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1.1 CONCEPTO CARACTERÍSTICAS Y FUNCIONES DE LA FIOLOSOFIA.

CONCEPTO: Filosofía es una doctrina que usa un conjunto de razonamientos


lógicos y metódicos sobre conceptos abstractos como la existencia, la verdad y la
ética basados en la esencia, las características y las causas y efectos de las cosas
naturales como el ser humanos y el universo.
Filosofía viene de la palabra griega φιλοσοφία y del latín philosophia acuñada
por Pitágoras en el la Antigua Grecia que significa 'amor por la sabiduría' o 'amigo
de la sabiduría'. Con este término también se nombran las teorías y sistemas de
pensamiento desarrollados por uno o varios autores dentro de este campo. La
doctrina filosófica se divide:
Según su cronología: filosofía antigua o filosofía moderna.
Según su tema: filosofía lógica, filosofía epistemológica, filosofía ética, filosofía
metafísica entre otros.
Según el estilo: filosofía analítica entre otros.
La filosofía griega es la referencia de la filosofía clásica. Entre sus mayores
filósofos se encuentran Pitágoras, Sócrates, Platón y Aristóteles. La filosofía es
también el espíritu, principios y conceptos generales de una materia, una teoría o
una organización. Hace también referencia a una forma propia de entender el
mundo y la vida.
Filosofía también significa templanza, fortaleza o serenidad para afrontar una
situación complicada. En este sentido, la expresión 'tomarse las cosas con filosofía'
significa relativizar un problema. También te puede interesar leer sobre "sólo sé que
no sé nada" de Sócrates, "conócete a ti mismo" implícito en los Diálogos de Platón
o "el hombre es un animal político" de Aristóteles.
CARACTERISTICA: La tradición filosófica occidental comenzó en la Antigua Grecia
de la mano del pensador griego Pitágoras, y los trabajos de Platón y Aristóteles
contribuyeron a su desarrollo. La filosofía es el estudio de una variedad de
problemas fundamentales acerca de cuestiones como la existencia, el
conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje. ¿Sabes cuáles
son sus características?
Las características de la filosofía son:
Crítica: la filosofía es un saber crítico, que pone en duda ciertas cosas que no le
parecen suficientemente claras o bien explicadas.
Certidumbre Radical: los filósofos no se conforman con cualquier clase de
respuesta.
Fundamentadora: el filósofo desea saber en qué se basan todos nuestros
conocimientos. Nos hace reflexionar sobre los fundamentos en los que se asientan
nuestros conceptos, conocimientos y creencias. Para ello, realiza una exhaustiva
revisión de los fundamentos, conocidos también como ‘principios’.
Totalizadora: la filosofía tiene una tendencia a la ‘universalidad’, pues no se
conforma con explorar fragmentos de la realidad, ni con dar visiones parciales del
mundo.
Sabiduría: la filosofía es un conocimiento que se preocupa por encontrar el sentido,
meta y valor último de la vida humana, siempre con el fin de proyectar una vida
mejor.
Praxis –práctica-: la filosofía trata problemas y soluciones que tienen profundas
repercusiones en la sociedad, demoliendo prejuicios y falsas concepciones para
despejar el camino y construir nuevas alternativas y mejores mundos.
FUNCIONES: Enseña a pensar bien – Ofrece una perspectiva distinta de los
objetos de otras ciencias – Trata del pensamiento “en general”: define los criterios
de validez del saber (teoría del conocimiento) Estudia las reglas del razonamiento
(lógica) Establece las diferencias entre razón teórica y práctica (p. ej. Entre
explicación y justificación)
Ayuda a entender la “realidad” – Las ciencias son especializadas y particulares, la
filosofía es un saber de totalidad (como ontología, p. ej., al estudiar las propiedades
comunes a todos los seres) – Definiendo la relación entre todos los seres y el ser
humano (el papel del Hombre en la realidad) – Comprendiendo la realidad humana:
cultura e historia – Buscando respuestas a las preguntas que exceden el campo de
cada ciencia
Ayuda a clarificar el “propio mundo” – Creando una actitud crítica ante los prejuicios
– Abriendo y clarificando nuestra realidad interna ante los demás
Ayuda a vivir en libertad – Busca el sentido de nuestra vida, ayudando a crear un
proyecto personal (mi propia filosofía de vida) – El conocimiento nos hace libres
Busca la realización de un proyecto ético para la humanidad – Propone modelos de
felicidad individual y colectiva – Propone modelos de justicia
Busca la realización de un proyecto ético para la humanidad – Propone modelos de
felicidad individual y colectiva – Propone modelos de justicia
1.2 PROBLEMAS FUNDAMENTALES DE LA FILOSOFÍA.

