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A menudo, uno asocia a las semillas con los alimentos de aves. Pero, durante los últimos años,
algunas semillas se han hecho paso como súper alimentos para los humanos. Junto a una
variedad de bayas y verduras, las semillas dominan la lista de súper alimentos recomendados
por los expertos.
En cada grano de semilla están presente los nutrientes necesarios para el ser humano. De
muchas formas las semillas son similares a los huevos. Ambos son potencias de la nutrición por
lo que incluirlas en la dieta diaria ayudará a nuestro cuerpo a cumplir sin mucho esfuerzo con los
requerimientos nutricionales diarios.
Asimismo, las semillas son una buena fuente de proteína a base de plantas y al igual que en
contenido de fibra. Muchas de las semillas son ricas en calcio, hierro y magnesio. algunas son
buenas fuentes de omega 3 y 6 ácidos grasos, los cuales ayudan a mantener la salud cardiaca.
El amaranto fue cultivado por los Aztecas e Incas hace cientos de años atrás. Las semillas de amaranto son
fuente rica de proteína. Este alimento destaca por poseer varios componentes con efectos
anticancerígenos. Además es una alimento cardiosaludable debido a su contenido en carbohidratos de
lenta absorción y a su grasa rica en ácidos grasos esenciales, fibra, calcio y magnesio. Las semillas poseen
un porcentaje de aceite superior al de los cereales, donde destaca el ácido oleico y ácido linoleico. Este tipo
de grasa ejerce una función cardioprotectora.
En cuanto a su preparación, si se cocina con agua, las semillas se vuelven pegajosas y de ellas se puede
preparar avena para el desayuno. Una forma más sencilla y sabrosa de utilizar el amaranto es en su forma
inflada. El amaranto inflado se encuentra disponible en las tiendas de comida saludable. En él puedes
encontrar galletas, bolas y barras hechas con amaranto inflado e incluirlas como merienda.
Las semillas de linaza tienen un sabor a tierra y a nuez, lo cual la convierte en un ingrediente ideal para
productos horneados, como galletas, muffins, y panes. Las semillas de linaza tienen un alto contenido de
ácidos omega 3.
3.- SEMILLAS DE CALABAZA
Poco a poco las semillas de calabaza o pepitas se convierten en un elemento habitual en las estanterías de
los supermercados. Sin embargo, debemos evitar consumirlas en su forma tostada, puesto que tiene alto
contenido de grasa y sodio. Una versión más saludable de semillas de calabaza tostada se puede preparar
en casa. Estas semillas se pueden añadir a los muffins o rociarlos sobre galletas y panes para hacerlos más
crocantes. También se pueden rociar en ensaladas para añadirles textura.
Las semillas de girasol son más baratas que las semillas de calabaza y pueden utilizarles en recetas similares.
Estas se pueden añadir a las barras de granola para añadir un poco de sabor a nuez o también incorporarlo
en los rellenos de sándwiches sin alterar el sabor del relleno. Las galletas hechas con semillas de girasol y
algunas otras semillas son buenas opciones de merienda.
5.- QUINUA
Oriunda de los andes peruanos y otros países sudamericanos, la quinua es una planta anual que se cultiva a
una altura superior a los 3,000 metros sobre el nivel del mar. El Perú es junto con Bolivia uno de los
grandes productores y exportadores de quinua en sus distintas variedades. Debido a su alto poder
nutricional se convirtió en el alimento básico de los incas. La quinua no posee gluten y es de fácil digestión,
además posee un perfecto valor nutritivo gracias a su balance adecuado de carbohidratos, lípidos y
proteínas. El consumo de este súper alimento junto con otros cereales como la soya incrementa su valor
proteico. Finalmente, no debemos olvidar que la quinua es una excelente fuente de fósforo, calcio, almidón,
hierro, azúcar, fibra, minerales y vitamina E.
La chía es una planta, que junto con el lino, son una de las especies vegetales con la mayor concentración de
ácido graso alfalinolénico omega 3. La semillas de chía contienen al rededor de 38% de carbohidratos, de
estos 30.5% es fibra insoluble, 3.1% es fibra soluble y el resto son almidones. Al mezclar las semillas con agua
y ponerla a reposar unos minutos se obtiene como resultado un gel sólido; esta reacción se debe a la fibra
soluble de la semilla.
Las semillas de chía contienen muchas propiedades como proteínas, calcio, boro, potasio, hierro, acidos
grasos, antioxidantes y también oligoelementos como el magnesio, manganeso, cobre, zinc, y vitaminas
como la niacina entre otras.