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Sócrates
Platón
Nace en Atenas en 428-427 a.C. y muere en 347 a.C., su verdadero nombre era
Aristóteles, Platón era un sobrenombre (platos significa amplitud, anchura, extensión).
Su padre descendía del rey Codro y su madre pertenecía a la familia de Solón. El
encuentro con Sócrates fue como a los 20 años, que en un principio fue para prepararse
para la vida política, a través de la filosofía. A partir de que Sócrates fue condenado a
muerte, decidió mantenerse al margen de la política militante y se trasladó a otra ciudad
con otros socráticos, hizo varios viajes y en uno de ellos fue retenido como esclavo, pero
fue rescatado.
Cuando regresó de Atenas fundó la Academia (gimnasio en un parque del héroe
Academo, de ahí viene academia), reclutando a muchos jóvenes y hombres ilustres. Se
cuenta con 36 escritos de Platón.
Platón reprodujo el dialogar socrático, tanto que “no es preciso en absoluto indagar
qué es lo que en los diálogos pertenece a Sócrates, o bien a Platón”.
En la filosofía platónica es el descubrimiento de la existencia de una realidad
suprasensible, una dimensión suprafísica del ser. Platón emprendió lo que denominó
como la segunda navegación (su contribución persona), encontrar el ser inteligible.
Platón afirma que para que exista cualquier objeto físico, hay una causa suprema y última
que no es de carácter físico, sino de carácter metafísico. El verdadero ser está constituido
por la realidad inteligible. Estas causas de naturaleza no física fueron denominadas ideas
y eidos (formas). Las ideas platónicas son la esencia de las cosas, aquello que hace que
cada cosa sea lo que es y utilizó el término paradigma para indicar que las ideas
constituyen un modelo permanente de cada cosa (lo que debe ser cada cosa).
Si se va avanzando en la filosofía platónica podemos encontrar términos como
supraceleste, mundo de las ideas, diada, chora, anamnesis (conocimiento en forma de
recuerdo), fedro.
También concluye que existe un conocimiento intermedio entre la ciencia
(episteme) e ignorancia, un conocimiento que no es conocimiento propiamente dicho y
que se llama opinión (doxa). La opinión se divide en la mera imaginación (eikasia) y en
creencia (pistis), mientras que la ciencia se divide en conocimiento medio (dianoia) y en
pura intelección (noesis). Los hombres comunes se detienen en los dos primeros grados
de la primera forma del conocer, es decir, en el opinar. Los matemáticos se elevan hasta
la dianoia y sólo el filósofo accede a la noesis y a la ciencia suprema.
Para Platón el Amor no es ni bello ni bueno, sino que es sed de belleza y de bondad.
El Amor, pues, no es un Dios (Dios es, sólo y siempre, bello y bueno), pero tampoco un
hombre. No es mortal, pero tampoco es inmortal: es uno de aquellos seres demoníacos
intermedios entre el hombre y Dios. El Amor es filósofo, en el sentido más rico del
término. La sophia, esto es, la sabiduría, es poseída sólo por Dios; la ignorancia es propia
de aquel que se halla totalmente exento de sabiduría. Aquello que los hombres
acostumbran a llamar amor no es más que una partícula del verdadero amor: éste
consiste en el deseo de lo bello, del bien, de la sabiduría, de la felicidad, de la
inmortalidad, de lo Absoluto.
El amor (amor platónico) es nostalgia de lo absoluto, tensión transcendente hacia
lo metaempírico, fuerza que nos impulsa a volver hacer nuestro originario ser junto a los
dioses.
Entre las obras más célebres encontramos la República.
Aristóteles
Nace en el 384/383 a.C. en Estagira frontera con Macedonia y muere en 322 a.C.,
fue el espíritu filosófico más universal de los griegos. Su padre fue médico y frecuentó la
corte en Macedonia. Huérfano a los 18 años ingresó a la Academia platónica
permaneciendo ahí durante 20 años, abandonándola a la muerte de Platón e
instalándose en Asia Menor.
En 343 a.C. empezó un nuevo periodo en su vida, Filipo el Macedonio le confía la
educación de su hijo Alejandro Magno, revolucionario de la historia griega. Luego de
algunos años regresa a Atenas y funda su escuela Liceo o peripato (paseo) y sus
seguidores fueron denominados peripatéticos. El peripato eclipsó a la Academia de
Platón.
Los escritos de Aristóteles se dividen en dos grandes grupos: los exotéricos
(perdidos en su totalidad, solo unos fragmentos) y esotéricos (internos de la escuela). La
obra más famosa son los 14 libros de la Metafísica, sin embargo, es una larga lista de
obras esotéricas famosas.
Se puede decir que Aristóteles fue el más genuino discípulo de Platón, sin embargo,
existen diferencias importantes, Aristóteles abandonó el elemento místico-religioso-
escatológico. Platón por su parte se interesó en las matemáticas, pero no por las ciencias
empíricas, mientras que Aristóteles mostró un vivo interés en todas las ciencias
empíricas y poco aprecio por las matemáticas, también las hubo diferencias en el
método.
Aristóteles dividió las ciencias en tres grandes sectores, las ciencias teóricas,
ciencias prácticas y ciencias creadoras. Siendo de las primeras la metafísica, la física,
psicología y las matemáticas.
La metafísica (lo que está más allá de la física), no es un término aristotélico, fue
definida de cuatro maneras, indaga las causas y los principios primeros o supremos,
indaga el ser en cuanto a ser, indaga la substancia e indaga a Dios y la sustancia
suprasensible. La metafísica es la ciencia más elevada. Habla sobre cuatro causas, la
formal, material, eficiente y final.
El ser se distingue en cuatro grupos fundamentales de significados: 1) el ser como
categorías (o ser por sí), 2) el ser como acto y potencia, 3) el ser como accidente y 4) el
ser como verdadero (y el no ser como falso) estudiado por la lógica.
¿Qué es la sustancia? Es materia, forma y compuesto de materia y forma (synolon).
El ser, en su significado más fuerte es la sustancia. Aristóteles, también concede al acto
el nombre de (entelequia), que significa realización, perfección actualizante o
actualizada. El alma, en tanto que esencia y forma del cuerpo, es acto y entelequia del
cuerpo; todas las formas de las substancias sensibles son acto y entelequia. Por su parte,
Dios es pura entelequia (al igual que las demás inteligencias motoras de las esferas
celestes).
Para Aristóteles el Principio tiene que ser eterno: si el movimiento es eterno,
también debe serlo su causa, el Principio debe ser inmóvil: sólo lo inmóvil es causa
absoluta de lo móvil. Además, el principio debe estar exento de potencialidad, debe ser
puro acto. El mundo no ha tenido un comienzo
Para él el motor inmóvil es divino, las substancias suprasensibles y los inmóviles
motores de los cielos son divinos y también es divina el alma intelectiva de los hombres.
Referencias: