haciendo caso
omiso del rigor científico, han propuesto la combinación de métodos, técnicas y
procedimientos en el proceso de investigación, obedeciendo a cuestiones puramente
pragmáticas soslayando la discusión sobre el método y sus relaciones con las dimensiones
ontológica y epistemológica. Esta ligereza tiene como fundamento la creencia que la
selección de las metodologías utilizadas en una investigación obedece a decisiones
neutras. Un ejemplo de esta desviación o incongruencia metodológica se aprecia en el
desarrollo de investigaciones denominadas “cualicuantitativas” o “cuanticualitativas”.

La combinación de métodos y técnicas cualitativas y cuantitativas en una investigación


socioeducativa, parte de la idea que considera que los métodos y técnicas cualitativas son
insuficientes para el estudio de lo social. Debido a esta creencia se le asigna
arbitrariamente a las metodologías cualitativas una función exploratoria, quedando su
función reducida sólo a lo que se conoce como “acercamiento inicial al aspecto empírico
del objeto de estudio”. Atribuyéndole de hecho una importancia menor frente a las
metodologías de corte cuantitativo, lo que ha provocado el surgimiento de críticas al
respecto, tal y como lo señalan y Ruíz e Ispizua (1989):
En no pocos casos también se concibe a los métodos cualitativos como un recurso de
primer nivel de acercamiento a la realidad para, en un segundo nivel, llevar a cabo una
verdadera investigación con rigor y profundidad metodológicos. Se identifica la técnica
cualitativa como una investigación en contexto de descubrimiento que sirve de puente
para la verdadera investigación, en contexto de comprobación rigurosa y precisa.
Esta es la evidencia de las pretensiones de los investigadores que se sustentan en los
paradigmas cuantitativos (positivista, neopositivista, estructuralfuncionalista,
neosistémico), de querer subsumir la investigación cualitativa en la investigaciones
cuantitativas y legitimar esta acción a través de contenidos académicos que ocultan que
subyace un planteamiento ontológico y epistemológico en esta propuesta de combinar
métodos, técnicas y procedimientos de investigación, lo cual obedece a que éste
paradigma busca reducir la complejidad de la realidad social, fraccionándola en aspectos,
para abordarla a través de la formulación de hipótesis, variables e indicadores
previamente establecidos. Cosificándola para luego medirla, cuantificarla y generalizarla.
Porque no se trata sólo de procedimientos técnicos, sino que es ésta la coherencia que el
enfoque cuantitativo establece entre la metodología y las dimensiones ontológica y
epistemológica, ya que concibe la realidad socioeducativa y por extensión a su objeto de
estudio como una realidad objetiva.
El diseño emergente utiliza diversas técnicas cualitativas de investigación social,
sustentándolas en reflexiones teóricas. En primer término, para la investigación cualitativa
son más importantes los tópicos a abordar que la representatividad estadística, lo que
orienta al investigador a darle importancia al diálogo interactivo y a la observación del
contexto al momento de seleccionar el/los informantes o participante/s de la
investigación. En segundo término, la investigación cualitativa intenta aproximarse a lo
real social y pretende darle cabida en el estudio al dinamismo de las construcciones
sociales que los hombres individual y colectivamente construyen en su mundo de vida, por
lo tanto el objetivo no es reducir la complejidad de lo social o de la realidad que se
investiga, dividiéndola en variables, sino que al contrario, propone aumentar su
complejidad incluyéndola en un contexto. En tercer término, los métodos y las técnicas
cualitativas deben responder a lo anterior, lo que implica para el investigador cualitativo
adoptar una actitud de apertura a las diferentes versiones que de esa realidad construyen
los actores sociales, para de esta manera superar la focalización que postula la
investigación cuantitativa.
Características Del Diseño Emergente
Las siguientes características del diseño emergente sustentado en el paradigma del
construccionismo social, guardan mucha semejanza con los principios generales de la
Investigación Cualitativa.
Es flexible, no lineal. El diseño se va construyendo, permanece abierto o flexible a cambios
y redefiniciones que pueden ser de la misma situación problemática abordada, o de la
definición del problema de investigación, o de la metodología y estrategias y
procedimientos de investigación para abordar el estudio.
Es contextualizado, idiográfico e histórico. Toma en cuenta el mundo real, en ambientes
naturales no construidos, ni modificados, de manera que los acontecimientos, eventos,
donde se despliegan las acciones humanas, las vivencias, es decir, lo vivido tienen lugar en
espacios y en tiempos determinados.
Tiene un carácter interpretativo y comprensivo. La metodología utilizada orienta sus
técnicas y procedimientos técnicos con el propósito de que las personas estudiadas
hablen por sí mismas, para a través de la descripción, la interpretación, y la comprensión
en profundidad, conocer la experiencia particular y colectiva, los significados que elaboran
y la visión de la realidad social que poseen.
Es holístico. Busca la comprensión de la situación socioeducativa, eventos,
acontecimientos, acciones sociales, procesos, significados, sentidos, en su totalidad.
Reivindica al actor social. Potencia a los actores sociales resaltando el protagonismo de las
voces de los principales protagonistas de los fenómenos socioeducativos que se abordan.
Posee un carácter reflexivo. Presta especial atención al investigador, quien es considerado
hermeneuta, por lo tanto, capaz de darle un sentido a la realidad que investiga
incorporando su subjetividad, sus supuestos teóricos y su contexto personal, que modulan
su actuación y su relación con los participantes y la comunidad donde desarrolla su
estudio. El diseño cualitativo asume el carácter reflexivo de la investigación social, que
vale decir que el investigador forma parte de la realidad que estudia.
A Manera De Conclusión
En este ensayo tomamos como premisa que la formación en investigación y toda manera
de enseñar a investigar está fundamentada en aspectos teóricos los cuales sustentan los
enfoques paradigmáticos, cuyas visiones teórico-metodológicas no coincidentes son
notorias. De allí que, se ha señalado que la formación de investigadores en educación
requiere profundizar sobre la complejidad y pluralidad de las diversas perspectivas
epistemológicas que subyacen en la elaboración de diseños de investigación educativa,
reafirmándose la idea de que es necesario introducir y remarcar las controversias
metodológicas para contrarrestar el peso de la investigación tradicional que impide
dialogar sobre el desarrollo de otros procesos de investigación más cercanos a la
postmodernidad -caracterizada por la incertidumbre, el desorden, el azar-. Cuestión clave
para aproximarse al examen crítico sobre los supuestos teóricos, no siempre explícitos,
presentes en la orientación de investigaciones socioeducativas y que por su importancia
actualizarán los contenidos en la Formación y Capacitación del alumnado y en los
Programas de reciclaje para investigadores y docentes. Nos referimos a contenidos que
aborden entre otras, a cuestiones tales como, la naturaleza de las perspectivas
epistemológicas, el debate sobre la importancia de la subjetividad como fuente de
producción de conocimientos, las relaciones intersubjetivas en la construcción y
reconstrucción de procesos socioeducativos, las maneras de concebir la investigación
educativa, su objeto de conocimiento, sus formas de indagación; y lo más importante,
discutir sobre cómo una determinada formación en investigación nos socializa y nos
conduce a construir determinados objetos de estudio dirigidos o a la predicción y control,
o a la transformación y cambio, o a la comprensión y la interpretación, de los fenómenos
educativos. Los propósitos de este trabajo están
Se impone pues, incorporar este debate en la formación y enseñanza en investigación
educativa, a fin de avanzar en el logro de una formación más orientada a los aspectos
humanos. Acompañada de una enseñanza orientada al aprendizaje creativo, que aborde
los fenómenos socioeducativos en su justa dimensión y los visualice como una
construcción social, construida por actores sociales en relaciones intersubjetivas, o en
otros términos, a no dejar de lado en la enseñanza de la investigación educativa el debate
crítico que profundice en los fundamentos teóricos-epistemológicos que sustentan la
escogencia tanto del método como de las técnicas y procedimientos para desarrollar los
procesos investigativos.
Estos fundamentos teórico-epistemológicos son los soportes que le permiten al diseño de
investigación cualitativa emergente concebir a los participantes (informantes), como seres
capaces de entender, reflexionar y explicar el mundo social donde viven y desarrollan sus
actividades. Y no como población, o como agregado de individuos, o como una cantidad
extraída de muestreos estadísticos sean éstos probabilísticas o intencionales.
Referencias consultadas
De Venanzi, A. (1990). La sociología de las profesiones y la sociología como profesión: Un
estudio del papel ocupacional del sociólogo en la administración pública nacional. Caracas:
UCV. Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico.
Guba, E. G. (1991). The alternative paradigm dialog. In The Paradigm Dialog. Newbury
Park, California: SAGE. Traducción: prof. A María Castro de Núñez