Los problemas fundamentales de la filosofía rebasan el tiempo y el espacio por ser


problemas genéricos, es decir comunes a todo el género humano, lo que cambia es
el modo de abordarlos.
Problema Ontológico.
El problema ontológico es él más fundamental ya que las cosas coinciden es que
las cosas son algo. Las respuestas principales son que ese ser es de materia o bien
de una materia superior.
El problema del ser en la Filosofía griega antigua.
Este problema surge de la contemplación del orden maravilloso que predomina en
el universo Igualmente no hay un día igual a otro día ni una noche igual a otra noche,
según los milesios ello se debe a que todas las cosas proceden de una misma
sustancia que dieron nombre de arché (Principio o raíz) y es la que permanece
inmutable a través del cambio. Pero es tal sustancia no coincidían.
Para Tales - Era el Agua.
Milesios Para Anaxímenes Era el Aire.
Para Anaximandro -Era el Apeirón.
De igual manera surgen los pitagóricos y ellos piensan que:
Para Pitágoras - Era el Número.
Para Heráclito - Era el Fuego.
Para Parménides - Era el Ser.
Para Empédocles - Era la Tierra, El Aire, El Fuego y El Agua.
Para Anaxágoras - Era el Nous (Semillas, gérmenes)
Para Demócrito - Era el Átomo
Para Protágoras - El Cambio continuo.
Teoría Platónica de las ideas.
De acuerdo con Platón existen 2 mundos, el mundo intelegible (el verdadero) y el
mundo sensible (solo es sombra del anterior)
Teoría aristotélica del acto y la potencia.
Al ser no se tiene o posee determinada perfección o cualidad, pero puede adquirirla
el ser en acto es el que ya posee dicha perfección.
El problema del ser.
Santo Tomás de Aquino adopta la teoría del ser de Aristóteles y la adapta a los
dogmas Cristianos así que utilizó la teoría del acto y la potencia para demostrar la
posibilidad de la creación.
En la filosofía moderna a diferencia de la antigua en donde predominan las
tendencias realistas en la filosofía moderna existe la tendencia de acuerdo con la
realidad. Esta tendencia se inicia con René Descartes.

Problema. Asunto. Disciplina.


Ontológico. Ser en general. Metafísica
EN GENERAL - Gnoseología
Gnoseológico El conocimiento.
CIENTÍFICO -Epistemología
EN GENERAL Axiología.

Axiológico El valor. VERDAD Lógica. BONDAD Ética.

EN ESPECIAL. BELLEZA Estética.

