www.pulso.cl • Martes 10 de febrero de 2015 @pulso_tw facebook.

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Tribuna Libre

¿Redistribución o inclusión?
Debido a las restricciones de la productividad, la redistribución es solo paliativa y no curativa. Se requiere invertir en inclusión.

distribuir tiene enormes variaciones.
RICARDO Estas dos diferentes fuentes de desi-
HAUSMANN gualdad se suelen confundir, lo que
impide que se piense de manera clara
sobre ninguna de ellas. Ambas se
relacionan con una característica par-
ticular de la producción moderna: el
mos y redes que la hagan productiva. aumento del “capital”, que Piketty
El dilema consiste en que los países documenta en Francia y otros países,
pobres carecen de los medios para es consecuencia en gran parte de la
conectar todos los lugares a todos los apreciación de los bienes raíces, sim-
insumos. El otro problema que plemente porque las buenas ubica-
enfrenta la producción moderna es ciones adquieren mayor valor en una
cómo distribuir el ingreso que gene- economía que cada vez tiene más

L
A CUESTION de la creciente hecho de que requiere de numerosos ran todos los insumos complementa- redes. Al igual que con la tierra, el
desigualdad de ingresos tuvo insumos complementarios. Estos rios. Hoy día, no son solo individuos, régimen actual de derechos de pro-
una importante presencia en el incluyen no solo materias primas y ni siquiera equipos de individuos piedad intelectual, al sobreproteger
Foro Económico Mundial de Davos maquinaria, las que se pueden enviar dentro de las empresas, los que gene- viejas ideas, puede proporcionar un
este año. Como bien se sabe, la eco- de un lugar a otro, sino también ran la producción, sino también equi- poder de mercado que no solo exa-
nomía de EEUU ha crecido significa- mano de obra especializada, infraes- pos de empresas o cadenas de valor. cerba la desigualdad de ingreso, sino
tivamente en los últimos 30 años, tructura y reglas, las que no se pue- que también perjudica la innova-

pero no así el ingreso familiar medio.
El 1% más alto (de hecho, el 0,01%
más alto) ha captado la mayor parte
de las ganancias, algo que es impro-
bable que las sociedades continúen
tolerando por mucho tiempo más.
Muchos temen que este sea un fenó-
meno mundial originado por causas
similares en todas partes, como argu-
menta el famoso libro “El capital en
el siglo XXI” de Thomas Piketty. No
obstante, esta proposición puede ser
peligrosamente engañosa.
Es crucial diferenciar la desigual-
dad de la productividad entre empre-
sas de la desigualdad en la distribu-
ción del ingreso dentro de una
empresa. La batalla tradicional entre
trabajo y capital se ha dado al interior
de esta última: tanto obreros como
empresarios han luchado por mejorar
su tajada de la torta. Pero existe una
profunda y sorprendente desigual-
dad de la productividad entre empre-
sas, por lo que el tamaño de la torta a
den trasladar fácilmente y, por lo
tanto, deben localizarse en un mismo
espacio físico. La escasez de cualquie-
ra de dichos insumos puede acarrear
consecuencias desastrosas para la
productividad. Esta complementarie-
dad hace que muchos lugares del
mundo en desarrollo no sean aptos
para la producción moderna porque
carecen de ciertos insumos clave.
Incluso dentro de ciertas ciudades,
las zonas pobres están tan desconec-
tadas y tienen tantas carencias que su
productividad es extremadamente
baja. Como consecuencia, existen
enormes diferencias entre las empre-
sas en términos de eficiencia -y por lo
tanto en los ingresos que ellas pue-
den distribuir.
Dadas las restricciones de la pro-
ductividad, la redistribución es solo
paliativa y no curativa. Para solucio-
nar el problema se requiere invertir
en inclusión, dotando a la gente de
capacidades y conectándola a insu-
T
RADICIONALMENTE, los eco-
nomistas han creído que a
cada integrante de un equipo
se le paga su costo de oportunidad,
es decir, el ingreso más alto que
podría percibir si se lo despidiera del
equipo. En este contexto, si los mer-
cados se caracterizan por lo que los
economistas llaman competencia
perfecta, una vez pagado el costo de
oportunidad de todos los insumos,
no queda nada que distribuir. Pero
en la vida real, el valor de un equipo
es más alto -con frecuencia mucho
más alto- que el costo de oportuni-
dad de cada uno de sus miembros.
¿A quién se le adjudica este “supe-
rávit del equipo”? Tradicionalmente
se ha supuesto que a los accionistas.
Pero el surgimiento de altísimas
remuneraciones de CEO en EEUU,
documentado por Piketty y otros,
puede reflejar el poder de los geren-
tes de desestructurar el equipo si no
reciben parte de ese superávit.
En el caso de las startups que tie-
nen éxito, el ingreso percibido cuan-
do uno de ellas se vende o sale al
mercado se asigna a quienes forma-
ron el equipo. En las cadenas de
valor más tradicionales, el superávit
suele ir a los insumos que tienen
mayor poder de mercado. Las escue-
las de negocios enseñan a sus alum-
nos a captar el superávit máximo de
la cadena de valor enfocándose en
insumos difíciles de suministrar y, al
mismo tiempo, haciendo que otros
insumos sean considerados
“commodities” y así no puedan cap-
tar más que su costo de oportunidad.
Las ganancias no siempre van a
quienes más se las merecen. El
ción. Las políticas enfocadas a asegu-
rar un resultado equitativo deberían
concentrarse en poseer o gravar los
insumos que captan el “superávit del
equipo”. Captar este superávit podría
permitir la redistribución del ingre-
so, como muchos sugieren, pero se
puede lograr un éxito de mayor
envergadura y más sostenible si las
ganancias se destinan a financiar la
inclusión. Un crecimiento inclusivo
puede generar una sociedad más
próspera e igualitaria, mientras que
la redistribución puede no beneficiar
ni a la inclusión ni al crecimiento. P
El autor es profesor Universidad
de Harvard y ex ministro de
Planificación de Venezuela.
Copyright Project Syndicate 2015.
PULSO EDITORIAL
Versión ampliada de esta columna en
www.pulso.cl y en edición para iPad.