Ibáñez, T. (2001). Psicología social construccionista. México: Universidad de Guadalajara.


Sánchez, S. (2000). Todos con la <<Esperanza>>: Continuidad de la participación
comunitaria. Caracas: UCV. FHE. Comisión de Estudios de Postgrado.
Sandín, M. (2003). Investigación Cualitativa en Educación. Fundamentos y tradiciones.
Madrid: McGraw-Hill/Interamericana de España.
Sautu, R. (2000).”Los métodos cuantitativos y cualitativos en investigación educativa”. En:
Boletín de la Academia Nacional de Educación. Buenos Aires: abril, 2000, Nº 42.
(Conferencia pronunciada el 6 de marzo de 2000 en el acto de incorporación como
miembro de número de la Academia Nacional de Educación, de la República Argentina).
Ruiz J, e Ispizua M. (1989) La Descodificación de la Vida Cotidiana. Métodos de
Investigación cualitativa. Bilbao: Publicaciones de la Universidad de Deusto.
Touraine, A. (1998). ¿Podemos vivir juntos ?La discusión pendiente: El destino del hombre
en la aldea global. Argentina: Fondo de Cultura Económica.
Valles, M. (1997). Técnicas cualitativas de investigación social. Reflexión metodológica y
práctica profesional. Madrid: Editorial Síntesis, S.A.
Wiesenfeld, E. (2001). La autoconstrucción. Un estudio psicosocial del significado de la
vivienda. Caracas: UCV, Facultad de Humanidades y Educación, Comisión de Estudios para
Graduados.

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