1.3 FILOSOFÍA DEL DERECHO COMO PARTE DE LA FILOSOFIA. GENERAL Y


COMO DISCIPLINA INDEPENDIENTE.
La Filosofía del derecho: Como resulta claro del nombre, la Filosofía del derecho
es aquella rama de la filosofía que concierne al Derecho. Ahora bien, Filosofía es el
estudio de lo universal, luego en cuanto la Filosofía tiene por objeto el Derecho, lo
toma en sus aspectos universales.
Puede definirse también la Filosofía en general como el estudio de los primeros
principios, porque a estos, precisamente, corresponde el carácter de universalidad.
Los primeros principios pueden referirse ya al ser y al conocer, ya al obrar; de aquí
la división de la Filosofía en práctica y teorética. La Filosofía teorética estudia los
primeros principios del ser y del conocer, y se divide a su vez en las siguientes
ramas: ontología o metafísica (que comprende también la Filosofía de la religión),
gnoseología o teoría del conocimiento, lógica, psicología, filosofía de la estética. La
Filosofía práctica estudia los primeros principios del obrar y se divide en Filosofía
moral y Filosofía del Derecho. A menudo se adopta también para la denominarla la
palabra ética: más conviene advertir que a veces se entiende esta denominación en
sentido lato, en cuyo caso es sinónima de Filosofía práctica; y a veces en sentido
estricto, en cuyo caso es sinónima de filosofía moral.
El estudio del derecho en sus ingredientes universales constituye el objeto de la
filosofía jurídica. Pero el Derecho puede ser estudiado en sus aspectos particulares:
en este caso es el objeto de la ciencia jurídica o jurisprudencia en sentido estricto.
La diferencia entre ciencia y filosofía del derecho radica cabalmente en el
respectivo modo como una y otra consideran al Derecho: la primera en particular, la
segunda en universal.
En todo tiempo y en todos los pueblos se da un sistema positivo de derecho. Se
da así una serie múltiple de sistemas, a tenor de los diversos pueblos y tiempos.
La ciencia del Derecho tiene por objeto los sistemas particulares considerados
singularmente para cada pueblo en una época determinada. Pero además, una
ciencia jurídica no suele comprender propiamente todo un sistema, sino que
procede con ulteriores especificaciones y distinciones, considerando una parte
singular del sistema en cuestión (derecho público o derecho privado). Pero estas
divisiones no han de entenderse de modo absoluto, siendo numerosas las
conexiones e interferencias entre las distintas ramas, y no excluyéndose la creación
de otras nuevas.
Claro está que ninguna ciencia jurídica en sentido estricto puede explicar que
sea derecho en universal, sino únicamente lo que es el derecho (o una parte del
derecho) en un cierto determinado tiempo. La definición del derecho in genere es
una investigación que trasciende de la competencia de todas y cada una de las
ciencias jurídicas particulares: y constituye precisamente el primer tema de la
Filosofía del Derecho. Como lo dijo con gran justeza Y. Kant, las ciencias jurídicas
no responden a la cuestión "quid jus?" (Que es lo que debe entenderse in genere
por derecho), sino únicamente a la pregunta "quid juris?" (Que ha sido establecido
como derecho por un cierto sistema).
Si queremos conocer el derecho en su integridad lógica, esto es, saber cales son
los elementos esenciales comunes a todos los sistemas jurídicos, debemos
forzosamente superar las particularidades de estos sistemas y mirar al concepto
universal del derecho.
1.4 DISTINCIÓN ENTRE LA CONCEPCIÓN FILOSOFICA CIENTÍFICA.

FILOSOFÍA
1. La filosofía es concepción racional sobre el universo y la vida.
2. La filosofía aspira a la verdad total, a la síntesis universal y total del conocimiento.
3. La filosofía problematiza todo. Sus preguntas son más esenciales que sus
respuestas y toda respuesta se convierte en nueva pregunta.
4. La filosofía no tiene resultados universalmente válidos, no hay unanimidad en
cuanto a la explicación de los problemas filosóficos. Son muchas las concepciones
filosóficas.
5. La filosofía estudia los fundamentos de la ciencia.
6. La filosofía es amor a la sabiduría y no tiene utilidad práctica.
7. Las teorías filosóficas no son controladas mediante observaciones y son
neutrales respecto a hechos particulares.
8. El objeto de investigación de la Filosofía es infinito. Ninguna investigación
humana es tan universal y perenne como la reflexión filosófica.
9. La filosofía quiere decir “Ir de camino”. Es la búsqueda de la verdad; esta verdad
es la meta que la trasciende y guía”.
10. La filosofía aspira a realizar la unidad última del conocimiento humano; es, por
lo tanto, un saber incondicional y universal.
CIENCIA
1. La ciencia es el estudio de un sector de la realidad.
2. Las ciencias son conocimientos especiales, se diferencian por el tipo de objetos
que estudian.
3. La ciencia describe y explica sus objetos de estudio. Lo importante en la ciencia
son las leyes o conclusiones obtenidas.
4. La ciencia tiene resultados universalmente aceptados. En la ciencia tiene que
haber unanimidad en torno a las leyes generales que permiten explicar los hechos
que estudia. La ciencia es única.
5. La ciencia consiste en la descripción y explicación de los fenómenos o
agrupaciones de hechos.
6. La ciencia tiene dos aspectos: la parte teórica o descubrimiento de la verdad; y la
parte práctica o la utilidad de dichos conocimientos. Así el descubrimiento de la
penicilina, permitió su aplicación inmediata al campo de la medicina en el
tratamiento de las infecciones. El conocimiento científico es instrumento de
predicción.
7. La ciencia prueba sus conclusiones recurriendo a la experimentación.
8. El objeto de la investigación de la ciencia es concreto. Así la Física se concentra
en la investigación de los fenómenos de la naturaleza.
9. Por la ciencia alcanzamos no solamente la verdad que explica los fenómenos,
sino también tenemos seguridad en lo que conocemos.
10. La ciencia es especializada. Está limitada por el campo de objetos que estudia.
1.4.1 POSICION DEL MATERIALISMO MODERNO Y SU CRÍTICA.

En la actualidad, se volvió común el alegato de que la verdad no existe, lo que


existiría serían apenas interpretaciones, puntos de vista particulares
(conocimientos), todos igualmente válidos. Y que cualquier intento de conocer la
verdad no pasaría de “pura arrogancia” y pretensión de aquellos que buscan
ingenuamente aprisionar la complejidad de nuestra existencia dentro de límites
autoritariamente impuestos por un enfoque determinista cualquiera.
Esta visión ejerce una innegable fascinación sobre el sentido común y buena
parte de los intelectuales que dominan el ambiente académico, dado que ella parece
conferir una gran sensación de “libertad” y las impositivas verdades absolutas del
pasado son sustituidas por interpretaciones acostumbradas al sabor de las
preferencias individuales e, incluso, de las conveniencias momentáneas. Este
enfoque ha encontrado una gran adhesión, incluso entre sectores combativos de
los movimientos sociales que ven, en la negación de una verdad objetiva, la
afirmación de sus propias pautas.
Sin embargo, esta relativización que, en un primer momento, parece ir al auxilio
de aquellos que buscan construir una sociedad libre de toda a forma de opresión y
explotación, no pasa de una ilusión que parte de un análisis superficial de la
realidad. Busca esconder el hecho de que esta ideología de relativización absoluta
no representa más que el retorno a las viejas ideologías del pasado y están al
servicio de los intereses de las élites que incentivan y profundizan no sólo el
machismo, el racismo, la homofobia y la intolerancia étnica y religiosa, sino la
explotación de los trabajadores y del pueblo pobre en nuestra sociedad.
Al final, aunque en el discurso relativista de los ideólogos post-modernos “todas
las verdades sean igualmente válidas”, en la práctica social cotidiana lo que vemos
es la imposición de una única verdad, aquella de los que ejercen el poder. ¿De qué
nos vale a supuesta “libertad” para escoger entre una infinidad de enfoques y puntos
de vista igualmente válidos para analizar la realidad cuando, en la práctica,
seguimos aprisionados en la lógica capitalista que mantiene los intereses del Dios-
mercado por encima de cualquier interés social o humano?
La relación entre sectores de izquierda y la ideología relativista que
convencionalmente llaman “post-modernismo” (o, más apropiadamente, post-
estructuralismo), es el reflejo de una de las mayores tragedias en el desarrollo del
pensamiento humano, una tragedia promovida por las fuerzas combinadas de las
dos mayores máquinas de propaganda que la humanidad ya fue capaz de producir:
la poderosa y omnipresente de los grandes medios capitalistas y el monstruoso
aparato de propaganda de la burocracia soviética. Por diferentes razones, cada una
de ellas, movida por sus propios intereses, socavan la conquista que representa el
materialismo dialéctico bajo gruesas camadas de mentiras y distorsiones.
A fines del siglo XX y el inicio de este siglo XXI, amplios sectores oprimidos por
la hegemonía capitalista, desilusionados tanto con el racionalismo iluminista del
siglo XVIII como con el que el sentido común considera ser la propuesta marxista
surgida en el siglo XIX, se convertirán al irracionalismo y al idealismo que
caracterizan la ideología “post-moderna” (o post-estructuralista), en busca de
alternativas teóricas que respaldasen las acciones de resistencia que fueron y son
impulsadas a realizar, por el avance de la opresión y de la explotación que han
acompañado la decadencia capitalista.
Tal relación sólo fue posible porque estos sectores oprimidos, atraídos tanto por
la burguesía liberal como por la burocracia estalinista, giraron a una propuesta “post-
moderna”, algo que les parecía coherente con su justo rechazo al racionalismo
iluminista y al determinismo seudo marxista, una vez que la experiencia histórica
demostró, tanto la incapacidad del iluminismo en concretar su promesa abstracta
de libertad, igualdad y fraternidad, como la falencia del llamado “socialismo real”,
que no pasó de una tergiversación del materialismo dialéctico, engendrada y
divulgada por la burocracia chino-soviética a lo largo del siglo XX, en la que la
dialéctica fue sustituida por el dogmatismo.
1.4.2 LA POSICION DEL IDEALISMO MODERNO Y SU CRÍTICA.

