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Ernesto Osorno Víquez

A74729

Resultados de la encuesta

La encuesta se envió a 15 personas por medio de Formularios de Google, lo anterior, para


un mejor manejo de los datos; ya que brinda la opción de manejar los datos por medio de los
gráficos que despliega automáticamente en tiempo real. A nivel general de los participantes hay 9
mujeres, 5 hombres y 1 de género fluido; en relación con las edades estas van desde los 18 hasta
los 89 años.

Las personas entrevistadas pertenecen en su gran mayoría al Valle Central, salvo 4


personas que provienen de la zona occidental limítrofe entre San Ramón y Puntarenas y Pérez
Zeledón. En síntesis, la población entrevistada es de carácter mixto, por lo tanto, las respuestas
son variadas. Ahora bien, la taza de bilingüismo es alta, pues en la pregunta 4 un 60% de los
entrevistados respondió que sí hablaba más de una (gráfico a continuación).

No obstante, la de mayor incidencia en estas personas es el inglés, aunque mencionaron


también francés, japonés, italiano y portugués; una sola persona indicó ser hablante solamente de
español. Con relación a lo anterior, los entrevistados mencionaron en la pregunta siguiente de si
se hablaba más de una lengua el 93,3% respondió que sí. Respecto a las lenguas que conoce, en
general mencionaron que conocen más lenguas extranjeras, aunque siete personas mencionaron
conocer bribri, cabécar, malecu, ngobe, (una persona mencionó que eran dialectos) inglés criollo y
sus otras denominaciones (patuá, mekatelyu), braile y Lesco.

Para la siguiente pregunta (gráfico al final), se le preguntó a los encuestados cuáles de las
opciones consideraba como dialecto, idioma o lengua. Ante esto lenguas como el inglés, español,
portugués, alemán, francés, japonés, italiano y hebreo fueron considerados como idiomas en la
mayoría de los casos; evidentemente, las lenguas autóctonas fueron tomadas como dialectos,
pero, al menos 4 personas desconocen completamente el brorán, nove o bugle. Curiosamente la
Lesco es considerada sin ninguna duda como una lengua; asimismo, es curioso el problema que
implicó determinar el braile.

Respecto a la interacción con comunidades indígenas, esta tiene una diferencia mínima,
pues los entrevistados de alguna forma han interactuado con las comunidades indocostarricenses.
Curiosamente quienes interactuaron directamente mencionaron el nombre de las comunidades,
sin embargo, llama la atención que una persona dijo haber interactuado con la comunidad
misquita. Seguidamente cuando se les preguntó si hablaban un dialecto, un idioma o una lengua,
prácticamente el 40,1% indicó que se hablaba un dialecto, mientras que el 33,4% mencionó que
era una lengua, solo un entrevistado mencionó no conocer ninguna.

Continuando, se les preguntó si habían interactuado con un hablante de patuá (se eligió
este nombre porque probablemente algunas personas no estén familiarizadas con patois, criollo
limonense o mekatelyu). Sobre esta el resultado fue igual al anterior, seguidamente se les
preguntó si consideraban a este un inglés mal hablado; los resultados fueron muy particulares y
están expuestos a continuación.
Las siguientes preguntas están relacionadas con el consenso de si estas lenguas deberían
impartirse en el currículum del MEP, las inclusiones de la población sorda y ciega, o bien las
comunidades indocostarricenses. Ante estas preguntas la totalidad de los encuestados están de
acuerdo en que se incluyan dentro del programa de enseñanza, sin embargo, no aclaran en qué
nivel; asimismo, están de acuerdo en que se impartan clases en su lengua nativa, aunque deberían
recibir un 50/50 (las respuestas están adjuntas al final).

Con relación a la inclusión, mencionaron que en los últimos dos gobiernos se han dado
mayores oportunidades para las personas con discapacidad; sin embargo, respecto a la
comunidad indocostarricense el conocimiento es nulo o pobre, las respuestas alegan pobreza y
distancia para justificar el desconocimiento. Por último, se les preguntó si conocían alguna
legislación que promoviera la preservación de estas lenguas; después de esto se les pidió que
nombraran la que conocían; evidentemente las tres personas que respondieron lo hicieron por
completar espacio, pues tampoco conocen ninguna legislación. A continuación se presentará el
gráfico.
Por último se les pidió una opinión valorativa de un fragmento del Decreto n. 27740 del
MEP, que menciona “Orientar la contextualización del currículo a las características y necesidades
de la población indígena costarricense” y “Promover la educación bilingüe y pluricultural en las
instituciones educativas de las comunidades indígenas.” (Poder Judicial, 1994). Las opiniones
fueron múltiples (incluidas al final); aun así la mayoría considera que eso no es llevado a cabo en
su totalidad, pero, que es importante.

Conclusiones

Esta encuesta sin duda demuestra que en personas jóvenes y adultos mayores existe cierta
influencia de qué una lengua es algo “consolidado” y hablado en más de un país, pues se sigue
considerando como dialecto todo lo que no conocen. Asimismo, se demuestra una idea de que
hablar un “idioma” (español, francés, inglés) implica progreso y superación personal, o bien
prestigio.

Es importante mencionar, por último, que la falta de “visibilidad” a nivel de medios de


comunicación masivos afecta en gran medida la apreciación de los costarricenses con respecto a
las lenguas autóctonas. Por lo tanto, no es de extrañar que aún existan comentarios como
“aprender eso es importante pero implicar perder el tiempo”; ahora bien, la situación no se puede
modificar de un día para otro, pero, con esfuerzos, grandes o pequeños la percepción cambiará.

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