Mente Ágil Ciudadano Montero

6 1
La libertad de expresión en Chile
Se impone hoy en el país una verdad oficial. Por ejemplo, cualquiera que piense que el Gobierno
9 3 1 5 2 militar tuvo aspectos positivos es fascista, quien reclame contra la Reforma Agraria es momio.
8 5

T
RAS LOS ataques a la revista satíri- país que se ha tornado muy intolerante.
ca Charlie Hebdo en Francia y pos- Hay materias que los medios de comuni-
7 2 6 1 teriores acciones terroristas, todo el cación no cubren, por desidia o sencilla-
mundo se ha unido en torno a la libertad mente por decisión ideologizada de los
6 3 8 de expresión, definida como derecho fun- editores. Me llama la atención al escu-
damental o derecho humano, señalado char la radio u observar programas de TV
en el artículo 19º de la Declaración la falta de objetividad de los conductores,
3 1 9 2
Universal de los Derechos Humanos de incluso de los lectores de noticias, que de
1948, también ratificado por las constitu- paso dan su opinión personal, cuestión
9 3 ciones de países democráticos. De ella se que atenta contra el rol que deberían
deriva la libertad de imprenta, también tener en su labor específica. Este ciuda-
7 9 2 8 4 llamada libertad de prensa. Ciertamente, dano hace un llamado a los hombres y
todos los ciudadanos tenemos derecho a mujeres libres a atreverse a opinar y a
3 6 opinar libremente lo que pensamos res- defender sus puntos de vista sin temor.
pecto de distintas materias, siempre, sin La conciencia es la que debe regir nues-
caer en la amenaza o el insulto. tros actos. Opinar distinto es lícito, es
Mi sensación es que en Chile no hay sano, es bueno para Chile.
19 119 118 117 115 ANDRÉS MONTERO J.
libertad de expresión, principalmente por El PC hoy influye de manera decisiva en
17 1 3 5 108 los altos costos personales que pagan el Gobierno, aunque solo obtuvo menos
quienes escriben, en una sociedad sesga- res se atreven a escribir, por temor a del 5% de los votos en las últimas eleccio-
11 9 106 111 da y poco tolerante a lo que piensan quie- represalias. Nunca se sabe de dónde o nes. ¿Qué cobertura les da la prensa a sus
nes no apoyan al Gobierno actual. cómo pueden llegar los ataques persona- representantes? Recuperemos la libertad
30 33 8 128 104 Chile transitó desde el Gobierno militar les. El odio hacia quien piensa distinto a de expresión en Chile y no dejemos que
hacia gobiernos de izquierda, salvo el la mayoría en Chile, y lo hace saber, es algunos, que otrora quisieron someter al
23 31 102
Gobierno de centro de Piñera. Hoy la feroz e incontenible. Es tan potente el mundo por la fuerza, nos acallen o nos
24 35 90 100 Nueva Mayoría ha tomado su verdad sesgo de los medios de comunicación, de silencien. Las amenazas nunca acallarán
como la única existente. Cualquiera que la propaganda del Gobierno y del apara- los argumentos, las buenas razones y el
27 37 89 piense que el Gobierno militar tuvo taje del Estado, que Chile se ha ido con- respeto por el ser humano libre, que crea,
aspectos positivos es fascista, quien recla- cientizando y perdiendo ecuanimidad. produce, da empleo y se emplea, y final-
39 87 me contra la Reforma Agraria es momio, La libertad de expresión debe medirse mente opina sin temor. Venezuela, Cuba
quien tiene una empresa es explotador, con un prisma global, entendiendo que y Argentina están a la vista. El día que se
48 41 83 86 96
quien cree en Dios es considerado un quienes quieran opinar lo puedan hacer acabe la libertad de expresión, por cual-
49 46 67 82 80 95 bicho raro, quien defiende el matrimonio sin ser perseguidos o marginados. quier razón, será el principio de un largo
como institución entre un hombre y una Pienso, más bien sueño, que nuestro período de decadencia para nuestro que-
51 55 62 65 71 77 mujer es retrógrado, quien defiende Congreso debería dar pasos firmes para rido país. P
algún principio conservador es destruido garantizar la libertad de enseñanza, de
60 63 72 74 ipso facto por las redes sociales. En con- afiliación a un sindicato, de religión y de El autor es ingeniero comercial de la Uni-
Completa la cuadrícula para que los números se conecten horizontal, vertical o diagonalmente. secuencia, en Chile muy pocos oposito- expresión, hoy amenazadas en Chile, versidad de Chile (amjpulso@gmail.com).
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