Desde el punto de vista de la filosofía idealista, la base de todos los fenómenos


no puede ser encontrada en la materia sino en la “voluntad divina”, en la “razón
universal”, en la “idea absoluta” o en alguna otra forma de abstracción que se
distancie de la realidad concreta. Así, la interpretación idealista del mundo nos
ofrece una imagen idealizada de la realidad, que niega la existencia de una realidad
concreta o la posibilidad de que seamos realmente capaces de comprenderla a
través de la experiencia práctica.
Sea a través de los idealismos objetivos de Platón (428 a.C. – 347 a.C.) y Hegel
(1770-1831), que reconocen la existencia de la verdad pero postulan que ella sólo
podría ser alcanzada a través del profundo ejercicio intelectual metafísico; sea a
través del idealismo subjetivo, divulgado por el obispo irlandés George Berkeley
(1685-1753), que simplemente niega la existencia objetiva de cualquier verdad que
no sea Dios, y defiende que las cosas existen apenas en la medida en que son
percibidas por la mente humana o divina; sea a través del idealismo transcendental
de Immanuel Kant (1724-1804) que reconoce la existencia objetiva de la realidad
pero afirma que no somos capaces de comprenderla plenamente y fija límites
arbitrarios para su comprensión; o sea a través de cualquier otra vertiente idealista.
Al negar o intentar transferir de la realidad concreta hacia el reino de las
abstracciones metafísicas en busca de la verdad, el idealismo acaba por expresar
la necesidad o conveniencia de evitar la confrontación directa con la realidad
objetiva e intenta legitimar la postura de aquellos que optan por asegurar apenas en
lo que les agrade o les parezca ofrecer algún confort ante las incertidumbres de la
existencia. El idealismo expresa, también, una posición pretensiosa, que intenta
imponer a nuestros puntos de vista particulares a la realidad, cuando lo correcto
parece ser justamente lo contrario.
O sea, el idealismo, en sus diferentes vertientes, niega o busca establecer límites
arbitrarios para la investigación de la realidad objetiva. Pero, ¿al servicio de quién
estaría tal esfuerzo por negar o limitar la búsqueda humana por la verdad, sino de
aquellos que podrían beneficiarse con su negación?
1.4.3 FILOSOFIA Y CIENCIA JURÍDICA.

La Filosofía del Derecho se diferencia de los demás saberes jurídico-


sistemáticos por su peculiar enfoque (perspectiva), y no por su objeto. Con respecto
a todos esos saberes, se halla en una relación de complementariedad- superación:
complementariedad, porque se complementan recíprocamente; y superación,
porque el enfoque filosófico no se asimila al científico, sino que lo trasciende
críticamente.
Filosofía del Derecho y ciencias jurídicas fáctico-sistemáticas
Bajo este denominador común se engloban cuatro ciencias, la Sociología, la
Historia, la Antropología y la Psicología jurídicas. En sus enfoques, sustancialmente
diferentes, encontramos una nota común: todas ellas se enfrentan a su objeto, los
fenómenos jurídicos, desde una perspectiva fáctica (estudiándolos como hechos y
no como normas). Sin embargo, sólo las dos primeras han alcanzado un desarrollo
suficiente en sus elaboraciones teóricas como para poder equiparar su papel con el
de las ciencias dogmáticas.
Caracterización
En estas ciencias prima el elemento fáctico sobre el jurídico, pues el objeto de las
mismas son siempre fenómenos, datos, hechos (sociológicos, históricos,
psicológicos, antropológicos). Son ciencias jurídicas porque acotan, dentro de sus
campos respectivos, aquellos fenómenos que se refieren específicamente a normas
jurídicas. Por tanto, se trata de estudios sectoriales. Estos fenómenos se estudian
de una forma no intrajurídica (no dogmática). El investigador que se enfrenta a los
fenómenos jurídicos analizándolos desde cualquiera de estas cuatro perspectivas,
no actúa desde un punto de vista interior al sistema jurídico, pues las normas no
son estudiadas por él como mandatos imperativos vigentes.
Relación con la Filosofía del Derecho
Estas ciencias se hallan con la Filosofía del Derecho en una relación de
complementariedad-superación.
A) COMPLEMENTARIEDAD: la Filosofía del derecho debe ser complementada con
el saber que nos proporciona este tipo de ciencias. Una Filosofía del Derecho que
quiera constituirse como algo más que una reflexión cerrada sobre sí misma, debe
considerar perspectivas como las representadas por las citadas ciencias;
perspectivas en sí no filosóficas, pero sí susceptibles de reflexión filosófica. Un
ejemplo de utilidad práctica, es la utilización de la Sociología Jurídica en los estudios
que tienden a mejorar el funcionamiento de las instituciones, o a calibrar el rechazo
social hacia ciertas normas. Pero es su utilidad teórica la que nos importa y ésta
viene dada por su relación de complementariedad con la Filosofía del Derecho. Así,
por ejemplo, la Sociología Jurídica puede proporcionar reflexiones sobre lo jurídico
en su relación con el marco de lo social y sobre los valores jurídicos vigentes en la
sociedad en un momento determinado.

Igualmente, los estudios históricos sobre sistemas jurídicos (o prejurídicos) y las


investigaciones antropológicas sobre el “pensamiento salvaje” y sus formas
simbólicas pueden constituir un punto de referencia valioso para elaborar el
concepto universal de Derecho que busca la Teoría Fundamental del Derecho.
Existen perspectivas filosófico-jurídicas B) SUPERACIÓN: La perspectiva filosófica
del Derecho debe ir más allá de la meramente fáctica, esto es, de la explicación de
hechos de cualquier tipo. La pretensión de conseguir una explicación global,
característica de la Filosofía Jurídica, es ajena a las proporcionadas por las ciencias
jurídicas fáctico-sistemáticas, que trabajan sobre materiales ya dados sin poder
trascenderlos. Resulta absurdo imaginar a un sociólogo del Derecho tratando de
buscar un concepto universal de Derecho, o las notas esenciales del Derecho Justo.
Si el científico del Derecho que las desarrolla, da ese pasó, trasciende su condición
de historiador, sociólogo, etc.…, para actuar como un filósofo del Derecho
preocupado por los temas históricos, sociológicos, etc. Esto es posible y lícito; de
hecho, una parte considerable de la filosofía jurídica está hecha o sugerida por
historiadores y sociólogos del Derecho.
Estas ciencias sólo comparten con la Filosofía del Derecho su superación de la
perspectiva dogmática, siendo su propósito y alcance muy distintos.
Filosofía del Derecho y ciencias jurídicas dogmático-sistemáticas
Estas ciencias se refieren al sistema jurídico desde una perspectiva interna. Su
objeto son las normas jurídicas, el Derecho positivo. Se denominan “dogmáticas”
porque el jurista que estudia las normas jurídicas de un determinado sistema (p. ej.,
el profesor de Derecho Penal), o el operador jurídico que trabaja con ellas (p. ej., el
juez), lo hacen siendo conscientes de su carácter de mandatos imperativos
vigentes. Su punto de vista es intrasistemático. En este sentido se habla de
dogmática: las normas vigentes son para el operador jurídico un dogma. Los
operadores sujetos al punto de vista dogmático trabajan con materiales dados (las
normas jurídicas), sin poder trascenderlos, y así
No enfocan las normas desde el punto de vista de lo que deberían ser (como el
filósofo del Derecho), sino de lo que son.
Tampoco estudian los cuerpos normativos que fueron Derecho vigente y hoy ya no
lo son (como el historiador del Derecho).
Su tarea se diferencia de la del sociólogo del Derecho, pues aunque ambos estudian
el Derecho vigente, el sociólogo contempla ante todo la realidad social subyacente
a las normas, mientras que el jurista dogmático atiende sobre todo al contenido de
éstas, su inserción en el sistema jurídico y su condición de instrumento para resolver
problemas.

Bajo el término dogmático, se engloban las disciplinas en las que se diversifica el


Derecho: Civil, Mercantil, Constitucional, Administrativo… Aún así, es posible
buscar estructuras comunes a los distintos ámbitos, que permiten englobarlos en un
sistema: conceptos contenidos en las normas, relaciones de coordinación y
subordinación… En este camino hacia la abstracción (mediante la comparación
entre sistemas y ramas del Derecho), dichas estructuras comunes se desvinculan
de las normas concretas que las “encadenan” a un ordenamiento jurídico
determinado (criterio territorial) y a una rama del Derecho (criterio funcional). El
resultado es la Teoría General del Derecho, que representa la máxima abstracción
en el campo de las ciencias dogmático-sistemáticas y es la culminación de la
perspectiva dogmática.
La relación de estas ciencias con la Filosofía del Derecho viene dada, sobre todo,
en el nivel representado por la Teoría General. Unas y otras comparten su objeto:
el Derecho, aunque lo enfocan de manera muy diferente. La Filosofía del Derecho
opera con categorías jurídicas universalmente válidas; por el contrario, el
dogmático, cuya finalidad es esencialmente práctica, opera con categorías
sectoriales (parte general del Derecho civil, del Derecho penal, etc.) o regionales
(Teoría General del Derecho continental, o del anglosajón), o con categorías
obtenidas mediante el “cruce” de las anteriores.
La Filosofía del Derecho no se distingue de las ciencias dogmático-sistemáticas
únicamente por su mayor abstracción. Por ejemplo, no es competencia de la Teoría
General del Derecho el problema del Derecho Justo. ¿Quiere esto decir que existe
un objeto específico de la Filosofía del Derecho, frente al de las ciencias jurídicas
dogmático- sistemáticas? No, pues siguiendo el ejemplo, la Justicia no es un objeto,
sino una categoría filosófica y filosófico- jurídica. No es algo “distinto” del
ordenamiento jurídico, sino algo que se predica de él; pues todos los ordenamientos
la contienen en mayor o menor medida. Pero los conceptos jurídico-dogmáticos no
bastan para configurar y estructurar el discurso sobre la Justicia, porque ésta es un
valor y el punto de vista dogmático presupone la no discusión global sobre los
valores consagrados por el ordenamiento jurídico. Los conceptos de la Teoría
General del Derecho son tan “dogmáticos” como las normas positivas de las que
proceden, y el discurso sobre la Justicia, como el discurso de los valores en general
no es un discurso dogmático.
Ello no impide que la relación entre Filosofía del Derecho y ciencias jurídicas
dogmático-sistemáticas sea privilegiada. El Derecho consiste fundamentalmente en
normas; aunque no exclusivamente. Por ello, podemos aplicar aquí el esquema
complementariedad-superación:
A) COMPLEMENTARIEDAD: porque el punto de vista dogmático es el que mayor
cantidad de materiales puede aportar para el filósofo del Derecho, por su
inseparable y necesaria conexión con el ordenamiento jurídico vigente. La Filosofía
del Derecho no es una ciencia jurídica, pero no puede concebirse sin la aportación
de las ciencias jurídicas dogmáticas. Es imprescindible comprender el sistema
jurídico para evitar una “Filosofía del Derecho sin Derecho”.
Filosofía del Derecho y ciencias jurídicas lógico-sistemáticas
La Lógica utiliza un lenguaje formalizado de términos con significado unívoco, cuyo
objetivo es fijar las reglas del uso correcto del lenguaje. Se habla a veces de un
Lógica Jurídica (aunque algunos lo discuten), y ello porque halla numerosas
aplicaciones a la tarea de los operadores jurídicos (ej. el problema de las antonimias
–conflictos entre normas coexistentes- o de la plenitud del ordenamiento, o el uso
de la analogía por los jueces…). Por lo tanto, la Lógica tiene una importancia
decisiva en la interpretación de las normas y en la integración del sistema jurídico.
Esta doble vía de aplicación al área jurídica configura dos campos de estudios
específicos: el metodológico, que se ocupa de la búsqueda del método de
interpretación más adecuado, y el lógico-sistemático, que utiliza la Lógica deóntica:
es aquí donde se puede hablar de una Lógica específicamente jurídica. La lógica
tiene, en definitiva, relación con la Filosofía del Derecho.
Conceptos como “sistema jurídico”, de gran importancia en la Filosofía del Derecho,
no son exclusivamente lógicos, pero resultan difíciles de comprender sin la ayuda
de la Lógica. Asimismo, la Metodología (disciplina filosófico-jurídica) no puede
concebirse sin el concurso de su aparato lógico.

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